Alboroto Inhumano
(Parte V)
Sin mediar palabra se cambiaron de ropa y volvieron al laboratorio lo más rápido posible. Nada más entrar les guiaron a una sala de reuniones donde se encontraban todos, incluyendo a la IA y Zack.
—Tomad asiento—Les indicó Ayn Rand. Obedecieron—Noticia de último minuto de cortesía de los agentes de Gaia—Se encendió el proyector en la pared al tiempo que se apagaba la luz de la sala, mostrando una imagen aérea de una caravana de coches—Encontraron esta caravana de coches de Guardián en una carretera polaca, cerca de la frontera con Alemania—Pasó a otra imagen donde se veía claramente como en un coche había una persona que, aún con sus ojos cubiertos por una venda, se podía ver quien era—Han dicho que es la última de las Gastrea que nos queda por encontrar y según la información es verdad, no sabemos quiénes ni cómo lograron atraparla, pero suponiendo que la tenían asediada habrá caído en una guerra de desgaste—
—¿Sabemos a dónde se dirigían? —Preguntó Pavel nada más ver las imágenes—
—Si, no hay muchos más sitios a donde ir que sean propiedad de Guardián en ese país—Mostró la imagen de un mapa delineado y marcado. Se veían tres círculos, uno grande que parecía ser un aeródromo, otro más centrado y más arriba que parecía ser una instalación militar y otro más a la derecha que parecía ser una subestación eléctrica—Hay una carretera nacional que lleva a un cuartel general de la corporación, es un bastión muy bien protegido, pero nada que la fuerza bruta no pueda romper—
—¿De cuando son las imágenes? —Preguntó la IA—
—Según Gaia, de hace menos de una hora—Respondió el americano—Tenemos la teoría que ese será un lugar de paso durante un tiempo antes de llevarla a su siguiente destino—Miró a los presentes—Si cruza la frontera con Rusia la habremos perdido para siempre—La expresión de los presentes pareció cambiar a una retadora—
—Entonces tenemos que asediarla y recuperarla—Soltó Zack analizando el mapa—No parece complicado—
—Es un trabajo de coordinación, pero necesitamos algo de tiempo para preparar todo—
—No tenemos tiempo porque, literalmente, no sabemos cuándo van a sacarla de ahí—Respondió la IA—Tenemos que actuar lo antes posible—
—¿Qué propones? —
—¿Hay algún plano de ese cuartel? —Ayn asintió—Entonces necesitamos a una pareja más para hacer todo coordinado—Miró el mapa con detenimiento—Necesitamos neutralizar la subestación eléctrica y el aeródromo al mismo tiempo y luego coordinar el ataque al cuartel—
—Una táctica Blitzkrieg—Soltó Ayn, sopesando la posibilidad—Aun así, necesito un par de días para preparar a mis hombres y que os puedan surtir de armas, vehículos e información—
—Estos dos días los usaremos para preparar todo y acabar con esto de una vez por todas—Soltó Sumire—
—Ya que estamos, me gustaría exponer lo que encontré—Propuso la IA, acercándose a Ayn, quien asintió. Hubo un momento de silencio—Investigué sobre la lluvia y no parece tener un patrón de caída en lugares, solo sigue las nubes, en cuanto al peligro que supone en los humanos… hace cambios a nivel de ADN, analicé a una persona en específico y encontré que su cuerpo había comenzado un bucle hormonal que impediría que siguiese envejeciendo a nivel físico… externo—
—No entiendo—Dijo la doctora—¿Cómo es posible eso? —
—Internamente sus órganos siguen su ciclo normal de vida, pero externamente es posible que en veinte años su apariencia solo cambia como si hubiera tenido dos años más—Seguían sin captarlo—Necesito más víctimas que investigar, y también para saber qué ocurriría con los Gastrea—
—Seguiremos al tanto de las noticias, buen trabajo—Miró a Anthea—Nos gustaría que se quedase Taelia esta noche, así podremos organizar algunas cosas—
El rato siguió sin mayor noticia que exponer. Anthea marchó al poco rato a buscar a Aelita. Xana estaba a punto de irse cuando Zack llamó su atención.
