Capitulo 15: Quiebre

***Rin***

Eran pasadas las 7 de la mañana cuando recibí un mensaje del Señor Jaken, me decía que le pasara mi dirección para ya que ellos vendrían a recogerme para ir al aeropuerto. Dude un segundo en pasarle la dirección, ahora toda la adrenalina del encuentro con Sesshomaru había desaparecido y yo ya no me sentía del todo segura en ir con él a este viaje, además, no me había dicho a donde iríamos así que era una segunda duda. Antes de pensarlo por mas tiempo y hacer que mi cabeza dudara mas, le mande la dirección de una plaza que se encontraba cerca del templo de la anciana Kaede, ya que a pesar de todo no quería que vinieran a este lugar. Comencé a alistarme, lo bueno que el día anterior había guardado las cosas que me llevaría. Al abrir la ventana me di cuenta de que la mañana estaba mas fresca que de costumbre así que tome una pequeña bufanda que tenia entre las pocas cosas que me traje, también note que la ropa que tenia era muy poca muy apenas completaba los cambios de una semana y eso fue gracias a Kagome que me presto de su ropa para poder estar un tiempo aquí. Sabia que tarde o temprano tendría que ir a casa, al menos para recoger todas mis cosas, de tan solo pensar en volver y encontrarme con él hacia que toda mi piel se erizara. Sacudí mi cabeza y salí del templo. Estaba bajando las escaleras y me encontré a la anciana Kaede barriendo al final de las escaleras, se veía perdida en sus pensamientos, pero cuando me vio dejo de hacerlo y se quedo observando mi mochila un momento.

-Buenos días, Rin, ¿vas a algún lado?- no le había querido decir nada sobre el viaje porque no soportaría un segundo interrogatorio como el de Kagome. Saqué mi celular y comencé a escribir.

-Hare un pequeño viaje por parte del trabajo, volveré en unos días- La anciana Kaede de nuevo se me quedo viendo extraño, yo esperaba que preguntara algo mas, pero no lo hizo.

-Pensé que estabas huyendo del templo, ¿Acaso no te enseñe siempre a despedirte de esta pobre anciana?- me sentí un poco incomoda por esa verdad. Así que con las manos le dije que no y escribí rápido en mi celular

-Solo no quería molestarla, ha hecho mucho por mi y no quiero preocuparla mas- la anciana Kaede se rio un poco y puso su mano en mi hombro.

-No me molestas Rin, te he visto crecer y sabes que siempre habrá un lugar para ti en este templo- por un pequeño momento me dieron muchas ganas de llorar, pero decidí despejar esos sentimientos, ya que tenia que irme.

-Muchas gracias, tengo que irme, le mandare un mensaje cuando haya vuelto- la anciana Kaede solo asintió con la cabeza y yo me dirigí hacia el parque, solo que antes de estar lo suficientemente lejos escuche su voz.

-Rin…mantén…contigo…momento…padre…buscándote- a pesar de que la anciana Kaede estaba gritando no podía entender nada de lo que decía, mas que unas cuantas palabras, estaba por volverme para que me lo repitiera, pero en eso llego un nuevo mensaje a mi celular.

Señorita Rin, el auto la esta esperando en la dirección.

Rayos, ya habían llegado por mi no podía devolverme así que solo le dije con la mano un adiós a la anciana Kaede, ya cuando volviera le preguntaría que me quiso decir en este momento. Caminé rápido hacia el parque solo eran unas cuadras, así que vi el carro negro estacionado con las luces intermitentes encendidas. Cuando me estaba acercando un hombre que no conocía se bajo de lado del conductor y me abrió la puerta trasera.

-Buenos días, Señorita, si gusta subir al auto- me sentía extraña y a la defensiva al no conocerlo. Aun seguía dudando cuando escuche su voz desde el interior del auto.

-Si te quedas ahí nunca podremos irnos- me dijo Sesshomaru, cuando me agache para ver el interior del auto, estaba sentado viendo algo en su tableta. Volví a ver a la persona que me estaba sosteniendo la puerta y después entre con mucho cuidado, cuando estaba por cerrar la puerta el mismo tipo me detuvo.

