Capítulo 33: Confrontación
***Kagome***
-No diremos nada- fue lo que conteste y después le tendí su celular, él lo tomo dudoso, como si no creyera en las palabras que salieron de mi boca.
-¿Acaso te estas escuchando? ¿Cómo podemos solo pretender no verlo?- la voz de Inuyasha de nuevo sonaba enojada, yo estaba segura de que en estos momentos esperaba que mi lado racional saliera a flote, el lado que solo está buscando una pequeña oportunidad para separar a Rin de Sesshomaru.
-No vamos a decirle nada Inuyasha, en estos momentos decirle algo así podría matarla o peor- después de la sospecha que tenía Rin sobre el embarazo, no podría llegar con algo así. No me atrevería a ponerla en riesgo o a su bebé
-Pero Kagome, es aún peor dejarla estar en esa fantasía, tú y yo hemos hablado muchas veces de esto, sabíamos que no duraría para siempre y…- no lo deje terminar al poner mi mano en su boca
-Encontraremos un momento Inuyasha, pero no ahora- el tono con el que le estaba hablando él sabía que no aceptaría lo contrario. Aun con cara molesta asintió- ¿el articulo ya está en línea?
-No, pero lo estará en cualquier momento del día- al menos eso me daba horas para pensar mejor las cosas.
-Solo debemos mantenerla ocupada y lejos de su celular- vi la cara de incredulidad de Inuyasha, sabiendo claramente que ese plan no funcionaría- por favor se mas creyente y ayúdame
-Le mandare un mensaje a Myoga para que se haga cargo de retrasar lo más que se pueda la salida de ese artículo- comenzó a teclear rápidamente mientras que yo seguía pensando en todos los posibles escenarios que se nos podría presentar. De pronto los dos volteamos sorprendidos a la puerta que se abrió.
-No pensaba encontrarlos aquí- dijo Kohaku con un rostro de sorpresa- mi hermana me mando a buscarlos, ya que están haciendo muchos planes para el viaje y dicen que necesitan la opinión de todos- Inuyasha y yo volteamos a vernos, pero era claro que a Kohaku no se le iba pasar por alto que algo estaba pasando- ¿Qué esta pasando?- Inuyasha se quedó viéndome un momento y yo sabía que quería mostrarle el artículo. Así que rápidamente me adelante a hablar.
-Solo una pequeña diferencia, estábamos por entrar- sabía que para nada le había gustado a Inuyasha que dijera esa mentira, de un tiempo para acá se había acercado mucho a Kohaku y sabia lo mucho que le importaba el bienestar de Rin.
-Oh, lo siento, no quería meterme en sus problemas- se veía apenado y por un leve momento me sentí mal por él.
-No te preocupes Kohaku, al final de cuentas los dos sabemos que Kagome siempre hace lo que quiere- me tomo por la cintura y aunque su voz ya no sonaba enojada, sabía que eso lo había dicho para molestarme- he aprendido a ceder ante ella- Kohaku sonrió y se dio la media vuelta yo aproveche para darle un ligero golpe a Inuyasha en el costado.
-Vamos, que mi hermana comenzara a hostigar cada vez más- los dos lo seguimos adentro del departamento.
-No era necesaria tu intervención cuando ya lo había arreglado yo- le dije en voz baja mientras caminábamos hacia donde estaban los demás.
-Cariño, no estaba diciendo ninguna mentira- lo miré rápidamente demostrándole que me encontraba molesta a lo que él solo sonrió y me dio un sonoro beso en la frente- mejor concentrémonos en Rin- deje salir un pesado suspiro y asentí mientras que trataba de parecer normal.
El resto del día fue demasiado tenso para mí, tenía que parecer normal, pero al mismo tiempo estaba atenta a Inuyasha y a Rin. Cualquier mínimo cambio en sus expresiones y estar preparada para actuar. Pero al final del día no había pasado nada, todos estaban felices platicando, riendo, jugando y tomando, como si se tratara de otra reunión normal, una reunión que no habíamos tenido en meses.
-Relaja un poco tu mirada- me dijo Inuyasha al sentarse a lado mío, hacia rato que Sango y yo nos habíamos metido de nuevo al departamento, dejando a los demás en el balcón conviviendo. Así que me encontraba sentada en un sillón ahora con Inuyasha abrazándome para que me recargara en su pecho.
