Leves consecuencias
Taranza suspiró abatido. El camino hacia el castillo de Dedede había sido largo, tenso y un poco ajetreado ya que tanto él como Toni habían tenido que evitar que el Kirby bebé se fuese corriendo por su cuenta y acabase perdido. El pequeñín era extremadamente curioso y todo lo de ese Dreamland le llamaba la atención y le atraía. Pese a que esa actitud era un poco problemática dada las circunstancias, Taranza no podía evitar encontrarla un tanto entrañable. Lamentaba no poder permitir al pequeño explorar libremente.
Por otro lado, Taranza tenía que agradecer su suerte. Hasta el momento, no habían sufrido ningún percance ni se había encontrado con ninguno de sus conocidos, lo cual le habría puesto en un aprieto al tener que mentirles sobre sus acompañantes.
Y justo con ese pensamiento se acabó dicha suerte. Justo un poco más adelante pudo distinguir a una de las personas a las que menos quería ver en esas circunstancias, recorriendo el mismo camino que ellos en dirección contraria mientras jugaba con una pelota.
Aún no parecía haberles visto, así que Taranza buscó un lugar del en el que él y sus acompañantes pudieran esconderse para evitarle, pero fue en vano. No sólo no había si quiera un triste arbusto lo bastante grande para los tres, sino que en ese instante...
–¡Eh, Kirby! ¡Chico araña! ¿Cómo vosotros por aquí?
... Marx les había visto y se acercaba a ellos dando botes sobre su pelota.
Taranza miró a sus acompañantes. Toni había entrado en un estado de tensión semejante al de un animal en alerta que podía saltar en cualquier momento ante una amenaza (solo le faltaba bufarle a Marx como advertencia). Con un gesto, Taranza le indico a su acompañante que se tranquilizara. Aunque Toni relajó su postura, se mantuvo con la guardia en alta. El Kirby bebe, por su parte, miraba a Marx dar saltos embobado, siguiendo los rebotes de este con la mirada.
–Hola, Marx– saludó Taranza a regañadientes cuando este les alcanzó. ¿Por qué de todas las personas de Pop Star tenía que toparse con él.? – Me encantaría quedarme a charlar, pero vamos con prisa: tenemos audiencia con el Rey Dedede– añadió mientras trataba de escabullirse.
–El viejo Dedede puede esperarse un rato– replicó Marx en un tono algo despectivo. A continuación, el bufón se detuvo a mirar a la bolita rosada.– Oye, ¿que le pasa a Kirby? Lo veo como esmirriado y sus colores están raros...
–¿Poyo?– dijo el Kirby bebe, ladeando la cabeza confuso.
–Y me mira como si no me conociera– siguió Marx.– ¿Está enfermo o se ha dado un golpe en la cabeza y se ha quedado alelado?
–Le alcancé con un hechizo rejuvenecedor sin querer– respondió Taranza con la mentira que ya había ensayado previamente. Quizás le fue tan fácil contarla porque él había creído que eso era lo que había sucedido en un primer momento.
–Espera, espera. ¿Has convertido a Kirby en un bebé? JAJAJA– rió Marx, como si fuera lo más gracioso que había oído en mucho tiempo, dejándose caer de la pelota.– Ahora sí que la has hecho buena. Imagínate que justo ahora Dreamland fuese atacada o a alguien le diera por hacer que el Sol y la Luna se peleasen con e fin de engañar a alguien para invocar a Nova y robar su deseo para convertirse en alguien súper poderoso...– hizo una pequeña pausa antes de terminar en un tono más acusador– o revivir a alguien.
Taranza se estremeció dolido al oír aquello último. Aunque parecía haber empezado como una broma de algo que el propio Marx había hecho en el pasado, el bufón había rematado con una acusación en la que además había decidido revolver en el pasado de la araña.
–Tar, ¿quien es este payaso?– saltó Toni es un tono agresivo.
–Bufón– corrigió Marx.–Y yo debería preguntar lo mismo. ¿Quién es esta misteriosa y algo sospechosa encapuchada?– inquirió.
–Mi prima. Tiene la piel sensible por eso va tan tapada– respondió Taranza con otra mentira que ya había acordado previamente con Toni.
–Una excusa extrañamente conveniente. Pero, ¿por que mentiría nuestro amigo y vecino el Chico araña?
Taranza gruñó en frustración. No sabía si Marx de verdad sospechaba de él y trataba de arrinconarle con sus palabras o sólo estaba intentando sacarle de sus casillas por puro entretenimiento.
