Plan: Valkiria (Parte V)
Sangre rosa
Aelita se estaba duchando a la vez que pensaba en lo ocurrido, haber reaccionado así le había pasado factura y ahora no sabía que cara poner cuando la viera de nuevo. A los pocos minutos salió de la ducha y volvió a su habitación a vestirse, cuando terminó de ponerse el buso blanco que le habían dado cogió su móvil casi de instinto, pues una llamada entró en ese momento, contestó.
—Buenos días, Aelita—Saludó Jeremy con energía—
—Buenos días, Jeremy—Contestó casi sin ganas, la persona al otro lado lo notó—
—¿Ha pasado algo malo? —Preguntó, casi alarmado—
—No, no es eso—Respondió de primeras—Es que… he discutido un poco con mamá—Respondió en voz baja—
—Que poco has durado—Respondió la voz de Odd de fondo, al parecer tenía el altavoz activado—¿Qué ha pasado esta vez? —
—Tranquilos, no ha sido nada importante, solo una tontería—Se excusó ante la insistencia—¿Qué tal os va hoy? —
—Apenas comienza la mañana, ya vendrá lo bueno—Respondió la voz de Ulrich con tranquilidad—
—Más vale que así sea—Respondió Aelita entre risas—
—Con un poco de suerte solo tendremos que aburrirnos en clase —Se quejó el italiano—
—Ojalá fuera así—Respondió con pereza—Ya os contaré como fue el día, adiós, chicos, suerte—Colgó la llamada y dejó el móvil dentro de su mochila—
Bajó silenciosamente por las escaleras y se encontró con un delicioso olor saliendo de la cocina, no pudo resistir el impulso de entrar a mirar, y se encontró con Anthea saliendo de ahí, se miraron mutuamente por un par de segundos hasta que rompieron el hielo.
—Estaba a punto de llamarte—Asintió Anthea—¿Estás más tranquila? —Aelita asintió, con una notable vergüenza, no quería verse así con ella—Venga, ya pasó—Dejó el plato sobre el comedor—
—Gracias—Se sentó a comer, Anthea se retiró. Aelita observaba la simpleza de su alrededor, nada fuera de lo común, cuadros, una TV, un ordenador portátil que misteriosamente se parecía mucho al del hotel…—
Anthea bajó a los pocos minutos vestida con una sudadera gris y un vaquero del mismo color.
—Nos espera un día bastante largo—Dijo Anthea—
—Espero que sea entretenido—
Pasó un rato silencioso mientras ambas desayunaban, ideas y preguntas rondaban por la cabeza de Anthea, pero quizás no fuera el mejor momento para hacerlas.
—¿Qué tal se te da el alemán? —Preguntó de primeras Anthea—
—¿alemán? —Negó con la cabeza—El italiano me gusta, pero el alemán… ni idea, ¿Por…? —
—En esta región se habla alemán, en otro italiano y en otro francés—Respondió—Necesitaba preguntarte por si acaso había algún inconveniente—
—¿Y entonces? —
—No creo que haya algún inconveniente, pero era por si acaso—
Pasó un rato hasta que tuvieron que salir de la casa.
—Que frio hace—Se quejó Aelita aún llevando un abrigo. Un coche se detuvo en frente de ellas—
—Y Tiene pinta de nevar, quién sabe—Se subieron al coche donde les esperaban Tyron y el conductor—
—Buenos días—Saludaron al unísono. Comenzaron su trayecto a algún lugar—
—Primero iremos a una escuela secundaria donde te vamos a inscribir, tienen clases en francés así que no será gran cosa—Asintió Tyron—Luego iremos a nuestro laboratorio, queremos enseñarte varias cosas—
Xana llegó a Berna, capital de Suiza, salió del tren fijándose en todos los detalles posibles, el idioma era diferente, pero no le suponía problema alguno. Había un tren que iba en dirección a Visp, pero salía en dos horas, tiempo suficiente para ella. Salió de la estación con un trote rápido, había estudiado la ciudad con un mapa que había encontrado por internet, sabía dónde tenía que ir, tenía poco tiempo, debía deshacerse de todo rastro del servicio secreto, pero sabía que las oficinas que habían en la ciudad no sería algo importante, tenía que encontrar los cuarteles secretos, según leyó, estaban a las afueras de la ciudad, pero no tenía tiempo para ir a buscarlo, tenía que deshacerse de toda la gente posible, fuera importante o no.
