La voz de Heero llamándolo y moviendo con suavidad su cuerpo lo despertaron, al abrir los ojos vio a su novio poniéndose la ropa, un poco apresurado, se sentó en la cama y talló sus ojos, un poco desconcertado

—¿Qué pasa?

—Acaban de llegar, papá está estacionando el auto —informó tan pronto le preguntó

—¿Qué? —rápido Duo salió de la cama de un salto, buscando su ropa

—Saldré de una vez y voy a mi habitación —se acercó al trenzado y le dio un beso en la boca

—Está bien —sonrió amplio en respuesta y se volvieron a besar

Luego Heero se alejó con cuidado y salió de la habitación, cerrando la puerta, Duo ensanchó más la sonrisa, por fin estuvo con Heero y fue mejor de lo que fantaseó, estaba más enamorado que nunca

Recordó que ya no estaban solos y se apresuró a vestirse, apenas terminó, tendió lo mejor que pudo las sábanas y sin cerrar la puerta se acostó en la cama, tomando un libro para disimular

Minutos después, su mamá tocaba a la puerta, aunque estaba abierta, pero se quedó en el marco de la madera, Duo le sonrió

—¿Ya estás mejor mi cielo?

—Sí —respondió amablemente

—¿Ya comiste?

—Aún no —tocó su vientre cuando este gruñó

—Entonces baja, calentaré la comida

—Sí

La señora sonrió y se marchó, Duo respiró hondo y se sintió más tranquilo, al moverse en la cama, colocó la mano sobre la parte que quedó húmeda, aunque el semen de Heero estaba por debajo, se percibió húmedo

—Debo cambiar las sábanas —pensó avergonzado

Salió de la cama y cuando abandonó la alcoba miró hacia la habitación de Heero, esta tenía la puerta cerrada, sonrió con emoción, cuando sus padres durmieran, pensaba colarse por debajo de sus sábanas y abrazarlo fuerte

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Al día siguiente en la escuela, desde temprano en la mañana, Quatre y Trowa notaron que Duo sonreía inusualmente mucho, casi parecía una caricatura. Todo lo contrario a como se fue el día anterior, así que para ninguno fue secreto que las cosas con Heero estaban bien

—Por fin lo hicimos —confesó Duo a la hora del almuerzo, debajo del árbol donde los tres a veces solían ir entre clases

—¿Te refieres a? ¿Tuvieron sexo? —preguntó Quatre con emoción

—No puedo creer que estuvimos juntos —suspiró profundamente

Trowa estaba también sorprendido

—¿Y cómo fue contigo? ¿Te trató bonito?

—Fue el mejor —sonrió contento— Sabía que estuve con Milliardo, pero para los dos fue como mi primera vez, él no me juzgó

—No tendría por qué —reafirmó Quatre y su novio lo apoyó

—Es verdad —volvió a suspirar— Después de ayer, no pienso volver a contenerme, quiero tener sexo todos los días

—Ey, calma robot —dijo Quatre en burla— Eres humano

—Anoche me fui a su cama en la madrugada, dormimos juntos en secreto

—Eso es arriesgado ¿no?

—Nuestros papás se levantan tarde, Heero y yo madrugamos para venir aquí

—Aún así, no deberían exponerse

—Lo mismo dijo Heero —analizó— Pero intentaré no hacerlo de nuevo

—Como sea, estoy feliz por ustedes

—Yo también, los felicito —secundó Trowa

—En unos días nuestros padres se irán de viaje, aprovecharemos para hacerlo todo el tiempo

—Que buen plan —dijo en broma Quatre

—No te burles —lo empujó del hombro— Seguro ustedes ya son como una pareja de ancianos

—Te equivocas —respingó rápido el rubio— Lo hacemos casi diario ¿verdad amor?

—Bueno…

—Amor —regañó el menor

—2 o 3 veces por semana, no es poco —rectificó el de ojos verdes

—¿Ves? No quieras presumir lo que no —se rio el trenzado

—Ay ya, cállate —cruzó los brazos, inflando los cachetes

—Por cierto amigo ¿Qué pasó con tus hermanas las hienas? —su amigo lo miró feo— Perdón, las hermosas damas

—No les haré caso, tomaré la casa y la venderé —informó orgulloso

—Eso es grandioso —expresó emocionado— Lo mereces amigo, tu padre te quitó lo que era tuyo, no dejes que ellas hagan lo mismo

—Eso haré

El trío de amigos continuó tomando su almuerzo mientras hablaban de otras cosas.