–Oye Marx, ¿por qué no te vas a tocarle las narices a otro? Tenemos un poco de prisa...– dijo Taranza, irritado. Tenía cosas más importantes que hacer que perder el tiempo lidiando con Marx.
–No es mi culpa que me aburra porque Mags me haya echado de la Lor mientras investiga no se que de unos portales para que no le moleste– se quejó este. Toni dio un respingo al oír lo de los portales, pero o Marx no lo había visto al tener su atención puesta en Taranza o había optado por ignorarlo de momento.– Bueno, sí que lo es pero es que odio estar encerrado en casa sin hacer nada.
–Espera, ¿qué es eso de unos portales?– preguntó Taranza, fingiendo su desconocimiento. ¿Cuanto sabia Marx acerca de ese tema?
–Unos portales raros que se abrieron ayer, pero estuvieron tan poco tiempo abiertos que no pude ni acercarme a husmear– respondió Marx como si el asunto no fuera grave.– Mags lleva desde que se abrieron pegado al ordenador de la Lor haciendo análisis y no se que más. No lo había visto tan concentrado desde que se puso a hacer los bocetos finales para su parque de atracciones. Menudo empollón.
Así que Magolor seguía investigando el asunto de los portales. En la llamada que le había hecho tras recuperar la conexión, Meta Knight había mencionado que Magolor había compartido información acerca de estos, pero no quería revelarle los detalles en una conversación telefónica por el riesgo de que la línea pudiese estar siendo espiada de alguna manera. A Taranza, esa precaución le parecía un tanto excesiva, al punto que rozaba la paranoia, aunque quizás aquello venía de que Meta Knight no terminase de confiar en Susie y nada creado por ella.
Aunque el sistema de comunicación hubiese sido un regalo de buena fe, Taranza no podía culpar a Meta Knight por no fiarse de la actual CEO de HWC después de lo que ella le había hecho pasar. A veces se preguntaba por qué Dedede le había perdonado a él por hacerle algo parecido. Aunque en su defensa, al menos él no había realizado modificaciones cibernéticas no consentidas en el cuerpo del monarca.
–Oh, que fácil sería derrotarte en ese estado, Kirby.
Aquella frase dicha en un tono malicioso sacó a Taranza de sus pesquisas. Alguien que no conocía a Marx podría confundir algo dicho de esa manera como una amenaza en vez de una simple travesura (aunque a veces con Marx la línea entre una y otra se desdibujaba bastante), y efectivamente, Toni no dudó en sacar sus estoques.
–Mantente alejado de él– amenazó la araña encapuchada a Marx, apartando a Kirby, quién gimió sorprendido, y apuntando sus armas hacia el bufón.–No permitiré que le pongas las manos encima.
–¿Qué manos?– replicó Marx en un tonó burlón.– Además, sólo estaba de broma. Nunca haría daño a mi queridísimo amigo Kirby– añadió acercándose al aludido con un gesto tan exageradamente afectivo que parecía falso.
–¡Amigo,amigo, poyo!– repitió el bebé Kirby, para quien el gesto había sido genuino. La bolita parecía pedirle a Sectonia que se relajara y confiara en Marx (lo cual bajo el punto de vista de Taranza era un error).
–Dejate de juegos conmigo. No acabará bien para ti– le advirtió Toni al bufón, retirándose un poco pero sin guardar sus armas.
Marx por su parte miró a Toni de arriba a abajo antes de sonreír de lado a lado.
–Je, esta prima tuya es peleona. Me gusta– le dijo a Taranza.– Deberías participar con ella en el torneo en vez de con Mags, salvo que quieras no sólo perder sino además llevar una camiseta promocional de Magoland durante toda la competición.
–No pretende quedarse más tiempo del necesario. Sólo está de paso– dijo Taranza. Y esa vez no había necesitado mentir. Toni había dejado bien claro que una vez acabada esa misteriosa misión que parecía tener, no volvería a verla. No sabía si aquello le hacia sentir alivio o tristeza.
–Una lástima. Estoy seguro de que las cosas serían más entretenidas con ella por aquí– lamentó el bufón.– Bueno, me ha entrado hambre así que voy a ver que tiene Kawasaki en el menú del día. ¡Ya nos veremos en otra ocasión!