—¿Tienes un momento? —Preguntó el muchacho. Se encontraban en el recibidor del edificio, estaba solitario—
—¿Qué ocurre? —Se giró hacia él—
—Si vamos a ese sitio… me gustaría aprender un poco lo que puedo hacer—
—No será sencillo—Le dijo— ¿Estás seguro? —Zack asintió—Entonces vamos a avisarles, nos iremos a otro sitio un poco más silencioso— Subieron hasta el último piso de las instalaciones, donde se encontraban una serie de pasillos largos con algunas habitaciones y en la entrada un puesto de control, justo entraron cuando vieron a Ayn—
—¿Os ayudo? —Preguntó el americano—
—Nos iremos por par de días—Respondió la IA—Tengo que encargarme de algunas cosas con Zack si quiero que siga con vida—
—Por favor—Pidió el muchacho, sabía que sería complicado que le dejasen ir, pero…—
—¿Tenéis pensado dónde ir? —Preguntó. La IA Se encogió de hombros—Tengo entendido que te enseñaron a conducir motocicleta, Zack—El muchacho asintió—Hay una en el estacionamiento subterráneo—Bajaron hasta su despacho, lugar donde les entregó las llaves—Más os vale traerla de una sola pieza, mantenedme al tanto de cualquier cosa—
—Lo mismo digo—Asintió la IA. Cogieron un par de cascos que les entregaron los hombres de Ayn y bajaron al estacionamiento—Primero iremos a casa de Anthea, quiero ir por mi mochila—Se subieron a la motocicleta y fueron al destino.
Salieron de París en dirección a una zona solitaria y a poder ser muy alejada de la civilización. Entraron a un parque nacional a un par de horas de la capital, adentrándose entre los caminos de tierra cada vez más alejados de la gente. Casi una hora entre arboles encontraron una cabaña abandonada en medio de la montaña, casi destrozada y con nula señal de humanos. Dejaron ahí la moto y entraron a la cabaña.
—Es un buen sitio para comenzar—Suspiró la IA, viendo el paisaje—
—¿Por qué vinimos tan lejos? —Parecía cansado—
—Porque no quiero que nadie vea lo que vamos a hacer—La cabaña era pequeña donde apenas había una cama de madera rota y algunos cajones más desperdigados por todo el lugar. Tenían a una hora una ciudad cercana por si querían ir a comer o cualquier cosa, así que era un buen punto para empezar—Bueno, salgamos de aquí—Dejó su mochila sobre una mesa y salieron ambos de la cabaña. Era ya de noche y la luz de la luna apenas lograba colarse entre los tupidos arboles—Primero la teoría—Se giró hacia el muchacho, quien parecía dispuesto a aprender todo lo que la IA quisiera enseñarle—Para controlar la energía de tu cuerpo tienes que ser consciente de ella, tienes que saber lo que tienes y poder sentirla—Su cuerpo se iluminó ligeramente de color magenta—Es cuestión de mucha concentración y sobre todo mucha visión de campo, tienes que saber dónde estás parado y que tienes a tu alrededor—Cogió una piedra del suelo y la lanzó hacia arriba, pareció quedarse estática—Por lo que veo tu poder completamente contrario al mío así que averiguar que puedes hacer es cosa tuya, yo puedo enseñarte la manera de averiguarlo—
—Yo… logro hacer cosas cuando estoy asustado, lo he notado—Puso sus manos hacia el frente. La IA se movió hasta estar detrás de él, estirando sus manos y agarrándose de sus antebrazos, interactuando con su energía—Mis manos… cosquillean—
—Cierra los ojos y piensa en… una esfera—Zack obedeció, de sus manos salían pequeños haces de luz a toda velocidad, pero no se lograba visualizar que lograba hacer—
—¿Funcionó? —
—No están fácil como eso—Dio un paso hacia atrás—Necesitas poder concentrarte, volvamos a la cabaña—Entraron a ella y se sentaron en el suelo uno en frente del otro—Dame tus manos—Se tomaron de las manos—Cierra los ojos y concéntrate en lo que sientas, no pienses en nada más—El muchacho obedeció. Podía sentir como algo cálido tocaba la palma de sus manos y las suyas propias parecían querer unirse a ese calor, pero no podía, sentía su cuerpo frío y una sensación electrizante cada vez mayor. Sentía como la energía que tocaba sus manos era cálida e inquieta mientras la de su cuerpo era tranquila. Rápidamente abrió los ojos y vio como la IA estaba cubierta por un aura rojiza mientras él estaba en una azulada que se desvaneció cuando se dio cuenta de ello—Es un comienzo—
—Se sentía… como si tu cuerpo fuera caliente y el mío frio—Dijo—
—Tengo una idea—Cogió dos tablas de manera rota que tenía cerca suyo y se los acercó—Toma las dos tablas y júntalas en su lado roto, haz que encajen—A pesar de estar rotas, lograron encajar bien, pero sin pegamento no se quedarían en esa posición—Cierra los ojos—El muchacho obedeció y volvió a concentrarse. Unos pocos segundos después sentía unas manos cálidas tocando sus ante brazos desde atrás—Lo sabía—Dijo la voz. Zack abrió los ojos y vio como las tablas de madera se habían unido, no parecía que en algún momento se hubiera separado ya que ahora era una tabla sola—
—¿Esto… lo hice yo? —Xana asintió—
—Esto pinta bien—
Siguieron con ejercicios de concentración, la idea era hacer que el muchacho fuese consciente de lo que tenía y cómo usarlo, también desarrollar aún más la visión espacial para usarla a su favor. El ser capaz de sentir la energía de la gente a su alrededor, así como saber cuándo había llegado a su límite. Durante largas horas pudieron practicar hasta que Zack parecía ya bastante somnoliento por la cantidad de energía usada. Limpiaron el suelo y lograron bloquear la puerta de la cabaña, asegurando la motocicleta dentro de la misma. Se acostaron en el suelo.