Llegó a la esquina de un edificio de no más de cuatro plantas, pero muy extenso; había guardias muy bien armados que custodiaban la entrada, debía inmolarse, se cubrió con la capucha de su buso y se acercó lentamente hasta los guardias, quienes le miraron con desconfianza.
—¿Se te ofrece algo, muchacha? —Preguntó uno de ellos intentando interponerse ante Xana, pero su intento fue en vano, ya que la IA logró entrar hasta el recibidor donde había una multitud de gente reunida esperando subir por el ascensor que había en el edificio. Xana se detuvo en el medio, y cuando los guardias estuvieron a punto de ponerle una mano encima, quedaron suspendidos en el aire por un segundo y luego vieron un gran destello que esfumó su cuerpo por completo. Xana cayó de rodillas, había volatilizado a toda le gente que había en el recibidor con una pulsación eléctrica, por suerte el edificio había quedado poco dañado. Se recuperó instantáneamente y subió por las escaleras. Las personas que había estaban aturdidas por el pulso eléctrico, siguió subiendo ignorando sus quejidos hasta que se encontró con una sala muy peculiar—
—director—Leyó en la placa de la puerta—Entró y se encontró con un hombre sentado en su silla, girado mirando a la ventana, completamente de espaldas a la puerta—
—Me dijeron… que alguien como tú podía aparecer por estos lugares, un asesino muy escurridizo que nadie sabía su identidad—Dijo el hombre, dándose la vuelta, mostrando su rostro ensangrentado en sus ojos y oídos—No sé que buscas, pero aquí no lo tendrás—Sacó bajo su escritorio un revolver—DEMONIO—Disparó a quemarropa, pero su poca precisión no le permitió acertar ni una sola bala hasta que se agotó su cargador, en ese momento se levantó bruscamente de la silla y se lanzó hacia IA, pero fue reducido con una patada que le hizo caer bocarriba al piso, se intentó levantar pero le pusieron un pie sobre el pecho y no le dejó oportunidad—¿Qué quieres? —Preguntó, desesperado—¡DIME! —
—Te suena el nombre de… Anthea Hopper, ¿No? —Preguntó con frialdad, el hombre asintió—¿Y el de Aelita? —Se quedó inmóvil por un segundo y luego volvió a asentir—¿Qué quieren de ellas? —
—Ojalá lo supiera—Dijo con dificultad—Bondrewd me sacó del camino, todo lo manejan desde la central, que está al norte de la ciudad—Tosió con fuerza—Escuché que querían a Aelita para saber donde se ocultaba Waldo Schaeffer, peo es una tontería, él está muerto—
—¿Para qué quieren saberlo? —
—Ni idea, también la querían para sacarle sus recuerdos completamente y borrarle la memoria, no solo ella, sino muchas más—
—¿Y que tiene que ver Lowell Tyron ahí? —
—Es un desgraciado, solo se aprovecha de su esposa, intentó ofrecerla para ese experimento, pero ellos querían personas jóvenes, además de que Anthea desarrolló el dispositivo que usan (1) —
—Supongo que no me sirves de nada—Puso su pie encima de la cabeza del hombre—
—NO, POR FAVOR—Gritó—ELLOS SON LOS CULPABLES, MÁTALOS A ELLOS, YO SOLO SEGUÍA ORDENES—
—Ya se lo que quiero, ahora no puedo dejarte con vida, me has visto—
—¡TE LO…! — Su quejido fue insonorizado porque su cabeza quedó aplastada contra el suelo quedando desparramada en un reguero de sangre y carne. Xana observó a su alrededor, había, entre muchos otros, un ordenador portátil bastante moderno, se acercó y lo guardó junto con el cargador que tenía al lado en su mochila, acto seguido, puso su mano sobre el interruptor de la luz y soltó una potente descarga eléctrica que causó chispas y una llama que se expandió por toda la sala a una velocidad impresionante. Salió de ahí provocando pequeñas llamas con descargas eléctricas en cada sitio que pasaba, hasta el punto de que los últimos pisos eran inaccesibles y cualquier cosa o persona dentro quizás ya estaba calcinada por las llamas. Siguió su camino y salió corriendo entre la multitud hasta perderse de vista y volver a la estación.
