Disclaimers: Harry Potter, los personajes, los nombres y los signos relacionados son marcas comerciales de Warner Bros. Entertainment Inc., los derechos de autor de la historia "Harry Potter", pertenecen a J.K. Rowling; por lo tanto, son usados sin intención de lucro alguno, la historia paralela, al igual que los personajes originales, me pertenece en su totalidad, y no pueden usarse sin mi autorización, cualquier tipo de adaptación de esta historia está prohibida.

Hola, esperando que disfruten el capítulo ;)


La vida era un poco graciosa, o eso pensó Ginny, en tan poco tiempo, Draco le había ayudado a compensar su nula vida sexual, era más activa que en su época más hormonal, y eso sin duda la sorprendía bastante, desconocía quién de los dos era más… desesperado por mantener el ritmo de encuentros sexuales, tres meses después de que su trato se había establecido, pasaban al menos cinco de los siete días que tenía la semana viéndose para sexo, tanto así, que había tenido que admitir con Luna que estaba viendo a alguien, pero solo era algo sexual, y que mientras pudiese sentir esa conexión, la aprovecharía, no quería arruinarlo y todo terminara como lo hizo con Michael Corner.

No le dijo que se trataba de Draco Malfoy, si iba a mantener eso como relación sexual meramente, no quería que sus amigos se involucraran con él, después sería bastante complicado, se suponía que solo introduces a la vida de tus amigos y seres queridos a tus parejas, o a alguien a quien estás tomando en serio.

O eso pensaba Ginny, no entendía entonces qué hacía ahí precisamente, mientras se acomodaba el vestido de color negro ajustado, frente al enorme espejo del baño de aquél lujoso salón de eventos al que había ido con Draco, ya que no tenía con quién ir a una reunión "de amigos", y buscar a alguien ocasional, estaba de más, si ellos eran amigos con derechos, pero amigos al final, además, lo tomaría como algo insultante para ella, si tenía que recurrir a otras mujeres para "presumir".

—¿Ya lo viste? Está realmente atractivo hoy, me tiene una extraña aura desde que terminó su compromiso con la idiota de Millicent –dijo una mujer al otro lado de donde estaba Ginny, que se quedó quieta.

—No sé de donde consiguió a esa chica –murmuró otra mujer –solo espero realmente que no sea una perra arribista como resultó Millicent.

—Si hace feliz a Draco, creo que nosotros estaremos felices también.

—Espero que funcione y sino, las cosas no sean tan malas como el rompimiento de su compromiso.

Ginny esperó el tiempo prudente para salir del baño, no sabía quiénes habían sido las mujeres que charlaron ocasionalmente en el baño, pero sin duda esa información la hizo sentir incómoda, ahora que sabía que algunos pensaban que entre ella y Draco podría haber algo más allá de simple amistad sexual.

Avanzó con una sonrisa amable en los labios, y se detuvo junto a Draco, que hablaba con otro rubio, salvo que era más rubio cenizo que platino, su rubio, colocó la palma de su mano en la espalda baja de la pelirroja y la acercó un poco más a él, en un acto reflejo, más que pensado o calculado.

—Por cierto, Nott, te presento a Ginevra, mi amiga –presentó.

—Mucho gusto, Ginevra –extendió su mano hasta ella.

—El gusto es mío –estrechó la mano en un gesto amable.

—Le decía a Nott, que tardaste mucho en el baño, ¿todo bien?

La mujer se giró a verlo, su expresión debió ser bastante clara para el hombre frente a ellos, porque bajó un poco la cabeza para esconder su sonrisa y su risa divertida ante aquello, las mejillas de Ginny se encendieron en un rojo intenso.

—Había un par de personas charlando, me pareció grosero interrumpir saliendo.

—Comprendo –asintió.

—Pero dime, Ginevra –intervino Nott - ¿a qué te dedicas?

—Soy profesora en una escuela elemental –sonrió.

—En la de Wittaker –informó Draco.

—Oh, sí, justo Draco me había dicho hace tiempo que había hecho un trato con él, no recuerdo bien, fue después de que compraras ese edificio mugroso y me pidieras que lo remodelara para que pasara por algo decente ¿no es así? –Observó a Malfoy.

—Oh, ¿en serio dijiste eso del edificio donde vivo? –Se cuadró divertida observando a Draco.

—Bueno, la zona no es tan mala, pero sí, ¿lo viste antes de que Nott terminara de remodelarlo? –Negó –sin duda era espantoso.