—Pensé… que el día que me encontré contigo la primera vez que ese día iba a morir, era la primera vez que veía el mundo exterior y me habían dicho que era muy peligroso—Suspiró el muchacho al aire—Ahora, luego de recorrer todo ese camino para llegar hasta aquí me doy cuenta que tuve bastante suerte—
—¿Suerte? —
—Pudiste haberme matado a la primera, pero no lo hiciste porque viste algo en mi—Se giró hacia la IA, quien miraba el techo—
—Me atrapaste—Dijo suavemente mientras sonreía—La verdad es que sentí la energía que emanabas y me pareció curioso porque no había sentido lo mismo en Ailane y era muy extraño en ese entonces—
—¿Y ahora? —
—Ahora es diferente, Lisa es bastante más poderosa que nosotros dos juntos y aun así no lo aparenta, cuando más investigas más te das cuenta que no estás tan arriba como pensabas—
—Debe haber una manera de escalar—
—Estando los dos juntos—Dijo suavemente, mirándole—Somos lo bastante inteligentes para saber cómo actúa el otro y así poder leer sus movimientos para adaptarnos a cualquier situación—
—Un dúo… quizás así nos ganemos el respeto del resto de la gente importante—Xana asintió—
—Veo que aprendes rápido—
—No soy tan tonto—Se acercó a la IA, sentándose en sus piernas—Gracias por no matarme y… perdón por intentar matarte—
—No te preocupes, eso de alguna manera nos trajo hasta aquí—Acarició sus muslos. El muchacho vestía con un pantalón corto de color verde oscuro, una camisa blanca cubierta por un abrigo gris y unas deportivas negras. Su apariencia era de un niño apenas preadolescente quizás un poco bastante más musculado que el resto de las personas—Debes tener cuidado, no sabes la gente que puede estar detrás tuyo—
—No… quiero morir tan pronto—
—Ni yo, pero es lo que hay—Se miraron por un rato, el muchacho se recostó sobre su pecho, la IA lo abrazó—Debes sentirte muy solo—
—No tienes idea…—
La IA lo entendía. Esa sensación de tener todo a no tener nada de un día para otro era catastrófica para cualquier persona, lo había sentido en todos los que había robado su memoria y para los Neo no era una excepción a la regla. Zack era bastante inocente en algunas cosas y la soledad podría afectarle. Debía enseñarle a ser fuerte, pero siendo un Neo, tenía la mitad del trabajo hecho. Pasaron así un rato mientras descansaban.
Por la mañana ambos aún continuaban practicando, aunque esta vez algo más físico; se encontraban en las inmediaciones de la cabaña en un riachuelo que pasaba por ahí. Estaban meditando, relajando su cuerpo para concentrar su energía. Sin embargo, era algo estresante para el joven Neo que no lograba concentrarse bien, caso contrario a la IA, quien ya lo tenía dominado.
