Luxemburgo se va con eso, dejándolas ahí, a llamar a Gales.
Gales que... pasó de estar medianamente relajado a estar... un poco en el drama.
Excuse me? The Lion, the witch, and the audacity of this bitch! Como se atreve a decir que bloody "un poco"? Protesta Escocia por ahí detrás para quien quiera escucharle.
Puede que hayan habido algunas lágrimas.
¡Algunas lágrimas tus muertos!
Pocas. Solo... ejem... unas pocas.
Pocas en comparación a las que hubo cuando se hundió el Titanic, supongo.
Más o menos.
Ojos en blanco.
Es que... Le había dicho que lo quería HOY MISMO y él también le quiere y...
No necesitamos oirlo por vez quinientos trece. Con las otras quinientos doce veces lo hemos entendido.
Ugh. Es que... ¿creen que aún sea posible que sea broma? No parecía.
A lo mejor si contestas al bloody teléfono...
Bloody hell!
(Y así Escocia puede irse a hablar con Bélgica también)
—He-Hello?!
Luxemburgo traga saliva y cierra los ojos concentrándose en su mejor voz de negocios.
—Allò.
—Hey... hum... gracias por llamarme —Gales cierra los ojos para no mirar a Escocia así que no se entera de cuándo se levanta.
—Oui, bueno, pensé que decir esto por mensaje era un poco desconsiderado, así que... espero tu versión —explica en un tono frío, serio y controlado.
Gales suspira, súuuuper desanimado.
—I-I... no es que tenga una versión. Es cierto que bebo y-y... ¿de que más me acusas?
—Que bebes... es solo la punta del iceberg, Cymru, con todo lo que me han dicho ni siquiera sé cómo te hablo. Debería estar denunciándote en el tribunal de el Haya —sigue.
—Bloody hell, ¿el tribunal de La Haya? Esa... eso es culpa de mi madre. Se ha inventado lo del aborto, yo iba a hacerle de padre a ese niño, NUNCA le dije que no lo tuviera.
—Me lo han contado todo, Cymru. Todo. Y menos mal que me lo han dicho, estas dos pobres mujeres que vienen del pasado y no saben cómo es la vida ahora... —sigue, pero levanta las cejas con lo del aborto.
—¡Sí que lo saben! ¡No están tan perdidas! —chilla defendiéndose.
—¿Por qué no ibas a hacerle de padre al niño? —se muerde un poco el labio intentando que no se note que le ha sorprendido esta historia.
—¡Iba a hacerle de padre! ¡Iba a hacerlo, no lo dudé ni un momento! ¡Pregúntale a Alba!
—Bueno, ¿y qué hay de lo otro? —sigue, tomando nota de quizás preguntarle a Bélgica, ella debe saber... si Escocia sabe.
—¿Qué otro? Lux, yo... intentaba hacerlo bien, nunca fui a malas con ella. ¡Ni siquiera con my mum!
—Me han dicho que... les pegabas cuando estabas borracho y que violabas a Galia... —se inventa, humedeciéndose los labios.
—WHAT THE HELL!
—Y Galia dice que France te pegó la Gonorrea —añade porque de hecho todo el mundo había oído ese rumor alguna vez sobre Francia pegándole cualquier ETS a cualquiera, es como un rumor que se renueva cada seis meses, cambiando la enfermedad y el interfecto.
—Lux, ¿GALIA te dijo que la violaba borracho? —todo AGOBIADO con esto, ¡¿la habría violado sin acordarse al di siguiente?!
—Y dijo que metías fardos raros en su maleta cuando viajabais.
—Que yo... ¡Claro que no metía nada! ¿Fardos de qué? ¿De droga?
—No me ha dicho lo que tenían los fardos, dice que le daba miedo tocarlos por si te enfadabas y la golpeabas —creo que esto lo vio en una película.
—Luxembourg, eso es MENTIRA. No me puedo creer que te dijera que yo alguna vez... le... me atreví a ponerle un solo dedo encima —asegura, súper serio—. Yo nunca, NUNCA sería capaz... una cosa es girarle la cara a mis hermanos de un golpe, pero ¿a Galia?
