Capítulo 11: Emociones contenidas

***Rin***

Ya han pasado unos minutos desde que los doctores me dejaron en este consultorio. Me habían hecho demasiadas pruebas, tantas, que me sentía incomoda con Sesshomaru. Bueno, me sentía incomoda con él desde que se le ocurrió la estúpida idea de comprarme ropa. El vestido era hermoso, pero sentía que era demasiado para mí. Con lo que cuesta este vestido estoy segura de que podría alimentarme todo un año, recordaba todas las ocasiones en las que Kagome y Kohaku trataron de comprarme ropa y yo siempre les dije que no, habían sido peleas muy largas, pero ellos jamás habían podido convencerme. Y ahora sentía como si de pronto me convirtiera en otra clase de Rin, aceptando este estúpido vestido y dejar que ese hombre también me obligara a hacerme tantos análisis, que, por cierto, sabía que no eran baratos. Mi cabeza seguía dando vueltas a todo eso, ya ni si quiera pensaba en lo que había pasado la noche anterior. El miedo había sido sustituido totalmente por la vergüenza y la incomodidad. Cuando estaba desesperándome mas la puerta del consultorio se abrió y yo voltee rápidamente a ver a la persona que estaba entrando.

-Buenos días, señorita Takumi, no pensé verla tan pronto- era el señor Totosai, el mismo doctor que me había atendido anoche. Yo traté de buscar mi celular, mas que nada por instinto, pero de pronto recordé que le había dejado mis cosas a Kagome y que no lo tenia conmigo. También recordé que el señor Totosai me había mencionado que no entendía del todo el lenguaje de señas, así que no estaba segura de que me entendiera si decidía hablarle así- Lo mas seguro es que te sientas un poco incomoda por todo lo que te han estado haciendo. Toma- extendió hacia mí un pequeño pizarrón de juguete- vi que en pediatría lo usan mucho con los niños que son un poco tímidos para hablar y pensé que a ti te serviría mientras que estoy haciéndote preguntas- lo tome aun con sorpresa, pero al instante le dedique una sonrisa mientras escribía "Gracias" en el pequeño pizarrón- a mi me llegaron todos los resultados de los análisis y también me veo en la obligación de hacerte unas preguntas, ya que parece ser que soy tu doctor asignado- me guiño el ojo sabiendo que yo entendería a lo que se refería. Lo mas seguro es que una vez más, esta idea había sido de Sesshomaru. Suspire mientras borraba en el pizarrón y escribía algo más.

-Seguro ha de estar ocupado, siento mucho que se haya visto obligado a esto- el señor Totosai estallo en una risa sonora e hizo un gesto con la mano para que no le tomara importancia a mi comentario.

-Para nada, es cierto que desde hace mucho no venia a mi oficina y mucho menos atendía a una paciente nueva. La mayoría de mis "clientes" son casi de mi edad. Pero aun así me pareció muy emocionante ver a una paciente nueva, además, me parece muy refrescante hablar con usted, su presencia es tranquilizadora- había algo mas en su mirada, no sabia bien identificar que era, pero estaba segura de que no era algo por lo que debiera preocuparme.

-Gracias me supongo- de nuevo hizo un gesto para que no le tomara importancia y abrió el expediente que se encontraba en su escritorio.

-Como te dije anoche, no tienes ninguna herida que ponga en riesgo tu vida y solo necesitaras unos días de reposo para volver a tu vida cotidiana- vida cotidiana, por un momento pensé que jamás podría volver a ella, para empezar, ya no tenia ni si quiera donde dormir, ahora era una persona sin hogar- Rin…¿Puedo hacerte unas preguntas mas personales?- me saco de mis pensamientos por el tono de su voz.

-Claro- su rostro también se había oscurecido y por unos instantes tuve miedo a las clases de preguntas que me haría.

-Tengo entendido que el día de ayer, el motivo por el que terminaste así fue debido a una discusión familiar, ¿es cierto?- yo pase saliva y sentí de nuevo el miedo que había sentido anoche, como si de pronto todo hubiera vuelto a mi mente. Asentí y él solo suspiro- ¿Quién te hizo eso?- tome con firmeza el marcador y trate de que mi mano no temblara mientras escribía en el pizarrón.

