Monarcas sin corona

Un dulce aroma a comida sacó a Sectonia del sueño más placentero que había tenido en muchos años.

No podía recordar la última vez que había dormido tan bien y, aunque lo agradecía, no podía evitar encontrar extraño aquello. Con todas las preocupaciones que tenía en su cabeza, junto a los malos recuerdos que Tar había traído de vuelta sin querer, sus sueños no deberían haber sido tan "agradables", por llamarlos de algún modo.

"¿Habrá sido cosa de ese té relajante que me preparó Tar antes de dormir? No, no creo que sea eso. No sabía muy diferente al té que solía tomar en antaño. Quizás sea cosa de este mundo. Siento una gran cantidad de magia en el ambiente..." se quedó pensativa la araña mientras miraba al techo de la habitación

Al igual que habían decidido que el Taranza de esa dimensión le llamase Toni, habían acordado que ella podía llamarle "Tar". Usando esos motes, podrían poner una distancia entre las personas que ambos habían conocido y ellos mismos, empezando así a reducir la incomodidad que había reinado entre ambos desde que se habían conocido y facilitando su colaboración mutua.

De pronto, algo se movió en la cama. A su lado, Kirby también se había despertado debido al dulce aroma que se extendía por la habitación. Tar le había dejado a ella y Kirby usar su cama (algo grande para una persona que vivía sola) para que pudiesen descansar apropiadamente mientras que él seguramente habría dormido en el sofá de su sala de estar.

—¡Nosdías Toni!— le saludó Kirby con una gran sonrisa.

—Buenos días a ti también, peque— respondió Sectonia.

Salvo que la parte que faltaba en su memoria fuese un periodo prolongado de tiempo, Sectonia apenas había conocido a Kirby unas horas antes de que la misión diese comienzo. Meta Knight ya le había avisado de que el "legendario héroe galáctico" que había puesto fin a la tiranía de eNeMeE un año atrás era muy joven, pero aún así no pudo evitar sorprenderse al verle en persona. ¡Era difícil creer que un bebé que apenas había aprendido a decir algunas frases cortas ocultase tanto poder en su interior!

A Sectonia nunca se le habían dado bien los niños y solía evitarlos, pero Kirby se había ganado su corazón con su aspecto adorable, su inocencia y su bondad. Por no hablar de que gracias a él, el ser que le había arrebatado todo lo que había amado había sido ajusticiado.

"Sólo desearía que ese condenado mago hubiese sufrido un poco más. Por lo que me contó Meta Knight, a Kirby le bastó un sólo golpe de la Varita Estelar para derrotarle..." pensó con un poco de rencor.

—¿Toni fadada, poyo?— le preguntó el pequeño héroe al notar que al araña habría fruncido el ceño.

—No, no. Tranquilo. Sólo estaba pensando en una persona que me cae mal— le respondió con una sonrisa nerviosa.— ¿Estás listo para hoy?

El pequeño Guerrero Estelar asintió con entusiasmo mientras decía "poyo" repetidas veces antes de saltar de la cama y salir corriendo hacia la puerta de la habitación. La noche anterior, antes de que se retirasen a descansar, Tar les había garantizado que ese día se reunirían con el Meta Knight de esa dimensión y que él podría ayudarles a encontrar a los demás miembros de su grupo.

"Deberíamos haber sido sólo Meta Knight, Kirby, su guardiana y yo los que participásemos. Espero que no estemos aquí porque ese necio rey la fastidiase de alguna manera..." gruñó, frustrada por no poder recordar las circunstancias que habían hecho que acabasen en aquella extraña dimensión alternativa. "¿Por qué la elegiría Meta Knight?" se preguntó.

