Capítulo 12: La llegada del jefe

Ruta 9, Kanto, 3 de noviembre de 2008.

Blue caminaba por el sendero de la ruta 9, observando detenidamente la pokéball que Red le había dado antes de tomar rutas distintas.

Por los prados había uno que otro niño y niña intentando capturar alguno de los pokémon presentes en la hierba alta, como Rattata, Spearow o Nidoran en sus dos variantes.

Sparker permanecía en su hombro, viendo como su entrenadora caminaba sin mirar hacia delante.

En la pokéball se encontraba Pidgeotto, un pokémon de Red que ella hizo evolucionar cuando era solo un pequeño Pidgey, y que ahora se encontraba a su cuidado, o tal vez era ella quien estaba bajo el cuidado de Pidgeotto.

Venus, su primer pokémon, fue un regalo de cumpleaños por parte de su abuelo y lo quería mucho, teniendo un vínculo especial con ella. Sparker igual lo quería, siendo un pokémon que su abuelo le entregó por si encontraba complicaciones en su viaje para cumplir la misión que le encomendó.

Ahora tenía a Pidgeotto, un pokémon que posiblemente Red le prestó para que pudiera viajar segura a su siguiente destino, Pueblo Lavanda.

Apreciaba mucho que ambos se preocupen por ella, pero sentía que la subestimaban, que no podía con el peso de sus decisiones y que no se podía valer como una entrenadora capaz de defenderse con sus propios pokémon. Con Sparker podía entenderlo un poco, pero con Pidgeotto se reforzaba su teoría.

Incluso, a pesar de que Red le entregó su pokémon para que ella estuviera más protegida, lo hizo a costa de disminuir los integrantes de su equipo, siendo Charmeleon el más capacitado para combatir, ya que Mankey seguía sin querer salir de su pokéball durante el día y Paras tenía una personalidad algo tímida, siendo una desventaja durante los combates.

También interpretaba que Red le entregó a Pidgeotto como una forma de asegurarse de que se iban a volver a encontrar tarde o temprano. Esa idea no le molestaba tanto, es más, la hacía algo feliz.

Dirigió su mirada un momento al camino para evitar algún accidente, encontrándose con algo que le llamó mucho la atención.

Un Meowth, un pequeño pokémon tipo normal similar en tamaño a Sparker, estaba atravesando el sendero de la ruta 9, quedando frente a Blue. Ambos estaban quietos, solamente intercambiando miradas, con el pokémon felino moviendo un poco sus bigotes.

Blue hizo un movimiento algo brusco, buscando la pokéball de Venus para iniciar un combate. El pokémon gato por la acción de la chica, se puso a la defensiva, sacando las garras de sus patas delanteras.

- ¡Sal, Venus! - sacando a su inicial.

Bulbasaur liberó un gruñido, listo para pelear.

Quería atraparlo. No importaba que ella no compitiera en la Liga Pokémon o en ese tipo de cosas, pero desde el incidente en el Cabo Celeste, sus precarias habilidades en combate casi les costaron la vida tanto a ella como a sus pokémon, teniendo que depender de los pokémon de Red, quien ya no la estaba para acompañarla y ayudarla.

No podía mejorar sin tomar la iniciativa de combatir y de atrapar pokémon, era su primer paso y tenía que actuar.

- ¡Látigo cepa! - ordenó Blue.

El pokémon planta extendió sus vainas para atacar al Meowth salvaje, quien evitó el ataque saltando, listo para usar arañazo contra Venus.

Algunos niños en los alrededores se acercaron por la curiosidad de ver a la chica atrapar un pokémon.

- ¡Hoja afilada! - ordenó la chica.

Venus obedeció y lanzó una serie de hojas afiladas contra el Meowth que se hallaba en el aire, golpeándolo y haciendo que callera al suelo.

Blue no desaprovecho la oportunidad, sacó una pokéball de su bolso y la lanzó al Meowth tumbado en el suelo.

El objeto golpeó al pokémon gato, introduciéndolo en su interior. Realizó unos pequeños movimientos, pero el pokémon logró liberarse, todavía con ganas de seguir luchando.

Se acercó hacia Venus, listo para atacar, pero tan pronto como estuvo enfrente de ella se detuvo, lanzando unos pequeños objetos brillantes que tenía guardados en la moneda de su frente, que golpearon a la Bulbasaur de Blue. Se trataba de día de pago, su ataque característico.

