Aquí está otro capítulo del fic número uno de la programación terrorífica de Latinoamérica xD. Ok, tal vez no tanto así, que tampoco leo muchos fics de terror, pero igual les doy la bienvenida. Hora de dar unas cuantas respuestas:
Zaisoooh: Nel, la historia de María creo que está más que contada en la campaña principal, por lo que el extra de "Nacida de un deseo" no es algo que me interese de manera especial, además que no lo voy a incluir en el fic, si de hecho ese nunca fue el plan. Y por favor, no adelantemos eventos que no corresponden a esta parte puntual de la historia, que no es lo que toca, y para que lo haga falta tiempo y no quiero arruinar la sorpresa. Y mejor olvídate de los perros, que de eso no habrá nada :v.
Dark Gatomon X: ¡Hombre, sabía que tarde o temprano te vería por aquí! En primera instancia te digo que comprendo que tardases en aparecer, en parte es porque no compartí en el Twitter los enlaces ¿El motivo? No tengo datos, y el wifi en mis sitios de referencias pareciera tener algo en contra de que vea el Twitter, por lo que llevo medio mes sin echarle un ojo, así que básicamente tenía que esperar que te dieras cuenta por tu lado :/. Tomando en cuenta que sabes relativamente poco de Silent Hill 2 y que desconoces cómo iba con la versión original de este fic, pues ve poniéndote cómodo, pues siento que estará interesante lo que viene, y espera a ver qué personajes irán apareciendo para acompañar a Eli (no tanto físicamente, pero acompañándola al fin al cabo) en su desgracia. Y bienvenido, por cierto.
El camino que se traza entre la niebla
Eli siente dolor debido a aquella cosa que la criatura le había escupido, o vomitado, no estaba muy segura de qué hizo exactamente. Al menos el dolor que sentía no era tan grave como para aturdir sus sentidos, por lo que se permitió explorar un poco más en esa casa, encontrando una bebida isotónica que sentía que le iba a servir, así que la bebió, notando que afortunadamente se encontraba en buen estado y que le ayudaba a mitigar el dolor.
En cuanto a la criatura que yace inmóvil en el suelo, Eli la empuja con la punta del palo que había usado para derribarla. No da señal alguna de vida, lo que daba a entender que la rubia ya no corría peligro, aunque seguía siendo demasiado raro el hecho de que hubiese algo así en ese lugar. Era una suerte que en la casa no hubiesen más criaturas de ese tipo, pero Eli optó por no quedarse esperando y decidió salir.
Una vez fuera, Eli sentía que podía respirar tranquila antes de seguir buscando entre aquella espesa niebla, cuando la radio que tenía consigo vuelve a sonar con aquella molesta interferencia. La rubia trata de mirar detenidamente la radio mientras soportaba aquel ruido, pensando que aquello podía deberse a algo que le fuese de interés.
─ ¿Qué le pasa a esto? ¿Acaso está roto? ─ Eli le da la vuelta a la radio y la agita un par de veces, a ver si así algo cambiaba, pero seguía igual ─ Eh… Tal vez sea la señal en este lugar…
─ Elicc##, ###o# #### ─ de pronto suena la voz de Nozomi, y eso sí capta por completo la atención de Eli. No podía creerse que Nozomi fuese la que le enviase ese mensaje ─. V## ####### ##li##### ## es### ######### #### ### ## ####s### #l####.
─ ¿Nozomi? ¿Dónde estás? ─ Eli aguza como puede el oído, pero la transmisión se corta por completo, y la radio ya no emitía ningún sonido ─ No puede ser. Pensé que sabría dónde está. Será mejor que conserve la radio. Puede que me sea necesaria más adelante. Ojalá que Nozomi, donde sea que se encuentre, pueda contactar conmigo de nuevo.
Eli pudo ver que podía avanzar con cierta tranquilidad entre aquellas casas, pero por si acaso mantiene fuertemente sujeto el palo. Si tuvo la desgracia de encontrar a esa criatura, existía entonces el riesgo de encontrarse más en algún momento, aunque de momento su recorrido fue bastante tranquilo hasta que llega nuevamente a las enormes calles donde era casi imposible ver de una acera a la otra debido a la niebla.
