Capítulo 3: Discriminación
***Rin***
No sabía bien como comenzar a platicarle a Kagome sobre lo que paso, sentía aun las ganas de llorar por todo.
-Dijiste que habías ido a buscar trabajo en una empresa, ¿cierto?- yo asentí mientras miraba de nuevo mis manos un poco nerviosa- ¿Por qué una empresa? Desde antes de estudiar medicina estuviste de practicante en un laboratorio.
-Se que no tengo nada de experiencia como oficinista, pero, el trabajo era de ayudante del doctor de la compañía- conforme le iba contando a Kagome sobre lo que había pasado sentía que los nervios se desvanecían poco a poco.
-¿Y qué fue lo que paso?
-Es que…
Flashback
Había visto un millón de veces el anuncio en internet sobre el trabajo. Aun no me encontraba totalmente segura de querer hacerlo, había tenido muchos trabajos, pero siempre era lo mismo, si me llegaban hacer la entrevista me discriminaban y rechazaban por mi condición. Y los que me dejaban quedarme solo lo hacían por lastima, me trataban mal en el trabajo y se querían aprovechar de mi todo el tiempo y al último siempre me echaban diciéndome que no había funcionado y que lo sentían mucho. Yo sabía que nadie lo sentía y también sabía que una muda tenía el terreno perdido en casi todo.
Aun así, una compañera de la universidad me había pasado el contacto de que la gran compañía Taisho estaba buscando practicantes de medicina para ser ayudantes del medico general de la compañía. Sabia que era mi oportunidad para meterme en una de las mejores empresas y obtener muchos créditos que sabia que a futuro me servirían. Pero también sabía que nunca contratarían a alguien como yo. Estaba tan concentrada que no sentí cuando alguien se puso atrás mío y mucho menos que ese alguien me había tocado el hombro. Di un pequeño salto y sentí que mi corazón se había acelerado al mil por hora.
-Lo siento Rin, no quería asustarte- esa voz era de Kohaku. Lo había conocido un poco antes de iniciar la universidad, simplemente por casualidad, jamás pensé que se convertiría en un amigo muy importante y querido para mí. Al igual que Kagome, siempre trataba de protegerme y cuidarme de todo aquello que quisiera causarme daño. Era alto, tenia al cabello un poco largo y de color café escuro, sus ojos eran grandes y mostraban una inocencia y confianza que hacia que te agradara casi al instante de conocerlo. Hice un ademan con la mano para que no le tomara importante y tome mi celular para escribir rápidamente en él.
-No esperaba que estuvieras hoy por aquí- Kohaku no entendía para nada el lenguaje de señas, aun cuando habíamos tratado, Kagome y yo, enseñarle muchas veces, simplemente no era lo suyo.
-Tenia un poco de tiempo libre, así que pensé que estarías aquí- claro que lo sabía. Desde que había ingresado cada vez que tenia un poco de tiempo, me venia a sentar al pasto y me ponía con mi computadora- ¿En que estabas tan atenta?- vio rápidamente mi computadora y se dio cuenta al instante que se trataba de un trabajo- ¿Encontraste otro trabajo?
-Si, pero aun no estoy segura de ir a la entrevista-Kohaku se quedo viendo un momento mi rostro y después tomo mi computadora, quise detenerlo, pero él no me dejo hacerlo. Ya se encontraba sentado tecleando en mi computadora. Mientras que yo trataba de teclear lo más rápido que podía en mi celular- ¿Que estas haciendo?
