RinMakoto. La historia de Neo es dura, pero en sí será ver las demás integrantes de Abyssmare y la que sigue es Weronika.
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Sin más, comencemos…
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Las cosas en el gimnasio de la familia Sasago se pusieron tensas cuando Weronika hizo aparición tratando de lucir más fuerte.
Michael se quedó pensando un poco en eso, pero la peli rosa se fijó duramente en él, algo que lo dejó todavía más confundido.
- Quiero que tengamos un encuentro.
- Este… ¿Quién eres tú? – preguntó el chico.
- Weronika, te diré mi nombre antes de la derrota – la chica estiró su mano.
El americano miró a Yuka quien solo se hundió de hombros a lo que el castaño también le dio igual eso y decidió jugar el juego.
Los dos fueron hacia una mesa en donde llamaron la atención, poniendo una almohadita debajo para poner a prueba las fuerzas de ambos.
- No te contengas solo porque sea una mujer – Weronika dijo con dureza.
- De acuerdo, iré con todo. Yuka, por favor, hazla de juez – la rubia asintió.
- Ready? – los dos asintieron – ¡comiencen!
La fuerza de los dos se hizo presente, ninguno de los dos quería ceder, aunque Weronika se dio cuenta de que estaba perdiendo terreno y de la nada, terminó perdiendo contra Michael.
- ¡Gana Mike! – exclamó Yuka aplaudiendo al igual que los demás, incluso la rubia abrazó a su novio con gusto.
- ¿Cómo es posible? – reclamó la peli rosa – yo nunca he perdido antes, ni contra mujeres ni hombres.
- No estoy diciendo que sea mejor, solo entrenó mucho, además, trabajo en el gimnasio de mi pareja, así que no es raro que me haya puesto así de fuerte.
- Entonces tengamos otro reto, no dejaré que nadie me venza, yo he batallado mucho estos años – Weronika decía con dolor en sus palabras y es que lo que no sabían es que el pasado de la peli rosa fue muy duro.
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Flashback
La familia de Weronika fue algo que extraña en parte, aunque en sí, fue por parte de su padre el cual tenía pasado musical.
Mientras vivían en Japón, el padre de Weronika formaba parte de una banda la cual estaba siendo exitosa.
- He vuelto – exclamó el señor regresaron a su hogar junto con su familia quienes lo saludaron.
- Papá.
- Cariño, que bueno que regresas.
- Joder, los conciertos en esta época son más duros, tenemos una gira para la siguiente semana – el señor se sentó en uno de los sillones – realmente me gusta este país, nos ha recibido con los brazos abiertos.
- A mí también, aunque aprender el idioma fue difícil, pero me acostumbré a eso – la señora decía sonriendo.
- ¡Papi! – Weronika no era hija única, ella tenía tres hermanos menores los cuales eran dos niños y una niña. Se llamaban Mick, Jonathan y Marie, de uno, dos y tres años respectivamente.
En ese momento vivían en Japón debido al trabajo de su padre como miembro de su banda, aunque eso no quitaba que se la pasaran bien, además de que el sueldo que tenía era muy bueno.
El padre de Weronika había renunciado a un trabajo normal en Estados Unidos para seguir su sueño de la música.
Todo parecía ir viento en popa para ellos, aunque bien dicen que nada es eterno en el mundo.
Luego de 2 años como banda, entre los miembros empezaron a haber diferencias creativas, las cuales posteriormente llevaron a un anuncio que marcaría el inicio del fin.
La disolución de la banda fue un golpe duro para el bolsillo de la familia de Weronika quienes pasaron de vivir bien a estar luchando con las cuentas.
Los meses pasaron y nada cambiaba y lo peor fue cuando tuvieron que abandonar la casa en la que vivieron mucho tiempo y tener que regresar a los Estados Unidos de donde habían venido originalmente.
Nada cambió estando en el país de las barras y las estrellas.
El padre de la peli rosa no quería hacer nada que no estuviera relacionado con la música, realmente la disolución de su exitosa banda lo había marcado y él no pensaba ni siquiera en el bienestar de sus hijos.
La madre de la chica decidió que esto no podía seguir así por lo que empezó a trabajar en un supermercado como cajera, pero se dio cuenta de que no alcanzaría el dinero para sus 4 hijos, por lo que decidió optar por un trabajo secundario.