Eli no tenía un destino determinado al cual ir, así que sólo le quedaba revisar lo más que pudiese para encontrar alguna señal de qué debería hacer realmente, pero en eso la radio empezaba a sonar de nuevo, y antes de que Eli se preocupase por averiguar qué le pasaba, una nueva criatura aparece entre la interminable niebla, exactamente igual que la que la atacó en aquella casa. Se estaba moviendo con torpeza y trataba de acercársele, a lo que Eli decide mantener la distancia para no recibir más daño. La calle era bastante amplia, y aquella cosa evidentemente no era muy rápida, así que Eli decide darle un rodeo para así no tener que pelear, aunque la criatura en el proceso intenta rociarla de la misma manera en que lo hizo la anterior. La distancia ayudó a que Eli se ahorrase el daño, y ahora que deja atrás a aquella cosa se permite acelerar para perderlo. Al poco que la criatura desapareciese entre la niebla, Eli nota que la radio deja de sonar. Era como si le indicara la presencia de los monstruos que se pudiera encontrar en el camino.
─ Esta radio es rara ¿Cómo funciona realmente?
La radio suena de nuevo, y otra criatura de esas aparece en el camino de Eli. A esa cosa también le da un rodeo, y Eli sigue adelante por un rato hasta que encuentra en el suelo un rastro de sangre que parecía guiar hasta un callejón. Debía ser una señal, al igual que lo fue el rastro anterior, por lo que Eli decide seguirlo, esperando encontrar algo que le permita saber qué estaba pasando en ese pueblo y cómo podría avanzar, pues no quería estar todo el día dando vueltas por las calles.
Por un buen rato recorre las calles siguiendo el rastro hasta entrar en un callejón. A mitad del trote que daba Eli para llegar al final del rastro se aparece otra de esas criaturas saliendo de debajo de una furgoneta, y la radio suena de nuevo. Se movía anormalmente rápido mientras se arrastraba por el suelo, y Eli se asusta debido a ello. Afortunadamente contaba con el palo con clavos, así que lo sostiene con firmeza y espera a que la criatura se acercara lo suficiente para darle el primer golpe.
Lo consigue. La criatura se detiene al momento de recibir daño, pero eso no significaba que todo haya acabado. La criatura intenta ponerse de pie, y Eli lo golpea en la cabeza con todas sus fuerzas para regresarlo al suelo. La criatura intenta levantarse de nuevo, y Eli repite el proceso, aunque esta vez no espera a que la criatura intente levantarse de nuevo, sino que ahora se dedica a golpearlo una y otra vez hasta que la radio deja de sonar, dando así la señal de que la criatura ya no se iba a mover más. Aquella cosa había resistido mucho más que la primera, y Eli pensaba que sería genial que más adelante se encontrase con algo que le permitiese golpear más fuerte. Sería un verdadero problema si apareciesen varios de ellos y Eli no tuviese otra alternativa que pelear con esas cosas.
El rastro de sangre llegaba hasta ese lugar, y Eli no veía que aquello tuviera sentido si simplemente había venido a pelear contra uno de esos monstruos, así que decide mirar el lugar. Debido a la niebla no era fácil escudriñar adecuadamente la zona, así que Eli se ve en la necesidad de acercarse y contemplar con detenimiento cada cosa que hubiese, pero en un principio no encuentra nada. No es sino hasta que encuentra un cadáver que ve algo de interés. Aquella persona estaba tan maltrecha que su rostro era irreconocible, pero era claramente una chica, y encima iba vestida exactamente igual que la propia Eli. La rubia sentía un horrible escalofrío al ver el cuerpo cubierto de sangre, y la verdad era que ni siquiera quería acercarse, pero encuentra que entre sus bolsillos sobresalía una nota bastante curiosa. Tal vez era alguna pista sobre lo que estaba pasando, así que Eli toma la nota para pasar a leerla:
Eli, si estás leyendo esto huye rápido.
Esta ciudad no es lo que parece.
No estás a salvo mientras estés aquí.
El pueblo no te dejará ir si te permites caer en su trampa.
¡CORRE! ¡CORRE! ¡CORRE! ¡CORRE! ¡CORRE! ¡CORRE! ¡CORRE! ¡CORRE!
