Capitulo 17: ¿Aun te quedaras a mi lado?

***Kagome***

Subí las escaleras hasta el tercer piso de ese edificio. Mi corazón se encontraba agitado, había llegado hasta aquí con cierta determinación, pero de repente mi mente comenzó a atacarme con un sinfín de cosas. Tal vez ni si quiera se encontrará en casa, yo era la única que no tenia una vida social. O tal vez pudiera estar descansando. ¿Y si se molestaba por venir aquí sin avisar? Todos esos pensamientos hicieron que me quedara viendo el timbre, dudando y arrepintiéndome con cada segundo que pasaba. De pronto, recordé a Rin, lo que me había dicho de buscar la verdad o al menos el punto de vista de la otra parte, también recordé que, hasta este momento, Inuyasha no había hecho mas que cuidarme, extrañamente había estado en todos los lugares que lo necesitaba y había sabido como calmarme. Yo en lugar de corresponder a eso, lo que hice fue aislarme e ignorarlo completamente, si ni siquiera darle una oportunidad de explicarse. Antes de tocar el timbre lleve mis dedos índice y anular hacia mis labios, recordando aquel casi beso que habíamos tenido.

-Definitivamente no puede ser una mala persona- dicho esto toque el timbre con todo el terror del mundo. No paso mas de 1 minuto cuando la puerta se estaba abriendo y esos ojos dorados me miraban con gran asombro.

-¿Kagome? ¿Qu—Que estas haciendo aquí?- sus ojos me miraban de arriba abajo, no se si era para asegurarse de que se tratara de mi o fuera algo mas.

-Vengo a hablar… ¿Puedo pasar?- Inuyasha aun me miraba con cierto asombro, pero al escuchar mis palabras se hizo a un lado para que pudiera pasar a su departamento. Tengo que admitir que lo pensé un poco antes de avanzar, pero al final, decidí hacerlo. Ya adentro Inuyasha se quedo observándome al igual que yo a él, creo que en este momento los dos estábamos igual de perdidos.

-¿Quieres algo de tomar?- Inuyasha rápidamente quiso huir de mi, con la excusa de ir por algo de tomar, ni si quiera le importo si le había contestado, él ya se encontraba en la pequeña cocina, a lo cual yo lo seguí.

-Solo quiero un poco de agua- le dije mientras tomaba asiento en una de las sillas del comedor, estaba tratando de ordenar mis ideas, cuando Inuyasha puso el vaso de agua aun lado mío pude notar que se encontraba nervioso, después tomo asiento en la silla de enfrente.

-Me sorprende que hayas venido- soltó de repente esas palabras y en su mirada se podía ver cariño, traté de flaquear ante aquellos ojos dorados y solo me deshice de esas imágenes de mi mente.

-Si no venia aquí tu no dejarías de ir a la universidad- abrió los ojos de mas a raíz de mi comentario

-¿Cómo lo sabes?

-Tu no pasas desapercibido y mucho menos vas a generar empatía con los demás si siempre traes esa cara y pinta de chico malo- había escuchado por mis compañeras que había un sujeto extraño en la facultad. Ni si quiera tuve que preguntar por su descripción, tan solo vasto con que mencionaran su peculiar cabellera blanca para saber que se trataba de él.

-Quería hablar contigo- también sabia eso, no se cuantas veces me mando mensajes y me llamo durante los días que estuvo mi hermana. Pero aun en esos días tenia miedo de enfrentarlo, de saber la verdad.

-Pues aquí estoy, así que habla- me quede observándolo unos momentos. Se veía claramente que no sabia como comenzar, espere unos segundos mas y cuando estaba a punto de desesperarme y hablar él por fin dijo algo.

-Creo que debería de comenzar esto con un lo siento. Ese día que me fui de tu casa has de haber estado muy sorprendida, por todo lo que dijo…tu hermana- negué con la cabeza y él guardo silencio.

-No fue lo que dijo mi hermana- me quede un momento pensando en mis palabras y después deje salir simplemente lo que traía en mi mente- al principio tal vez así fue, mi hermana llego de la nada y a parte hizo todo eso. No entendía nada, al principio deje de hablarte sin saber porque lo hacia, la verdad soy una persona que busca respuestas en todo momento, por lo mismo me sorprendió a mi misma darme cuenta que me había aterrado al darme cuenta que no te conocía- me había quedado viendo mis manos que abrazaban el vaso de agua que estaba en la mesa- después me di cuenta que fue lo que me dolió mas- voltee a verlo a la cara para poder ver su reacción, él claramente estaba esperando mi continuación- que tu me dijiste que no me mentirías y que en alguna parte de mi mente lo creí, no me di cuenta cuanto me había aferrado a eso, hasta aquel día