-Permítame su equipaje y lo pondremos en la cajuela- de nuevo me sentí a la defensiva y voltee a ver rápidamente a Sesshomaru antes de darle con cierto recelo mi mochila- muchas gracias, ahora cerrare la puerta- cuando lo hizo me di cuenta de que a la mitad del auto había una pequeña pared que nos dividía entre el conductor y la parte trasera del carro, así que nos encontrábamos totalmente solos en este pequeño espacio.

-¿Debo de preocuparme de que mi doctora personal viva en un parque? O ¿Qué no me tenga la suficiente confianza para que no me de su dirección real?- mientras me hacia esas preguntas no había dejado de ver su tableta, pero para ver mi respuesta se volteo y comenzó a analizarme esos ojos dorados intensos.

-¿Es importante conocer mi dirección?- aun no podía acostumbrarme a hablar con él. Al parecer había perdido toda la confianza con la que le había hecho frente hace apenas unos días.

-Pienso que después de todo lo que hemos pasado es algo justo ¿No lo crees?- sentí un escalofrió en mi espalda, sabia que se refería a lo de mi padre, pero, había otro tono sugiriendo algo mas.

-No estoy viviendo en un parque- le dije y volteé a ver hacia en frente, con la intensión de escapar un poco de la intensidad de sus ojos. No había notado todo lo que mi corazón se encontraba agitado, pero me daba mas coraje darme cuenta de que no sabia con exactitud si solo eran nervios por la situación o por él.

-Eso es un alivio, porque si así lo fuera me vería en la necesidad de ponerte un techo- de nuevo voltee a verlo algo sorprendida por su comentario.

-No soy un perrito abandonado para que te veas en la necesidad de hacerlo- de la nada la confianza había vuelto y él sonrió un poco antes de contestar. De alguna manera ya sabia por donde venia su comentario… pero siempre logra sorprenderme aun mas.

-No, eres mas una gatita. Linda y dulce pero que si la molestas un poco logra sacar las garras- sentía que con eso los colores subían y bajaban sin control por mi rostro. No tenia nada que decirle, mas bien, no podía decir nada. Me quedé totalmente en blanco y no supe que responderle. Así que decidí cambiar drásticamente el tema, en un intento por huir de él.

-¿Por qué el señor Jaken no vino con nosotros?- Sesshomaru sonrió y volvió a su tableta antes de contestarme

-Esta revisando que todo este bien con nuestro vuelo- ya no quería seguir hablando con él, sentía que si lo hacia terminásemos llegando al mismo tema de antes y no quería para nada sentirme así de nuevo.

Vi por la ventana en todo el camino y cuando llegamos al aeropuerto o bueno, lo que yo pensaba que era el aeropuerto, mas bien era una pista grande y para nada se parecía al aeropuerto. El señor Jaken abrió mi puerta cuando llegamos y me recibió con una cálida sonrisa.

-Espero y haya tenido un buen viaje de camino hacia aquí- le tome su mano y le sonreí de manera gentil.

-¿No se supone que iríamos al aeropuerto?- Jaken me sonrió de nuevo y saco mi mochila del maletero.

-Es una pista privada del joven Sesshomaru, usualmente aquí toma su vuelo- ahora entendía porque habíamos tardado tanto en llegar a este lugar, además de la inmensidad de esta aérea de aterrizaje.

-Espere… ¿Vamos a viajar en un avión privado?- tal vez mi cara de asombro fue demasiada porque Jaken comenzó a reírse mientras íbamos caminando hacia el gran avión.

-Creo que no necesito contestarle ¿verdad?- yo veía muy asombrada el avión como si fuera la primera vez que veía uno. Me sentía una pequeña niña que le acababan de dar un juguete nuevo.

-¿Vendrá usted con nosotros?- Le dije al Señor Jaken, solo que antes de poderme contestar escuché la voz de mi jefe atrás mío.

-Jaken tiene que quedarse atendiendo unos asuntos- cuando volteé a verlo ya se encontraba subiendo por las escaleras al avión, de nuevo vi a Jaken con cierta suplica en mis ojos.

-No se preocupe Rin, les ira bien en su viaje- de eso no estaba segura. Ir a un viaje sola con Sesshomaru era demasiado peligroso para mi corazón. Lancé un suspiro pesado y me hice recordar el motivo por el cual había venido aquí, tenia cosas que preguntarle a él y estando solos era la mejor oportunidad de hacerlo. Así que tome mi mochila de las manos de Jaken él se sorprendió un poco de que lo hiciera.

