Capítulo 8: El extraño caso del Cabo Celeste
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Ciudad Celeste, Kanto, 1 de noviembre del 2008.
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Red lentamente comenzó a abrir sus ojos. Estaba desorientado, no sabía dónde estaba o qué hora era.
Intentó levantarse, estaba en una habitación del centro pokémon. Vio que su brazo derecho estaba vendado y con ello recordó lo que había sucedido.
Su pokémon lo había atacado en medio del combate contra Miguel.
Lo último que podía recordar era un gran dolor, una sensación de sueño y el rostro preocupado de Blue antes de cerrar sus ojos.
Miró a su alrededor. Su gorra roja estaba en el suelo, Charmeleon y Pidgey estaban durmiendo a su lado. Junto a ellos también dormían Venus y Sparker, mas no Mankey.
- ¡Red, que bueno que ya despertaste! - escuchó la voz de Blue- ¡Estaba muy preocupada!
La chica fue rápidamente a abrazarlo. Esa acción por parte de ella hizo que los pokémon que dormían al lado de Red despertaran, resaltando felicidad en sus rostros al ver que el chico había despertado.
-Blue- dijo Red- ¿Dónde estamos?, ¿Qué pasó?
Blue guardó silencio por un momento.
-Estamos en el centro pokémon de Ciudad Celeste, es el primero de noviembre, cerca de las 9:00 a.m.-
- ¡¿Primero de noviembre?!- exclamó Red- ¿Tanto dormí?
-Estabas bajo el efecto de las esporas de cierto pokémon- dijo Blue señalando la gorra de Red.
La chica fue a levantar la gorra de Red, revelando un pequeño Paras que se hallaba escondido. El pokémon se asustó por todas las miradas dirigidas hacia él, por lo que corrió rápidamente a esconderse debajo de la cama de Red.
-Cuando fuiste… atacado, ese pequeño Paras cayó encima tuyo y soltó sus esporas- dijo Blue- eso hizo que tu herida se cerrara un poco, dado sus atributos curativos, pero tú y… Mankey, se quedaran dormidos.
- ¿Dónde está él? - preguntó, refiriéndose a su pokémon.
-En su pokéball, no ha salido desde entonces - dijo Blue- bueno, solamente para comer, aunque lo hace de noche.
- ¿Qué pasó con Miguel? -
-Él y yo te trajimos hasta aquí- dijo Blue- luego de eso se dirigió a Isla Canela, como había dicho. Antes de irse, dijo que espera que te recuperes pronto, y que también espera continuar con su combate en mejores condiciones.
-Ya veo- dijo simplemente Red.
-Nunca podrás saberlo si no lo intentas-
Las palabras del profesor Oak resonaron en su cabeza.
¿Qué tenía que hacer ahora?
¿Qué hacer con Mankey?
¿Lo tenía que liberar?
Varias preguntas sin una respuesta clara invadían su mente, generando inseguridad en él.
Sabía que Mankey era temperamental y que presentaba cierta conducta rebelde en los combates, pero no sabía exactamente el porqué de su ataque de ira en el Monte Luna.
¿Fue porque perdió la pelea contra Brock?
¿Por qué a veces lo obedecía y otras veces no?
Sentía miedo, pero no quería liberarlo, no era lo que él haría.
Sabía gracias a libros que los Mankey podían atacar a sus aliados si se encontraban con cierto nivel de rabia, por lo que no era culpa de Mankey tal cual, pero debía hallar la razón detrás todo lo que le pasaba a su compañero.
Quería entender lo que le molestaba y apoyarlo, no quería rendirse con él. Sentía algo de miedo, al ver cómo estaba su brazo, recordando la sangre y la sensación de dolor, pero sabía que era su responsabilidad como su entrenador el estar a su lado. Liberarlo sería una contradicción al tipo de entrenador que quería ser, el entrenador más fuerte.
-Ustedes podrían ser los entrenadores más fuertes del mundo-
Recordó unas palabras, que alguien muy especial las había dicho para Green y para él hace tiempo atrás. Esas palabras le hacían sentir cierta tristeza y un poco de miedo por lo que venía, pero también lo motivaban a no querer rendirse, no otra vez.
-No va a ser algo tan fácil- pensó Red, ya que tenía que darle algo de tiempo y espacio para que se calmara antes de proseguir.
Al verlo un tanto preocupado y tenso, a Blue se le ocurrió una idea para que se relajara un poco, recordando lo que averiguó mientras Red estaba dormido.