Marx volvió a subirse de un salto en la pelota y se giró como si fuera a marcharse, permitiendo a Taranza, por fin, respirar tranquilo. Sin embargo, el alivio apenas duró dos segundos, porque Marx, de espaldas a ellos, volvió a hablar una vez más antes de irse:
–Por cierto, todo eso de que has convertido a Kirby en bebé se me hace raro. Es decir, ¿cuando ha ocurrido? Ayer cuando Magolor se reunió con él y los demás estaba perfectamente.
Oh no.
–Ha sido esta mañana– mintió de manera nerviosa. Marx le había pillado con la guardia baja. A su lado, Toni se había puesto tensa, bueno, más de lo que ya estaba.
– ¿Ha ido desde el castillo de Dedede hasta tu casa él solo con todo lo que está pasando? Me extraña
Taranza tragó saliva. Estaba claro que Marx no le creía. Quizás no lo había hecho desde el principio y sólo había estado jugando con él todo ese rato. La araña trató de inventarse alguna excusa rápida, pero el bufón, quien se había acercado peligrosamente a él, no le dejó.
–No sé que estáis tramando tú y tu "prima", chico araña, pero más vale que sea algo aburrido si has decidido mantenerme al margen– le susurró Marx en un tono que sonaba algo amenazante.
–No estoy tramando nada– se quejó Taranza, apartando a Marx de manera algo brusca antes de que Toni le saltase encima.– Sólo estoy intentando ayudar.
–Meh. Que rollo– dijo este recuperando su comportamiento habitual.– Avisadme cuando las cosas se pongan divertidas.¡Hasta otra, chico araña, sospechosa prima de Taranza y "Kirby"!
Y dicho eso, ahora sí, Marx se alejó dando botes en su pelota en dirección al mercado central de Dreamland mientras el Kirby bebé le despedía animadamente. Taranza decidió que ya habían perdido bastante tiempo e indicó a sus acompañantes que reanudaran la marcha.
–Tar, ¿de que conoces a ese tipo?– preguntó Toni mientras caminaban, más irritada que curiosa.–¿Es el mismo Marx que mencionaste durante el desayuno?– añadió. A Taranza le sorprendió un poco que Toni recordase esa conversación considerando el poco interés que parecía tener en ese mundo y sus habitantes.
–Así es– respondió.–Es amigo de Kirby y compañero de piso de otro amigo nuestro. Se define a si mismo como un "agente del caos".
–¿ Es amigo del Kirby de esta dimensión? No parece de fiar– repitió, un poco anonadada.
–Bueno, nuestro Kirby tiene sus peculiaridades a la hora de hacer amistades. Ademad, Marx es una de esas personas que es mejor tener de aliado.
–Mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos aún mas cerca– dijo la otra araña con un gesto pensativo.– Es una táctica razonable si la alianza supone un beneficio y se disponen de los recursos para evitar una traición. Vuestro Kirby debe ser un líder poderoso, intimidante y carismático.
Taranza se vio forzado a reprimir una risilla. Kirby distaba mucho de ser un "líder carismático e intimidante". De hecho, dudaba que el joven héroe se considerase a si mismo un líder. Si bien había sido él quien había reunido a aquel extraño grupo para detener al Jambastion, el joven héroe lo había visto más como "¡todos mis amigos y Dark Meta Knight han venido a ayudar!" que como una alianza entre personas con diferentes intenciones que se habían visto forzados a dejar de lado sus diferencias para evitar que el universo fuese destruido por el antes peligroso culto.
–Bueno, pronto tendréis la oportunidad de conocerlo–le dijo a Toni y a Kirby.–Estoy seguro de que estará dispuesto a ayudaros con esa misión.
–¡Otto Kaabi, poyo!– exclamó el Kirby bebé con entusiasmo.
–Por el bien de todos, eso espero.
Aquellas palabras intrigaron a la par que preocuparon a Taranza. Sin embargo consideró que preguntar no sería más que una pérdida de tiempo, pues Toni no le contestaría. En su lugar, optó por continuar avanzando hacia el castillo, indicando a sus dos acompañantes que le siguieran. Solo esperaba que cuando la araña de otro mundo se reuniese con Kirby, Bandana Waddle Dee, Meta Knight y Dedede (Taranza asumía que todos estarían juntos) le dejasen ser partícipe de la conversación, tanto porque quería ayudar en lo que pudiese como para satisfacer sus ansias de conocimiento. Había mucho que deseaba conocer sobre esas versiones de Sectonia y Kirby, así como de la dimensión de la que procedían.
