TRAICIÓN

- Tomoyo… Se acerca navidad, ¿qué crees que podría regalarle a Shaoran? es tan difícil, no le hace falta nada y no creo que haya nada con lo que realmente pueda sorprenderlo

- Creo que es una pregunta interesante y creo que ahí mismo está la respuesta. Algo que no se pueda encontrar en cualquier parte, que no pueda darle nadie más que tú.

- ¿Sabes? cuando era niña siempre hacía mis obsequios a mano, obviamente no tenía más que lo de mi mesada para comprar regalos a mis familiares y amigos, entonces prefería hacerlo así.

- Bueno, ¿y si lo intentas? Shaoran odia el frío, sufre mucho en esta época

Sakura guardó silencio, podría valer la pena.

Los días se hacían cada vez más fríos, las decoraciones navideñas empezaban a hacer su aparición en toda la ciudad y por supuesto Sakura no sería la excepción, se sentía muy ilusionada por la época, pero extrañaba a Shaoran, estaba un poco ausente en esos días y ella demasiado ocupada… ¿Quizá la estaba evitando? ¿se estaría acabando el idilio?. Sacudió su cabeza con fuerza, tenía que evitar esos pensamientos intrusivos que trataban de distorsionar la realidad.

Salió de la oficina sola, se abrigó bien y se fue a recorrer Ginza, siempre era una buena opción para despejar su mente, quizá aprovecharía para comprar las decoraciones para su apartamento, ver obsequios de navidad… Sería muy atrevido darle un detalle a sus… ¿Suegros? se sonrojó de solo pensarlo.

De pronto, al otro lado de la calle vio a Shaoran, era bastante alto y no pasaba desapercibido en ningún lugar, pero iba con Eriol, miró su teléfono para llamarlo e invitarlo a cenar pero lo vio ponerse nervioso y contestar apresuradamente.

- Hola, ¿cómo estás? qué sorpresa que me llames, pensé que trabajarías hasta tarde - indicó él.

- No, no era necesario… ¿Qué haces?

- Unas diligencias con Eriol, nada importante, pero me pidió que lo acompañara.

- Ya veo… Está bien - ella seguía viéndolo al otro lado de la calle mientras la gente pasaba, no quería pasar por posesiva o intensa.

- Te veo en casa… Aunque no sé cuánto más tardaremos

- No te preocupes, solo déjame saber que llegas bien,

- Si no llego muy tarde, paso a verte.

Sakura colgó la llamada con una sensación extraña en su pecho. Vio a su novio ingresar a una exclusiva boutique para caballeros en compañía de Eriol, todo estaba bien, se distraería consiguiendo los adornos más lindos para decorar su casa, ya tendría tiempo para compartir con su amado.

Y así transcurrió su noche, llegó a casa cargada de paquetes con materiales para empezar a trabajar en el obsequio de Shaoran, aunque sería difícil porque no contaba con mucho tiempo, pero se esforzaría.

Decidió esperar para preguntarle a Shaoran si quisiera acompañarla a decorar… Aunque quizá sería una cursilería de su parte.

Suspiró - Sakura, tienes que dejar de hacer eso - estaba permitiendo nuevamente que sus inseguridad hicieran mella. Ya estaba muy cansada y se prepararía para dormir, por lo visto Shaoran aún no llegaba y tampoco pensaba asediarlo ni invadir sus espacios.

En cuanto su cabeza tocó la almohada, quedó profunda, con su teléfono en la mano y un mensaje sin enviar.

Estaba muy cansado, las piernas le pesaban y la cabeza dolía con intensidad, bendita la hora en que todo se había juntado, los presupuestos en la empresa, los contratos de Europa que ya estaban avanzando, el tiempo que estuvo ausente por la enfermedad de Sakura, los eventos sociales a los que debía asistir y su propuesta a Sakura que debía ser perfecta.

Se quitó la corbata con cansancio e ingresó al elevador del edificio, no venía la hora de darse una ducha y meterse a hurtadillas en la cama de su novia, la extrañaba mucho. En ese momento, su teléfono indicó el ingreso de un mensaje.

- Esto solo lo haría por ti, hermano… Espero que se ajuste a tus expectativas. EH - Las fotos que tenía adjuntas le sacaron una gran sonrisa

- Que esto sea parte de pago de todas las que me has hecho pasar.

Presionó el botón del elevador directamente hacia su piso. Ingresó directo al baño, solo quería quitarse un poco del cansancio del día. Se puso su pijama, el clima afuera era muy frío ya, odiaba profundamente el frío. Buscó las llaves del apartamento de Sakura y a hurtadillas entró. Encendió las luces de la sala y encontró una serie de paquetes, algunos de ellos con adornos navideños y sonrió, esa sería una navidad inolvidable para ambos, estaba poniendo todo de sí para que así fuera.