-Lo que me recuerda, descubrí algo aquí que puede que te guste- dijo Blue, ganando la curiosidad de Red- sabiendo que te gustan los temas científicos y esas cosas como apellidos raros como Brand o Legoman.
-Es Grant y… -
-Si, lo que sea, lo que sea. Te lo diré después de que comamos algo, debes tener mucha hambre- dijo saliendo de la habitación, acompañada de Venus y Sparker, dejando a Red solo con sus pokémon.
Blue conducía a Red por la ruta 24, dirigiéndose al norte de Ciudad Celeste.
Le había contado que el gimnasio se encontraba cerrado, ya que Misty, la líder de gimnasio especializada en el tipo agua, estaba dando clases de natación ese mismo día, por lo que podía tomarse este día para despejar sus ideas antes de retarla a un combate.
También descubrió que el investigador Bill, famoso por inventar el sistema de almacenamiento pokémon, se encontraba actualmente en su casa de playa en Cabo Celeste, ubicado en la ruta 25.
Red estaba emocionado de conocer a Bill. Para ser bastante joven, era una de las mentes más brillantes en el mundo, siendo capaz de crear un algoritmo que facilitaba el ordenamiento y almacenamiento de los pokémon en las llamadas cajas, algo muy útil para los entrenadores.
Los temas de investigación e intentos le gustaban mucho, todo eso influenciado por su padre Akashi y el mismo profesor Oak. Eso era algo que Blue sabía, por lo que estaba segura de que la noticia de Bill le iba a gustar.
Dado que su viaje juntos era temporal y acababa mañana, cuando Blue le entregué la información del proyecto génesis al Agente Looker, quería apoyarlo en todo lo posible antes de separarse.
Al ir cruzando la ruta 24, que era un puente muy largo, vieron a varios niños jugando en el agua, otros pescando y atrapando algunos pokémon, como Magikarp o Poliwag salvajes.
Blue llevaba a Sparker en su hombro, quien ya se había acostumbrado a ir allí. Red por su parte tenía al Paras del Monte Luna encima de su cabeza. Lo había atrapado, ya que había adquirido cierto apego a estar debajo de su gorra, lugar donde se encontraba actualmente, dado su gusto por los lugares oscuros.
Junto a ellos y en dirección opuesta a su destino, pasaron una mujer y un hombre. La mujer era de cabello rubio corto, que vestía una falda y polera negras, llevando un maletín gris. El hombre por su parte tenía el cabello verde y usaba unas gafas para el sol, además llevaba puesto una camisa azul y un short gris, mientras hablaba por teléfono.
-No se preocupe, lo tenemos todo bajo control. Infórmele al jefe que ya tenemos el objetivo en nuestro poder- dijo el sujeto, mirando de reojo a los 2 jóvenes que pasaban a su lado para luego colgar- Yo me haré cargo de algo, tú lleva el objetivo al cuartel- a lo que la mujer asintió.
Tras terminar de cruzar el puente y caminar por la ruta 25, vieron por la costa la casa de playa de Bill.
Era bastante similar al laboratorio del profesor Oak. Una casa blanca de un solo piso con una chimenea de ladrillos. Contaba además con algunos paneles solares en el techo.
La diferencia era que, en vez de tener un enorme patio trasero, contaba con una playa con arena fina a un lado de la casa, donde se podían apreciar algunos especímenes de pokémon como Krabby, Golden y Psyduck. No había presencia de ninguna persona por los alrededores.
Al acercarse notaron que la puerta principal se hallaba abierta y las cortinas estaban cerradas. Blue tocó la puerta para ver si había alguien adentro.
Toc toc toc
Mas nadie atendió.
- ¿Hola? - preguntó Blue abriendo levemente la puerta.
El interior de la casa estaba oscuro, pero se podía notar que estaba un poco desordenado, con papeles y artículos de oficina en el suelo. Al fondo podía verse una especie extraña máquina con varios cables y tubos.
Al ingresar con cautela, encontraron un interruptor de luz cerca de la puerta, pero no funcionaba.
- ¡Sparker, usa destello! -
El pokémon eléctrico iluminó el lugar con sus mofletes, mostrando el enorme caos que había adentro. Todos los muebles de la casa estaban tirados. No estaba un poco desordenado, estaba todo desordenado.
Los chicos pudieron apreciar mejor la máquina de al fondo. Eran como dos ascensores pequeños, uno de ellos tenía su puerta abierta. Cada uno contaba con un sistema de comando a un lado y conectados entre sí por una serie de cables.
