Capítulo 76: Un grito al cielo

El viento corría por sus pies, árido como la tierra que pisaba. En paso formal, Meroko la seguía. Pero nada de eso le importaba ya a Natsuki. Su mente se había quedado encerrada en esa cámara, esa maldita habitación donde Meroko le había destruido todas las esperanzas.

Meroko: …- con las orejas bajas, no se atrevía a pronunciar palabra. Andaba tras Natsuki como un carcelero, y le remordía la conciencia de que esta no dijera nada. ¿Dónde se encontró Izumi en los momentos como ese, cuando más le necesitaba? Miró la silueta de Natsuki: activa, paso firme y decidido, pero pausado, tranquilo. Le recordaba a un cordero justo antes de ser degollado. Se paró, temblando. Pero Natsuki no paró- ¡Natsuki! ¡oye!- corrió hacia ella, y se puso enfrente- no voy a hacerlo, ¿vale? ¡me es igual ser castigada, desparecer... me es igual! pero ha de haber algo que...- Natsuki la atravesó, como si no fuera más que viento. Meroko resopló, enfadada, y corrió de nuevo hacia ella- ¡no me ign...!- su voz y su enfado desaparecieron al vislumbrar el rostro del ángel caído. Blanca como la sal, sus ojos no miraban hacia el frente, ni hacia el suelo, ni hacia ninguna otra parte. Estaban apuntando al horizonte, pero su mirada se había perdido en el tiempo. La conejita se apartó, desolada, y siguió andando tras ella, mientras dejaba un rastro de lágrimas amargas.

Las puertas de la torre de la ceremonia quedaron frente a ellas.

Noin: ¿Estáis todos listos? ¿Seguros de esto?- Miraba a lado y lado de la sala, mientras todos se sujetaban las manos fuertemente. La mirada de Jeanne se intentó cruzar de nuevo con la de Shinji, pero éste no apartaba los ojos de Noin, quien evitaba mirarlo. Noin suspir- está bien… Dejaré un rastro débil, por si decidieron salir corriendo… No os prometo que podréis volver, pero al menos no os perderéis si decidís hacerlo.

Miyako:- estaba fuera del grupo, viéndolos a todos desde detrás de Jeanne- Id con cuidado… no puedo acompañaros, no tengo poderes y solo sería un estorbo pero…

Jeanne:- llamando- nunca serás un estorbo, Miyako. Es gracias a ti que nuestros hurtos siempre han tenido éxito, así que jamás te menosprecies. No puedes venir, pero tienes una misión mucho más importante…- su rostro se ensombreció- Kyoko volverá, y querrá cobrar su deuda. No podrás llegar hasta Shinji si no sigue el mismo camino que nosotros, y aquí estarás tú, para impedirle el paso con tu tozudez. Sé que podrás retrasarla hasta que volvamos con Natsuki.- Miyako sonriendo. Maron siempre había logrado darle a aquel empujón que su alma anhelaba pero era incapaz de expresar con palabras. Por eso, y por mucho más, siempre serán amigas.

Miyako: ¡Sí…! ¡Pasará por encima de mi cadáver esa diosa! ¡ánimo chicos!

Noin:- suspendido de nuevo. Todos tenían mucha fe, pero él sabía que iba a ser muy, muy difícil regresar. Sin embargo, no podía hacer más que luchar a su lado- Bien… ¡Allá vamos!- Cogió fuertemente de una mano a Jeanne y de la otra a Shinji, y con su poder los trasladó. Aterrizaron en un paisaje árido y tenebroso, sin rastro de vida. A lo lejos, varias edificaciones oscuras se alzaban. De entre todas, una sobresalía en el cuadro; más alta, más escarpada y más grotesca que todas las demás. Ninguno tuvo duda alguna de dónde debían ir.

Shinji:- su pendiente brilló y se convirtió en Kôga, mientras Chiaki hacía lo propio y se transformaba en Simbad- Debemos mantenernos juntos; No hay duda de que esto es una trampa, y no hay duda de que nos vamos a meter en ella de cabeza. Lucharemos, tal vez moriremos, pero tenemos que llegar a esa torre. Hay que llegar hasta Natsuki e Itsuko. ¡vamos allá!- y sin más dilatación, empezó a correr paraje abajo. Los demonios no tardaron en aparecer; se congregaban cerca de la torre, y al verlos llegar se abalanzaron sobre ellos- ¡POR NATSUKI!