Ya habían llegado a su destino, una escuela secundaria no muy grande, de un solo edificio de cuatro plantas bastante amplio con algunas cosas más, el ambiente era extraño, la gente de alrededor las miraba extraño.
—Tardaremos un momento—Dijo Anthea bajando del coche junto con Aelita—Será rápido, vamos—Entraron en el edificio y se encontraron con un gran recibidor, y en una esquina una señal que aparentemente decía "Secretaría", indicando una puerta, la cruzaron y les indicaron pasar a otra sala.
—¿Qué se os ofrece? —Preguntó una señora de avanzada edad adivinando el idioma en que hablar—
—Quisiera inscribirla aquí, tengo los papeles para una transferencia desde otra academia—Sacó los papeles que le habían entregado en Kadic, y la señora los husmeó con interés—
—Interesantes notas—Dijo con impresión—¿Aelita? —La aludida asintió—Bonito nombre—
—Tengo todo lo necesario—Atajó Anthea—
—Vale, dame un momento la inscribo en el sistema—Pasaron unos minutos hasta que la secretaria completó el proceso—Ya estaría, estarás en una clase especial donde se da clases en francés, así que el cambio será mínimo—Dirigiéndose a Aelita, quién asintió—Mañana puedes comenzar, las clases son de ocho a dos, y el resto de la tarde libre—Le entregó un papel con un horario—¿Algo más? —
—Sí, esto—Aelita le entregó el papel que indicaba lo ocurrido en su brazo, y la mujer lo entendió—
—De acuerdo, lo pasaré a tus profesores—
—Entonces sería solo eso—Tras eso se despidieron amablemente y salieron del lugar.
Tras despedirse volvieron al coche, donde Tyron y el conductor estaban con un semblante de preocupación.
—¿Pasa algo? —Preguntó Anthea nada más entrar, Tyron señaló la radio y subió el volumen—
"(…) Hace contados minutos, aquí en la central del servicio secreto, ocurrió un asesinato de varias personas en el recibidor y en otras áreas de las instalaciones, incluyendo al director de la misma, quién se encontró decapitado en su oficina, contados minutos después ocurrió un incendio que hasta el momento es incontrolable en todo el edificio, según testigos, vieron a una persona sospechosa entrar en el momento del asesinato, y salir del mismo lugar cuando ocurrió el incendio, pero no se tiene la más mínima pista de quién se trata…"
Aelita tenía una pista de quién se trataba, no era muy difícil de adivinar, los otros, en su caso, estaban sorprendidos.
—Al parecer alguien se inmoló en el lugar y se llevó a unos cuantos—Expresó con disgusto Tyron—
—Espero no nos cause ningún inconveniente—
—Nunca se sabe—
Siguieron con su camino en coche hasta adentrarse por un camino de tierra en un bosque que subía por una de las nevadas y tupidas montañas, Aelita tenía miedo, pero el lugar le era curioso. En un momento el coche se detuvo en la puerta enrejada de unas instalaciones extrañas, cuando les abrieron el paso y entraron, pudo ver a guardias fuertemente armados. Rápidamente aparcaron.
—Llegamos, el interior sigue bajo tierra, ya verás—Dijo Anthea, intentando sonar amigable—
Se bajaron del coche, lo primero que vio Aelita fue un edificio blanco de dos pisos no demasiado grande, luego por la superficie había algunos generadores de electricidad y antenas de comunicación, el escenario perfecto para un ataque digno de Xana. Entraron al edificio y saludaron a los presentes, algunos con bata. Las personas que se acercaban a Aelita siempre le saludaban con extrañez, no sabían su origen, ni tampoco quién era su padre, pero eso era algo que no importaba en ese momento. Siguieron su camino por el interior de las instalaciones hasta llegar a una planta donde se podía observar un gran ordenador cuántico, cruzaron una puerta y estaban en la sala de control.
