RinMakoto. Y vaya que será un sueño loco, y ahora toca ver como es la conclusión de ese sueño jaja.

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Sin más, comencemos…

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Rinku había seguido su curiosidad hasta que llegó a la zona en donde había visto algo extraño y al abrir la puerta, se llevó tremenda sorpresa.

Un grupo de niños estaba ahí como en un parque de juegos, algo muy raro y que la rubia tuvo un poco de miedo, pero se fue acercando a ellos. Lastimosamente para ella, la puerta se cerró detrás de ella y desapareció.

Con más miedo que nunca, Rinku siguió su camino hacia los niños los cuales al voltear su mirada hacia ella, estos estaban pálidos en su totalidad y en su mirada no había sentimiento alguno, se notaba la falta de emociones, algo que la aterró aún más.

- ¿Q-Qué les pasó niños? – antes de recibir respuesta, un enorme monstruo parecido a una bruja antropomorfa apareció y sin más, disparó un rayo hacia Rinku quien no pudo hacer nada.

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Makoto mandó un mensaje a las chicas, sin contar a Rinku ya que no contestó el llamado, pero las demás ya habían sido avisadas.

- ¿Eso pasa cada 31 de octubre?

- Parece que en los últimos años, siempre en la fecha de noche de brujas, muchos niños desaparecen misteriosamente – el chico decía – Izumo-san, ¿pasa algo?

- Detectamos una temperatura inusual y extraña en la zona que queda por el puente, pero no hemos visto nada, estoy con Rika-san y Tsubaki-san.

- ¡Mira Tsubaki, un búho!

- ¿Tanto escándalo haces por un búho? Aunque es lindo.

- Kyoko-san, ¿Cómo están los niños?

- Todo bien por el momento, los niños están felices y la están pasando de maravilla – Kyoko decía comiendo una hamburguesa.

- Kaibara-san, Sakurada-san, Sayumi, ¿está todo bien?

- Por el momento todo bien, aquí andamos viendo a los niños tocando las puertas de las personas y les dan dulces.

- Por cierto, Rinku-chan, ¿Cómo has estado? – la rubia no contestó, algo que llamó mucho la atención, pero en un momento, la rubia apareció detrás de la castaña – no me des esos sustos Rinku-chan, pero bueno, iré a ver si encuentro algo extraño.

- … – la rubia no contestó ya que en sí, no era ella, sino algo más oscuro.

Por el lado de la rubia, esta poco a poco fue despertando y al darse cuenta de que estaba consciente, quiso moverse, pero no pudo.

Su cuerpo desnudo, sin ninguna prenda de vestir, estaba encerrado en una cápsula en un cuarto extraño en donde pudo ver a uno de los niños, jugando en un caballito de madera. Además de eso, en una mesa, estaba la ropa de Rinku y un dispositivo extraño que no reconocía, pero era como una varita con la parte superior de una V.

El silencio de esa habitación se vio interrumpido cuando la misma bruja entró con su caminado tosco y fue hacia el niño, ignorando por completo a Rinku.

- ¡Oye, oye! ¿Por qué me tienes aquí?

La bruja siguió sin hacerle caso a Rinku y para su horror, fue hacia el niño, se levantó un poco la máscara de bruja y empezó a absorber algo del oído del infante el cual poco a poco se fue quedando sin fuerzas hasta que solo quedó recostado en el caballo.

- ¿Qué le hizo a ese niños? ¿Qué fue lo que le hizo? – la de ojos rosados le reclamaba a la bruja.

- Solo le robé sus sueños, nada más.

- ¡No puede hacer eso! Los niños tienen muchos sueños que cumplir, no tiene derecho a quitárselos.

- Los niños no ocupan de sus sueños. Con el tiempo ellos los desechan, así como se deshacen de sus juguetes y se olvidan de su infancia – la bruja hizo desaparecer al chico para horror de la rubia.

- ¿A dónde lo mandó?

- Al cementerio de sueños con los demás.

- ¡No puede hacer eso! ¡Envíeme a mí también! – la cápsula comenzó a emitir un gas desde abajo, algo que asustó a Rinku quien luchaba por salir.