Natsuki:- subía imparable la larga escalera de caracol que parecía no acabar nunca. Su cabeza le martilleaba pavorosamente, todos sus miembros le instaban a salir corriendo en dirección contraria; pero allí estaba, un paso tras otro, incansable, porque sabía que nada podía hacer más que aceptar ese destino. Incluso su pendiente había desaparecido; le hubiera gustado mantenerlo hasta el final; sin él se sentía desnuda y vacía. Mientras subía, se fijó por una de las ventanas que había un inusual movimiento abajo. A media escalera, paró- Meroko…

Meroko:- levantó las orejitas de golpe, llena de temor por espifiarla todavía más, si era posible- ¿sí, Natsuki?

Natsuki: Eso que me dijiste antes, en mi cámara… ¿sólo lo sé yo?- se giró y miró a la conejita, la cual no parecía entender la pregunta- eso de que todos perecerán… aún no lo saben, ¿verdad?- La cara de Meroko era un libro abierto: primer paso de la más profunda de las ignorancias a un rostro lleno de pavor, se llevó las manos a la boca y abrió en exceso los ojos, mientras una gota de sudor frío caía por su mejilla. Natsuki la cogió por los hombros, zarandeándola- ¿pero en qué pensabas, idiota? ¡claro que morirán, pero en medio de la batalla!- su rostro se contorsionó por el miedo; ella no podía hacer nada por ellos en esos momentos- ¡búscalos! ¡llévalos a casa, sácalos de aquí! No sé cómo habrán llegado, seguro que ha sido cosa de Itsuko pero…

Meroko:- dejó caer sus manos sobre los hombros de Natsuki. Su cara ya no reflejaba miedo, sino convicción y determinación- eso no puedo hacerlo, Natsuki. Ellos han venido por su propio pie, han venido porque quieren luchar. Sí, les dije que iban a morir, y ellos han decidido venir aquí, morir aquí, intentando salvarte. ¿Qué me los llevaré a casa? No puedo hacer eso, Natsuki, ellos no se irán sin ti… ¡y yo tampoco! ¡los pienso ayudar, a llegar hasta aquí ya rescatarte!- se convirtió en la pequeña conejita, se coló por la ventana y miró a Natsuki-¡espérame! ¡no te rindas! ¡Pienso traerlos aquí, pienso salvarte! ¡aunque ni tú misma creas en que lo lograremos!- y dicho esto, salió disparada al campo de batalla.

Natsuki: Meroko…

Itsuko:- miraba por la ventanal de sus aposentos como miles de demonios se agolpaban contra los visitantes- Shinji…

Rey:- hablaba en su cabeza, pero ella le escuchaba claramente- "¿por qué les has permitido la entrada? ¿por qué has hecho que Noin los traiga? Cada vez me defraudas más… esperaba no tener que eliminarte antes de tiempo pero…"

Itsuko: ¿y tú eres el mal personificado? Pfff… no hay mejor tragedia que darlo todo por el ser amado y ver como se escapa de entre tus manos… Les he hecho venir porque me divierte su estúpida cruzada, y sé que puede divertirnos aumentar su agonía. Aunque queramos a Natsuki...- miró hacia abajo mientras apretaba fuertemente el puño donde guardaba el pendiente negro; un hilo de sangre manchó el suelo.

Rey: "jmmm, buen intento. Puedes hacerme creer que disfrutas con esto, es hasta gracioso. Pero recuerda bien Eva"…- Itsuko levantó el rostro con rabia.

