Saludos, gente. Ni bien empieza la semana ya estoy con el capítulo listo (empleé el fin de semana en ponerme a hacerlo). Les avisto que he abierto nuevamente la encuesta para encuesta para que elijan un fic nuevo para el mes de mayo, pero tengan en cuenta que las opciones de Love Live no estarán disponibles en esta ocasión, además que, como bien pongo en el anuncio, no se valen varios votos por persona, así que les pido que jueguen limpio. Y ahora, antes de comenzar con el capítulo, respondo los nuevos reviews que llegaron:
Franco Yuzaki: Pues qué lástima, que la próxima vez que vaya a repartir un premio te quedarás sin nada aunque aciertes. De momento no te diré si acertaste o no en tu deducción sobre quién es ahora la chica del cementerio, pero ya sabes que con el tiempo todo quedará lo suficientemente claro. Y es curioso que, aunque sea por error, escribas Silent Hills, pues ese era el nombre tentativo del Silent Hill que iba a hacer Hideo Kojima en apoyo a Gullermo del Toro a cargo del guion y con los artes de Junji Ito, pero que al final el proyecto quedó abortado, y hoy en día es imposible acceder a la beta jugable que en su momento salió de manera normal, por lo que si quieres saber de qué iba, pues toca buscar en YouTube o buscarlo en ciertas páginas donde sus administradores tienen un parche en el ojo, tú decides. Pero volviendo a lo que mencionas, la realidad tras la desaparición de Yoshiko va a ser bastante tenebrosa. Obvio que no me pienso adelantar, pero la cosa es que no sabes todavía lo que hay realmente detrás de todo esto, y lo que menciona You se debe en buena medida a la diferencia que puede hacer el hecho de ver ciertos acontecimientos desde afuera, además de que hay algunas coincidencias que permiten sacar tales conclusiones. Y para terminar, entiendo tu dolor con la página. Bastante me ha tocado bregar para leer los fics que sigo y dejar comentarios, y es que realmente la página está haciendo lo que le da la gana con nosotros.
Saizoooh: Este drama está pegando por todos los costados, así que se entiende la dificultad, que yo mismo he estado sudando la gota gorda por culpa de eso. Ya con este capítulo se va a retomar un poco el recorrido del Silent Hill 2 clásico, que tampoco es la idea convertir una exploración por buscar a la esposa muerta en una revisión exhaustiva de cada pixel o cada polímero que haya en el mapa, que esto no es Elden Ring. Y muy mal de tu parte que se te olviden cosas y no retrocedas, pues a medida que la trama avance, habrán cosas que probablemente exijan dar marcha atrás para entender lo que pasa y por qué hay cosas que son como son. Ya lo vas a ver.
In memoriam
El retorno de Eli a la calle le había supuesto un pequeño alivio, esto debido a lo que se le había complicado el tener que lidiar con un espacio cerrado y ligeramente laberíntico a oscuras. Pero ya eso quedó en el pasado, y ahora Eli sólo necesitaba regresar al bar para poner a funcionar el tocadiscos.
Tomando en cuenta que el frente del edificio ya no era visible, Eli comprendía que estaba en otro lado, por lo que saca una vez el mapa para estar segura de su ubicación y las rutas más seguras que pudiese seguir para llegar al bar. Al menos las rutas no lucen demasiado complicadas, y la radio de momento no estaba sonando, así que ve que podía avanzar con calma y meditando adecuadamente lo que tiene que hacer. La niebla sigue intacta, imperturbable ante un viento que parecía estar soplando con cada vez más fuerza de nuevo. Eli esperaba que aquello no volviese a significar que apareciesen más de esas criaturas, pues no quería lidiar con tantas a la vez, daba igual que estuviese en una calle bastante amplia y con varias rutas de escape aparentemente disponibles. Pero sabía que no estaba en su mano el impedir que suceda, por lo que, ya habiendo pasado la primera esquina, apresura ligeramente el paso y aprieta el palo con clavos, por si acaso necesita usarlo.
Las calles permanecen vacías, desoladas, pero un sonido de fondo se podía escuchar, como el rumor de una lejanía que pretende estar cerca en realidad, acosando sutilmente la mente de la rubia y generándole inquietud a cada paso que daba. Eli tenía los oídos aguzados al máximo, no queriendo ningún tipo de sorpresas mientras se va acercando poco a poco al bar, el cual, al cabo de algunos minutos de avance ininterrumpido, consigue ver. Justo al pasar la puerta la rubia siente que podía descansar, y la mejor manera sería tomando asiento mientras escucha la música, así que instala el botón y hace la selección del vinilo reparado para así tocar la melodía que tuviese codificada en su superficie. Eli toma asiento frente a la barra y deja el palo a un lado, esperando a que sonase la tonada.
