Hermione despertó sudando.
Los recuerdos estaban volviendo a ella como crucios.
Se estremeció.
.- Mami.- Harry estaba a su lado.- ¿pesalilla?
.- Si amor. Una pesadilla.
.- Onnie queques.
Ella se sentó temblorosa, luego se levantó y cayó de rodillas.
.- ¡Mami!.- Harry gritó preocupado.
.- Estoy bien, Harry. No te preocupes.
La puerta se abrió de par en par. Remus tenía puesto un mandil y harina se pegaba a su frente, mejillas y cuello.- ¿que pasó?
.- Me levante muy rápido. ¿Te quedaste anoche?
Remus asintió.- te quedaste dormida en el sillón sosteniendo un color.
Hermione lo miró y esos recuerdos volvieron a ella.
Su estómago se revolvió y trabajó para levantarse y correr al baño.
.- ¿Efema, Onnie?
.- No lo sé, cachorro. Ven, vamos a que desayunes.
Hermione vació su estómago en la taza del baño.
Se sentía débil, esos recuerdos estaban frescos en su subconsciente.
Por ello, Remus era el último que ella esperaba ver en ese tiempo.
Se metió a la ducha fría unos minutos solo dejando que el agua cayera en su cabeza y cuerpo.
...
Harry veía con facinación todo a su alrededor y no dejaba de señalar casi todo.
Hermione y Remus le explicaban paciéntemente.
El Ministerio era muy grande.
Hermione había decidido ir por el bien de Harry. No quería que Dumbledore interfiriera.
Llegando a la oficina de registros, Hermione presentó varios papeles, entre ellos el acta de nacimiento de Harry.
La Señora del registro tomó los papeles estudiándolos. Estaba a punto de decirle que debería ir del otro lado a los registros muggles cuando leyó el nombre completo del niño.
.- ¿Harry Potter?
Hermione frunció el ceño.- Soy Jean Potter y vengo a registrar a Harry bajo mi custodia.
La Señora la miró.- espere aquí un momento.- se giró y salió por otra puerta.
Varios minutos después regresó con 3 hombres. Uno, era el Ministro Fudge mas jóven quien había reemplazado a Barty Croush y los otros dos eran aurores, podría reconocer a Runcorn y Dawlish.
.- ¿Señorita Potter?
Hermione se levantó y asintió.
.- Sígame.
Ella se giró hacia Remus y Harry.
Remus inclinó ligeramente la cabeza_ puedo preguntar cual es el problema?
.- Señor Lupin, que...sorpresa verlo aquí.- El Ministro dijo en tono despectivo.
.- Estoy acompañando a la Señorita Potter.
.- Por supuesto.
.- Dígame cual es el problema.- Hermione intervino.
.- Para empezar, Señorita... Potter, no puedo discutir esto en público.
.- ¿Y tiene que traer 2 aurores con usted?
Fudge se aclaró la garganta.- solo es precaución.
.- ¿En el Ministerio?
.- Aún son tiempos difíciles, Señorita.
.- Bueno, entonces exijo que el Señor Lupin venga conmigo.
Vió a Fudge apretar la mandíbula.- por supuesto.
Remus se levantó con Harry en sus brazos.
...
.- Debo comprobar la validez de estos documentos.- Fudge se sentó detras del gran escritorio de cedro.
.- No esperaría menos.
Dawlish lanzó un hechizo que Hermione no había escuchado.
.- Es Legal.- soltó devolviéndolos al Ministro.
Fudge tenía el ceño fruncido.
- Aún, esto no explica su parentezco con el niño.
Remus se aclaró la garganta.- creo, Ministro que esto si lo aclara.- levantó la manga de Hermione, donde llevaba aquella joya que Harry le había regalado en su cumpleaños.
Fudge jadeó.- Albert... haz... el hechizo.
Runcorn apuntó su varita hacia la muñeca de Hermione.
Un pequeño pergamino apareció frente a él. Sus ojos se abrieron sorprendidos y se lo extendió a Fudge.
.- Esto...es...- Fudge estaba tratando de comprender.
.- ¿Algún problema?.- Remus preguntó.
.- La respandan dos familias.- Runcorn soltó asombrado.- Potter- Black.
