La teoría del caos
Capítulo 17: Monstruoso, grotesco.
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*Por todo lo que se dijo, de donde terminaríamos al final de eso
Un agarre que se afianza como un cáncer que crece
Cada parte de tu cuerpo que se necesita, aunque sé que mi corazón se rompería, les diría: "Ponme de nuevo en esto"
Cariño, lo volvería hacer…
Todo comenzó con un terremoto. La tierra se sacudió de manera violenta, luego vino un silencio absoluto, una criatura estaba surgiendo, protegía el cuerpo de Kaneki, se hacía cada vez más y más grande, surgió un grito de la criatura, el sonido era una especie de aullido grave y feroz como el de alguna bestia que todavía no era descubierta porque ninguna garganta en el mundo produciría ese escalofriante sonido que hizo que todos los demás sonidos enmudecieran por al menos cuatro segundos.
Por más que los oggai e investigadores intentaron rebanar al monstruo este respondía sacando múltiples tentáculos con bocas que comían de los kagunes del oggai y las armas del CCG (llevándose un pedazo de carne humana que quería pelear o no soltar su arma), comía el monstruo un bocado y lo soltaba mientras las demás extremidades en formas de patas de insecto comenzaron a excavar más al fondo llevándose a varias víctimas con él.
"¡Retirada!" Alguien grito.
El monstruo parecía no querer salir más a la superficie, los que lo vieron a lo lejos vieron la espina dorsal de algo enorme arqueándose, moviéndose.
"Un ciempiés gigante…" Pensaron muchos al verlo a lo lejos.
Estaba hundiéndose como si buscara un lugar mucho más oscuro que aquella sangrienta noche, quizás venía del infierno y al no gustarle la tierra de los mortales decidió cavar de nuevo hacia el fondo buscando el averno, pero al costo de la vida de los pequeños demonios que se intentaban atacarlo aun estando pegados al enorme cuerpo como pequeños parásitos matarlo al igual que algunas más víctimas que hace quince minutos querían asesinar a los ghouls, exterminarlos como si fueran una plaga (una madriguera llena de zorros había mencionado el director Kichimura Washuu).
Cabra observaba desde un punto alto el horrible espectáculo, por suerte el CCG no los había alcanzado, comenzaron a moverse, a contar a las personas que eran, ¿quiénes faltaban?, ¿quiénes tenían teléfono para contactar con el equipo que fue por alimentos?. Y entre todas las personas que huían el caos viendo el horrible espectáculo, había un muchacho de cabello rubio, usando cubre bocas y un paraguas transparente comenzaba a telefonear a su amigo que había trabajado en el CCG.
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En el momento que Furuta sintió que algo lo había mordido en el hombro y elevado supo que no necesita dictar las ordenes para que lo que vino a continuación. Los agentes Oggai atacaron a Kaneki, pero este ya había formado rápidamente una coraza para protegerse y muchas bocas para alimentarse. Por supuesto que sus "compañeros" del CCG lo miraron sorprendido al ver que también tenía un kagune implantado en la cintura baja.
"Detesto cuando alguien arruina la sorpresa…" Pensó Furuta fastidiado, mientras usaba su arma biológica para cortar el kagune que lo tenía atrapado.
El Washuu aterrizo en el suelo tomó un bolígrafo que estaba dentro de su saco y presiono el botón superior logró activar una descarga eléctrica que había implantado en los cuerpos de los niños oggai, uno justo en la base del kagune y otro en la cabeza perforándoles el cráneo en cierto nervio para darle una descarga eléctrica para estimularles el apetito a los niños y hacer que sus kagunes liberarán más células RC, era como hubiera desatado pequeñas bombas con piernas y extremidades de pétalos de Hingabana. Los niños gritaron de manera desesperada y sus cabellos pasaron de ser negros a blancos, ya no tenían ningún rastro humano.