—También dijo que maltratabas a los animales, concretamente a los pájaros. Y que no sabes hacer regalos, lo cual me parece absolutamente inadmisible —aprieta los ojos porque ya no se le ocurre que inventarse.
Gales parpadea
—¿A los... pájaros? Are you fucking kidding me? ¡Hace muchos años que no cazamos! Y... ¿regalos? ¡Que importan los regalos después de los golpes! ¿Me crees o no?
—La verdad, puedo soportar lo del alcohol y lo de hacer de mula de contrabando, pero ¡lo del mal gusto hay que cambiarlo o no hay trato!
—Eso es lo que te... de todo, ESO es lo que te... Wait —frunce el ceño.
—Quoi? —es que está empezando a escapársele la risa.
—What the... estas... te estas RIENDO?! Esto... what the fucking hell!
Luxemburgo se ríe más sin poder evitarlo.
—Estas... ¿es una broma? Luxembourg!
Es que sigue riéndose.
—¡Estoy bloody TEMBLANDO! Voy a... es que... —protesta, pero le pega la risa después de unos segundos, cerrando los ojos—. Bloody hell!
—En mi defensa diré que ha sido idea de tu madre —el mentiroso.
—¡Son un par de CABRONES! No me puedo creer que... ¡Ya decía yo! ¡Galia nunca inventaría que yo le pegaba!
—Aunque eso de que a tus hermanos sí les golpees... —igual sigue riéndose.
—Shut up! ¡Tampoco he violado nunca a alguien! Me has... fuck! ¡Te odio un poco!
—Oh, sacrebleu! ¿Cómo podré vivir ahora sabiéndolo? —se sigue riendo.
—Eres... es... Ugh! Estoy enfadado! —protesta y sonríe un poco igual, porque está mucho más aliviado que enfadado.
—Nah, que va.
—Eres un imbécil, ¡¿lo sabes?! —se ríe, igual, ojos apretados.
Se oye el ruido de unos cuantos besos mientras se sigue riendo
—¿Y esos bloody besos qué?
—Te los mando como respuesta.
—¿Sabes qué tengo que decirte a esos besos culpables que me mandas?
—¡Culpables!
—Yes! ¡Eso fue súper MEAN!
—Oh, vengaaaa... —protesta, porque un poco culpable sí se siente.
—I-I-I... cielos, pensé de verdad que estabas terminando conmigo antes de empezar —debes oír cómo es que esta sonriendo —. ¡Y tú muerto de risa!
Es que sí que vuelve a reírse porque las protestas
—Shite... esto... y esta bloody Alba aquí que... UGH! I... I... ugh! Eres... eres... I... I love you.
Lucemburgo parpadea con esa conclusión, sin esperarlo.
—No por hacer esto, imbécil, sino porque tienes el morro de hacerlo con puto ingenio y buen humor y reírte de eso.
Luxemburgo se muerde el labio, se tapa hasta la nariz con las sábanas, sonrojado y tras vacilar un poco le manda una petición de videollamada.
Gales tomado por sorpresa... pica igual para contestarle.
—Allò —solo se le ve un ojo y el pelo porque está escondido con las sábanas... medio a oscuras.
—Hey... —A Gales se le ve la nariz y los ojos rojos por... el drama.
—¿Estás bien?
—Ahora estoy mucho mejor... —se ríe avergonzadito alejando el teléfono porque siente que se v L
—Nooo, vuelve aquí, quiero verte.
Gales se lo acerca un poco otra vez. Tiene la naricita roja, los ojitos hinchados y está todo despeinado. Ugh...
—Ha ido muy bien. Tu madre es encantadora y no sé si Galia es la mujer más dulce del planeta o la peor víbora pasivo-agresiva del mundo —Luxemburgo sonríe aunque no se ve que lo hace.
—Me veo fatal... y tú no te ves ni siquiera, solo te veo un ojo. Ohh. No, no es pasivo-agresiva. Es dulce. Y mi madre NO es encantadora.
—Sí que lo es, me han estado contando historias sobre ti. De cuando eras pequeño también.
—¿Historias buenas o malas?
