Fragilidad
Capítulo 17
Fuera de lugar
Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto, esta historia es de mi total autoría no está permitida su publicación en otros sitios sin previa autorización. -Azulen-
Summary: ¿Amor? – bufó sarcásticamente- Lo que quiero es que te largues y me dejes en paz… -siseó con rabia contenida - ¿Es… realmente eso lo que deseas? ¿Serás feliz ahora Sasuke? ¿Dejarás que el odio te envenene el corazón? - ¿Qué hubiera pasado si Sasuke nunca se hubiese ido de Konoha?
•••
Sakura se estiró con pereza antes de entrar al despacho, escuchando la voz serena de su maestra darle permiso para pasar, como siempre, era la primera en llegar.
A estas alturas el despacho de la Hokage le resultaba tan familiar como su propia casa, había pasado horas y horas allí, asistiendo a Tsunade en sus tareas diarias cuando no estaba reforzando conocimientos en el hospital o entrenando, era diligente, siempre dispuesta a aprender y ayudar y eso le había permitido convertirse en su segunda asistente de manera casi natural.
-¡Buenos días, Shishou!- saludó con su característico entusiasmo, su sonrisa irradiando luz.
Aquella alegría no pasó desapercibida para la mujer tras el escritorio, quien casi se había acostumbrado al gesto apagado que portaba últimamente, Tsunade entrecerró los ojos con una media sonrisa astuta y una ceja arqueada, viendo la oportunidad perfecta para indagar en el ánimo sospechosamente radiante de su aprendiz.
-¿Por qué tan feliz? ¿Acaso el niño Hatake llegó a segunda base anoche?- inquirió con sorna, dejando que un matiz burlón se deslizara en su tono, sus ojos mieles concentrados en una de las carpetas sobre su escritorio.
-¡Tsunade-sama!- protestó Sakura con un respingo, sintiendo su rostro arder violentamente ante la insinuación- Uhm… ¿Qué es eso?- inquirió nerviosa buscando desviar el tema sin mucho éxito hacia una pila de cajas a su lado.
-Un licor que confiscaron anteayer en una fiesta, contiene un potente afrodisiaco famoso en Kumogakure…- explicó como si nada- por supuesto no es apto para menores…
Afrodisiaco…
Pero el tono lúdico de la Hokage desapareció en un instante, elevó su atención hacia ella encontrándose con su rostro juvenil tornándose repentinamente pálido, una expresión de repentina lucidez como si de repente comprendiera demasiadas cosas y su mirada ámbar se volvió afilada, buscaba picar su timidez, no encontrarse con una realidad, con un deje de severidad maternal, pronunció su nombre en un tono que la hizo enderezarse con inquietud.
-Sakura ¿Estabas ahí?
Ese llamado la puso en alerta.
-Siéntate- ordenó Tsunade, señalando con la mirada la silla junto a su escritorio, aquella en la que Sakura solía acompañarla por las tardes para ayudarla con su interminable carga laboral- sé que bebiste de eso, no intentes mentirme.
Sakura tragó saliva y asintió, sintiéndose repentinamente pequeña bajo el peso de aquella mirada inquisitiva.
Tsunade suspiró, dejando a un lado los documentos y centrándose en ella con una mezcla de paciencia y resignación.
-Déjame adivinar…- murmuró, ladeando la cabeza con expresión escrutadora- Has dejado a Naoki por ese niño odioso del clan Uchiha.
Sakura apretó los labios, pero terminó asintiendo en silencio, no tenía sentido intentar ocultarlo, su maestra la conocía demasiado bien. Un destello de fastidio cruzó el rostro de la mujer, aunque se contuvo de hacer algún comentario mordaz sobre la que consideraba era una muy poco sabia elección viniendo de su alumna considerando que la esperanza de vida de aquel niño Uchiha se veía seriamente amenazada por sus propios propósitos y caprichos.
-Sakura… -comenzó, eligiendo sus palabras con cuidado- Sé que a tu edad el amor puede sentirse como algo abrumador y muy… intenso.
Su tono no era de reproche, sino de comprensión.
-Y cuando las emociones son tan fuertes, pueden llevarnos a actuar sin pensar en las consecuencias- la mirada ambarina se volvió más penetrante encogiéndola un poco más sobre su sitio- El inicio de la vida sexual es natural, solo espero que hayas sido lo suficientemente responsable como para recordar usar protección.