-Yo lo llevare- le dije con la mejor sonrisa en mi rostro. Jaken dudo unos segundos, pero antes de que pudiera decirme algo mas fui subiendo las escaleras.

Como me esperaba el avión era enorme, no tanto como uno comercial, pero si lo suficiente grande para tener al menos cinco asientos reclinables por cada lado, además de tener una pequeña mesita para comer o hacer algún tipo de trabajo. Al parecer para Sesshomaru seria para trabajar ya que saco su computadora y comenzó a teclear en ella. Había un asiento en frente suyo, en el cual, si me sentaba, podría tener su mirada sobre mi en cualquier momento, así que mejor decidí sentarme en la fila de al lado y ver por la ventana. Cuando me senté saque un pequeño maletín de mi mochila, con el cual le haría un chequeo a Sesshomaru, al final de cuentas esta era la razón por la cual había venido aquí. Él aun se encontraba sumamente concentrado escribiendo en su computador, así que dude un instante en si era buena idea molestarlo o no. Al final solo me quede parada a un lado suyo, hasta que dejo de escribir me di cuenta de ello.

-¿Acaso piensas quedarte ahí?- volteo a verme esperando mi respuesta y yo solo levante el pequeño maletín y le dedique una sonrisa. Soltó el aire y arremango su camisa para que empezara a tomarle la presión. Trate de vaciar mi mente y concentrarme en el trabajo que había venido a hacer. Sus signos vitales se encontraban normales lo cual me dejaba tranquila, solo esperaba que durante el vuelo continuara así. Algo dentro de mi cabeza llego a pensar que tal vez era un truco de su parte para traerme a este viaje, pero decidí esconder esa voz y tratar de comportarme lo mas profesional que podía. Le volví a acomodar su camisa y comencé a guardar mis cosas en el pequeño maletín- ¿Todo esta en orden?

-Si todo en orden- Sesshomaru no dijo nada mas y volvió a su computadora. Y así se la paso durante casi todo el vuelo, solo dejaba la computadora unos momentos para revisar unos papeles y volvía a escribir en ella. Decidí dejar de verlo cuando me di cuenta de que me había quedado así por mucho tiempo.

Preferí observar las nubes y darme cuenta de lo pequeño que se veía el mundo desde aquí. No era mi primera vez viajando en avión, hace unos años había acompañado a mi padre a un viaje que había hecho su trabajo a los buenos empleados. Todo era diferente a aquella ocasión, mamá aun vivía y ese viaje fue el primero y el últimos que tuvimos como familia. Habíamos ido a Europa y a pesar de que yo en ese entonces no convivía mucho con ellos, madre hizo todo lo posible para que yo disfrutara de ese viaje. Reímos mucho y recuerdo que fue la primera vez en mucho tiempo que sentí las ganas de divertirme, que volví a sentir esa calidez en el corazón desde lo de mis padres. Hasta llegue a sentir la necesidad de mi cuerpo por querer hablar, querer expresar cada sentimiento que en ese momento estaba recorriendo mi cuerpo. Siempre tendré ese pequeño momento en mi corazón, esa cálida sonrisa y ese amor que me entregaba, siempre la recordare a ella.

-Rin…- no me di cuenta el momento que me había quedado dormida y escuchaba a lo lejos una voz que me traía de vuelta a la realidad. Mis ojos y mi mente aun se encontraban tratando de despertarse, volví a escuchar esa voz llamando mi nombre, un poco mas cerca de mi y también sentí una pequeña caricia, algo cálido en mi mejilla- Rin despierta, hemos llegado- Su voz se volvía mas fuerte y aunque me hablara con cierto cariño, era dura. La voz de Sesshomaru. Entonces fue cuando recordé que me encontraba en su avión, de viaje, de negocios y con él. Parpadee rápidamente y me enderece, Sesshomaru se encontraba parado a lado mío, pero manteniendo su distancia, mientras me levantaba mi cabeza aun daba vueltas. Estaba segura de haber sentido que se encontraba muy cerca de mi, aunque tal vez solo se trataba de un sueño.

-Siento mucho haberme quedado dormida- le dije mientras él me pasaba mi pequeña mochila

-No te preocupes, me alegra que hayas podido descansar- me hablaba con cierta dulzura que ocasionaba que mi cuerpo se sintiera nervioso. De pronto recordé algo que no había tenido la oportunidad de preguntarle.

