Disclaimers: Harry Potter, los personajes, los nombres y los signos relacionados son marcas comerciales de Warner Bros. Entertainment Inc., los derechos de autor de la historia "Harry Potter", pertenecen a J.K. Rowling; por lo tanto, son usados sin intención de lucro alguno, la historia paralela, al igual que los personajes originales, me pertenece en su totalidad, y no pueden usarse sin mi autorización, cualquier tipo de adaptación de esta historia está prohibida.
Hola, esperando que disfruten el capítulo ;)
Los recientes hechos pasados en su trabajo nocturno, la habían puesto de mal humor, y su excelente trabajo aunque no tan bien remunerado de las mañanas, no había sido suficiente como para volverla a colocar en su centro, seguía desequilibrada, y quizás por eso había pedido unos días en el burdel caro y que pretendía no ser uno.
Le sonrió a su mejor amiga, que había levantado la mano para indicarle donde estaba sentada, así que avanzó abriéndose paso entre la multitud, lo suyo no era ir a pubs, ni a bares ni a antros, lo que menos quería era que alguien de su trabajo la reconociera y le levantaran una queja en la escuela, las personas parecía importarles un bledo la línea entre trabajo y vida personal.
—Veo que sigues de muy mal humor, ¿ya vas a decirme qué pasó? –Elevó una ceja, con preocupación.
—Dime algo, ¿has fingido tener un orgasmo con Rolf?
— ¿Por qué debería? Digo, la única manera de fingir uno es que no te lo provoquen, y hasta el momento, Rolf lo hace, así que no, no he tenido esa penosa necesidad, y en el momento en que pase, bueno, sin duda le preguntaría ¿todo bien en tu trabajo, cariño?
—Así que nunca en tu vida, has tenido que fingir uno.
—Ah, no, sí los he fingido, pero jamás en una relación estable, en encuentros de una noche, sí, y bueno, mi tren no se ha detenido de nuevo en esas estaciones –sonrió divertida –pero dime, ¿por qué la pregunta?
—Ah, es que un imbécil me preguntó ¿por qué seguía tan obsesionada con un tipo que nunca me había dado un orgasmo?
—Bueno, ese imbécil está más preocupado e interesado en tu buen desempeño sexual que tu adorado Michael, dime ¿ese imbécil te ha provocado uno? –Sonrió.
—No –puso cara de asco.
—Déjalo, busca una estación nueva, querida Ginny –le sonrió.
—Es solo… un conocido, no un amante, ni nada.
—Ah, bueno, menos mal, ya de primera te digo lo mismo, no te estaciones en un lugar que no es para ti, ya supera también al idiota de Corner, por favor, Ginny.
—Es mi orgullo, el que quiero vengar, no es más interés por él.
—Bueno, entonces, demuéstralo, te buscaré un chico ardiente para esta noche –le guiñó un ojo –creo que lo necesitas, pero primero unos tragos.
Luna y Ginny bebieron un poco y fueron a la pista, ya que la rubia no había encontrado por el momento un buen candidato para la pelirroja, aun así eso no evito que se divirtiera un rato.
—Encontré al indicado –gritó Luna en su oído.
Los ojos castaños de Ginny fueron en dirección donde su amiga señaló con discreción, un chico alto de piel oscura, que sin duda lucía extremadamente sensual entró al pub con un chico alto y rubio, que también se veía bastante guapo, le resultaba familiar el primero, pero no sabía de dónde.
—Veamos primero como se mueve –informó Luna –si sabe mover las caderas en la pista de baile –se acercó a ella para susurrar en su oído –sin duda sabe moverlas en la cama lo suficientemente bien como para darte un buen orgasmo.
—Nunca había pensado en eso –admitió Ginny, levantó su shot y lo tomó de un solo trago.
Tenía que admitir que su amiga tenía buen ojo para los hombres, el chico bailaba bastante bien, la sujetaba de forma un poco posesiva y movía sus manos en su cuerpo, aunque respetando casi al borde los límites permitidos, aunque su actitud era ciertamente fanfarrona, estaba bastante acostumbrado a ser el centro de atención, pero aquello era simplemente un buen rato, y era una buena manera de procesar su poca falta de autoestima que tanto Draco como Luna, le habían hecho notar.