Sakura asintió con insistencia, su sonrojo aumentando por la dirección que había tomado la conversación.
-No se puede frenar lo inevitable, el cuerpo humano funciona como funciona por una buena razón, no voy a darte un discurso de falsa moral, pero aún son demasiado jóvenes para lidiar con lo que implica traer un niño al mundo- el tono de Tsunade se suavizó de manera inusual- Te enseñaré a preparar un medicamento anticonceptivo discreto, sé que tu madre haría un escándalo de esto- puso los ojos en blanco conociendo lo estricta que podía llegar a ser Mebuki Haruno con su única hija- solo por si acaso.
El alivio la envolvió y con un tenue sonrojo, murmuró un agradecimiento, la calidez de la mano de su maestra acariciando su coronilla le trajo una inesperada sensación de seguridad y apoyo.
Tres golpes firmes interrumpieron el momento.
-Pasen- ordenó Tsunade con voz firme
La puerta se abrió, Neji y Naoki entraron en la oficina, inclinándose con respeto ante la Hokage.
-Buenos días, Hokage-sama- saludaron al unísono.
Neji cruzó los brazos con su típica elegancia calculada y miró a Sakura con tranquila curiosidad.
-¿También te convocaron?
-Sí- respondió ella con una sonrisa.
Naoki se mantuvo unos pasos detrás, su expresión inexpresiva, aunque sus ojos miel destellaban con una emoción difícil de descifrar cuando su mirada se posó en ella.
-Hola, Sakura- su voz fue baja, tersa como la seda, pero carente de la calidez de siempre- Supongo que esperamos a Sasuke-kun.
Su tono al pronunciar aquel nombre contenía un leve matiz de desagrado, Sakura sintió un nudo en el estómago y casi por instinto, apartó la vista, incapaz de sostener la mirada inquisitiva de Naoki que parecía reprocharle lo que había ocurrido entre los dos hace tan solo unos días.
No tuvo oportunidad de responder, porque una voz indolente y segura se filtró desde la puerta sin disimular su mal humor, interrumpiendo la conversación.
-Pues no esperen tanto…
Sasuke entró al despacho sin molestarse en tocar ni en saludar, con su mentón elevado en un gesto de desafío y sus ojos oscuros clavados en Tsunade con una mezcla de arrogancia y desinterés.
-¿Y ahora qué?- su voz tenía ese tono característico, desprovisto de emociones, pero con un filo cortante- Kakashi estará en la aldea hoy y puede entrenarme, así que espero que seas breve.
Pero, en cuanto su mirada oscura localizó a Sakura, su voz se suavizó sin que siquiera se diera cuenta avanzando a paso calmo hasta ella.
-Sakura.
Ella parpadeó, sorprendida por el cambio sutil en su tono y no pudo evitar sonrojarse.
-Sasuke-kun… - su voz se tornó tímida y una sonrisa delicada apareció en su rostro sin que pudiera reprimirla.
La atmósfera cambió.
Era sutil, casi imperceptible, pero lo suficientemente tangible como para hacer que Naoki apretara los puños con disimulo, que su mandíbula se tensara con un resentimiento apenas contenido, Neji, por su parte, observó la escena con una mezcla de incredulidad y tedio por lo que representaría una misión en medio de un triángulo amoroso, tenía poca confianza sobre la supervivencia de esos tres en sus actuales condiciones mentales.
Tsunade se aclaró la garganta, rompiendo con la tensión creciente en la habitación.
El sonido resonó con firmeza y todos dirigieron su atención a ella.
Pero la nueva tensión que se instauró era diferente.
La postura de la Hokage se volvió más rígida, su mirada adquirió una gravedad que hizo que el aire en la oficina se volviera denso.
Con un repiqueteo impaciente de sus dedos sobre la madera de su escritorio, dejó en claro que lo que tenía que decir no era un simple asunto trivial, el aire enrarecido dentro de la oficina de Tsunade hacía que el ambiente se sintiera más tenso que hace dos segundos.