Y no tardó demasiado la música en sonar. Era calmada, nostálgica, evocando recuerdos y visiones en Eli que la hacen llevarse una mano a la frente, logrando recordar algo que, sentía, debía ser algo bastante importante.
Flashback
─ ¿Qué es este lugar?
─ Oh, veo que nunca antes has estado aquí, Elicchi ─ le dice Nozomi con una amplia sonrisa mientras se acerca a una estatua para tocarla con la yema de los dedos y revisarla un rato ─. Este es un lugar que suelen frecuentar las parejas, y a la vez es un monumento para algunas personas que marcaron ciertas páginas de valor en la historia del pueblo. Hay unos cuantos pasajes un poco trágicos que conozco, y aunque hay historiadores y periodistas que discrepan al respecto, no dejan de ser sucesos recurrentes en las narraciones locales.
─ ¿De verdad? Este lugar realmente debe ser importante, y no solo por lo bien cuidados que están los setos.
─ Efectivamente lo es, Elicchi ─ Nozomi se acerca a la rubia y la abraza con todo su cariño ─ ¿Qué te parece si hacemos lo mismo que otras parejas y escribimos en algún lado nuestros nombres dentro de un corazón?
─ Esas cosas son más propias de adolescentes hormonados, Nozomi ─ le replica Eli bastante roja ─. Las dos estamos bastante grandecitas para permitirnos semejantes conductas ¿Qué nos dirán si nos descubren vandalizando así las paredes o las bancas?
─ Eres una aburrida, Elicchi ─ dice Nozomi con un tono juguetón ─. En ese caso seré quien asuma la iniciativa. Bien dice el refrán que si quieres que algo salga bien debes hacerlo tú personalmente.
─ Venga ya con eso, Nozomi ─ Eli se ríe y abraza por detrás a la pelimorada ─. No necesitamos tallar en ningún lado nuestros nombres para que nuestro amor sea real y siga creciendo más y más. Lo que es más, me da completamente igual si lo nuestro es del conocimiento del resto de la humanidad o si nadie aparte de nosotros sabe de ello. Con que nosotras seamos conscientes de lo que sentimos me parece suficiente.
─ Elicchi…
─ Lo único que me importa es que estoy contigo ¿Quieres que vayamos juntas al mirador del malecón para pedir algo? Yo invito.
─ Realmente puedes ser bastante amable con simplemente proponértelo, Elicchi ─ Nozomi toma de la mano a la rubia y empieza a caminar ─. Muy bien, me has logrado convencer. En dado caso veamos qué hay para comer, y te advierto que si hay algo que me guste pediré extra.
─ Estaré preparada para ello ─ responde Eli entre risas.
Eli y Nozomi se mantienen unidas mientras avanzan entre los amplios arbustos y las estatuas conmemorativas que, a primera vista, Eli no comprendía su significado. Ya Nozomi le había advertido que hacen parte de una conmemoración, pero Eli no estaba segura de llegar a conocer pronto esa historia.
No es que importase demasiado en ese momento. Lo que importaba era pasar el rato, y el plan era hacer eso mismo más adelante, en el mirador del parque, donde no tardan más que un par de minutos para estar ahí y ponerse a contemplar el paisaje. Era algo absolutamente hermoso para ambas. No había nadie salvo ellas, y era mejor así, pues de ese modo podían disfrutar al máximo de su vida en pareja, ajenas a toda preocupación pasada, presente o futura.
─ ¿Crees que algún día acabemos mudándonos en un lugar como este, Elicchi?
─ Podría ser ─ responde Eli con voz distante, casi como si no escuchara a Nozomi, aunque en realidad la pelimorada tenía bien asegurada su atención ─. Pero antes tendría que decirle a Yukiho, ¿sabes? No le pondría nada contenta que me vaya y delegue en ella todas las responsabilidades que tengo en el complejo habitacional que adquirió mi padre. Ella también quiere disfrutar de su vida amorosa, y lo justo es que le permita justamente eso de vez en cuando.
─ No te digo que le demos esa sorpresa tan fea a tu hermanita. Claro que estoy de acuerdo con que hables con ella y se pongan de acuerdo con la administración. Al fin y al cabo, ambas acabaron heredando ese complejo, y es responsabilidad de ambas por lo tanto. Pero supongo que al menos podría intentar sobornarla para que así te sea más sencillo tenerla accesible.