- ¿Monedas? - pensó Blue, al ver detenidamente los objetos que el Meowth salvaje estaba usando.

Meowth iba a seguir atacando, estaba vez iba a usar golpes furia.

- ¡Dulce aroma! - ordenó Blue.

Venus soltó de su bulbo una fragancia casi rosada, con un olor bastante relajante, que al ser inhalado por el Meowth salvaje lo hizo cesar su ataque, quedando algo atontado por el dulce aroma.

- ¡Placaje! - ordenó Blue.

El pokémon semilla corrió hacia Meowth, embistiendo y dejándolo tumbado en el suelo otra vez.

Blue tomó otra pokéball de su bolso, arrojándola al pokémon gato con la esperanza de capturarlo esta vez.

El objeto volvió a golpear a su objetivo y a introducirlo en su interior con una luz roja, mientras se iba moviendo lentamente hasta que cesó su movimiento, confirmando que Blue había capturado al pokémon.

La chica sonrió, yendo, corriendo a por la pokéball junto a Venus y a Sparker.

Los niños que habían espectado su combate le aplaudían, felicitándola por haber capturado a ese Meowth.

-Buen trabajo Venus - dijo Blue, acariciando la cabeza de su pokémon.

El pokémon gruñó de felicidad, contento por haber realizado un buen trabajo y hacer feliz a su entrenadora.

De pronto, Venus comenzó a brillar, volviéndose un poco más grande con su tono de piel más azulado, el bulbo de su espalda abriéndose para revelar una flor roja cerrada, mientras la capa del bulbo se convertía en unas hojas verdes.

Blue estaba impresionada con el suceso, rápidamente se agacho para abrazar a Venus ahora evolucionada en un Ivysaur, mientras que Sparker le acariciaba su nueva flor roja con cariño, felicitando a su compañera por haber evolucionado.

Sonreía de par en par, ya había experimentado el evolucionar a un pokémon con el Pidgeotto de Red, pero esta vez, se trataba de su propio pokémon, su primer pokémon.

-Felicidades Venus - dijo Blue, levantándose del suelo - ¡Sal! - sacando a su nuevo integrante de su pokéball.

El Meowth se estaba limpiando su pata delantera derecha con su lengua, para luego ir a recoger las monedas que había lanzado para volver a guardarlas en la moneda de su frente.

Blue se percató por la forma en que se comportaba su pokémon felino, que en realidad era una hembra.

-Te llamaré Kitty - dijo Blue, a lo cual el pokémon de tipo normal levantó su pata delantera, en señal de que aprobaba ese nombre.

Cuando su nueva compañera terminó de guardar las monedas, la devolvió a su pokéball, para luego darse cuenta de que Pidgeotto era el único sin un nombre.

Optó por darle un nombre temporal, como una especie de apodo a lo que estaban juntos antes de devolverlo a su entrenador original.

-A ti te llamaré Otto - pensó Blue, mirando a pokéball de Pidgeotto - Solo momentáneamente.

Siguió caminando por la ruta, con Sparker en su hombro y siendo seguida por Venus. Quería llegar al centro pokémon que se hallaba al final de la ruta, luego tendría que atravesar otra cueva para llegar a su objetivo y ayudar en todo lo posible a la Policía Internacional.

Ya teniendo cuatro pokémon en su equipo, con el último siendo capturado por ella, podía al menos defenderse y contrarrestar a cualquier antisocial o sujeto extraño que se le atravesará.

Mientras tanto, en una instalación subterránea secreta, un hombre de cabello y ojos verdes azulados estaba ingresando, siendo esperado por una mujer pelirroja de ojos rojos, para luego caminar por los pasillos de esa base, ambos vestidos con trajes de oficina, el hombre usando un traje gris y la mujer uno blanco.

La instalación tenía numerosos pasillos, con muchas salas protegidas por compuertas reforzadas con alta tecnología, así como también cámaras en las esquinas.

- ¿Cómo le fue en la reunión de inversionistas "señor presidente"? - preguntó la mujer, que llevaba consigo un portapapeles y un bolígrafo azul.

-Bastante agotador Ariana. Los inversionistas siguen hablando sobre el lavado de dinero y tal - dijo el hombre - Tendremos que acelerar el traslado cuanto antes.

-Eso dependerá del jefe - dijo Ariana.

-Por cierto, ¿El jefe ya se encuentra aquí? - preguntó el hombre.