Sasuke mantenía los brazos cruzados, su expresión severa y su postura recta mientras se disponía a escuchar interesado, a su derecha Sakura se puso de pie para posicionarse más formalmente frente a su maestra lista para recibir instrucciones, mantenía las manos entrelazadas tras la espalda y la mirada serena y curiosa, aunque su semblante era calmado, Sasuke podía notar la ligera rigidez en sus hombros, del otro lado algunos pasos alejado de ellos, Naoki permanecía estoico, con el ceño apenas fruncido y los labios apretados en una fina línea, evitando mirarlos directamente.
Neji, el último en completar el escuadrón mantuvo su porte impasible como siempre, con los brazos cruzados sobre el pecho y su mirada aguda evaluando la situación con su habitual serenidad.
Tsunade exhaló pesadamente antes de comenzar a hablar.
-Como podrán intuir hay una buena razón para haber convocado a cuatro de mis mejores chunin en un escuadrón- comenzó ganándose la atención de cuatro pares de ojos- anoche recibimos un informe sobre movimientos sospechosos en la frontera con la Tierra del Rayo, al parecer, una pequeña aldea aliada de Konoha ha sido tomada por mercenarios que se hacen llamar Kurotsume, su líder, Gaiya, es un ninja renegado de Konoha con habilidades de infiltración y combate cuerpo a cuerpo altamente desarrolladas- La Hokage les tendió un pergamino con la información disponible- Nuestra misión es recuperar el control de la aldea, neutralizar la amenaza y asegurarnos de que los aldeanos estén a salvo.
-¿Se ha confirmado si hay rehenes?- preguntó Neji con su voz firme y calculadora.
Tsunade asintió.
-Sí, los informes indican que los mercenarios han tomado prisioneros a los líderes de la aldea, probablemente para usarlos como moneda de cambio y a un equipo genin de Konoha recién graduado que se encontraba realizando una misión en la zona, no podemos permitir que esta situación escale hasta que Kumogakure se involucre- posó sus ojos directamente en Naoki en una fría advertencia.
Sasuke asintió levemente, podía entender la urgencia y la importancia de la misión.
-¿Cuál es el plan de infiltración?
Tsunade lo miró con aprobación por su disposición antes de continuar.
-Uchiha Sasuke, por tus habilidades, te he designado como el líder de esta misión, Kakashi partirá pasado mañana a una asignación así que no puede hacerse cargo de esto, Neji se encargará de la vigilancia y el reconocimiento para detectar puntos vulnerables y movimientos enemigos, actualmente es imposible ingresar a la aldea ya que se encuentra rodeada de shinobis renegados, tendrán que establecer un plan de infiltración, Sakura, como siempre, serás el apoyo médico y de combate, Naoki tu conocimiento del terreno es perfecto, tendrás el papel de avanzada, apoyarás la infiltración cuando sea necesario, si son emboscados por enemigos, no duden en ejecutarlos- sentenció fríamente.
Naoki se tensó apenas perceptiblemente, su mandíbula se apretó con fuerza al escuchar que Sasuke sería el líder del escuadrón, aunque él era quien tenía más experiencia en misiones de ese tipo y además era un shinobi de la tierra del rayo con amplio conocimiento del terreno, pero no dijo nada.
En su interior, el resentimiento palpitaba con una intensidad sorda, pero su orgullo le impedía cuestionar una orden directa de la Hokage.
-Entendido- respondió con voz neutra.
Sasuke no pasó por alto el destello de frustración en su mirada, pero decidió ignorarlo, no tenía tiempo para enfrentamientos personales.
-Preparen su equipo y partan de inmediato, no sabemos cuánto tiempo los aldeanos podrán resistir antes de que comiencen a deshacerse de rehenes - Tsunade apoyó las manos en su escritorio, mirándolos con seriedad- No cometan errores, la misión es la prioridad- sus ojos severos se posaron en Naoki y Sasuke.
El equipo asintió al unísono antes de darse la vuelta para marcharse.
-Sakura, espera un momento, lo demás pueden retirarse.
Justo cuando salían del despacho, Sasuke sintió la mirada de Naoki perforándole la nuca, se giró ligeramente y encontró su expresión dura, su ceño fruncido y sus ojos claros brillando con una mezcla de desafío y rencor apenas contenido.
-Más te vale no estorbar, Hatake- su voz fue baja, casi un susurro, pero lo suficientemente clara como para que el otro la escuchara.
Naoki apretó los puños.
-Tú tampoco, Uchiha.