—Pues perdón por no vivir en una zona exclusiva.

—También hay lugares con fachada horrenda en las zonas exclusivas –admitió Nott –no es exclusivo, te sorprendería la cantidad de ricos con mal gusto que existen realmente –se encogió de hombros.

—Oh, pues disculpa a la gente con mal gusto –soltó divertida.

—Descuida, tú tienes buen gusto, o no estarías conmigo –soltó Draco, en tono descuidado.

—¿No dijiste que son amigos? –Cuestionó Nott.

—Lo somos –aceptó –quizá un grado más de intimidad que en los amigos convencionales.

—No digas eso –pidió Ginny.

—De acuerdo –se encogió de hombros.

La charla entre los tres fue interrumpida por la reciente llegada de Blaise Zabini, que llegó con una chica nueva, según lo que comentaron Nott y Malfoy, no criticando a la joven, sino a su amigo, que parecía que no podía tomar algo en serio en su vida.

—Hola, chicos, perdón la tardanza –soltó en un tono jovial el hombre –tuve cosas más interesantes que hacer con unas chicas antes de unirme y… ¿tú quién eres?

—Es Ginevra –intervino Nott en un tono tranquilo y afable –ella y Draco están frecuentándose.

—¿Frecuentándose? –Elevó una ceja –no me habías dicho nada, pero veo que lo rojo es lo tuyo ahora.

—¿Disculpa? –Cuestionó Ginny confundida.

—Las chicas caras –señaló a su acompañante –que frecuentaba Draco, también eligió a una pelirroja, que no era nada buena en la cama, por cierto –elevó una copa divertido.

—El bueno en la cama tiene que ser uno, para que ellas no finjan un orgasmo cuando están contigo.

—¿Tu amiga no lo finge? –Elevó una ceja divertido.

—No, no lo hago –soltó enfadada Ginny –y si no les molesta ¿podríamos cambiar de tema? –Gruñó.

—Sí, desde luego –aceptó Nott, aliviado también de que alguien pusiera un alto.

—Gracias –suspiró.

—Bien, dinos ¿a qué te dedicas? –Preguntó Zabini.

—Soy profesora de escuela elemental –respondió.

—Oh, una profesionista seria, me agrada –sonrió –no solo bonita –la observó provocando una notable incomodidad en ella.

—Bien, Ginny ¿qué te parece si vamos a que conozcas a las chicas? –Sugirió Nott.

—Maravilloso, chicas –sonrió.

Draco observó a Zabini, que sin duda siguió todo el trayecto de la pelirroja hasta el grupo de mujeres que estaba un poco alejado de donde estaban, no le agradó para nada la manera en la que su amigo, observó a la joven, y la sonrisa de lado que utilizó al regresar su atención a él.

—Es… sexy –admitió –no pensé que te engancharías tan rápido de alguien, después de lloriquearle tanto a Millicent –se encogió de hombros.

—Ella no tiene nada que ver con Millicent, Ginny es una mujer divertida, inteligente y con carácter, cosas de las que mi ex carecía –informó.

—Lo supongo, si tu ex hubiese tenido esas caderas y ese trasero, sin duda le hubiese dicho que sí, sin duda cuando me pidió que acostara con ella.

—Oh, ¿fue porque te parecía repulsiva la razón por la cual la rechazaste?

—Principalmente, sí –admitió.

—Es bueno saberlo –gruñó Draco.

—Ten por seguro, que cuando ella se aburra de no fingir los orgasmos contigo, podría hacerle un poco de espacio en mi cada –sonrió, girándose un poco, para volver a ver a la pelirroja.

—Te recuerdo que estoy frecuentándola –le informó en un tono molesto.

—Lo sé, no he hecho ni dicho nada para que las cosas cambien ¿o sí?

—Y espero que las cosas sigan así.

La charla con Zabini dio varios giros en los temas de conversación, en como las mujeres de su tía Bella ya lo estaban aburriendo, y lo mucho que quería encontrar a la joven de aquel bar, ya que había quedado pendiente algo que pintaba para interesarlo al menos tres días.