-Si lo sigues pensando jamás lo harás, te conozco y sé que lo quieres, pero tienes miedo de intentarlo- estaba volviendo a escribir rápidamente mientras que veía que Kohaku tecleaba algo en mi computadora, aun así, me quede a mitad de lo que quería escribirle cuando él volvió a hablar- listo- estoy segura de que vio mi cara de asombro mientras que me pasaba mi laptop y la ponía de nuevo sobre mis piernas. En la pantalla se mostraba una línea donde decía "Solicitud enviada"
-¿Por qué lo hiciste? No estaba segura de querer ir ahí. Es muy diferente pedir trabajo en un supermercado a una empresa- quería mostrarme enojada, pero estaba mas sorprendida que enojada
-Te ira bien Rin, eres una chica muy preparada y por primera vez tendrás la oportunidad de trabajar en algo que te gusta- sus palabras eran dulces y sabía que no solo lo decía para que me sintiera bien, si no que Kohaku creía mas en mi mas que yo misma. A veces pensaba que todos lo creían de mí, menos yo.
-Que haya enviado la solicitud no quiere decir que me acepten- Kohaku sonrió y apunto la pantalla de mi laptop, alcance a voltear justo a tiempo para ver que una notificación de un nuevo correo había llegado
-¿Aun lo dudas?- deje de verlo para abrir el correo, donde una confirmación de la solitud se mostraba. Además de indicarme la hora en la que tendría que presentarme a la entrevista
-¿Qué voy a hacer? Es mañana y yo no estoy preparada- Me temblaba la mano mientras que le mostraba la pantalla de mi celular
-Tranquila Rin, te dije que tu estas preparada, cree eso- había tomado mi mano para bajar mi celular, me incomodo un poco darme cuenta de que no la soltó aun cuando ya la había bajado. Creo que se dio cuenta de mi incomodidad porque se paró rápido y se limpio un poco la ropa- El domingo celebraremos tu ingreso a la compañía- ¿El domingo? Apenas estaba escribiendo cuando Kohaku volvió a hablar- Recuerda que habíamos quedado para ir a comer y ahora tenemos un motivo más- no me dejo contestarle porque ya se estaba yendo.
Se me había olvidado por completo la salida con Kohaku, la habíamos acordado al inicio de la semana. Recuerdo que me había comentado que ya había pasado mucho tiempo desde la última vez que habíamos salido y era cierto. Así que no pude decirle que no, pero, en estos momentos me sentía incomoda. Tenia alrededor de 2 meses en los que había estado sintiendo a Kohaku diferente, era como más cercano a mí, más atento, más cariñoso. Tal vez no me di cuenta en el momento en el que había comenzado a cambiar, pero, yo no estaba muy segura de lo que eso significaba y también tenia miedo de tocar ese tema por miedo a equivocarme o hacerle algún daño. Era de las pocas personas de mi vida que yo podía considerar un amigo, no quería perderlo por una estupidez como esta. Todo el día estuve pensando en eso, dándole vueltas y encontrando la manera en la que podría decirle a Kohaku que no quería salir con él. Me sentí aún peor cuando Sango me acorralo diciéndome que Kohaku estaba muy emocionado con nuestra salida, si no hubiera sido por Kagome, quien me salvo diciendo que cuidaría de Shippo, me hubiera visto obligada a aceptar esa salida.
En la noche cuando mis clases ya habían acabo me dirigí hacia la parada del autobús. Estaba indecisa hacia donde ir esta noche, puesto que tenia mucho tiempo de no ver a la anciana Kaede. Ella es una señora noble que me cuido un tiempo después de la muerte de mi familia y de quien me tuve que separar después de que el estado me encontró una nueva familia. Era un matrimonio sencillo, ellos no podían tener hijos y yo les brinde la oportunidad de cumplir con ese sueño, no me trataban mal, eran lindos y atentos. Pero después de dos años viviendo en esa tranquilidad, mi madre adoptiva enfermo de cáncer, se lo encontraron en la etapa terminal y los médicos no pudieron hacer nada. Después de su muerte, mi padre adoptivo no supo llevar bien la perdida, comenzó a beber y perderse cada vez mas en el dolor. No lo culpaba, yo llevaba 9 años viviendo en la misma situación y por lo mismo no sabia que hacer para hacerlo sentir mejor.
