«Unstoppable» de HollySnow
Beteado por PaAndreaBlack
Nota:
Este fic no sigue el canon de los libros de Harry Potter. Algunos personajes que en la saga original mueren están vivos en esta historia, igual que las relaciones entre los personajes son diferentes a las que se presentan en los libros.
Este fic es un reverse harem de Hermione Granger con Draco Malfoy, Marcus Flint, Adrian Pucey, Blaise Zabini y Theo Nott.
No me deja poner más de 4 personajes.
Hermione Granger caminaba por los pasillos de Hogwarts de Magia y Hechicería, llegando tarde a la reunión que los de octavo año estaban teniendo con la directora McGonagall y los demás profesores antes del banquete de bienvenida. Estaba tan absorta en la lectura de un libro llamado «Animagos Antiguos y Míticos a través de los Años y sus Formas». Había encontrado el libro en una tienda de antigüedades en Roma durante sus vacaciones de verano antes de comenzar su octavo año en el colegio.
Hermione quería sus ÉXTASIS, no había manera que aceptara el pase directo que le ofrecía el Ministerio, así que vendría y se esforzaría por ellos, como todos los demás. Había trabajado demasiado duro a lo largo de todos los años escolares para que alguien simplemente le permitiera aprobar solo porque era una heroína de guerra y la mejor amiga, y casi hermana, de Harry Potter.
Hermione había rechazado la carta de Kingsley para unirse al Ministerio sin sus ÉXTASIS o su diploma de Hogwarts. Quería volver y disfrutar realmente de su octavo año sin tener que preocuparse por algún gilipollas psicópata, demente y asesino que se interpusiera en su camino.
Ya estuvo ahí, ya lo había hecho, muchas gracias.
Todo lo que quería hacer en su último año era disfrutarlo con sus amigos y junto con su novio durante los últimos meses. Sin embargo, pensar en Ron no hizo que Hermione sonriera como una chica enamorada, como había sucedido desde cuarto año. Después de que terminara la guerra, compartieron ese primer beso, y algunos más. Él había estado presionándola para que se acostara con él, pero Hermione no sentía que estuvieran en el lugar correcto para hacerlo. Por alguna razón que no podía comprender, Hermione se contuvo.
Suspiró mientras giraba en otra esquina.
Harry y Ron se unieron a ella, aunque parecía que Ron quería el camino fácil y comenzar el entrenamiento para Auror. Cuando Harry le dijo que iba a volver al colegio con Hermione, hubo un montón de quejas y maldiciones hasta que Molly le dio un golpe en la cabeza, amenazándole prácticamente con que, si no se graduaba y no obtenía sus ÉXTASIS, Ron podría olvidarse de volver a casa.
Ron los acompañó con una postura rígida y una mirada fulminante. No estuvo contento al hacerlo.
Harry, por otro lado, estaba ansioso por ver el colegio y a todos de nuevo. Había ayudado durante las vacaciones de verano a poner en orden Hogwarts junto con Hermione y Ron. Sin embargo, Hermione solo estuvo allí unas pocas semanas antes de decidir ir a buscar a sus padres y traerlos de vuelta a casa.
No había salido como ella esperaba.
Hermione se mordió el labio inferior mientras temblaba, sus ojos se llenaron de lágrimas.
Había ido a Australia con un brillo de felicidad por volver a ver a sus padres. Hermione los había encontrado, devuelto la memoria y les había contado lo que había hecho para mantenerlos a salvo. Los dos Granger mayores estaban furiosos con ella al principio antes de envolver a su preciosa hija en sus brazos. Pasaron dos maravillosas semanas juntos antes de que Hermione volviera para preparar su casa en Inglaterra. Hermione solo había estado fuera unas horas antes de que se apareciera de nuevo y encontrar policías en la puerta de sus padres, tocando el timbre. Hermione les preguntó qué estaba pasando. Cuando escuchó las palabras que salían de la boca de los policías, Hermione se hundió en el suelo con lágrimas recorriendo sus mejillas.
