Capítulo 44: Nueva realidad

***Rin***

-Ahora me gustaría bañarme- le dije una vez que nos separamos, de alguna manera había olvidado que me encontraba desnuda en sus brazos y que sabía bien que no podría levantarme del suelo- ¿Podrías ayudarme?- ya había limpiado el pequeño rastro de las lágrimas de su rostro, pero cuando volvió a verme no pudo evitar detenerse en los morados- si es muy difícil podrías llamarle a una de las señoras para que me ayude- negó con la cabeza y sé que muy a su pesar me tomo de las piernas para levantarme como princesa y sentarme delicadamente en la orilla de la bañera. Después abrió el agua hasta que la medio y dejo que la bañera se llenara en completo silencio- Hablaba en serio sobre lo de pedirle a una de las señoras para que me ayude- volvió a negar con la cabeza y para ser sincera esa actitud estaba comenzando a inquietarme. Después de dejar el agua correr fue a un pequeño cajón de donde saco toallas, jabón y shampoo, todo eso en completo silencio. Cuando puso las cosas a lado de la bañera logre detenerlo del brazo- ¿Acaso no me vas a hablar?- me miro sorprendido a los ojos para después desviar su mirada y enderezarse.

-Solo estoy cansado, estos días no he estado durmiendo bien- ¿realmente era así? Bueno nadie lo ha estado haciendo y si se podían notar levemente las bolsas negras debajo de los sus ojos dorados- toca el agua para ver si está bien- como dijo estire mi mano para tocar el agua

-Así está bien- dicho eso cerro las llaves y después se quedó observándome como si estuviera esperando algo

-¿Pasa algo?

-¿Puedo?- entonces entendí que lo que quería era ayudarme a meterme a la bañera, yo sentí los colores subir por mi rostro, pero aun así asentí, él se arremango su camisa. De nuevo con cara seria y extremo cuidado me levanto por las piernas y acomodo mi cuerpo en la bañera- volveré en unos minutos

-Gracias- sé que quiso suavizar su mirada, pero parecía que no podía hacerlo, aunque él no me lo dijera era mi cuerpo el que no lo dejaba tranquilo.

Cuando se fue me quede unos segundos mirando el techo, el agua tibia al menos hacía que mi cuerpo se relajara y por lo mismo doliera menos. No sabía muy bien cómo iban a ser las cosas de ahora en adelante, hasta qué punto mi mente había sido afectada por todo lo que había vivido con Naraku. No pude evitar pensar en Kagome, ella se llevó la peor parte de todo esto y sé que ese daño no solo era físico.

Mientras cerraba los ojos imágenes de aquellos días comenzaban a aparecer en mi memoria y sin poder evitarlo nuevas lagrimas salieron, no importara las veces en las que me repitiera que estaba a salvo, pareciera que no podía creer en ellas.

Como pude talle mi cuerpo a pesar de los latigazos que sentía al hacerlo. Cuando termine deje que el agua comenzara a vaciarse de la bañera, quería cambiarme o tapar mi cuerpo antes de que Sesshomaru volviera a entrar, bastaba con lo que yo misma estaba horrorizada de mi cuerpo como para volver a ver su reacción. Me salí de la bañera con mucho cuidado y después lo sequé lentamente, me di cuenta de que cerca del lavamanos había una bolsa y al acercarme había ropa ahí, de seguro Sesshomaru lo había traído en algún momento por la noche. Era casi una pijama y agradecí que fuera de esa manera, ya que sería más fácil ponérmela. Cuando termine de vestirme se escucharon unos leves golpes en la puerta y después se abrió, la vista de Sesshomaru primero se fue hacia la bañera para después mirarme, entre sorprendido y enojado, mientras estaba tratando de cepillarme el cabello.

-Solo quería saber si podría hacerlo- le dije con extremo cuidado, ya que sabía que iba a reclamarme por salirme, secarme y vestirme yo sola- creo que el baño relajo mi cuerpo y ya no lo sentía tan pesado- seguí hablando en un intento por salir de esa incómoda situación. Note como suspiro pesadamente y después se fue acercando a mi hasta que tomo de mi mano el cepillo y lo puso en el lavamanos.

-Podrías haberme esperado, ¿Qué hubiera pasado si te resbalabas?- no me dejo contestarle porque comenzó a escucharse el sonido de la secadora para después voltearme lentamente hacia el espejo y comenzar a secarme el cabello.