Los labios del chico eran bastante suaves y eran gruesos, así que besarlo se sintió extrañamente muy bien, y una vez que dejó de lado su personalidad, notó la forma en que la tocaba, sin duda también provocaban más de lo que en su momento Michael Corner le hizo sentir, no dijo nada cuando los labios del chico se fueron a su cuello y una de sus manos comenzó a acariciar el interior de su muslo, se mordió el labio inferior, para ahogar el gemido, en algún punto habían terminado en el callejón aun lado del lugar.
El chico gruñó cuando la vibración en sus pantalones comenzó, ignoró aquello pero volvió a sonar, se alejó de ella con una mueca en sus labios y revisó quién llamaba, tenía que ser alguien importante porque detuvo aquel manoseo.
— ¿Qué quieres, Draco? –Bufó –es un muy mal momento.
Ginny levantó la vista de nuevo cuando de sus labios salió ese nombre, que no era bastante popular en aquella época, así que ese Draco, tenía que ser el mismo Draco, que había conocido en ese burdel, y con quien estaba teniendo una sesión de besuqueó, era el amigo que había molestado al pobre de Neville.
El buen ojo de Luna, siempre la llevaba a algo malo gracias a su mala suerte, así que se alejó y entró de nuevo al bullicio del lugar, no quería tener absolutamente nada que ver con el amigo de Draco Malfoy.
—Hey, ¿qué pasa? –Preguntó Luna preocupada –dime ¿te hizo algo malo?
—No, nada malo, pero… tengo que irme –se disculpó –dime ¿vienes conmigo o piensas quedarte?
—Era una noche de chicas, si te vas, será una noche de chica, así que no, me voy contigo, vamos, compartiremos el uber.
—Genial, apresúrate.
Ginny escapó tan rápido como pudo de aquel lugar, lo que menos quería era que ese chico fuese a reconocerla estando en el edificio aquel, se suponía que no podían relacionarse de esa forma.
—M—
El lugar le parecía un poco más grande que de costumbre, y por primera vez desde que había ido ahí en venganza con Corner, estaba buscando al amigo de Draco, no quería que la viera y la reconociera, estaba bastante inquieta por ello, quizás por eso saltó cuando alguien la sujetó del hombro.
—Parece que te escondes de alguien, ¿es de mí, acaso? –Cuestionó Malfoy, elevando una ceja.
—Ahm, no, ¿por qué me escondería de ti? –Se encogió de hombros –digo, me estás ayudando ¿no es así?
—Sí, por eso me pareció curioso que estuvieses con esa actitud, como escondiéndote de alguien ¿de tu ex novio acaso?
— ¿Qué?
Por primera vez observó en busca de Michael, y sí, el chico estaba en la barra, observando con atención aquella interacción, pero no fue hasta que el chico de piel oscura entró al lugar, que Ginny se lanzó hacia Draco, uniendo sus labios en un beso apresurado, giró para que todo lo que pudiese ver el resto fuera la espalda ancha y amplia del rubio, en comparación con él, ella era bajita y delgada.
—Una semana, y olvidas tus propias reglas, ¿no? –Se burló divertido.
Abrió la boca para responder aquel comentario sarcástico, pero el amigo se iba a acercar a él, posiblemente a saludarlo, y no podía darle ni una mínima oportunidad a reconocerla, así que volvió a sujetarlo de la solapa de su saco y lo atrajo a ella, lo observó un momento, los ojos grises del chico se entornaron un poco, y apretó su quijada, así que contuvo la respiración.
— ¿Puedo o solo serás tú? –Cuestionó en tono grave.
—Puedes –aceptó nerviosa y un poco desesperada.
La mano del rubio fue hasta su cintura, jalándola hasta su cuerpo de forma brusca, se inclinó y la besó de forma posesiva, cosa que por alguna extraña razón, no le incomodó ni por un instante, siguió el movimiento de los labios de Draco sobre los de ella y jugó con su lengua cuando la introdujo en su boca, su mano se deslizó por su cintura hasta su trasero, pero aquel contacto solo duró un instante, ya que entrelazó sus largos dedos en su cabello y tiró de él, para besarla mejor, todo aquello era con una sola mano, porque la otra, seguía en la bolsa de su pantalón.