Con cuidado se acercó a la habitación de Sakura, la puerta entrecerrada y el humidificador encendido que irradiaba una leve luz que le permitía entrever la silueta de su novia sobre la cama, tenía el teléfono en la mano, no le gustaba que se quedara dormida haciendo Scrolling. Así que lo tomó para ponerlo sobre la mesita, la luz del móvil se encendió y un mensaje sin enviar en la pantalla, era para él.

Te extraño.

Sonrió nuevamente y se metió en la cama con delicadeza abrazándola por detrás y con un suspiro sobre el cuello de la joven, susurró: Yo también te extraño.

La alarma, la bendita alarma del teléfono empezó a sonar como loca, con pereza se estiró para apagarla y se estiró en su cama sin ningún miramiento. Fue cuando se percató que estaba sola y suspiró con tristeza, seguramente había soñado que Shaoran estaba con ella.

Se levantó y fue directo a la ducha pensando en lo que tenía pendiente para el día y deseando que por lo menos pudiera almorzar con Shaoran o cruzarse con él aunque fuera un rato. Estaba muy mal acostumbrada a que se veían todos los días, sin importar cuán ocupado pudiera estar.

- Así son las cosas ahora, solo nos queda adaptarnos - se dijo mientras cantaba una alegre canción en la ducha.

Shaoran sonrió al escucharla, era un tema de todas las mañanas, escucharla cantar mientras se arreglaba. Él estaba preparando el desayuno para ir juntos a la oficina, estaba seguro que se sorprendería al verlo en la cocina y era justo la idea, aprovechar los pequeños momentos para compartir.

Salió de su habitación con un vestido sastre y peinando su cabello mientras seguía tarareando cuando se encontró a Shaoran con su mandil de florecitas y lo único que atinó a hacer, fue correr a sus brazos.

- Siento como si hubiese pasado una eternidad - dijo pegada a su camisa.

- Yo también te extrañé muchísimo. Ven, vamos a desayunar.

- !Qué delicia, pancakes!

- Tus favoritos. Vamos.

Se sentaron en el comedor a conversar sobre lo acontecido en los días que no habían podido verse.

- Veo que estuviste de compras ayer, ¿no es así?

- Así es, traje algunas cositas para esta temporada - respondió emocionada -

- Me encanta verte así de feliz.

- ¿Amor, quisieras hacer conmigo la decoración navideña?

Shaoran se quedó mirándola - ¿Qué dijiste?

- Que si quieres hacer…

- No, no… ¿Cómo me llamaste? - Sakura se sonrojó y Shaoran la besó con ternura, se veía tan linda cuando se apenaba así y nunca lo había llamado de ese modo, definitivamente podría acostumbrarse - Nunca me habías dicho así-

- Lo siento… Yo…

- ¿Cómo que lo sientes?

- Pensé que era demasiado cursi y no te gustaban esas cosas, por eso nunca te llamé así.

- Eres mi novia, la mujer que amo y es un honor que me llames así. No dejes de hacerlo, por favor. Y si, me encantaría ayudarte con la decoración navideña.

La sonrisa de Sakura fue enorme, como una niña pequeña sus ojos brillaban. Terminaron de desayunar y fueron a la oficina, pero Shaoran la dejó en la entrada.

- Tengo que ir a una reunión en el ministerio nuevamente. Llegaré en un rato y quizá podamos ir a almorzar, ¿está bien?

- Te va a ir muy bien, lo sé.

- Igual a ti… Mi amor. - Y ahí iba de nuevo, el sonrojo de Sakura quien salió del auto avergonzada y entró al edificio sintiendo que el corazón se le iba a salir. Trato de darse suaves golpecitos en las mejillas para tratar de disimular el sonrojo y pasó rápidamente por el hall principal para dirigirse al elevador. Buscó un lugar en el fondo y este se llenó rápidamente, al final ingresaron un par de ejecutivos que, según comentaban, tendrían una reunión con el señor Li.

- ¿Qué decidieron con tu esposa, asistirán a la gala de esta noche?

- Por supuesto que sí, más allá de la causa social, se reúnen las personalidades más importantes del país, es una excelente oportunidad para fortalecer relaciones y encontrar nuevas oportunidades, incluso el emperador asistirá, ¿crees que mi esposa perdería la oportunidad de ir a un evento así?

- Yo también iré con mi prometida, está igual de emocionada.

- Afortunadamente todos los hombres de negocios van con sus parejas, les brinda la oportunidad de socializar entre ellas mientras nos dedicamos a lo nuestro.

- A todas estas, normalmente el joven Li siempre asiste solo, junto con el joven Hiragizawa.

- A hacer de las suyas, dirás.

Para este momento, Sakura estaba más que interesada en la conversación

- Es cierto, nunca se le ha visto llevar una pareja

- Es un soltero empedernido y disfruta de la atención femenina.

La gente iba saliendo y entrando del elevador en la medida en que subían y Sakura ya se sentía incómoda con la conversación sostenida por los dos hombres, que, aunque supieran de su presencia, no sabrían quién era ella en la vida de Shaoran.