—Este es nuestro laboratorio—Anunció Tyron con voz triunfal—El súper ordenador cuántico más importante del mundo—Aelita rodó los ojos, pero no lo notaron—
—Es una pasada—Intentaba hacerse la sorprendida, pero a comparación de la fabrica lo presente le parecía una simpleza—
—Actualmente estamos trabajando en un proyecto que nos permita virtualizar partículas físicas a un entorno virtual y poder interactuar con ellas, modificarlas, y posteriormente materializarlas de nuevo—Añadió Anthea llevando de la mano a Aelita al interior de la sala por un pasillo lleno de maquinaria informática. Llegaron hasta una pequeña sala donde había un escáner de un tamaño muy similar al de la fábrica, y con características muy similares—Ahora no llevamos mucho progreso, pero… Tengo fe en lograrlo—
—No es gran cosa—Susurró Aelita para ella misma, refiriéndose a ayudar o no con el programa, pero las palabras de Xana y sus amigos le retumbaban con eco en la cabeza—
—¿De verdad? —
—Ah… eh… estaba pensando en voz alta, perdón—Miró a otro lado—No me refería a eso, quiero decir, hacerlo no… es complicado—Caminó hasta el interior del escáner, viendo el sistema y luego dándose la vuelta y clavando su mirada en la de Anthea quién adivinó el significado de sus palabras, cambiando su expresión y posteriormente negando rotundamente con la cabeza—Vale…—Entendiendo el mensaje, se dio por vencida—
—Volvamos a la sala de control—Volvieron al lugar encontrándose con Tyron sentado en una de las terminales, tecleando y tecleando—¿Alguna novedad? —El aludido negó con la cabeza—
—Que no os sorprenda que esa gente esté por aquí otra vez—Añadió Tyron con pesadez—El servicio secreto quiere darnos más protección… más bien a este sitio—
—¿Más? —Preguntó Anthea—Ya tenemos suficiente—
—Para ellos nunca es suficiente—Tuvieron que darle la razón, nunca era suficiente—Nos tomará un rato preparar el sistema para seguir, puedes darte una vuelta por las instalaciones si quieres—Aelita asintió—
—No te pierdas, este sitio es un laberinto, además, te aburrirás si nos observas—Atajó Anthea, enlistándose con una bata blanca—
Aelita asintió y salió de la sala con rapidez, observando su alrededor con curiosidad, le era muy extraño estar encerrada en un sitio tan amplio. Siguió por el pasillo, pero no escuchaba más que ruidos de electricidad. Subió por las escaleras y siguió por el pasillo, encontrándose con personas en oficinas y laboratorios de electrónica, experimentando con placas para dispositivos varios, no entendía muy bien la situación hasta que se topó con un hombre alto que le miró con sorpresa por unos segundos.
—¿eres una visitante? —Preguntó el hombre—No es común ver chicas de tu edad por estos sitios—Aelita negó con la cabeza—
—Soy… la hija de Anthea—Respondió con desconfianza, y el hombre asintió—
—Lo intuía, el rumor se esparció como la pólvora—Respondió—Si necesitas algo, este es mi laboratorio—Señaló a la izquierda donde había una sala con ordenadores. Aelita asintió y siguió con su camino, no encontró nada demasiado llamativo hasta que se encontró en la primera planta superior, donde tenían una pequeña biblioteca y un servidor dedicado, husmeó por el lugar y robó uno de los libros de la estantería, "La divina comedia", Nada mal. Se sentó sobre un escritorio que estaba pegado a la pared y a la vez a una ventana y abrió el libro. Pasaron las horas sumergida en el libro hasta que un alboroto en la planta principal llamó su atención, cerró el libro y lo dejó en la estantería solo para volver a la puerta, al asomarse pudo ver unos hombres vestidos de negro acompañados por otros de traje y uno con vestimenta militar, no reconoció a ninguno por el susto inicial y volvió a donde estaba en la primera planta, ya que no podía volver o la verían. Tenía el corazón latiendo con fuerza, no sabía que hacer, eran muchos, y la situación era diferente a las demás, sin previo aviso sonó un telefonillo que había escondido al lado del servidor, parecía venir de las plantas inferiores, se acercó con desconfianza y lo descolgó sin decir una palabra—
