Capitulo 19: Esperanza

***Rin***

Cuando volví a abrir los ojos fue debido a que ya no sentía la calidez alrededor de mi, parpadeé varias veces, mientras que mi cerebro procesaba todo lo que había pasado. De pronto un ligero y conocido dolor vino de mi parte baja y supe con exactitud lo que había hecho. Me enderece hasta quedar sentada en la cama y arrastre la sabana conmigo para tapar mi cuerpo, después puse mis manos en la cabeza y cerré fuertemente mis ojos.

"Rin idiota, ¿Qué has hecho? Acabas de acostarte con tu jefe."

Se a la perfección que de nada serviría regañar a mi cuerpo o a mi mente en estos momentos. Tampoco serviría inventarme excusas como, que estaba débil o que no supe lo que estaba haciendo. Aun cuando las dijera, se que no lo creía, porque muy en el fondo, sabia porque lo había hecho. Lo deseaba. Así de simple, deseaba estar con él de esta manera y no solo me refiero a lo físico, también había algo dentro de mi, algo que deseaba ser calmado solo por Sesshomaru.

"Pero eso no quita que sea tu jefe"

Cuanta verdad en una simple oración. Me reí de mi misma y me exalte un poco cuando escuche la puerta del cuarto abrirse, no se si mi corazón se tranquilizo o se acelero aun mas al ver a Sesshomaru atravesando la puerta. Creo que fue mas alivio, al darme cuenta de que se encontraba perfectamente, en alguna parte de mi mente tenia miedo de que le hubiera pasado algo por… lo que hicimos. Traía su cabello suelto, una bata blanca, la cual traía abierta mostrando de esa manera su pecho descubierto por lo cual mis ojos no pudieron evitar observarlo o mas bien, contemplarlo. Pero de repente mi cuerpo entero se puso en alerta cuando se sentó a un lado mío y acaricio mi rostro, sentí un escalofrió que recorrió todo mi cuerpo.

-¿Te sientes bien?- aun mi cuerpo se estremecía por su toque, era como si gracias a eso mi memoria trajera todas las caricias que esa mano había dejado como marca por toda mi piel.

-¿No debería de ser yo la que pregunte eso?- se quedo observándome un momento tratando de entender y como yo me le quede viendo simplemente soltó el aire.

-Te dije que solo necesitaba descansar- su mano de nuevo se poso en mi cuerpo, solo que ahora acariciaba mi cuello. Sentí como mi cuerpo se electrificaba y después como acercaba su rostro al mío, estuve a punto de dejarme llevar por su calidez- Ahora podemos continuar- estuve a punto de mezclar su aliento con el mío, cuando esa pequeña parte de mi mente que me decía que no estaba correcto tomo el control total de mi cuerpo y voltee mi cabeza al mismo tiempo que con mi mano en su pecho lo apartaba.

-Necesito ir al baño- Él sabia que era mentira, pero aun así se hizo a un lado y cuando vio que no me moví se quedo viéndome con insistencia- No se donde esta mi ropa y…

-Rin… ¿estas consciente de lo que acabamos de hacer? No tienes porque ocultarlo- sabia a lo que se refería, pero, si yo dejaba que me viera de nuevo haría de esto un momento mas intimo de lo que ya fue. Mi mente estaba trabajando el doble solo de al estar tratando de poner esas barreras de nuevo, de no olvidar que la persona que estaba en frente mío era mi paciente, era mi jefe y yo no podía hacer esto. Se que se dio cuenta del conflicto por el que estaba pasando, así que solo camino hacia la puerta. No salió del cuarto, pero al menos me sentía mas cómoda al saber que no me estaba viendo, visualice mi ropa en el suelo así que rápidamente me levante de la cama, gran error. No contemple lo débil que estaría mi cuerpo por la actividad física, además de que aun estaba resentido por todo lo que había llorado el día anterior, aun cuando no hubiera tenido sexo mi cuerpo esta reclamando su mal cuidado, así que mas rápido de lo que mis reflejos pudieran reaccionar, ya me encontraba besando el suelo y un ligero y casi inaudible quejido salió de mi boca al sentir mi cara contra el piso. Segundos después las manos de Sesshomaru me enderezaron- Por esta razón es que no te puedo quitar el ojo de encima, ¿hay algo ml con tu cuerpo?- aun me encontraba un poco desorientada por el golpe, pero aun así negué con la cabeza