-Vayan con su amor a otro lado- dijo Sango arrastrando las palabras, ya que se encontraba ebria y media dormida. Inuyasha y yo nos reímos de su actitud.
-Ya deberías de decirle a Miroku que te llevé a tu casa- le dije mientras que Inuyasha me apretaba más a él.
-Todos ustedes se han olvidado de nosotros ahora que ya tienen pareja, por eso quiero hacer este viaje- en eso iba entrando Miroku al departamento y alcanzo a escuchar lo que decía Sango.
-Vamos cariño, es hora de irnos- Miroku intento levantarla pero Sango se ponía dura para que no pudiera hacerlo.
-Miroku, tienes que obligarlos a ir a este viaje, quiero pasar tiempo con ellos antes de volverme vieja- entonces entendí todo, Sesshomaru e Inuyasha habían absorbido completamente nuestro tiempo y ahora era algo extraño que nos viéramos, muy apenas nos mandábamos mensajes. El trabajo de Miroku es demandante y casi nunca está disponible, por lo mismo Sango se había estado sintiendo tan sola.
-Ellos lo saben- volvió a tratar de levantarla pero Sango ahora jalo del cuello de Miroku haciéndolo de nuevo caer en el sillón.
-No quiero que este día termine, no quiero- no podía verla, pero podía jurar que estaba por llorar, voltee a ver a Inuyasha y él aflojo su agarre dejándome levantarme del sillón.
-Sango, te prometo que haremos más reuniones como estas, ahora necesitas descansar, ¿sí?- Miroku me miraba casi suplicando ayuda, el rostro de Sango estaba escondido en su cuello y al escucharme volteo mostrando pequeñas lágrimas en sus ojos.
-¿Me lo prometes?- casi dejo salir una risa, pero tuve que aguantarme o si no ella jamás dejaría que Miroku se la llevara.
-Lo prometo, ahora deja que Miroku te lleve- ella asintió y Miroku volvió a intentar levantarse, ahora si pudo hacerlo con Sango en sus brazos como una princesa.
-Gracias Kagome- me dijo Miroku para después despedirse rápidamente e irse. Yo me senté de nuevo en el sillón y me dejé acurrucar por Inuyasha.
-Myoga me dijo que el articulo saldrá mañana por la mañana- deje salir el aire que ni si quiera sabía que estaba conteniendo y sentí un enorme peso abandonar mis hombros. Inuyasha se dio cuenta porque comenzó a acariciar mi brazo con dulzura.
-Pase lo que pase, mañana le diré todo, no quisiera que se enterara por si sola y también estoy segura de que el imbécil de tu hermano no será tal valiente como para decírselo él mismo- sentí la mano de Inuyasha tocar mi barbilla haciéndome mirarlo directamente a los ojos.
-Tenemos que ser fuertes por ella, así que ni siquiera piensas en él- su mano había dejado mi barbilla para pasar por mi mejilla y con su dedo pulgar limpio suavemente una lagrima que estaba por salir de mi ojo.
-No puedo evitarlo Inuyasha, ¿Por qué hacerle esto a alguien como Rin?- quería encontrar las respuestas en sus ojos dorados, pero se veía igual de dolido que yo, también pude notar que en alguna parte profunda de su cabeza se sentía culpable por lo que estaba pasando.
-Los Taisho no somos de fiar- negué con la cabeza y pegué mi frente con la suya
-Tu jamás harías algo así, si supieras que no hay ningún futuro para nosotros me lo dirías, en lugar de mantenerme ilusionada, aun cuando te doliera perderme- los ojos de Inuyasha se abrieron mas de la cuenta y después me dio un beso en los labios. Tal vez lo hubiéramos profundizado más de no haber sido por la interrupción de Kohaku.
-Lamento perturbar su momento de amor, pero, Rin se ha quedado dormida- la traía cargada en sus brazos, de la misma forma que Miroku se había llevado a Sango. Se veía tranquila y sabía que si se había quedado dormida, había sido por toda la energía que había gastado por pretender que todo estaba bien. Las dos estábamos definitivamente, totalmente agotadas.