La nota resultaba bastante inquietante, especialmente porque estaba claramente dirigida a Eli, lo que le hace pensar que la conocía, aunque su rostro no daba ninguna pista para identificarla. Sea quien fuese esa chica, estaba claro que le estaba dando una advertencia con el fin de que no tentase la suerte como seguramente ella había hecho, pero seguía siendo todo demasiado confuso. La radio vuelve a sonar, y Eli continúa con su marcha por las calles de la ciudad, esta vez pasando cerca de los establecimientos locales, los cuales algunos resultaban estar abiertos o estaban en una situación bastante vulnerable para abrirlos y entrar. En vista de ello decide entrar al establecimiento más cercano, siendo una tienda cualquiera donde Eli no consigue otra cosa que un par de bebidas isotónicas y notas de parte del dueño que no parecían tener gran importancia, mayormente con el mensaje de que aparentemente alguien con una actitud extraña había estado merodeando por los alrededores y que en ocasiones generaba incomodidad entre los empleados cuando entraba. Era de suponer que sólo se trataba de un gerente preocupado por alguna eventualidad pasada, tomando en cuenta que ahora la tienda mostraba un estado de abandono total.
En vista de que no veía qué más iba a encontrar, Eli sale y cae en otra tienda, la cual es una farmacia. Nuevamente sólo encuentra una bebida isotónica y nada más de valor, aunque en medio de su búsqueda se encuentra con un récipe algo curioso por los medicamentos que aparecen escritos, y la rubia no puede evitar leerlo con detenimiento, logrando saber qué clase de males podrían atender todos esos medicamentos en conjunto.
─ Leucemia… Pobre de la persona que necesitaba de estas cosas ─ dice Eli en voz baja y con una profunda pena.
Era de imaginarse que quien compró esos medicamentos debía estar sufriendo mucho, pero Eli no tenía tiempo para quedarse ahí a pensar en aquello. También ella tenía cosas de las cuales preocuparse en gran medida, pero en eso escucha que alguien abre la puerta, y al voltear a ver…
─ Oh, esto no puede ser…
Un lying figure acababa de ingresar a la farmacia, soltando un sinfín de quejidos que daba la impresión de estar sufriendo mucho. A causa de la distancia Eli no estaba en buena posición para atacar, mientras que el monstruo procede a vomitar su ácido. La rubia consigue cubrirse y eludir el daño, pero sabía que permanecer escondida no iba a serle de ninguna ayuda a la larga, así que sale y procede a golpear a la criatura un par de veces, y antes de darle un tercer golpe consecutivo se ve obligada a retroceder, pues parecía que la criatura pretendía usar sus piernas para atenazarla. En cuanto puede Eli le da otro golpe a la criatura, y en eso tiene la impresión de que un gemido de dolor de mujer sale del lying figure, pero no se detiene en golpear a esa cosa hasta que está en el suelo y sin reacción alguna. Sólo cuando Eli estaba segura de que esa cosa no se iba a mover más es que intenta inspeccionar, no encontrando nada extraordinario que justificara aquella sensación de haber escuchado a una chica gemir de dolor.
─ Debe ser mi cabeza. Seguro no me cae bien estar sola y con estas cosas rodeándome.
Eli sale de la farmacia, determinada a no permanecer en ese lugar mucho más tiempo, pero nuevamente tenía que tantear a ciegas por la ciudad, procurando que alguno de esos establecimientos, bastante random todos a primera vista, le diese alguna pista bastante necesaria.
El siguiente local que encuentra resulta ser una tienda de discos de vinilo, pero había un detalle que a Eli no le agradaba para nada, y es que el lugar estaba completamente a oscuras. Los otros locales por los que había pasado tampoco tenían las luces encendidas, ahora que la rubia meditaba sobre ese detalle, pero eran lugares bastante más pequeños y menos complejos de revisar, mejor iluminados y donde no hacía falta estar mucho tiempo, pero ahora le tocaba revisar una tienda más grande y donde la luz del exterior se limitaba mucho a medida que se adentraba. A fin de solucionar eso Eli busca el interruptor y lo utiliza, encontrándose con que no funcionaba.
─ Maldición. Esto no me puede estar pasando…
A Eli le aterraba la oscuridad. No le gustaba cuando las tinieblas se apoderaban repentinamente del lugar donde ella se encontraba, especialmente si no está en la seguridad de su cama, pero ahora tenía que aguantarse el miedo y avanzar como sea, así que respira hondo, sujeta con fuerza el palo y avanza.
Mientras va pasando por los primeros mostradores de los vinilos. Parecía que todo estaba seguro, pero Eli mantenía sus sentidos alerta y se aseguraba de prestar atención a la radio cada tanto para confirmar que el aparato en cuestión reaccionara ante la presencia de esas criaturas infernales.