—Ah, ¿qué te parece ir a una habitación? –Preguntó agitada.
— ¿Tan pronto? –Se burló.
—Solo era una sugerencia –se encogió de hombros, y observó poco discreta detrás del rubio.
—Creo que mejor nos quedamos aquí –soltó enfadado Draco, pero su voz sonó racional y normal.
Ginny iba a protestar, pero el rubio se sentó en el sofá, con una sonrisa tranquila, ella suspiró, necesitaba controlarse, así que le sonrió también, iba a sentarse a su lado, dando la espalda a la mesa donde estaba el amigo del rubio, pero Draco palmeó el lado opuesto, elevando la comisura de sus labios, sin duda no era tan imbécil como pensó que lo era, pero ella también podía jugar sucio, así que se sentó sobre su regazo, dando la espalda a todos, y volvió a besarlo, acariciando su pacho de forma suave, en contradicción con el beso que estaban compartiendo en ese momento.
Los labios de Draco no eran tan gruesos, por el contrario, eran delgados y rosas, pero se sentían tan bien detrás de su oído, y la mano en su pierna, ascendiendo a su trasero, no era algo tan extraordinario, ¿entonces porque se sentía tan bien cuando lo hacía él?
Alguien se aclaró la garganta a su lado, así que los dos se detuvieron a observar a Bella, que no tenía para nada una buena cara.
—Draco, conoces las reglas, y no porque seas mi sobrino, voy a dejar que las pases por el arco del triunfo.
—Sí, sí, bien, nos vamos a una habitación, ya entendimos.
Ginny se puso de pie con una amplia sonrisa y avanzó sujetándolo de la mano en dirección a una de las habitaciones, el chico la siguió, pero había una extraña aura que le hizo sentir escalofríos.
—Eres bastante buena haciendo tu propia voluntad, ¿no es así? –Se soltó del agarre una vez que cerró la puerta.
—No sé de qué estás hablando –soltó inocente.
— ¿Por qué tanta necesidad de venir a una habitación? Si no querías que te tocara…
—Ah, por favor, no era por eso, si no hubiese querido, no hubiese sido yo quien te besara primero, ¿estamos de acuerdo en eso? –hizo una mueca de enfado.
—Entonces…
—Detente ahí –levantó las manos –esto no es parte del trato, no eres mi terapeuta, no soy la tuya ¿estamos de acuerdo? Sí, quería escapar de alguien de ahí fuera, pero no puedo decirte de quién, y no, no era mi ex, mientras más me vea él contigo, mejor.
—Sabes que si alguien se te insinúo o te tocó, mientras yo tenga tu exclusividad, puede meterse en problemas ¿no es así?
—Ya lo sé, pero es alguien que… no es nada de eso, o yo misma hubiese ido con Bella, no te preocupes.
—Entonces es alguien que conoces y contrario de tu ex, no quieres que sepa que eres tú.
—Exactamente, eres un chico listo –le sonrió y se acercó a él, para apretar su mejilla, logrando un gruñido de enfado por parte de Draco.
—M—
Draco se sentó enfrente de Blaise, que había estado bastante cabreado con él desde el fin de semana pasado, cuando lo había interrumpido con una chica bastante interesante, según él.
—Ya supéralo –soltó Draco –conozco tus gustos, ninguna vale la pena tanto como dices.
—Claro, lo dices porque te conseguiste al lindo bomboncito pelirrojo de aquel sitio, pero dime ¿cuándo vas a hartarte de ella? Contrario de ti, no me importa reciclar tu basura, si se trata de ella –sonrió.
—Es una mujer, no una basura –soltó enfadado.
—Ah, vamos, Draco, vas a comenzar con esa actitud de nuevo, puede ser maravillosa en el sexo, pero no vas a dejarte mandar como con Millicent ¿o sí cometerás el mismo error con otra mujer? –se burló.
—Una cosa es que me deje mandar, como tú dices y otra llamar a una mujer basura solo por lo que otra me hizo.
—Ya, ya, vas a comenzar con esa basura, las mujeres solo son diversión, para eso fueron creadas, para divertirnos y servirnos.
—Sin duda hay idiotas en el mundo, pero ya que no vale la pena darte una cátedra al respecto, cambiemos de tema.