El elevador por fin se detuvo en su piso, que estaba justo debajo del de Shaoran. Se despidió y procedió a abandonar la pequeña habitación de metal haciendo una leve reverencia a los hombres en cuestión. Cuando las puertas se cerraron tras ella, soltó un suspiro pesado, Shaoran ni siquiera le había dicho nada en esos días, un leve asomo de pedirle que la acompañara, no creía que fuera a faltar a ese evento… Iría sin ella.

- Buenos días señorita Kinomoto - Saludó Chiharu con una enorme sonrisa

- Buenos días, Chiharu. Dame unos cinco minutos y te espero en la oficina.

- Claro que sí.

La castaña suspiró de nuevo, tenía ese molesto ardor en la nariz que anunciaba inevitables lágrimas asomar.

Y al abrir la puerta, fue inevitable que estas empezaran a correr. La oficina estaba llena de flores. Lirios, rosas blancas y rojas, claveles y en cada ramo una nota.

"Estoy orgulloso de ti"

"Te amo"

"Adoro tu sonrisa"

- ¿Qué es todo esto? - preguntó suavemente mientras pasaba incrédula.

- Todavía falta la del escritorio - dijo emocionada Chiharu

Efectivamente, sobre su escritorio una enorme caja con rosas rojas y una tarjeta con la impecable caligrafía de Shaoran

"Amor mío" - decía en la portada, y al abrirla: Esta noche, tú, yo y un baile inolvidable. paso por ti a las 9. te ama con locura Xiaolang Li.

Sakura tomó la tarjeta emocionada contra su pecho y antes de intentar enjugar sus lágrimas sintió las manos grandes y cálidas de Shaoran tomarla de la cintura y posar su barbilla en su hombro.

- Shaoran…

- Shhh - dijo girándola lentamente hacia él. - no llores, esta noche va a ser muy especial, te lo aseguro.

Como acto reflejo, Sakura volteó a mirar a Chiharu quien supo de inmediato qué decir.

- Toda su agenda de la tarde ha sido ya apartada para que pueda prepararse para su baile, tranquila.

- No hay nada de qué preocuparse - dijo Shaoran limpiando una lágrima que se deslizaba por la mejilla de su novia - Pasaré por ti a las 9pm, ¿está bien? - Sakura solo asintió - Ahora, tengo que ir a trabajar - terminó con un suave beso en la frente de la castaña - adiós… Mi amor.

El ejecutivo salió de la oficina tan pronto como entró dejando a ambas mujeres suspirando tras él.

- Yo quiero algo así - dijo Chiharu con ilusión

- ¿No estoy soñando?

- No creo, en mis sueños soy millonaria y estoy en un yate en las islas griegas. Así que no.

Sakura rió por las ocurrencias de su asistente - Bueno, manos a la obra que necesito despejarme o me tendrás aquí sembrada suspirando toda la mañana.

Sakura, Tomoyo y Meiling, pasaron toda la tarde en un spa preparándose para la noche. Al llegar al apartamento de la castaña un equipo de estilistas (preparado por Shaoran, por supuesto), allí tenían preparado el vestido que luciría esa noche, al verlo, no pudo evitar sentirse maravillada por la atención al detalle que tenía su novio. Ese vestido lo había visto hacía un par de meses antes en un mostrador y ella nunca había comentado nada al respecto, seguramente Shaoran notó la atención y emoción con la que lo observaba.

- Es un vestido hermoso, ¿cuándo lo elegiste?

- En realidad no lo hice, solo un día cualquiera estábamos dando una vuelta en un centro comercial y lo vi en un aparador, seguramente notó que me había gustado.

El vestido en cuestión, era de una seda negra finísima con pequeñísimas piedras doradas en los bordes de su escote, tenía dos pequeñas tiras doradas en la parte de los hombros que a su vez se cruzaban en la espalda que también era destapada y la falda caía suavemente en una pequeña cola.

Las maquillaron y ayudaron a vestir, por último le fue entregado a Sakura una caja de terciopelo, en su interior un juego de gargantilla y pendientes de diamantes para complementar y una nota:

- Estas joyas han estado en mi familia desde hace algunos años, esta noche brillarás más que estos diamantes. LX

- No conocía ese lado de Shaoran, definitivamente - dijo Tomoyo con una risita suave-

- ¿Ya ves por qué me siento mal de no poder compensarle por lo menos un poco todo lo que hace por mi?

- ¿Y crees que él lo hace pensando en lo que tú puedas darle a cambio? Lo hace porque le nace hacerlo, recuerda que no damos lo que nos dan, damos lo que somos y si él es así contigo es porque eso inspiras en él. Te aseguro que le das mucho más de lo que imaginas, solo que no te das cuenta.

- Gracias Tomoyo, eres un regalo de Dios, siempre tienes la palabra justa para la ocasión.

- Los años no vienen solos mi querida Sakura y si algo bueno tienen los 30, es que tienes un poco mas de sabiduría.