Para evitarle una charla incómoda a Ginny, Draco mantuvo distraído a su amigo, aunque notó que en varias ocasiones, su atención se dedicaba a buscarla entre los demás, cosa que sin duda irritó a Draco, sino supiera que la pelirroja no era de esa clase de personas, sin duda el descarado interés de su amigo le preocuparía un poco, ya que éste era capaz de muchas cosas por llamar la atención de las mujeres, era "el tipo divertido, sexy, misterioso" que agradaba, contrario de él, que era el "arrogante, atractivo y aburrido", que después de unos días, aburría a las mujeres, el dinero y la buena cara no lo era todo, le había dicho Zabini en una ocasión, así que solo contaba con la buena química en la cama que tenía con ella, para que no lo abandonara por Zabini y su encanto divertido.

—X—

Draco le quitó el bolso de mano a la joven, y lo colocó en el mueble cercano a la puerta, la sujetó de la cintura y la besó de manera tranquila, sin apresurarse, sintió la sonrisa de la pelirroja contra sus labios, rodeó su cuello con sus brazos y lo dirigió al sofá, pero éste la guio a la habitación.

—¿Todo en orden? –Lo cuestionó alejándose de él.

—Quiero disculparme a nuestra manera, por la charla incómoda con Zabini.

—Oh, descuida, no es tu culpa que sea un cretino –sonrió –pero no entiendo ¿por qué son amigos si son tan distintos?

—Nuestros padres son amigos, nuestro círculo es el mismo, así que bueno, era él o Longbottom que es un imbécil perdedor.

—Suena mejor de lo que es Zabini –murmuró alejándose.

—No cuando eres un adolescente, créeme.

—Ya no lo eres, y Nott parece un sujeto decente –se encogió de hombros.

—Bueno, me preocuparé más por Nott entonces –frunció el cejo.

—¿Preocuparte por qué exactamente? –Se giró hasta él, mientras se quitaba el abrigo.

—Bueno, de que me cambies por él.

—Oh, no, no, descuida, no saldría con ninguno de tus amigos, en serio, Draco, ni Zabini, ni Nott.

—¿No te parecen atractivos? Estuviste a punto de acostarte con Zabini en ese bar.

—Bueno, sí, son ardientes, tal y como tú, pero son tus amigos, no haría nada que me ponga en una situación incómoda, en serio.

Draco sonrió cuando la escuchó decirle eso, ya que Zabini no respetaba el código de hombres, de que la exnovia de tu amigo estaba prohibida, al menos ella la respetaba, los amigos de tu ex, están prohibidos, se aflojó la corbata y se quitó el saco, se acercó a la mesa y sujetó el sobre que había ahí, buscó con la mirada a la mujer, pero aún no regresaba, así que fue hasta la habitación, su mirada recorrió la figura semidesnuda, olvidándose un momento de lo que lo había llevado a buscarla.

—¿Todo bien? –Elevó una ceja divertida al verlo atento a ella.

—Lo mismo pregunto –levantó el sobre para que pudiera verlo.

—Oh, eso, sí, ¿por qué no lo estaría?

—Hablemos eso en un momento ¿bien?

Avanzó hasta la mujer, la arrojó sobre la cama, se desabrochó los pantalones y sacó su miembro erecto, sin duda provocaba mucho en él, contrario del beso hacía unos minutos, el que estaban compartiendo era demasiado pasional, Ginny desabrochó la camisa del rubio rápidamente, sus manos acariciaron la piel desnuda de su pecho, mientras que él hacía lo mismo, habían tenido que soportar toda la velada sin tener que ponerse las manos encima, después de todo, solo eran amigos, así la había presentado —y no es que le importara a ella como la presentara con gente que no volvería a ver—.

—Joder –vociferó Draco, haciéndole sonreír a Ginny.

Pasaron gran parte de la noche/madrugada teniendo sexo, hasta que el cansancio los venció y en algún momento se habían quedado dormidos, el primero en despertar —como siempre en su vida cotidiana—, fue Draco, su brazo estaba rodeando la cintura de la joven, que le daba la espalda, su rostro estaba demasiado cerca de su cuello, la besó y se alejó, para ir a la ducha.

—Eres más efectivo que el despertador –sonrió ella, cuando él salió de la ducha.

—Me alegra escuchar eso –admitió.

Estiró la mano para volver a tomar el sobre, Ginny se puso de pie y se colocó la bata para entrar a tomar una ducha, negó cuando él movió el papel, para retomar la charla que había interrumpido la noche anterior.

—¿Todo bien? –Volvió a preguntar.

—Sí, ¿por qué no lo estaría?

—Bueno, es una confirmación con una ginecóloga, ¿algo que tenga que saber?

—Ah, no, nada que tengas que saber.

—¿Segura que no es nada que me incumba? ¿Todo bien respecto a ti?