Ni que decir que su esposo, no pudo hacer otra cosa que emborracharse y beber hasta el cansancio, incluso tenía el mal hábito de apostar.
- ¡¿Apostaste el reloj de oro?! ¡Te iba a decir que lo vendiéramos para comprar comida!
- ¡No me grites, mujer! ¡Yo no tenía idea de que el otro tipo tuviera escalera real!
- ¡Tú solo piensas en el juego, beber y no sé qué más! ¡Eres padre de cuatro hijos, animal! – las peleas entre padres continuaban de manera ruda, pero la señora fue la que asumió las riendas del hogar.
El barrio en el que vivían era uno de los más peligrosos de Estados Unidos, por algo la renta era baja y se la podían permitir, de hecho, solo para eso les alcanzaba.
En el tema de la educación, Weronika siendo la mayor, no pudo tener una educación de calidad, ni siquiera acceso a ella debido a que sus hermanos quedaban solos y sin que nadie los cuidara ya que su padre se la pasaba afuera o borracho; mientras que su madre trabajaba duro para mantenerlos.
Unos meses transcurrieron y nada cambiaba, el señor no parecía querer cambiar y lo peor es que las deudas se acumulaban por montones y el que solo una persona trabajara era peor ya que el dinero era muy escaso.
Y luego llegó lo peor.
Mucho trabajar sin descanso hizo que la salud de la madre de Weronika se deteriora de mala forma hasta el punto en que trabajando, tuvo un colapso.
- ¡Mamá! – la peli rosa llegó junto con sus hermanos al hospital en donde estaba interna su madre.
El padre de los pequeños llegó, aunque con resaca, y ahí fue donde se enteró junto con Weronika que la mujer había sufrido un colapso debido a la fatiga y estrés que había presentado por trabajar sin parar por mucho tiempo.
Todo ese cansancio le pasó factura a su cuerpo y no solo eso, sino que no podría trabajar en un buen tiempo en lo que se recuperaba.
A pesar de que cualquiera hombre habría entendido eso y cambiaria para ayudar a su mujer, aunque al final no fue así, de hecho, fue todo lo contrario.
Cuando tuvo oportunidad, decidió irse del país, dejando todas las deudas en su familia, mejor dicho, su ex familia ya que como el cobarde que era, abandonó todo.
Las deudas se fueron acumulando, la comida escaseaba, los hermanos menores de la peli rosa estaban llorando de hambre y por otras cosas que necesitaban. Con su madre cansada y hospitalizada, además de su padre que huyó, Weronika decidió tomar las riendas de su familia a tan corta edad.
- Tengo que hacer algo. Pagar las medicinas de mamá y darle de comer a mis hermanos. Seré mejor que el maldito de mi padre.
Weronika recordó algo que su padre hacía cuando estaba borracho y era cantar, tal vez acordándose de sus días cuando estaba en su banda por lo que decidió que haría eso.
Y el canto fue su salvación.
Su barrio era de mala muerte, pero también había gente que apostaba por todo, desde carreras, peleas de animales, incluso, en canto.
Antes de eso, la peli rosa tuvo que entrenar un poco para cuando tocara pelear y así fue como se metió en los bajos mundos, todo con tal de que su familia estuviera bien y tuvieran algo que comer.
- Una novata, será fácil ganarle.
- La van a destrozar.
- Yo no apostaría nada en ella – los comentarios eran duros, pero a Weronika no le importa eso, solo buscaba la victoria.
Una batalla de gallos se llevaría a cabo, Weronika apenas iniciaba en ese mundo y batalló contra una chica la cual era de nivel medio.
Y contra todo pronóstico, la peli rosa logró darle pelea a su rival, incluso los mismos apostadores no se creían lo que veían.
¿Quieres sacarte una selfie?
Pero ¿Para qué pones cara sexy?
Hola soy Chikari, me sacaré una selfie
Pondré cara de bonita, pondré mi cara de travesti
- ¡Tiempo! – la batalla finalizó y esa rima fue la que terminó dándole la victoria Weronika en contra de lo que todo el mundo pensaba.