—Pues... sobre que tiraste a tu hermano de un acantilado y que intentaste matar un pájaro con la pata de una mesa.
—Lo del pájaro te lo ha contado Galia —se ríe—. La cena más desastrosa que tuvimos... ¡todo salió mal! Y lo del acantilado tiene truco.
—¿Por? —se mueve un poco bajándose la sábana y pasándose una mano por el pelo.
—Para empezar, ¿te contó el castigo de Eire después de hacer eso? —Gales le mira y sonríe un poco.
—Lo de los meados, oui
—Debí tirarle del acantilado de verdad... aun así fue un poco accidental —arruga la nariz.
—¿Aja?
—Tuve la fuerza para empujarle porque me tropecé antes de golpearle... pero Eire no vio eso, claro.
—Mmmm... Que conveniente.
—No, créeme, fue bastante conveniente. Pese a la venganza, Eire siempre me miró con más respeto desde esa vez sabiendo que era posible que me defendiera. Nunca lo saque del error... pese a los bloody meados.
Luxemburgo sonríe de ladito.
—Aun así no son las historias que pensé que te contarían.
—Non? ¿Por qué no?
—Pensé que serían todas historias escabrosas, esa no lo es. ¿Cómo está Galia? ¿Cómo lo ha... tomado?
—Ya te digo, no lo sé. Parecía tranquila y ha estado dándome consejos.
—¿Consejos? ¿Cómo cuáles? ¿Consejos para... mí?
—Como que no sea malo contigo porque lo estás pasando mal...
—Y lo primero qué haces es decirme que la violada, terminar conmigo y darme tres infartos —Gales se muerde el labio y sonríe.
—Eso ha sido el consejo de tu madre, te dije que le haría caso a ella.
—Bloody hell, es verdad, pero ¡Mo hay que ser tan bestias!
—Mmmm... Me he ganado que me digas que me quieres y que me odias, a mi me parece que ha valido la pena.
—La verdad, darling... ha sido horrible y todo pero... joder, si te ha salido bien. ¿E-Entonces el sábado si nos vemos?
—Oui.
—Eres... voy a vengarme de esto, lo sabes, ¿verdad? —le sonríe un poco, volviendo a sentir mariposa gas en el estómago al verle.
—Oui? ¿Cómo? —se gira de costado y sonríe de ladito.
—Voy a pensarlo... pero se de seguro una forma clara para compensar el sábado.
—No creo que conmigo te salga bien tirarme de un acantilado —advierte.
—¿Qué hay de tirarnos juntos al acantilado...?
—Mmmm... nah, no creo tampoco.
—Lo decía un poco en... sentido figurado.
—Mejor te me tiro a ti junto a un acantilado.
—E-Eso suena mucho más atractivo —responde igualmente sonrojado.
Se ríe
—Trato hecho, entonces... ¿sabes? Tengo varios acantilados.
—Me pilla un poco lejos ahora mismo —vuelve a moverse dentro de la cama.
—Planes, Lux. Se llaman planes. Aunque ahora mismo...
—Ahora mismo necesito resolver un poco mi vida si no quieres que el sábado te coma.
Gales levanta las cejas.
—Quiero q-que el sábado me comas.
—Noooon, soy un chico decente. Me ocuparé de volver a resolverme la vida el sábado antes de que vengas. ¿A qué hora dices que hemos quedado?
—Noooo, ¡Sí que quiero! No resuelvas nada, venga...
—Tarde.
—No hemos quedado a... what? Has... terminado AHORA?
—Non, estoy en ello.
La baraja de distintas expresiones faciales de Gales ante esa respuesta, Luxemburgo se la va a perder por estar con los ojos cerrados.
—¿E-Estas... ? Oh my... —se ríe súper nervioso, se sonroja, abre la boca incrédulo, mira la pantalla con toda la atención del mundo—. You, bloody pervert.
—Oh, oui. Vamos, háblame...
Gales se humedece los labios y... se mira de reojo sus propias regiones vitales que ya están reaccionando.
—Vengaaaa —protesta un poco y se ríe, mirándole.