- No puedo hacerlo, los sueños de los adultos me causan malestar – la bruja se fue de ahí dejando a la rubia luchando por salir de ahí, sin éxito alguno.

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Pasaron las horas y al final la celebración terminó y todo el mundo se fue a dormir pensando que no había nada que temer, pero estaban muy equivocados.

En una determinada hora, una música de cajita de madera empezó a sonar, pero su resonancia solo fue escuchada por los niños que había comido las paletas de aquella bruja. Todos ellos salieron de sus cuartos, iban como hipnotizados y en pijama o como se fueron a dormir.

Ellos no fueron los únicos en estar así ya que en la base de GUTS, Kyoko iba caminado solo en pijama la cual era un short blanco y una camiseta de tirante. Hasta iba descalza, pero en su mirada se notaba la falta de consciencia.

- ¿Kyoko-san? ¿Kyoko-san? ¿A dónde vas? – Saki fue hacia ella y cuando se le puso delante y la agitó un poco, esta se desmayó en sus brazos – ¡¿Kyoko-san?!

Pasó una media hora hasta que la líder de Peaky P-key estuvo de nuevo en sus cabales y se reunió con los demás para discutir el asunto.

- ¿Dices que paletas?

- Sí, ahora que lo pienso, había una mujer vestida de bruja dando paletas a los niños.

- ¿Te dio una y la comiste? – Kyoko asintió.

- Eso quiere decir que las paletas tienen algo para hacer entrar a una persona en un estado de sonambulismo, tal y como le pasó a Kyoko-san – Makoto decía para luego entender una cosa – entonces, eso quiere decir que los niños que comieron esas paletas deben estar en las mismas condiciones.

- Hay que llamar a la policía local.

- Ahora que lo pienso, Rinku-chan investigaba a esa mujer vestida de bruja.

- ¿Y dónde está ella? – todos se dieron cuenta de la ausencia de la oji rosada.

Miyu se fue al cuarto de la rubia, pero al buscarla, no halló nada, solo encontró parte de su disfraz la cual mostró a los demás.

- Pero no puede ser, yo estoy segura de que vine con ella – Kyoko decía sin poder entender todo.

- Tenemos otro problema – Sayumi exclamó mirando algunas imágenes – hay un campo electromagnético fuerte, como si fuera un agujero negro.

- Todo está raro… pero habrá que ir ahí, tal vez Rinku-san esté ahí.

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En el lugar donde Rinku desapareció, los niños que comieron las paletas iban caminando justo hacia el terreno baldío donde poco a poco se fue manifestando la misma casa, solo que con forma de calabaza.

Los infantes cruzaron la valla y seguían caminando hacia la casa y entraban de poco a poco en ella. La bruja se posicionó encima mirando todo el espectáculo.

- Vengan mis niños, entren a la calabaza que los llevará al mundo de los sueños jajaja.

- ¡Atrás bruja! – los líderes llegaron hacia la casa tomando a los niños y alejándolos de ahí y no solo eso, sino que disparaban hacia la mujer quien esquivó esos ataques, aunque uno de ellos si le dio.

- ¡Maldita mocosa! – la casa estaba bajando de poco en poco como para desaparecer.

Mientras tanto, este movimiento logró hacer que la cápsula en la que Rinku se encontraba se rompiera un poco por lo que con un pequeño golpe de ella, logró salir y caer al piso, aunque todavía algo atontada por el gas.

La rubia se fue levantando de poco en poco, aunque sus piernas no le ayudaban del todo por lo que todavía se tambaleaba, pero fue hacia la vara que estaba en la mesa.

- Si esto es como lo que vi en Ultraman Tiga, entonces quiero creer que esta cosa me ayudará a transformarme. Por favor, que así sea… ¡ayúdame Ultraman Tiga! – tomando el artefacto, esta lo logró levantar y un intenso brilló provino de él.

Todos los niños, así como los miembros de GUTS miraban como la casa calabaza se estaba enterrando de nuevo, pero en un momento se detuvo y volvió a subir. Para mayor sorpresa, esta era empujada desde abajo por un gigante con el cuerpo de tres colores: azul, gris y rojo.

- E-Eso es…

- ¡Ultraman Tiga!