Todo este tiempo no ha dejado de ver por mí, pero tiene unos meses en los que su actitud ha comenzado a darme miedo, es como si estuviera a la defensiva todo el tiempo. Todo se ponía peor cuando tomaba y comenzaba a gritarme, hasta el momento no había intentado golpearme, pero yo muy adentro sentía que solo era cuestión de tiempo para que eso pasara. Por lo mismo trataba de estar fuera de casa el menor tiempo posible y de vez en cuando iba a quedarme con la anciana Kaede al templo.
La noche iba avanzando y al final decidí ir a casa, tendría que recoger las cosas que necesitaría para mañana en la entrevista. Cuando llegué a mi casa hice el menor ruido posible y al cerciorarme de que mi padre no se encontraba en casa, me sentí mucho mejor. Tomé algo para cenar y me fui a mi cuarto para estar mas cómoda. Estaba observando mi currículo y las cosas que podrían preguntarme el día de mañana en la entrevista, quería tratar de dar lo mejor de mí, aun cuando sabía que la posibilidad de que me contratasen era mínima. No me di cuenta el momento en el que caí rendida, lo próximo que escuche fue el sonido de la alarma que me hizo levantarme. Me cambie rápidamente y nerviosa salí de mi habitación tratando de hacer el menor ruido posible, baje las escaleras y ya me estaba dirigiendo a la salida cuando escuche la voz de mi padre llamarme.
-Rin ¿Ahora escapas a hurtadillas?- voltee a verlo y estaba parado en medio del pasillo viéndome atentamente. Trate de no mostrarme asustada, pero la verdad no se bien si lo logre o no.
-No, solo que no quería despertarlo. Tengo una entrevista de trabajo y…
-No es necesario que me cuentes todo tu día- mostraba una cara de fastidio y yo no sabia muy bien que mas decirle- a la próxima vez que salgas solo avísame
-Si, me voy yendo- se puso de nuevo sus lentes y se fue hacia la sala con un periódico en las manos. Yo sentí un nudo en la garganta y di media vuelta para irme.
-Espero y esta vez no lo eches a perder y por fin consigas un trabajo decente- cerré la puerta de la casa y tuve que tomar aire y limpiarme un par de lágrimas que se habían asomado por las palabras de él.
No entendía muy bien cual era su odio hacia mí, hasta hace un año todo era diferente. Nunca ha sido cariñoso, pero al menos no me trataba con tanto desprecio. Hasta podíamos compartir la mesa juntos sin necesidad de hacer comentarios tan hirientes. Tenía tantas ganas de conseguir un trabajo estable y poder irme de esa casa, era mucho mejor mantenerme alejada de él. Todo este tiempo era lo único que me detenía, el dinero y el respeto que aun le tenia por haber cuidado de mi tantos años, pero eso ya se estaba acabando y si yo quería estar bien tanto mental como físicamente, sabia que tenia que irme de ahí.
El camino hacia la compañía fue largo pero suficiente para volver a centrarme en la entrevista, dejar el breve y triste episodio que acaba de pasar. Cuando llegue al gran edificio me quede sorprendida, conocía la compañía, la verdad, todos la conocían. La compañía Taisho era la compañía mas grande de todo Japón, era algo así como una multinacional, donde colaboraba con otras compañías del todo el mundo y de todo tipo de mercados. Tenía entendido que hacia un par de años que la compañía había sufrido un cambio muy fuerte cuando uno de los hijos y heredero de la compañía había sido nombrado nuevo CEO. Muy pocas veces había sido visto o captado por los medios y por lo mismo su identidad era algo así como un misterio, solo se sabia que era joven y rondaba por los 30 años. La verdad ahora que podría ser capaz de trabajar en la misma compañía que él me daba mucha de curiosidad de conocer que tipo de persona era y como seria su rostro.
Estaba esperando que me llamaran, me sentía muy nerviosa. Había llegado muy lejos, pero tenía un mal presentimiento, muy pocas veces sentía esto en una entrevista y sentía la enorme necesidad de huir del lugar. Estaba a punto de hacerle caso a esa parte de mi mente, pero cuando me levante escuche mencionar mi nombre.