Sus padres habían salido a recoger una caja en el banco y en el bufete de abogados. Venían de vuelta cuando fueron embestidos de frente por un camión que se saltó un semáforo en rojo. Sus padres murieron en el acto. Después de identificarlos en la oficina del forense, le entregaron sus efectos personales. Se llevó dos bolsas grandes y se sentó en un banco del parque para ver lo que había en ellas. Encontró los anillos de boda de sus padres, dos relojes, el reloj de bolsillo de su padre que había pasado de generación en generación, los pendientes de rubí en forma de lágrima de su madre que había llevado desde que su bisabuela se los había regalado, algunos anillos más que usaba su madre, un sobre grande que contenía los testamentos de sus padres, los títulos de sus dos negocios y las escrituras de tres casas diferentes.
Hermione enterró a sus padres sola, se ocupó de su abogado y de los testamentos, junto con los negocios y las casas. Pudo vender los negocios y dos casas de vacaciones. Decidió conservar su casa de la infancia hasta que decidiera venderla también en otro momento. Todavía no estaba lista para renunciar a ella. Entonces Hermione descubrió que ahora era una mujer muy rica. No solo había heredado el dinero familiar de su padre, sino también el de su madre. Recordaba que su madre provenía de una familia adinerada muy antigua. Hermione era ahora la quinta persona más rica del mundo. No tenía que hacer nada si no quería. Sin embargo, mantuvo su nuevo estatus en secreto. ¿Quién sabe qué harían o dirían sus amigos si se lo contaba? Sin embargo, hizo un gran depósito en su bóveda en Gringotts, así como también puso varios sacos pequeños de galeones de oro, que había convertido de dinero muggle, en su confiable bolso de cuentas, junto con una billetera llena de dinero muggle.
Cuando Harry le preguntó cómo había ido con sus padres cuando regresó a La Madriguera durante una semana, la familia Weasley la miró con grandes esperanzas y emoción. Hermione cerró los ojos, tratando de no tener un ataque de nervios antes de ponerse una máscara sobre la cara y sonreír. Una sonrisa que no llegó a sus ojos, ahora, de un ámbar apagado.
—No pude restaurar sus recuerdos —respondió en voz baja.
—Oh, Hermione, lo siento mucho —dijo Harry sinceramente.
Todos le dieron sus condolencias y Molly la envolvió en un fuerte abrazo antes de besarle la frente.
—Siempre serás la hija de mi corazón, Mione —dijo Molly con fiereza. Hermione le devolvió una pequeña sonrisa antes de continuar comiendo.
Pasó una semana antes de que decidiera irse a explorar el mundo antes de que comenzaran las clases de nuevo. Viajó a Francia, Rusia, Roma, Egipto, China, África y luego fue a Estados Unidos por un tiempo antes de regresar a casa. Había conocido a nuevos amigos maravillosos a lo largo de sus viajes, había aprendido magia nueva de increíbles brujas y magos. Cambió a lo largo de sus viajes. Ya no era la misma persona. Cuando llegó a China, también formó un nuevo vínculo especial con su nuevo familiar, Jasper; un enorme lobo negro que conoció en China mientras visitaba un templo en la comunidad mágica. Se miraron una vez y desde entonces habían sido inseparables. Crookshanks había fallecido tranquilamente antes de que ella se fuera de viaje; había sentido como si un pedazo de su corazón se hubiera quedado atrás hasta que encontró a Jasper. Hermione escribió una carta a McGonagall explicándole que tenía un nuevo familiar que era un lobo de China, y preguntando si había algún problema por llevarlo a Hogwarts.
La respuesta de McGonagall fue: «¡Por supuesto que puedes traer a tu nuevo familiar! Estoy deseando conocerlo».
Hermione se lo había contado a Jasper, y él había soltado un estruendoso ladrido antes de volver a dormirse en su gigante cama.
Hermione volvió de sus recuerdos con una sonrisa. Jasper había sido una maravillosa incorporación, le había impedido encerrarse en sí misma cuando se sentía triste y deprimida. Se acurrucaba a su alrededor como si fuera su cachorro (supuso que lo era) cuando las pesadillas la acosaban. La mantenía a salvo, era su silencioso centinela. Justo había llegado a otro pasillo cuando escuchó risitas y gemidos provenientes de una de las oscuras alcobas. Parpadeó antes de detenerse de repente al oír voces familiares que provenían de dentro.