-Me harías un enorme favor si la llevas a su cuarto- vi su rostro dudar
-Es el segundo a la izquierda- dijo Inuyasha y Kohaku aun dudoso asintió. Una vez que se perdió de nuestra vista Inuyasha volvió a hablar- todo sería más fácil si ella se fijara en él- ya habíamos tenido esta conversación muchas veces en los últimos días, así que solo negué con la cabeza dándole a entender que no estaba con la energía de comenzar con ese tema. Kohaku bajo unos minutos después.
-Me voy, para que puedan tener su privacidad- él se veía más apenado que nosotros y no sabría bien descifrar si era por Inuyasha y yo, o por haber llevado a Rin hasta su cuarto.
-Con cuidado- le dije mientras se dirigía a la puerta. Una vez que estábamos solos Inuyasha se quedó viéndome unos segundos.
-¿Debería también llevarte cargada hasta tu cuarto?- sentí un pequeño rubor subir por mis mejillas.
-Solo si prometer quedarte conmigo toda la noche- mostro una leve sonrisa y volvió acariciar mis mejillas
-Eso significa que no dormiremos
-Nunca dije que fuéramos a dormir- ahora nos reíamos los dos y yo lo atraje para besar sus labios. Entonces se levantó del sillón conmigo pegada a él. A diferencia de Sango y Rin, él no me cargaba como princesa, sino más bien yo había enredado mis piernas por detrás de él y sus manos me sostenían de mi trasero.
Llegamos a mi cuarto entre besos y caricias, ni si quiera me di cuenta cuando nos fuimos despojando de nuestra ropa. Yo disfrutaba cada roce de nuestra piel, de sus labios sobre mi cuerpo y de sus palabras amorosas que solo hacían de este momento aún más especial. Cuando su pene estaba entrando a mi cuerpo tuve que poner todo de mi para no lanzar un gemido, si bien todos estaban durmiendo, lo menos que quería era arriesgarme a que nos escucharan. Inuyasha debió de darse cuenta de eso porque comenzó a besarme en los labios mientras que hacia las estocadas más profundas, todos mis gemidos eran ahogados por sus besos y por su lengua alrededor de la mía.
Las estocadas continuaron llegando los dos juntos al orgasmo, sabía bien que esto estaba lejos de terminar, conociendo a Inuyasha y su increíble resistencia. Como esperaba me puso encima de él, pero a pesar de estar arriba yo no era la que llevaba el ritmo de las estocadas. Eran sus manos sobre mi cadera quienes me marcaban un ritmo lento, solo abandono mi cintura cuando comenzó a subir el ritmo haciéndome gemir nuevamente, sus manos me tomaron por la espalda y me atrajeron hacia él, aun manteniéndome arriba seguía con las estocadas, sintiéndolo cada vez más profundo de mí. Mi mente estaba comenzando a nublarse, justo como hacia cuando me encontraba más cerca de la liberación, Inuyasha debió de sentirlo porque dejo de salir un leve quejido seguido de un cambio más apresurado en el ritmo de las estocadas, haciéndonos llegar nuevamente hasta el orgasmo.
Mi cabeza descansaba en su pecho, que al igual que el mío, subía y bajaba por lo que acabamos de hacer. Sentí que salió de mi para después tomar las cobijas y abrigarnos con ellas.
-Te amo Kagome- me dijo mientras me daba delicados besos en mi cuello y hombro ya que ahora se encontraba abrazándome desde atrás, dejándome sentir su piel desnuda contra la mía- no tienes idea lo feliz que me hace haberte encontrado- su mano descansaba en mi estómago y yo entrelace la mía con ella.
-Yo también te amo- aprete su mano y él suspiro en mi oído- quiero decirte algo, ya que estoy segura de que no harás escandalo- sentí un poco como se tenso
-Habla- su voz era ronca, estaba tratando de controlarse y yo para darle un poco de tranquilidad aprete más su mano
-Rin tiene un retraso en su menstruación, piensa que puede estar embarazada- Inuyasha rápidamente se enderezo para poder verme a la cara
-¿Qué? Ella no puede estar embarazada- tenía una leve sospecha del peligro que ella pudiera correr si llegara a estar embarazada, pero al ver el rostro de Inuyasha supe que era algo mucho peor que eso.