Sectonia suspiró antes de levantarse de la cama y seguir a Kirby. La casa de Tar no era precisamente grande. Contaba con tan sólo una habitación, un aseo y una sala de estar con una cocina abierta. En otro tiempo, se habría reído del tamaño de esa casa, ridículo para alguien que decía ser "el embajador de Floralia en Dreamland." Ella se habría asegurado que el embajador de sus tierras viviese a todo lujo en una ostentosa mansión como ejemplo de la riqueza, poderío y la belleza del Reino de Floralia en tierras extranjeras.

"Que idiota era," recriminó a la imagen de la orgullosa y vanidosa reina en la que se podría haber convertido pero que, al final, sólo llegó a existir en su imaginación.

—Ah, Buenos días. No me di cuenta de que ya habíais despertado— la sacó de su ensimismamiento la voz de Tar. La otra araña estaba preparando tortitas.— Bien, ¡porque el desayuno está casi listo!

Kirby dejó escapar más alegres "poyos" mientras se sentaba a la mesa de la sala de estar.

—Buenos días a ti también— le devolvió el saludo Sectonia mientras se sentaba.

—¿Habéis dormido bien? Hoy nos espera un día largo— preguntó Tar con amabilidad.

—Ambos hemos descansado bastante bien— respondió Sectonia. A su lado, Kirby decía poyo alegremente como confirmación.

Tar no tardó en servirles las tortitas y sentarse a desayunar con ellos. Para sorpresa de ninguna de las dos arañas, Kirby acabó con su desayuno en medio segundo.

—Algunas cosas no cambian de una dimensión a otra— rió Tar.— ¿Estaba rico?— le preguntó Tar a la bolita, quien asintió feliz.

—¡Más,poyo!— pidió el pequeño.

—Kirby, eso no es de buena educación— le riñó Sectonia.

—¿Más, pofi?— repitió el pequeño.

—Eso está mejor, pero aún así Tar también tiene que comer y no puede pararse a preparar más tortitas.

—Ah, pero lo que no sabéis que yo soy un gran mago que puede hacer cosas increíbles— dijo la otra araña adoptando un tono similar al de un prestidigitador de un circo— ¡Tachán! ¡Un segundo plato de tortitas para Kirby!

Mientras decía eso, con un movimiento rápido de sus manos, Tar hizo aparecer un segundo plato de tortitas.

Aquello trajo un dulce y a la vez amargo recuerdo a la mente de Sectonia. Su Taranza también había hecho trucos de ese estilo para animarla en el pasado. La antigua princesa de Floralia suspiró: por mucho que intentase separar a su Taranza del Taranza de esa dimensión, era inevitable que cualquier cosa que el segundo hiciera le recordarse de un modo u otro a él.

Kirby, por su parte se quedó mirando embobado al plato de tortitas que para él había salido de la nada (pero que seguramente estaba preparado de antemano) y comenzó a aplaudir ilusionado antes de proceder a comérselo

Viendo al pequeño, Sectonia decidió no demorar más el desayuno. Sería descortés permitir que las tortitas se enfriasen. Había pasado demasiado tiempo desde que alguien le había preparado el desayuno, pero no por ello había olvidado las buenas costumbres con las que le educaron en la corte.

"Esto está buenísimo. No sé si es porque hace tantos años que no como tortitas que casi había olvidado su sabor, pero no me extraña que Kirby haya querido repetir," pensaba Sectonia, tratando lo mejor que podía de seguir manteniendo la compostura y no devorar las tortitas como un animal salvaje hambriento.

—¿Qué te parecen?— le preguntó Tar.— He estado aprendiendo a cocinar y sé que Kirby no es un juez objetivo dado que se come todo lo que le pongan por delante— explicó.

—Hacía tiempo que no comía algo tan delicioso— le respondió ella con sinceridad.

—¿De verdad?— preguntó ilusionado. Sectonia asintió.— ¡Sabía que Marx estaba mintiendo cuando las probó el otro día!— exclamó Tar, molesto.— "No sé, no le encuentro el gusto. Creo que necesito más" me dijo el diablillo. Y encima Magolor le dio la razón. ¡Lo que pretendían era hacer que les preparase más! Si es que no te puedes fiar de esos dos.