Mientras avanzaban, Taranza miró a Toni, a quien el Kirby bebé había tomado de una de sus manos, y no pudo evitar pensar en los "Star Allies" o "Dream Friends" (Kirby aún no se decidía por un nombre) y quienes podrían formar parte del pintoresco grupo en la dimensión de la que procedían. Podía imaginar a Toni ocupando su lugar (por obvias razones) y al Meta Knight de la otra dimensión siendo también miembro. Probablemente a esos tales "Tiff" y "Tuff" que el bebé había mencionado alguna vez también estarían incluidos, pero ¿quién más? El Kirby bebé no conocía ni a Magolor ni a Marx, y debido a como Toni había hablado de Dedede tenía sus serias dudas de si contarían con él. ¿Y qué había de algunos de los habitantes de Pop Star, como Chilly, Vividria o Knuckle Joe, por nombrar algunos, a quienes Kirby también había "reclutado"? ¿Estarían dispuestos sus versiones alternativas a echar una mano al pequeño ante una situación peligrosa?
Fuera como fuera, Taranza estaba convencido de que si los "Star Allies" llegasen a formarse en la dimensión de Toni, serían un grupo totalmente diferente. Si eso era algo bueno o algo malo, era algo que él no tenía manera de saber. La adivinación no formaba parte de su curriculum académico.
Tan perdido estaba en sus propias pesquisas que no se había dado cuenta de que el castillo de Dedede ya se vislumbraba en el horizonte. Pronto llegarían a su destino.
– – –
A Tiff aún no terminaba de procesar lo que acaba de pasar.
Aunque todos habían acabado agotados, ambos física y mentalmente, obviamente Daroach se había llevado la peor parte. La copia se había ensañado con el ratón y el comportamiento de esta tras ser derrotada parecía haberle afectado. Mientras era atendido de sus heridas por los Squeaks, Daroach no podía evitar mirar al lugar donde su copia se había disipado (por llamarlo de alguna manera no mórbida), perdido con pensar en sus pensamientos.
Tiff sentía que le faltaba un contexto importante para entender por completo la reacción de Daroach. Si hubiese sido una simple copia malvada de él, no habría reaccionado de esa manera. Y luego había estado esa especie de súplica ininteligible que esta había pronunciado antes de desaparecer. Los Waddle Dees de la noche anterior no habían hecho nada parecido. ¿Por qué esa copia era diferente? Por no hablar de ese perturbador ojo...
–Perdonad, ¿contra qué acabamos de luchar exactamente?– decidió preguntar finalmente.
–Contra una copia de Dark Nebula usando el cuerpo Daroach– respondió Kirby.
–¿Dark qué?– preguntó Tuff, arrebatándole la pregunta a Tiff.
Kirby miró a Daroach y este asintió, como dándole permiso. La bolita rosada le contó lo que había acabado siendo bautizado como "el incidente de la tarta": un cúmulo de malentendidos y falta de comunicación que había desencadenado el caos a lo largo de Dreamland. Todo había empezado con el robo de la tarta de Kirby, quien había causado parte del mencionado caos en persecución del ladrón, y había acabado con Daroach abriendo un cofre que contenía a un maligno ser de oscuridad llamado Dark Nebula, siendo poseído por este. Tras una pelea Kirby expulsó a la criatura del cuerpo de Daroach y en una segunda batalla consiguió acabar la criatura oscura. Aunque Kirby salvó el día y los Squeaks le recompensaron con una tarta, nadie dio nunca con el ladrón original.
Al oír la historia, Tiff se prometió a si misma que enseñaría a su Kirby a reaccionar apropiadamente ante un robo para evitar que algo similar acabase pasando en su dimensión. A a su lado, oyó a Tuff murmurar: "nota mental de nunca robarle la tarta Kirby, ni si quiera de broma". ¿Se referiría a su Kirby, al de esa dimensión o a cualquiera de los dos?
–Pero no debería haber acabado así... Si yo salvé a Daroach, ¿por qué ha acabado así?– se quejó Kirby, más frustrado que triste.
–Esto va sonar de locos, pero después de haberlo pensado un rato creo que esa copia era más bien una manifestación de lo que podría haber pasado si no me hubieras salvado– dijo Daroach.–Pero afortunadamente lo hiciste, así que no tienes nada que lamentar.
–¿De verdad?–le preguntó la bolita al ratón
–Claro. Esa cosa no era real– aseguró este.
Aquellas palabras parecieron aliviar la carga de Kirby, pero Tiff había notado que Daroach no parecía estar totalmente seguro de lo que había dicho. Más que la verdad, parecía que lo que Daroach había expresado era lo que él esperaba que fuese verdad.
