En la medianoche Duo escuchó ruidos fuertes que lo despertaron y bajo a toda prisa al primer piso de su casa, entró Heero que se tambaleaba todo de un lado a otro, junto a el estaba otro chido a quien Duo vio antes en la escuela y lo reconoció como el amigo de su nuevo hermano, su nombre Wufei, él lo traía agarrando por los hombros para que no se azotara contra el piso

— ¿Qué es esto? —preguntó molesto al chico que traía a Heero

—Está que se cae de borracho —dio divertido, el también estaba un poco ebrio

— ¿Vienes en auto? ¿Cómo se te ocurre? Pudiste tener un accidente —dijo cuando vio a través de la cortina las luces de los faros que ni siquiera los apagó

—No, es el taxi, me está esperando, te dejo a tu hermanito —sin delicadezas lo empujó hacia él y Duo casi se cae con Heero encima —Adiós

—Oyeme eres un grosero —dijo todo molesto, mostrándole el dedo medio

—Como sea, te veo luego dulzura —despidió al otro haciéndolo enojar, se notó que Wufei estaba medio borracho también pero no se caía como el otro

Cerró la puerta y Duo se llevó a Heero lentamente hacia la parte de arriba, con cuidado para que no los hiciera caer a los dos y rodaran como pelotas, por fortuna estaba cooperando

Encendió la luz de la habitación y lo llevó a la cama, lo tiró en ella, pero cuando se quiso alejar Heero lo agarró bien fuerte del brazo y lo jaló, Duo cayó sentado en la cama junto a él, pero metió el brazo para no caerle encima, el trenzado se sonrojó todo

—Suéltame

—Duerme conmigo —habló con voz medio dormida, Heero después se rio un poco y era la primera vez que Duo lo veía así, volvió a sonrojarse pero se apartó rápido

—Ya no tienes tres años, duerme solo, no eres un niño pequeño —regañó todo enojado y bien sonrojado, no podía calmarse, su corazón palpitaba a gran ritmo —Descansa

—Duo —le llamó antes que se fuera y él volteó hacia Heero, lo observaba fijamente —Me gustas —confesó perdido, sin saber lo que estaba haciendo porque el alcohol no lo dejo pensar claramente

— ¡No digas tonteras! —gritó avergonzado y furioso, nunca se le habían declarado antes

—Antes que fueras mi hermano, siempre me has gustado —volvió a confesar sin ningún problema gracias a todo lo que bebió, Duo sintió cosquilleos en el estómago

—Eso no es posible —dijo por lo bajito

—Me sentía solo ¿sabes? Antes que llegaras. Duo, yo también soy adoptado —reveló también al trenzado y lo sorprendió porque no esperó nunca una confesión así, lo dejó paralizado

—Será mejor que duermas Heero —no supo que otra cosa decir y apagó la luz, salió corriendo y se metió en su habitación, bajo las sábanas, abrazó bien fuerte su almohada, estaba temblando —No puede ser, debe estar bromeando

Aunque no eran hermanos de sangre para nada, sintió mucha culpa por gustarle así a Heero, pero si el estaba borracho y lo dijo de seguro era muy cierto, ahora no sabía que hacer con esa información, ni como actuar frente a él cuando ya no estuviera así de tomado. No podía callarlo mucho, debía hablar con sus amigos y pedirles consejo

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