Otra persona le preguntaría quienes eran Magolor y Marx, pero Sectonia no iba hacerlo. Aunque ahora hubiese algo de normalidad entre los dos, no podía permitirse el lujo de conocer a Tar a un nivel más cercano. Contra menos supiera de su vida personal, mejor. No podía permitirse ninguna clase de distracción. Al fin y al cabo, una vez hubiese acabado la misión, no volvería a ver a Tar nunca más.

—¿Pudiste hablar con el Meta Knight de esta dimensión después de que se cortara vuestra conversación?— le preguntó Sectonia para centrar el tema.

—Sí. Todo sigue previsto para reunirnos con él y el rey al mediodía— le confirmó.

—¿Cuanto tiempo se tarda en llegar de aquí al castillo de esta dimensión? Creo que ayer dijiste que es un buen trecho— recordó.

—Salvo que consigamos encontrar una Estrella Remolque o un par de Wheelies dispuestos a llevarnos, tardaremos un par de horas. Voy a terminar de preparar algunas provisiones para el viaje y nos vamos. ¿Por qué mientras tanto no sales con Kirby al jardín? Parece sentirse un poco agobiado de estar ahí sentado sin hacer nada...— añadió señalando al pequeño, cuyo ceño fruncido desapareció al oír aquello.

—¡Jadín, jadín, poyo!— repitió Kirby alegremente.

—Vale, pero no te retrases— cedió Sectonia.— No podemos perder mucho tiempo...

Kirby fue corriendo hacia el jardín sin más miramientos. Sectonia se puso la capucha de su capa y salió al jardín tras de él.

Cuando habían llegado a la casa de Tar el día anterior, se había sentido tan agotada que no había reparado en él. Ahora que podía verlo con claridad, no pudo evitar sentirse sobrecogida por su belleza. Era como si alguien hubiese cogido un pedacito de Floralia y lo hubiese puesto en Dreamland.

"¿Ha cultivado Tar todo esto él solo? Es increíble. Taranza siempre tuvo buena mano con las flores, pero nunca tuvo tiempo para dedicarse a la jardinería a este nivel" contempló Sectonia con nostalgia, mientras miraba todo cautivada. Allí había plantas y flores que no había visto en años y que pensaba que no iba a volver a ver, como...

Sectonia se detuvo al ver un parterre lleno de un tipo de flor concreta. Las flores más hermosas que una vez habían florecido en su reino. Las mismas frente a las que una vez confesó sus sentimientos a la persona que amaba.

—Flores de Luna de Floralia— dijo a media voz mientras acariciaba los pétalos cerrados de una de las flores. Una mezcla de sentimientos se arremolinó en su corazón. ¿Era felicidad por haber encontrado ese pedacito de su pasado o era tristeza por todos los dolorosos recuerdos que las flores evocaban?

Todas las flores de Luna de Floralia se habían perdido, junto a la mayor parte de la flora, cuando las fuerzas de eNeMeE habían arrasado su reino para luego ocupar sus tierras. Las únicas plantas que habían florecido en Floralia después de aquel fatídico día habían sido aquellas que podían usarse para crear venenos y otras sustancias dañinas. N.M.E había prohibido replantar cualquier flor que no fuese útil para su causa.

Lo que una vez había sido un hermoso reino, aliado con la GSA, había acabado siendo un lugar hostil, casi yermo. Los bosques y prados de las islas celestiales habían sido convertidos en fábricas o destruidas completamente debido a la minería excesiva. Los supervivientes tanto de su pueblo como del resto de los Habitantes de los Cielos se habían visto obligados a esconderse y sobrevivir en lo a riesgo de convertirse en esclavos, sujetos de prueba o monstruos bajo el control de un tirano intergaláctico.