-No entres en pánico todavía, aún no sabemos nada, mañana ira hacerse una prueba y…
-¿A qué hospital? ¿Ya hiciste la cita?- pocas veces veía a Inuyasha tan fuera de control así que de nuevo le di unas palmaditas en su brazo para que se relajara.
-Aun no hago nada, pensaba solo ir así
-No pueden, hare que Myoga arregle todo, pero por nada del mundo debe de quedar algo que compruebe que Rin sospecha estar embarazada, tenemos que hacer que se vea como un examen rutinario y que no tenga que ver con un embarazo
-Está bien, tranquilízate, puede que no sea nada. Ella ha estado con mucho estrés, además, me aseguro de que ella y Sesshomaru se cuidaban- pareciera que mis palabras lograron calmarlo y volvió a recostarse justo en la misma posición en la que estábamos hace unos momentos. Así nos quedamos unos minutos más, hasta que un comentario suyo me hizo estremecerme
-¿Alguna vez has pensado en como serian nuestros hijos?- me tomo por sorpresa su pregunta, pero está claro que mentiría si dijera que nunca me lo había imaginado. Hacía ya un tiempo en el que yo no era capaz de ver un futuro sin él a mi lado.
-No importa como sean, mientras tengan tus ojos- le dije casi como un susurro, el esfuerzo del día y la actividad física que acabábamos de hacer estaban pasando factura a mi cuerpo, haciéndome caer en un sueño.
-Yo solo deseo que puedan tener una vida tranquila, deseo poder dártela- con todo el pesar mi cuerpo me voltee para quedar frente a frente con él
-Así será- le di un rápido beso en los labios para después acurrucarme en su pecho, dejando que el sueño me tragara por completo.
***Rin***
Cuando desperté los primeros rayos del sol estaban entrando por mi ventana. Por un momento me sentí desorientada, ya que lo último que recordaba era estar hablando con Kohaku, me sentía tan tranquila y cómoda que simplemente había descansado mi cabeza en su hombro, disfrutando de ese momento de paz. Lo más seguro es que me haya quedado dormida y alguien se hubiera encargado de subirme hasta mi cuarto. Estire mi cuerpo y tome de la mesita de noche mi celular, tenía un mensaje de Sesshomaru, que seguramente había mandado por la noche.
Traté de llamarte pero al ver que no contestabas supuse que estabas disfrutando el día con tus amigos. Así que descansa Gatita y hablamos por la mañana.
Me apresure a contestarle y estaba a punto de enviar el mensaje cuando Kagome apareció por la puerta.
-Pensé que tendría que despertarte, ya arreglé todo y nos están esperando en el hospital para los análisis- sentí un hueco en mi estomago en el momento que recordé mi retraso- así que arréglate porque Myoga nos está esperando en el auto- de pronto las palabras de Kagome activaron una pequeña alarma en mi cabeza.
-¿Myoga? Espera Kagome, ¿le contaste a alguien sobre esto?- aunque fue fugaz pude ver un poco duda en el rostro de Kagome
-No, le dije a Inuyasha que irías hacerte análisis de rutina, solo eso- hubiera preguntado más de no ser porque se veía segura de lo que acababa de decirme, así que solo asentí.
-Muy bien, entonces me cambio y bajo- Kagome asintió y salió del cuarto. Yo me quede viendo el celular unos momentos para después solo guardarlo sin enviar el mensaje a Sesshomaru. Lo mejor sería contestarle después de los resultados.
Me aliste y baje junto con Kagome hasta la calle. Justo como había dicho ya se encontraba el señor Myoga esperándonos, nos saludó amablemente y después arranco el auto. El camino fue en silencio, yo me mantenía perdida en mis pensamientos, en que haría si resultaba positivo, confiaba en los sentimientos de Sesshomaru, en nuestra unión. Pero también estaba consciente del hombre que él era, de lo que representaba y eso era precisamente lo que más me daba miedo. Si resultaba embarazada, ¿sería capaz de abortar? Y si no podría hacerlo, ¿sería capaz de criar a un hijo yo sola? ¿Al final me terminaría pasando lo mismo que a la mamá de Inuyasha? Yo no querría esa vida para mi hijo. Estaba tan perdida en mis pensamientos que me sobresalte cuando Kagome poso su mano en mi brazo.