- Por cierto, te ves preciosa

- Muchas gracias por el cumplido. Ya casi es hora de irnos.

Ambas mujeres estaban dispuestas para salir cuando escucharon el leve sonido de la puerta, era Shaoran.

- Me encantaría decir que te ves tal y como imaginé… Pero, de verdad superas todas mis expectativas. - dijo el ambarino tomando a su novia por la cintura y dándole un corto beso.

- Y usted señor Li, se ve absolutamente… - se acercó a su oido - delicioso-

Shaoran se sonrojó, pero la oportuna intervención de Tomoyo lo salvó - Ya, ya tórtolos, les recuerdo que Eriol debe estar esperando por mi.

- Shao, ¿puedes tomar mi teléfono? no cabe en mi cartera. - El ambarino hizo lo propio y guardó en su saco.

- Y Tomoyo, tienes toda la razón. Vamos - dijo extendiendo su brazo hacia su compañera quien con gusto lo tomó y se dirigieron al elevador.

Efectivamente, Eriol se encontraba a las afueras del edificio esperando a Tomoyo en una limusina y atrás se encontraba el fiel mayordomo de los Li atento para recoger a Shaoran y a su novia.

- ¡Señor Wei! - dijo Sakura con entusiasmo y haciendo una reverencia ante el hombre - me alegro muchísimo de verlo.

- Permítame decir lo mismo señorita Sakura, se ve tan hermosa y alegre como siempre. - Se apresuró a abrir la puerta del vehículo y ambos ingresaron, la noche estaba aún más fría de lo que esperaban.

- ¿Crees que vaya a nevar hoy?

- Pues no hay reportes aún, pero con el frío que está haciendo, puede ser.

- Has escuchado esa leyenda de Corea del sur, que dice que si dos personas ven la primera nevada juntos…

- Su amor perdurará para siempre - completó Shaoran tomando la mano de Sakura suavemente - Pues no necesito de una nevada para saber sin lugar a ninguna duda que estás dentro de mi corazón.

- Shaoran… - dijo Sakura quedamente antes de recostarse contra su pecho - Me haces muy feliz.

- Tú a mí - Mira, ya vamos llegando al lugar.

Sakura se reincorporó para prepararse, los fotógrafos esperaban fuera del vehículo y Shaoran, que normalmente era bastante esquivo a la prensa, salió del vehículo, extendió la mano a su novia para ayudarla a salir. Los flashes se dispararon enfocando su atención hacia ellos. Él tomó la pequeña mano de la castaña y la puso sobre su antebrazo sonriendo ante las cámaras. Ella, que no estaba acostumbrada a ese tipo de atención, se vio un poco aturdida en principio, pero él le susurró al oído que estuviera tranquila, nada malo sucedería porque él la cuidaría.

- Señor Li, una foto por favor, ¿Quién es su pareja esta noche? - los flashes se detuvieron un momento en vilo, a la espera de la respuesta.

- La señorita Sakura Kinomoto, mi novia.

Con la sola mención de esa palabra (que parecía estar vetada en el vocabulario Li), los flashes se dispararon con mayor intensidad, ellos continuaron su camino mientras los asediaban con más preguntas que él no pensaba contestar.

- ¿Por qué se ponen así?

- Nunca había presentado una novia en público - soltó Shaoran como si nada.

- Les soltaste una bomba entonces.

- Eso parece - soltó con una risita coqueta.

Ingresaron al lugar, dejaron sus abrigos y se encontraron que ya había muchas personas, querían buscar a sus amigos y familia para saludar y tratar de disfrutar de la velada.

- Amor, no me dejes sola, por favor - dijo Sakura trémula y con un Shaoran derretido de amor cuando la escuchaba expresarse así.

- Solo si prometes decirme así, siempre.

- Toda la vida, si quieres, pero…

- ¿Lo dices en serio?

- Es un decir - respondió sonrojada Sakura - Estoy nerviosa, hay demasiadas personas. -

- Vamos, seguramente te harás de muy buenos contactos.

No bien ingresaron al salón y Shaoran empezó a ser abordado por diferentes personas, algunos ya conocidos por Sakura como personas de interés para la empresa, socios, colegas… Él aprovechaba para presentar (y presumir) a su preciosa e inteligente novia como la nueva ejecutiva para proyectos en América.

No mucho tiempo después se encontraron con la familia de Shaoram, hablaron como correspondía, las mujeres Li llenaron a Sakura de elogios, no solo por su aspecto en esa velada en particular, sino por su recuperación y por sus logros en materia laboral. Todas las hermanas de Shaoran estaban allí, el ambarino se sentía avergonzado, porque a pesar de ser un adulto, ellas seguían mimándolo como si de un niño de tratase.

La dinámica misma de la velada impidió que la pareja estuvieran juntos toda la noche. Isabella había llegado a la recepción, muy elegante y mucho más recatada que la última vez y se había mezclado entre la gente, Sakura se sentía tranquila, y cómoda entre aquellas personas. Obviamente no faltaban las jóvenes hijas de ejecutivos adinerados tratando de llamar la atención de Shaoran, y cuando esto pasaba, entraba Sakura a su rescate.