En cuanto a Sectonia, había acabando siendo la única persona sobre la faz de Floralia con el poder de proteger a su gente. Y no sólo se había convertido en la guardiana de los Habitantes de los Cielos, sino también en un objetivo directo de N.M.E. Había pasado de ser de la futura reina a una fugitiva en su propia tierra.

"Ni si quiera pudimos hacerle un funeral a todas las personas que perdimos ese día..." pensó con dolor. A veces se preguntaba por qué el destino había querido que ella sobreviviese. "No fue el destino y lo sabes. Estás viva gracias a él. Por eso seguiste luchando," se recordó a si misma.

De pronto, algo le tocó la espalda, sobresaltándola y poniéndola en alerta de tal forma que por puro instinto hizo aparecer sus estoques. En un abrir y cerrar de ojos se había girado ferozmente hacia el asaltante y le había puesto las armas a la altura del cuello.

Salvo que no era un asaltante, era Tar, quien había cerrado los ojos y temblaba un poco.

—Lo siento. Sólo estaba preocupado por usted y como no respondía a mi llamada...— se disculpó la araña. Aunque Tar se esforzaba en contenerlo, Sectonia podía notar el miedo que sentía en ese momento.— Ha sido culpa mía, lo siento— volvió a disculparse.— No volveré a contrariarla.

Aquella reacción llamó la atención de Sectonia, sobre todo porque "Tar" había vuelto a tratarla con ese tono de adoración forzado que había usado en su primer encuentro.

—Tranquilo. No ha sido culpa tuya. No debería haber reaccionado así estando en un lugar seguro...— le dijo en un tono conciliador, tratando de tranquilizarle. Sectonia no comprendía esa reacción, pero intuía que no podía tener ningún origen positivo.

"¿Acaso mi yo de esta dimensión le trataba con crueldad?" fue la explicación que se le ocurrió. La idea de que ella haciéndole algo malo a Taranza hizo que se estremeciera.

Por su parte, Tar abrió los ojos de nuevo y se quedó mirándola como si fuera la primera vez que la viera. Su temor se disipó poco a poco cuando reconoció que ella no era su Sectonia.

—No pasa nada, Toni. No se que me ha pasado— dijo él torpemente mientras se frotaba la cabeza con una de sus manos, como quitándole importancia al asunto.— Supongo que ha sido cosa del susto— mintió.

—De veras lamento lo ocurrido— se disculpó Sectonia, decidiendo no indagar de momento en por qué Tar había reaccionado de esa manera, pues aún se le veía bastante nervioso.—Por tu seguridad, no vuelvas a hacer eso— le pidió.— No reacciono muy bien a ese tipo de acercamientos, y no es algo que pueda controlar.

Tar la miró con preocupación. Él también debía haber intuido que había algo detrás de la abrupta y desproporcionada reacción que ella había tenido cuando le tocó la espalda. "¿Por qué tiene que pasar esto justo ahora que que las cosas se estaban volviendo más normales, dentro de lo posible, entre los dos?" lamentó la araña.

Un gritito agudo hizo que la amarga tensión entre la dos arañas se rompiese. Ambos se giraron para ver de donde provenía. Kirby se había quedado enganchado en unas enredaderas mientras jugaba y se había sobresaltado. Tar se apresuró a sacarlo de ahí, seguramente más por preservar la integridad de su jardín que por creer que Kirby no pudiera salir de ahí él solo.

—Deberíamos ponernos en camino, salvo que quieras que Kirby te destroce el jardín— le dijo Sectonia a Tar una vez volvió con el Guerrero Estelar entre sus manos. Este no discutió.

No tardaron en emprender el viaje hacia el castillo de Dedede. Tras ese desafortunado incidente, una nueva tensión se había formado entre las dos arañas, y aunque ambos trataban de ignorarla distrayéndose con comentarios banales sobre la geografía de ese Dreamland alternativo, no lo conseguían del todo.

Porque ahora sabían que ambos habían pasado por mucho sufrimiento y ninguno se atrevía a preguntarle al otro por su historia.