—Q-Quiero ver lo que estás haciendo y el desastre que vas a hacer, p-pensando en mí y escuchándome a mí —dice con su mejor de narrador de audiolibros.
—No voy a... ¡no voy a enfocar ahí!
—Solo un segundo.
—Está muy oscuro, Cymru, no voy a ir a encender la luz.
Gales de ríe.
—Además, me da vergüenza —añade.
—No entiendo para nada cómo funciona tu vergüenza —confiesa teniendo que moverse un poco en su silla, quien te va a comer el sábado es él.
—Pues una cosa es que lo sepas y otra... que lo VEAS. Es la gracia de... —es que le cuesta un poco hablar sin que se note mucho lo que hace—. L-Lo erótico.
Gales se humedece los labios otra vez.
—Casi no parece q-que... ¿qué clase de cosas te gusta que diga que te pongan más? —pregunta, sonrojado que está y cada vez más incómodo de entre las piernas.
—¿Dónde estás...? ¿Hay gente a tu alrededor?
Gales mira alrededor del bar de pueblo en el que el está, bastante vacío fuera de unos chicos jugando billar y el hombre que atiende el bar.
—Pues... estoy en un bar.
—¿Y está ahí Ecosse?
—Ha... hum.. ¿Salido a hablar con tu hermana? Supongo...
—Entonces podrías... uf... B-Bajar un poco tu mano...
—¿A-Aquí? —traga saliva y se echa un poco atrás, sonrojándose tres veces más.
—Mjm... —se muerde un poco el labio y vuelve a cerrar los ojos—. ¿Te imaginas que llevaras un... dispositivo o lo que sea, me da igual que... cuando yo estuviera haciendo esto, independientemente de donde estuvieras tú empezara a... estimularte ahí abajo?
—C-Como en medio de un bar... —se toca un poquito por encima—. ¿Te imaginas que tú llevarás uno igual? Nunca acabarías una jornada laboral...
—Pues me imaginaba que funcionaría en... d-dos direcciones... Oui... —empieza a cambiarle la respiración—. Y tú que te levantas más tarde... tal vez a media mañana... —es que tiene que contener un gemidito.
—A la hora de las juntas... —le baja el sonido al teléfono un poco lamentando no tener unos audífonos o algo así—. No voy a poder levantarme de aquí en un buen rato. Estás loco.
—Y tú en el bar... mientras tienes que fingir para Ecosse que no te está pasando nada. Cielos... voy a acabar...
Gales mira la pantalla con la boca abierta, sonrojado como una manzana, se revuelve en su lugar. ¿Dónde puede tomar una foto de la pantalla? Debería aprender a hacer esto.
—Acaba para mí, d-di mi nombre... —le pide.
Y ahí va Luxemburgo, gimiendo y sí susurra su nombre como le pide.
Gales se tapa un poco la cara con una mano, súper avergonzado... y cruza las piernas, súper... inspirado.
Luxemburgo sonríe ya con las sensaciones finales, entreabriendo los ojos para mirarle.
Es que además es tan bloody guapo.
—¿Estás bien, mon cher?
—Define estar... b-bloody bien.
—Eres muy mono —se ríe un poco.
—Eres... eres... yo que bloody sé. Eres más pervertido que France y Galia.
—¡Anda ya! —se vuelve a reír yendo a buscar algo para limpiarse en su mesilla de noche.
—¡Mucho más! Ninguno me hacía estas cosas... ¿Sabes lo —nueve los labios para decir "empalmado"— que estoy?
—A lo mejor deberías mostrarme —sonrisita pícara.
—No creo que s-se note... —debes verle mirarse de reojito y sonrojarse más—. Traigo además los estúpidos pantalones que me diste que son duros.
—Yo creo que sí se nota, pero no ahí abajo. Los pantalones te ayudarán.
—¡¿Se nota donde si no ahí abajo?!
—En la cara. Estás rojo como cereza.
—Pues es que acabo de ver al chico de mis sueños terminar diciendo mi nombre —se ríe un poco, pasándose una mano por el pelo.
—Alaaa —se sonroja un poquito igual.
—Estoy a nada de dejar a Alba aquí e irme a meter en tu cama.