Sabía que mi mirada era como la de una niña berrinchuda, podría verme en el espejo. En cambio él aún seguía serio y muy concentrado en su trabajo. Contemplé todo lo que pude su imagen, así es como me pude dar cuenta de que se veía más delgado, su piel que ya era pálida ahora se veía aún más. Su rostro mostraba cansancio, resultado tal vez por la falta de horas y horas de sueño. Lo que más hacia doler mi corazón era su mirada, estaba decaída, esa mirada que siempre mostraba dureza y determinación ahora solo podía mostrar derrota. ¿Ese de ahí era realmente el Sesshomaru que yo conocía? Y si era realmente él, ¿Por qué me dolía tanto verlo? Tuve que desviar mi mirada cuando sus ojos se posaron en los míos, así que traté de esconderme detrás de mi fleco, como muchas veces antes lo había hecho cuando me sentía apenada.

-¿Acaso te duele algo más?- dijo Sesshomaru mientras levantaba mi rostro para que lo viera a la cara. Yo negué con la cabeza mientras que trataba hacer reaccionar a mi mente- ¿Entonces por qué te ves como si estuvieras a punto de llorar?- ¿Y ahora como contestaba a esa pregunta? No podía decirle que estaba así por él, no quería complicar las cosas aún más en este momento y tampoco quería seguir viendo su dolor.

-Creo que ando sensible, es todo- Sesshomaru se quedó viéndome más tiempo y después sentí como se inclinaba más hacia mí, yo cerré los ojos casi por instinto esperando que hiciera lo que creía que iba hacer. Pero no paso nada. Solo sentí una ligera caricia en mi cabeza y después sentí el frio ocasionado por alejarse de mí.

-Deberías de ir a descansar- dijo y yo abrí los ojos para ver como comenzaba a guardar la secadora en el lugar del que lo había sacado. Yo me quedé ahí mismo un poco confundida y avergonzada por lo que había esperado que hiciera- ¿Necesitas ayuda?- su pregunta me hizo reaccionar y rápidamente negué con la cabeza.

-Yo puedo ir sola- le dije casi como un susurro y comencé a caminar hacia la puerta. Él volvió a lo que estaba haciendo y yo salí rápido del baño. Llegue hasta la enorme cama y me acomode lentamente, aun me dolía horrores, pero el baño había funcionado para sentir un poco más ligero el cuerpo. Cuando Sesshomaru salió del baño se quedó viéndome unos segundos, lo sentía como si dudara en hacer las cosas- ¿Podrías ayudarme con esto?- le dije mientras tomaba la pomada que había dejado Totosai en la mesita de noche. De nuevo vi duda en su mirada- O si quieres podrías llamar a Totosai para que me la ponga

-No, yo te ayudare- dijo cortantemente y se acercó a mí. Le ayude levantando un poco la blusa y darle acceso a mi abdomen, donde traía la enorme mancha morada. Hizo todo un poco rápido pero con mucho cuidado, después me puso unas vendas y bajo la blusa a su lugar- ahora descansa- ni siquiera me dio el tiempo para darle las gracias, ya que se levantó y se salió de la habitación.

Y así pasaron cinco semanas, aquellos días no fueron muy diferentes, parecía como si Sesshomaru hubiera decidido tomar un espacio de mí. Debo de admitir que en cierta manera me gustaba que al menos me diera la oportunidad de pensar en todo sin tenerlo tan cerca. Pero al mismo tiempo sentía como si poco a poco se estuviera alejando de mí, solo me hablaba para lo indispensable, estaba atento a lo que necesitara pero al mismo tiempo era como si no se encontrara ahí.

Ya me sentía mucho mejor y aunque en mi cuerpo aún se encontraban ciertas marcas, la mayoría habían desaparecido. Al encontrarme mejor Totosai me había permitido levantarme de la cama, así que ahora había decidido caminar un poco. Primero me dirigí a la habitación de Kagome, había estado viniendo, pero Sesshomaru siempre se quejaba diciendo que tenía que descansar, ahora sabía que no podría decirme nada. Entre a la habitación y se encontraba sola, eso era una gran sorpresa ya que Kagome siempre se encontraba en compañía de Inuyasha.

