Capitulo 1: Un mundo de magia

Las nubes grises cubrían el cielo de Konoha, y la lluvia caía sin cesar sobre los escombros de la batalla. Naruto Uzumaki se encontraba en el centro de la destrucción, jadeando mientras contemplaba a un moribundo Nagato, el verdadero rostro detrás de Pain. La batalla había sido intensa, pero finalmente, con su determinación inquebrantable, había logrado hacer algo más poderoso que simplemente vencer a su enemigo: había logrado comprenderlo.

El ciclo de odio que Jiraiya tanto deseaba romper… quizás, solo quizás, Naruto había dado el primer paso. Con un último acto de redención, Nagato utilizó su Rinnegan para traer de vuelta a los caídos en la batalla. Konoha, aunque devastada, comenzaba a recuperar la esperanza.

Mientras Naruto caminaba de regreso, entre los gritos de júbilo y las lágrimas de agradecimiento, una extraña sensación recorrió su cuerpo. Era como si el mismo espacio a su alrededor temblara. Sus piernas flaquearon, y antes de que pudiera reaccionar, una luz dorada lo envolvió. Sintió su cuerpo ser arrastrado por una fuerza indescriptible, como si estuviera siendo absorbido por un torbellino invisible.

El tiempo y el espacio parecieron desvanecerse. Un instante después, Naruto abrió los ojos y descubrió que ya no estaba en Konoha. A su alrededor, un frondoso bosque se extendía en todas direcciones. La brisa era fresca, y el aire tenía una extraña sensación… algo diferente, como si la energía del mundo fuera distinta. Intentó concentrar su chakra, pero sintió algo inusual: aún estaba ahí, pero su flujo se sentía alterado, como si estuviera reaccionando a una nueva fuerza desconocida.

—¿Dónde… estoy? —murmuró, mirando a su alrededor con el ceño fruncido.

No tuvo mucho tiempo para analizar la situación cuando un sonido de pasos llamó su atención. Giró la cabeza y vio a un pequeño grupo acercándose. Al frente, una mujer de cabello plateado y ojos serenos caminaba con una expresión impasible. Sus ropajes y su porte le recordaban a una kunoichi, pero había algo en ella que le resultaba diferente. A su lado, un joven pelirrojo con aire despreocupado la seguía, mientras que una niña de cabello morado y expresión curiosa lo observaba con desconfianza.

Naruto, aún aturdido por el cambio repentino, se puso en guardia. No sabía quiénes eran ni dónde estaba, pero su instinto de ninja le decía que debía estar preparado para cualquier cosa.

La mujer de cabello plateado se detuvo a unos metros de él y lo miró fijamente antes de hablar con voz tranquila y calculadora.

—No eres de este mundo…

Naruto sintió un escalofrío recorrer su espalda. No tenía idea de dónde estaba, ni cómo había llegado allí, pero una cosa era segura: su historia aún no había terminado.

Naruto mantuvo su postura defensiva mientras analizaba a la mujer de cabello plateado. No parecía hostil, pero su mirada afilada y su tono de voz desprendían una sensación de profunda sabiduría y experiencia. Sus ojos dorados lo observaban con detenimiento, como si estuviera evaluándolo.

—¿Cómo que no soy de este mundo? —preguntó Naruto con el ceño fruncido.

La mujer no respondió de inmediato. En su lugar, ladeó levemente la cabeza, como si estuviera pensando en la mejor manera de explicarlo. El joven pelirrojo a su lado —que vestía ropas sencillas de color rojo con negro y llevaba una gran hacha de batalla colgando de su espalda— se cruzó de brazos y miró a Naruto con curiosidad.

—Frieren, ¿qué significa eso? —preguntó el chico.

—Significa exactamente lo que he dicho, Stark —respondió la mujer sin apartar la vista de Naruto—. Su esencia es diferente. No es un demonio, ni un elfo, ni un humano común. Hay algo en su energía que no pertenece a este mundo.

Naruto sintió un escalofrío. Era la segunda vez que alguien mencionaba lo mismo. Estaba claro que ya no estaba en su hogar, pero ¿cómo había llegado hasta allí? Recordó la extraña sensación antes de ser envuelto por la luz dorada… ¿podría haber sido una técnica de transporte? Pero no se parecía a nada que hubiera experimentado antes. Ademas ¿ella menciono demonios y elfos? Solo había escuchado de los elfos en los cuentos de hadas que leía cuando era niño y lo mas cercano a un demonio que se conoce son los bijuus.