-Kagome… yo no te mentí…- ni si quiera podía verme a los ojos y yo me reí un poco por lo bajo- mis sentimientos eran sinceros, todo lo que te dije… lo que siento por ti no era una mentira

-Tu me prometiste que no conocías a mi hermana

-Eso…

-¿En que mas me has mentido?- Inuyasha trataba de enfocar su vista en el vaso que tenia en frente, no podía decir con certeza si se trataba de alguna bebida alcohólica o solo de un simple jugo- ¿Por eso te acercaste a mi? ¿Por Kikyo?- levanto su vista rápidamente

-No, yo jamás me acercaría a ti por Kikyo

-¿Entonces fue por nuestro parecido?

-Tampoco Kagome

-Por eso me ayudaste y me trajiste aquí ese día ¿no? Por pensar en ella. Desde ese día algo me decía que estabas mintiéndome, pero aun así quise creerte- Inuyasha se quedaba en completo silencio, su mirada iba solo hacia su vaso, yo dejé salir un largo suspiro- ella me conto como se conocieron y del trato que tenían

-¿Qué? ¿Kikyo te conto sobre eso?- había cierto miedo en su mirada, tal vez había pensado que mi hermana me había contado absolutamente todo, de alguna manera sentí un vacío en mi estomago. ¿Y si Inuyasha no se quería abrir a mi? De pronto me di cuenta lo mal que me hacia sentir esa posibilidad y también de lo tanto que significaba tenerlo a mi lado.

-Solo me conto parte, mas bien, me conto su parte- pude notar como soltó el aire y yo aproveche para preguntarle algo- ¿Tanto miedo tienes de que yo sepa tu pasado? ¿Acaso es algo que no puedes compartir conmigo?- los ojos de Inuyasha temblaron un poco y a pesar de que en ese momento quería huir para no escuchar su respuesta, me mantuve firme y no quite ni un segundo mi mirada de la suya.

-No es eso- volvió a soltar otro suspiro- se bien que fui yo el que dijo que no habría secretos entre nosotros, pero, pensé que no era importante contarte sobre eso… al menos no al principio. Quería que me conocieras poco a poco, tomarnos nuestro tiempo.

-Conmigo pensabas tomarte tu tiempo y con mi hermana pudiste soltarlo desde la primera vez que se conocieron- de nuevo volvió a verme con cara de asombro. De pronto sentí su mirada con mas intriga que asombro. Estoy segura de que se estaba preguntando que tanto me había contado mi hermana, que tanto podía mentirme u ocultarme.

-Eso fue diferente, era un adolescente y tu hermana fue muy directa. No necesite contarle mucho para que ella se diera cuenta de las cosas y no pensé en las consecuencias que eso podría traer después- de pronto lo interrumpí, tal vez con la pregunta mas fuerte que le pude haber echo.

-¿Quién eres realmente Inuyasha? ¿Quién es realmente la persona que tengo en frente en estos momentos?- creo que esta pregunta se la esperaba, ya que su mirada lo único que hizo fue ensombrecerse, de perder ese brillo de sus intensos ojos dorados.

-Si te cuento quien soy, puede que esta sea la ultima vez que nos veamos. Mas bien, puede ser que sea la ultima vez que tu me quieras ver en tu vida- su voz era neutral, no había ningún sentimiento en ella. Mentira. Lo que estaba haciendo era contenerla, no sabia como podía estar tan segura, era como una clase de presentimiento, como si ese hueco en mi corazón me dijera exactamente lo que estaba pasando por su mente.

-¿Por qué no me dejas a mi decidirlo? Al final de cuentas si estoy aquí es porque quiero saber todo de ti- hubo un pequeño segundo donde aquel brillo volvió, después su mirada se volvió a ensombrecer y lanzo una pequeña sonrisa.

-Espero de todo corazón que estés aquí cuando termine de contarlo todo. Si en algún momento sientes que te sobrepasa simplemente tienes que salir por esa puerta- señalo rápidamente la puerta y yo asentí- pero si aun estas aquí cuando termine de contarte todo, tomare eso como que estas aceptando quien soy realmente y que no te iras de mi lado nunca mas- sentí como mi corazón dio un salto enorme al darme cuenta de lo que significaban sus palabras. Aun así, no podía hacer mucho, ya que antes de que el lo dijera, yo ya estaba lista para aceptar al Inuyasha que se encontraba en frente de mi.

-Muy bien, puedes comenzar- se muy bien que vio la determinación en mi rostro porque lanzo otro suspiro antes de comenzar.