La velada estaba transcurriendo sin ningún contratiempo. Mientras Sakura compartía una pieza de baile con el sr Li, Shaoran la miraba desde la barra en compañía de Eriol.

- ¿Al fin lo harás hoy?

- Así es, todo está listo

- ¿Traes el anillo contigo?

- Así es, justo, aquí - dijo metiendo la mano en su bolsillo, el mismo donde estaba el teléfono de Sakura. Lo sacó y en cuando la pantalla se encendió encontró una cantidad algo alarmante de llamadas perdidas por parte de su asistente - Algo pasó - dijo con preocupación.

- ¿A qué te refieres?

- La asistente de Sakura lleva mucho tiempo llamando, lo mejor es que se comunique con ella.

Así, Shaoran esperó que terminara la balada y llamó a su novia para indicarle lo sucedido, ella, alarmada, devolvió la llamada a su asistente, Chiharu.

- ¡Sakura!

- Chiharu, ¿Qué pasó? tengo muchas llamadas perdidas tuyas.

- Los representantes de la agencia publicitaria, adelantaron su viaje, ¡ya están aquí!

- ¡No puede ser! ¿y alguien los pudo recibir en el aeropuerto? ¿pudiste hacer algo al respecto?

- Si, así es, yo personalmente los recogí en el aeropuerto, los dejé instalados en el hotel, no sé qué pasó, mil disculpas, sé que fuiste clara en que debían llegar el lunes para recibirlos personalmente, pero… Lo siento, de verdad.

Sakura suspiró - No te preocupes, no es como si pudiéramos devolver el tiempo, lo bueno es que estuviste atenta y fuiste proactiva y ágil para tomar decisiones. Ya me comunicaré mañana con ellos

- Gracias por entender, y mil disculpas por interrumpirlos en su velada.

- Tranquila, descansa y gracias por estar atenta.

Shaoran, preocupado, se acercó para preguntar por lo sucedido y Sakura le contó. De pronto, notaron la presencia de un hombre tras ellos, quien tocó con delicadeza el hombro de Sakura bajo la mirada extrañada de Shaoran.

- Señorita Kinomoto, supongo. - dijo con voz profunda y sonrisa enigmática.

Sakura volteó y al verlo, le pareció reconocerlo de alguna parte, pero no lograba recordar.

Él, al notar la expresión de ella, procedió a presentarse.

- Mucho gusto, mi nombre es Yue Michaels.

- Por Dios, el representante de la empresa de publicidad, le pido mil disculpas, no sé qué pasó y se adelantó el viaje.

- No por favor, no se preocupe, no es su culpa, vinimos invitados a esta fiesta, ya que supieron de nuestra presencia en el país durante estos días, nos pidieron adelantar el viaje. Sin embargo, su asistente fue muy amable con nosotros y estaba todo perfectamente organizado para nuestra llegada.

- Entiendo, bienvenidos de todas maneras.

- ¿No me recuerdas? - preguntó curioso.

- ¿Perdón?

- Si mal no recuerdo, me ofreciste $50 por llevarte al JFK a toda velocidad.

Sakura se cubrió la boca por el asombro para luego reír con el recién llegado - ¡No lo puedo creer, qué pequeño es el mundo!

Ya para ese momento Shaoran estaba un poco molesto, parecía que ninguno se percataba de su presencia y reían muy divertidos por la casualidad.

- Te reconocí desde la primera videoconferencia, se me hizo muy bizarro que fueras "mi siguiente proyecto" - concluyó con una sonrisa ladeada.

- Mucho gusto, Shaoran Li - intervino el castaño extendiendo la mano después de escuchar la última frase - Dueño y accionista de Li Corporation y novio de LA SEÑORITA KINOMOTO.

El recién llegado observó a Shaoran de arriba abajo y este último supo que lo estaba retando, así que tomó a Sakura de la cintura.

- Mucho gusto, señor Li. Yue Michaels, estoy a su servicio.

- Sakura… Es un nombre muy bonito, ¿sabes? mi madre es de ascendencia japonesa y mi padre de Estados Unidos, por eso estoy relacionado con el idioma y la cultura.

Eriol miraba la situación divertidísimo, ver a Shaoran celoso era como una aurora boreal y… Por favor, nadie interrumpiría semejante espectáculo.

- ¿Qué pasa? - indagó Tomoyo al lado de su novio.

- No lo sé con certeza, pero Shaoran está celoso y ese simple hecho es divertidísimo.

- No seas malo, él no está acostumbrado a esas sensaciones.

Y por pura misericordia hacia su amigo, hizo su entrada triunfal.

- Buenas noches, ¿interrumpo? - dijo saludando la amatista.

