Nota de la traductora: estoy de acuerdo phoenix1993 y como dijo alguien en la historia original, la magia de Hermione es fuerte, podrá tardar en volver pero no estará perdida para siempre. Espero que disfrutes este capítulo cortito!

Él leyó diligentemente su "correo de admiradores", como él lo llamaba: cartas, poemas y demás artículos de los estudiantes. Después de leer cada carta en voz alta, ella la tomaba con cuidado y la recorría con los dedos con una suave sonrisa. Artemisa seguía acurrucada a su lado, mientras ella acariciaba con suavidad el pelaje desigual del peluche, lo que le hizo sonreír con una mueca divertida. Había acertado en su suposición, y aunque ella sonrió al ver el pequeño montón de chocolates y otras baratijas, fueron las cartas, poemas y demás obras de arte lo que realmente la hizo sonreír. Tanto como podía, al menos, estando intubada.

Por orden escrita, había pedido que colgaran las obras de arte en las paredes de su habitación para poder mirarlas. La cinta adhesiva mágica no era una opción en el cuarto de supresión, y tampoco lo eran los encantamientos adhesivos, así que después de una rápida aparición y un viaje a una tienda de artículos de papelería muggle, Severus se encontró resoplando divertido después de colgar numerosos cuadros en la pared de su habitación, cuando salió del ala del hospital y vio a varios sangre pura fascinados jugando con la masilla adhesiva muggle.

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Dos semanas después de recuperar la consciencia, seguía teniendo limitadas las visitas- lo que significaba que las únicas visitas que se le permitían eran las de Severus y Minerva- para controlar la infección secundaria. Habían adoptado una especie de rutina, algo que él, reticente a admitir, le gustaba bastante. A pesar de las circunstancias, claro.

Todas las mañanas, después del desayuno, la visitaba y le dejaba rápidamente su ejemplar de El Profeta para que lo leyera. Iba a sus clases matutinas y, a la hora de la comida, le dejaba las tareas de la mañana, si eran de los cursos inferiores. Regresaba a las clases de la tarde, cumplía con todas sus responsabilidades como jefe de Casa, que ahora incluían ser el mensajero de la correspondencia de los fans de Hermione. Luego volvía a la enfermería y, finalmente, corregía todos los trabajos de los cursos superiores, y Hermione se encargaba de corregir todos los trabajos de los cursos inferiores, mientras ella miraba con envidia los trabajos de nivel superior que él estaba corrigiendo, y entonces la tarde era suya. Él le leía de todo, desde literatura muggle clásica como Shakespeare, hasta publicaciones novedosas de pociones, y ella lo absorbía todo con entusiasmo. Casi todas las noches se dormía con el sonido de su voz. Algunas noches, él también caía dormido.

Había sido a la semana de que despertó cuando Severus pudo ver que estaba aburrida prácticamente hasta las lágrimas. Él estaba cansado y de mal humor, corrigiendo trabajos atrasados, en parte debido a su frecuente presencia en la enfermería, cuando ella tomó muy despacio uno de sus trabajos y una pluma de repuesto. Sus movimientos eran muy lentos y deliberados, dándole todas las oportunidades para detenerla, y él recordó, perplejo, un documental sobre camaleones y la forma en que caminaban para evitar ser vistos por depredadores. Ella miraba constantemente para ver si él la observaba, y con cuidado atrajo el trabajo de primer año hacia sí misma antes de empezar a corregirlo con cautela. Cuando lo terminó, lo colocó cuidadosamente junto a su mano. Cuando él lo tomó para escanear su trabajo, supo por su expresión que, si la máquina no estuviera controlando su respiración, habría estado conteniendo el aliento. Gruñó en señal de aprobación ante su esfuerzo y colocó el trabajo encima de la pila de trabajos terminados, entregándole el siguiente inmediatamente. No pudo evitar sonreír levemente con suficiencia al ver la amplia sonrisa que ella le ofreció, mientras se lanzaba a por el resto de los trabajos con entusiasmo mientras él iba a buscar un café. Resulta que era muy buena calificando, obviamente, era justa (con todas las Casas), y aunque no era tan... aguda como él en sus amonestaciones, tampoco soportaba a los tontos y no tenía miedo de usar la tinta roja.

Cuando Minerva se enteró, al principio lo había reprendido, pero después de ver los trabajos corregidos por Hermione, le tocó a él quedarse perplejo al encontrar un montón de ensayos de Transformaciones de primer año en su cama al día siguiente.

Seguido de Encantamientos, y luego Herbología.

Los profesores estaban encantados, y Hermione también.

Y ella seguía mirando con avidez los trabajos de niveles superiores que él estaba calificando.

"Ni hablar, sabelotodo", dijo sin mirarla, y oyó su suave risita como respuesta.

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Pronto Poppy intentaría retirar el tubo endotraqueal. Si podía respirar y comer sin ayuda, estaría autorizada para recibir visitas generales. Sus Slytherins estaban deseando verla, tanto jóvenes como mayores, y también había un kneazle de color esmeralda que se había instalado en sus aposentos y que era frecuente encontrar en la sala común de Slytherin, y que también estaba ansioso por ver a su ama. Sin embargo, a Severus le seguía preocupando el elefante en la habitación, aquello de lo que aún no habían hablado. El hecho de que pronto se le permitiría recibir visitas... y, sin embargo, las dos personas a las que a ella más le gustaría ver, probablemente no estarían entre ellas.

Nota de la traductora: se que es un capítulo muy cortito pero creo que así como el capítulo anterior nos permitió ver como la confianza entre ellos viene de más atrás, este nos permite ver en como su cercanía avanza. Espero les haya gustado. Les mando un abrazo!