-Recibió una llamada y prefirió salir a solucionar el problema- me sorprendió la voz de Jaken- ¿Es extraño no verlo aquí cierto?- asentí, aun sentía cierto resentimiento a Jaken, ni siquiera había perdonado a Sesshomaru del todo y Jaken iba dentro de ese paquete. Yo me acerque a Kagome y toque levemente su mano. La mayoría de los golpes habían desaparecido y su rostro volvía a ser el suyo, aunque el brazo y la pierna seguían con el yeso. También habían quitado el tubo de su boca y respiraba por si sola, aunque aún no había despertado al menos nos mantenía tranquilos saber que estaba mejorando.

-A veces me pregunto ¿Qué hubiera pasado si todavía nos encontráramos en aquel lugar?- esa pregunta la había hecho más que nada para mí y para una Kagome ausente.

-El amo hubiera hecho hasta lo imposible por encontrarla señorita- ese comentario de cierta manera me daba gracia.

-¿Y acaso hubiera cambiado en algo? El daño ya estaba hecho, desde mucho tiempo antes- él y yo sabíamos que me refería a lo sucedido aquel día en la oficina de Sesshomaru

-Señorita Rin, yo le pido dis…

-No es necesario que lo hagas, como dije el daño ya estaba hecho- le di un leve apretón a la mano de Kagome antes de dirigirme a la salida de la habitación- todo eso quedo atrás Jaken, el daño de Sesshomaru, de Naraku, de sus hombres… todo quedo atrás. Solo quiero que ella despierte y podamos continuar

-¿Y el amo? ¿Volverá con él?- sentí una punzada de dolor en mi corazón ante aquella pregunta

-No lo sé, tal vez no sea yo la que en esta ocasión se quiera ir- sin esperar su contestación salí de la habitación y cuando lo hice limpie rápidamente una lagrima que había salido de mi ojo.

Ni yo estaba segura de lo que quería. Sabía que no podía perdonar a Sesshomaru, al menos de lo que si era su culpa. No podía olvidar que me mintió, aunque lo hubiera hecho para protegerme. Pero por otra parte extrañaba sentirlo cerca, sentir su presencia y aquel cariño frio que siempre me mostro. Nos habíamos dicho que nos amábamos y nos besamos, pero entonces ¿Por qué se sentía cada vez más lejano?

Envuelta en tantas preguntas sin respuestas me encontraba en frente de su estudio y estuve a punto de tocar la puerta cuando escuché que estaba hablando por teléfono. Cierto, el es el presidente de una compañía Rin, no podrá atenderte solo porque sí. Hace unos días me había enterado, mientras navegaba en internet, que su madre estaba ante una investigación. La acusaban de muchas cosas, pero una de ellas era desvíos de fondos y la estaban involucrando con asuntos de pandillas. Por lo mismo se había pedido su despido de la compañía y obviamente el puesto de Sesshomaru también pendía de un débil hilo.

También había encontrado noticias sobre Naraku, lo buscaban en varios países y aunque no especificaban bien los crímenes, la palabra secuestro salía a flote.

Al tratar de despejarme me fui al jardín y rápidamente me encontré con Ah-Un, quien se había acercado alegremente hacia mí.

-Es bueno verte con tanta energía desde la mañana- le dije y él me respondió con un leve ladrido seguido por el movimiento de un lado para otro de su cola- vamos a dar un paseo- volvió a ladrarme mientras se ponía a lado mío para caminar junto a mí. Caminamos un buen rato, hasta que sentí un poco de cansancio y me dejé caer en el césped, mientras que Ah-Un recostaba su cabeza en mis piernas. Yo comencé a acariciar su pelaje suave mientras que dejaba los pensamientos fluir- Aun no sé qué hare después y parece que en lugar de ayudarme solo me sigo sintiendo atormentada por lo que viene- tomé su cabeza entre mis manos para que me viera a los ojos- Ni siquiera tu amo quiere acercarse a mi- Ah-Un soltó un pequeño quejido seguido de un lengüetazo en mi boca, yo comencé a reírme y solté su cabeza mientras limpiaba la saliva que había dejado.