—¿Aelita? —Era la voz de Anthea—
—¡Sí! —Contestó con rapidez—
—¿Qué haces ahí arriba? —
—Iba a bajar, pero… hombres de negro aparecieron y parecen ir a las plantas inferiores—
—¿Hombres de negro? —Preguntó, y luego cruzó palabras con Tyron—No salgas de ahí, escóndete bien, esa gente no puede verte o la liaremos, luego iré por ti—
—Vale—Colgó el telefonillo y se escondió entre los racks del servidor y la oscuridad del lugar. Pasaron muy pocos minutos hasta que escuchó unos pasos por las escaleras junto con unas voces graves y amenazantes. —
—Es absurdo que nos digan que este lugar está en peligro ahora mismo—Dijo uno de ellos—
—Si pudieron hacer desaparecer a todos los del servicio secreto en la capital entonces no es tan absurdo—Atajó el otro. Aelita intentó ponerse de pie para esconderse en otro sitio, pero su pie se enredó en un cable por culpa de la oscuridad y un teclado terminó provocando ruido al caer al suelo—Ya te escuché—Se escuchó el desenfundar de un arma. Aelita logró zafarse, pero cuando intentó levantarse para correr se topó de frente con ambos hombres—Una chica escondida en estos lugares—Su acompañante le obligó a bajar el arma—
—Como sea la acompañante de alguien de aquí nos meterá en un lio—Dijo el otro—Vete, antes de que te pase algo peor—Aelita salió corriendo del lugar escabulléndose entre las personas hasta llegar a la primera planta inferior, donde se encontró con los hombres de negro reunidos, quienes le miraron con curiosidad, pero no hicieron nada más, intentó no hacer contacto visual con ninguno y siguió su camino hasta llegar a la segunda planta inferior, donde se encontraba el súper ordenador, y entró en la sala de control topándose con Anthea y Tyron—
—¿Cómo llegaste tan rápido? —Preguntó Anthea interrumpiendo su tecleo—
—Logré… escabullirme—Respondió la pelirrosa—
—¿Viste a alguien importante? —Preguntó Tyron, pero Aelita se encogió de hombros desconociendo a quién se refería él por importante—Quédate por aquí, esa gente puede tener malas ideas—Aelita asintió y se quedó cerca de Anthea observando el código sobre el que trabajaba—
—¿Entiendes algo del proceso? —Preguntó Anthea, y Aelita asintió—Ahora probaremos una simulación de virtualización—Tecleó varias órdenes en una consola de comandos, desde la otra terminal se podían ver datos del proceso, pasaron varios segundos hasta que el proceso fue un éxito—
—Nada mal, ahora a materializar—Ejecutó el comando, pero devolvió un error inesperado que Aelita había notado en los códigos, tenía intención de dar aviso, pero se quedó callada—Que inesperado—Añadió con frialdad—
—Por lo menos sabemos que se puede virtualizar—
—Pero no materializar… ¿Qué será el problema? —Quizás tendría tiempo luego, porque la puerta se abrió en ese instante, era uno de los empleados del lugar—¿Qué pasa? —
—Son del servicio secreto y alguien del ejercito—Contestó el hombre—
—Maldita sea—
—¿Qué quieren ahora? —Insistió Anthea—
—Una reunión, están esperando arriba—Siguió el hombre—
—Ya vamos—El hombre asintió y se retiró rápidamente—Solo queremos un día tranquilos—
—Lo mejor será terminar con esto—Dijo Anthea poniéndose de pie—Vamos los tres, no sabemos que pasa—Salieron del lugar, Aelita estaba notablemente a la defensiva, sabía lo que había, sabía que les esperaba—Tranquila, no te harán daño—Dijo a Aelita, pero no se lo creyó, odiaba a esa gente con todo su ser. Llegaron hasta la primera planta inferior entrando a una sala de reuniones, entre los pocos presentes que no superaban la docena se encontraba La Pointe, aquel general que Aelita había visto en las noticias bastantes días atrás. Hubo un momento de tensión cuando cerraron la puerta—