Y con esa amenaza velada entre ambos, el escuadrón se dirigió a su misión, con una tensión tan densa que parecía que la pelea había comenzado mucho antes de pisar el campo de batalla.
•••
El mapa de la región estaba extendido sobre el suelo del campamento que habían levantado, con varias marcas de tinta señalando rutas, posibles obstáculos y puntos estratégicos, Sasuke estaba de pie, con los brazos cruzados y la mirada fija en el pergamino, su mente analizando cada detalle con precisión.
-Nos dirigiremos al punto designado siguiendo esta ruta- señaló un camino marcado con tinta negra que atravesaba el bosque, evitando los caminos principales- Es aparentemente más largo, pero nos mantendrá fuera de la vista de posibles emboscadas y podremos movilizarnos más rápido.
Sakura, sentada a su derecha, asintió con seriedad mientras repasaba mentalmente las provisiones y suministros médicos en su mochila, Neji, con su postura erguida y serena, observaba el mapa con su característico gesto imperturbable, evaluando la estrategia con la misma meticulosidad con la que analizaba el campo de batalla.
Naoki, apoyado contra la pared con los brazos cruzados, soltó una risa baja y sarcástica.
-Vaya, qué precavido, no sabía que el gran Sasuke Uchiha le tenía miedo a las emboscadas.
El comentario fue como una piedra lanzada a un estanque en calma.
Sakura tensó los hombros desviando sus ojos hacia Naoki de manera casi incrédula por verle actuar de esa forma en medio de una misión, Neji desvió fugazmente la mirada hacia Naoki, aburrido y Sasuke simplemente giró su rostro hacia él con una expresión de absoluta frialdad.
-¿Tienes algo que acotar?- su tono era neutro, pero la advertencia en sus ojos hablaba por sí sola.
Naoki sonrió, como si hubiera estado esperando esa respuesta.
-Solo me sorprende que te consideren líder de esta misión cuando no tienes experiencia real dirigiendo un escuadrón- se encogió de hombros con fingida despreocupación- claro, entiendo que ser el niño prodigio del clan Uchiha y el protegido de la Hokage te da ciertos privilegios.
Sakura abrió la boca para intervenir, dolida por ver los ojos usualmente cálidos de Naoki con la ira congelada en ellos, pero Sasuke fue más rápido.
-Experiencia real ¿eh?- su voz era baja, cargada de un matiz peligroso- ¿Me dirás que tú sí la tienes? Que recuerde… no eres más que un genin que fracasó en su primera misión de rango A y fue enviado a otra aldea porque no pudo soportar la vergüenza.
Naoki entrecerró los ojos.
-Tal vez no tanto como Neji, pero al menos no he pasado los últimos años persiguiendo gatos.
El ambiente se volvió espeso, Sasuke desvió su mirada hacia Sakura en un mudo reproche sobre su deliberada manera de hablar de sus misiones con aquel forastero.
Los ojos oscuros de Sasuke se clavaron en los de Naoki, su expresión era pétrea, pero su presencia emanaba una amenaza latente.
-Si tienes un problema conmigo, dímelo de frente de lo contrario lo tomaré como una insubordinación.
Naoki sostuvo su mirada con desafío, sin apartarse ni un centímetro.
Sakura tragó saliva, sintiendo la tensión volverse sofocante, estaba a punto de intervenir cuando Neji finalmente rompió el silencio.
-Basta los dos.
Su voz no era elevada, pero tenía el peso de una orden.
Ambos giraron la cabeza hacia él, encontrándose con la mirada severa del Hyuga.
-Si planean comportarse como niños, tal vez deberíamos informarle a la Hokage que la misión necesita una nueva alineación- su tono era tan ecuánime como cortante- pero si ya terminaron con su jueguito de ego, propongo que nos enfoquemos en el deber, les recuerdo que hay vidas en juego.
Naoki apretó la mandíbula, desviando la mirada con visible molestia, pero se mantuvo en silencio.
Sasuke, por su parte, simplemente exhaló por la nariz, dándole a Naoki una última mirada de advertencia antes de volver su atención al mapa.
-Bien. Si no hay más objeciones pasemos a revisar la formación… Neji, irás al frente, usa tu Byakugan para detectar cualquier amenaza antes de que nos alcance. Sakura y yo iremos en el centro, ella como soporte médico y yo coordinando la estrategia, Naoki, cubrirás la retaguardia.