- Para nada Tomoyo, permíteme presentarte al señor…

- Yue, Yue Michaels. Un placer, señorita - dijo besando el dorso de la mano de la recién llegada.

- Encantada de conocerle, Tomoyo Daidouji, al igual que mi amiga trabajo en Li corporation.

- Pero qué agradable sorpresa, entonces nos estaremos viendo en los próximos días.

- Disculpen por favor. Shaoran y Sakura, los esperan los señores Li para hablar sobre un asunto

Sakura se asió de la mano de su novio y se despidieron del recién llegado. Shaoran dentro de sí agradeció la acción de su querida amiga y mataría luego a Eriol por permitirle pasar ese suplicio. Mientras caminaban por el salón pensaba… Nunca había sido realmente un hombre celoso pero ¡qué sensación tan desagradable!

- Amor… ¿Estás bien? - la pregunta de Sakura lo sacó de sus horribles pensamientos

- Si, preciosa, estoy bien, ¿por qué lo preguntas?

- Estás frunciendo el ceño y parece que quisieras matar a alguien

De inmediato relajó sus facciones - Lo siento, solo estaba pensando en una situación desagradable, es todo. Mejor cuéntame, cómo conociste a ese… ¿Señor?

- Es una anécdota graciosa. Ese mismo día te conocía ti

- A ver, ¿Cómo fue eso?

- No me puedo detener a contarte, tus padres nos esperan.

- Nos esperarán un rato más, cuéntame. -

- Como bien sabes, yo vivía en New York y viajé para el matrimonio de Touya en el mismo vuelo que tú, estuve a punto de perderlo porque cuando venía en el taxi hubo un accidente en la vía y nos detuvimos, yo sabía que podía perder el vuelo así que salí del auto y vi que los motociclistas estaban pasando, entonces… ¿Has visto esas películas clásicas donde la mujer trata de llamar la atención de algún conductor con sus piernas?

- No me digas eso, por favor.

- Bueno… Pues sin la pierna. Él se detuvo y le ofrecí $50 por llevarme a JFK en su motocicleta y él muy amablemente lo hizo, gracias a él no perdí el vuelo.

- Ya veo, pero estuvieron juntos muy poco tiempo, ¿Cómo fue que te reconoció tan fácil?

- No lo sé, quizá solo sea que tenga buena memoria para los rostros. Vamos, nos deben estar esperando.

No, no le gustaba esa situación en lo más mínimo, la forma en que la miraba que obviamente no era con morbo ni nada parecido o lo habría sacado a patadas de allí, era algo muy diferente y ahora tendría que verlos trabajar juntos. Eso sí era una pesadilla.

La velada transcurría entre saludos y protocolos, Shaoran poco a poco se deshacía de su molestia porque el sujeto en cuestión estaba ocupado también. Parecía que era bien conocido en su medio. El ambiente era agradable, tener a Sakura a su lado era lo único que necesitaba en ese momento. Miraba el reloj y se preparaba para lo que sería el momento más importante de su vida.

La orquesta empezó a tocar una canción que él particularmente amaba y que siempre había deseado compartir con alguien tan especial como Sakura.

– ¿Me concedes esta pieza?

- Pensé que nunca lo pedirías.

Tomó su mano y se dirigieron al centro del salón, bailaron despacio, Sakura recostó la cabeza contra el pecho de Shaoran disfrutando la melodía y calidez que de él emanaba y empezó a susurrarle:

The stars are all glow

And tonight how their light sets me dreaming!

My love, do you know

That your eyes are like stars brightly beaming?

I bring you, and I sing you a moonlight serenade

- Te amo, Shaoran.

El ambarino la apretó contra su pecho… En ese momento, no supo por qué, sintió un miedo terrible a perderla, a perder la complicidad que existía entre ambos y que esta noche resultara en todo un recuerdo.

Lo que ambos ignoraban era lo que se estaba fraguando en su contra. En un rincón del salón, pasaron desapercibidos un hombre de cabello grisáceo y un mesero. El primero le estaba entregando una copa y encargó con cuidado que solo Shaoran Li debía beber de ella.

A lo lejos Isabella observaba, con el único objetivo de asegurarse que todo saliera como lo habían planeado.

- Yukito, no me falles esta vez - murmuraba para sí misma. No se acercaba porque no quería que nadie atara cabos, todo debía salir perfecto. Era ahora o nunca.

- Sakura - Llamó el recién llegado publicista a la castaña que se encontraba conversando animadamente con sus amigas

- Hola, ¿has pasado bien?

- Por supuesto, ha sido una velada maravillosa. Pero quería despedirme, nos iremos ya. Entenderás que fue un viaje muy largo y necesitamos recuperar fuerzas.

- Claro que sí, entiendo. ¿Ya tienen asignado el vehículo por parte de la empresa?

- Creo que no, pero no te preocupes, tomaremos un taxi.

- De ninguna manera, permíteme un momento,

Sakura buscó entre la gente a su novio y lo encontró con Eriol tomando una copa de champagne.