Pero, de momento, esa teoría o conjetura de Daroach era lo único que tenían, y si bien no era muy sólida tampoco sonaba del todo disparatada. "Podría ser un buen punto de inicio para llegar a la verdad," decidió Tiff. " Ojalá encontremos la causa de todo este lío pronto..."
–Espera, si seguimos esa línea de pensamiento, ¿qué hay de los Waddle Dees de anoche?– dijo Bandee, con cierto tono de alarma.
–Probablemente son el resultado de que cualquier ser oscuro tomase Dreamland– respondió Daroach, intentando respaldar su teoría.–Vosotros tenéis altas capacidades para adaptaros al entorno. Me imagino que en un Dreamland sumido en las tinieblas acabaríais con ese aspecto.
–Y sin emociones, ni pensamiento independiente– se estremeció el Waddle Dee.
–Suena como mi antigua casa– comentó Gooey, en un tono apagado y distante. Kirby se acercó a darle un abrazo, el pegote recuperándose casi inmediatamente.
Tiff y Tuff no pudieron evitar mirar a Gooey con estupor pese a que este se había repuesto pronto. ¿En que clase de condiciones había vivido antes de mudarse con Kirby? El pegote no elaboró más en lo que había dicho y los hermanos decidieron no insistir, pues parecía tratarse de un tema familiar delicado.
–Si es como tu dices, me pregunto que significa eso para Kracko– preguntó Tiff recordando lo que había contado su hermano.
–¿Has dicho Kracko? ¿Qué tiene que ver esa molesta nube en todo esto?– preguntó Daroach, confundido.
Que el nombre de Kracko fuese conocido en esa dimensión no desconcertó tanto a Tiff como habría esperado. De hecho, casi le habría extrañado más que no reconocieran el nombre. Aunque considerando que eNeMeE no había tenido tanto impacto en esa dimensión, si que le sorprendió un poco que conocieran a una de sus creaciones.
–El monstruo que nos atacó en nuestra dimensión era una copia de Kracko– explicó Tuff.– Nuestro Kirby se enfrentó al original en el pasado. Fue uno de los muchos monstruo de eNeMeE que nuestro Dedede ordenó para deshacerse de él.
–¿Y ese tal "Enemi" quién es? ¿Alguien de tu dimensión que debamos preocuparnos?– quiso saber Daroach.
–Aquí lo conocían como Nightmare– le respondió Gooey.
–Había oído que a al mago pesadilla se le daba mar poner nombres, pero llamarse a si mismo así suena ridículo– se burló Daroach con una carcajada, que fue seguida de un quejido de dolor.–Ay, la costilla...
Al ver aquello, Doc le hizo un gesto a Spinny, quien salió corriendo a, seguramente, buscar más objetos curativo para su líder.
–Entonces, ¿Kracko trabajaba para Nightmare en vuestra dimensión?– preguntó Bandee, intrigado.
–Claro– respondió Tiff.– Si es un monstruo creado por él...¿no?– cambió su tono al ver que los demás no habían reaccionado como ella esperaba.
–Que va. Hasta donde sabemos, Kracko es una fuerza de la naturaleza originaria de Pop Star– explicó el Waddle Dee.–Se dice que allá donde haya cielo, Kracko podrá aparecer ...
–...Para arruinar el día– le interrumpió Kirby, un tanto molesto.– Kracko y yo nos llevamos bien– aclaró la bolita, con un suspiro abatido.– Siempre que intento invitarle a mis picnics me tira rayos sólo por entrar en su guarida sin darme la oportunidad de hablar, y, si no le invito y llega a enterarse, se asegura de nublar el cielo o, peor, provocar una tormenta.
–Vamos, que el nubarrón te odia– resumió Gooey.
–Pues básicamente. ¡Pero aún así no creo que sea un monstruo, poyo!–exclamó.
Tiff se cruzó de brazos, pensativa. Aquello si que era una diferencia bastante notable, pero podía tener una explicación. Era posible que eNeMeE hubiese convertido al Kracko de su dimensión en uno de sus monstruos como había hecho con otros seres en el pasado. Tiff no pudo evitar estremecerse al pensar contra cuantos habitantes de su propio planeta habrían luchado en verdad si eso era cierto.
–Oye Tiff, no pienses demasiado en ello– le dijo Bandana Waddle Dee, adivinando lo que la niña estaba pensando. ¿Era Tiff tan fácil de leer o quizás Bandee era una persona muy empática?.– Conociendo a Kracko, capaz de haberse unido a Nightmare por voluntad propia si le ofreció algo bueno a cambio. En los tiempos en los que no era tan Gran como es ahora, nuestro rey le sobornó varias veces para que le ayudara.