-Si le contesto, ¿Qué hará con esa información?- se asombro mucho al darse cuenta de que yo sabía lo que tramaba. Lo mas seguro es que Sesshomaru le haya dicho que me hiciera este interrogatorio y mucho peor, él no había olvidado en absoluto su idea de que yo tenia que ir a denunciar a mi padre.

-Como dije en un principio tu presencia me transmite tranquilidad. Eres diferente a…-se tomo un tiempo para pensar sus palabras- otras personas que rondan a Sesshomaru. Tu no eres nada tonta y no pretendes que los demás lo piensen- sabia que estaba haciendo un juego de palabras. Había algo que definitivamente no me estaba diciendo- Esta claro que esto es un caso de violencia señorita Takumi y por lo mismo es mi obligación hacer un reporte por si la policía lo llegara a necesitar

-Yo no pienso meter ninguna demanda. Así que eso es innecesario- el señor Totosai de nuevo se quedó observándome, para después lanzar un suspiro muy fuerte antes de continuar.

-Yo solo quiero ayudarte y si te hace sentir más cómoda, no estoy de lado de tu jefe, solo vine aquí para hacer un favor, pero jamás para hacerte sentir incomoda o hacer algo que te disguste- parecía sincero me quede observándolo un poco más y luego comencé a escribir en el pequeño pizarrón.

-Mi padre adoptivo estaba pasado de tragos y en realidad no sabía lo que hacía. Estoy segura de que ni si quiera estaba consciente de a quien golpeaba en ese momento- sabia que le estaba mintiendo, pero tampoco podía dejar testimonio de que lo que realmente quería hacer mi padre anoche, era matarme.

-Su mudes, ¿viene de la infancia? ¿verdad?- me sorprendió que cambiara de tema tan rápido, era como si de un momento a otro hubiera perdido el interés.

-¿Cómo lo sabe?

-Cuando acepto a un nuevo paciente, tiendo a ser muy curioso, así que esto es lo único que pude obtener. Lo que me extraña es que no hay mucho sobre su evento de la niñez- de pronto sentí un dolor fuerte en el pecho que se extendía hasta la garganta. Traté de disimularlo, pero era obvio que no pude hacerlo del todo. Aun con ese dolor punzante escribí en el pizarrón.

-Creo que eso es demasiado personal y si no tiene nada mas importante que decirme me retiro- me habían puesto unas muletas a lado de mi silla así que estaba por tomarlas cuando el doctor Totosai volvió a hablarme.

-No se ofenda Señorita Rin, solo me parece curioso que siendo usted muda pudiera pronunciar una palabra- me quede paralizada al escucharlo. Eso no podía ser cierto, yo no había hablado en mucho tiempo, aun cuando mas lo quisiera, esto tenia que ser una mentira. Cuando voltee a verlo había levantado un papel y lo movía de un lado para otro- aquí dice claramente que usted llamo para pedir ayuda- el dolor del pecho se hacia cada vez mas fuerte, hasta el punto de nublar mis pensamientos.

-Tengo que retirarme- eso ni si quiera lo escribí en el pizarrón, solo se lo dije así. Tenia la necesidad de escapar de ese consultorio, no se lo que quería, pero estaba claro que había algo de lo cual mi mente me estaba pidiendo huir.

-¡Espere Señorita!- ya estaba abriendo la puerta cuando la mano de Totosai me detuvo, alcance a ver una mirada penetrante esperando al otro lado de la puerta. Una mirada tan sorprendida como la mía al verlo, pero fue algo tan rápido. Dado que Totosai cerro la puerta- no creo que sea buena idea que salga en ese estado- traía en su otra mano un pañuelo- limpie sus lagrimas y cálmese un momento- dicho esto de repente sentí que la puerta se abrió y esa mirada dorada penetraba la mía. Volteé la cara rápidamente para que él no viera mis lágrimas, pero supe que había sido demasiado tarde.