─ Harasho. A veces tienes unas ideas bastante… no sé ni cómo decirlo.
Nozomi se ríe y apoya su rostro en el hombro de Eli. Ambas sonríen y se quedan así un buen rato, disfrutando la vista y dejándose llevar. No volverían a hablar de aquel tema hasta después de salir del parque, aunque eso ocurriría un buen tiempo después.
Fin del flashback
─ El parque que hay al lado del lago ─ dice Eli abriendo lentamente los ojos, claramente saliendo de su trance y alzando el rostro, aunque no estuviese mirando a ningún lado en concreto ─ Ahí estuvimos las dos, tomadas de las manos todo el día, mirando el agua ¿Será que Nozomi me está esperando ahí? ¿Ese es acaso el lugar especial que me dijo? Necesito averiguarlo. Vine por respuestas, y no puedo irme sin ellas…
El tocadiscos, que hasta ese momento tocaba aquella tonada con relativa normalidad, de pronto empieza a echar chispas, señal de que estaba en las últimas y que no había nada que hacer. Eli mantiene su distancia mientras el tocadiscos da señas de estar fallando hasta que termina explotando, haciendo trizas el vinilo que Eli había reparado, por lo que ya no había posibilidad alguna de volver a reproducir esa tonada. Aquel anuncio de que el tocadiscos no sería capaz de aguantar el uso había resultado ser completamente cierto, y al final Eli sólo tiene ante sí un aparato humeante e inútil. Pero al menos había cumplido con su función, por lo que no había nada que reprochar ni lamentar, aunque en la ranura donde el tocadiscos devuelve las monedas que no se aprovechan aparece algo extraño, y Eli se acerca para revisar, encontrando una llave con un aspecto bastante curioso. Tal vez era importante, pues no parecía algo que se fuera a utilizar en una cajita cualquiera.
Una búsqueda había terminado, y una nueva comenzaba. Eso estaba más que claro para Eli.
─ Creo que por lo menos ya tengo un buen punto de referencia para buscar. Pero el lugar queda un poco lejos…
Lo primero sería salir del bar, aunque los caminos que se podían recorrer desde la entrada principal significarían un inconveniente más que otra cosa. Lo ideal sería que Eli buscase otra salida para así estar más directa al parque, así que se termina adentrando en el área del bar, aprovechando que la iluminación por lo menos era decente y no tenía que estar buscando todo a tientas. Justo la puerta al fondo del bar es la que necesita la llave, y Eli la utiliza para acceder a la parte trasera del local, donde encuentra algunos pasillos cortos, unas puertas de salida que resultan estar cerradas, y finalmente unas escaleras a los pisos superiores, pero una reja cerrada dejaba en claro que no tenía sentido intentar subir y averiguar lo que hay arriba. Eli prueba a intentar abrir las puertas para estar segura de que no hay ninguna vía de salida, y efectivamente, tenía que buscar otra manera.
Pero para suerte de la rubia, en medio de uno de esos pasillos había un carrito de servicio, justo enfrente de una ventanilla alta que estaba abierta. Eli comprende rápidamente que podría usar esa vía para salir finalmente, así que toma el carrito y lo acomoda para así, estando segura de que no fuese a moverse de pronto, subirse y trepar por la ventanilla. Al estar tan cerca del techo, Eli se sostiene del marco de la ventanilla antes de soltarse y saltar, siempre con cuidado de no caer sobre algo que le hiciese lamentarse por andar apresurada. Afortunadamente no pasa nada malo, y justo entonces Eli se ve en una pequeña y apacible habitación. Todo lucía en orden, si bien en una mesita cerca de la puerta había una nota que llama la atención de Eli, por lo que toma esa nota y empieza a leerla.
No podemos permitirnos infringir la ley, y eso va también para los huéspedes de nuestro negocio, así que el personal dedicado al hospedaje debe tener en cuenta ese detalle sin importar qué.
Después de la propuesta realizada por la integrante de la concejalía Shioriko Mifune se aprobó una nueva ley que ofrece un mayor rigor al tema del hospedaje y la marcha de personas en estado etílico en vehículos, y para nosotros había sido todo esto un tema bastante problemático al estar atendiendo igualmente un bar, por lo que no es raro que todas las semanas tengamos por lo menos a un cliente en avanzado estado etílico que pretenda irse en su vehículo particular. Es bastante molesto, pero la concejala Mifune ha sido bastante enfática a la hora de poner sobre la mesa esa nueva ley y conseguir su aprobación, por lo que no podemos simplemente ignorar nuestra nueva realidad legal.