Ni una sola cosa de interés. Eli ya empezaba a pensar que estaba allí pasando miedo por nada, cuando entra en la habitación que había detrás de la tienda. El sitio tenía una amplia biblioteca llena de vinilos con temas tanto nacionales como extranjeros de los cuales Eli jamás había escuchado hablar en su mayoría. Pero lo verdaderamente llamativo en ese sitio tan lúgubre estaba en el sofá. Un vinilo roto junto a un pegamento para vinilos. Eli supuso que alguien había querido arreglarlo, pero debió irse por algún compromiso más urgente, aunque le llamaba la atención que sólo hubiese la mitad del disco en cuestión. Lo levanta y lee el título con la poca luz que llegaba hasta ese lugar: "Música para tus recuerdos". El hecho de leerlo hace que Eli sintiese un pinchazo de nostalgia, no por sospechar qué tendría el disco, sino por hacerle pensar una vez más en cuando las cosas eran más simples y felices con sus seres queridos y especialmente con Nozomi.
─ Supongo que no me haría mal escuchar lo que este disco tiene para ver si logra lo que dice, pero supongo que no se va a poder.
La rubia nota entonces que había una nota en el mismo sitio donde encontró el vinilo, así que lo recoge y empieza a leerlo.
Esta mañana llegó el dueño del bar que se encuentra a un par de calles de aquí. Creo que sabes muy bien de cuál hablo, pues bastantes veces te he visto haciendo escala allí los fines de semana. Pero comentarios jocosos aparte, el dueño del bar vino a mí con la solicitud de reparar uno de los vinilos que usa para su tocadiscos. Sinceramente no me explico qué fue lo que pasó para que el vinilo acabase partido a la mitad. Me imagino que el tocadiscos habría estado fallando, o bien alguien sin conocimiento del manejo del aparato pretendió meter mano por su cuenta. La misión es bastante simple, mi estimado aprendiz: Usa el pegamento para juntar las dos mitades del vinilo, aunque eso sólo será posible de hacer en cuanto el dueño del bar regrese con la otra mitad, la cual seguramente permanece todavía en el bar.
Mientras esperas por ello, te recomiendo que limpies las tapas de los vinilos, que estos lugares se prestan con demasiada facilidad para que se acumule el polvo y la humedad, y eso sería terrible para nuestro negocio.
─ ¿El bar a dos calles…? Bueno, supongo que al menos tengo un lugar al que debo ir ─ dice Eli para sí misma mientras guarda la mitad del vinilo y el pegamento ─. Y de paso tal vez pueda aprovechar a usar el tocadiscos de allá. De alguna ayuda esto me podría ser.
Era el momento de salir de ese lugar, pero la radio suena nuevamente, poniendo en alerta a Eli. Un lying figure había entrado a la tienda, chillando de sufrimiento al igual que sus iguales, y de paso tropezaba una y otra vez con los estantes, tirando varios discos al suelo en el proceso. Pelear contra esa cosa en un sitio tan oscuro era algo que Eli definitivamente hubiese querido evitar hasta el final, pero tal parecía que ya no quedaba alternativa, por lo que decide esperar a que la criatura se acerque más para arremeter con el palo, procurando tener los clavos al frente y emplear la mayor fuerza posible para que esa cosa acabase en el suelo rápidamente. El lying figure escupe su ácido, logrando lastimar el brazo de Eli pese a que intentó esquivar aquella cosa, pero eso no detiene a la rubia de golpear una y otra vez a la criatura, aprovechando que había culminado su peculiar ataque. No tarda mucho en dejar a la criatura en el suelo, y así Eli se pone a golpear una y otra vez hasta que la radio dejase de sonar, aunque en el proceso volvía a escuchar gemidos femeninos que denotaban dolor, lo cual incomodaba mucho a Eli.
Una vez culminada la tarea de acabar con la criatura, Eli se permite descansar un momento. Por unos segundos sentía que los brazos le ardían, que la tensión la tenía a mil, temía que más criaturas entrasen en la tienda para aprovecharse de su agotamiento. Pero afortunadamente se mantiene a salvo mientras estaba ahí, y una vez recuperada sale de la tienda. Eli revisa entonces el mapa, ubicando el sitio donde está, y a partir de ahí traba de averiguar cuál es el bar más cercano, encontrando lo que quería lo suficientemente rápido.