Furuta sonrió al ver el espectáculo alentando con gritos lo que sus ojos contemplaban, era una metamorfosis escalofriante la de Kaneki y los niños, pronto en momentos rápidos en los que la enorme criatura comía un bocado y lo soltaba en cuestión de segundos aventando a quienes agarraba, haciendo que el descontrol de la situación dictará el juego en el que Furuta pensaba que había ganado. Cada vez se hacía más grande el dragón, Furuta no daba las ordenes por más que le gritarán y lo zarandeaban veía impresionado en la grotesca criatura en la que se estaba convirtiendo el ex agente Haise Sasaki. Otro agente gritó la retirada y cada quien corrió lo más lejos que puedo del abismo que se estaba formando.
En la carrera Furuta corría, nunca se había enfrentado a un enemigo tan grande, en pocos minutos la figura de Kaneki dejo en ridículo al monstruo en el que se había convertido la anterior "Rey de un ojo" Eto Yoshimura/Takatsuki Sen, pero esta criatura a ojos del director parecía querer cavar llevándose consigo a sus tropas de niños mientras el cuerpo crecía y provocaba más terremotos en el distrito. En el derrumbe, él logró salir entre los escombros. Miró a su alrededor encontrando a unos cuantos integrantes del CCG saliendo de los escombros y ayudando a sus otros compañeros a salir, no había rastro de los oggai. Escuchaba gritos a lo lejos, se quedo viendo la destrucción del subterráneo. De repente recibió una llamada telefónica con el nombre del " " anunciando un segundo problema, él tomó la llamada.
La llamada suponía un conflicto parecido al que estaba formando a Kaneki. Furuta solo podía repetir algunas frases o palabras de la conversación que a cada segundo empeoraba la situación con la glotona. Frases como "Aumento alarmante de células RC en poco tiempo…sistemas de seguridad fallidos…grotesco…".
—¿Qué solución propones? —Furuta le preguntó a Kanou por teléfono esperando unos segundos—…¡¿Cómo que matarla?!...¿Qué quiero yo?.
Quería la súper paz. Él había escuchado en las antiguas leyendas de las culturas celtas, cuando un rey no servía como debía a su pueblo este era sacrificado de manera ritual y violenta para que un nuevo rey gobernara, se celebraba con una especie de boda donde el nuevo rey era "bendecido" al casarse con la diosa de la tierra y la fertilidad se pactaba una nueva era de paz. Pero no habría ceremonia, en estos momentos el dragón había surgido para alimentarse de los niños del oggai, el sacrificio para el desastre en el que se había convertido Kaneki Ken y en el que Rize no tardaba en convertirse.
La llamada termina por cortarse y el ex director del CCG (Si queremos llamarlo de alguna forma) termina por correr y buscar que miembros de V que siguen con vida que no han querido desertar como el .
—Cobarde…—Maldijo Furuta al buscar en sus contactos de su celular, esperando que las líneas de teléfono no se cortaran. Robaría algún vehículo en el proceso.
Si lo que decía Kanou era cierto, no podía detenerla. Necesita estar al mismo nivel que ella, porque si ella se convertía en el otro dragón ya no podría recuperarla, no habría más Rize…
Entre su carrera esquivando y empujando civiles, por la vista periférica y los gritos de auxilio de unos civiles asustados vio un enorme kagune con patas de ciempiés que iba directo hacia él, cuando volteo la mirada un enorme ojo lo estaba observando iba a alcanzarlo…Activó su kagune rápidamente para usarlo como impulso y derribar obstáculos antes que fuera aplastado, mordido o devorado por el dragón.
Al parecer no iba a ser tan fácil llegar al laboratorio donde tenía a Rize escondida. En todo ese caos chisto la lengua con fastidio al parecer ni siquiera en forma de dragón Kaneki iba a dejar que se le escapara tan fácilmente.
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"Fue algo extraño que me mandaran a la retaguardia del ejercito del CCG, quería estar al frente, quería verlo primero a él…" Pensó Mutsuki cuando vio a lo lejos como el CCG se abría camino para adentrarse más a la guarida de cabras por lo que escucho el criminal Haise Sasaki había sido derrotado.