El Dedede de la dimensión de Tiff nunca había tenido un sueño tan agradable como el que estaba teniendo esa noche. Todo el mundo le adoraba, tenía un montón de dinero y estaba disfrutando de la comida más deliciosa del mundo ¡Absolutamente todo era perfecto!

Bueno, todo no. La primera parte del sueño que había sido un poco rara. Había acabado en una dimensión alternativa donde había tenido que luchar contra otro Dedede. Dicho Dedede que no solo se llevaba bien con un Kirby parlante y un Meta Knight que daba mal rollo, sino que por alguna extraña razón era súper fuerte (seguramente, porque hacía trampas). Pero aparte de eso, el resto del sueño había sido tan perfecto que sólo quería dormir y dormir hasta bien entrado el medio día. O quizás el día entero.

Fue en ese instante cuando alguien comenzó a tocarle una melodía muy cerca de su oído con una trompeta, dándole tal vuelto al corazón que le hizo levantarse de su lecho de un salto, casi rompiendo el techo de la tienda de campaña en el proceso.

—¡MOCOSO MALCRIADO! ¡TUS PADRES ME VAN OIR! ¡VAS A ESTAR CASTIGADO HASTA EL SIGLO QUE VIENE!— gritó furioso mientras miraba a los lados en busca del culpable habitual detrás de ese tipo de bromas. Pero en lugar de encontrarse al hijo de Sir Ebrum riéndose por su trastada, el rostro que le recibió fue el suyo propio mirándole con una expresión divertida.

—Menudo bote. Un poco más y creo que rompes el récord de la galaxia de "salto en cama debido a susto"— se burló el otro Dedede.

"Espera, ¿entonces la parte del universo alternativo no era un sueño? Diablos, ¡eso significa que perdí contra este Dedede de segunda!" se lamentó Dedede internamente, frustrado. "Debo encontrar la forma de devolvérsela..."

—Por cierto, ¿a quién le has llamado mocoso malcriado? Porque a mi no te estarías refiriendo, ¿verdad?— le preguntó ese Dedede, visiblemente molesto e incluso un poco enfadado.

—Te confundí con el hermano de la metomentodo. Disfruta gastándome bromas—respondió un tanto irritado.— ¿Qué hora es?

—Las nueve de la mañana.

—¿Nada más? Quita, quita. Me vuelvo a dormir— dijo con desdén mientras volvía a recostarse en el saco de dormir y le daba la espalda a su versión alternativa.

—¡Ni hablar! ¡Tienes que trabajar! ¡Si querías dormir haberlo pensado antes de destruir mi castillo!— se quejó el otro.

—Tarde. Ya estoy durmiendo— se burló antes de empezar a soltar ronquidos falsos. Una pequeña risa se le escapó al oír al Dedede de segunda gruñir.

Su risa se cortó cuando el otro Dedede lo levantó en volandas y lo sacó de la tienda con brusquedad. A continuación, le quitó a la fuerza el saco de dormir con tal potencia que le dejó tirado en el suelo. Dedede levantó la mirada, solo para descubrir como el Meta Knight de esa dimensión le miraba fijamente no muy lejos de ahí, como si estuviera juzgándole. ¿O quizás encontraba divertida esa situación?

—¡¿Pero cómo te atreves a humillarme de esta forma?! ¡Esta no es manera de tratar a un rey!— le gritó enfurecido Dedede a su otro yo mientras se levantaba.

—¿Y usar un robot robado para destruir su castillo sí es manera de tratar a un rey?— le reprochó este.

—¡Eso no cuenta!¡Yo soy el rey de Dreamland en la mía y cualquier otra dimensión, por lo tanto ese castillo también me pertenecía y tenía todo el derecho a reclamarlo y destrozarlo a mi antojo!— protestó.

El otro Dedede y su Meta Knight, quien se había acercado a ellos, intercambiaron una rápida mirada que él no supo interpretar.