—Esperamos no interrumpir demasiado, pero esto es de suma importancia—Dijo el general La Pointe—
—Alguien logró inmolarse y sabotear la central del servicio secreto en Berna, no sabemos cómo, ni quién, ni cuando, ni por qué—Siguió un hombre vestido con traje negro—Y dado a que este sitio es de suma importancia hemos decidido asignaros a alguien temporalmente para protegeros, no podemos permitirnos que la misma persona que se inmoló allá venga a hacerlo aquí—Lanzó una carpeta con unos papeles dentro, Anthea la atrapó y la abrió, se veía un papel con el perfil de dos personas, nada especial salvo su corta edad—
—Son del llamado "Proyecto: Next" —añadió La Pointe—Un proyecto que busca la creación de súper soldados, actualmente está en fase de pruebas, pero los asignados son de muy alto nivel, confiamos en que puedan parar la amenaza, y si no lo logran… no sabemos que hacer más—Hubo un silencio momentáneo—
—No creo que seamos el objetivo… de sea lo que sea que esté causando problemas—Dijo Tyron—
—Nosotros tampoco, pero queremos pasar sobre seguro—Siguió La Pointe—Seguiremos esta reunión en pocos días, estaremos por otra zona, pero volveremos por aquí cuando las cosas se tranquilicen—Fue algo muy corto—Tenemos nuestras prioridades, si algo pasa las cosas se verán—
—No entiendo—Dijo Tyron—Se supone que debéis protegernos—
—No somos vuestros niñeros, solo estamos aquí porque Bondrewd financia vuestro proyecto—
—Supongo que lo mejor será ir sobre seguro—
La reunión no dio más de sí, y los presentes se marcharon a los pocos minutos. Volvieron a la sala del súper ordenador del lugar, no entendían mucho la situación.
—En resumen—Comenzó Tyron—Algo o alguien anda matando gente y nos meten más cobertura pensando que nosotros seremos los siguientes—Anthea se encogió de hombros—
—No sé que tienen en mente, pero no me trae buena espina—Siguió, sentándose en su silla—Mejor sigamos con esto—
Xana estaba en el tren que iba de camino a Visp, había salido hacía muy pocos minutos, pero iban con buen tiempo. Se sentó en la parte delantera, quizás salir más rápido le daría ventaja. Su mente divagaba por el paisaje hasta que sintió una insistente mirada que no la dejaba en paz, giró su cabeza, pero en el vagón solo estaban ella, una señora con un niño, un encargado y poco más, nadie que pudiera resultar sospechoso, quizás fuera su imaginación. El trayecto siguió sin mayores complicaciones hasta que llegó a la estación de Visp, por lo que cogió su mochila y salió del tren.
—Tres calles al norte de la estación de trenes—Se dijo a si misma al salir de la estación. Miró a su alrededor y subió por las calles de la pequeña ciudad, no había mucha gente en ese momento, era aún media mañana, casi medio día. Antes de llegar a su destino se topó con una serie de coches de color negro bastantes sospechosos, y se detuvo en una esquina a esperar que pasaran, uno de ellos, el último de los que pasaron, redujo su velocidad por un par de segundos, Xana estuvo a punto de hacerlo desaparecer, pero el coche reanudó su marcha y se pudo tranquilizar. Siguió subiendo por las calles hasta encontrar con una casa de dos pisos con una fachada verde oscura, encajaba a la perfección con aquel papel (2). Se acercó a la puerta—Cerrada—Pensó. Puso su mano cargada de electricidad en el pomo y la logró abrir sin dificultad ni marcas. Entró cerrando la puerta tras sí, el interior no era nada mal, el recibidor enlazaba con la sala de estar y al patio trasero, a la derecha una puerta que daba a la cocina y también a las escaleras. Subió por ellas hasta encontrar en el segundo piso tres puertas, una justo en frente que era el baño, una a la izquierda que era la de Aelita y un pasillo a la derecha que daba al final con la habitación de Tyron y Anthea. Entró a la de Aelita y vio su mochila sobre la cama, lo primero que hizo fue husmear hasta encontrar el móvil, y luego llamar a Jeremy—