Itsuko: ¡NO ME INSULTES! No olvides que soy una parte de ti, y aunque tenga parte del alma de esa desgraciada, no te consiento que me compares con ella. En cuanto el ritual termine podremos librarnos de ese estorbo.- miró de nuevo hacia abajo, esperando respuesta, pero solo hubo silencio. "bien", pensó. Si su otra conciencia guardaba silencio era porque no estaban tan separados, y eso podía ser la vía de escape que necesitaba. Alzó la vista hacia la Torre. Era la hora. Entró por última vez en sus aposentos, y echó un último vistazo al espejo. Una capa negra era todo lo que se reflejaba, pero no necesitaba más. Desapareció, dejando solo a su reflejo, y apareció en lo alto de la Torre, donde estaba Izumi- ¿Dónde está Meroko Yui?

Izumi:- Aguardaba con una gran guadaña en su mano- supongo que estará escoltando a Finn hasta aquí, tal y como ordenásteis… No deberían tardar.

Itsuko: bien…- se acercó al borde para ver el escándalo que estaban montando abajo. Estaban muy lejos, pero incluso a esa distancia podía diferenciar la ondulante capa de Noin. Si tan solo hubiera podido estar más con él…Todos allí luchaban por alcanzar a Natsuki, por salvarla de sus garras, pero ella sabía que Noin no lo hacía por Natsuki. Si estaba luchando, no le cabía duda de que era por ella, y eso la llenaba de orgullo y amor hacia él. Sin quererlo, se encontró sonriendo, mientras sus ropas empezaban a oscilar bajo la capa.

Rey: "te tengo"

Itsuko: ¿qué?- pero ya no pudo decir nada más. Su boca se cerró en esa sonrisa que le había dedicado a su amado, y se curvó hasta ser una sonrisa malvada, dando paso a una horrible carcajada- "¡¿qué has hecho?!"

Rey: ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!- No podía dejar de reír- "¿pensabas de veras que te dejaría libre en un momento como éste, que confiaría en que no lo estropearas? ¡eres demasiado débil! ¡los sentimientos nos han ablandado! Pero gracias… al haberte enamorado de ese estúpido demonio ha logrado dividirnos, hacernos dos entes distintos! ¡por fin he podido liberarme de todas mis ataduras, de Dios, de Finn!"

Itsuko: "¿De… Finn?"

Rey: "Sí, de Finn. Ese estúpido ángel vino a mí y me hizo compañía en la más absoluta soledad... ese ángel consiguió brotar en mí sentimientos! Pero gracias a tu asquerosa alma ya tu amor, he logrado liberarme hasta de eso! Y ahora... disfruta del espectáculo"- La puerta se abrió, y Natsuki apareció por ella. Itsuko se movió hacia la puerta con paso altivo, pero ya no era ella la que dominaba ese cuerpo, tan solo era un eco lejano incapaz de salir a flote.

Itsuko: "Mierda… ¡Mierda!"

Noin:- A lado y lado sólo había desolación, muerte, y el fervor de la batalla. Todos los demonios estaban luchando con todas sus fuerzas para no dejarlos pasar, y, juntos, habían logrado bloquearles el paso. Shinji y los demás lucharon duramente, pero por cada demonio que caía abatido le sustituían tres. No lograban avanzar.- ¡Esto es inútil, así no vamos a llegar nunca! ¡Debemos retirarnos y pensar una mejor estrategia!

Jeanne:- atravesó con su espada sagrada a un demonio, y, con él aún empalado, le cortó un brazo a otro. En su rostro se reflejaba el cansancio, pero también la felicidad que sólo podía sentirse con la llama ardiente del combate.- Odio que Noin tenga razón, pero es cierto… así solo le damos más tiempo a Itsuko! ¡Shinji!- estaba dos metros por delante, con tres demonios encima, pero seguía andando imparable mientras atacaba a diestro y siniestro.

Shinji: Mierda… ¡Toshiki, Momoko!- Apenas veía nada, pero le pareció vislumbrarlos a su derecha- ¿podéis crear una barrera? ¿darnos algo de tiempo?

Momoko:- miró por una décima de segundo a Toshiki, pero sabía la respuesta: si hacían una barrera, los demonios se agolparían alrededor de ella y los encerrarían. Era una trampa que se iban a realizar ellos mismos. Sin embargo, ambos sonreían. Sabían que metere de lleno en trampas y salir vivos empezaba a ser su especialidad, así que no dudaron más- retirados hasta Jeanne, todos! ¡corred!- Se agolparon todos alrededor de Jeanne, y Toshiki y Momoko se dieron las manos. Una onda salió de ellos, haciendo una burbuja que los protegía de los demonios.- Aguantará, pero los demonios no tardarán en rodearnos por absolutamente todos lados… así que debemos pensar rápido. ¿Alguna sugerencia?- Todos miraron a Noin.

