Capitulo 1

Catra se encontraba dando saltos entre los árboles que componían a Los Bosques Susurrantes, solo la luna era testigo de sus acrobacias, ella podía ser tan ágil como sigilosa, lo que se podía esperar de la capitana de la fuerza de La Horda.

Estaba en una misión del tipo personal, un asunto que atender, llego hasta un lago donde podía ver las estrellas y a ella misma reflejadas en la superficie del agua, era agradable poder estar a solas y no tener que pensar en las presiones de su cargo.

-vaya, vaya, ¿estás sola gatita?

Catra reconoció esa voz, era ella, Adora, su mejor amiga incluso podríamos decir que era su única amiga, pero ahora eran enemigas, la chica rubia tenia su espada en alto, lista para la acción.

-hey Adora, no necesito un ejército para vencerte.

Y así sin dilatarla la espera empezaron a pelear, Adora mantenía la distancia con su espada en tanto que Catra buscaba algún espacio para poder colarse, con sus uñas logro dejar marca en su abdomen a lo cual Adora respondió con:

-hija de…

Respondiendo con un buen barrido Adora logro hacer que Catra cayera de espaldas al suelo, rápidamente se sentó en su abdomen aplastándola, levanto su espada con total determinación y grito:

-¡ESTO TERMINA AHORA!

Pero nada ocurrió, ambas estaban quietas como si nada, con sus ojos miraron hacia todos lados en los árboles, en los arbustos, Catra exclamo:

-ya, no hay moros en la costa, baja esa espada.

Una sonrisa apareció en el rostro de Adora mientras llevaba el filo de su espada al cuello de la felina:

-¿ahora me rasguñas Catra?

-eso fue por aquel rodillazo en "Luna Brillante" Adora.

Adora se acerco a ella, sin parar de sonreír:

-oh vamos, solo fue un pequeño golpe, no es fácil fingir una pelea a la vista de todos.

Puso su espada en el suelo para después besar a Catra, podía sentir como sus manos acariciaban sus cabellos rubios, el contacto entre sus pieles solo las estimulaba más y más y las temperaturas de sus cuerpos iban creciendo, Catra tomo el rostro de Adora y con la mínima fuerza necesaria la aparto unos pocos centímetros, solo quería ver su rostro cuando le dijera lo siguiente:

-te amo Adora, te amo.

Se quedo esperando un "te amo" por parte de Adora, pero esta ultima respondió acortando nuevamente la distancia y besándole el cuello, ambas se bajaban los pantalones lo mejor que podían, estaban tentadas a rompérselos para sentirse más libres, pero ambas deberían volver a sus respectivos bandos más tarde.

La mano derecha de Adora llego hasta la vagina de Catra y sin perder tiempo el dedo medio, el índice y el anular fueron bañados por aquel interior tan húmedo como caliente de la capitana de la fuerza de la Horda, esta ultima intentaba contenerse mientras decía:

-¡espera idiota, no debemos hacernos tanto ruido!, ¡no quiero gritar ahora!.

Adora disfrutaba verla en esa posición, si Catra quería que se relajase estaba lejos de lograrlo, entre pesadas respiraciones Adora decía:

-lo siento Catra, pero me vengo aguantando toda la semana, quiero oír como gime una soldado de la Horda.

Era algo arriesgado, por empezar ni siquiera deberían estar juntas hablando, si alguien las pillase en este estado sería un escándalo, todo ese riesgo era estimulante, como si fuese un afrodisiaco, Adora solo ponía mas empeño, quería que Catra se corriese y quería que lo hiciese tan pronto como pudiera.

Catra solo podía cerrar los ojos, era todo tan intenso, siempre lo era, pero esta vez, era muy diferente, sentía que había electricidad recorriendo su cuerpo, le daba placer y al mismo tiempo la rígida, incapaz de moverse y a duras penas podía respirar:

-AGHH…ADORA…YO…

Adora parecía que jugaba con su juguete favorito, su sonrisa era tal que su sonrisa era de oreja a oreja, sabia que estaba cerca de lograrlo y como si fuese un juego de rol exclamo con total autoridad:

-¡GRITA Y CORRETE PARA MI SOLDADO HORDIANO, ES UNA ORDEN!

Catra grito con todas sus fuerzas, no quería hacerlo, era tonto e innecesario pero sabia que Adora lo disfrutaría y solo eso le importaba ahora:

-¡AHHHHH!

La estimulación fue tal que la vista de Catra quedo en blanco, como si su alma hubiese escapado de su cuerpo, su cuerpo estaba cubierto de su sudor y solo la hierba del suelo seria testigo mudo de su momento de placer.

Naturalmente quedo exhausta en el suelo, recuperando el aire, estaba tan relajada como vulnerable, su mente estaba en blanco como si sus redes neuronales hubiesen sido destruidas por tanta estimulación, estaba tan vulnerable que al sentir los dedos de Adora en sus propios labios empezó a lamerlos, a chuparlos a saborear aquellos dedos que habían estado en el interior de su vagina.

-¿te gusta tu sabor Catra?

Catra solo asintió, estaba probando su propio interior, con la mente fría probablemente no habría accedido, pero después de tanto placer podría haber lamido un árbol, tomo aquellos dedos y se los acerco a Adora para que también los probase, pero ella respondió:

-en otra ocasión Catra, ya te corriste ahora me toca a mí.

Y casi sin esperar aprobación Adora se sentó en la cara de Catra, no fue necesario decir nada, Catra puso su lengua a trabajar, recorría todo el interior de Adora, la cual retorcía suavemente su cuerpo por el placer:

-si Catra, sigue así.

