Capitulo 36 - ¿Cómo decírselo?
Desperté en una habitación que no reconocía, los recuerdos de la noche anterior llegaron a mi mente apenas me estire. Mire hacia todos lados, no vi a Thor por ningún lado, trate de ponerme de pie pero un dolor en mis caderas me lo impidió. Respire varias veces hasta que por fin pude pararme, entre a la ducha y comencé a bañarme. En ningún momento deje de pensar en todo lo sucedido, sus besos, sus caricias, podía recordar a la perfección cada uno de sus ataques
Me mire en el espejo, la mordida que me había hecho aun seguía fresca; eso me extraño, para esa hora ya debió haberse formado una costra. Enrolle la toalla en mi cintura y salí del baño, encontrándome con Thor entrando a la habitación con una bandeja llena de comida; no pude evitar sonrojarme un poco mientras me tapaba con la puerta del baño –Buenos días-
-H-Hola-
-Traje el desayuno-. Al ver que las piernas me temblaban un poco, camino hacia mí y me cargo en sus brazos, ahora sí que mi rostro era la viva imagen de los tomates. Me sentó delicadamente en la cama y acerco la bandeja frente mío
-Thor… Sobre ayer-
-No me digas que finjamos que no paso nada, en primer lugar, no podría hacerlo. En segundo lugar, me gustaría que formalizáramos esto, que todos sepan que eres el único dueño de mis pensamientos-. Aquella declaración me revolvió el estomago, pero no de la forma que en la montaña rusa, sino a esa típica sensación que todo adolescente siente con su primer noviazgo
Sonreí un poco mientras tomaba su rostro con mis manos, dándole un pequeño beso en los labios –Pero, Thor… Yo soy un beta, no podre darte hijos- susurré al mismo tiempo que sentía que mi sonrisa se desvanecía
-No necesitas dar a luz para formar una familia, hay muchos niños esperando ser adoptados, se que tu serias una gran madre-
-¿D-De verdad lo crees?-
-Por supuesto-
.
.
.
Revelarles a todos nuestra relación oficial fue algo que se dividió en 3 reacciones: La alegría e incluso "Te lo dije" de Steve, Sony, Natasha, Bruce y Wanda, la decepción en Sharon y el disgusto de Fandral. Poco o nada nos importaron estas últimas, incluso nos vengamos de Steve y Tony siendo un "poco" cariñosos frente suyo
-¿Así que no se lo has dicho? Tony, me estas obligando a que lo haga yo mismo, y ya sabes lo directo que soy-
-Cada vez que lo intento, algo diferente me sale, o simplemente a él se le sube la calentura y cada palabra que intenta salir se muere con…-
-Cierra la boca, no quiero detalles. Tony, te lo digo en serio, pronto comenzara a notarse-
-¿Qué se notara?-. Y sip, era Steve quien hizo esa pregunta
-Este… L-Lo que pasa es que… Ya sabes, t-tu pasta a veces… A veces te sale muy desabrida-. Todo lo que pude hacer era darle una leve patada en la pierna, aunque esa declaración tenía algo de verdad –Por cierto, ¿Dónde andaban ustedes, hermanas Wilson?-
-Bueno…-
.
.
.
*POV's Steve*
-¿Seguro que vas a comprarlo? Acabas de iniciar tu relación con Loki-
-Llámame loco, pero sé que es el indicado, lo comprare pero esperare hasta que sea el momento. ¿Tu ya lo escogiste?-
No pude evitar mirarlo, un anillo de plata con un rubí en medio, con 3 pequeños diamantes a su lado; lucia sencillo, pero sabía que era el indicado para él. Mire el que Thor había escogido para Loki, sin duda lo definía a la perfección, un anillo de oro negro con una esmeralda en forma de diamante, rodeado de otros pequeños trozos que adornaban sus lados –Serán estos-
.
.
.