-Omitiré ciertas cosas- hice una pequeña cara de molestia- se que quieres saberlo todo, pero no me arriesgare a que te pase algo por haberlo contado. En estos momentos eres la persona que mas me importa y no permitiré que te pongas en riesgo por una estupidez mía- sentí como mi corazón volvió a brincar ante sus palabras y trate de contener mi alegría- Todo comienza con mi familia, mi madre era la hija de una familia de renombre que estaba cayendo en la desgracia. Un mal negocio y lo habían perdido todo, mi madre tenia el poder de solucionarlo, casándose con alguien poderoso. Los bastardos esos la vendieron a la peor clase de gente que te puedas imaginar- Inuyasha hablaba con odio, como si quisiera ver a esas personas muertas. Yo solo me estremecí al pensar en eso- cuando iban en camino a entregarla como si no fuera mas que otro objeto en su casa, mi padre intervino. El gran Inu no Taisho había aparecido y se la llevo sin siquiera importarle nada.

-¿Cómo es que sabia lo que estaba pasando con tu madre?

-La familia Taisho tiene ojos y oídos en todas partes del mundo. Y para mi padre mi madre significaba todo por lo que alguna vez lucho. Cuando eran apenas adolescentes ellos dos se habían enamorado y estuvieron a punto de casarse, solo que la familia Taisho había previsto lo que pasaría con la familia de mi madre, así que negaron ese matrimonio a tal punto de amenazarlo con matarla- de nuevo esos escalofríos atravesaron mi columna- él se alejo de ella y se caso con alguien adecuado para su familia, pero jamás perdió de vista a mi madre, así que cuando tuvo la oportunidad la salvo de aquel destino- Inuyasha se quedo un momento pensando

-¿Qué paso después?- mi voz trataba de que sonara lo mas neutral posible aun cuando lo que me estaba contando me parecía algo demasiado sorprendente para procesarlo en estos momentos

-No fue un cuento de hadas- ese comentario lo hizo con cierto grado de comedia, pero sabia que era mas un comentario sarcástico- mi padre no podía separarse de su esposa, así que mantuvo una relación secreta con mi madre y de ahí nací yo- de nuevo bajo su mirada al vaso- cuando tenia 5 años no podía entender bien las cosas. Nosotros vivíamos en una pequeña casa, no nos faltaba nada, pero tampoco éramos ricos. Un día ellos salieron y jamás regresaron- sentí un nudo en la garganta- lo próximo que recuerdo es que hombres vestidos de traje vinieron a mi casa y me llevaron a la casa de mi padre.

-Debió de haber sido muy difícil para ti- Inuyasha negó con su cabeza

-No lo fue, ni si quiera lo recuerdo. Era un niño y no entendía nada de lo que pasaba, de pronto me encontraba en una enorme casa con una señora extraña y con un medio hermano- ese debía de ser Sesshomaru- hubo momentos en los que llegue a pensar que lo habían hecho por caridad o por lastima. Pero esa familia no tiene sentimientos

-¿A que te refieres?

-Era un hijo ilegitimo y no cualquier hijo. Era el error mas grande que pudo cometer el gran Inu no Taisho, si se conocía de mi identidad podría ocasionar grandes perdidas en el negocio familiar. Así que se les hizo fácil mantenerme con ellos, totalmente vigilado para que no pudiera verme nadie mas- Inuyasha de nuevo lanzo otra sonrisa- no les basto con quitarme esa libertad, si no que también me entrenaron cada día para ser uno de los guardaespaldas de mi medio hermano- la mirada de Inuyasha se oscurecía cada vez mas, como si los recuerdos lo estuvieran tragando cada vez. Así que como pude tome una de sus manos y él sin voltear a verme apretó fuertemente mi mano. Me imagino que estaba tomando fuerzas para poder continuar- Sesshomaru siempre me trataba como si realmente le importara, cuando en alguna de mis clases de pelea me llegaban a dejar muy mal él siempre iba a reprender al entrenador. Hubo momentos en los que creí en sus acciones, pensaba que tenia realmente a un hermano de mi parte

-¿Qué fue lo que paso Inuyasha?- podía notar lo que le costaba continuar la historia

-Hasta que escuche cuando hablaba con su madre para que me devolvieran con la familia de mi madre. Decía que estaba cansado de mi y que yo jamás iba a poder protegerlo de nada- me costaba creer eso. No después de lo preocupado que lo vi el día que mencione el nombre de Inuyasha, aun así, no quise hacer ningún comentario y solo deje que Inuyasha continuara- la señora Taisho le dijo que lo haría. Y cuando vino por mi lo que hizo fue a mandarme con una organización que hacia los trabajos sucios para los Taisho.