Las tropas del CCG comenzaron a avanzar dejando atrás el cuerpo de Haise que estaba en el suelo, en un charco de sangre con los brazos y las piernas faltantes. Mutsuki perdió el aliento, pero antes de correr notó que el Director Kichimura Washuu se agacho y habló con el moribundo rey de un ojo sacando del saco una trenza de color morado agitándola y lanzándosela a Haise como si fuera un perro callejero al que la dan un trozo de carne para comer.
Cuando el director Kichimura Washuu termino dejando al rey de un ojo atrás fue alzado y herido por Kaneki, lo que también fue una sorpresa fue ver que el director poseía un kagune que le era extrañamente familiar, los oggai comenzaron a atacar a Haise/Kaneki, pero fue como si hubieran activado una bomba porque el subterráneo tardo poco tiempo en derrumbarse. Haise/Kaneki gritaba enojado, Mutsuki creía que iba a gritar un nombre o quizás una maldición, pero aquel sonido pasaba de ser un voz humana a una más grave y terrorífica. Corrió para evitar que lo mataran, empujando a sus compañeros y a los oggai, quería que él gritaría su nombre, tenía la esperanza que si lograba detenerlo y dejarlo inconsciente podría ganar sus derechos ya que no pudo reclamar la recompensa por la ex convicta 1220, su kagune como un látigo intento tomar el cuerpo de Haise.
Pero no debía olvidar que había descrito a su maestro como una bomba…porque en pocos segundos una masa de tentáculos de kagune entre extremidades que parecían garras, patas de ciempiés y bocas con dentadura humana hicieron que las tropas y los escombros volaran lejos.
"Solo quería que volviera a casa…" Pensó Mutsuki cuando observo a los oggai comenzar a transformarse en pequeñas versiones de su antiguo mentor con cabellos blancos y kagunes de extremidades en formas de pétalos de hingabana, como el caos explotó en pocos minutos. Los oggai queriéndose aferrar a Haise y todos los demás comenzaron a correr, se quedo con la espalda en el suelo mientras sus demás compañeros evitaban el desastre. Sentía como los pies de sus compañeros le rozaban al correr y algunos lograban pisarle alguna extremidad del cuerpo sin darse cuenta, pero en ese momento no sentía nada más que un extraño vació y nada de dolor, como si otra vez le hubieran cortado las extremidades, su mirada se oscurecía con cada segundo que pasaba. Alguien le sujeto el hombro para que se levantara en un solo movimiento, era Urie.
—¡Mutsuki Levántate! —Le dijo su amigo.
—Urie…—Respondió Mutsuki con voz temblorosa sentándose, era una sorpresa ver a su amigo. Miró hacia atrás observando como la enorme criatura comenzaba a hacerse más grande y hundirse más—Sensei…
La tierra tembló por segunda ocasión haciendo que Urie levantara su cuerpo casi a rastras comenzando a correr agarrados de la mano, Tooru todavía estaba en shock dejándose guiar por su amigo con quien ya no podía hablar con tanta confianza desde que salió de la isla Rue, de las cosas que estaba haciendo, de lo que pasaba por su cabeza, de las pesadillas que soñaba todas las noches.
—¡No va servir de nada si te quedas atrás, ¿qué voy a hacer si tú también te mueres?!—Dijo Urie mientras corrían buscando un punto más alto para evitar los escombros.
—Lo siento…yo no lo quiero que lo maten.
—Y yo quiero darle una paliza cuando salga de ahí, pero no va servir de nada si somos enterrados.
—Gracias…creí que tú y los demás iban a renunciar cuando se anuncio la misión.
—¿Y de verdad pensaste que te iba a dejar después de que volviste a casa?
Mutsuki solo quedo sin habla, por un momento la luz de su único ojo visible se hizo presente, soltó una lagrima, quizás de alivio por esas simples palabras.