Ginny se detuvo en cuanto él preguntó eso, se giró hasta él, se cruzó de brazos y se cuadró con el ceño molesto a la insinuación de aquello.

—Dime ¿Qué puede incumbirte a ti, Draco? ¿A qué te refieres con eso de todo bien respecto a mí?

—Bueno, me preocupa, ¿todo bien con tu salud? Si estás yendo a ver a una ginecóloga, quiero saber si es porque es rutina, o dime si he sido brusco contigo al grado de que tengas que ir por malestares.

Ginny sonrió divertida, por un momento creyó que él pensaba que era referente a alguna ETS, o ese tipo de cosas, pero era más inocente de lo que había pensado, negó, fue hasta él y le quitó el sobre.

—Todo bien con mi salud íntima, por el momento –aclaró –es solo que hemos estado teniendo tanto sexo, que quiero un método anticonceptivo que complemente al condón –admitió –no quiero hijos, al me nos no por el momento.

—Oh, es bueno saberlo –asintió –dime ¿quieres que te acompañe a tu cita?

—¿Por qué querría eso? –Rió divertida.

—No lo sé, ¿apoyo? –Elevó una ceja confundido.

—No, no quiero que vayas conmigo, gracias, puedo yo solita.

—Yo solo decía, para que te sintieras más cómoda y tranquila.

—No, dime ¿quieres que te acompañe a tu revisión de próstata? –Sonrió.

—Bueno, no tengo una programada, pero si quieres, programo una y me acompañas –se encogió de hombros.

—No es necesario, tranquilo –sonrió.

—Bien, entonces, iré con mi doctor, y veré en que puedo ser de ayuda, todo menos la vasectomía, ¿sabes? Yo sí quiero hijos, aunque concuerdo que no por el momento.

—Hay una reversible, si no estoy mal informada –lo señaló con una sonrisa.

—Veré las opciones para varones, y tú las opciones para jovencitas.

—Me iré a duchar o se me hará tarde.

—Yo me voy, o se me hará tarde, todavía tengo que ir a mi apartamento a cambiarme –la besó y salió de la habitación.

Ginny sonrió como tonta con esa interacción tan inocente con él, sacudió la cabeza, no, no eran pareja, solo era sexual, no podía engancharse con él, lo tenía prohibido, que él fuese así de atento, no era porque ella le interesara en el aspecto romántico, lo había dejado claro, él había dejado claro desde el principio que solo quería que eso fuese sexual, nada serio.

Suspiró y avanzó hasta la ducha, aun así, no pudo evitar sonreír al imaginar a Draco con el olor a su shampoo, sin duda ese hombre era completamente diferente a todo lo que le había pasado en la vida.

—X—

La sonrisa de Ginny era demasiado evidente para todo el mundo, aunque realmente tenía meses así de feliz, desde que su vida sexual con Draco había iniciado, en ese tonto juego, sin duda la gente le decía que la encontraba más radiante, más feliz, incluso su familia, no es que ella fuese una amargada, pero no era un cascabel andante tampoco.

—Sabes, me alegro que encontraras a alguien que supiera bien hacer su trabajo, y que por fin sepas lo que es no tener que fingir un orgasmo –la felicitó Luna.

—Cállate –sonrió encantada –dime ¿cómo sabes que no finjo con él?

—La sonrisa, el brillo en los ojos…

—Bueno, tú no tienes nada de eso –se burló Ginny.

—Es algo común en mi vida, no estoy descubriendo los orgasmos –se defendió la rubia.

—Lo lamento –se disculpó Ginny.

—Descuida, es solo que… me gustaría que encontraras a alguien que te hiciera feliz, en todos los aspectos de la vida, no solo en el sexual –aceptó –y más, porque sé que es lo que quieres, nos conocemos desde hace años, y tu sueño siempre ha sido una familia, alguien que te haga feliz.

—Lo sé –admitió –y se lo dije a él, no voy a detenerme de conocer a alguien solo por él, si alguien llega a mi vida, y realmente quiere algo serio, no voy a desaprovechar la oportunidad, solo porque tenemos esta amistad sexual.

—Bueno, al menos lo tienes presente –sonrió Luna –igual, si las cosas se ponen serias con él, bienvenido sea, mientras te complemente realmente.

—No creo que algo se vuelva serio con él –sonrió triste –y es mejor que lo tenga claro, no quiero hacerme telarañas en la cabeza, ya no me volverá a pasar lo mismo que con Michael –aseguró.