—No sé como discutir eso— dijo el supuesto monarca de ese Dreamland, perplejo.

—Je. Entonces admites que tengo razón— presumió.

—No. Es que es el razonamiento más absurdo que he oído nunca. No sé como funciona tu cerebro cómo para haber llegado a esa conclusión.

—Pista: no funciona— oyó decir a una de las voces que más le irritaban del mundo a su espalda.

Como si no tuviese un día malo, encima tenía que llegar Tiff a amargarle aún más la mañana. Estaba montada en lo que parecía ser la Estrella Remolque de Kirby, salvo que era más grande de lo normal. La niña iba acompañada por el Kirby parlante, el Waddle Dee con bandana (quien parecía ser el perrito faldero de su versión alternativa) y el pegote azul de ojo saltones viviente que aún no sabia que pintaba ahí.

—¿Que hacéis aquí, panda de mocosos?— les preguntó Dedede de mala gana. A continuación, reparó en que Tiff llevaba en la mano lo que parecía una rama de árbol gruesa a la que alguien había tallado un mango y exclamó:—¡¿ Y quién diablos te ha dado un arma?!

—Venimos a informar de que estamos listos para irnos— respondió la impetuosa niña, ignorando deliberadamente su pregunta acerca del arma.

—¿Es para siempre?— preguntó ilusionado.

—¡No, poyo!— exclamó la amenaza rosa 2.0, como si insinuar aquello hubiese sido una grave ofensa.—¡¿Como nos vamos a ir para siempre?! ¡Bandana vive en el castillo, a Gooey le gusta venir de visita de vez en cuando y Dedede es mi mejor amigo!

Una expresión de asco se dibujó en el rostro de Dedede al oír a ese Kirby referirse a él como "su mejor amigo". Sí, sabía que la molesta bolita se estaba refiriendo a su versión alternativa, pero aún así no soportaba la idea de llevarse bien con esa amenaza rosada en ningún contexto.

—Nos vamos a recoger a mi hermano. No sé cuanto tardaremos, pero volveremos— respondió Tiff, con un tono que daba a entender que sabía que esa respuesta iba a irritar mucho al monarca.

No sólo iban a volver si no que encima iban a traer a Tuff con ellos. ¡El día no hacía más que mejorar!

—¿Llevas un airbag, Tiff? A veces a Kirby se le va la velocidad y acaba estrellando la estrella remolque— dijo el Dedede alternativo en tono de mofa.

—¡Oye! Sólo hago eso cuando viajo solo, poyo— se quejó el Kirby parlante hinchando sus mofletes, haciendo que el Dedede inferior soltase una carcajada.

—Estad alerta por si vuelven a aparecer seres como los de anoche— les advirtió en un tono serio Meta Knight.

"¿Seres como los de anoche?" repitió Dedede en su mente, extrañado. "¿Me he perdido algo?"

—Descuida Meta Knight. ¡No bajare la guardia en ningún momento!— dijo el Waddle Dee con la Bandana. Dedede aún no se acostumbraba a ver a los Waddle Dees hablando y siendo medianamente competentes. ¿Por qué le habían tenido que tocar a él los Waddle Dees cutres?

—Bien, porque Kirby y Gooey se distraen hasta con el vuelo de una mariposa— dijo el otro Dedede, aún en ese tono de burla.

—Yo no me distraigo con...— comenzó a negar el Kirby parlante.

—¡Mira Kirby! ¡Una mariposa!— le interrumpió el pegote azul, señalando con la lengua a una mariposa de tonos anaranjados

—¿Oh? ¿Dónde? ¿Dónde?

—Ejem— fingió una tos el Meta Knight intimidante para reclamar la atención de la amenaza rosada.— Deberíais partir ya. Daroach os está esperando y no debéis malgastar su tiempo.