-Eso no suena para nada a Sesshomaru- escuché detrás de mí, yo solté un brinco mientras que Ah-Un se levantaba para ponerse entre aquella voz y yo

-I-Inuyasha me asustaste- le dije aun sintiendo los latidos de mi corazón resonar fuerte en mis oídos

-Lo siento, pero me pareció escuchar alguien hablando- Inuyasha acaricio la cabeza de Ah-Un y para mi sorpresa él movió alegremente su cola para después lamer su manos antes de volverse acostar a mi lado y poner su cabeza en mis piernas.

-Parece que le caes bien- le dije recordando las muchas veces en las que Sesshomaru me aseguro de que Ah-Un no era un perro amigable.

-Escuche en algún lado que iba a ser para mí, tal vez sienta quien es su dueño- volvió acariciarle la cabeza y Ah-Un solo se acomodó más en mis piernas- Aunque pareciera que la dueña eres tú, solo mira cómo te protege

-Le he dicho a Sesshomaru que deberíamos de llevarlo a Japón, siento que está muy solo aquí- voltee a ver el enorme lugar, aunque parecía que estaba lleno de vida, aun se podía sentir la soledad que lo embargaba. Tal vez nuestra presencia aquí haga que se sienta un hogar, pero todos sabemos que esto se acabara en algún momento.

-Hablando de Sesshomaru, ¿Ya debería de llamarte cuñada?- sentí como los colores subieron rápidamente por mi rostro y antes de poder contestar Inuyasha estallo en una risa ante mi estado. Estuve a punto de regañarlo, pero, de pronto me di cuenta de que hacía mucho tiempo que no lo escuchaba reír, más bien, que ninguno de los dos lo hacía. Así que me uní en su risa y le di un leve golpe en el hombro.

-Sabes que es más complicado que eso- le dije cuando los dos habíamos parado de reírnos- Ni siquiera sé que es lo que quiero realmente- había salido a caminar y estar con Ah-Un precisamente para dejar de pensar en todo esto, pero al parecer la vida me seguía aventando a ese lugar.

-Lo que yo veo es a dos personas que se preocupan por la otra- su tono también era serio, aunque seguía siendo el mismo Inuyasha que era cuando me daba consejos en lugar de Kagome.

-A veces eso no basta para perdonar todo lo que hay atrás- él asintió- sé que él no lo hizo, pero eso no quita el hecho de que me saco de su vida así de simple, sin tratar de luchar por nosotros- había comenzado a acariciar de nuevo la cabeza de Ah-Un en un intento por calmar mis ganas de llorar.

-Yo creo que necesitan hablarlo Rin, sé que él ha cambiado mucho- yo también lo sabía y también sabía que estaba arrepentido. ¿Pero si estaba arrepentido por que volvía a alejarse de mi?

-Creo que eso es imposible- lo solté mientras que sentía mi voz quebrarse- No me habla Inuyasha, pareciera que fui yo la que le hice algo y en estos momentos que más necesito de su compañía me siento tan sola- de pronto sentí que mis lagrimas comenzaban a mojar mis manos y hasta Ah-Un soltó un quejido- te juro que he intentado que no me afecte, yo más que nadie quería esa distancia, pero después de todo, siento que sigo siendo yo la única que trata de alcanzarlo- de pronto sentí los brazos de Inuyasha alrededor de mi acercándome a su pecho, mientras acariciaba suavemente mi espalda.

-Esto ha sido difícil para todos Rin, sé que tú y Kagome fueron las más afectadas- al estar llorando no podía contestarle nada, pero aun así Inuyasha siguió dándome ese confort- no tengo idea lo que esté pensando, pero si puedo asegurar que debe estar igual de enojado que yo sobre todo esto- Inuyasha me separo de él y comenzó a limpiar mis lagrimas- tal vez él está tratando de darte tu espacio y no apresurar las cosas, tal vez no quiere hacerte más daño Rin

-Esa lejanía es la que precisamente me está matando- de nuevo limpio mis lágrimas y me tomo de las mejillas

-Entonces díselo, ¿o vas a preferir desperdiciar más tiempo?- los ojos dorados de Inuyasha estaban temblando, él me estaba expresando lo que se moría por hacer con Kagome. Como él lo dijo, en este momento todos estábamos sufriendo.

-Está bien- le dije y él me dedico una sonrisa gentil antes de soltarme

-Y si las cosas con él no funcionan o te hace algo, solo dime y me encargare de todo- no pude evitar soltar una risa, ese era el Inuyasha que yo conocía. Aunque ahora mismo se encontrara incompleto, él también estaba luchando para salir adelante a pesar de lo que estaba sufriendo por Kagome.