Justamente anoche tuvimos un detalle a lo que acabo de hacer referencia. Una clienta bastante revoltosa estaba a punto de irse después de estar durante casi dos horas consumiendo licores de variados tipos, casi siempre entre lamentos y gritos que estaban significando una molestia para aquellos clientes que llevaban a cabo su respectivo consumo de manera más moderada. El estado tan avanzado de embriaguez en que se encontraba hizo completamente imposible que le permitiese irse en su auto, si de nada más verlo se notaba incapaz de andar en línea recta. En lugar de ello decidí llamar a un amigo que es taxista para que se lleve a esa chica. Ya vendrá después por su auto, que hemos decidido guardarlo en el área de garajes que hemos logrado anexar recientemente al local con el fin de ofrecer un punto adicional de eficiencia a nuestro servicio.
De momento lo que nos tiene que preocupar es enfocarnos para anexarnos por completo a esta nueva realidad, como bien he dicho antes. El personal tiene que adecuar sus acciones y prepararnos para cualquier eventualidad para evitarnos un problema bastante grande que con la concejala Mifune. En caso de que esa chica regrese para reclamar su auto de vuelta, recuerden todos que el auto es de color azul verdoso y su matrícula termina en 06. Dudas adicionales no olviden consultarme personalmente.
─ Azul verdoso ─ Eli se pone pensativa luego de terminar de leer ese mensaje.
A primera vista el mensaje no parece ser la gran cosa, pero tomando en cuenta que, por lo visto, su salida la iba a llevar justamente a los garajes, quizá tuviese que tener los ojos bien abiertos. Igual Eli termina saliendo de ahí, estando nuevamente entre la espesa niebla, y ya los primeros vehículos estaban a la vista.
Eli estaba sorprendida ante la cantidad de autos presentes, aunque no todos estaban en condiciones parejas de cuidado y limpieza. Algunos autos se veían maltratados, otros denotaban abandono, alguno que otro sí evidenciaba un esmero de parte de sus dueños por tenerlos en buen estado… Pero el rasgo que Eli buscaba, que alguno fuese azul verdoso, no se encontraba. Esto obviamente significa que la rubia tiene que avanzar y echar un ojo a cada auto que se encuentre. Había uno que en uno de sus asientos había una bebida isotónica, así que Eli usa el palo para romper el vidrio y de ese modo poder llevarse la bebida, sabiendo que en cualquier momento podría necesitarlo.
Suena una vez más la radio, y Eli nota que debajo de otro auto se asomaba uno de esos insectos gigantes, y Eli, viendo que esa cosa corría directamente en su dirección, no duda en pisarlo para que no fuese a representar una molestia más adelante, y la radio deja de sonar de inmediato. Aquello confirmaba que esos insectos efectivamente eran parte de lo que sea que tenía el pueblo patas arriba, aunque seguía sin quedar claro qué es ese algo. Pero la búsqueda de Eli tiene que continuar, y la rubia va pasando por cada uno de los autos hasta que consigue uno de color azul verdoso. Lo que quedaba sería confirmar la matrícula, pero Eli se lleva un chasco al leerla.
─ 54. Supongo que era demasiado esperanzado encontrarlo a la primera como para que fuese verdad.
Eli termina llegando hasta una puerta que llevaba a una nueva sección del garaje. Eli esperaba que esa nueva sección no estuviese tan saturada de autos, o que al menos el que buscaba estuviese cerca y fuese fácil de encontrar. Como si alguien hubiese escuchado sus súplicas internas, la nueva área tenía muy pocos autos a la vista, y el auto que Eli buscaba estaba apenas a unos metros de la puerta. Tanto el color como los últimos dígitos de la matrícula coincidían. Eli se acerca al auto y lo revisa, no encontrando nada llamativo, lo cual resulta decepcionante para Eli, tomando en cuenta las expectativas que tenía. Pero antes de irse de allí se encuentra con algo en el suelo, algo oscuro y que parecía estar húmedo, lo que generaba cierto asco en Eli.
─ ¿Y esto qué es?
Eli se acerca con cautela, levantando un pliegue de esa cosa, descubriendo que es en realidad una chaqueta y que el oscuro de su color aparentemente era por sangre. Eli contenía como podía las ganas de vomitar mientras levanta un poco más la chaqueta, encontrando en uno de sus bolsillos algo que le llama la atención, así que mete ahí su otra mano y saca una llave. La chaqueta no parecía tener nada más de interés, así que Eli la termina dejando aliviada de que esa revisión acabó.