Red notó una secreción viscosa de color amarillo en el suelo, cerca del escritorio tirado y que iniciaba en la máquina con la puerta abierta. Se acercó un poco para ver de qué se trataba.
-AHHH!- gritó horrorizado, cayendo al suelo.
- ¡¿Qué pasó Red?!- preguntó Blue, acercándose.
Una extraña criatura se arrastraba por debajo del escritorio.
Llevaba ropa, parecía un humano con piel amarillenta, los ojos cerrados, su boca estaba torcida y no paraba de soltar un fluido amarillo de ella.
Tenía unas orejas puntiagudas, su brazo derecho con el que se arrastraba, era más largo que el izquierdo y también tenía una especie de bulto gigante en la espalda, parecía una joroba.
-AHHH!- grito Blue, aterrada al igual que Red.
La criatura se arrastraba en dirección a los jóvenes, mientras intentaba pronunciar algo con su rara boca.
-A.…a.… ayuda- con algo de esfuerzo- p.…por… por favor- mientras soltaba más de ese líquido amarillo y apuntaba su mano a la pared izquierda de la casa.
Al oír las palabras de esa cosa quedaron confundidos. Por un lado, estaban aterrados por el aspecto grotesco de la criatura, pero también pudieron sentir lástima por su petición, por el modo en que lo había pronunciado.
- ¿Qué hacemos? - preguntó Red preocupado por la situación mientras se levantaba.
-No lo sé- en el mismo estado.
- ¡Bomba lodo! - dijo una voz fuera de la casa.
Blue y Red sintieron como algo atacaba el frente de la casa, haciendo que se escondieran debajo de la ventana.
La chica vio con cuidado por la ventana, encontrando al sujeto de cabello verde que había cruzado el puente en dirección a Ciudad Celeste, solo que ahora llevaba una mascarilla negra que le tapaba la boca y la nariz.
En el cielo logró divisar un pequeño pokémon volando cerca de la casa.
Blue sacó su pokédex para conseguir información de la criatura que los atacaba desde afuera.
"Zubat, el pokémon murciélago, tipo veneno/volador. No tiene ojos. Se guía por las ondas ultrasónicas que emite. El eco le indica por donde tiene que ir en la oscuridad.
- ¡Usa supersónico! - ordenó.
El Zubat comenzó a generar ondas de sonido que rompieron las ventanas de la casa, haciendo que Blue y Red se apartaran de ellas.
El sujeto simplemente le daba órdenes a su pokémon, mientras miraba fijamente la casa de Bill.
-Lo haré sentir orgulloso, jefe- pensó el sujeto.
Los jóvenes al interior de la casa estaban confundidos. Estaban pasando demasiadas cosas simultáneamente, que les era difícil procesar todo.
Red era el más nervioso, prácticamente estaba hiperventilado e incapaz de hacer algo, quedándose agachado con las manos en la cabeza.
Blue por su parte, también estaba nerviosa, pero sabía que tenía que hacer algo para detener al tipo de pelo verde.
Haz algo.
- ¡Sparker, usa impactrueno! - ordenó Blue.
El pokémon eléctrico saltó por la ventana, lanzando su descarga al pokémon volador, haciéndolo caer al suelo.
- ¡Impactrueno otra vez! - aprovechando que el Zubat enemigo se encontraba vulnerable.
Sin embargo, al momento de lanzar el ataque por segunda vez, este fue bloqueado por otro pokémon, un Sandshrew.
- ¡Usa disparo lodo! - ordenó el hombre.
El pokémon de tierra lanzó su ataque directamente a Sparker, cubriéndolo con tierra.
- ¡Zubat, usa colmillo veneno! -
El Zubat enemigo voló en dirección a Sparker, mordiéndole el brazo con sus afilados colmillos, dejándolo envenenado de paso.
El rostro de Sparker se tornaba de color violeta, mientras gruñía de dolor producto de la marca que le dejo el Zubat, sumado al veneno que recorría todo su cuerpo.
- ¡Sparker! - grito Blue, viendo a su pokémon siendo envenenado poco a poco.
Red escuchó los gritos de desesperación de Blue. Estaba confundido y sumamente asustado, pero no podía quedarse sin hacer nada, mientras su amiga se estaba haciendo cargo de todo.
¿No harás nada al respecto?