-Gracias- en ese momento Ah-Un comenzó a ladrar y a pedirle cariños a Inuyasha

-Creo que el día de hoy me toca cuidar a más de uno- también lo tomo de la cabeza y comenzó a acariciarlo por todo el cuerpo, mientras que Ah-Un se dejaba hacer. Eres un perro muy inteligente, ¿de seguro sentiste la tristeza de Inuyasha verdad? Pensaba eso mientras veía como Ah-Un seguía acostado dejando que Inuyasha le diera muchos cariños- Creo que debo de volver al trabajo ¿Estarán bien?- Ah-Un ladro mientras que se recargaba de nuevo en mis piernas.

-Claro, yo seguiré aquí un rato más. Gracias Inuyasha- él acaricio mi cabeza antes de levantarse y dirigirse a la casa.

No tengo idea como paso el tiempo tan rápido, pero cuando acorde me encontraba dormida en el suave pasto con Ah-Un a mi lado y estoy segura de que pude haberme quedado como estaba de no ser por la presencia de alguien más cerca de nosotros.

-Lo siento, no quería despertarte- la voz de Sesshomaru se escuchaba suave, pero igual de contenida como los días anteriores.

-¿Qué hora es?- le pregunte mientras veía que el cielo ya se había oscurecido y algunas estrellas comenzaban a adornarlo.

-Cerca de las 9- había dormido mucho, lo que me sorprendía era que no sentía el frio de la noche, entonces comprendí que tenía puesto un abrigo en mis piernas. Me senté para luego pasarle el abrigo a Sesshomaru- tendrás frio- acto seguido lo paso por mis hombros y aunque fuera algo rápido sentí una ligera presión en ellos. Entonces recordé lo que me había dicho Inuyasha y estaba segura de que tampoco quería seguir desperdiciando el tiempo, así que me recargué en el hombro de Sesshomaru y sentí como él dio un pequeño salto, pero no se movió- ¿Pasa algo?- me pregunto con su voz fría

-Hoy llore y mucho- escuche como suspiro pesadamente pero aun así no hubo ninguna contestación de su parte- Inuyasha y Ah-Un me consolaron- de nuevo no hubo ninguna respuesta- Pero a pesar de todo el sentimiento no me abandono, ¿Puedes creerlo?

-Rin…- sentí como estaba intentando alejarse de mí y mejor decidí alejarme yo y volver acariciar a Ah-Un

-¿Qué tan patética me debo de ver para que un perro quiera consolarme?- Ah-Un gruño muy bajo, estoy segura de que Sesshomaru no pudo oírlo

-No digas eso Rin

-Cierto, ellos no entienden esa palabra. Pero lo que si entienden es la soledad, ¿cierto?- volteé a verlo y pude encontrarme con sus ojos dorados llenos de sorpresa- Al menos quiero saberlo Sesshomaru, ¿lo que sientes por mi es una especie de responsabilidad? ¿Por eso sigues aquí aunque no quieras?- sus ojos se abrieron aún mas

-¿De qué hablas?

-Sigues cuidándome, viendo que me falta, si como, si duermo. Pero cada vez que intento acercarme me alejas- tome el abrigo y comencé a quitármelo hasta que lo hacía bola en mis piernas- Cuando Kagome despierte y yo este curada ¿vas a deshacerte de mí?- no tenía el valor para mirarlo a los ojos así que me quede viendo como apretaba con todas mis fuerzas el abrigo en mis piernas.

-¿De dónde sacas eso Rin? Claro que no haría eso

-¿Entonces por qué no me tocas?- casi le grite mientras de nuevo lo veía a la cara- ¿Por qué sigues manteniendo esta distancia entre nosotros? Después de lo que nos dijimos ese día ¿fui yo la única que pensó que esto podría tener un futuro?- de nuevo las lágrimas comenzaron a salir, mientras que Sesshomaru no se movía ni un centímetro- ¿Así fue? ¡Contéstame!- Había puesto mi mano en su camisa y ahora la sujetaba con fuerza

-No puedo tocarte sin pensar que fui yo el que ocasiono todo

-¿Cómo?