-¿Qué paso?- la voz de Sesshomaru era directa y se mantenía cerca de mi- Totosai- su voz hizo que mi cuerpo se estremeciera, era como si en estos momentos fuera capaz de matar al señor Totosai, yo lo único que pensaba era que quería salir de ahí.

-¡Rin!- esa voz era de Kohaku, levanté mi cabeza casi al instante y moví a Sesshomaru para irme con él- ¿Qué te paso? ¿Te hicieron algo?- negué con la cabeza y sin mirar a Sesshomaru jalé su camisa para indicarle que quería irme de ahí- ¿Quieres irte?- asentí y él se quedó quieto un momento

-No creo que sea buena idea que ella se vaya aun, el doctor no ha terminado con los análisis- Sesshomaru había vuelto a su tono neutral. Yo tome un poco de aire antes de darle frente.

-Le agradezco mucho por todo. Ya me siento bien y el doctor ha hablado conmigo respecto al tratamiento. Estaré de vuelta al trabajo pronto, de nuevo muchas gracias- Hice una reverencia y comencé a caminar y Kohaku se apresuro a seguirme.

-Sera mejor que la dejes ir Sesshomaru, realmente no tengo nada mas que decirle. ¡Cuídese Señorita Rin!- aun afuera del hospital sentía el malestar, pero al menos ya podía respirar un poco mejor.

-¿Segura que estas bien? Kagome me pidió que te entregara esto- en su mano traía mi celular y agradecí infinitamente por él, así podría hablar con Kohaku y decirle que todo estaba bien y que dejara de preocuparse. Apenas lo estaba haciendo cuando él volvió a hablarme- Rin… me siento mal por no poder estar contigo anoche, estoy consciente que lo que pasaste no debió de ser fácil para ti y que nos necesitabas a tu lado

-Sabes que yo se que ustedes siempre estarán a mi lado, no es necesario que te sientas mal, puedo entender perfectamente la situación- mi mente y mi corazón aún seguían confusos por lo que acababa de pasar, había algo que no dejaba de sonar.

-Kagome me dijo que en cuanto salieras del hospital te llevara a su casa así que…- le hice un gesto con la mano para que se detuviera y rápidamente tome el celular para escribir en él.

-Créeme que entiendo sus buenas intenciones, pero, prefiero ir con la anciana Kaede- Kohaku se quedo leyendo mi mensaje y su cara de asombro se hizo mas notoria.

-¿La anciana Kaede? Rin, no creo que sea buena idea ir a quedarte con una persona que en lugar de cuidarte va a hacer que la cuides- a Kohaku no le agradaba del todo la anciana Kaede, ya que siempre que íbamos la ayudábamos en todo lo que hacía. Ella era dueña de un templo a las afueras de la ciudad, aun así, sabia que ella era la única persona con la que podría estar y no haría ninguna pregunta.

-Ella no será así, ¿Puedes ayudarme a llegar?- de esta manera solo le estaba dando dos opciones: ayudarme o dejarme ir sola hasta allá. Conociendo bien a Kohaku no me dejaría ir sola, así que su única opción seria llevarme. Soltó un suspiro pesado y después levanto la mano para que un taxi se parara.

-Pero tienes que prometerme que, si necesitas ayuda con algo o no te estas sintiendo bien, me llamaras para que vaya por ti- si lo que quería era dejarlo tranquilo lo único que podía hacer era asentir. Aunque realmente no sabía si iba hacerlo, ir con la anciana Kaede era precisamente para aislarme un poco y pensar bien las cosas por mi sola.

El camino hasta el templo fue en silencio, sentía en mi la mirada de Kohaku, pero trate de no prestarle atención, solo veía por la ventana, tratando de encontrar esa paz. Aunque cada vez sentía que me hundía más. Al parecer Kohaku entendió que no tenía ninguna intención de platicar así que se quedo callado. Cuando estábamos a punto de llegar mi celular sonó indicándome que me había llegado un mensaje, me sorprendió ver de quien era. Y voltee rápidamente a ver a Kohaku tratando de entender que hacía, pero él solo señalo el celular así que me dispuse a leer su mensaje.