Noin: oh sí, claro, que hable el demonio que como vive aquí sabrá una ruta ultrasupersecreta que nos llevará hasta nuestro destino… siento decepcionaros chicos, pero a menos que sepáis volar me temo que tenemos que pasar por toda esta masa demoníaca.

Jeanne:- miró a Toshiki y Momoko- ¿vosotros podríamos movilizar la barrera? Es decir, avanzar con el campo de fuerza… así podríamos evitar la lucha y algo más rápido iríamos.

Toshiki:- suspir- es una opción, pero no podremos correr, puesto que mantener la barrera conlleva un esfuerzo… iríamos muy lentos…

Meroko: Y no llegaréis a tiempo así- Apareció sobre las cabezas de todos, fuera de la barrera.- ¡Dejadme entrar!- Toshiki y Momoko debilitaron la barrera por encima, y Meroko se apresuró a entrar. Algún demonio también logró colarse, pero Shinji y Jeanne se lanzaron hacia ellos.- ¡Gracias!

Momoko: ¿y tú que haces aquí?

Meroko: ¡Shinigami a domicilio, que más quieres!- se puso seria- estaba con Natsuki, os vimos… no pensé que fuerais tan suicidas de venir, hasta que lo ví…- antes de que Jeanne pudiera replicar siguió- y entendí tus motivos. Quiero ayudaros, quiero darlo todo de mí en esta cruzada y hacer lo que esté en mi mano por salvar este mundo, por salvar a Natsuki.

Jeanne:- emocionada; Meroko le recordaba su propia fuerza de voluntad hacía tantos años, esa inconsciencia juvenil que te lleva a hacer imposibles aún teniendo todo en contra… Exactamente igual que Shinji. Y sólo por eso, tenían posibilidades de ganar.- Muy bien, Shinigami, ya que estás aquí y parece que estás bien informado… ¿cuánto tiempo nos? ¿Se te ocurre alguna manera de llegar hasta lo alto de la torre?

Meroko:- entusiasmado, por fin se sintió útil- ¡pues claro! Solo podremos llegar a tiempo si salimos volando hasta allí, jeje- todos se la quedaron mirando anonadados- tranquilos, yo puedo ayudar en eso… puedo meterme en el cuerpo de alguno de vosotros, al fin y al cabo soy un espíritu… Y con ello, podría llevar a uno de vosotros hasta allí. No podré hacer mucho más, pero si canalizáis vuestro poder desde aquí y se lo entregáis a quien vaya… no sé, no es la mejor idea del mundo pero…- Kôga le puso una mano sobre el hombro, haciéndola callar.

Kôga: no Meroko, es la mejor idea que hemos tenido hasta ahora, y hemos tenido muchas. Entra dentro de mí, si alguien tiene que patearle el culo a ese maldito demonio, él de ser yo. Además, junto a Seijun podremos venderlo…

Meroko: en cuanto a eso…- se mordió el labio- Natsuki ya no puede ser Seijun. Ha perdido el pendiente.

Köga: ¿qué? ¿cómo?

Meroko: se le cayó… y yo lo recogi, pero entonces Itsuko me lo arrebató… lo tiene ella.

Qué: mierda…

Jeanne: ¿Por qué quieres que Natsuki luche, Shinji?

Kôga:- ya no le quedaba más remedio; no había querido desvelar su plan por miedo que Itsuko se lo estropeara, pero sin saberlo ya lo había hecho- porque ella es la única que puede sellar a los demonios, Jeanne. Mira a tu alrededor, hemos acabado, desmembrado, empalado y desgarrado a muchos demonios, pero siguen habiendo millas. Los demonios, al igual que los ángeles, no dejan de ser espíritus, no pueden morir. Pero si pueden ser sellados…

Jeanne:- no acababa de comprenderlo- pero qué pretendías, que Natsuki sellara a todos los demonios? ¡No disponemos de tantas esencias de ángel para ello! ¡De hecho no sabemos siquiera de si disponemos de alguna, aparte de la de Momoko!