-Solo me levante muy rápido- Sesshomaru seguía revisando mi cabeza, me sobresalte un poco cuando toco mi mejilla

-Vamos, si no te aplico algo rápido en tu mejilla quedara marca- quiso levantarme de las manos, pero yo me hice la pesada y él se detuvo- ¿Qué sucede?

-Mi ropa… al menos déjame ponerme algo…- hizo una pequeña cara de molestia para después levantarse y quitarse rápidamente su bata, la cual paso por detrás de mi y me cubrió con ella.

-Listo, ahora déjame levantarte y llevarte al baño- ahora que mi cuerpo se encontraba cubierto acepte su ayuda. Lo bueno era que el baño se encontraba en ese cuarto inmenso, cuando entramos lo primero que observe fue un pequeño sillón y mas atrás la bañera, Sesshomaru ayudo a sentarme en el sillón, al momento de hacerlo sentí una ligera molestia viniendo de mi vagina.

-Gracias, no es necesario que te quedes, creo que ya me encuentro mejor- Sesshomaru solo negó con la cabeza y se fue hacia un estante que tenia cerca del lavabo.

-Si eres capaz de accidentarte en el cuarto, no quiero pensar que te puede pasar en un baño. Además, tengo que aplicarte algo para la mejilla- cuando volteo hacia donde estaba ya traía en la mano una crema.

-Si voy a bañarme, que caso tiene que me pongas la crema, solo espera afuera si algo pasa yo…

-¿Gritaras?- trague saliva al darme cuenta de que no iba a poder hacerlo, así que solo voltee a ver al suelo. Sesshomaru se acerco a mi, puso su mano en mi barbilla e hizo que volteara a verlo a la cara- solo deja que te atienda, no pasara nada- de pronto vi un brillo pasar por sus ojos- al menos nada que no quieras- sabia a lo que se estaba refiriendo así que solo deje que me pusiera la crema.

-Eres mi jefe- él veía con cierta determinación el golpe, era casi como si no quisiera que se le escapara ni un milímetro.

-Hagamos un trato Rin- dejo de ponerme la crema y en su lugar tomo cierta distancia entre nosotros, aunque no la suficiente como para dejar de sentir su calidez, pero al menos podíamos vernos mas cómodamente a la cara.

-¿Un trato? ¿Qué clase de trato quieres hacer?- el ultimo "trato" que hicimos termine en este lugar. Y no es que me este quejando, pero jamás pensé que terminaría conmigo semidesnuda en su baño y con la conciencia tan sucia por recordar que me había acostado con él hasta hace apenas unas horas.

-Te despido- sentí como mi corazón lanzo un latido muy fuerte, esa clase de sensación que tienes cuando algo va muy mal. Muy en el fondo de mi mente sabia que esto iba a ocurrir, era obvio que no podíamos tener una relación profesional, no después de lo que hicimos juntos. Mi mente estaba divagando tanto que no me di cuenta hasta que fue tarde, de las manos de Sesshomaru en mi cuello- Aun no termino, no entres en pánico- sus ojos dorados buscaban en los míos esa pequeña parte de cordura, tranquilizarme o de alguna manera calmar la tormenta que estaba comenzando a formarse dentro de mi- la razón por la que vinimos a corea fue por ti- Sesshomaru se separo de nuevo de mi y se recargo en la pared observándome.

-¿Por mi?- no entendía en absoluto a lo que se refería.

-Lo que paso con tu…padre, hace unas semanas, plasmo demasiadas dudas en mi cabeza y de alguna manera quise ayudarte

-¿Lo que paso con mi padre? ¿Te refieres a cuando hable?- Sesshomaru asintió- ¿Pero eso que tiene que ver con despedirme?- se quedo observándome un momento mas antes de contestarme.