—¡Esto es difícil! —Se quejó Zack, poniéndose pie. Se encontraban al borde del rio—
—No lo es, solo eres un impaciente—Abrió los ojos, viendo como el muchacho se metía al agua, colocándose de frente a ella—¿Qué intentas? —
—Quiero intentar hacer lo que hice la última vez—Estiró sus manos hacia el frente—
—¿El qué exactamente? —Se puso de pie también—
—Un muro… es raro de explicar que hice exactamente—Xana se puso tras suyo, agarrándole del antebrazo—
—Creo que tengo una idea—Pudo notar lo que intentaba hacer—Tienes muchas piedras pequeñas a tu alrededor, intenta usarlas, solo imagínate exactamente lo que quieres y usa tu energía como un imán—Fue más difícil de lo que pareció; durante unos minutos diversas piedras parecían ir de aquí allá constantemente sin un rumbo fijo. El muchacho se concentraba cada vez más y al paso de unos largos veinte minutos logró crear un muro de piedra de unos tres metros de alto, pero escasos centímetros de largo—Bien hecho—
—¿Crees que soporte un golpe? —
—Vamos a intentarlo, ponte detrás del muro y pon tus manos en él—Zack obedeció. La IA agarró una piedra del tamaño de su muñeca y la lanzó con gran fuerza al muro, que pareció resistir al golpe, pues la piedra se rompió en varios pedazos—Ya veo…—
—¿Funcionó? —
—Aún no termino—Cogió otra del mismo tamaño y la encerró en una esfera de energía que comenzó a girar con gran velocidad, cada vez haciendo más pequeña hasta volverse una con la piedra y al paso de un minuto salió disparada hacia el muro; parecía intentar perforar el muro con toda su energía, pero el mismo era muy sólido, casi brillaba por la energía concentrada en él. Al cabo de unos segundos, la piedra se rompió y el muro resistió, aunque bastante tocado—Interesante—
—Resistió a ese golpe—Se alejó del muro, viendo que efectivamente lo había hecho.
Mientras los Neo practicaban, Anthea se encontraba en el laboratorio de Sumire y Ayn, justo venía de la fábrica, estaba hablando con Franz Hopper sobre qué hacer los días siguientes, pues tenía una sorpresa preparada para Aelita, ya que su cumpleaños no tardaría en llegar.
—No sé si es buena idea haberlos dejado ir solos sin preguntar ni tenerlos controlados—Soltó Anthea. Estaban los 3 en un despacho del edificio—
—Zack estaba bastante inquieto y las pruebas indican que Edge ya estaba físicamente bien, así que… si lo que sea que esté intentando hacer ese demonio nos sirve para mantener al muchacho con nosotros, adelante—Respondió Ayn, leyendo unos papeles que tenía en una carpeta—
—Pero hace apenas pocos días que ocurrió… aquello—Contrarió Sumire—
—¿Te olvidas que Edge fue capaz de convencerlo de quedarse? —
—Aun así… debemos asegurarnos que Zack eligió nuestro lado y no juega como informante al mismo tiempo que Ailane—Siguió Anthea—
—Es un peligro que hay que correr, pero tenemos suerte de contar con alguien que puede romperle el cuello en una fracción de segundo—Se puso de pie. Miró a Anthea—Leí tu correo sobre Taelia—
—Igual yo—Segundó Sumire—¿Por qué Edge la provocaría de esa forma? —
—Eso ya no importa, lo que quiero saber es qué tan dispuesta estaría a hacerlo realmente en caso de ser cierto lo que está diciendo—Se cuestionó Anthea—
—Parece ser que el psicólogo está informado de esto así que… resta esperar a que él de un análisis—Prosiguió Ayn—Por cierto, ¿Sabéis si podemos hablar de alguien con respecto a Edge? —
—¿Cómo de alguien? —
—Alguien que la conozca bien de estos meses—
—Aelita—Respondió de primeras—Podría preguntarle, pero no prometo nada—
—Si puedes traerla aquí, mejor, quiero asegurarme de algo—Anthea asintió—
—Intentaré traerla luego de clases, igual te puede dar las respuestas que buscas—
—Me parece bien—
Taelia se encontraba en el recreo, estaba comiendo con los amigos de Aelita sin prestar mucha atención a su conversación. Ya había terminado de comer y apenas si le quedaban ganas de escuchar una conversación un poco aburrida entre Jeremy y Aelita, quienes estaban sentados a su lado. Su móvil sonó un par de veces, lo miró, eran 2 SMS de Ayn Rand.