Kôga: no pretendía sellar a todos los demonios… solo sellar a uno- miró fijamente a Jeanne, que se sorprendió de la valentía de Shinji- sólo necesitábamos sellar al rey… sí, es poderoso, y sí, sé que no habría sido fácil, pero con toda nuestra ayuda, y debilitado, pensé que tal vez funcionara…

Meroko: ¿y por qué no iba a funcionar?- Todos la miraron, presos de la obviedad- ya, ya, Natsuki no tiene el pendiente… pero es tan fácil como enfrentarse a Itsuko, qutiarle el pendente y devolvérselo a Natsuki, ¿no? ¡Pues manos a la obra! La ceremonia dará comienzo en cualquier momento… ¡si no ha comenzado ya! ¡dejémonos de cháchara! Yo me encargo de encontrar El Pendiente, jtú dale duro a ese rey!

Kôga: gracias, Mero… te debo una- Meroko se introdujo en su cuerpo, y unas alas le apareció en la espalda- Toshiki, abre la barrera, saldré volando tan rápido como pueda, pero seguro que entrarán…

Jeanne:- empuñó su espada con ambas manos- pues aquí les estaremos esperando!- Toshiki y Momoko, se miraron, se concentraron y abrieron la barrera. Decenas de demonios se habían agolpado a la barrera, y tres lograron entrar apenas al abrirla. Jeanne se abalanzó sobre ellos junto con Simbad. Shinji extendió las alas, se alzó unos centímetros del suelo y…

Un grito retumbó en el inframundo, golpeándolo todo con fuerza y llenando cada extremo, cada corazón. Por un instante todo se hizo silencio, los demonios miraron hacia la torre como si algo los hubiera llamado, los hombres lloraron sin saber por qué brotaba sus lágrimas. Shinji simplemente sintió un vuelco en el corazón, mientras su pendiente se tornaba piedra y se destransformaba.

Natsuki:- abrió la puerta de par en par. En la azotea, Izumi e Itsuko la esperaban. Mientras que el primero la recibió con un rostro de ligera pena, Itsuko sonrió al verla- Ya estoy… aquí.

Itsuko: mi querida Finn- se acercó a ella y le abrazó las manos, mientras la miraba a los ojos. Natsuki no pudo más que estremecerse ante tal mirada: era anhelo, deseo, como si estuviera delante del cazador que por fin ha acorralado a su presa, y está dispuesto a darle el golpe de gracia. Itsuko se giró y fue hacia Izumi, con una mano aún sujetando las de Natsuki. Ella no la siguió.- ¿Natsuki? El tiempo apremia…

Natsuki:- miró al suelo. No tenía muchas más salidas, pero tenía que intentarlo- Itsuko… ¿por qué les ha hecho venir hasta aquí? Si ya soy tuya, ¿por qué has tenido que poner a mis seres queridos en peligro…?- Itsuko la miró, sin entender- ¡tú les has traído, solo nosotras tenemos el poder para poder abrir las puertas del inframundo, y yo no he sido! Así que te preguntaré una vez más, Itsuko…- Irguió el rostro, y una expresión de furia manchaba el resplandor de sus ojos verdes- ¿Por qué has tenido que traerlos hasta aquí?- Itsuko alarmante, acercándose hacia el borde de la Torre.

Itsuko: Así que, encima que dejo que os veáis por última vez, así me lo agradeces… Los llamé porque creí conveniente que alguien recuperara lo que imagino será su último recuerdo de ti- abrió la mano y se la extendió a Natsuki, mostrándole el pendiente negro.

Natsuki: ¡Mi pendiente! ¿cuándo..?