-Si, llego antes que tú - dijo la pelirroja - Dijo que iba a estar un rato en su oficina privada antes de hablar con el prisionero.

-Entendido - dijo el hombre de cabello verde azulado - Iré a hablar con él.

Se dirigió a un cuarto resguardado por una puerta de seguridad, cuya única manera de acceder era con un escaneo de palma de mano, para confirmar si la persona era de un cargo ejecutivo o mayor.

El hombre puso su mano en el escáner, que escaneó su palma para confirmar su acceso con una luz verde.

La puerta se abrió y en el interior del cuarto se encontraba solamente un escritorio, y un hombre, que miraba la pared del fondo con mucha detención.

El individuo que tenía el cabello corto color negro y los ojos del mismo color, usando un traje gris. Estaba acompañado por un pequeño pokémon de color celeste, que poseía un gran hocico y unas largas orejas, a los pies del hombre, era un Phanpy, un pokémon de tipo tierra.

Miraba una fotografía enmarcada que estaba en su pared, donde podía apreciarse a una mujer de cabello largo color rubio y ojos morados, cargando a un niño, de alrededor de 4 años, con el cabello y los ojos negros, ambos sonriendo.

- ¿Jefe? - preguntó el hombre de cabello verde azulado, un poco asustado de interrumpir a su jefe.

El hombre no respondió, seguía viendo la fotografía mientras recordaba unas palabras.

- ¡¿Cómo pudiste hacer algo así? -

-Respecto a la reunión…. –

-Dime Archer - interrumpiendo a su subordinado - ¿Dónde tienen a Fuji? - preguntó, mientras se volteaba para revelar su rostro completamente serio.

-Por...por aquí jefe - dijo un poco asustando, escoltando a su jefe a la sala donde se encontraba el profesor Fuji.

El prisionero estaba esposado, en una silla en medio de una habitación. Las cuatro paredes que lo rodeaban eran de un acero bastante resistente. Enfrente de él se encontraba una gran puerta que tenía al lado un panel de control, y también había cuatro cámaras de seguridad en cada esquina de la habitación.

Estaba asustado, no sabía en dónde estaba o si seguía en Kanto, sin embargo, sabía quién estaba detrás de todo esto, temiendo por su vida y recordando cómo las personas que lo secuestraron asesinaron a uno de los pokémon que cuidaba mientras ingresaban a su domicilio en Pueblo Lavanda.

De repente, la puerta enfrente suyo se abrió, ingresando a la habitación Ariana, Archer, un subordinado que utilizaba una camisa, un pantalón y una boina negro.

Al final, apareció el jefe de todos, caminando directamente hacia Fuji, con sus manos en su espalda y seguido por el pequeño Phanpy.

Fuji trago saliva, la mera presencia de ese hombre era suficiente para intimidarlo, y no solo a él, sino a la gente que lo rodeaba. El único que parecía no afectarle eso era al pokémon de tierra que lo acompañaba.

-Fuji, Fuji, Fuji - dijo el hombre, quedando en frente del mencionado - Es bueno saber que estás con vida, en serio, lo digo de todo corazón - mientras cerraba los ojos y se dibujaba una simple sonrisa en su rostro.

El profesor no respondió, sus piernas le temblaban y sudaba frío, mientras miraba la sonrisa de ese hombre. No era la clase de persona que hacía eso, al menos no a las personas que tenía en la posición de Fuji.

-10 años buscándote, para que termines estando en un pueblo al noroeste de Kanto - dijo el hombre - En fin, es bueno volver a verte, espero que esta vez consideres trabajar con nosotros.

Siguió callado, era obvio que estaba obligado a trabajar con él, lo quisiera o no. Lo impresionante de todo era que él logró dar con su paradero, a pesar de que logró escapar del hundimiento del S.S. Anne y poder rehacer su vida como un simple hombre de pueblo, encargado de cuidar a pokémon heridos.

También estaba la paciencia que tuvo, durante 10 años, buscándolo, con la esperanza de que estuviera vivo, únicamente para poder conseguir el proyecto génesis.

-Sabes, mis científicos intentaron replicar su proyecto utilizando a los Dittos, pero tristemente nuestras pruebas no funcionaron - dijo el jefe.

- ¿Tanto te importa todo ese dinero que puedes conseguir con el proyecto? - preguntó Fuji, aun temblando del miedo, pero con algo de determinación para encarar al ente controlador que estaba enfrente de él.