¡Una de ellas era la de su novio!
Hermione se quedó allí, paralizada, mientras escuchaba las atroces cosas que salían de la boca de Ronald.
—¡Ah, Merlín, Lav! ¡He echado tantísimo de menos este coñito! Hermione es una puta mojigata, ni siquiera quiere hacerlo todavía. Quiero decir, ¡joder! —gruñó mientras empujaba dentro y fuera de su chica—. No puedo esperar a que estemos casados, entonces le mostraré quién es el que manda. Mi magia se disparará una vez que me dé su virginidad, y me aseguraré de que me escuche como la buena nacida de muggles que es. Me aseguraré de que su magia esté enterrada tan profundo que no podrá usarla más. Tendrá mis hijos y haré que se encargue de todo mientras yo me relajo contigo en nuestro encantador piso en alguna parte de Francia. ¿Te gustaría eso, amor?
—Me encantaría, Won-Won. Suena genial, cariño —respondió con un largo gemido—. ¿También me darás hijos?
—No veo por qué no. Hermione también puede encargarse de ello —se rio con dureza—. Es una sabelotodo, una mojigata, con un palo tan metido por el culo que no tiene idea de que he estado engañándola desde que empezamos a salir. Lo estoy disfrutando enormemente —gimió Ron.
—Pensé que la amabas, Won-Won. No está bien engañar a la pobre corderita —Lavender se rio entre dientes.
—Cariño, ella es mi billete para no tener que hacer absolutamente nada después de graduarme. Voy a convertirme en Auror y asegurarme de que esa sabelotodo, listilla y empollona Granger sepa cuál es su lugar conmigo y haga todo mi papeleo. Estaré demasiado ocupado volviéndome famoso y esas mierdas. Y tú serás mi chica buena, ¿no, Lav-Lav? —empujó con fuerza mientras ella gemía y se reía.
—¡Claro, cariño! ¿Todavía piensas darleesapoción?
—Joder... Mmm, me encanta este coño tuyo... Sí, aún planeo dársela. Estará tan perdidamente enamorada de mí que hará cualquier cosa que le pida —Ron sonrió.
—Será un espectáculo ver a Hermione Granger convirtiéndose en tu esclava sexual, cariño —Lavender sonrió maliciosamente—. No puedo esperar.
Hermione sintió cómo el color se drenaba de su rostro mientras todo su cuerpo se apagaba. Se sentía demasiado traicionada como para darse cuenta de que su magia estaba a punto de estallar en su furia. Lo siguiente que supo antes de que pudiera pasar algo, fue que una gran mano cálida la envolvió alrededor de los ojos y un grueso brazo musculoso la rodeó por la cintura antes de arrastrarla lejos. No sabía cuánto tiempo pasó antes de que escuchara pasos junto con los suyos al entrar en una habitación. Escuchó una puerta cerrarse y bloquearse antes de que la sentaran en el regazo de alguien. La mano se apartó de sus ojos. Hermione parpadeó varias veces antes de adaptarse a la nueva luz en lo que parecía un aula que no había sido usada en años. Parpadeó nuevamente antes de mirar hacia arriba y ver cinco pares de ojos diferentes, luego se giró para mirar a los ojos de la persona en cuyo regazo estaba sentada. Se perdió en esos ojos negros antes de que la primera lágrima resbalara por su mejilla.
«Estoy en una habitación llena de Slytherin», pensó antes de inclinarse hacia adelante sobre un amplio pecho mientras lloraba. Lloró por sus padres, por ella misma y por la amistad y la relación arruinadas que alguna vez había tenido. Sus pequeñas manos se aferraron a la túnica negra frente a ella mientras dejaba salir todo, sintiendo unos largos dedos acariciar sus rizos ahora sueltos. Sintió una mano diferente comenzando a acariciar la parte superior de su cabeza de un lado a otro. Por primera vez en años se sintió absolutamente segura y a salvo. También se sintió conectada en un sentido familiar, lo cual era raro, pero eso lo resolvería en otro momento. Hermione se acurrucó aún más mientras lloraba en silencio durante unos minutos.