—Están aquí tu madre y tu ex, van a pasar aquí la noche.
—Whaaaat?
—No sé en qué cuarto las ha puesto Vincent. Juntas.
Gales parpadea.
—Vale, mi erección ha disminuido a la mitad.
—Ya me imaginaba que pensar en ellas en la cama te ayudaría —suspira y bosteza un poco.
—Van a... estaban en... ¿precian pareja?
—Cuando se lo he preguntado a tu madre me han dicho que no, pero han pedido dormir en un solo cuarto.
—Quizás solo quieren hablar.
—Seguro... —tan sarcástico.
—¿Me... me echaste de menos estos días?
—Nah —sonríe.
—¡Que va! ¿Ni un poquito? —se revuelve otra vez, porque no, no está cómodo ni se le ha bajado nada... pero quizás hablar así normal haga que se le baje.
—¿Tú sí? —se ríe.
—Un... un poquillo nomas.
—Imagina cuanto debe ser como para que no puedas ni decir que no.
—Shut up... —sonríe un poco y se pasa una mano por el pelo—. Compré una cosa para... bueno, la compre para ambos en realidad
—¿Ajá?
—No es que sea... hum
—¿Qué es?
—Un recetario.
—¿U-Un... recetario? —parpadea.
—Cocina para dummies.
—¡Oh! —se ríe
—Lo he comprado en una tienda de segunda mano.
—Vale, vale.
—Creo que podríamos usarlo para aguantar la pata de la cama...
—Yo creo que deberías leértelo...
—Sí, ya, ya lo leí.
—¿Seguro?
—Anoche lo leí.
—Veremos si es verdad.
—Puedo dirigirte a ti para que hagas las cosas sin problema —Gales se ríe y le mira.
—Ya, claro —inclina la cabeza sonriendo de ladito.
—Tengo ganas de que sea sábado.
—¿No que solo me habías echado un poquito de menos?
Gales se ríe, apretando los ojos.
—Me había olvidado. Ahora me han dado las ganas.
—Te digo una cosa bonita... pero dejas que me vaya a dormir.
Gales sonríe un poquito con eso y asiente.
—Estaban Galia y tu madre hablando conmigo y estaban en una actitud... uf. Como si... como si fuera a tener que... aguantarte para siempre, como si fueras un enfermo crónico con algo súper complejo y ahora fueras mi responsabilidad.
—¿A... ja?
—Me han agobiado un montonazo con eso, porque mira que les he dicho veces que solo somos amigos. O sea, me caes muy bien y me gustas y todo eso pero... la verdad, no estaba preparado para una conversación así... para una responsabilidad así.
Gales aprieta los ojos.
—Ya, ya... quizás era un agobio para Galia. A-Algo así súper complejo. Ehm... yo no... n-no te creas que sea tan... así
—No lo sé, pero es que estaban diciéndome como... como si tu estuvieras súper enamorado o algo así, como si acaso fuera yo a pedirte matrimonio ahora y tú fueras a decirme que sí. Lo cual es sumamente ridículo, o sea, ¡apenas si somos amigos hace una semana!
Gales palidece un poco con lo del matrimonio.
—Y-Ya, ya...
—Y les he parado los pies varias veces, porque... o sea es que no creo que sea así. Me han dicho que tú eres súper enamoradizo, pero no creo que tanto. Estoy seguro que tú también quieres conocerme mejor antes de decidir si esto va a ser más serio o no. Y que desde luego, si acaba por ni serlo, no será a causa de uno solo, sino de los dos.
Gales sonríe un poco y se sonroja.
—Me gusta mucho cómo está yendo como para siquiera desear que ya pasen cosas más serias...
—La verdad es que cuando te hablé... y estabas tan asustado y... te dije que era broma y... me dijiste que... bueno, se me pasó completamente el agobio.
—Por el conducto de ponerme histérico —Gales protesta en broma.
—¡Anda ya!
—¡Es verdad!
—Claro que no.
Gales se ríe.
—Más me hubiera preocupado agobiarte más... —concede.
—Ya, bueno, pues si no te gustan las cosas bonitas que te digo ya no te digo más. Jum!