-Quiero que seas sincera conmigo, si yo te hubiera dicho que este viaje lo hacíamos para ayudarte ¿Hubieras aceptado venir?- sin pensarlo mucho negué con la cabeza- ¿Puedo saber el por que?

-Primero que nada, porque tu y yo no somos cercanos- "o al menos no antes" sacudí mi mente ante esas palabras y me enfoqué en continuar explicándole- Y, en segundo lugar, porque tu eres mi…

-Jefe- mis palabras encajaron automáticamente en el problema- la razón principal por la cual rechazarías mi ayuda es porque mantenemos una relación de trabajo, mas bien, mantenemos una relación de jefe y empleada- entendía su punto, pero aun así sentía que estaba dejando pasar algo por alto.

-¿Por qué te interesa tanto ayudarme? Tu no me conoces- vi que sus ojos temblaron un poco, fue algo fugaz, pero aun así pude verlo antes de que desviara sus ojos de mi.

-No se…tal vez hay algo mas en ti de lo que dejas ver- las ultimas palabras no las escuche claramente pero antes de que pudiera pedirle que lo repitiera el continúo hablando- El problema aquí es que tu sentido de la profesionalidad no me dejara ayudarte, al menos no como yo quiero hacerlo- de nuevo brillaron sus ojos, solo que ese brillo significaba algo subido de tono- así que lo único que podemos hacer es despedirte, al menos por estos días

-Espera, ¿Cómo puede ser esa una solución?

-Entonces, ¿dejaras que te ayude como tu jefe?- sentía que de alguna manera no estábamos llegando a ningún lado, o tal vez, ese era su objetivo. Al final de cuentas todo este viaje había formado parte de su plan.

-No, ni como mi jefe, ni como nada- había algo que estaba terminando por molestarme- No entiendo que es lo que quieres hacer, ni mucho menos porque lo estas haciendo. Pero este plan tuyo me parece inútil

-¿Ahora estas molesta? Es curioso ver como se molesta una persona por el simple hecho de que se preocupen por ella- claro que estaba entrando en su juego, lo podía ver claramente, las veces en las que había aceptado sus propuestas eran después de hacerme enojar.

-No es por eso y lo sabes. Me trajiste aquí, a un país extraño, con gente extraña y en una casa extraña, me trajiste con una mentira

-Eso no es cierto, yo no te obligue a venir, tu lo hiciste por decisión propia- en este momento era la voz de Sesshomaru Taisho, el grandioso CEO de una gran compañía, en este momento estaba hablando el hombre de negocios.

-Tu me hiciste venir aquí por trabajo

-De nuevo te equivocas, tu viniste a buscar información ¿lo olvidas?- me quede sin poder decir nada y él sabia que había ganado. Así que me levante del pequeño sillón

-Tienes razón y si mal no recuerdo esa información me la diste hace un rato, así que no tengo nada que estar haciendo aquí ¿verdad?- La cara de Sesshomaru perdió completamente su seguridad en cuestión de segundos. Camine hacia la puerta del baño y hubiera podido salir de ahí si él no hubiera cerrado de nuevo la puerta.

-Escúchame bien Rin, no voy a permitir que te vayas de aquí- su voz estaba muy cerca de mi oído y mi cuerpo entero se estremeció al sentirlo tan cerca- Tu viniste aquí para confirmar que habías podido hablar, pero que pensarías si, te dijera que puedes volver a hacerlo. Puedes recuperar tu voz Rin- voltee a verlo a la cara sin importarme que de esta manera me encontraba atrapada entre su cuerpo y la puerta.

-¿Cómo dices?-

-Estoy diciendo que es posible que recuperes tu voz- quería verlo a la cara para darme cuenta si estaba mintiendo y casi se me salen las lagrimas cuando sus ojos dorados me miraban con esa determinación.