-Por mí es que tu cuerpo resulto así, todos esos golpes- tomo gentilmente mi mano y pude notar que estaba temblando- no tengo derecho de acercarme a ti Rin, simplemente no lo tengo- llevo mi mano a sus labios, los cuales se encontraban helados.

-¿Acaso te he culpado por eso?- Sesshomaru negó con la cabeza pero no me veía- Mírame y dime si yo te he culpado alguna vez por lo que hicieron los hombres de Naraku

-No…pero- no deje que terminara ya que tape su boca con mis manos y después me senté a ahorcadas arriba de él.

-No existen los peros- los ojos de Sesshomaru de nuevo se abrían con sorpresa por lo que había hecho- Si realmente te sientes arrepentido por lo que me hiciste, entonces no me hagas sufrir más- aunque había sonado muy valiente las lágrimas aun salían por mis ojos y Sesshomaru las limpio suavemente.

-¿Entonces que debo de hacer Rin?- Sus ojos al igual que los de Inuyasha mostraban dolor

-Bésame- sus ojos de nuevo temblaron- bésame y no vuelvas a dejar que me sienta sola- sin esperar más tiempo estampo sus labios con los míos. Por fin sentía lo que tanto estaba esperando, aquella calidez que se instalaba en mi corazón. Yo había pasado mis manos por detrás de su cabeza y acariciaba su cabello mientras que sentía el beso ir evolucionando. Sus manos aun temblaban mientras que me acercaban más a él, tuve que separarme un poco cuando sentí que no podía respirar y al hacerlo su mirada llena de deseo me decía que quería continuar.

-Jamás volveré a hacerte sentir sola gatita- cuanto extrañaba que me llamara de esa forma y yo entre emoción y lágrimas lo abrace fuertemente.

-Te juro que si lo haces hare que Inuyasha te de una lección- le dije aun abrazada a él y sentí como su pecho subía y bajaba por la risa. De pronto se escucharon los ladridos de Ah-Un y sentía una presión en mi abdomen. Así que me separe de Sesshomaru para acariciar la cabeza de Ah-Un- Oh si claro, no hay que olvidarte, tú también le darás una lección ¿verdad?- de nuevo ladro mientras que Sesshomaru y yo nos reíamos.

-¿Debería de sentirme celoso por mi propio perro?- me dijo Sesshomaru mientras acariciaba mi cuello, aun me mantenía sentada arriba de él aunque Ah-Un se encontrara entre nosotros.

-Solo no me hagas elegir- le dije antes de darle otro rápido beso y pararme- vamos Ah-Un es hora de comer- de nuevo ladro y me siguió alegremente

-¿Eso que significa?- dijo Sesshomaru pero yo seguí caminando, sin darle una respuesta, hacia el lugar donde se encontraba la casa de Ah-Un y su plato de comida.

Después de darle su comida entramos de nuevo a la casa. Ahora si podía sentir la presencia de Sesshomaru cerca de mi y no me refería solo a la presencia física, sino a esa calidez que solo él me podía brindar.

-¿Estás seguro de que no te arrepentirás después?- le pregunte mientras caminábamos hacia el segundo piso donde se encontraban las habitaciones, vi su cara de duda al no entender del todo a que me refería- Después de hoy no creo que me separe tan fácil de ti- note una fugaz sonrisa antes de contestarme.

-Veremos quién es quién se arrepiente al final- sabía que esa respuesta iba con otro tipo de intención y no pude evitar sonrojarme. En ese momento me di cuenta de que estábamos pasando por la habitación de Kagome.

-Oh, quiero darle las buenas noches- Sesshomaru vio la habitación de Kagome y asintió

-Yo esperare aquí afuera- le dedique de nuevo una sonrisa de agradecimiento y entre a la habitación.

De nuevo no se encontraba Inuyasha en la habitación, lo más seguro es que se encontrara cenando. Me acerque a Kagome y como era costumbre la tome de la mano.

-Buenas noches Kagome, prometo venir mañana temprano- le di un ligero apretón a su mano y después iba a darle un beso en la frente, pero algo me impidió hacerlo.

-¿Rin?- sentí como si el tiempo se hubiera detenido y hasta llegué a pensar que había alucinado escuchar mi nombre, pero sentí como me devolvía el apretón de la mano.

-¿Kagome? ¿Estas despierta?- sus ojos iban abriéndose lentamente y aunque aún se miraba un poco pálida y sin fuerza volteo a verme.