- Shao… Yue y sus acompañantes ya se van a ir, están cansado por el viaje, pero insisten en irse en un taxi, me parece una completa descortesía.

- Tienes razón, llamaré a Wei para que se encargue.

- ¿Te molestaría si los acompañamos?

- No, creo que sería lo correcto, la verdad es que fui un poco cortante cuando se presentó. Llamaré a Wei para que nos recoja en la entrada, ¿te parece bien? - preguntó acariciando el rostro de la castaña con cariño.

- Claro que sí, iré a decirles entonces.

Cuando Sakura se empezó a alejar, Shaoran empezó a ver algo borroso.

- ¿Estás bien? - preguntó Eriol

- Si, si… Supongo que algo cansado, nada más.

- ¿Seguro? estás un poco pálido.

- Si, no te preocupes. Me voy entonces, cuídense mucho por favor.

Shaoran empezó a caminar y se dio cuenta que se sentía extraño, sus piernas estaban algo pesadas y se sentía algo mareado. No recordaba haber bebido tanto.

- Creo que te embriagaste, amigo - dijo Eriol a su lado nuevamente - Será mejor que te ayude.

- Pero no bebí tanto y debo acompañar a Sakura.

- No creo que seas muy buena compañía en ese estado, como bien lo dijiste cuando hiciste tu magistral presentación, eres accionista y dueño de Li Corporation- dijo imitándolo -

- Idiota

- ¿Cómo quedará tu imagen? y pondrás a Sakura a lidiar con un borracho.

- No estoy borracho - a este paso ya estaba arrastrando las palabras -

- Claro que no… Se nota con tu gran elocuencia. Lo mejor será que yo acompañe a Sakura, tú ve en mi auto directo al apartamento y acuéstate.

- Está bien, está bien.

Eriol llevó a Shaoran hacia su vehículo que ya estaba esperando por él y un chofer que no conocía.

- ¿Ese era tu chofer? - preguntó Shaoran un poco confundido.

- No lo sé, supongo, no suelo usar choferes, es de una agencia. Ahora sube, no te pongas melindroso en este momento.

Eriol brindó las indicaciones al chofer para que lo llevara directamente al mismo lugar donde los habían recogido y si era necesario lo ayudara a entrar.

Tomoyo y Sakura por su parte estaban esperando que Shaoran se uniera a ellos, pero cuál sería su sorpresa al ver al inglés en lugar de su novio.

- ¿Y Shaoran? - preguntó con preocupación

- No te preocupes, está un poco indispuesto

- ¿Y dónde está? voy con él.

- No te preocupes, está un poco ebrio (dijo bajito) lo mandé en mi vehículo, me pidió que te acompañara. Ya verás que cuando llegues, estará durmiendo como un bebé.

La castaña asintió ante la explicación, pero su corazón se revolvía, tenía un mal presentimiento.

- ¿Pasa algo?- preguntó Eriol

- No, está todo bien. Los dejaremos en su hotel, sigan por favor - invitó a las tres personas que hacían parte del grupo. Eriol y Tomoyo también entraron, brindaron las instrucciones a Wei quien también estaba preocupado de que su señor se haya ido en un vehículo extraño. Aunque bueno, Shaoran llevaba una vida loca desde hacía años, no era nada raro que se embriagara… Pero, no sabía por qué, se sentía intranquilo con la situación.

Shaoran sentía como cada vez más perdía control de su cuerpo, no podía hablar, solo balbuceaba y sabía que algo estaba muy mal, por primera vez en toda su vida estaba temiendo un secuestro y mucho más cuando un poco más adelante el vehículo se detuvo y alguien más ingresó en él.

- No te preocupes mi amor, estarás bien - dijo la voz melosa que se le hizo conocida, pero no lograba razonar.

Un rato después el vehículo se detuvo y lo ayudaron a bajar y como un autómata podía moverse solo un poco. Vio su edificio, el elevador, su departamento y su cama…

- Tranquila Sak, Shaoran debe estar bien, en su cama descansando. Créeme, hemos estado en peores condiciones y no es que me enorgullezca decirlo - trataba de tranquilizar Eriol.

- Les agradezco mucho el que me hayan acompañado, por favor descansen - se despedía Sakura de sus amigos sintiendo el frío de la noche que la apresuraba a ingresar al edificio.

Efectivamente al llegar, había un guarda nuevo, alguien diferente.

- Buenas noches.

- Buenas noches señorita, ¿hacia dónde se dirige?

- Soy Sakura Kinomoto, del 1601.

- Bienvenida señorita Kinomoto, mi nombre es Chitose.

- Mucho gusto, ¿el señor Sato no se encuentra hoy?

- Está enfermo y me encuentro cubriendo su puesto, pero será solo por hoy.

- Entiendo ¿Sabe si el señor Li, del Pent House ya ingresó?

- Así es señorita. Hace un buen rato llegó.

- ¿Estaba bien?

- Oh si, se le notaba un poco ebrio y el chofer le estaba ayudando a ingresar.