—Jeje, cierto. ¡Hasta luego Dedede, Meta Knight y Dedede!— se despidió de ellos el Kirby parlante con un gesto y una sonrisa. El resto de mocosos hizo lo mismo antes de que la Estrella Remolque se marchase volando a gran velocidad. Lo último que vio Dedede de los niños fue la expresión de temor de Tiff cuando la estrella salió disparada hacia el cielo.

—¿Y como es que tú no te vas con ellos?— se giró Dedede a su contraparte.—Creía que tú y esa amenaza rosada erais "súper coleguis chachi pistachi,"— dijo en un tono cursi, esperando irritarle.

—Primero, Kirby es ante todo mi rival— le corrigió el Dedede alternativo. Dedede puso los ojos en blanco: eso no se lo creía ni él. Estaba claro que entre esos dos había algo más que rivalidad. Y por algún motivo, eso le sacaba de sus casillas.

—Segundo— siguió el supuesto rey de ese Dreamland,— si yo me marchase, tú aprovecharías para encasquetarle a Escargoon todas tu tareas. Te tengo caladísimo.

A continuación, su contraparte sacó un casco de obrero de su abrigo y se lo plantó en la cabeza con brusquedad mientras decía:

—¿A qué estás esperando? ¡Ponte manos a la obra que el castillo no se levantará sólo!

—¡No! ¡ No puedes obligarme a hacer nada!— se negó en rotundo mientras se quitaba el casco con agresividad, tirándolo al suelo. El otro Dedede le miró fijamente, pero él no se amedrentó.— ¡Soy un rey y estoy por encima de esto!

—Aquí no eres rey de nada: eres alguien que ha cometido un error y tiene que aprender a lidiar con las consecuencias— dijo su contraparte con cierto tono de exasperación, mientras recogía el casco y le limpiaba la tierra.

—¿Qué más te da lo que tenga o no que aprender? Es mi vida, no la tuya— le replicó frustrado.— Además, ¡todo esto es culpa tuya! Si me hubieras dejado tomar tu castillo por la buenas ahora no tendrías que vivir en un campamento.

—¡¿Cómo puedes tener tanta cara?!— replicó el otro, enfadado.

—Por no hablar de lo feo que era tu castillo. ¡Te he hecho un favor destruyéndolo!— siguió Dedede.— ¿Como podías vivir en un sitio con una fachada tan cutre? Por no hablar de toda esa iluminación innecesaria... Ni que te diese miedo la oscuridad.

Una expresión sombría cruzó el rostro de su versión alternativa. Fue muy breve, pero aún así Dedede la notó. "¡Ajá!¡Eso debe significar que he acertado! Ya tengo algo que usar en su contra," pensó con maldad

Su versión alternativa parecía estar a punto de decir algo, pero se detuvo en el último segundo. Dedede aprovechó para seguir atacándole.

—¿Es eso? ¿No puedes dormir si no tienes una luz encendida como si fueras un crío?— insistió en ese tema, en un tono ofensivo.

—No sabes de lo que estás hablando. Mi paciencia tiene un límite y estás cerca de cruzarlo...— le advirtió el Dedede de segunda en un tono que sonaba algo amenazante.

Dedede, sin embargo, decidió ignorar la advertencia. Le estaba divirtiendo tanto sacar de sus casillas a su otro yo que merecía la pena correr el riesgo. Total, ¿qué es lo peor que podía hacerle?

—Además, ¿de donde has sacado a esos Waddle Dees tan bobalicones? Serán capaces de hablar, pero si no saben apreciar mi grandeza significa que son muy tontos. Por no hablar de...

Dedede no llegó a terminar esa frase porque su contraparte casi le salta encima como un animal furioso, dándole un susto tremendo. Lo único que evitó que eso pasase fue que el Meta Knight intimidante se puso entre ambos en el último momento.

—Dedede, calmate— le pidió el Meta Knight que daba miedo al otro Dedede (que en ese instante daba más miedo que el caballero).

—¡SUÉLTAME! ¡No pienso tolerar que este mentecato insulte a mis Waddle Dees!— exclamó este fuera de sí.