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Hay un edificio que muchos ignoran por los temblores y los gritos que ha coronado la noche. Este particular lugar que parece ser un complejo de laboratorio pequeño (como un edificio pequeño de Universidad) comienza a ser consumido por algo que surge de sus entrañas. Un terror liquido que se empezó a desbordar por las tuberías de agua en poco tiempo, uno que al salir de las mismas comenzó a convertirse en una masa roja sangrienta que hacían pequeños movimientos como si fueran animales moribundos fusionados, esta masa reacciona al calor de las personas humanas, al parecer este pequeño dragón quería buscar algo de comer porque cada vez que tocaba a un científico esta desarrollaba una garra o una pequeña boca para agarrar a la pobre persona que se petrificaba de miedo con el mero contacto.
Se escuchan varios gritos, pero las personas de afuera no parecen notarlo. Algunos salen del edificio, pero otros no alcanzar a salir, mientras más se acercaban, el terror liquido comenzaba a tapar las ventanas y las entradas desbordándose como si quisiera también salir.
"¿Qué es ella?...¿Cómo la detenemos?...¿Que hemos hecho?" Se decían los científicos. Al ver esta masa roja que empezaba a devorar las paredes del edificio. La puerta de la habitación de ella estaba sellada por la misma masa roja. Las luces comenzaron a parpadear. Aunque golpearan a la masa, intentaran hacer que abriera paso a la salida principal esta como un animal salvaje reaccionaba de manera violenta ya fuera lanzando mordiscos con las bocas con dentadura humana que empezaba a desarrollar para atacar a quien osara lastimarla.
"¡¿No había alguien vigilando, para controlar precisamente esto?!". Se preguntaron algunos indignados.
"Si, pero…" Contestaron con voz temblorosa. Al momento de reportar la anomalía del tanque donde estaba ella, la pelimorada notaron que su kagune que se supone no debía salir del tanque porque precisamente lo estaban extrayendo a través de las mangueras conectadas al cuerpo de la ghoul hacia otros tanques, se estaba saliendo de los tubos que se conectaban fuera del tanque, las maquinas comenzaron a parpadear de manera alarmante con su característico sonido de alarma, la luz de la habitación a apagarse y volverse a prender, un extraño silencio reino por momento (cuatro segundos siendo exactos), luego algunas goteras comenzaron a aparecer en techo, pero no era agua, si no sangre espesa…el kagune comenzó a filtrarse por el interior del edificio como si se trataran de venas las que empezaron a correr por las paredes y tuberías como sangre de un organismo vivo. Todo en un tiempo ridículamente corto.
"No nos juzguen de cobardes si quisimos salir cuando ella abrió los ojos por un momento, aunque estuviera bajo el agua vimos en esos ojos algo que nunca queremos volver a ver, una mirada que eriza la piel más que la pistola que nos pusieron en la cabeza cuando empezamos a cuestionar el plan de ellos…"
"Grotesca y hermosa" Era como habían descrito a la pelimorada en pleno caos.
"Quizás los que lograron salir, traerán ayuda, ¿verdad?". Otro temblor hizo que los científicos comenzaran a evaluar sus opciones, el Doctor Kanou había salido hablando por teléfono sin dejar ningún rastro o instrucciones. Las líneas telefónicas comenzaron a colapsar quedándose sin poder hablar con nadie. Si no salían no sabían ¿que iba a matarlos primero el derrumbe del edificio o ella?.
"¿Qué hacemos con el Doctor de Kokuria y la ghoul que está con él? Dieron instrucciones de no los liberarlos de su celda, que era mejor esperar que esa mujer se lo comiera, pero hace rato que nos los escucho hablar o suplicar…"
"Libérenlos". Dijo una de las científicas, una de las más jóvenes de cabello castaño corto de nombre Kimi. "Con la situación todos vamos a tener que cooperar en esta emergencia".
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Notas finales: Continuará…