-Eso no puede ser cierto, yo no puedo hablar- No quería creer en esas palabras, no quería albergar esperanza en mi mente. Ya mucho tiempo había sido así y cada vez la caída era peor, así que ya no estaba dispuesta a pasar por lo mismo.

-Escúchame Rin, por favor, escúchame- sus manos fueron a mi cuello y me hicieron levantar mi rostro hacia él- He estado investigando esto por semanas y Totosai me dijo que puede haber una cura para lo que tienes, es por eso por lo que hemos venido a Corea

-No mas doctores, ellos no pudieron encontrar nada- tan solo de recordar por todo ese proceso, de recordar a mi madre y de como perdió su tiempo y dejo que avanzara su enfermedad por mi culpa. Mis lagrimas comenzaron a salir.

-Confía en mi Rin, aquí habrá alguien que podrá ayudarte que hará que recuperes tu voz. Solo tienes que confiar en mi- detestaba esos ojos, solo que en ese momento no tenia idea de cuanto. Ni tampoco tenia idea de había algo mas grande que ese odio creciendo dentro de mi, era ese sentimiento el que no permitía negarme a nada de lo que el me ofrecía, era por ese sentimiento que sin darme cuenta deje que el me atrapara y se adueñara de cada pequeña parte de mi. Asentí sabiendo que había ganado esta vez y él sin darme tiempo a reaccionar estampo sus labios en los míos en un beso corto pero apasionado, ni si quiera tuve tiempo de apartarlo, mas bien, no quería hacerlo.

-¿Era esto también parte de tu plan?- le dije cuando se separo un poco de mi- ¿Qué es esto Sesshomaru? ¿Por qué lo haces?

-No es lo que piensas- sus manos seguían acariciando mi cuello y mis oídos, haciéndome estremecer a su paso.

-¿Entonces que es? Por donde lo mires, parece el simple capricho de un rico- tenia tantas ganas de que aceptara ese hecho, de que con eso mi corazón no siguiera avanzando hacia él, de que rompiera todas las ilusiones que estaban comenzando a formarse dentro de mi y así poder golpearlo con satisfacción o continuar con lo que estábamos haciendo, pero sin sentir ninguna culpa.

-No lo es, no es un capricho, no es porque seas mi empleada ni mucho menos es por tu cuerpo o tu edad

-¿Entonces… por que lo haces?-

-Dejare que lo descubras por ti misma- sentí como retumbaba mi corazón y mas aun cuando volvió a besarme. No era como el anterior, este beso era mas lento y al mismo tiempo mas apasionado que el otro, era mas lleno de sentimientos. Sesshomaru se separo un poco de mi y me dio un ligero beso en la frente antes de separarse por completo- Te prometo que no te arrepentirás de confiar en mi, ahora te dejare sola para que puedas tomar un baño, te estaré esperando en la habitación- sus palabras fueron como si hubiera vuelto a la realidad, así que al decir que me esperaba en la habitación hice una mueca y estaba dispuesta a quejarme cuando él volvió a hablar- al menos que quieras que tome un baño contigo- sentí los colores subir a mi rostro así que me quite de la puerta y lo empuje para que se fuera.

Cuando salió del baño me fui directo al espejo, mi rostro mostraba muchas cosas. Empezando por los tonos rosados que tenia en las mejillas, mis labios se encontraban hinchados y estaba segura de que la mayoría de ese daño había sido hace unas horas. Por último estaban mis ojos que estaban deslumbrantes, aunque, con cierto rastro de dolor en ellos, aun se podían ver algunas lagrimas que no habían logrado salir. Me quite la bata y me metí a la regadera, deje que el agua fresca se llevara todos los pensamientos, todos y cada uno. Ya con la cabeza fría pude darme cuenta lo fácil que caía ante Sesshomaru, no importaba lo en contra que me encontrara de él, siempre encontraba la manera de voltear las cosas, de hacerme aceptar lo que el quería y de la manera en la que lo quería. No podía creer que estaba dispuesta a ver a un doctor, después de tantos años, después de tanto dolor… después de tantas perdidas. Aun recordaba el día que le había dicho a mi madre sobre su tumba que jamás volvería a intentar nada para curarme. En ese momento había perdido por completo toda la esperanza posible en hallar algo. Todo, absolutamente todo había muerto con ella o al menos eso había creído hasta ahora.

