NOVIOS EN PÚBLICO
EPÍLOGO.
Aclaraciones: Los personajes no me pertenecen pero la trama es mía, cualquier adaptación no autorizada se verá repercudida. HISTORIA RE-MASTERIZADA.
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Canción: BTS-NOT TODAY.
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.Habían pasado meses después de la despedida de las chicas como grupo, cada una le estaba yendo de maravilla en sus nuevas facetas de madres. Además de que los chicos eran un éxito con su disco promocional, el cual, era la mezcla de todos los años de experiencia y la unión y amistad de todos.
La canción que sacarían ese día a la luz era la mezcla de un buen baile y un ritmo muy loco. Además de una vestimenta más ruda para todos. Con un claro mensaje de "no nos importa, nosotros somos nosotros" a pesar de los muchos rumores de separaciones y pleitos.
"Poco a poco las flores caerán pero no, hoy no. Ese día no es hoy. Todavía es un día demasiado bueno para morir" Se escuchaba en el video donde los chicos se veían tan rudos y muy sensuales, las chicas miraban emocionadas el vídeo.
—Me vale estar embarazada, quiero que Sai me haga veinte hijos—Comentaba Ino emocionada.
"Eso es, somos EXTRA. pero seguimos siendo parte de este mundo. EXTRA ORDINARIO" Vieron como empezaba aquel baile el cual se habían esforzado a hacer con dedicación y mucha práctica mientras sonreían y seguía la canción "Corre si no puedes volar. Hoy sobreviviremos. Camina si no puedes correr. Hoy sobreviviremos. Gatea si no puedes caminar. Prepárate aunque sea gateando" Enseñaban su desempeño en esa canción y lo mucho que habían madurado y cambiado a lo largo de ese tiempo.
"No me preguntes, solo grita. No, hoy no. No te rindas, no llores. Arriba las manos. No, hoy no" Según Sasuke le había dicho a Sakura, la canción hablaba de que ellos seguirían juntos sin importar las recientes críticas y comparaciones "Dijeron que no podíamos hacerlo, que éramos un fracaso. Pero no fue así porque confiamos en nosotros y en cada uno de nosotros." Sakura tocaba su abultado vientre mientras sonreía al ver a los chicos en su video, ella siempre creía en ellos y lo seguiría haciendo.
"Oye, no, hoy no. Apunta tu pistola y dispara" Se escuchaba al final de la canción y las chicas se maravillaron tanto del baile como de los efectos. Sin duda esos meses fueron muy buenos a todos. Principalmente en sus vidas maritales y era de esperarse ello. Por ejemplo.
Empezando con la vida marital de Shikamaru y Temari, los cuales tenían a su pequeño Shikadai el cual ya quería caminar por si solo y cada día parecía crecer más y más. Además de que, Temari se había entregado completamente a ser madre y Shikamaru era buen padre a pesar de su movida agenda con la banda.
—Shikadai ven acá… no seas molesto—Se quejaba un perseguidor Shikamaru.
El pequeño pelinegro gateaba por la sala hasta llegar a la cocina, donde Temari estaba lavando algunos platos. Al oír el grito de su padre, se escondió entre las piernas de la rubia mientras reía divertido y veía a su papá entrar a la cocina.
—Qué problemático hijo tengo…—Lo sacaba entre las piernas de la rubia— Tan problemático como su madre…
—Oye vago este…—Siseaba divertida Temari— Mi pequeño solo es activo por su edad… además, no aguantas nada, yo lo cargué nueve meses y mira que esos antojos que me daban…
—Ya, amor tranquila. Ya me llevo a Shikadai—Besaba a su esposa— Pero en la noche no te salvarás de mí… acabo de volver de una grabación y vengo hambriento
—Pues… señor Nara, suena muy tentadora su oferta. —Besó al chico y cargó al pequeño y lo abrazó— ¿Quieres un hermanito Shikadai?
El pelinegro al escuchar aquello, palideció y miró con sorpresa a su mujer. No es que no quisiera más hijos, pero sinceramente, creía que no era tiempo. La rubia al ver la reacción de su marido, no pudo evitar no reír y darle golpes pequeños en el hombro mientras Shikadai imitaba sus actos.
—No seas idiota, claro que sé que aún no es tiempo—Burlaba mientras se iba a las escaleras con el pequeño en brazos— Hubieras visto tu rostro… todo un poema. Tan gracioso y muy divertido… pero parece ser que no quieres más hijos, lo entiendo.