-Tal vez sea demasiado tarde para preguntar, pero… ¿Dónde se supone que estamos?- Sesshomaru se hizo a un lado para que subiera al auto, por unos segundos lo pensé, pero tome mi mochila y subí al auto. Cuando el subió por la otra puerta volteo a verme para contestarme

-Seúl- al momento que me dijo eso voltee a ver hacia la ventana, yo jamás había estado en corea, era un lugar al que siempre había querido ir. Estaba como niña pequeña admirando la gran ciudad desde la ventana, cuando de repente escuché a Sesshomaru hablarme- yo nací en corea

-Pensé que eras japonés, por tu nombre y tu acento- me quedé atenta a su respuesta y pude ver una pequeña sonrisa antes de contestarme

-Mi familia es japonesa, pero, mi madre era un poco caprichosa en ese entonces y me quiso tener en Corea- pareciera que le era divertido recordarlo

-¿Era?

-Digamos que ya sabe comportarse mejor- comenzó a teclear algo en su celular y segundos después sonó su tono de llamada- Jaken, ¿Esta la casa lista?- trate de agudizar mi oído para escuchar la contestación del Señor Jaken, pero no podía escuchar nada- Ya estamos por llegar y no quiero ver que este en mal estado- ¿Llegar? En ese momento no entendía bien a que se refería. Sesshomaru colgó el teléfono y no volvió a hablarme, bueno, no volvió a pronunciar palabra a nadie mas. Cuando el auto se detuvo estábamos delante de una residencia. Dude un momento en bajar hasta que el chofer abrió mi puerta. Baje rápido y me acerque a Sesshomaru.

-¿Dónde estamos?

-En mi casa- él volteo a donde se encontraba su chofer- no apagues el auto, volveré pronto- después de eso entro a la residencia, yo lo seguí dudosa. Al entrar había un enorme jardín y después la enorme casa se hacia presente, era justo como se ve en los dramas y obviamente era algo con lo que yo jamás hubiera soñado ver en persona. La casa era de dos pisos con muchas ventanas haciendo que su interior estuviera acobijado por la luz natural. Cuando entramos todo se veía impecable y aunque fuera imposible podía ver cierto "brillo" brotar de las cosas, se acerco a nosotros una señora casi de la edad de la anciana Kaede y nos dijo algo en coreano, que no pude entender.

-Ella es la encargada de la casa, le pido de favor que en nuestra presencia hable japonés, ya que la señorita Rin no entiende el coreano- dedico una reverencia de disculpa y después hablo en japonés.

-Le pido una disculpa, soy la señora Gwam y estaré a sus ordenes. La comida ya esta lista si gustan pasar- dicho esto dio otra reverencia y antes de que se fuera Sesshomaru la detuvo

-Yo no comeré aquí, tengo unos asuntos que atender, pero la señorita Rin se quedara aquí- dicho esto voltee a verlo con cierta urgencia

-¿Qué? ¿Por qué yo me quedare aquí?

-¿Quieres acompañarme a mi reunión?- algo había en su tono que pareciera que se estaba burlando de mi.

-Sabes a lo que me refiero, ¿Por qué tengo que quedarme en tu casa? Prefiero irme a un hotel, lo que sea menos quedarme aquí- sentía la incomodidad y el miedo ir creciendo de manera incontrolable dentro de mi

-Que desconsiderada eres con la empresa Rin, hasta hotel quieres- ahora estaba comprobado que se estaba queriendo burlar de mi- no tiene nada de malo que te quedes aquí, estarás mas cómoda que en un hotel y la señora Gwan te atenderá- él había notado mi incomodidad y estaba tratando de que me quedará tranquila

-Sesshomaru no puedes dejarme aquí, siento como si no fuera correcto, además que es como si estuviera encarcelada- Sesshomaru lanzo un suspiro y puso sus manos en mis hombros.

-Si quieres salir a algún lado, solo tienes que pedirles eso y te llevaran a donde quieras. No estas encarcelada ni nada como eso. Rin te traje aquí porque es el lugar donde me siento cómodo- sus ojos dorados me miraban intensamente, me imagino que estaban tratando de traspasar mi incomodidad y tranquilizarme de alguna manera, cuando vio que estaba cediendo soltó mis hombros y se enderezo- tenemos un trato ¿no? Solo tengo que ir a esta reunión y volveré por la tarde. Hablaremos y responderé todas tus preguntas, así que solo tienes que esperar ¿Puedes hacerlo?- ahora fui yo la que dejo salir el aire y asentí.