-Oh, ya sabes, por ahí. Aproveche y te traje una de tus donas favoritas-
*POV's Tony*
Antes de comerme esa dona junto con la malteada que Loki me prepararía, quise darme una merecida ducha. Apenas salí, me vi en el espejo, mi estomago ya tenía una curvatura; seguía sin poder creer que ya comenzara a notarse. Baje a la cocina para degustar mi bocadillo, sabía que mi bebe me agradecía infinitamente por cumplir con el antojo –Gracias por la malteada, ahora debo agradecerle personalmente a Steve por la dona-
-A este paso, le harás un hermano al bebe-
-Debo agradecérselo de la mejor manera. Si fuera tú, usaría tapones en los oídos-. Entre al taller, sabía que ahí lo encontraría, y no me equivoque; y para el colmo, estaba usando esa polera que dejaba apreciar sus bíceps. Sin hacer nada de ruido, me acerque a él, abrazándolo por la espalda –Volviste a dejarme chupetones, bebe-
-No escucho que te quejes cuando los hago- susurro con voz grave mientras se daba la vuelta, abrazándome por la cintura
-No puedo evitarlo, hacer que pierda el control. ¿Acaso esa es tu maquina de soldar o ya estas duro?-
-Tu redondo trasero lo provoca-. Alzo mi barbilla antes de besar mi cuello, no pude evitar soltar un sinfín de feromonas; me cargo por los muslos sin dejar de mordisquearlo mientras caminaba por los pasillos hasta la habitación. Me arrojo contra la cama, amaba esa faceta ruda, se coloco encima mío antes de amarrar mis manos a la cabecera de la cama –Daddy, eres muy cruel-
-Lo siento, bebe, pero hoy me obedecerás-
Tomo mis labios en un beso rudo pero apasionado, sin importar de qué tipo era, cualquier contacto con sus labios era capaz de hacer temblar mis piernas. Me quito la camisa (O sea, la rompió) y rápidamente se apodero de uno de mis pezones, sabía que ese era uno de mis puntos débiles. Mientras su boca trabajaba una de sus manos bajo hasta mi miembro, haciendo que soltara un enorme grito –S-Steve, no mas… V-Voy a…-. Termine por correrme en su boca al mismo tiempo que mordía mis labios
-Eso fue rápido- dijo en un tono burlón
-Es inevitable cuando un sexy rubio te manosea-. Con una sonrisa de lado, termino por quitarme los pantalones y la ropa interior, pero antes de que pudiera meter sus dedos, cerré las piernas –No, no, no, primero quítate eso que estorba-
-Tus deseos son órdenes-. No pude evitar morder mi labio ante tal vista, ansiaba poder soltar mis manos para tocar cada uno de sus músculos. Apenas la ultima prenda cayó al suelo, abrí mis piernas, casi al instante metió uno de sus dedos. Sus manos eran tan grandes que un solo dedo era capaz de tocar aquel punto que me hacía temblar. Metió otro dedo y comenzó a moverlos, me volvía cada vez más loco con cada roce –Apuesto a que mueres porque lo meta, ¿Eso es lo que quieres? ¿Qué te haga mío?-
-S-Si…- susurre, cualquier palabra que intentara salir de mis labios murió cuando su miembro comenzó a entrar en mi cuerpo; se quedo quieto para acostumbrarme –S-Steve, las manos…-
-¿Por qué lo haría?-
-P-Porque si no lo haces te mandare a dormir en la tina, cerrare la habitación con llave y estarás en abstinencia por un mes-
-De acuerdo, tú ganas-. Apenas me desato, comenzó a moverse, solo pude aferrarme a su espalda mientras me deshacía en gemidos; mientras lo hacía, lamio mi cuello varias veces. Lo empuje un poco para que saliera de mí, no sé cómo, pero mi cuerpo me dicto que le mostrara mi cuello -¿Tony?-
-S-Steve, por favor… M-Márcame, q-quiero ser tuyo-
-¿Estás seguro?-. Asentí, sentí como paso su lengua varias veces por mi nuca, justo antes de que sus dientes se hundieran en mi piel. Más allá del dolor, pude sentir que algo se creaba no solo entre nosotros, sino también con nuestro bebe. Continuo moviéndose aun mas rápido, sin dejar de lamer mi reciente marca, algo más grande entro en mi cuerpo, solo lo ayude a meterlo por completo moviendo mis caderas. Me tomo del mentón y me beso antes de correrse en mi interior; caí de bruces al colchón, sin salir ni moverse, beso mi cuello cariñosamente. Le correspondí acariciando sus brazos
-Steve… Hay algo que debo decirte-
-¿Qué sucede?-
-Yo… Estoy embarazado-