—Noooo! No! ¡Sí que me gustan! De hecho... me tranquiliza mucho que ellas te pongan histérico y yo calmarte. Creo que...
Le mira y el británico sonríe un poco más.
—El que quieras conocerme y hablarme y decirme cosas bonitas sin que tenga que rogarte, solo porque quieres...
—¿Qué gracia tiene si tienes que rogarme?
—Nunca, nadie se había interesado así
—No digas eso, seguro Galia se interesaba.
—Galia se interesó, claro que se interesó, un poco forzadamente. Tú pareces genuinamente interesado solo por... yo que sé. Debe ser que soy encantador —bromea.
—¿Forzadamente?
—¿Sabes cuándo... haces que una persona te acepte por ser consistente? No es que yo no esté siendo consistente y constante contigo, pero...
—Mmmm...
—Mira, yo que sé... me haces sentir bien. Genuinamente bien, hace tiempo que no me lo sentía
Luxemburgo se ríe un poquito.
—Eso es porque te tocas poco, por eso se te levanta así —se vuelve a tapar con las mantas hasta la nariz.
—Hace tiempo que no me toco continuamente... yo —Gales aprieta los ojos y se ríe.
—Ya, ya, bueno, hasta yo le dejaría a Galia... —se ríe.
—Y créeme que no lo hace en lo absoluto mal... te diría de hacer un trío si todo esto no fuera así de raro.
—Ni de broma te atreves a hacer un trío.
—Me gustaría primero hacer un dueto contigo, pero... ¿por qué no crees que me atreviera?
—Porque no te creo, seguro hablas mucho de boquita y luego estarías súper agobiado —sigue.
—Mmmm... La verdad, tendría que sentirme lo bastante seguro de la otra persona y de mi relación para acceder a un trío. Pero si me lo sintiera, desde luego que lo haría. Los tríos que se me ofrecieron siempre eran con Rome o con Germania... y no podía emocionalmente con ello.
—Yo sí lo habría hecho... —se gira de nuevo.
—Really?
—Oui. Con Rome. No creas que no me da curiosidad como cosa de una noche ¿Por qué no?
—¿N-No lo has hecho con Rome?
—¿Tú sí?
—Bloody hell, no. Pero yo...
—Se lo sugerí a Mónaco una vez pero se puso súper pasivo-agresiva diciendo que bastante costaba que yo le dedicara cinco minutos para además tener que estar coordinándonos con Roma.
—Ufff, ese es un trío que no sé si te puedo prometer.
—Ooooh...
— ¡Tuviste años para hacerlo! ¡Para hacerlo con toda esa casa! Aunque al paso que vas quizás puedas ir un día de legos... te recomiendo que sea entre hoy y el sábado.
—Por quoi?
—Porque después no creo poder soportarlo —se ríe.
—¿Por qué no? ¿Qué pasa el sábado?
—Pues tenemos una cita.
—¿Y? ¿Se va a hacer... oficial?
Gales se sonroja.
—Pues a partir del sábado estaremos... saliendo, ¿no? ¿O... O-O no?
—Oh... Oui? Mmmm... pero tú...
—No, no... si no quieres no.
—Es que tú... ¿ya vas a estar bien?
—Pues no he dicho que estemos en una relación formal, pero si salimos en una cita, ya estaremos oficialmente... saliendo, ¿no?
—No sé, esto depende más de ti que de mí.
—Últimamente pasó noventa por ciento del tiempo pensando en ti y diez por ciento del tiempo pensando en mi matrimonio fallido.
—¿Seguro? —Se sonroja.
—Hablemos de esto el sábado, ¿vale? —Sonríe un poco y se pasa una mano por el pelo—. Sin presión.
—Buenas noches —se ríe y asiente.
—Lux... gracias —es que los ojitos de corazón.
—¿Un beso?—propone sonriendo.
—Todos los que quieras.
—Venga.
—I-I...
—Oui?
Cierra los ojos y le manda un beso justo cuando Escocia vuelve.
Luxemburgo le manda uno y hace un gesto para despedirse, saludando con la mano mientras Escocia hace caras de beso para burlarse de Gales.