Catra luchaba por respirar y darle placer a Adora, no era tarea fácil ya que Adora no se tomo ninguna preocupación, estaba encima de Catra como si fuese su silla.

-¡quiero un beso francés!...¡un beso romántico!.

Nuevamente Catra la complacía, daba el beso más apasionado que podía ofrecer, ya no podía distinguir su saliva de los fluidos internos de Adora, esta ultima sujeto los cabellos de la hordiana con fuerza y exclamo con una pesada respiración:

-¡YA CASI!, ¡MAS RAPIDO!

Catra se tomaba todo como una orden, su lengua trabajaba a doble turno, pero no era suficiente, no para Adora, sujeto con más fuerza los cabellos de la chica de ojos bicolor y sacudió la cabeza de ella contra su entrepierna:

-CARAJO…CARAJO…¡AHHH!

Aquellos fluidos los cuales eran muy calientes salpicaron la cara de Catra, fue como recibir un baldazo y todo eso sumado al hecho de que Adora jalo con demasiada fuerza los cabellos de Catra, literalmente le arranco algunos quedando en sus manos y haciendo que la felina diera un grito ahogado. Parte de dichos fluidos llegaron a su boca, Adora al darse cuenta de ello y aun estando sentada casi sobre la cara de Catra exclamo:

-trágalo Catra, no lo desperdicies, es mi regalo para ti.

Catra obedeció nuevamente, los jugos de Adora viajaban de su boca a su garganta para terminar en su estomago y mientras eso ocurría un pensamiento pasaba por su mente:

No es que quiera que alguien lo sepa pero…¿qué pensarían los soldados de la Horda si me viesen así? No solo teniendo sexo con el enemigo, si no que también, lo obedezco, suena tonto, pero me gusta seguir las ordenes de Adora, ella es tan linda.

Ambas ya estaban satisfechas por lo que Adora se quito de encima de Catra para que esta ultima pudiese limpiarse la cara después de su actividad, el agua no solo limpiaba su rostro también la refrescaba.

-Adora la próxima ten más cuidado, casi me dejas calva.

-vamos Catra, solo me deje llevar.

Catra veía como Adora estando sentada en el suelo tenía aquellos cabellos que le arranco de un tirón, si bien le molesto que se los arrancase sin su consentimiento, le gustaba la idea de que estuvieran en las manos de su amada, se acercó a ella lentamente para juntar sus manos y fue ahí cuando esbozo una gran sonrisa y exclamo:

-que mis cabellos sean un regalo para ti Adora, me gustaría traerte algo mejor pero no he tenido tiempo.

Adora correspondió aquella sonrisa con otra sonrisa y respondió:

-gracias y ahora, tenemos que hablar de cosas importantes.

En eso consistía sus encuentros, en cada fase de la luna se encontraban en los Bosques Susurrantes para tener sexo y para planificar el rumbo de la guerra en Etheria.

-Así que harán una ofensiva en Plumeria.

-si, un par de pelotones.

Adora había abandonado La Horda y ahora era conocida como She Ra que peleaba junto a la Rebelión de Princesas, Catra se vio traicionada en más de un sentido y si bien estaban en bandos rivales lo cierto es que nunca dejaron de quererse y fue una noche cuando se encontraron en el Bosque Susurrante que se entregaron a sus deseos.

-¿y los robots?

-algunos están en reparación y la idea es poder construir más unidades en menos de 2 meses.

En estos encuentros Catra podía ser vulnerable, no tenia que poner barreras para protegerse de los demás, cuando estaba con Adora Catra no era La Capitana de la Fuerza, era solo Catra. Y como ambas sabían que no podían hacer su relación publica lo más lógico les pareció manipular los resultados de la guerra, para evitar la máxima matanza, digamos que si Catra avanzaba un par de casilleros Adora la hacia retroceder y viceversa, era como un encuentro casi arreglado, ambas sabían lo que su rival haría.

-bueno, ya tenemos lo que buscamos, te vere la próxima.

-espera Adora.

-¿qué pasa Catra?

Si bien Catra le gustaban estos encuentros no podía evitar encontrarlos muy fugaces como si el tiempo pasase demasiado rápido.

-¿no quieres que hablemos otro rato?

-ya es muy tarde ¿no crees? Glimmer y los demás podrían preocuparse por mí, además ya tocamos los temas importantes.

-oh claro.

Ya no se me dificulta decirle te amo, pero decirle "por favor Adora, quédate un rato más, abrázame, cuéntame de tu día" … ¿por qué es tan difícil?

Catra observo sus cabellos en el suelo, no dudo en agacharse para recogerlos y dárselos a Adora.

-entonces, quédatelos.

Adora tomo aquellos cabellos y antes de irse ambas se besaron tiernamente.

-gracias Catra.

Cada una volvió con su propio grupo, Adora podía oír el crujido de sus pies sobre la hierba, al igual que Catra ella disfrutaba estos encuentros, pero…

Jaja hice que se lo tragara, Catra es tan sumisa cuando se lo propone.

Miro hacia atrás para estar segura de que Catra no seguía cerca y fue entonces cuando dejo caer aquellos cabellos de la felina al suelo para dejarlos ahí.

Que asco, creo que tienen grasa.

Catra por su lado ya estaba por entrar en La Zona del Terror, pero su mente seguía en aquel bosque:

Realmente quiero pasar más tiempo con Adora, no solo quiero tener sexo y hablar de la guerra, supongo que por ahora tendré que conformarme con…mi amor de medianoche.