-Sabía que eras tu- su voz salía casi como un hilo y un poco distorsionada. Yo rápidamente voltee a ver todo su cuerpo y hacia los monitores.

-Por dios Kagome despertaste- sin pensarlo dos veces le di un abrazo y sentí como ella trato de hacer lo mismo

-Estas a salvo- me dijo mientras me abrazaba y al verla note que estaba llorando aunque mantenía una sonrisa en su rostro. Yo también limpie unas cuantas que habían salido por la felicidad.

-Las dos lo estamos, gracias a dios despertaste- de nuevo la tomé de la mano y de pronto recordé a los demás- tengo que avisarles, solo espérame- le dije y salí rápido de la habitación. Sesshomaru me estaba esperando y al ver que había lágrimas en mi rostro su mirada cambio- ¡Despertó! ¡Kagome despertó!

-¿Qué?

-¡Despertó, ella despertó Sesshomaru!

-Iré a avisar a los demás, tu quédate con ella- yo asentí y entre rápidamente.

-Ya vendrán a checarte- le dije mientras volvía a tomarla de la mano- ¿sientes dolor en alguna parte?

-Siento muy pesado el cuerpo, ¿Cuánto tiempo llevo aquí Rin?

-Un mes- le dije esperando que no entrara tanto en pánico, pero ella parecía que trataba de asimilar muchas cosas al mismo tiempo. Dio una vista rápida a su cuerpo- tuvieron que ponerte un yeso en la pierna y en el brazo. Además te intervinieron al llegar aquí- ella asintió como si fuera consciente de sus heridas.

-¿Dónde estamos?

-En la casa de Sesshomaru, Corea- de nuevo asintió y se quedó viéndome unos momentos antes de apretar fuertemente mi mano

-Gracias a dios estas bien- sus ojos se llenaron de lágrimas y los míos hicieron lo mismo. Lleve nuestras manos a mi pecho.

-Lo estamos- de pronto se abrió la puerta y era Totosai seguido de Sesshomaru.

-Entonces es cierto que estas de vuelta- dijo Totosai mientras se acercaba a ella y comenzaba a hacerle un chequeo de rutina- ¿Alguna molestia?

-Solo siento pesado el cuerpo- dijo Kagome para después voltear a verme, Sesshomaru ya se había puesto a mi lado y su mano había pasado por detrás de mí para sujetarme del hombro. Yo le dedique una sonrisa mientras que dejaba que Totosai siguiera con el chequeo.

-Al parecer todo se ve bien, pero me gustaría sacarte una muestra de sangre y por la mañana decirte bien cómo te encuentras, ¿te parece?- Kagome asintió

-Gracias- dijo con una voz suave aunque ya salía con mejor facilidad

-Bienvenida Kagome- dijo Sesshomaru a mi lado y aunque yo sé que lo decía con la mejor intención, su voz monótona era difícil de descifrar, Kagome solo le dedico una media sonrisa, algo forzada para mi gusto.

-Ya deja de llorar Rin- me dijo Kagome y yo solo asentí mientras la sostenía más fuerte de la mano. Entonces una persona más entro a la habitación y sentí como Kagome se tensó completamente.

-Kagome- Inuyasha pronunciaba su nombre con alivio aunque sus ojos mostraran un leve rastro de querer llorar. Comenzó a caminar hacia donde estaba ella

-No te acerques- le dijo Kagome con la voz más fría que jamás había escuchado, sentí un escalofrió recorrer mi cuerpo y vi como Inuyasha se quedó congelado en su lugar- No quiero que él este aquí- sentí como mi mano era jalada hacia ella- por favor, Rin, sáquenlo de aquí- su mano comenzaba a sudar, como si tuviera miedo.

-Pero Kagome, es Inuyasha- le dije suavemente mientras les dirigía la mirada a todos, buscando algo de ayuda, pero estaban igual de consternados que yo.

-Se quien es, ¿acaso pretendes que lo olvidé?- de nuevo sentí ese escalofrió al escucharla hablar con tanto desprecio- Se perfectamente quien es y por eso no lo quiero cerca de mi- su mano seguía temblando en la mía aunque también su agarre comenzaba a ser más fuerte.