—Voy a matar a ese cabrón —dijo una voz oscura desde detrás de ella.
—No podemos matarlo, Marcus —respondió una voz profunda y culta—. Aunque sea una buena idea.
—¡Una mierda no puedo! ¡¿No has oído lo que decía ese pedazo de mierda de Hipogrifo?! —gruñó Marcus.
—Todos lo oímos. Por mi parte, estoy a favor de matarlo —dijo otra voz gruesa y refinada, con acento italiano.
—Blaise, no lo animes —comentó otra voz grave, esta provenía de la persona en la que estaba sentada.
—Pero... Profesor, ¡¿qué vamos a hacer entonces con ese pedazo de mierda?! —Blaise gruñó.
—Podríamos hechizarlo sin que nadie lo sepa —dijo otra voz ronca.
—Draco, no puedes hacer eso —dijo el Profesor.
—Podríamos si fuera un duelo —musitó otra voz.
—Adrian... —la voz del Profesor se fue apagando.
—Ella puede desafiarlo por sus estupideces —dijo otra voz profunda—. Ella tiene todo el derecho a enfrentarse a él por su grave ofensa.
—¡No es una mala idea, Theo! —gritó Draco con alegría.
—Sigo pensando que podemos matarlo. Sé que, si dejamos su cadáver en el Bosque Prohibido, todas las pruebas desaparecerán —gruñó Marcus.
—Después de todo lo que han pasado, no puedo creer que él la trate así —dijo Blaise con una voz tranquila y peligrosa.
—El señor Weasley siempre ha sido un imbécil, Blaise —dijo el Profesor mientras continuaba acariciando los ahora domados rizos de Hermione.
Una preciosa melodía comenzó a sonar cuando el profesor sacó un antiguo reloj de bolsillo familiar. Lo había heredado después de reclamar ser el heredero de la Casa Prince. Severus Tobias Snape-Prince, estaba agradecido por poder decir finalmente que era uno de los herederos de la Casa Prince después de que la guerra terminara. Tuvo que pasar por todos los procedimientos correctos para finalmente heredar. Su vida por fin había comenzado a asentarse. Le dio el trabajo de director a Minerva, y se convirtió en el profesor de Pociones una vez más. Estaba deseando tener un año escolar tranquilo... Eso fue hasta que encontró a Hermione Granger en el pasillo cuando su supuesto «novio» había arruinado sus posibilidades de estar alguna vez con ella. Esperaba con ansias el momento en que Hermione le pateara el culo, pero necesitaba alejarla de la Comadreja antes de que ella se perdiera. Su corazón se rompió por ella mientras lloraba en su hombro. Sus chicos la habían rodeado en una burbuja protectora mientras trataban de calmarla.
Su reloj continuó tocando la melodía antes de que lo abriera para ver que era hora de la reunión de los alumnos de octavo año y el profesor con la Directora antes del banquete de bienvenida.
—Hermione —susurró.
—¿Sí? —respondió ella con voz entrecortada.
—Debemos ir al Gran Comedor para la reunión. ¿Puedes levantarte? —preguntó Severus.
Hermione inhaló profundamente antes de asentir. Severus la ayudó a levantarse mientras él también se ponía de pie. Ella se acomodó la túnica antes de enfrentarse a los demás en la habitación. Reconoció a Draco, Blaise y Theo, pero le tomó un momento reconocer a Adrian Pucey y Marcus Flint, especialmente a Marcus; había cambiado bastante desde que terminó la guerra.
Adrian dio un paso adelante.
—Hola, ángel. Déjame ayudarte a limpiarte un poco. ¿Puedo? —preguntó mientras señalaba su cara. Hermione asintió antes de que él lanzara magia sin varita para limpiar su rostro surcado por lágrimas.
—Gracias —dijo en voz baja.
—De nada —sonrió Adrian.