—Ya verás pequeña problemática—Comentaba tras ella— No es que no quiera, sino que siento que Shikadai es aun pequeño. Quizá en unos dos o tres años.
La chica sonrió asintiendo mientras trataba de acomodar a un de pronto dormido Shikadai. Suspiró mientras acomodaba con ayuda de Shikamaru al pequeño, le encantaba su nueva vida como sólo madre y esposa. Además, la idea de ver crecer a su pequeño y a los que vinieran y, que a pesar de que no estaba con las chicas, aun vendían discos y por lo tanto sustentaría mejor a su familia.
Por su parte, Tenten y Neji estaban igualmente cómodos con su nueva rutina de vida. Pues a pesar de que tenía el chico agendas y cosas que hacer, se habían acomodado bien para ser padres a su vez. Pues la castaña estaba impartiendo clases de baile en una pequeña academia que creo, la cual ya era un éxito pues ella era muy buena en el baile y a su vez, se encargaba de su familia.
—Neji, podrías traer a Hizashi… en lo que acomodo unas cosas—Sonreía mientras seleccionaba pistas musicales.
—Vale, deja voy al cuarto—Informaba subiendo.
Unos momentos después, Neji traía en brazos a su pequeño el cual se recargaba en el hombro de su padre adormilado. Miró a su mamá y sonrió, estirando los bracitos y balbuceando cosas.
—Bueno, vamos a ver a la tía Hinata…—Besaba a Neji— Gracias cariño, adoro que estés en casa en estos momentos… además de que, muero por que se acerque el primer año de nuestro pequeño.
—Lo sé, igual pienso lo mismo… sabes—Miraba a su hijo— Creo que hay que ir viendo lo de tu academia y de cuándo encargaremos al otro u otra.
—Oh tienes razón cariño…—Se pegaba a él sensualmente— Aunque podemos divertirnos y después ir con Hinata, al fin y al cabo estás de descanso y te extrañé mucho.
Tenten dejó a su nuevamente dormido hijo en la cuna y se fue a la habitación con Neji, donde se empezaron a repartir besos y sonrisas mientras platicaban algo subido de tono. Sin duda Tenten podía hacer ambas partes, Madre e igualmente esposa y una maestra excelente de baile.
Matsuri y Gaara, llevaban una vida rutinaria igual que siempre. La chica estaba en algunos comerciales y novelas; mientras que el pelirrojo estaba con la banda. Aunque eso no los quitaba de su vida de padres, pues sus dos hijos recibían mucho cariño de su parte.
—Gaara, mañana tendré que ir a grabar aquel comercial de labial—Comentaba Matsuri mientras jugaba con su hijo menor— Lamento que estés en tu descanso y tengas que cuidar a los niños pero yo…
—Sabes que no me molesta cariño—Sonreía el pelirrojo— Yo sé que al igual que yo, tu trabajas y que eres una figura pública como yo.
—Gracias Gaara, qué más quisiera yo que descansaras y estemos juntos más tiempo—Hacía un puchero— Pero… juro que te daré algo bien después de terminar de grabar mañana…
El chico veía divertido a su mujer mientras esta estaba viendo de un lado a otro nerviosa y algo avergonzada por dejar a su esposo de esa manera. Ella realmente quería estar con él.
—Ya tranquila, solo quiero que sigas haciendo bien tu trabajo—La besaba castamente— Ahora tranquilízate y mañana realiza bien el comercial.
—Sí, muchas gracias cariño—Sonreía animada— Te amo, los amo demasiado…
La familia se abrazaba con cariño mientras la chica se sentía más tranquila. Siempre quería estar así, con su familia para siempre. Lo bueno es que era solo momentáneo cuando salía en comerciales y demás.
En este tiempo, también Hinata y Naruto habían hecho cosas a parte de la banda y la chica de su desintegración y aun venta de discos. Porque ambos habían decidido abrir un restaurante de ramen japonés tradicional en un sitio tranquilo y que era bien concurrido. Aunque en parte se debía a que ambos la mayoría del tiempo libre que tenían se la pasaban allí, además de que Boruto ya estaba más grande, saludable y muy tierno.
—Hinata-chan necesitamos dos tazones picantes acá—Comentaba sonriente el rubio.
—Claro, ya van Naruto-kun—Decía mientras servía la ramen.
El chico se acercó por ellos y vio a su pequeño en la canastilla de bebé que tenían en un lugar seguro y a la vista de ambos. Se sentía orgulloso de ese pequeño fruto de ambos, pues era la mezcla perfecta de sus genes y era muy hermoso….
—Acá está su plato, disfrutenlo—Informaba sonriente a dos colegialas.