-Pero te juro que si siento que esto me sobrepasa me iré de aquí- de nuevo sonrió, estaba empezando a identificar sus pequeñas o esporádicas sonrisas. La de esta ocasión, era una de triunfo, sabia que había ganado.

-Solo no salgas sin tu celular y no les causes tantos problemas- estaba por hacerle una mirada de odio cuando sentí su mano en mi mejilla- disfruta de tu estancia aquí y despéjate, volveré en la tarde- su toque había dejado una calidez no solo en mi rostro, si no en otra parte dentro de mi.

Cuando se fue me dirigí a lo que parecía ser el comedor. La verdad no me sorprendía darme cuenta del enorme tamaño, podían caber mas de 3 familias en él. En un extremo se encontraban muchos platillos, parecía un buffet. Estaba dudando donde sentarme o si era necesario hacerlo, me sentía mal ya que esto definitivamente no era mi vida.

-Señorita Rin, ¿hay algo mal con la comida?- me asusto un poco cuando la señora Gwan entro de esa manera. Saque mi celular y estaba escribiendo cuando la señora Gwan volvió a hablar- no se preocupe el Señor Jaken nos aviso que usted habla con lenguaje de señas así que siéntase con la libertad de hacerlo- me sorprendió que el señor Jaken les hubiera informado eso. De pronto recordé la llamada que tuvo Sesshomaru con el Señor Jaken justo antes de llegar. Tal vez a eso se refería con que todo estuviera en orden aquí, o tal vez me estoy haciendo ideas locas en mi cabeza.

-Le escribía que todo esta bien con la comida, solo que se me hace mucha para mi sola, ¿habrá alguien mas con nosotros?

-No, el amo Sesshomaru no sabia muy bien sus gustos, así que puede elegir lo que sea de su agrado, lo demás se retirara del comedor- aun a pesar de no ser el japonés su lengua materna lo hablaba con mucha fluidez. Yo no dejaba de pensar en toda la comida que ahora se mostraba en frente mía.

-Sigo pensando que es mucha comida- vi en un pequeño plato un delicado lonche o bueno, lo que parecía uno. Era mas como un tipo de panini, así que fue lo que tome- tomare esto

-Le diré a los sirvientes que se lleven el resto de comida Señorita- dio una pequeña reverencia y salió del comedor tan rápido que no pude decirle nada.

Este inmenso lugar me causaba cierta ansiedad, todo esto solo lo había visto en películas o novelas. Me hacia sentir tan pequeña y miserable en el mundo, no me podía imaginar el estilo de vida o de crianza que había tenido Sesshomaru todo este tiempo. Al mismo tiempo pensé en Inuyasha, no era demasiado cercana a él, pero sabia que su estilo de vida estaba demasiado alejado de todo esto, yo deducía que algo le había pasado con su familia. Ahora con todo esto me doy cuenta de que podría ser que Inuyasha renunciara a todo esto o que su familia simplemente lo desplazara de todo este lujo. Por un momento llegue a pensar en preguntárselo a Sesshomaru, pero, sabia que para Inuyasha era un tema demasiado espinoso, tal vez para Sesshomaru sea igual y solo termine enojándose conmigo por sacarlo a colación.

Estuve caminando por un buen tiempo, viendo cada rincón de la casa, aunque en realidad no había casi nada que la hiciera sentir un hogar. De cierto modo se sentía como si fuera simplemente un hotel, no había fotos o algo que indicara que alguien había vivido ahí. Vi que estaba atardeciendo cuando mi celular comenzó a sonar, me espanté un poco, dado que nadie me llama. Cuando vi en el celular el nombre de la persona que llamaba sentí como mi cuerpo entero se paralizaba. Se trataba de mi padre, dude unos momentos en contestar, el jamás llamaba y mucho menos me podía imaginar que lo hiciera después de lo que paso entre nosotros, realmente pensaba que me no me volvería a hablar nunca. Tome aire y con un pesar enorme en mi corazón conteste la llamada.