"Lo siento madre, creo que volveré a intentarlo después de todo"

Cuando termine de bañarme y seque mi cuerpo, me puse de nuevo la bata ya que no tenia nada de mi ropa conmigo. Dudé mucho en salir del baño, pero al final de cuentas lo hice y al hacerlo no estaba nadie en el cuarto. Al acercarme a la cama me di cuenta de que se encontraba un vestido de verano color melón en la cama, además de un conjunto de ropa interior. Me quede unos minutos observando la ropa, sin saber muy bien que hacer, cuando de repente alguien toco la puerta y entro.

-Pensé que ya estarías vestida- Sesshomaru se quedo parado justo en la entrada observándome con detenimiento. Ya se encontraba vestido, traía un pantalón de vestir con una camisa de botones de color azul, las mangas las traía dobladas cuidadosamente hasta su codo, haciendo posible ver su brazo a la perfección. Tampoco traía corbata, digamos que es lo mas informal que lo he visto en todo este tiempo.

-¿Dónde esta mi ropa?

-¿acaso no te gusto el vestido?- de nuevo se estaba burlando de mi.

-Recuero haber traído mi propia ropa- voltee a ver el vestido, ya había hecho algo parecido el día que me quede en su casa- ¿sabes que hice con el ultimo que me regalaste?

-Me da curiosidad por saberlo

-Se lo di a alguien que pasaba por la calle- eso era una mentira, pero quería que el supiera que no me interesaban sus regalos, lo se, demasiado infantil de mi parte- Así que si no quieres que tire tu dinero a la basura tráeme mi ropa- Sesshomaru comenzó a reír, no fue una carcajada como tal, pero, si llego a ser una pequeña risa.

-Rin, lamento decirte esto, pero… no encontramos tu ropa- hacia una cara de lamento, pero en el fondo sabia que era mentira- así que tienes dos opciones o te pones esa ropa tu sola o te ayudo a ponértela- también sabia que no estaba jugando con eso así que casi por instinto lleve mis manos a mi cuerpo tratando de cubrirlo de él.

-Salte del cuarto, puedo cambiarme yo sola- él sonrió y abrió la puerta para irse, cuando la abrió vi una de las mucamas afuera esperándolo.

-Joven Sesshomaru, disculpe que lo moleste, pero debo informarle que su madre ha llegado y lo esta esperando- casi como si fuera sincronizado Sesshomaru y yo volteamos a vernos. Su cara de angustia no me hacia sentir para nada bien.

-Dígale que voy para allá- la mucama hizo una reverencia y se fue rápidamente- vístete rápido y acompáñame a la abajo- eso era definitivamente una orden.

-¿Por qué tengo que bajar? Es tu madre y te quiere ver a ti no a mi

-Sabe que no vine solo y si te quedas arriba será mas extraño para ella- soltó el aire como si estuviera organizando sus ideas- será mas fácil de explicar si bajas conmigo. Así que cámbiate rápido- no me estaba dejando tiempo de reaccionar y solo me empujo hacia la cama- Te aseguro que si no lo haces rápido seré yo el que te vista- de nuevo sentí un escalofrió y le hice una seña con mis manos de que se detuviera. Entendió y rápidamente se dio media vuelta hacia la pared y yo comencé a vestirme, todo estaba perfecto hasta que me vi con el inconveniente del cierre que se encontraba en la parte de atrás del vestido, así que con toda la vergüenza del mundo me acerque a Sesshomaru y toque su hombro.

-Necesito ayuda con el cierre- sin esperar a ver su reacción me voltee para que pudiera cerrarlo. Gracias a la emergencia en la que nos encontrábamos él no se tomo su tiempo de hacerlo, así que fue en cuestión de segundos en los que ya me encontraba lista.