Itsuko: ¿…yo hice con él? Tú lo dejaste caer, renunciaste a él y lo diste por perdido… yo lo encontré, y pensé que al menos se merecía caer en manos que supieran apreciarlo. A fin de cuentas, aún alberga mucho poder.- cerró la mano- Podría haberlo enviado mediante Noin, pero puesto que una vez nos unamos desaparecerá, pensé más conveniente que vinieran a buscarlo por su propio pie. Además- hizo una mueca- si no ven con sus propios ojos que no hay esperanza de salvarte, no dejarán de dar la lata. Y eso sería pesado.

Natsuki:- se enfureció con esas últimas palabras- te ordeno que los dejes marchar. ¡Ahora!- Itsuko rompió a reír.

Itsuko: ¿tú, ordename? ¿Desde cuando me das órdenes a mí?

Natsuki: ¡juraste que no les pasaría nada! ¡que sólo me querías a mí! ¡pues a qué esperas, aquí me tienes!- miró de reojo el campo de batalla; Los demonios se agolpaban en lo que parecía una barrera translúcida. "Incluso Momoko y Toshiki han venido hasta aquí…"- si sólo me quieres a mí, déjalos marchar…

Itsuko: mmmm… ¿y si no quiero?- Natsuki le lanzó una mirada fulminante.

Natsuki: si les pones un dedo encima, deberé detenerte- dio un paso decidido hacia Itsuko- Eres mi amiga, eres mi Señor, y no quiero hacerte daño, pero no pienso dejar que les hagas nada. Sabes de propia mano que por los que quiero hacer imposibles- Miró fijamente a Itsuko, que le mantuvo la mirada con una sonrisa picarona en el rostro. De golpe, su rostro cambió a una expresión horrorizada y empezó a sudar, cayendo al suelo- ¿Itsu…ko?

Itsuko: Natsuki… Finn…- jadeaba con cada sílaba que pronunciaba- no puedo controlarlo, se está apoderando de mí… huye, es demasiado tarde… él, no… ¡AGHHHH!- se retorcía de dolor. Natsuki se acercó corriendo. Izumi también se aproximó.

Natsuki: ¡pero qué sandeces dices! ¿Qué te pasó?- la cogió por los hombros, obligándole a mirarla. Al moverla la capa cayó a un costado, descubriendo los ropajes de Dark Jeanne.

Izumi: esos ropajes… Meroko lo advirtió- Natsuki le miró- me dijo que algo estaba cambiando al señor Oscuro… que se estaba ablandando…

Itsuko:- de sus ojos brotaban lágrimas impares- yo les fui venir… Quería cambiar nuestro destino… Agh… Natsuki… te quiero, pero- le tocó el rostro- no entendí que el demonio no puede amar… yo no soy… él…- abrió la mano y dejó al descubierto el pendiente- solo tú puedes… acabar con él… con..migo… ¡hazlo!

Natsuki: Itsuko…- la veía sin entender apenas lo que quería decir, pero cogió el pendiente. Su pendiente.- "debo detener esta locura."- al tocar el pendiente, se vio imbuida por una luz blanca, y se transformó en Seijun. Pero al intentar moverse, descubrió que estaba paralizada- ¿qué pasó?

Itsuko: agh… ah… ¡JAAJAJAJAAJAJAJAJAJA!- Itsuko dejó de sudar y agonizar, para alzarse del suelo riendo a pierna suelta. Sus ropas de Dark Jeanne habían desaparecido.

Izumi: - se puso frente a Seijun, escudándola- ¡esto ha ido demasiado lejos! ¡no pienso dejar que le haga nada a…- Itsuko le pegó un puñetazo que lo envió al suelo, y de la nada aparecieron dos demonios que lo inmovilizaron.

Itsuko:- le dedicó una mirada de desprecio- deja de ladrar, perrito.- Se acercó a Seijun y le acarició el rostro- Mi queridísima Finn… ¿no puedes moverte? Tanto te amé que te di parte de mi poder, que me conformaba solo con tenerte a mi lado…- abrazó a Seijun, y le susurró al oído- ¡que necio pude llegar a ser!- se separó lo justo de ella para poder verle el rostro, descolocado, presa del pánico y sin entender nada- ¿unirme a ti? ¿Por toda la eternidad? Para eso debería morir…- de su mano salió un puñal- ¡y eso no entra en mis planes!- Clavó fuertemente el puñal en el estómago de Seijun, mientras la sujetaba con la otra mano. De sus ojos empezaron a brotar lágrimas, pero seguía sonriendo- Por fin volveré a ser uno… A tener el poder del auténtico Rey de los Demonios… ¡y tú saldrás de mi cabeza para siempre!