—¡Aelita! —Contestó Jeremy con emoción—
—Casi, soy Xana, adivina quién dejó el móvil en casa—Contestó Xana con desasosiego—
—Es tranquilizante saberlo—Dijo—¿Alguna novedad por ahí? —
—Ninguna, me quedaré en algún hotel cerca de aquí si llego a estar cansada—
—Dijeron en las noticias que hubo un ataque terrorista en las oficinas del servicio secreto en Berna, ¿Es verdad? —
—Es verdad, fui yo, quería distraerme y sacarlos del camino—Respondió con voz casi victoriosa—
—No me malinterpretes, pero, ¿No era mejor dejarlo para el final? —Preguntó con inquietud—Ahora estarán más alertas—La IA hizo silencio por unos segundos, era verdad—
—… No lo había pensado—Respondió—Ya me las arreglaré—Dijo—Ya se más o menos lo que quieren hacer con Aelita—Le contó todo lo que el director le había contado, Jeremy no podía creérselo—
—Esto es de locos—
—Quisiera saber de que dispositivo habla—Refiriéndose al de Anthea—No dio demasiadas pistas al respecto—
—Sea lo que sea no podemos tomarlo a la ligera, tenemos que pararles los pies cuanto antes—
—Para el tren, Jeremy, te recuerdo que esa gente tiene controlada a Anthea, si no sabemos a lo que nos enfrentamos podría caer una trampa—Respondió de primeras—Me tomaré un par de días para averiguar cuál es la situación—
—El caso es que no le hagan nada a ambas, sobre todo a Aelita—
—No me dices nada nuevo, genio—
—Lo sé, pero poco más puedo hacer—
—Yo tengo una idea, antes logré entrar a la terminal desde la que trabajan, si logras acceder de nuevo podríamos inyectar un virus Ransomware que bloqueara su acceso, la clave podría ser la llave digital de Aelita—
—La llave digital de Aelita… Podría ser buena idea, así sabremos hasta donde pueden llegar, me pondré a ello, te avisaré cuando esté todo preparado—
Colgó la llamada en ese instante y dejó el móvil de Aelita en su lugar. Vio a su al rededor y agarró un trozo de papel con un boli y dejó un pequeño dibujo dentro de la mochila de la pelirrosa, acto seguido, se retiró del lugar sin dejar más rastro que ese. No tenía un lugar fijo a donde ir, pero recordaba la dirección física del laboratorio de Tyron, a unos kilómetros de la ciudad, y se puso de camino con un trote rápido.
A mitad de camino recibió una llamada de Jeremy, iba entrando a un camino de tierra, y se escondió entre los arboles antes de contestar.
—¿Jeremy? —
—Sí, perdona la interrupción, pero tuve una idea, ¿y si usamos Lyoko para llevar alguien hasta Córtex?, ya averigüé que nombre le han puesto—Propuso con voz triunfal—Parece que están trabajando en un escáner para virtualizar y materializar personas, como lo que tenemos aquí… —
—Tendríamos que preparar uno o dos vehículos que sean capaces de viajar por el mar digital sin desaparecer en el intento, y tendríamos muy poco tiempo—Respondió—
—Eso es verdad, pero, con alguien allí podríamos romper todo el proceso que llevan, además, te sería de gran ayuda para dar el golpe final y traerlas a ambas de vuelta—
—Me parece genial, siempre y cuando no envíes a alguien que sea un estorbo, no seré niñera de nadie—
—En ese caso daré aviso a los chicos, quiero que esto sea rápido e indoloro—Dijo—Te aviso a la noche, necesitaré tu ayuda—
—Estaré esta noche dentro del laboratorio de Tyron, sobre media noche estaré libre—Respondió, reanudando su paso—Hasta la noche—Colgó la llamada y se perdió entre el bosque.
En Kadic.
Jeremy estaba en la sala del súper ordenador, se había saltado las clases al Xana proponer el virus que inyectarían en Córtex, ahora todo dependía de quién se ofrecía como muñeco de pruebas. Volvió a Kadic, era hora de almorzar.
Ya en la cafetería se acercó a sus compañeros con emoción, como si de un niño con una gran idea se tratase.