-Señorita, Takumi Rin- como ya me había levantado lo único que hice fue caminar hacia la persona que me había llamado. Se trataba de una mujer joven, llevaba uniforme de enfermera, así que me supuse que era la actual ayudante del doctor. Cuando entre estaba un señor de mediana edad, yo le calculaba entre los 50 o 55 años, estaba sentado detrás del escritorio y me había hecho una señal para que tomara asiento en frente de él.
-¿Señorita Takumi?- yo asentí, me sentía muy nerviosa y no sabia muy bien como iba a resultar esto, esta totalmente segura que la peor parte estaba por venir. Quise tranquilizarme diciéndome que había pasado por esto un millón de veces, pero, al mismo tiempo sabía que jamás me había atrevido a hacerlo en una compañía- Muy bien, su currículo es muy interesante, va en su segundo año de medicina, pero tiene excelentes calificaciones, sus maestros la recomiendan mucho y también menciona que ha tomado clases de años superiores en su carrera- tome aire y saque mi celular para poder comunicarme con él.
-Cada semestre he tomado dos clases de años superiores con el objetivo de acabar lo más pronto posible la carrera- el doctor leyó atentamente mi mensaje y después volteo a verme
-¿Esta enferma señorita Takumi? O ¿Por qué no puede hablar?- sentí temblar mi cuerpo, siempre que me hacían esta pregunta sentía que no había una respuesta en concreto que dar. Negué con la cabeza y escribí rápido en mi celular.
-Soy muda, suelo comunicarme por lenguaje de señas, pero hay muy poca gente que lo entiende. Así que por eso uso el celular- en cuanto leyó mi mensaje volteo a verme con cierta cara de molestia. Tal vez ahora pensara que estaba perdiendo su tiempo conmigo- Me siento sumamente preparada para poder ayudarlo y aprender con usted- eran estos momentos en los que deseaba con toda mi alma poder decir una palabra, al menos una, por pequeña que sea. Vi que el doctor se enderezo y cruzo los brazos, suspiro antes de hablar.
-Vera señorita, podrá tener un currículo muy prometedor, pero, no me sirve si no se puede comunicar conmigo
-Puedo encontrar la manera para hacerlo, usted lo vio soy muy eficaz y tengo los conocimientos
-Podría darle la oportunidad- sentí un pequeño rayo de esperanza escuchar esas palabras, estaba a punto de escribir cuando él hizo una señal con su mano para que me detuviera- pero no puedo arriesgarme a que me llamen la atención, por contratar alguien con tu discapacidad- la sonrisa que se había comenzado a formarse en mi cara, se desvaneció
-Usted ha dicho que mi currículo es sorprendente- tenía ganas de llorar, pero quería ser fuerte, quería al menos intentar algo, no quería solo quedarme sin hacer nada e irme de aquí con la cabeza abajo.
-Lo dije, pero también debo destacar tu problema y seamos sinceros no daría buena imagen para la compañía- sentí que algo dentro de mi se quebró, estaba harta de soportar esto. Así que me pare e hice una reverencia y me di la media vuelta- Quiero que entienda señorita, ¿Cree usted que el CEO de esta gran compañía va a aceptar tener a su lado a alguien como usted?- ya había salido de la pequeña oficina, solo voltee a verlo y comencé a hablarle en lenguaje de señas, ya no me importaba si podía entenderme o no
-Muchas gracias por su tiempo, creo que no quisiera trabajar con alguien que discrimina de esta manera a su propio personal- el doctor me miraba con asombro y después me dedico una sonrisa cínica antes de volver hablar.
-Le voy a recomendar algo para que no piense que soy una mala persona. Si yo fuera usted, dejaría de estudiar medicina ya- abrí mis ojos sorprendida mientras que el doctor seguía hablando, tratando de destruir lo poco que quedaba de mi- nadie, en ningún hospital, va a querer contratar a una persona como usted- no soporte mas y antes de que me pusiera a llorar en frente de él y darle lo que quería, me fui de esa compañía.