-Llegamos Rin- yo asentí y me baje del auto- lo siento estoy muy absorta en mis pensamientos
-No te preocupes, no olvides que no estás sola- me dedico una amable sonrisa y después tomo mi mano para entrar juntas al hospital.
Lo siguiente fue un procedimiento bien conocido para mí, tomaron una muestra de sangre y después me hicieron esperar. Creo que fueron los 15 minutos más largos de toda mi vida. Kagome estuvo a mi lado todo el tiempo y cuando llamaron mi nombre casi sentía que mi corazón estaba saliéndose de mi pecho. Las dos juntas abrimos el papel.
-Negativo- dijimos las dos juntas y dejamos salir el aire aliviadas.
-La doctora recomienda hacerse más estudios para saber el porqué de su retraso- me dijo la que me entrego los resultados.
-Yo creo que es lo mejor Rin y ya estamos aquí, además no tienes nada más que hacer- me quede pensando unos segundos más en las palabras de Kagome
-Pues sí, creo que es lo correcto- le dije a Kagome y después la señorita nos dio la orden para que fuera hacerme esos estudios. Eran más estudios de sangre y también un ultrasonido.
Lo siguiente llevo algo de tiempo, pero aun así Kagome estuvo en todo momento mi lado, la veía algo nerviosa y checaba su teléfono muy seguido, como si estuviera esperando alguna noticia del algo.
-Kagome si tienes algo que hacer no te preocupes por mí, yo puedo entrar con la doctora sola- ya nos encontrábamos en la sala de espera del consultorio de la ginecóloga.
-¿Qué? Ah, no Rin. Lo siento, es que… Inuyasha dijo que pasaría por Shippo y no quiero que se vuelvan a pelear- aun cuando trataba de mostrarse tranquila aun podía sentirla nerviosa. Estaba por preguntarle algo cuando su celular comenzó a sonar- es él, deja contesto esta llamada, ahora vuelvo- sin esperar mi contestación ella se levantó de la silla y se fue rápido.
Decidí no prestar mucha atención a eso, ya que era normal la preocupación de Kagome con Shippo e Inuyasha, aunque he notado que últimamente se habían estado comenzando a llevarse bien. Vi que aún faltaban dos pacientes antes de mi para poder entrar, así que para desaburrirme un poco tomé mi celular. Estaba jugando con él cuando de pronto recordé que no le había contestado el mensaje a Sesshomaru, ahora que estaba segura de que no estaba embarazada podía contestarle normalmente. Al momento de picarle al icono de los mensajes entro una nueva notificación de un correo electrónico y al tapar el icono del mensaje le pique por accidente al correo abriéndolo. Era un correo de noticias del día y estuve a punto de cerrarlo como siempre, cuando de pronto el título de una noticia acaparo totalmente mi atención.
¡BODA EN CAMINO!
LAS FAMILIAS TAISHO Y KATO SE UNEN EN SAGRADO MATRIMONIO
Casi dejo caer el celular y por un momento pense que habia visto mal, que mi ojos me estaban engañando. Claramente no fue asi. Sin pensarlo dos veces me pare rapidamente y me dirigi a la salida, ni siquiera voltee a buscar a Kagome, tenia una sola cosa en mente y era ver a Sesshomaru. Mi cuerpo se movia por si solo mientras que mi cabeza estaba cada vez haciendo mas y mas ideas. Posiblemente se trataba de Irasue, estaba claro que la madre de Sesshomaru tenia que ver en esto. Porque de ser de otra manera él me lo hubiera dicho, tal vez en estos momentos se encontraba igual de conmocionado que yo, tratando de aclarar este falso articulo. Estoy segura de que asi era. Cuando llegue a la empresa me fui directamente hacia los elevadores y presione rapidamente el piso de Sesshomaru.
Esto tiene que ser falso, yo se que hay una explicacion para esto. Ahorita que lo vea me tranquilizara, solo necesito verlo. Necesito que me diga que no es verdad. Aunque yo sepa que no lo es, necesito que él me lo diga. Seguia repitiendome una y otra vez esas palabras mientras que subia los pisos uno por uno. Cuando llegue al piso pase de largo sin ver a la secretaria.