—Naruto-san… ¿Se tomaría una foto con nosotras junto a Hinata-san? —Comentaba una apenada— Es que… no creo tener otra oportunidad como esta…
—Por supuesto, Hinata-chan ven por favor—Llamaba a su mujer.
—Voy, solo deja agarro a Boruto-kun—Sonreía al pequeño.
—Bien, te esperamos para una fotografía—Miraba a sus fanáticas amablemente.
La chica se acercó a ellos junto a Boruto y le comentaron lo que requerían a lo cual aceptó y las chicas casi se volvían locas al ver al pequeño rubio con sus padres, pues ambas eran muy fanáticas de esos dos. Así era la nueva vida de ambos, la cual no les disgustaba nada.
Para Ino y Sai, en estos momentos era el centro de atención el recién nacido Inojin, el cual llevaba algunos días de nacido. Ino amaba tanto a ese pequeño, un rubio con la piel tan pálida como la del padre, además de que según ella, sería novio de la pequeña de Sakura. En esos momentos miraba desde la puerta como Sai acunaba a su hijo mientras sonreía a la chica.
—Sabes Ino, nuestro pequeño realmente me hace sentir orgullo—Comentaba Sai— ¿Estás bien? Leí que no debes moverte tanto…
—Estoy muy bien Sai, gracias cariño—Se acercaba a besarlo— Sabes, ayer hable con Sakura… nuestro pequeño ya tiene noviecita aunque no nazca aún…
—Me imagino como te pusiste ayer…—Miraba con una gota en la cabeza— Pero bueno, será mejor que comamos algo, ¿Quieres pizza?
—Sí será perfecto de pepperoni por favor, yo me quedo con Inojin—Comentaba sonriente.
La rubia vio cómo su esposo desaparecía por el pasillo, agarró a su pequeño y sonrió arrullándolo mientras cantaba una de sus viejas canciones. También la chica suspiraba viendo como su esposo pedía la comida de un lado a otro, realmente le costaba a veces creer que ella y él estuvieran así. Pues antes ninguno se hacía caso o mostraban algún interés real… ahora estaban ya hasta con un pequeño y deseaba tener más con él.
—Listo amor, la pizza llegará en poco—Avisaba el pelinegro— Y, ¿Cuándo abrirás la tienda de ropa?
—La abriré después de que mi Saku tenga a la pequeña…—Sonreía feliz—Porque quiero que me ayude con unas cosas, pero será un éxito. Lo presiento.
—Supongo, pues aún son recordadas y creo que emocionará a tus fanáticos—Animaba a la chica— Y pues quien mejor que la moderna Ino para su línea oficial de ropa…
—Ya, me muero por abrir esto… Tenten ya tiene su academia, Hinata el restaurante, Temari… bueno creo que tendrá pronto que salir en un comercial e igual Matsuri hace eso—Enlistaba la rubia— Sakura está ocupada con su embarazo, componiendo canciones y pues creo que sacará solo una canción para aquella historia… y yo, abriré mi centro de modas.
El chico sonreía mientras presupuestaban juntos las cosas y cuidaban del pequeño. Además de comer pizza minutos después. Sin duda ahora Ino tendría más tiempo para el pequeño y su tienda de moda, además de que Sai en su tiempo libre le dedicaba a su familia su tiempo y apoyaría a la chica con su pequeña empresa, todo iba más que bien.
Y, por su parte Sakura y Sasuke estaban en la sala viendo algunas películas mientras el pelinegro abrazaba a la chica y acariciaba su espalda con movimientos circulares. La chica tenía ya nueve meses de embarazo, y empezaba a sufrir algunos dolores comunes de esa etapa pre natal.
—Sakura… ¿Ya no te duele la espalda? —Preguntaba algo preocupado.
—Si Sasuke, muchas gracias…. Creo que nuestra pequeña anda inquieta—Se quejaba de una patada de la bebé— Creo que es porque quiere comer, helado y hamburguesas dobles.
—Sarada, cariño. ¿Tienes hambre?—Advertía tocándole el estómago— Muy bien, iré por tu comida…
—Gracias Sasuke-kun, creo que también una soda está bien—Sonreía con ojos brillosos— Diablos, tengo que hacer ejercicio sino subiré de peso…
—Ya falta poco Sakura, y te verás hermosa como sea—Comentaba el chico mientras se levantaba— Bueno, voy por lo que quieres y por mi portátil, ¿Traigo la tuya?