Se que en estos momentos lo menos que quieres es hablar con alguien y lo comprendo. Quisiera poder hablar contigo de manera correcta, pero no quiero volver a ver esa mirada triste y saber que nada de lo que te diga o haga vaya a poder cambiarla. También entiendo porque te quieres quedar con la anciana Kaede y solo me queda decirte que, aunque te aísles y pienses bien las cosas, no olvides que estoy aquí para ti. En cualquier momento que tu quieras hablar conmigo o solo vernos no dudes en mandar un mensaje. Eres alguien preciado para mi y no me gustaría que pensaras que esta situación la tienes que enfrentar tu sola. No estas sola Rin.

Cuando termine de leer el mensaje sentía mi corazón aliviado, pero al mismo tiempo todos aquellos sentimientos que había estado reteniendo estaban comenzando a desbordarse. Voltee de nuevo a la ventana y limpie mis lágrimas. Di gracias a dios cuando el auto se detuvo indicando que habíamos llegado a nuestro destino. Trate de respirar y tranquilizarme, Kohaku se bajo del auto y tomo la pequeña maleta que estaba en la cajuela del carro mientras que yo me bajaba con ciertas dificultades, definitivamente me tomaría un poco de tiempo antes de acostumbrarme a traer estas muletas. Kohaku me ayudo a subir las escaleras del templo en completo silencio, le había mandado un mensaje a la anciana Kaede de que iría a quedarme con ella, así que ya nos estaba esperando.

-Yo tomare la maleta y no te preocupes prepare el cuarto para que estés lo más cómoda posible- dijo la anciana Kaede al verme. Me dio un ligero abrazo y después tomo la maleta para irse. Al quedarnos solos Kohaku se veía un poco incomodo, yo solo me voltee para quedar cara a cara con él. Con una de mis manos señale mi boca para que la viera.

-Gracias- le dije con solo mover mis labios en mi rostro corrían de nuevo las lagrimas y él se sorprendió ya que nunca había usado esa manera de comunicación con él. Sin esperarlo me abrazo y yo en lugar de sentirme incomoda como en otras ocasiones, me concentre en sentir esa paz que transmitía Kohaku.

-Promete que estarás en contacto en cuanto puedas- sentía que temblaba como si se estuviera conteniendo, yo acaricié su espalda para tranquilizarlo y asentí en su hombro. Sin más me soltó y se volteo rápidamente sin dejarme ver su rostro y comenzó a bajar las escaleras- yo le diré a Kagome donde estas, aunque trate de detenerla se que te llamara.

Kohaku era un chico formidable y gentil. También en ocasiones era inmaduro e infantil. Pero en estos momentos me alegraba darme cuenta de que también podría ser alguien maduro y confiable, además de que me comprendía sin siquiera darle alguna explicación. Realmente era un buen hombre y me sentía feliz tener alguien como él a mi lado.

Cuando fui hacia el templo la anciana Kaede me estaba esperando y yo en lugar de ir hacia mi cuarto me senté a un lado de ella.

-Ya tenias mucho tiempo sin venir Rin, comenzaba a preocuparme por ti- puso entre nosotras una bandeja con manzana picada yo tome una y suspire. Tenia tantas ganas de hablar con ella, de desahogarme de alguna manera, pero no sabia bien por donde empezar o que decir- No es necesario que te esfuerces, primero toma un descanso y cuando quieras platicar lo haremos- se levantó y acomodo su kimono. Se detuvo en frente de mi y me dio un ligero beso en la frente- estas a salvo aquí y lo sabes- yo asentí y ella sonrió- ve a descansar yo te llevare la comida cuando este lista- limpio unas pequeñas lagrimas que se salieron de mis ojos y después se fue hacia dentro de la pequeña casa.

La anciana Kaede tenía razón, había muchas que pensar y si no aclaraba mi mente antes de hablar con ella no sabría por donde empezar o que decirle. Así que tomé otro trozo de manzana y lo metí en mi boca para poderme levantar. Por el momento haría lo que me dijo, descansaría, aclararía mi mente y así podría saber que hacer de aquí en adelante.