-Escucha, lo mas seguro es que ella haga muchas preguntas así que limítate a no contestar. Hablare yo todo el tiempo- no sabia que era posible ver esto, pero… Sesshomaru Taisho se encontraba nervioso y también un poco molesto. Abrió la puerta y lo seguí sin decir nada mas.

Cuando llegamos a las escaleras, vi que tomo un poco de aire y bajo tranquilamente los escalones, yo lo seguí como si fuera una sombra. En la enorme sala se encontraba una mujer joven, era notable que se trataba de la madre de Sesshomaru, su cabello plateado y ese rostro casi perfecto no dejaban momentos para dudas.

-Hijo mío, ¿no debería ser el hijo el que visite a la madre? ¿Por qué siempre tengo que ser yo la que viene a verte primero?- su voz era dulce y a notar por su tono también estaba fingiendo estar dolida por sus preguntas.

-Hola madre, es a mi al que no debería de sorprenderme que vinieras sin avisar- La mama le dio un rápido beso en la mejilla para después posar sus ojos en mi.

-Veo que no te encuentras solo, ¿Quién es esta jovencita?- no pude evitar sonreírle mientras que veía a Sesshomaru tensarse cada vez mas.

-Creo haberte dicho que viajaba con mi doctora- de nuevo se volteo a ver a Sesshomaru y asintió para después separarse de nosotros e ir hacia uno de los sillones.

-Claro, claro. ¿Y no piensas presentarnos?- Sesshomaru dejo salir el aire para después darme el paso hacia la sala, dudé un instante, pero al final le hice caso.

-Madre ella es Rin Takumi, es mi doctora desde hace unos meses. Señorita Takumi, ella es mi madre Irasue Taisho- hice una reverencia y no sabia si era correcto hablarle en lenguaje de señas o no, al parecer Sesshomaru se dio cuenta de eso- La señorita Takumi tiene un problema de habla y su forma de comunicarse es por lenguaje de señas

-Ya veo, es un gusto conocerla, Señorita Takumi. Y le agradezco que cuide de la salud de mi hijo es alguien muy valioso para mi- su sonrisa parecía sincera, de no haber sido por esos ojos que me miraron con cierto recelo y podía decirse que también había odio en ellos, habría creído absolutamente en sus palabras. Yo solo hice de nuevo una reverencia y miré de reojo a Sesshomaru.

-Me supongo que has venido a hablar conmigo ¿cierto? Así que vamos a un lugar mas tranquilo- Sesshomaru avanzo hacia un estudio no sin antes dedicarme una mirada de disculpa.

-¿Debería de sentirme mal por que seas tan frio con tu madre? Una disculpa por la actitud de mi hijo Señorita Takumi- le hice un ademan para que no se preocupara, solo que sentí de nuevo un escalofrió cuando su sonrisa desapareció de su rostro- Sera mejor que tenga cuidado con él ¿no cree?- eso definitivamente no sonó como una advertencia… eso fue… una amenaza- Es mejor que me apresure- de nuevo utilizo su sonrisa y su voz dulce mientras que se iba con cierta elegancia detrás de Sesshomaru.

Yo me quede ahí parada a mitad de la sala y con muchas dudas en mi cabeza. Recordaba las palabras de Sesshomaru para describir a su madre "Ella es muy caprichosa". Tal vez a esto se refería, si tenia que ser eso, no es una mala persona. Quería creer eso, lo quería creer y eso hice, así que me dirigí a la cocina por algo de comer olvidando este momento, escondiéndolo en alguna parte de mi mente. Aunque los escalofríos nunca me abandonaron…

***Notas de autor***

Así que aquí tienen un capitulo un poco… intenso? Creo que esa seria la palabra correcta, estos dos con sus demostraciones de amor harán que los queramos y odiemos cada vez mas jajaja mas amor que odio claro xD

Estaré como siempre en la espera de sus comentarios

Saludoooos :*