Naoki bufó con ironía.
-Oh, claro, yo en la retaguardia, qué conveniente.
Sasuke lo ignoró.
Los ojos de Sakura se posaron en él con molestia contenida, la estaba exasperando aquella actitud tan subversiva que había adoptado de repente.
Nos moveremos en formación de rombo para asegurar que cualquier ataque por los flancos pueda ser respondido rápidamente y mantendremos comunicación visual en todo momento, si nos vemos obligados a separarnos, el punto de reunión será este claro en el bosque.
Neji asintió.
-Tiene sentido.
Sakura se inclinó hacia el mapa, memorizando los puntos clave.
Naoki permaneció en silencio, su semblante de piedra no reflejaba expresión alguna, finalmente, empujó su espalda contra el tronco del árbol y soltó un suspiro teatral.
-Muy bien, capitán Uchiha…
Sasuke ni siquiera se molestó en mirarlo.
-Andando, la frontera con la tierra del rayo está a dos días de camino.
Naoki apretó los dientes, pero no respondió.
Sakura suspiró para sus adentros, trabajar con esos dos sería más difícil de lo que pensaba…
•••
-¿Está segura de que no fue contraproducente elegir esa alineación? No creo que Sasuke esté preparado para…
-Lo está- afirmó Tsunade interrumpiéndole con firmeza, su mirada miel fija en el horizonte, donde el sol agonizaba en un resplandor anaranjado- La forma más rápida de probar su lealtad es confiándole una responsabilidad mayor, tiene la habilidad y el carácter para ello, su propio linaje así se lo exige, no se dejará arrastrar por las provocaciones de tu mocoso.
Kakashi soltó un suspiro, acomodándose en el alfeizar de la ventana con la espalda apoyada contra el marco y la vista perdida en el cielo teñido de fuego.
-No es "mi mocoso"- corrigió con un dejo de ironía- Le recuerdo que Naoki solo está en la aldea por motivos de seguridad. No se ha integrado del todo, además, estuvo presente en la captura de la jinchūriki del Dos Colas… ayer perdió a un compañero a raíz del enfrentamiento y el otro sigue en coma inducido, enviarlo a una misión así en estas circunstancias…
Tsunade no respondió de inmediato, su expresión se endureció apenas un matiz, apenas perceptible en la penumbra que comenzaba a devorar su despacho.
-¿Te preocupa que no puedan trabajar como equipo?
Kakashi entrecerró los ojos.
-La misión está lejos del rango de ataque de la organización, pero lo único que sabemos con certeza sobre los que están capturando a los jinchūriki es que se hacen llamar Akatsuki y que visten capas negras con nubes rojas. Desconocemos su propósito real y el alcance de su poder que apenas podemos intuir considerando tienen a Itachi Uchiha entre ellos, si llegaran a cruzarse con alguno… podría ser peligroso. Además…
Se detuvo un instante, pensativo, Tsunade arqueó una ceja y terminó su frase por él, con una sonrisa apenas ladeada.
-Además, no sabemos si Sasuke se encontrará con Itachi en el camino.
Kakashi sostuvo su mirada por un momento, pero no replicó.
-Sakura está con él- añadió ella con naturalidad.
-Confío en la competencia de nuestra querida estudiante, Tsunade-sama… pero no en la volatilidad de Sasuke- su tono fue grave, casi un susurro- No sabemos de qué será capaz si llega a enfrentarse con Itachi, él se ha fortalecido en los últimos meses, pero ya vimos lo que ocurrió la última vez que se vieron, no está preparado para un enfrentamiento real contra su hermano.
-No volverá a buscar a Orochimaru, la marca está bajo control.
Kakashi exhaló despacio, sin apartar la vista del ocaso.
La marca se alimenta de su poder… y su deseo de venganza sigue ardiendo, quizás más fuerte que nunca ahora que proteger a Sakura se ha convertido en una prioridad para él, incluso podría encontrarse con algún seguidor de Orochimaru, mandarlo tan lejos de la aldea como líder de una misión… no me parece una buena idea, lo lamento.
Tsunade entrecerró los ojos con una paciencia medida.
-¿Me cuestionas, Kakashi?