—Ayn quiere hablar contigo, dice que lo veas en el laboratorio luego de clases—Leyó en voz baja a la pelirrosa—
—¿A mí? —Taelia asintió—¿Por qué? —
—Ni idea—Respondió sin mucho interés—
—¿Queréis hacer algo el sábado? —Preguntó Odd al aire—Escuché que hay ofertas en una pizzería a unas calles de aquí—
—No puedo, creo que me volveré a ir a otro sitio el fin de semana—Respondió la adolescente—
—¿Es sobre la chica que falta? —Preguntó la pelirrosa, Taelia asintió—Buena suerte con ello—
—Xana se está encargando de ello, así que en principio deberíamos volver con vida—
—¿Ya está bien? —Preguntó Yumi—
—Que no te sorprenda, parece que no le hubieran hecho nada—Hubo un momento de silencio—Dijo que necesitaba una pareja más para que su plan salga bien, así que no os extrañe si os pregunta a alguno de vosotros—
—Tengo la sensación que seré yo—Dijo Odd—Ya fui con ella una vez—
—Esto es diferente, nos iremos lejos—Tocaron la campana para ir a clase otra vez—Bueno, supongo que lo veremos más adelante—Entraron a clase rápidamente—
Las horas pasaron bastante rápido a comparación de otros días. Salieron de clase.
Un rato más tarde Anthea, con sus dos hijas, pararon en el laboratorio de Ayn y Sumire. Aelita se quedó en una sala con Ayn Rand y Sumire, quienes tenían unos portapapeles en sus manos.
—¿Qué ocurre? —Preguntó la pelirrosa, sentándose en una mesa al frente de los dos genios—
—Queremos hablar de algo… con respecto a Edge—Asintió el hombre—Dado a que ahora está aquí con Zack, queremos asegurarnos mediante una opinión de alguien que la conozca que tan confiable es en punto de su desarrollo—
—Anthea nos dijo que tú podrías indicarnos mejor este tema, ya que estuviste con ella la mayoría del tiempo, imagino—Secundó Sumire—Queremos saber si es de confiar—La pelirrosa sintió un escalofrío en el momento que pensó sus palabras, no había hablado de Xana de esa manera fuera de su círculo de amigos, y ahora que estaba con gente tan importante no sabía que podría ocurrir con ella—
—No sé si deba contar lo que opino—Respondió la pelirrosa—Podría molestarse conmigo—
—Prometemos no decirle nada, solo es una opinión para saber cómo debemos actuar en un futuro—Asintió Ayn, rellenando algo en su portapapeles—Primero explícanos su comportamiento—
—Es un maldito monstruo—Respondió en voz baja la pelirrosa, casi pensando en voz alta—No le gusta la gente que intenta ponerse en su camino con… lo que sea que tiene en mente y es muy manipuladora, no tiene escrúpulos y es capaz de matar a cualquier cosa que se le interponga en su camino—Tomó aire—Nunca te queda claro si está de tu lado o está actuando por cuenta propia—
—¿Has visto algún ejemplo alguna vez de manipulación? —Inmediatamente Johnny cruzó por su mente—
—Sí… no te haces idea de lo horrible que debió ser para… esa persona—Tomó aire—Ella es capaz de torturar psicológicamente a una persona inocente solo por la curiosidad de ver cuánto es capaz de aguantar—Cerró los ojos—
—¿Cómo la describirías internamente? —Cuando Aelita pensó, lo primero que vio fue la diana de Xana en su mente, sintió un gran dolor de cabeza que le impidió hablar, se sostuvo la frente durante unos instantes hasta notar como su cabeza palpitaba y veía en frente suyo el símbolo que desaparecía con cada palpitación—¿Aelita? —
—¿Eh? —Volvió en sí. Tras una última palpitación de su cabeza, tanto el dolor como la diana, se fueron. Quizás había sido una advertencia muy seria de qué estaba permitida decir sobre ella—
—¿Estás bien? —Parecían preocupados y… extrañados—
—Si… —Tomó aire—Yo… la describiría cómo… una persona que quiere ver arder el mundo—No podía dar la descripción que le vino a la cabeza de primeras—
—¿Sabes si puede tener algún aliado o conocido que pueda ser… peligroso? —
—No me habla de la gente que conoce así que… lo dudo bastante, la verdad—Miró a Ayn—¿De verdad ayudan estas preguntas? —
—Nos ayudarán a comprender qué clase de persona es y cómo tratar con ella—Resaltó Sumire—
—¿Sabes que tan dispuesta estaría ella de sacrificar algo que le importe por un bien común? —Preguntó Ayn, intentando finalizar rápido con la sesión de preguntas. Ante la misma, Aelita ahogó una carcajada—