-Señorita Takumi, el señor Sesshomaru pidio no ser molestado- alcance a escuchar antes de pasar las puertas de su oficina.
Casi senti las ganas de llorar al ver aquella oficina en la que me habia pasado las ultimas semanas junto con él. Tiene que ser falso, él me ama, me lo ha demostrado. Me seguia diciendo al ver que estaba detrás de su escritorio hablando con Jaken, al verme entrar los dos habian volteado y tambien alcance a escuchar a lo lejos el sonido de los zapatos de la secretaria.
-Señor- dijo la secretaria pero Sesshomaru levanto la mano para que parara y despues hablo con voz dura.
-Dejenos solos- escuche el sonido de los zapatos de la secretaria alejarse y vi como Jaken le hacia una pequeña reverencia para luego retirarse. A diferencia de veces anteriores, el señor Jaken no volteo a verme, paso de largo hasta que salio de la oficina- ¿Qué estas haciendo aquí?- aun seguia con su voz dura, la voz del jefe, del CEO.
-¿Qué estoy haciendo aquí? Quiero que me expliques esto- puse mi celular con el articulo abierto sobre su escritorio. Él volteo a verlo- ¿Qué significa?
-Significa exactamente lo que dice, no creo que no sepas leer- su tono de voz me lastimaba aun mas que sus palabras
-¿Qué? Entonces… ¿Te casaras?- habia algo dentro de mi que estaba comenzando a derrumbarse, que poco a poco se estaba dando cuenta de la realidad de las cosas, de la realidad en la que estaba su vida. De la realidad en la que habia nacido, la realidad en la que me encontraba totalmente sola.
-No tengo tiempo para esto Rin- tomo mi celular y lo deslizo hacia donde yo estaba- asi que da la media vuelta y vete, Jaken se comunicara contigo cuando necesite de tus servicios- por curioso que pareciera no salian las lagrimas, estaban atoradas en mi garganta, junto con todos los confusos sentimientos.
-¿Mis servicios? ¿Ahora me tratas como tu doctora?, "No es nadie importante Rin" " No te preocupes Rin" "No me separare de tu lado" ¿Todo eso era mentira?- estaba perdiendo poco a poco el racionamiento, era como si una bruma negra estuviera nublando mi mente- ¡Respondeme!
-Te encuentras fuera de ti, asi que vete y hablamos despues- volvio su vista a los documentos que habia en su escritorio, como si hubiera dado por terminada nuestra conversacion
-¿Asi de facil? Todas las promesas, los dias que estuvimos juntos, los momentos- senti como si algo comenzara a quemarme la garganta y no era precisamente el llanto- ¿No significaron nada para ti? ¿Fui solo un pasatiempo para el gran CEO? ¿Eso fui para ti Sesshomaru? Por favor dime que todo lo que senti no fue mentira, por favor dime que esto no es real- me costaba terminar cada palabra, era como si de poco a poco mi garganta estuviera comenzando a cerrarse. Sesshomaru dejo salir un suspiro pesado, indicando que estaba molesto.
-Rin- froto sus ojos, tratando de controlarse, de no enojarse mas de la cuenta- no me hagas elegir entre Kagura y tu, porque sera ella a quien escoja, siempre sera ella, ¿entiendes?- definitivamente algo se habia destruido en mi interior con sus palabras. En ese momento una vez mas era traicionada por la persona que mas amaba en el mundo, por la persona en la que mas confie y por la que yo estaba dispuesta a darlo todo.
En este momento Sesshomaru Taisho se habia encargado de matar completamente a Rin Takumi.
***Notas de autor***
Se que tenia mucho sin actualizar, pero es que se atravesaban muchas cosas y las reuniones familiares no ayudaban. Espero y hayan tenido un buen inicio de año, a disfrutar con todo este 2023
Por fin estoy de vuelta y vine a comenzar el año con uno de los capitulos mas tristes que he escrito…
Estare atenta a sus comentarios y me ire lentamente a continuar con el capitulo 34
Saludooos :*