—Solo hártate pronto de ella, por favor, tengo un fuete que muere por estrellarse en su trasero.
Draco puso los ojos en blanco, le tomó a su whisky y siguió con su plática de trabajo, Blaise lo exasperaba y la mayoría del tiempo no comprendía porque era su mejor amigo, si no coincidían en muchas cosas, sin embargo, influía demasiado en él, más de lo que quería.
—Bueno, mañana tenemos una cita con los Irlandeses, ¿por qué no los llevamos a buscar algo delicioso de comer?
—Es una comida, Blaise.
—Bueno, hablaba de mujeres.
—No estoy interesado, la verdad es que…
—Ah, ahí vas de nuevo ¿le eres fiel a la enmascarada con la que te acuestas? –Se burló tan fuerte que la gente a su alrededor voltearon a verlos –por favor, Draco, ya llévala a vivir contigo y proponle matrimonio ¿ves lo que te digo? –negó.
Bueno, en eso tenía razón, no es que realmente estuviese obligado a serle fiel a la chica que había contratado y además, no tenían sexo, y sin duda las actuaciones estaban siendo un poco más atrevidas, y comenzaba a despertar su interés sexual, más de lo que Millicent lo hacía en su momento, se la pasaba más tiempo frustrado que normalmente en su vida diaria, a esas alturas, como bien lo había dicho Blaise, ya se hubiese hartado de ella, pero había algo que lo mantenía ahí, siendo un imbécil, pagando por sexo que no tenía, observó a su amigo y asintió haciendo que el chico de piel oscura festejara feliz.
El apartamento de Draco estaba en un lugar bastante bueno donde había una excelente vista, así que ahí se la pasaba observando el atardecer o el amanecer, dependiendo su reducido tiempo en aquel lugar, desde luego se había mudado cuando terminó con Millicent, así que aquello era algo de completo desapego.
Tomó una ducha y se arregló para la comida que tenía con los irlandeses, le tomó media hora llegar al restaurante, lo habían cerrado para ellos de forma exclusiva, nunca había entendido ese gusto de Blaise por demostrar aquello, pero no iba a darle mucha importancia.
—Llegas temprano –saludó Theodore Nott.
—Hola, Teo –saludó aburrido.
—Al parecer Blaise tenía razón cuando dijo que estarías de mal humor porque no podrías ver a tu chica misteriosa.
—Vaya, ¿realmente eso dijo?
—Sí, posiblemente sea una venganza por hacer que su chica linda escapara.
— ¿Chica linda? –Se burló Draco.
—La verdad, lo era, iba con él, cuerpo maravilloso, piel de porcelana, y su cabello largo y pelirrojo –hizo un mohín –realmente una belleza.
El rubio dejó de recorrer la silla donde se disponía a tomar asiento, pero se detuvo cuando dijo "cabello largo y pelirrojo", así que la chica se había estado escondiendo todo ese tiempo de Blaise, ¿era su exnovio? No, no podía ser así, si lo fuera, él lo sabría, la habría conocido.
—Dile a Blaise que se encargue de esto, tengo otras cosas que hacer.
—Pero… Draco…
—Es importante, no puedo dejarlo pasar, así que dile que… lo que sea, dile lo que se te dé la gana, no me interesa la excusa.
Draco no esperó una respuesta por parte de Nott, agarró su abrigo y se dirigió a aquel edificio, esperando porque la pelirroja estuviera ahí, ya que suponía que Bella le había dicho que él no aparecería por ahí ese día, y como había pagado por su exclusividad, no tenía nada que hacer.
—Señor Malfoy, ¿tiene una cita? –Preguntó el portero.
—No.
Fue lo único que contestó, subió al ascensor y fue hasta el último piso, observó a todos lados, pero solo pudo encontrarse con el idiota de Longbottom, charlando con un tipo que no conocía y al más patético de los herederos prominentes, Michael Corner, que estaba demasiado ebrio, tal parecía que ya vivía ahí.
—Sigue aquí, buscando a alguien con quien le funcione –dijo una chica, observando a Corner.
—No creo que eso sea posible, pobre de su prometida –se burló otra.
—Quizás sea ella la que lo descompuso –las dos chicas se burlaron.