Naruto miro fijamente a la mujer de cabello blanco—Ahora que lo veo bien…—El noto que ella tenia unas orejas alargadas como en los cuentos de hadas.

Naruto se vio interrumpido de sus pensamientos al percatarse que alguien se acercaba a el.

La niña de cabello morado que los acompañaba dio un paso adelante, con los ojos entrecerrados.

—¿Y si es peligroso? —preguntó, con cierto recelo.

Naruto levantó las manos en señal de paz y dejó escapar una risa nerviosa.

—Tranquilos, no vine aquí para pelear ni nada por el estilo. De hecho, ni siquiera sé cómo llegué aquí.

—Señora Frieren solo mírelo, tiene toda su ropa desgastada además de estar toda sucia y llena de tierra, parece ser que no se a bañado en días, yo creo que solo es un mero vagabundo, ¿y si es contagioso?—dijo la Joven chica de pelo morado todavía mirándolo con recelo.

—¡Fern, no seas grosera!— dijo el pelirrojo.

Naruto inmediatamente y con un enojo cómico apunto con su dedo a ahora identificada como Fern para luego gritar— ¡Oye!, ¡no soy ningún vagabundo soy un ninja, y si estoy en estas condiciones es por que estaba en una pelea muy difícil que me dejo asi!—

Frieren entrecerró los ojos por un momento, mirando a Naruto mientras el seguía defendiéndose de las acusaciones de Fern y extendió su mano. De la punta de sus dedos, una tenue energía mágica comenzó a brillar. Naruto dejo de gritar ya que sintió una especie de vibración en el aire, algo parecido al chakra, pero diferente. Era más densa, más estable…

—¿Pero que? ¿Que fue lo que hiciste? ¿Qué clase de técnica es esa? —preguntó con cautela.

—No es una técnica —respondió Frieren—. Es magia.

Naruto parpadeó, sorprendido. ¿Magia? Claro, conocía técnicas ninja que parecían magia, como las ilusiones del Sharingan o los jutsus de transformación, pero… ¿esto era algo diferente?

—Oye, oye, espera un momento… —Naruto se llevó una mano a la cabeza, tratando de ordenar sus pensamientos—. Primero me dices que no soy de este mundo, y ahora me hablas de magia como si fuera algo normal.

Frieren dejó que su hechizo se disipara y cruzó los brazos.

—Si has aparecido aquí por accidente, significa que alguien —o algo— te ha traído. Y si eso es cierto, entonces hay una razón para que estés aquí.

Naruto tragó saliva. No le gustaba la idea de haber sido arrastrado a un mundo desconocido sin su consentimiento. Había dejado muchas cosas atrás en Konoha. ¿Qué estaría pasando ahora con la aldea? ¿Cómo reaccionarían Sakura, Kakashi, la abuela Tsunade y los demás si descubrieran que había desaparecido?

Pero antes de poder sumergirse en sus pensamientos, su instinto de ninja se activó. Un escalofrío recorrió su espalda, y sin pensarlo, giró la cabeza justo a tiempo para ver una sombra moviéndose entre los árboles.

—¡Cuidado! —gritó Naruto, lanzándose hacia adelante.

En cuestión de segundos, una figura grotesca emergió de la espesura. Era una criatura deforme, con piel oscura y ojos brillantes como brasas encendidas. Sus afiladas garras reflejaban la luz de la luna, y su boca se abrió en un rugido ensordecedor.

—Un demonio —murmuró Frieren con calma, extendiendo su mano.

Naruto no esperó instrucciones. Sus reflejos entrenados entraron en acción, y en un instante, formó sellos con sus manos.

—¡Kage Bunshin no Jutsu!

Tres clones aparecieron a su lado, y sin dudarlo, se lanzaron al ataque. La criatura gruñó y se movió con una velocidad sorprendente, esquivando a los clones con movimientos ágiles. Pero Naruto ya estaba preparado. Se deslizó por debajo de la bestia y cargó chakra en su mano.

—¡Rasengan!

El orbe giratorio de chakra impactó contra el demonio, enviándolo por los aires hasta estrellarse contra un árbol con un estruendo. Naruto se puso de pie, jadeando ligeramente, y miró hacia Frieren y su grupo.

Para su sorpresa, la elfa lo observaba con genuino interés.

—Ese ataque… no usaste magia.

—No —respondió Naruto, aún alerta—Usé chakra.

Stark y Fern lo miraron con sorpresa.