-¿Cómo…?- Inuyasha pudo notar mi cara aterrada así que ahora fue él quien me daba ánimos con un leve apretón.

-Es algo común para esas grandes familias. Al principio pensé que me iban a matar y tal vez esa fue la intención desde un principio. Me entrenaron lo triple de rudo que antes, había días en los que ni si quiera podía moverme y aun así continuaban golpeándome o "enseñándome" como ellos le decían- no podía si quiera imaginarme aquel infierno- me fui acostumbrando y cuando me volví un adolescente comencé a hacer trabajos para ellos- estoy segura de que Inuyasha sintió mi escalofrió porque de pronto trato de calmarme- no contare nada de eso, pero, no tenia opción. Quise escapar muchas veces, pero sabia que si lo hacia iba a terminar muerto en cuestión de horas

-¿En esos momentos fue cuando conociste a mi hermana?- sabia que mi voz estaba temblando, pero aun así Inuyasha no se detuvo

-Si, después de conocerla a ella me di cuenta del gran peligro que corría mi vida y si seguía revelándome en contra de ellos podría poner en peligro la vida de alguien inocente- entonces eso significaba que Inuyasha… pertenecía a esa organización. De nuevo sentí los escalofríos recorrer mi cuerpo, solo que ahora se trataba de miedo, tanto era así que dudé mucho en hacerle la pregunta

-Tu… ¿continuas con ellos?- si mi voz había temblado antes, ahora era el doble o tal vez el triple.

-Si- sentí que el hueco de mi estomago se hizo aun mas grande que antes. El nervio estaba comenzando a ser sustituido por miedo- cuando tuve la edad suficiente la señora Taisho me puso en frente de la organización, digamos que soy como el mensajero de ella y quien toma las decisiones de hacerse cargo o no de los asuntos- de pronto sentí que había algo mas, algo que no me estaba diciendo

-Inuyasha… ¿Tu continúas trabajando para ellos?- hice un énfasis en la palabra "trabajando" sabiendo él a lo que me estaba refiriendo.

-¿Recuerdas lo que te dije al principio?- de pronto señalo la puerta- Eres libre de irte en cualquier momento que esto te sobrepasé- sentía que con eso me estaba contestando todo, pero aun así le volví a hablar.

-Por favor contesta mi pregunta- sentía mi corazón latir al mil por hora y no sabia la manera de controlarlo.

-Si Kagome, yo sigo siendo parte de esa organización… Sigo siendo el medio hermano de Sesshomaru Taisho y quien se hará cargo de protegerlo no importa el método que tenga que usar- sentí que algo en mi corazón se apretó al escucharlo decir eso. Sabia lo que esas palabras significaban y aun cuando sabia que debería de salir corriendo de esta casa, algo muy adentro e irracional me hacia quedarme. Aun cuando todo lo que me acabara de contar fuera verdad, esos dulces ojos dorados seguían mirándome con dolor. No podía dejar de pensar que a pesar de todo esos ojos sinceros solo me miraban a mi- Ahora soy yo el que te pregunta, después de escucharlo todo ¿Aun te quedaras a mi lado?- sus ojos me miraban intensamente esperando mi respuesta y su mano me apretaba con mas fuerza. Mi mente se encontraba confundida, pero también sabia exactamente que decisión tomar. La había tomado desde que decidió venir aquí, sin importar lo que me fuera a contar. Porque yo ya me encontraba totalmente cautivada por aquellos dulces ojos dorados.

-Si…me quedare a tu lado…- Inuyasha entrelazo sus dedos con los míos y se levanto para abrazarme. Yo solo me quede paralizada sin saber como reaccionar con las lagrimas saliendo de mi cuerpo. No tenia idea de a que me había metido y mucho menos el destino que tendría a partir de ahora. Lo único de lo que podía estar segura en este momento es de todos estos sentimientos que me desbordaban, donde todos empezaban y terminaban con el hombre que en estos momentos continuaba abrazando mi cuerpo con tanta calidez…

***Notas***

Pues aquí tenemos otro capitulo mas… la verdad creo que el drama no termina, no importa de los personajes que estemos hablando jaja Me siento satisfecha al darme cuenta de como quedo el capitulo, esta historia de Inuyasha de alguna manera me costo mucho escribirla. Tal vez no se noto tanto… pero él sufrió con cada palabra, con cada recuerdo…

Pero al menos ya queda confirmado que tenemos parejita Inukag jajaja estaré leyendo sus comentarios

Saludoooos :*