-Blue, devuelve a Sparker y saca a Venus- dijo Red, yendo al lado de Blue- Yo usare a Pidgey. Nos encargaremos de Zubat, mientras ustedes se encargan del Sandshrew- sacando la pokéball de su pokémon volador.
Blue quedó perpleja ante la actitud de Red dado como se encontraba anteriormente, pero de igual forma acatando su idea.
-Ok, ¡Sparker regresa! - devolviendo al pokémon eléctrico de vuelta a su pokéball- ¡Vamos, Venus!
El pokémon planta salió de la casa, listo para combatir.
- ¡Sal, Pidgey! -
El pokémon volador voló a la altura del Zubat enemigo.
El hombre miraba sin asombrarse a los pokémon de sus oponentes.
- ¡Zubat, usa colmillo veneno contra Pidgey! - ordenó - ¡Sandshrew, usa desenrollar contra Bulbasaur!
Los pokémon del sujeto fueron a atacar a sus objetivos. Zubat dirigiéndose a morder a Pidgey, y Sandshrew haciéndose bola para golpear a Bulbasaur.
- ¡Pidgey, usa ataque rápido! - ordenó Red.
El pokémon pájaro atacó primero, haciendo que el Zubat retrocediera y casi cayera al suelo.
- ¡Bulbasaur, detén a Sandshrew con látigo cepa! - ordenó Blue.
La inicial de planta extendió sus lianas, golpeando el suelo donde iba a pasar Sandshrew, haciéndolo volar junto a mucho polvo.
- ¡Usa placaje! - ordenó Red.
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Pidgey arremetió contra Sandshrew, atacando lo suficientemente fuerte como para empujarlo hacia el mar.
El pokémon de tierra comenzó a jadear y a salpicar en el agua salada, intentando nadar y salir de ahí lo más rápido posible, pues se estaba debilitando por cada segundo que pasaba allí.
Sin embargo, no pudo llegar a la orilla a tiempo y terminó por debilitarse.
- ¡Tch! - chasqueó la lengua- ¡Regresa!
-AHHH! - grito de sorpresa Red, al sentir que algo le agarraba la pierna.
Era la extraña criatura, que se había arrastrada hasta llegar a donde se encontraban Red y Blue.
-A… a… ayuda- volvió a decir, apuntando con su mano a un interruptor que se hallaba en la pared izquierda- por… por… por favor.
Red y Blue estaban nerviosos por la presencia de la criatura, pero en el fondo sentían que tenían que responder a sus súplicas.
- ¡Ataque ala contra Bulbasaur! - ordenó el sujeto, aprovechando que los jóvenes estaban distraídos.
El pokémon murciélago aprovechó la oportunidad, dándole un fuerte aletazo a Bulbasaur, siendo muy efectivo y un golpe crítico, debilitando a la inicial de Blue de un solo golpe.
- ¡Venus regresa! - devolviendo a su compañera de regreso a su pokéball.
La mente de Red estaba hecha un caos por todo lo que sucedía, hasta que se le ocurrió algo que podían hacer en una situación así.
- ¡Pidgey, obedece las órdenes de Blue! - dijo Red a su pokémon, mientras se dirigía al lugar señalado por la extraña criatura y le lanzaba la pokéball de Pidgey a Blue.
- ¿Qué? - preguntó confundida atrapando la pokéball.
- ¡Usa colmillo veneno! - ordenó el sujeto.
- ¡Esquiva y usa tornado! - ordenó Blue ante el ataque del Zubat, sorprendiéndose de lo natural que fue darle esa orden al pokémon de Red.
Pidgey acató la orden de la chica, esquivando la mordida de Zubat elevándose en el aire, para luego generar una ráfaga de viento con sus alas, haciendo que el pokémon venenoso cayera al suelo.
De pronto, las luces de la casa se prendieron, así como también todos los aparatos eléctricos, incluida la rara máquina del fondo.
Red había encendido el interruptor, tal cual había pedido la extraña criatura, que ahora se arrastraba lentamente hacía la máquina.
- ¡Usa bomba lodo! - con Zubat retomando el vuelo.
- ¡Ataque rápido! -
Pidgey se acercó a Zubat para atacar, antes de que el murciélago lanzara su ataque, sin embargo, al momento de impactar con él, Zubat logró golpearlo con su bomba lodo, haciéndolo caer al suelo.
- ¡Pidgey! -
El pokémon de Red se había envenenado igual que Sparker. Intentaba volver a emprender vuelo, pero el veneno recorriendo su cuerpo no se lo permitía.