- Ya veo, muchas gracias. Feliz noche - se despidió la castaña antes de ingresar al elevador.

Pasó a su apartamento, se cambió la ropa por algo cómodo y tomó las llaves de repuesto que tenía del apartamento de Shaoran para asegurarse de que estuviera bien.

Todo estaba oscuro y en silencio, se acercó cautelosamente hacia la cama del ambarino y notó que estaba inusualmente desordenada, él solía dormir muy tranquilamente, pero bueno… Ella tampoco lo había visto ebrio, así que seguramente era normal.

Encendió una pequeña lámpara para asegurarse que estuviera bien. No tenía su pijama puesta, solo ropa interior. Otra cosa bastante inusual, por lo menos para ella.

Se sentó a su lado en la cama y acarició su frente, escuchaba su respiración acompasada y por fin, respiró tranquila, todo estaba bien, estaba profundamente dormido y no notó en ningún momento ni la luz encendida, ni su presencia allí. Pensó en irse y dejarlo descansar tranquilo, pero en ese momento él tomó su mano.

- Quédate.

- Me diste un susto Shaoran.

- Me siento mal, no te vayas - Y no requirió mucho esfuerzo el meterla en su cama y estrecharla entre sus brazos.

Todo estaba bien. Si, todo esta bien.

- Lo logramos, no puedo creer que lo logramos por fin - dijo Isabella dejándose caer sobre el enorme sofá del apartamento que ocupaba. Quien creería que la llegada de ese norteamericano nos sería tan absolutamente útil.

- Eres endemoniadamente afortunada, este plan no tenía pies ni cabeza. Pero aún así, todo salió extrañamente bien.

- Ahora hay que desaparecer toda huella, pagarle lo suficiente al chofer y al portero del edificio para que desaparezcan por completo. Hay que borrar toda evidencia y que parezca que fue un acto deliberado de Shaoran.

- A primera hora me encargaré de eso

- Excelente. Nos fuiste muy útil esta noche Tsukishiro. Mañana mismo tendrás el primer pago por tu misión, en cuanto sea el momento y logre destruir la relación de esos dos, te pagaré el resto, tendrás lo suficiente para vivir el resto de tu vida donde quieras en el mundo.

- Sabes que no es solo dinero lo que me interesa - dijo el hombre sentándose al lado de la Italiana y besando su hombro desnudo.

Isabella se dejó llevar por las caricias de Yukito, era lo que llevaban haciendo prácticamente desde su llegada a Japón, era un excelente amante y sin duda, objeto de su diversión mientras su plan se concretaba.

Sakura despertó cansada, increíblemente Shaoran aún seguía dormido, así que ahora sería su turno de hacerle un desayuno delicioso.

Ató su cabello y se puso manos a la obra en la cocina. Respondió los mensajes que tenía donde Eriol le preguntaba por su amigo, dándoles la tranquilidad de que se encontraba bien.

Puso algo de música y bailaba en la cocina mientras estaba el desayuno hasta que sintió los brazos de su novio sujetar fuerte su cintura.

- Buenos días, dormilón, ¿te desperté?

- Para nada

- ¿Dormiste bien? ¿te sientes mejor?

- Estoy bien, pero sigo sin entender qué me pasó anoche

- Te embriagaste, es todo

- Es que no bebí tanto y tengo muy buena tolerancia al alcohol.

- Amor, no te preocupes, estás bien y es lo que me importa.

- ¿Qué tal terminó todo anoche?

- Muy bien, son personas muy agradables, quedamos de vernos para almorzar hoy.

- ¿Puedo acompañarte?

- Me encantaría que lo hicieras. Pero primero, vamos a desayunar, necesito que estés bien.

- Preciosa, estoy bien.

Sakura siguió en lo suyo y Shaoran se sentó en la barra a pensar lo de la noche anterior. Si se hubiese embriagado tendría resaca, no sentía nada, solo estaba un poco aturdido y quizá somnoliento, pero no suficiente como para quedarse en cama y extrañamente, solo recordaba hasta el momento en que Eriol lo subió al vehículo, de ahí en adelante, no recordaba absolutamente nada.

- Vamos, ya está listo.

Desayunaron juntos mientras Shaoran pensaba que no había podido hacer la propuesta a su novia. Tenía algo preparado y ni siquiera había podido cancelar. Así que rápidamente le escribió a Eriol quien le informó que se había encargado de todo. Suspiró aliviado. Tendría que hacerlo todo de nuevo, pero esta vez se encargaría de que todo fuera perfecto.

N.A

Hola, holaaa.

Capitulín más corto pero con contenido muy interesante... Créanme, "las casualidades no existen..."

En fin, estoy terminando el siguiente, porque si, parece que mi mayor aliciente para escribir es tener el corazón roto y la cabeza revuelta.

Agradecimiento eterno a quienes todavía me leen, mis respetos para ustedes.

Abrazos gigantes!

Ale-san