—Nunca había oído hablar de algo así —dijo el joven guerrero.

—No es magia, pero tampoco parece una técnica de espada —murmuró Frieren, caminando hacia Naruto.

La criatura, sin embargo, aún no estaba derrotada. Se levantó con un rugido furioso, con sus heridas regenerándose rápidamente. Naruto chasqueó la lengua.

—¡Tsk! ¡Debería haber usado más chakra!

Pero antes de que pudiera moverse, Frieren levantó una mano y murmuró unas palabras en voz baja. Un círculo mágico apareció en el aire, y en un parpadeo, un rayo de energía azul descendió del cielo, impactando directamente en la criatura. Un estruendo resonó en el bosque, y cuando el polvo se disipó, el demonio ya no existía. Solo quedaba una mancha negra sobre la tierra.

Naruto abrió la boca con asombro.—¡Vaya! Eso fue increíble ¿eso es la magia?.

Frieren lo miró de reojo.

—Tú también eres interesante.

Hubo un momento de silencio entre ellos. Naruto sintió que la mirada de la elfa lo atravesaba como si estuviera intentando leer su alma. Finalmente, Frieren giró sobre sus talones y comenzó a caminar.

—Bueno, hay que darnos prisa y continuar con nuestro camino, la siguiente ciudad no esta lejos-dijo la elfa.

Naruto antes de poder decir algo escucho a Frieren hablar.

—Ven con nosotros.

—¿Eh? ¿A dónde?

—Si realmente has llegado aquí por accidente, entonces lo mejor es que nos acompañes hasta la capital. Tal vez podamos encontrar alguna pista sobre cómo regresarte a tu mundo. Ademas estas perdido y no creo sepas mucho sobre este lugar.

Naruto parpadeó un par de veces y luego sonrió.

—Bueno, si eso significa que podré conocer más sobre este lugar… ¡entonces, vamos!

Frieren al frente sin voltear dio una sonrisa para si misma—Eres realmente interesante, Naruto.

Y así, sin saberlo, Naruto Uzumaki comenzó su nueva aventura, un viaje en un mundo de magia, demonios y héroes olvidados.

El viaje de Naruto junto a Frieren, Stark y Fern continuó a través de los densos bosques de aquel mundo desconocido. El joven ninja, aunque intrigado por la magia que rodeaba aquel lugar, no podía evitar sentir una punzada de incertidumbre sobre su destino. ¿Cómo había llegado hasta allí? ¿Y lo más importante, cómo podría regresar a su mundo?

Mientras caminaban, Naruto no dejó de observar a sus nuevos compañeros. Frieren era, sin duda, una persona enigmática. Sus ojos dorados reflejaban una calma absoluta, y su manera de hablar era tan serena que resultaba difícil descifrar lo que estaba pensando. Fern, por otro lado, seguía mirándolo con desconfianza, aunque al menos ya no lo llamaba "vagabundo" cada cinco minutos. Stark, en cambio, parecía alguien relajado y fuerte, pero Naruto intuía que había más en él de lo que dejaba ver.

—Oye, Stark, ¿cómo terminaste viajando con ellas? —preguntó Naruto, buscando romper el silencio.

El pelirrojo se encogió de hombros. —Bueno, Frieren me encontró en un pueblo y decidí acompañarlas.

Naruto asintió—¿Y tú, Fern? ¿Eres una maga como Frieren?

Fern lo miró con el ceño fruncido. —Soy su aprendiz —respondió, sin más explicaciones.

Naruto sintió que la chica no tenía intenciones de seguir la conversación, así que dejó de insistir.

En cambio, dirigió su atención a Frieren.

—Entonces… ¿qué lugar es este? ¿Dónde estamos exactamente?

La elfa no se detuvo al responder. —Estamos en el Reino de Elric. Esta región solía ser pacífica, pero últimamente han aparecido más demonios de lo normal.

Naruto frunció el ceño. —Hablando de demonios… ¿qué son exactamente? En mi mundo, los "demonios" son más como bestias de chakra.

Frieren pareció pensarlo un momento antes de responder. —Aquí, los demonios son criaturas que se alimentan de los humanos. Son inteligentes, pero no poseen emociones reales. Solo saben mentir, manipular y cazar.

—Vaya, suena como algo sacado de un cuento de terror —murmuró Naruto.

Naruto continuó caminando junto a sus nuevos compañeros, observando el paisaje que lo rodeaba. El bosque era vasto, con árboles altísimos y un aire mágico que lo hacía sentir extrañamente alerta. A pesar de su apariencia tranquila, su instinto le decía que aquel mundo esconde peligros que aún no comprendía del todo.