Parecía un callejón sin salida para Blue. No sabía lo que tenía que hacer, que decirle al pokémon, no era alguien que supiera de combates de por sí y tampoco podía pedirle ayuda a Red, ya que se encontraba ayudando a la criatura.
- ¿Qué harían Red o Green en esta situación? - pensó.
Red habría pensado en alguna idea extraña para salir del aprieto. Green por su parte era bastante hábil en los combates, siendo muy similar a su abuela o su tío, por lo que se las podría arreglar sin problemas.
¿Qué es lo que haría ella?
Definitivamente no era como su hermano gemelo Green, no tenía una motivación ni objetivo fuerte como él. Sin embargo, ella también quería un objetivo, no quería quedarse atrás. Ella también quería avanzar al igual que ellos dos.
- ¡Vamos Pidgey, yo sé que puedes seguir peleando! - instintivamente comenzó a animar al pokémon pájaro, ya que era lo único que podía hacer en esa situación- ¡Puedes hacerlo, elévate!
Al escuchar las palabras de Blue, Pidgey intentó batir sus alas, haciendo su máximo esfuerzo con el veneno recorriendo todo su cuerpo.
-Fin del juego - pensó el sujeto- ¡Termina con colmillo veneno!
Zubat tomó impulso para atacar a Pidgey usando sus colmillos, pero al momento de impactar, Pidgey comenzó a brillar al igual que Charmander en el Monte Luna, haciéndose más grande, alzando unas grandes alas, así como también una cresta roja sobre la cabeza.
El ahora evolucionado Pidgey agitó sus alas, provocando una fuerte ráfaga de viento que golpeó a Zubat, haciéndolo retroceder.
Blue sacó su pokédex.
"Pidgeotto, el pokémon pájaro, tipo normal/volador. Muy protector de su amplio territorio, este pokémon picoteara ferozmente a los intrusos."
Pese a que el veneno lo estaba debilitando lentamente, Pidgeotto se mantenía firme en el suelo, con sus enormes alas bien extendidas.
Blue estaba sorprendida, no pensó que sus palabras de aliento hicieran evolucionar al pokémon de Red, que se veía más confiado y determinado a no perder ante el sujeto de pelo verde y su Zubat.
-Gran cosa- pensó el sujeto- ¡Vamos, termina con colmillo veneno!
- ¡Ataque rápido! - ordenó Blue.
Fue un simple parpadeo y Zubat ya estaba debilitado. El ataque de Pidgeotto había sido sumamente veloz, tanto que ni Blue ni el sujeto se percataron de que Zubat yacía tirado en el suelo.
Pidgeotto estando al lado de Blue, con sus alas guardadas y sus patas aferradas al suelo, manteniéndose firme frente al veneno que recorría su cuerpo.
El sujeto se limitó a regresar a Zubat, para luego irse corriendo del lugar.
Blue dio un gran suspiro de alivio mientras caía de rodillas al piso. Definitivamente las batallas no eran lo suyo, pero entendía porque a su hermano le gustaban tanto.
- ¡Bien hecho Pidgeotto! - sin embargo, el pokémon terminó tumbado en el suelo. El veneno lo había debilitado - ¡Pidgeotto! - gritó de preocupación, devolviendo al pokémon a su pokéball.
De repente, un gran destello se presentó detrás de Blue.
Al darse la vuelta descubrió que provenía de la máquina, la cual abrió una de sus compuertas, de donde salió un joven aproximadamente de la edad de ella y Red, tenía el cabello café al igual que sus ojos. Un Abra también estaba saliendo de la misma máquina.
Ambos cayeron al suelo, parecía que estaban algo desorientados.
Fueron asistidos por Red, quien antes se hallaba operando una computadora.
- ¿Te encuentras bien? - preguntó Red, extendiendo su mano.
-Si, estoy bien- dijo tomando la mano de Red para poder levantarse- Si hubiéramos permanecido así por unas 24 horas más, la fusión habría sido irreversible- dijo el muchacho- muchas gracias a los dos, soy Bill.
Continuará.
nadaoriginal: Si, el camino de Red puede verse como el más difícil, pero Green no debe confiarse tampoco. Igual aquí no es tan cretino como sus otras versiones, pero eso de debe a cosas que se verán más adelante.
JoJoBaoh: Muchísimas gracias por el comentario y también por los consejos. En si varios capítulos tienen esa estructura ya que están resubidos, y en si en términos de composición no quise cambiarlos, porque quería ver la evolución de mi escritura a lo largo de los capítulos.