"Pensé que no responderías, me da gusto que lo hayas hecho" Su voz era mas pesada de lo normal, claramente me indicaba que estaba bebiendo "Espero y estés disfrutando todo lo que has hecho conmigo, maldita perra desagradecida" Tal vez ese fue el momento en el que debí colgar la llamada "Sabes Rin, ella siempre tuvo lastima de ti, siempre me decía que debíamos darte todo porque tu vida era demasiado miserable. Si tan solo en ese momento no le hubiera hecho caso y me hubiera enfocado en su enfermedad" sentía un enorme nudo en mi garganta y como la respiración me faltaba cada vez mas con las palabras que salían de su boca. Eran veneno y yo no podía hacer nada para detenerlo "Debí darme cuenta de que la desgracia te seguía, no se como lograste que mataran a tu familia y como si no estuvieras satisfecha también hiciste que muriera ella. La persona que mas amaba en el mundo. Como si no fuera suficiente después de todo lo que hice por ti, ahora me haces enfrentar este infierno, maldita huérfana… No descansare hasta verte muerta, así que es mejor que tengas al menos un poco de remordimiento y me ahorres eso… acaba con tu vida Rin… muere como debiste haberlo hecho en aquel entonces…"

Después se escucho que colgó la llamada, pero ya era demasiado tarde. Mi corazón y mi mente se encontraban hechos pedazos, las lagrimas rodaban sin poder detenerlas y mi mente se nublaba cada vez mas. No me di cuenta de que me encontraba tirada en el suelo hasta que unas manos cálidas me tomaron de los brazos para enderezarme, mi vista se encontraba totalmente negra y no sabia si esa persona me estaba hablando o no, ya que tampoco podía escuchar ningún sonido. Las palabras de mi padre seguían repitiéndose una y otra vez. Tal vez tenia razón y yo atraigo esa clase de desgracias, tal vez yo debí de haber muerto junto con mi familia, ese era mi destino, era lo que merecía. La persona que seguía sujetándome me movía un poco, me supongo que lo hacia para hacerme reaccionar, pero mi cuerpo no quería hacerlo, mas bien, mi mente se rehusaba. De repente sentí que mi boca se movía sin darme cuenta de las palabras que salían de mi boca.

-Estoy tan cansada de esto- el llanto se mezclaba con todo el dolor que había estado guardando toda mi vida- yo debería de haber muerto- sentí que esa persona me abrazaba fuertemente.

-Escúchame bien Rin, jamás vuelvas a decir eso- su voz estaba aplacando todo el caos en mi interior- no se que fue lo que paso, pero no estas sola, ya no mas, me tienes aquí- pude ir identificando su voz y poco a poco sentía su tacto

-Ya no puedo mas- sentí que sus brazos pasaron por mi cuerpo, acomodando una detrás de mi cuello y la otra detrás de mis piernas para levantarme.

-La llevare a la habitación- sentía mi cuerpo cada vez mas pesado dejándome tragar por toda la negrura.

No supe cuanto tiempo fue que esa negrura me mantuvo ahí. Cuando abrí los ojos estaba acostada de lado y aun era de noche por la oscuridad de la habitación. Cuando traté de moverme me di cuenta de que alguien me mantenía abrazada y su cuerpo se mantenía pegado al mío. Esa persona sintió que me moví y rápidamente me volteo para verlo a la cara, Sesshomaru.

-¿Estas bien?- tocaba mi rostro como si buscara alguna señal o algo- ¿te duele algo?

-¿Qué haces aquí?- Sesshomaru soltó el aire y su frente pego con la mía.

-Rin, me hiciste pasar el peor susto de mi vida. Pensé que no te podía traer de vuelta- no entendía de lo que estaba hablando- No vuelvas hacer eso, ¿Me escuchaste?- al no entender nada solo asentí y lo que paso después hizo que mi mente se confundiera aun mas. Me deposito un ligero beso en los labios, yo solo sentí el calor subir por mis mejillas- Tenemos que hablar- fue lo ultimo que dijo antes de levantarse de la cama y dejarme mas confundida…¿Qué rayos acababa de pasar?

***Notas finales***

Aun hay muchas cosas de Rin que deben de salir antes de que ellos dos tengan algo, pero al menos pudimos ver que nuestro amo Sesshomaru esta tomando la iniciativa y que tal vez Rin sea algo mucho mas importante para él de lo que podemos pensar…

Saludos y besooooos :*