-El dinero no lo es todo Fuji - dijo el hombre, mirando fijamente a su prisionero.

El profesor volvió a sentir un escalofrío. No estaba muy convencido de que el hombre que asesinó a tantas personas solo por esa información, no le importara el dinero de por medio. Sin embargo, la manera en que lo dijo, parecía que hablaba en serio.

¿Para qué quería el proyecto génesis entonces?

¿Qué podía querer tal persona además de dinero?

- ¿Qué quiere decir con que replicaron nuestro proyecto? –

El jefe chasqueo los dedos, y de inmediato uno de sus subordinados presionó una configuración numérica en el panel de control al lado de la puerta.

Se escuchó un pequeño estruendo, seguido de las paredes de acero que rodeaban la habitación, desplazándose hacia arriba, revelando lo que ocultaban.

Varios tubos de vidrio bastante grandes aparecieron alrededor de Fuji, llenos en su totalidad por un líquido verde similar al líquido amniótico.

Cada tubo tenía en el interior a unas criaturas, muy diferentes entre sí, pero con algunos rasgos similares, como que todas estaban conectadas por un tubo en sus nucas a la parte superior del tubo, o que todas eran de una tonalidad blanca y orejas algo puntiagudas.

Fuji quedó horrorizado con todo eso. Las grotescas y deformes formas de vida que lo rodeaban le causaban mucha repulsión. Varias de ellas tenían anomalías genéticas, como algunas extremidades más largas que otras, tumores en las zonas de la cabeza o el pecho, ausencia de algunas partes del cuerpo, etc.

-Intentamos crear al clon de Mew, o a una criatura superior a él - dijo el hombre - pero cada experimento resultaba en lo mismo, en una aberración.

-El proyecto génesis en sí está incompleto - soltó Fuji.

- ¿Qué quieres decir? - preguntó el jefe.

-Akashi y yo iniciamos el proyecto génesis para ayudar a las personas y a los pokémon con alguna cirugía o trasplante de algún órgano o extremidad - dijo el profesor.

El jefe y sus subalternos escuchaban detenidamente lo que Fuji decía.

-El querer clonar a un ser vivo completo es más difícil, ya que se necesita una muestra mayor - dijo Fuji - Por eso creamos por accidente a Ditto, ya que solo clonamos una característica de Mew, un clon incompleto.

- ¿Estás diciendo que es imposible clonar a una persona en su totalidad? - preguntó el jefe, un tanto alterado por lo dicho por Fuji.

-No necesariamente - dijo el biólogo - En teoría, puede clonarse un ser completamente, si llenas los agujeros de la cadena incompleta.

- ¿Llenarlos con qué?, ¿Con una muestra mayor de ADN? - preguntó el jefe.

-Si - respondió Fuji - O con una muestra similar, aunque el resultado puede derivar en un ser completamente distinto al original.

-Ya veo - mientras veía como Ariana anotaba todo lo que había dicho Fuji - Solo necesito una muestra más grande - dijo para sí mismo.

-Si - dijo el profesor, sudando frio.

-Muchas gracias - dijo el jefe, colocando su mano en el hombro de Fuji - En verdad, has sido de mucha ayuda - mientras cerraba los ojos y le volvía a sonreír.

Todavía no se acostumbraba a verlo sonreír.

-Protón, por favor escolta al profesor Fuji a la salida - dijo el hombre - Ya no nos es de utilidad, así que puede irse.

- ¡Si! - respondió Protón, yendo a quitarle las esposas a Fuji para llevárselo.

El tal Protón caminaba por los pasillos de la instalación subterránea, seguido por Fuji.

El anciano se encontraba un poco más relajado. Ya habiendo entregado lo que quería a ese hombre, ya no le era de necesidad y por tanto podía volver de nuevo a la libertad.

¿Así de fácil?

Esa pregunta llegó a su mente mientras caminaba y seguía al sujeto llamado Protón. Fue bastante sencillo el volver a la libertad después de todo por lo que tuvo que pasar, esperando que el hombre cumpliera su promesa.

-Por aquí - dijo Protón, abriendo una puerta con un código de seguridad, dando con una habitación pobre iluminada.

Fuji camino despacio, ingresando a la habitación, cerrando un poco los ojos para poder ver.

De pronto, la puerta detrás suyo se cerró, asustándolo y dándose la vuelta.