Obvio no fue el agrado de muchos que hayan perdido su dinero, pero las reglas eran claras y al final, la peli rosa ganó algo de dinero y solo hizo que su reputación fuera en auge.
Con ese dinero, compró comida y un poco de las medicinas que su madre ocupaba por lo que eso le dio una esperanza de que si seguía haciendo eso, todo sería mejor.
En otra noche, Weronika fue a una batalla de gallos para hacer lo suyo y así poder seguir ganando dinero. Fueron pocos los que apostaron por ella, la mayoría pensó que solo fue suerte de principiante.
Lo único que hicieron fue perder dinero de nuevo.
Pasaba el tiempo y la peli rosa se fue haciendo cada más famosa y feroz en sus batallas, incluso entrenaba físicamente ya que como extra, se metía a competencias de vencidas y otras actividades en donde mujeres se retaban.
Al cabo de meses, la situación de la familia de Weronika mejoró considerablemente. Sus hermanos menores podían ir a la escuela sin problemas, incluso la madre de la peli rosa logró completar su tratamiento y ya estaba como nueva.
- Hija, ya no tienes que seguir haciendo lo que haces, ahora que me encuentro mejor, deberías dedicarte a estudiar.
- Lo siento mamá, pero ahora esto es lo que hago y seguiré ganando dinero. Amo cantar y salir victoriosa, nadie me puede vencer – a pesar de las suplicas de su progenitora, Weronika no retrocedió a su palabra y siguió batallando.
Y todo su mundo cambiaría un día.
Nadie podía vencer a la chica quien se jactaba de ser alguien invencible. Justo había derrotado a otra tipa en una batalla de canto, estaba riendo fuertemente mientras su público la apoyaba y alababa.
- ¡Nadie me puede derrotar! ¿Quién cree que me puede vencer?
- Yo te reto – una voz calló todo el recinto y todas las miradas se fijaron hacia la dueña de la voz.
De cabello rubio y ojos azules, esta persona caminó hasta que se puso frente a Weronika quien gruñó un poco.
- ¿Tienes ovarios de retarme?
- Tú buscas reto, te lo estoy dando – la peli rosa cedió y fue cuando batallaron, estaba confiada de que ganaría.
Pero nada más lejos de la realidad.
Esta chica que se hacía llamar Neo, fue después de ella. Weronika dejó la vara alta, pero la actuación de la rubia fue más que impactante, fue sublime.
Al final, se decidió la ganadora y contra todos los pronósticos, terminó siendo Neo quien se llevó la disputa, y Weronika, perdió por primera vez.
- ¿Qué deseas? ¿Vienes a restregarme en la cara por haberme ganado? – luego del encuentro, Neo fue a ver a la peli rosa.
- Quiero que te unas conmigo.
- ¿Ah? ¿Unirme a qué?
- A mi unidad. Tu talento es algo que no puedo dejar de lado, quiero que te unas para que juntas y con las chicas que vine, hagamos una unidad que conquiste al mundo – Weronika se lo pensó un poco, pero vio una oportunidad de ir más allá.
- De acuerdo, pero antes de eso, solo deseo que mis hermanos estén bien, mi familia es lo que me importa.
- Con lo que ganes, los podrás mantener, así que no hay de qué preocuparse.
- Entiendo, en ese caso, acepto – Weronika y Neo apretaron sus manos, aunque en la mente de la peli rosa, había otra cosa – y si me uno a este grupo, juro que te venceré Neo, no podrás escapar de mí.
Y así fue como Weronika se unió a Abyssmare.
Fin Flashback
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La competencia en el gimnasio siguió, pero al final, Weronka no pudo hacer nada contra Michael quien la derrotó en todo. A pesar de todo, Yuka notó el gran refuerzo físico que poseía la peli rosa.
- ¿Quieres venir a entrenar más seguido?
- ¿Ah? ¿Para qué? ¿Para qué me humillen más?
- No es eso, tienes una gran fuerza, por lo que sería bueno que entrenaras, te harías más fuerte – la petición de Michael al final hizo asentir a Weronika que se fue después.
Tendría que pensar en la petición, pero si algo que tenía Weronika es que nadie sería mejor que ella, con su esfuerzo, superaría a todos.
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Continuará…