─ Muy bien, no hay tiempo que perder.
Eli va al trote por las calles, ignorando como puede la niebla y el sutil viento que arrastra todo lo que estuviese en las aceras, mayormente hojas y papeles arrugados. La radio suena varias veces, señal de que Eli pasaba cerca de más y más criaturas que trataban en vano de perseguirla. De cualquier modo, la rubia no podía perder tiempo ni fuerzas con esas cosas. Era imperante llegar al bar y ver qué cosa de interés podría encontrar. Y no pasa mucho tiempo hasta que llega al bar, el cual afortunadamente estaba abierto, así que Eli no tiene problema alguno para entrar.
El lugar no se veía demasiado caótico, y afortunadamente los cristales eran lo bastante claros para iluminar el lugar con la luz del exterior. Eso permite que Eli pudiese empezar a buscar con calma la mitad del vinilo que faltaba, no tardando más que solo un par de minutos en lograrlo. Lo siguiente para ella fue unir las dos mitades y usar el pegamento para así reconstruir el vinilo, lo cual requería un tiempo para que surtiese efecto, o eso era lo que Eli pensaba, así que deja el vinilo sobre el mostrado mientras se permite revisar el lugar. Una bebida isotónica que no venía mal, pero nada más de interés, cuando llega a la caja registradora y encuentra una nota que no duda en leer.
Las cosas por aquí han sido caóticas últimamente. Hace un par de días un cliente se volvió loco y arremetió contra el tocadiscos del local robando uno de los botones y golpeándolo de modo que, hasta que contemos con la asesoría de un técnico, debemos darlo por averiado. Dudo mucho que podamos usarlo una o dos veces sin que luego alguno de sus circuitos explote por el daño que ha recibido. Hace poco he llamado a la policía para denunciar lo ocurrido, y aunque pudimos asegurarnos que aquella persona no va a molestarnos más, no hemos podido recuperar el botón faltante. Al menos sabemos que el domicilio del loco está en el bloque de apartamentos que está a unas cuantas calles al sur, aunque personalmente lo conozco mejor porque allí vive esa chica, You Watanabe, una eminencia actual del periodismo y que mi esposa admira. Supongo que si se lo pido podría redactar una reseña sobre los eventos ocurridos aquí, puesto que no parece haber tenido demasiada repercusión mediática. Ya veremos.
Eli frunce el ceño y mira al sitio donde se supone que estaría el tocadiscos, y lo que ve es una sábana envolviendo algo. Eli rodea el mesón del bar y retira la sábana, encontrando que, en efecto, la máquina mostraba signos de maltrato y le faltaba un botón para seleccionar el disco a reproducir. Decide asegurarse presionando los demás botones que, pero no había reacción alguna. Sólo un compartimiento parecía responder, que era casualmente el que no tenía un vinilo puesto y que para manejarlo hacía falta el botón ausente. Eli ya tenía entonces un nuevo objetivo.
CONTINUARÁ…
Este capítulo sí que se distancia considerablemente de su versión original, y es que esta vez, en lugar de ir directamente al bloque de apartamentos que haría el equivalente de Woodside, toca hacer una exploración más a fondo y que muestra que Eli no sabe ni a dónde ir para encontrar a Nozomi. En ese sentido el remake hace un trabajo fantástico, pues explota más las calles y las dota de mayor contenido de modo que ya no son simplemente lugares amplios y de recorridos que se sienten eternos que funcionan simplemente como transiciones entre los escenarios verdaderamente interesantes en el juego. Otro detalle que me gustó mucho es que es posible usar el palo para romper vidrieras y también los cristales de los autos. Lo primero es para facilitar el acceso a algunos locales de interés pero que tienen las puertas cerradas, y lo segundo es porque algunos autos cuentan con medicinas y munición, ampliando y enriqueciendo la exploración, aunque no pasa nada si el jugador quiere echar mano de esa mecánica simplemente para vandalizar todo lo que tenga enfrente xD. He de decir también que este recorrido está algo simplificado, pues la exploración inicial es bastante amplia, y aquí sólo me valgo de algunos sitios clave, esto a fin de que la narrativa fluya más rápido y no genere la sensación de estancamiento al alargarse mucho el recorrido. Ya para el próximo capítulo podrán ver muchos más detalles, pero de momento tengo que despedirme.
Hasta otra