—Vamos, vayamos antes de que McGonagall envíe a la caballería —dijo Draco mientras abría la puerta.
Los demás comenzaron a seguirlo, pero Hermione se quedó atrás antes de que una mano grande y cálida envolviera la suya. Miró hacia arriba y se encontró con un precioso par de ojos color miel. Marcus miraba hacia abajo a la pequeña bruja. Era absolutamente deslumbrante. Se había convertido en una mujer encantadora.
—Vamos, princesa. No dejaré que nadie más te haga daño —le dijo Marcus con decisión.
Hermione sollozó antes de apretar con más fuerza su gran mano mientras comenzaban a caminar. Si alguien los veía, un grupo de Slytherin con la princesa de Gryffindor, quedarían bastante atónitos. Caminaron en silencio hasta llegar a las grandes puertas abiertas que llevaban al Gran Comedor.
—Id a vuestros asientos y yo acompañaré a Hermione el resto del camino —les dijo Severus a sus chicos. Todos asintieron y se aseguraron de que Hermione estuviera bien antes de caminar hacia su mesa. Marcus le dio un beso en la frente y le apretó la mano.
—Estaré justo allí si me necesitas, princesa, ¿de acuerdo?
Hermione parpadeó, sorprendida, antes de asentir. Marcus le dio una larga mirada antes de seguir a sus mejores amigos. Severus la guio hacia la mesa de Gryffindor, donde ya había varias personas sentadas. Hermione vio a Harry y Neville y se acomodó entre ellos. Severus le dio unas palmaditas en la cabeza con afecto antes de caminar hacia la mesa principal donde ya estaban reunidos los otros profesores y la directora.
—¿Hermione? —preguntó Harry mientras miraba la espalda de Severus. La relación entre Severus Snape y Hermione Granger había dado un giro de 180 grados después de que Hermione lo salvara de la mordedura de Nagini. De hecho, Severus había cambiado bastante desde que la guerra acabó. Era más... amigable, a lo que Harry todavía estaba acostumbrándose, pero disfrutaba escuchando sus historias sobre su madre, así que no miraría los dientes a caballo regalado.
—¿Estás bien? Nos preguntábamos dónde estabas —dijo Neville.
—Pensamos que podrías estar con Ron, pero él tampoco está aquí aún —le dijo Harry.
Hermione apretó los dientes cuando vio que una rubia se acercaba a su mesa. Lavender se sentó con Parvati y comenzó a hablar con ella. Unos minutos después, Ronald entró pavoneándose. Hermione sintió que su magia comenzaba a surgir en ella de nuevo. Antes de que comenzara a chisporrotear su pelo, respiró profundamente antes de tranquilizarse contra Harry. Él la rodeó con el brazo, dándole un fuerte abrazo.
—¿Herms? —preguntó.
Antes de que Hermione pudiera decir algo, la directora McGonagall se puso de pie y caminó hacia el podio dorado. Tendría que hablar con Harry más tarde. Ni siquiera le dirigió una mirada a Ronald cuando él trató de captar su atención. Concentró todo lo que tenía en McGonagall y en lo que tenía que decir.
Nota autora:
¡Hola a todas (v)! Este es mi nuevo fanfic. Hice que Marcus y Adrian tuvieran la misma edad que Hermione y el resto de los de octavo año. Entonces, si os preguntáis por qué diablos están allí, es porque yo quería que lo estuvieran. Espero que todas lo disfrutéis. Por favor, dejad vuestros comentarios y hacedme saber si debería agregar algo en el camino. Esta es mi segundo fanfic, así que, nuevamente, espero que lo disfrutéis.
Nota traductora:
¡Buenas! Estáis acostumbradas a que os traiga traducciones cortas o OS, pero esto es un fic de 58 capítulos, a ver que tal os va un fic largo conmigo xd
Como os he avisado antes algunos personajes están vivos en este fic, entre ellos Severus.
¿Qué os ha parecido el capítulo para entrar en calor?
¡Agradeceré los comentarios!
Aquí os dejo el link de la historia original: [ao3] /works/8805124/chapters/20187235