-Tienes que tranquilizarte Kagome- dijo Totosai- tal vez aun te encuentras desorientada y es normal- Kagome negó con la cabeza

-No estoy desorientada, se perfectamente lo que estoy diciendo- la mirada de Inuyasha comenzaba a ensombrecerse y cuando volteé a ver a Sesshomaru no encontré más que angustia. De pronto Kagome me soltó de la mano y vi como sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas- Soporte tanto, no me importaba que cada parte de mi cuerpo se perdiera, nada importara mientras él no la obtuviera y tú. Tú se la entregaste- yo había dado unos pasos hacia atrás al escuchar a Kagome hablando de esa manera y sentí las manos de Sesshomaru en mis hombros.

-Kagome yo…- en cambio la voz de Inuyasha salía con dolor

-No vuelvas a mencionar mi nombre. ¡Tú la mataste!- al gritar eso Kagome intento levantarse y tanto Totosai como yo tratamos de controlarla- ¡Jamás te perdonare lo que hiciste Inuyasha!

-Sáquenlo de aquí- dijo Totosai y Sesshomaru rápidamente tomo a su hermano

-¡Te odio! ¡Te odio!- Totosai estaba preparando un calmante mientras que yo la sostenía, escuche la puerta abrirse y di un vistazo rápido para notar como Inuyasha limpiaba las lágrimas que bajaban por sus mejillas- ¡Me la quitaste!- grito Kagome entre un sollozo para después aferrarse con fuerza a mi- ¡Él me la quito Rin, ya no volveré a verla!- otro sollozo y note como Totosai le ponía la inyección- Perdí a mi hermana…la perdí… la perdí- seguía repitiendo mientras el calmante surtía efecto y caía de nuevo en un sueño.

-Está bien Kagome, tranquila- le dije antes de que sintiera su cuerpo pesado indicándome que ya se encontraba inconsciente.

-¿Totosai que acaba de pasar?- le dije mientras que sentía una profunda tristeza- esa no era Kagome

-Pasaron por evento traumático Rin, tal vez solo es cuestión de tiempo para que su mente se aclare. Ahora más que nada necesita a sus seres queridos cerca

-¿Y qué va a pasar con Inuyasha?- no podía dejar de pensar en todo el tiempo que estuvo cuidándola, en lo poco que dormía y comía pensando en ella. ¿Y que todo resultara así? Él no se lo merecía.

-Eso no nos corresponde a nosotros Rin- me dijo mientras terminaba de acomodarla- por ahora dejémosla descansar- volví a darle un vistazo a su rostro y aquellas lagrimas que aun abandonaban sus ojos. Después acompañe a Totosai afuera de la habitación.

-¿Pudieron calmarla?- me preguntaba Sesshomaru mientras que me daba un abrazo.

-Dormirá hasta mañana, ¿Cómo esta Inuyasha?- mi rostro estaba hundido en su pecho, así que no podía verlo, pero hubo un silencio largo- iré a verlo, tal vez él también necesite algo para descansar- de nuevo no se escuchó nada más que los pasos alejarse de nosotros.

-Esa no era Kagome- le dije a Sesshomaru aun escondida en su pecho- Algo debieron hacerle en ese lugar, ¿viste con el odio que le hablaba a Inuyasha?- voltee a ver a Sesshomaru y él solo asintió- dios Inuyasha, él debe estar peor y no puedo hacer nada para ayudar- quise volver a hundirme en el pecho de Sesshomaru pero él me detuvo.

-Ya encontraremos una solución mañana Rin, mi hermano y Kagome recibirán la ayuda necesaria. Te lo prometo- asentí y él me dio un beso en la frente- Por ahora debemos descansar, es lo único que podemos hacer- sabía que tenía razón, pero mi cabeza no dejaba de pensar en lo sucedido.

¿Hasta cuándo esta pesadilla terminara?

***Notas de autor***

Por un breve momento pensé que no terminaría este capítulo antes de que se acabara el año. Creo que en parte fue porque en realidad le estaba sacando la vuelta ya no es un capítulo feliz al final de cuentas.

Pareciera que nuestras dos parejitas no pueden estar bien al mismo tiempo. Creo que oficialmente entramos a la etapa final de este fic y eso también me pone triste T.T

Como siempre estaré atenta a sus comentarios y les agradezco mucho a los que siguen aquí :3

Les deseo felices fiestas y volveremos con un año lleno de más fics n_n/

Saludoos :*