La chica asintió mientras sonreía acariciando su muy abultado vientre. Luego de eso, ambos comieron y compusieron mientras planificaban el día del parto; así pasaron los días hasta que la chica y él se encaminaron al hospital al gran día. Luego de horas de parto, la pequeña Sarada nació sin complicaciones y con muy buena salud. Ambos estaban orgullosos de su retoño.
—Sakura, muchas gracias por todo… de verdad yo…—Le besaba mientras acariciaba su cabeza— Te amo, te amo mucho y agradezco que a pesar de todo estés conmigo, estemos juntos y por darme más felicidad con Sadara…
—Sasuke… te amo mucho también—Miraban a su pequeña recién nacida— los amo de verdad, por ella nos esforzaremos.
Luego de unos días, la chica y la pequeña regresaron a casa. Y su rutina se hizo de pasear a la pequeña, trabajar, estar con el chico cuando este tenía tiempo libre y pasar buenos ratos familiares. Luego de dos meses, la chica estaba como sin nada, pero eso si era una madre maravillosa.
—Hogar, dulce hogar... —Sonreía cargando a Nanami.
—Hay que llevar a la pequeña a su habitación—Hablaba Sasuke con las cosas de la pequeña cargando.
—Sí, me parece bien… igual empezaré a trabajar—Sonreía a su bebé.
—Sabes Sakura… te ves aún más hermosa luego de ser madre—La abrazaba y besaba el cuello— Tan perfecta… y mía.
—S-Sasuke espera… debemos dejar a Nanami y aun no—Comentaba alejándolo un poco— Soy y seré tuya amor, pero debemos descansar ¿O quieres otro hijo tan pronto?
La pelirrosa se veía igual a cuando no estaba embarazada, pero sus caderas se le habían hecho más redondas debido a la maternidad; además de que rápidamente se acostumbró a su rutina.
—No me molestaría, pero supongo que tendremos que esperar—Comentaba con sonrisa de lado— Además empiezas tu negocio y yo la gira…
—Así es, pero podemos planear al futuro bebé en unos años y… —Lo besaba mientras subía con una sonrisa traviesa— podemos mientras jugar un poco, te espero en la habitación.
El chico sonreía mientras subía tras la chica y llevaba las cosas para dejarlas en la habitación de la muy dormida Nanami, luego ambos se fueron a la habitación entre sonrisas, besos y caricias traviesas. Vaya que ambos disfrutaban de esos encuentros maritales.
Escribía canciones y planeaba junto a Ino una empresa pequeña de ropa, donde ella y la rubia serían socias, sumando también el hecho de que la chica daría clases de canto a aspirantes a artistas.
Quizá el grupo de las chicas estuviera separado, pero su amistad nunca terminaría. Todas se reunían ocasionalmente en el restaurante o en alguna casa, siempre estaban al contacto y algunas veces iban a ver a sus esposos juntas. Los chicos estaban consiguiendo más éxito cada vez, también que eran a pesar de sus apretadas agendas excelentes esposos y padres. Todo iba muy bien, Kakashi y Shizune estaban en planeación de un tercer hijo y Tsunade y Jiraya habían empezado a salir en citas pequeñas.
Claro que, todas planeaban más tarde más hijos y vidas maritales a su manera. Y quien sabe, quizá en un futuro se reunirían de nuevo como grupo y cantarían juntas en un buen reencuentro, además de que, la amistad de todas y de todos, sobrepasaría a los años. Lo hizo en el pasado y lo seguiría haciendo. Sakura y Sasuke eran más que felices, con su pequeña sonriendo y creciendo cada vez más tan bonita; aunque a Sasuke se le salía el lado paternal celoso cuando Ino comentaba que su Inojin era perfecto para Sarada. O cuando le golpeo a Naruto cuando este decía a Sakura que Boruto era mejor partido a la pequeña, el rubio casi se queda sin posibilidades de tener familia.
Cuando daban vistazo al pasado, se daban cuenta de que todo lo que pasó, les hizo de verdad ver y palpar que el amor que se tenían es puro y verdadero. Pasaron por el dolor, separación y un montón de pruebas las cuales pasaron a través de todo ese tiempo. Todo pasaba por alguna razón y los que están destinados, a pesar de todo siempre se reunirán de cualquier modo.
TAN TAAAN TAAAAAAAAN
¿QUÉ TAL EL EPÍLOGO? FALTA UN EXTRA QUE PONDRÉ DE COMO "DETRÁS DE ESCENA" DE CONCIERTOS DE AMBOS. ESPERO QUE LES GUSTE
NOS LEEREMOS PRONTO.