Tenía razón, era demasiado extraño que lo hubieran liberado así de fácil, ya que él fácilmente podía acusarlos con la Policía Internacional.

Escucho unos pasos que venían detrás de él. Al darse la vuelta de nuevo pudo divisar una silueta. Era similar a las criaturas que estaban en esos tubos, solo que este se veía con un cuerpo más uniforme, salvo por la parte del pecho que se le notaban las costillas, una protuberancia extraña que tenía en la espalda y una cabeza bastante grande, con unos ojos enteramente blancos.

Al verlo directamente a los ojos temió por su vida, mientras la criatura se acercaba a él, no podía hacer otra cosa más que retroceder y chocar con la puerta que se encontraba cerrada.

La criatura al estar frente a Fuji abrió su boca, mostrando unos afilados colmillos, para acto seguido lanzarse hacia el profesor, quien gritaba de desesperación mientras el ser lo iba destripando, arrancando trozos de carne, tejido y partes del cuerpo.

Los gritos cesaron en cierto punto, mientras un charco de sangre iba expandiéndose en el suelo de la habitación, pasando por debajo de la puerta.

- ¡El objetivo ya se ha ido! - dijo Protón a través de un comunicador, viendo como la sangre seguía saliendo por debajo de la puerta.

El jefe sonrió con malicia mientras escuchaba lo que su subordinado le decía por la otra línea, acompañado por Archer y Ariana.

-Asegúrate de limpiar cuando termine de comer - dijo para luego guardar el comunicador.

-Jefe, tenemos un problema - dijo Archer - No tenemos el suficiente ADN de Mew para seguir trabajando.

-Ya oíste lo que dijo, podía usarse otra muestra para llenar con los huecos faltantes - dijo el jefe - Usaremos mi sangre.

- ¡¿Qué?! - reaccionó Archer.

-Mi meta inicial era crear un ser que igualará o sobrepasará las capacidades de Mew - dijo el hombre - Al parecer, para que eso sea posible, ese ser debe llevar algo de mi en él.

- ¿Qué hacemos con…? - preguntó un tanto inseguro.

-De eso yo me encargare personalmente - dijo el jefe firmemente, recordando la fotografía que tenía en su oficina.

-Entiendo - dijo Archer - Por cierto, jefe, ¿Ya habló con la agente Jessica, que fue enviada a robar información de Bill? - intentando cambiar de tema.

-Si - contestó - Me informó también que unos jóvenes habían interferido en su misión y en la del agente Jared.

-Eso había escuchado, que el agente Jared uso una píldora de suicidio en Ciudad Celeste - dijo Archer - ¿Deberíamos hacer algo con esos jóvenes?

- ¡No! - dijo el hombre, bastante alterado por lo que dijo Archer - No les hagan nada - calmándose un poco - No es lo que ella querría - pensó.

Archer estaba suprimiendo el miedo que sentía, había olvidado por un momento las cosas que le molestaban a su jefe.

-Aun así, le pedí que participara en la Liga Pokémon para vigilarlos, ya que al parecer uno de ellos es un entrenador pokémon - dijo el jefe.

- ¿No cree que puedan identificarla? - dudó Ariana.

-Es por eso que le pedí que se hiciera un cambio en su cabello y vestuario, además de suministrarle un suero en caso de que sucediera algo similar a lo ocurrido en Ciudad Celeste - dijo el hombre.

Tanto Archer como Ariana estaban impresionados, por algo ese hombre era el jefe de jefes. Alguien con metas personales y una determinación muy fuerte y con el ansias de cambiar y controlar esa región, y de paso el mundo.

-Vayamos a mi oficina para que me cuentes como te fue con los inversionistas - dijo el hombre retirándose junto con Archer - Ah, y Ariana, podrías hacer que cambiaran el nombre del proyecto.

- ¿Cómo quiere que sea nombrado a partir de ahora? - preguntó la pelirroja.

-Proyecto neogénesis -

Continuará.


nadaoriginal: Sí, coloque algunas semillas que a futuro iban a resurgir, y respecto a la personalidad y actuar de Green, me quise alejar de su faceta de videojuego y anime, aunque también se debe a sus otros lazos familiares y que la edad difiere de las otras versiones. También respecto del fic de Queridos Monstruos de Bolsillo aprovecho de contestar aquí, me base precisamente en el formato de la serie Escalofríos para las historias, con referencias a diferentes series y películas de esa época.