- ¡Por favor Ultraman Tiga! ¡Salva a todos los niños, ellos son inocentes! – Kyoko gritó a lo que el gigante asintió.

Rinku se revisaba el cuerpo sin poder creerse que ella era Ultraman por lo que tardó un momento en asimilar lo que pasaba, pero ese sentimiento se fue al demonio cuando escuchó la risa de la bruja y esta pasó volando el cielo.

- ¡Sorpresa! ¡Jajajajajajajajajajaja! – la bruja exclamó y al mismo tiempo, su tamaño se fue agigantando hasta volverse un monstruo de unos 50 metros, casi del mismo tamaño que Rinku como Ultraman Tiga.

- Que feo… pero no puedo dejar que siga haciendo de las suyas, debo actuar como Ultraman – la lucha entre ambos gigantes inició.

Ambas chocaron sus puños, así mismo, quisieron dar patadas, pero solo hacían choques, ambos gigantes lucían muy igualados, pero la bruja logró darle un golpe en la cara que dejó a Rinku viendo estrellas.

Lo que siguió fue una serie de golpes hacia la rubia, pero no duró mucho ya que logró rematar a la bruja con un golpe en el estómago, aunque no sería lo que la acabaría, ni de lejos.

Rinku / Ultraman Tiga corrió hacia la bruja lanzándose para asestarle una patada, pero esta logró desaparecer a tiempo y la rubia solo fue a estrellarse contra unos árboles.

- ¿A dónde fue? – la chica buscaba a la bruja, pero apareció detrás de ella dándole un golpe para luego desaparecer sin darle tiempo a la rubia de hacer algo.

Esto continuó por un buen momento, Rinku no podía hacer nada ante los golpes que le daba la bruja y en una de esas, logró darle un fuerte puñetazo en el estómago que la dejó sin aire por un momento.

No ayudó en nada que el Temporizador de Color, el dispositivo que traía en el pecho, empezara a brillar en rojo y a sonar, lo que quería decir que no le quedaba mucho tiempo a Rinku con esa transformación.

- Debo salvar a los niños, ¡tengo que salvar Halloween! – usando todo el poder que tenía, la rubia lanzó varios rayos de energía con sus brazos hacia todos lados hasta que logró asestarle uno a la bruja la cual fue mandada a volar por los cielos.

Y todo finalizó cuando Rinku / Ultraman Tiga le dio un golpe de energía que atravesó a la bruja, destruyéndola.

Los niños volvieron a la normalidad y solo se preguntaban que hacían en esos lares, así que todo estaba normal como siempre.

- ¡Rinku-chan! – Kyoko divisó a su amiga la cual ya había vuelto a la normalidad, pero ocultaba el hecho de que ella era Ultraman Tiga por lo que solo escondió el dispositivo de transformación.

- Estoy bien Kyoko-chan, solo estaba saliendo de ahí – la chica río un poco, aunque luego notó como las mejillas de su amiga estaban sonrojadas, lo mismo que las demás chicas y Makoto estaba viendo para otro lado – ¿Qué pasa?

- Este… como decirte…

- Estás desnuda – Michiru fue directa y Rinku se dio cuenta de que no tenía nada en su cuerpo.

- ¡Noooooooooooooooooooooooo!

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- ¡No! – Rinku se levantó de golpe, tomando bastante aire y el cuerpo sudado, pero al final todo lucía tranquila.

La rubia notó que estaba en su sala notando que hace horas había terminado el capítulo de Ultraman Tiga que había visto.

- Todo fue un sueño, de suerte no fue nada real – susurró la chica, aunque sintió algo duro a su lado y cuando miró, sus ojos se abrieron de par en par – esto es…

Ya cuando todas iban a la escuela, las demás integrantes de Happy Around! miraron como Rinku venía con un adorno en su mochila el cual era como la vara de transformación de Ultraman Tiga.

- ¿Qué es eso?

- Un regalo que me llegó del espacio – las demás no entendieron eso, pero solo siguieron hacia la academia Yoba.

La rubia no notó cuando el adorno brilló por un momento y se notó la silueta de Ultraman Tiga en él, pero esto nadie lo notó y tal vez con el tiempo, Rinku se dé cuenta.

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Continuará…