–¿Oh? ¿Me engañan mis oídos o por fin has admitido que Dedede fue un mal líder en el pasado?– dijo Daroach en un tono petulante, tras tomarse una taza de algo que había traído Spinny.– Por la manera en la que lo había dicho, Tiff pudo deducir que aquello era algo de lo que esos dos habían discutido en el pasado.
–¡Yo no he dicho eso!– protestó Bandana Waddle Dee.– Sólo he dicho que ahora es mejor. ¡Además, lo buen o mal líder que fuera no justifica tus hurtos!– le espetó.
–¿Y de lo que ha robado él no dices nada?–insistió Daroach, su enfado siendo reprimido solamente por el agotamiento.
–Él... tuvo sus motivos.
–Sí: la gula y la avaricia.
Aquella discusión había dejado anonadada a Tiff. Si bien ya sabía que el Dedede de esa dimensión no siempre había sido buena persona, ¿qué había hecho exactamente para ganarse la aprensión de Daroach, alguien que se dedicaba a robar?
Bandana Waddle Dee parecía a punto de contraatacar al argumento, pero Kirby le interrumpió diciendo en tono de represalia:
–¿De verdad os parece buen momento para discutir?
Bandana Waddle Dee y Daroach apartaron la mirada. Kirby tenía razón: aquel no era momento de discusiones.
Kirby suspiró y continuó:
–Creo que el cansancio por la pelea de antes nos ha dejado un poco estresados. Deberíamos volver ya y contarle a Meta Knight y Dedede lo que ha pasado.–Luego, añadió:– necesito una buena siesta cuando lleguemos al castillo.
–Me apunto– secundó Gooey.
–Os llevaría, pero la aeronave ha quedado destrozada con el combate...– lamentó Daroach.– ¿Es así como se siente Meta Knight cada vez que cae la Halberd?
–Y aunque funcionase me niego a que nos lleves. ¡Necesitas descansar, poyo!– le riñó Kirby.
–Que va. Si estoy como una rosa– protestó el ratón intentando incorporarse pese a que los Squeaks le indicaban que no lo hiciera.– ¿No me ve...?
Antes de que pudiera terminar la frase, el ratón calló rendido de sueño en los brazos de Storo. Doc parecía aliviado. Seguramente, algo de lo que le habían dado a Daroach tendría efecto calmante y por fin había hecho efecto.
–Buenos, creo que nos vamos a ir yendo, ¿no?– preguntó Gooey a sus compañeros, quienes asintieron.
–¿Vais a necesitar ayuda para arreglar esto?– le peguntó Tuff a los Squeaks, quienes negaron con la cabeza indicando que podían ocuparse de todo.– Bueno, pues gracias a todos por haber cuidado de mi. Sois un grupo muy guay.
Tiff no sabía como debía tomarse que su hermano le hubiera dicho eso a una banda de ladrones, pero ella también les estaba agradecida por haber acogido a y curado a su hermano. "Evitaré mencionar la ocupación de los Squeaks cuando le contemos esto a papá y mamá..." decidió.
Tras una breve despedida, y recibir indicaciones de como llegar a la salida, el grupo de Kirby regresó a la superficie. El pequeño héroe se adelantó y no tardó en volver con una estrella remolque lo suficientemente grande para que todos pudieran ir montados en ella. Tiff notó como Tuff la miraba, ya que era ella quién solía invocar la Estrella Remolque de Kirby en su mundo.
–Las Estrellas Remolque no funcionan igual en esta dimensión. Además, un Kirby más mayor no necesita nadie que invoque la Estrella Remolque por él– le dijo mientras le ayudaba a subirse.
–Es verdad. Pero aún así es raro...–comentó.–¿Tan diferente es esta dimensión?
Esa pregunta le hizo pensar en el Dedede y Meta Knight que aguardaban su regreso en el castillo.
–Créeme hermanito: aún no has visto nada.
¿Sabéis que es peor que perder parte del capítulo una vez?¡Perder parte del capítulo dos veces! Y entre eso, las Navidades, lo ocupada que he estado, mi cuello volviendo a las andadas y que por fin sacaron el Granblue Fantasy: Relink pues no he tenido mucho tiempo y motivación para escribir. Pero bueno, ¡ya estamos de vuelta!
Por cierto, ¿que estarán haciendo el Dedede del anime y Escargoon?