-Por supuesto que no, Tsunade-sama… -respondió en un tono desprovisto de emoción.
Hubo un momento de silencio entre ambos, un silencio pesado, cargado de pensamientos no expresados que se arrastraban por las paredes junto a las sombras de los edificios de la aldea.
Finalmente, Tsunade se encogió de hombros con aire despreocupado y regresó a su escritorio, retomando su labor con la misma calma inquebrantable de siempre.
-Confío en ellos- dijo sin levantar la vista- Esta experiencia les servirá para hacer las paces, Naoki tendrá que aceptar en algún momento que Sakura nunca fue para él, se dará cuenta de la realidad de las cosas cuando los vea juntos.
Kakashi no dijo nada más, solo observó el sol desaparecer en el horizonte, preguntándose si realmente existía la posibilidad de que todo saliera bien.
•••
Una rama endeble crujió bajo su pie al aterrizar.
Su cuerpo reaccionó antes de que pudiera pensarlo, flexionando las rodillas y ajustando su equilibrio con un segundo impulso, logrando así caer sobre una base más firme, su corazón dio un brinco en su pecho, pero no tanto por el tambaleo, sino por la mirada fugaz de reojo que Sasuke le dirigió, casi preocupado por verle trastabillar, no dijo nada, no hizo ningún gesto, pero el simple hecho de que la hubiera notado le hizo sentir… calor.
Había permanecido en silencio todo el día.
El viento frío de la altura cortaba su rostro, pero no era eso lo que le ponía tensa, sentía una presión latente en la espalda, la sensación de ser observada no cesaba y no necesitaba voltear para saber de dónde venía pues la mirada miel de Naoki la quemaba con una intensidad silente, llena de emociones que él intentaba disfrazar sin éxito.
Y ella lo sentía.
Porque siempre había sido perceptiva, porque siempre había entendido incluso aquellas emociones que la gente se esforzaba en ocultar, su aguda intuición siempre le había susurrado en el oído que Sasuke no le era del todo indiferente y como toda su vida, esta vez tampoco se equivocó.
Por eso sabía que, aunque había prometido no guardar rencor, aunque le había jurado que todo sería bajo su propio riesgo y que la posibilidad de que ella permaneciera al lado de Sasuke siempre estaría sobre la mesa… sabía que Naoki estaba molesto.
Y con razón.
No fue hasta dos días después que su consciencia le susurró al oído que se había comportado como una perra al abandonarle en su cumpleaños como a un pobre idiota descartable, sin una despedida o una vaga explicación.
Y es que no sabía cómo decirle que en realidad estaba agradecida y que había llegado a apreciarle.
Se mordió el labio con fuerza, sintiendo la punzada de culpa revolviéndose en su interior, le debía una conversación, al menos un esclarecimiento, algo más que este silencio cobarde en el que había decidido refugiarse como si las cosas no fueran con ella, intentó apartar ese peso de sus pensamientos, pero la tensión en el ambiente lo hacía imposible.
Sasuke, en contraste, se mantenía completamente impasible, su expresión era seria, centrada, el perfecto reflejo del profesionalismo que lo caracterizaba, además… a él realmente no le importaba Naoki, incluso diría que se sentía satisfecho por cómo se había dado la situación, pues incluso Naruto había notado el latente y negado interés de Sasuke sobre Sakura, incluso si el mismo no era capaz de verlo, no podía culparlo, el chico Hatake no había sido más que un intruso en sus vidas, no tenía idea de la clase de relación que siempre había tenido con Sakura, lo cercanos que en realidad eran, para cualquiera que no lo conociera, Sasuke parecía exactamente igual que siempre: Frío, distante, enfocado, pero ella quien lo conocía tan bien, sabía que tras esos ojos oscuros había una mente calculando cada posible escenario, midiendo cada movimiento, asegurándose de que todo estuviera bajo control.
Le daban ganas de abrazarlo.
De sujetar su rostro entre sus manos, obligarlo a salir de ese hermetismo autoimpuesto y decirle lo orgullosa que estaba de él, de lo lejos que estaba llegando, de cómo ahora estaba al frente de un escuadrón chunin, guiándolos con la misma determinación férrea con la que siempre se había enfrentado a todo en su vida, avanzando por el camino que había elegido.
Una pequeña sonrisa se deslizó en su rostro, pero se desvaneció casi de inmediato cuando la culpa volvió a presionar contra su pecho.