—¡No voy a soltarte hasta que te calmes!— se negó el Meta Knight intimidante.— ¡Eres mejor que esto! No permitas que este tipo te baje a su nivel.

El otro Dedede gruñó, pero finalmente se detuvo. Dedede suspiró aliviado de haberse librado.

—Y tú a ver cuando aprendes que aquí tu título no vale de nada. Sólo hay un rey en este Dreamland y definitivamente no eres tú—le espetó Meta Knight.—¿O acaso to comportamiento se debe estás buscando pelea? Te aviso que saldrías incluso peor parado que ayer— advirtió el caballero.

Ante la furia de su contraparte y el aura intimidante de Meta Knight, a Dedede no le quedó otra que desistir en su discusión.

—Tchht, que pesados. Me iré a trabajar sólo para no tener que oíros— cedió a regañadientes.— ¿Qué tengo que hacer?

—Escargoon lleva un rato trabajando en el interior del castillo junto a varios de mis Waddle Dees. Reúnete con él y ayúdale a asegurar los cimientos para la reconstrucción— le ordenó su contraparte de mala gana. A continuación, llamó a unos Waddle Dees cercanos y les pidió— escoltadle y mantenedle vigilado para que no se escaquee. Además, os ordeno que le pinchéis con las lanzas si se mete con vosotros— añadió con algo de malicia.

—¡Ni se os ocurra! ¡Soy un rey y debéis guardarme respeto! ¡Si me meto con vosotros os tenéis que aguantar!— les gritó Dedede.

Los Waddle Dee miraron alternativamente entre los dos Dedede. Después de murmurar entre ellos unos segundos, el más cercano de ellos se giró hacia el Dedede de esa dimensión y le dijo en un tono un poco dubitativo.

—Bueno, si usted lo ordena así se hará.

Dedede le lanzó una mirada de odio a su contraparte, pero no le dio tiempo a decir nada más porque los Waddle Dees empezaron a atosigarle para que avanzara hacia el castillo. Si tan sólo tuviera su martillo podría golpearles en cuanto nadie le viera y pirarse corriendo de allí, pero lo había perdido cuando el club de fans del Meta Knight intimidante le había asaltado y capturado. No le quedaba más remedio que hacer lo que le pedían hasta que encontrase la mínima oportunidad para escapar de esa situación. Quizás Escargoon tendría ya algún plan de escape.

Dedede se giró un momento a mirar al Dedede de segunda. El otro monarca estaba conversando con el Meta Knight intimidante, quien le había tomado de la mano. Por algún motivo, ver aquel gesto de confianza y cercanía entre los dos le llenó de rabia. Dedede no comprendía por qué todos parecían respetar y adorar a su contraparte mientras que a él le ninguneaban. ¡Si hasta tenía a esa versión más competente de Meta Knight y a la amenaza rosada 2.0 comiéndole de la mano! Con esos dos de su lado, y sin los hijos de Sir Ebrum para molestarle, nadie podía oponerse a los deseos de ese Dedede.

"Si somos la misma persona, ¿qué tiene él que no tenga yo? Debe de ser dinero. Seguro que tiene a todos sobornados," dedujo. "¡O quizás tiene a un monstruo escondido en algún lado que ha hipnotizado a todo el mundo para que le adoren! Puede que incluso..."

Mientras caminaba hacia el castillo, Dedede siguió dándole vueltas a ese asunto (con ideas cada vez más absurdas) hasta que tomó una decisión.

"Voy a descubrir su secreto y, cuando lo haga, ¡haré que todos me adoren a mi!"

Notes:

Sobre el retraso de este capítulo sólo tengo algo que decir: Tears of the Kingdom es un verdadero juegazo. Sí, la contractura del cuello me ha fasitidado bastante en los últimos dos meses, pero el verdadero culpable de que este capítulo haya tardado tanto en salir ha sido el Zelda.