—¿Qué tal el día? —Preguntó Yumi de primeras—
—Nada mal, puede ser mejor—Respondió Odd, llevándose una gran cucharada de comida a la boca—
—Luego examen de matemáticas—Respondió Ulrich—
—¿Y tú? —Dirigiéndose a Jeremy—
—Hablé con Xana, ya está en Visp, y tenemos una idea—Respondió—Vamos a programas un pequeño vehículo que sea capaz de viajar por el mar digital hasta el súper ordenador de Tyron, al parecer también tienen un escáner como el de la fábrica, y lo suyo sería que alguno fuera de ayuda—Los chicos parecían dudar, era muy arriesgado—
—¿No es un poco loco? —Preguntó Yumi—Quiero decir, la idea es muy buena, pero… ¿Y si Xana no quiere? —
—Por eso quiere alguien que no sea un estorbo, la salida sería mañana por la noche o en dos días, depende como se las arregle—
—Me apunto—Dijo Odd—Siempre quise patearles el trasero a esos hombres de negro—Ulrich soltó un pesado suspiro—
—Va, me apunto, Odd no aguantaría estar mucho sin mi—
—¡Bien! —Soltó Odd—¡Seremos un dúo invencible! —
—O un gran estorbo—Dejó caer Jeremy—Más os vale tomaros esto en serio, un solo error y podría ser el fin de todo—
—Tranquilo, Einstein—Déjanos el trabajo pesado a nosotros, ya verás que se nos dará bien—Siguió Odd—
—Me quedaré aquí entonces—Atajó Yumi—tres son multitud—Jeremy asintió—
—Me pondré esta noche a desarrollar los vehículos, si Xana me ayuda quizás terminemos antes—Una duda cruzaba por su cabeza—¿Deberíamos decirle a Aelita? —
—¿Por qué no? —
—No sé, de repente me quedé con esa duda—
La idea estaba ahí, pero, ¿Lo lograrán a tiempo antes de que el servicio secreto logre dar un paso adelante?
No podían ir sobre seguro, debían burlar el miedo, como su fuera un truco de un fantasma.
CONTINUARÁ
Próximo Capítulo: Plan: Valkiria (Parte VI) — Traición al miedo
Muchas gracias por leer.
Me disculpo, pero el trabajo me tiene muy cansado, aún así, siempre saco ratos libres para escribir.
Esto será algo muy interesante. La idea de "No puedes sola" Viene de que el Power Up a XANA era demasiado grande.
Acotaciones:
1: De los libros, había un dispositivo llamado "Máquina Extirparrecuerdos", desarrollado por Hertz, y si mal no recuerdo, fue usado en Anthea.
2: Capítulo 8 de esta historia.
Reviews:
Felikis "El que anda en Hiatus por el trabajo": Muchas gracias, maestro. Un final a lo Matrix (¿?). Tyron… tú y yo sabemos como terminará la cosa. ¡Espero que este capítulo sea de tu agrado!
Smarty26: Muchas gracias, colega. Tomo nota de los cambios de escena, ¡Gracias por comentar!, espero que el capítulo sea de tu agrado.
Titokenny01: Muchas gracias por leer, Víctor. La situación de ellas dos es de locos. Eso precisamente lo veremos en el próximo capítulo, ¿Lo lograrán? ¡Muchísimas gracias por tus comentarios, de verdad!, me dan ánimo para seguir. ¡Espero que este capítulo sea de tu agrado!
Draoptimusstar3: ¡Muchas gracias por leer, Draop!, Quizás Aelita intuya o intente predecir lo que va a pasar, esperemos que no se confíe. La IA necesitará ayuda, los guerreros de Lyoko son su única opción. El demonio en este caso se mueve entre la luz, tiene que ayudar, tiene que escuchar a sus aliados, pero, ¿Por cuánto tiempo lo hará? Anthea no dejará que algo malo le pase a Aelita. ¡Muchas gracias por comentar, Draop!, dan ánimos para seguir, muchos. ¡Espero que esto sea de tu total agrado!
Y pues… no sé cuanto tardaré, pero confío en que sea poco, a partir del 12 de junio estaré libre.
Comed bien, haced ejercicios y sobre todo hacer el bien.
Nos vemos.
Adiós.
Trick Of Phantom