Stark, quien hasta ahora había sido el más accesible del grupo, notó el gesto pensativo de Naruto y decidió romper el silencio.

—Oye, Naruto. Dijiste que eras un ninja, ¿cierto? ¿Qué significa exactamente eso?

Naruto sonrió ante la curiosidad del joven guerrero.

—Un ninja es un guerrero especializado en combate y sigilo. En mi mundo, usamos el chakra, una energía interna que nos permite hacer cosas como caminar sobre el agua, trepar paredes sin usar las manos y lanzar técnicas como la que viste antes, el Rasengan.

Stark silbó, impresionado.

—Eso suena útil. Aunque dudo que pueda hacer algo como eso.

Naruto le dio un codazo amistoso en el brazo.

—Oye, no te subestimes. Seguro que tienes tus propias habilidades.

Frieren, quien había estado escuchando la conversación en silencio, finalmente intervino.

—Es interesante. Tu chakra parece funcionar de manera similar a la magia de este mundo, pero su naturaleza es diferente. La magia se extrae del maná del entorno, mientras que el chakra viene de la energía interna de cada persona.

Naruto asintió lentamente, procesando la información.

—Entonces, ¿significa que no puedo aprender magia?

Frieren lo miró con una expresión neutral.

—Difícil de decir. Tal vez puedas adaptarte a ella, pero necesitarías años de práctica para dominarla como Fern lo está haciendo.

Naruto miró a Fern, quien mantenía la vista al frente sin participar en la conversación. La joven maga parecía estar concentrada en su propio mundo. Finalmente, ella suspiró y habló sin girar la cabeza.

—No creo que un ninja impaciente pueda aprender magia con facilidad.

Naruto puso los brazos en la nuca y sonrió con descaro.

—Oye, que sea impaciente no significa que no pueda aprender cosas nuevas. He entrenado con los mejores y siempre encuentro la forma de mejorar.

Frieren se limitó a esbozar una pequeña sonrisa, apenas perceptible.

—Veremos.

La noche cayó sobre el bosque, y el grupo de viajeros improvisó un campamento improvisado. Frieren, con su magia, creó una barrera protectora alrededor del lugar, manteniendo alejados a los peligros de la noche. Naruto, acostumbrado a la vida ninja, se ofreció a hacer guardia, pero Frieren le aseguró que no era necesario.

—Descansa, Naruto —dijo la elfa—. Necesitarás tus fuerzas para el camino de mañana.

Naruto asintió y se recostó junto a una fogata que Stark había encendido. El calor de las llamas lo reconfortó, y poco a poco, el cansancio lo venció. Mientras dormía, soñó con Konoha, con sus amigos y con la vida que había dejado atrás. Se preguntó si alguna vez volvería a verlos, si alguna vez encontraría la forma de regresar a su hogar.

En la mañana siguiente Naruto, Fern y Stark ya habían despertado y estaban preparando el desayuno, mientras que Frieren, bueno ella seguía durmiendo.

Pasaron los minutos, Naruto y Stark están conversando y Fern perdió el interés en la conversacion ya que ellos solo platicaban cosas de hombres que consideraba muy inmaduras y mejor se concentro en la comida.

Ya es de dia…—se escucho una voz—Los 3 voltearon y vieron que Frieren había despertado.

¡Señora Frieren, tan temprano! Exclamo Fern sorprendida

¿Eso… es extraordinario? Dijeron Naruto y Stark al mismo tiempo con una cara confundida.

Por su puesto—dijo Fern para levantarse y dirigirse hacia Frieren— Cuando sucede hay que felicitarla

Naruto y Stark solo miraron con una cara de Poker.

Momentos después se puede ver a Stark le estaba haciendo un masaje a los hombros de Frieren y Fern dandole de comer. Naruto solo veía la situación sin entender.

Diga aaa—exclamo Fern mientras le daba de comer a Frieren.

¿Que le pasa?— penso Stark.

Fin del capitulo 1.

Bueno chicos si les gusto pueden seguir esta historia, es mi primer fanfic asi que perdon si hay errores en la narración, soy muy nuevo en esto, en los comentarios pueden dejar que les pareció y asi yo también me doy retroalimentación, tratare de seguir la historia del anime de Frieren poco a poco ya que el Anime en si es muy corto y no quiero que esto se acabe muy rápido, Gracias por leer!