La llave luce bastante normal, aunque posee una etiqueta que dice "Woodside". Suponiendo que aquel era el nombre de algún bloque de apartamentos en el pueblo, Eli lo revisa rápidamente en el mapa, encontrando pronto el lugar indicado, estando a mitad de camino al parque, así que Eli supone que no pasaba nada si se decide a ir allí.
Pero antes de que Eli diese siquiera un paso, el viento empieza a arreciar. No perturba en lo más mínimo la niebla, pero causa que las hojas se alborotasen y vuelen de un lado a otro con mucha violencia. La radio también empieza a sonar de pronto, y lo hace de manera intensa, señalando que habían varios enemigos peligrosos acercándose, confirmándose aquello con la aparición de tres lying figures entre los pocos autos que había en esa sección. Eli ya sabía que la cosa se había puesto bastante fea. Incluso con el palo con clavos no sería capaz de acabar con todos sin salir lastimada en el proceso, así que lo mejor que puede hacer es empezar a correr para salir del garaje, esquivando como puede el vómito de esas criaturas y colándose por un callejón para así llegar a la calle una vez más. Pese a que consigue alejarse, ni la radio deja de sonar ni el viento deja de soplar, y más adelante aparecen más lying figures, además de aparecer en las paredes algunos insectos, tan grandes que eran perfectamente visibles estando a varios metros de distancia. Eli no tenía tiempo para ninguna de esas criaturas, así que sigue corriendo, teniendo como objetivo llegar al complejo de apartamentos a fin de estar segura de esas criaturas. No estaba demasiado lejos, así que se da el lujo de correr con todas sus fuerzas para llegar antes de tener que lidiar con más criaturas. Quería que todo aquello acabase de una vez, dejar de sentir ese viento que daba la impresión de estar en medio de una tempestad.
Su carrera la lleva hasta la puerta del bloque de apartamentos, y Eli, apresurada porque la radio seguía sonando sin control, abre la puerta con la llave que había encontrado poco antes. Una vez que consigue abrir la puerta y accede el edificio, los parásitos en la radio cesan, y Eli puede empezar a sopesar la clase de lugar al que ha entrado, llevándose una desagradable sorpresa al ver lo oscuro que era el lugar con la única excepción de la habitación del portero.
─ Harasho. En qué lugar me vine a meter… Mínimo hubiesen dejado una vela para poder iluminar este lugar, que sólo puedo contar con esa habitación que de ninguna manera podría acompañarme...
─ Un lugar donde no solo viajas físicamente, sino que también viajas in your heart… ─ de pronto se escucha la voz de una niña pequeña, pero parecía estar lejos.
─ ¿Quién es? ─ dice la rubia con temor, pero nadie responde ─ Maravilloso. Ahora estoy escuchando voces en mi cabeza.
Eli encuentra que en una cartelera cercana había un mapa del complejo. No podía revisarlo bien debido a lo oscuro que estaba, así que se acerca a la habitación del portero y lo comprueba adecuadamente lo que el mapa pone. El sitio resultaba ser enorme, y Eli suspira con frustración al saber que, a fin de encontrar una salida de allí para dirigirse directamente al parque, era probable que tuviese que recorrer el lugar completo. No es que nadie le dijese que fuera así. Perfectamente podría ser que el otro lado del complejo estuviera abierto y no pasaba nada, pero algo dentro de Eli le generaba esa certeza, sólo que no sabía qué era ese algo.
CONTINUARÁ…
Y ahora sí, luego de un intervalo algo largo, Eli ha llegado al bloque de apartamentos. En la versión anterior del fic, el viaje de Eli había resultado ser mucho más directo y menos apurado, además que la vista inicial del edificio también era diferente, y eso se debe a que esta versión del edificio, tal y como ocurre con el edificio del remake de Silent Hill 2, experimenta un importante rediseño. No es que fuese total, pero sí lo suficiente como para cambiar en buena medida la exploración y la ubicación de objetos clave y, sobre todo, el puzle de las monedas, que ahí debo decir que me encantó completamente. Sin embargo, no daré detalles todavía sobre cómo es la nueva versión del puzle de las monedas. Vamos con buen paso, que apenas empezamos. Un detalle de color en este capítulo es sobre el título, que además de, obviamente, señalar que Eli y Nozomi estuvieron alguna vez en el parque y que señala la manera en que ahora se justifica que Eli vaya allí, es también una referencia al libro de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, es decir el séptimo libro, donde su segundo capítulo se titula así justamente. Y sin nada más que decir, pues hasta aquí lo dejo hasta que sea el momento de la próxima actualización.
Hasta otra