Seijun:- no vio venir el punal. Su sentido común siempre le había dicho que, pasara lo que pasara, el rey de los demonios jamás podría hacerle nada a ella, porque era su amada, porque era parte de él. Ahora sentía como su cuerpo caía, como sus blancos ropajes se manchaban del rojo de la sangre que la traición había derramado. Y si algo tenía claro, era que esa mujer que tenía delante, tapada con una capa negra, no era ni su amiga, ni su Señor. Pero ya nada de eso importaba. Sabía que solo había un modo de salvarlos a todos. Y que tenía poco tiempo. Itsuko la dejó en el suelo y le dio la espalda, mientras reía despiadadamente.-" Shinji, lo siento… Debí quedarme a tu lado… voy a morir aquí, sin haberte visto por última vez… pero… al menos… ¡me aseguraré de que podáis seguir viviendo en este mundo!"- Se tomó las manos al estómago y arrancó como pudo el puñal, intentando no gritar.- "un poco más, solo un poco más."- Miró de reojo a Izumi, en el suelo. Si lograba matar a Itsuko, él podría vender sus almas. Era la única opción. Intentó ponerse en pie, pero no tenía fuerzas- "Un poco más… Shinji, dame fuerzas…"- se irguió como pudo, alzó el puñal con ambas manos y lo clavó en la espalda de Itsuko- ¡AGHHH!

Itsuko: ¿Decías?- el puñal desapareció al tocar el cuerpo de Itsuko, y éste se giró hacia Seijun, que había caído al suelo y agonizaba- ¿de veras pensabas que iba a caer en algo tan estúpido…?- agarró a Seijun del cuello, mientras su mano se convertía en una horrenda garra- me ha decepcionado por última vez, ángel mío. Te diría que le dieras recuerdos a Dios si lo ves… ¡pero tienes parte del alma de Eva! ¡No irás al cielo, sino en mi interior, donde me daréis el poder para arrasar con todo! Dale saludos a mi otro yo…-le clavó la garra en el pecho, traspasándole piel y carne hasta agarrar el corazón-…si es que lo encuentras.

Seijun: "No… SHINJI… NO… AÚN NO…!"- Itsuko estrujó fuertemente el corazón de Seijun, mientras ésta lanzaba un último grito al cielo.

Tras eso, solo hubo silencio.

Fin del capítulo 76

NOTAS DE LA AUTORA: No sé si alguien leerá esto, han pasado 15 años desde la última publicación... Si seguías este fic, quiero pedirte perdón: nunca fue mi intención abandonarlo (de hecho odio las historias inacabadas, no quería que ésta fuera una de ellas), pero la vida no siempre nos lleva por donde queremos. Tras mucho tiempo lo seguí (que no terminé), pero por razones que no recuerdo no lo subí... estoy aquí para enmendar eso; aunque ya no quede nadie para leerlo, Natsuki y Shinji (y Maron, y todos los demás) tienen derecho a tener un final en mi historia.
Aún así, de nuevo, quiero pedirte perdón, lector, por tardar tanto en proseguirlo; y quiero pedirte ayuda, porque la historia sigue sin estar acabada y pretendo acabarla, y siempre anima, motiva y da fuerzas para seguir saber que hay alguien al otro lado que está leyendo lo que haces... Así que, por favor, si lees estas lineas hazme saber que estás ahí 3 (no es por amenazar, la historia lleva años acabada en mi mente, y si nadie la va a leer... bueno, es fácil flaquear en las convicciones)

A nivel más técnico, avisar que estos 15 años han hecho que mi forma de escribir y contar relatos haya cambiado, se vienen (ya lo has visto) tiempos más oscuros y complicados; espero que eso no te afecte a la hora de seguir leyendo.

De nuevo, te pido perdón. Y si llegas hasta aquí, sólo hay una cosa más que pueda decirte...

Gracias, de corazón 3