Fin del flashback
-Después de eso no quise irme a la casa, si él se entera de que he fracasado en otra entrevista solo empeorara el como me siento- Kagome había estado en silencio durante todo el relato y yo de nuevo sentía las lagrimas querer salir. De pronto sentí que Kagome me tomaba en sus brazos y me abrazaba fuertemente.
-Muchas veces te lo he dicho Rin, tu eres grandiosa y muy talentosa en lo que te gusta. Nadie, absolutamente nadie, puede venir a decirte que no puedes hacerlo solo por tu condición- las lágrimas salían y Kagome me abrazaba más fuerte aún. Me despegue un poco de ella para poder decirle algo
-Gracias Kagome, cuando salí de ahí me sentía harta de todo por lo que tengo que pasar, tal vez el doctor tenía razón y yo nunca podría…
-Ni lo menciones. Yo estoy segura de que se darán cuenta del enorme potencial que tienes como doctora. Que puedas o no hablar ni les importara- Kagome hablaba exageradamente haciendo que sus brazos se abrieran para mostrarme el gran tamaño al que se refería. Sabia que lo hacia para que me riera y lo había conseguido.
-Esta bien Kagome, no hace falta que exageres- me reía para que ella viera que me encontraba mejor, sabia que no se lo tragaría del todo, pero tampoco quería que me pusiera mas triste.
-¿Qué te parece venir a mi casa esta noche?
-¿Habrá reunión en la casa de Kagome?- esa era la voz de Sango, venia caminando hacia nosotras con ropa deportiva y unas gafas oscuras.
-Rin tuvo un mal día y quería animarla, ¿te unes?- Sango se había quitado las gafas mostrando unas ojeras grandes y unos ojos que indicaban que tenia sueño.
-Claro, aunque, ¿Puedo llamar a Kohaku? El siempre sabe como animarte Rin- escuchar su nombre me hizo sentir incomoda casi al momento. Lo cierto era que, quería que Kohaku se enterara de lo que había pasado, pero no sabía bien si podría molestarlo con eso.
-Creo que le enviare un mensaje- Le había dicho a Kagome en lenguaje de señas mientras que buscaba mi celular en el bolso.
-Claro, iré por Shippo para decirle que ya es hora de volver a casa- Sango acompaño a Kagome, sabía que había algo que no me estaban contando, mas bien, algo que Sango quería saber y por lo mismo no se le despegaría a Kagome hasta conseguirlo.
Estaba buscando el contacto de Kohaku cuando un nuevo mensaje había llegado a mi celular. Usualmente no presto atención a los mensajes que me llegan, pero alcancé a ver una parte del cuerpo del mensaje así que decidí abrirlo.
Buenas tardes, señorita Takumi, mi nombre es Jaken y soy secretario del CEO Taisho. Usted ha venido a una entrevista de trabajo el día de hoy y por motivos que desconocemos la entrevista no ha ido del todo bien. El CEO ha visto personalmente su currículo y a decidido concederle una segunda entrevista. Le pedimos, si no es mucha la molestia, que el día de mañana se presente de nuevo a la compañía a las 11 de la mañana.
Me quede con la boca abierta mientras leía el mensaje y no sabia que hacer. Estaba entre la emoción, por permitirme una segunda oportunidad. Pero también estaba indignada y enojada por lo que había pasado y no tenía la mínima intención de volverlo a pasar. ¿En verdad estaba bien ir a conocer al CEO Taisho?
***Notas de Autor***
Creo que ya se dieron cuenta, pero, la historia de Rin no será tan tranquila. Siento que a ella le ha pasado de todo y le esperan muchas cosas más. La verdad es la mas valiente y tiene la fortaleza de todos juntos.
Estaré en la espera de sus comentarios…
Saludooos :*