No podía seguir evitándolo, debatiéndose internamente como, cuando y donde podría… disculparse.
Naoki merecía algo más que este silencio.
Merecía honestidad.
Merecía escuchar la verdadera historia de amor entre ella y Sasuke, si no jamás comprendería que lo de ellos siempre estuvo destinado al fracaso.
Pero ¿Cómo encontrar las palabras correctas? ¿Cómo decirle que, aunque lo apreciaba, aunque le tenía cariño, aunque lo respetaba… su corazón había elegido un camino diferente? Su corazón había elegido caminar por aquel sendero que ya llevaba tanto tiempo recorrido, firme… porque Naoki le había ofrecido luz, pero incluso si Sasuke significaba transitar un camino de sombras, ella quería estar ahí.
Elegía estar ahí… elegía caminar a su lado.
Pero por ahora, optó por seguir corriendo e intentar reprimir dentro de su pecho el sentimiento de culpa que le acosaba, ya tendría tiempo para pedir perdón.
Decidió enfocarse en su misión… saltando de rama en rama, pretendiendo que el peso en su pecho no existía.
Pero sabía que no podría huir de ello por mucho más tiempo.
El sonido de las hojas agitadas por el viento acompañaba el ritmo constante asegurándose de no perder el compás del grupo, pero entonces interrumpiendo abruptamente su oleada de pensamientos intrusivos.
Neji se detuvo.
Fue un movimiento sutil, apenas un ligero fruncir de su ceño, una rigidez imperceptible en su postura, pero para los que lo conocían, fue suficiente.
-¿Qué sucede?- preguntó Sasuke en tono bajo, deteniéndose a su lado sin apartar la vista del camino al frente.
Neji no respondió de inmediato, sus ojos perlados se entrecerraron activando su byakugan mientras enfocaba su mirada en la distancia, sus venas se marcaron alrededor de sus sienes con la intensidad de su concentración.
-Seis individuos- su voz salió controlada, pero con un matiz de alerta contenido- Dos de ellos… poseen una cantidad de chakra inusualmente alta, podrían ser jonin renegados o poseedores de algún kekkei genkai, vienen hacia aquí.
Un segundo de silencio denso se extendió entre ellos.
Naoki chasqueó la lengua y cruzó los brazos con desdén.
-Genial, ni siquiera hemos llegado al punto de reunión y van a emboscarnos una bola de idiotas- bostezó.
Sasuke no tardó en reaccionar pasando olímpicamente de su berrinche.
-¿Posición?
Neji giró apenas el rostro, la luz blanquecina de su mirada reflejando lo que solo él podía ver.
-1.5 kilómetros al noreste, avanzan rápidamente en nuestra dirección, no parecen ser parte de un escuadrón patrulla estándar por su andar… estoy seguro de que hemos sido detectados por lo que deben tener un ninja sensor con ellos.
Sakura sintió un escalofrío recorrerle la espalda.
Naoki bufó.
-¿Y cuál es el plan, líder?- inquirió sarcástico.
-Avanzaremos en formación defensiva y rodearemos su posición, si no desvían su dirección para seguirnos significa que no somos su objetivo, continuaremos sin enfrentamiento, si hay contacto… -hizo una breve pausa, su mirada oscura recorriendo a cada uno de ellos-No nos contendremos, pero no los ejecuten, podríamos obtener información.
Neji asintió, volviendo a centrar su vista en el horizonte.
-Hay algo más…
Sasuke levantó una ceja en señal de impaciencia.
-¿Qué?
El Hyūga frunció el ceño.
-Los dos con mayor chakra… no tienen fluctuaciones normales, su energía se siente… extraña.
Sakura intercambió una mirada con Sasuke
Una sensación desagradable les recorrió el cuerpo.
.
.
.
.
Notas de la autora:
¡Empezamos un nuevo arco! Esta vez un arco con un poco más de acción y Naoki en modo corazón roto, yo aquí le doy la razón a Sakura ella dejó claras sus condiciones desde el principio y Naoki insistió en que sería bajo su propio riesgo, creo que simplemente a él no le gusta perder (?
Amo la dinámica de Sasuke y Sakura es muy de tortolitos.
¡Gracias por leer!
Con cariño,
Azulen.