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Del otro lado, también afuera del campus, Heero y Wufei miraban en la lejanía al trío, al igual que Duo con sus amigos, Heero le contó al suyo lo que hicieron al fin, recibiendo también las felicitaciones por parte del chino

—Ahora la gran muralla a atravesar, confesarlo a sus padres

—Lo haremos luego de la graduación, nos iremos a vivir juntos, solos

—¿De verdad? —preguntó asombrado, casi que no lo podía ni creer

—Lo siento por ellos que han sido tan amorosos, como padres de verdad, pero nosotros no podemos estar separados si nos amamos

—Estoy de acuerdo contigo —consintió el otro— En fin, el único que se quedará solo parece que soy yo —suspiró resignado

—¿Aun no se hablan?

—Ni lo he intentado, yo no le ruego a nadie —expresó orgulloso— Hay muchas mujeres más

—Hasta donde recuerdo, es la primera vez que una te gusta tanto —observó Heero

—Bueno, es muy guapa, me gusta que no habla como hurraca como otras, además es de buena familia ¿Cómo no iba a gustarme? Tú estás ciego porque no la notabas

—Soy Gay, podría ser la mujer perfecta y aún así no me gustaría

—Bien, para mí mejor, así no nos separaría una mujer —rio divertido, golpeándole la espalda— Además soy tu único amigo ¿Qué harías sin mí?

—¿Tener paz? ¿silencio? —se quitó la mano de la espalda— Vamos, ya es tarde

Heero se levantó del suelo y tomó sus libros que traía en el brazo, colgó su mochila al hombro y miró hacia el trío de amigos, él y Duo cruzaron miradas y se sonrieron, luego él se alejó hacia el interior del campus, con Wufei siguiéndole los pasos.

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Los días en que los señores Yuy se fueron de viaje de negocios llegaron, en el tiempo anterior, Duo logró vencer la tentación de colarse a la habitación de Heero por las noches, a riesgo de que pudieran descubrirlos.

No sabían exactamente cuántos días tenían para ellos, pero ese fin de semana prometía ser el mejor de todas sus vidas, al menos así lo estaba anticipando el trenzado

Ese día sábado, por la mañana Heero tuvo partido de baloncesto en la escuela, así que Duo aprovechó para hacer algunos preparativos antes de que este llegara, esos incluyeron preparar algo de comer

Mientras estaba al teléfono con Quatre pidiéndole alguna receta, escuchaba música por el parlante que se encontraba en la sala, una vez finalizada su llamada en tanto seguía cocinando, comenzó a canturrear lo que escuchaba

—Está noche será increíble —pensó con demasiada emoción, al tiempo que ponía el horno a funcionar en el tiempo y temperatura que su amigo le indicó

La música de su aplicación se interrumpió con una llamada entrante, Duo que no esperaba ninguna clase de intervención, se extrañó de este hecho, pero fue a contestar

Sus ojos se abrieron más cuando vio el nombre en la pantalla, era el de Milliardo, eso lo sorprendió tanto como le molestaba, pero decidió contestar para dejar las cosas muy en claro, así que respondió sin siquiera saludar ni nada

—Ya te dije que no volveré a verte nunca más, lo que pasó entre nosotros fue el peor error de mi vida, toma consciencia y piensa en tu familia —espetó sin esperar la voz del otro lado

—¿Un… hombre? —escuchó la voz de una mujer del otro lado, acto seguido un ligero llanto y luego le colgaron

—Oh Diablos ¿habrá sido su esposa? —pensó con sorpresa, no se sentía culpable, pero si sentía mucha lástima por la pobre mujer

Aunque aquel no era para nada su problema, sintió un poco de pesar, la esposa de su ex amante no tenía ninguna culpa de los horrores de su esposo, pero él fue amante de un hombre casado y eso siempre lo iba a perseguir, por mucho que no fuera su culpa porque él no supo eso mientras sostuvo una relación amorosa con él.

Otro capítulo, espero les haya gustado, hasta pronto!