—Se reiría en tu cara y haría lo… que sea que tuviera que hacer para conseguir un beneficio propio—Respondió—Ella no es la clase de persona que actúa para que el resto esté bien y si lo ha hecho es solo porque dio la casualidad de que su objetivo era el mismo—Había sido un análisis sorprendentemente bueno, pero era de una persona que había observado sus movimientos durante estos meses y sabía de lo que hablaba; si ella decía que no los ayudaría tenía que ser verdad, ¿O no? —
—Parecía dispuesta a colaborar con el proyecto Gastrea desde el principio—Contradijo Sumire—Y también con el virus—
—Estoy segura que la razón ronda en que si se os va de las manos quiere saber cómo cortar el problema de raíz—Un razonamiento bastante bueno que dejó sin preguntas a Ayn—
—Nada más por mi parte—Suspiró el americano apuntando cosas en su portapapeles—
—Yo tengo una pregunta más—Secundó Sumire—¿Sabes quién o qué es lo que más le importa en este momento? —
—Para ser sincera…—Se lo pensó, no quería parecer egocentrista, pero…—Yo—Sumire alzó una ceja—Si hacéis el intento de hacerme daño es posible que en menos de lo que penséis habréis muerto—
—Entiendo—No le creía demasiado, pero le daría el infame beneficio de la duda—Nada más, perdona por molestarte en tu día de descanso—
—No importa, es una suerte que no tuviera que ir al estudio—Se regocijó por lo bajo. Terminaron la conversación poco después y salieron de la sala, volviendo a otro despacho donde se encontraba Anthea esperándoles—Ya terminamos las preguntas—
—Fue más rápido de lo que supuse—Asintió Anthea, cerrando su portátil—
—Fue de gran ayuda—Justo en ese momento entró alguien, el psicólogo de las instalaciones—
—Necesito un voluntario por un momento—Soltó el hombre, Aelita alzó la mano—Ven, no tardaremos mucho—Salió con el hombre rápidamente—
—¿Y bien? —Preguntó más seriamente la pelirrosa—
—¿Y bien?, que estamos tratando que un demonio casi omnipotente que sería capaz de matarnos si se aburre de nosotros—Respondió Ayn de primeras, dejando su portapapeles en la mesa—
—Era un poco más obvio de lo que supuse—Asintió la pelirrosa—No sé hasta qué punto estaría dispuesta a seguir mis órdenes—
—No cambiaremos nuestra posición hacia ella, intentaremos que se mantenga interesada en el proyecto para no tener que enfrentarnos a un cambio de opinión repentino—Anthea asintió—
—Quizás ese sea el menor de nuestros problemas ahora mismo—Abrió su portátil y nada más encenderse la pantalla les mostró una noticia que habían colgado en la página de un diario internacional—
"Secuestrados y asesinados más de 30 jóvenes durante las protestas en Bélgica por un grupo desconocido"
—¿Las mismas protestas donde recuperamos a Pavel? —Anthea asintió. Al pobre Ayn se le heló la sangre al leer esa noticia—
—Esos cabrones iban bastante enserio con esto—Anthea le miró por un momento antes de suspirar—
—Parece que de verdad nos quieren hacer desaparecer del mapa cueste lo que les cueste—
—No creas que esto se quedará así, tienen que aprender con quienes se están metiendo—Dio un manotazo a la mesa—Ordenaré a Edge y Zack que traigan a cualquier persona de Guardian que puedan encontrar en la base cuando vayan a buscar a Luciana—
—¿Qué pretendes hacer? —Acusó Sumire—
—Asustarlos simplemente, no me meteré de lleno en su juego—Siguió mirando intranquilo la pantalla—Así que Gaia los descuidó y comenzaron a buscar a Pavel como locos… ya veo—
—¿Qué hay de su GPS? —
—Cuando Edge venga lo haremos, llama al grupo de doctores de la última vez de manera urgente—Sumire asintió—Contactaré con algunas personas para analizar la situación—
—Que Edge tenga conocimiento de esto para condicionar la misión de ir en búsqueda de Luciana—Secundó Anthea, Ayn asintió—
El rato pasó sin una mayor complicación.
En el bosque donde se encontraban los Neo casi caía la noche, estaban recogiendo sus cosas para marcharse rápidamente y justo cuando sacaban de la cabaña la motocicleta vieron a una pareja de ancianos acercarse a la misma.
—Oh, veo que aún quedan jóvenes que les interesa la naturaleza—Bromeó el anciano, de baja estatura, espalda encorvada caminando con un bastón. Con una cabellera fina y canosa y una mirada cansada y arrugada—
—Aunque el ruido de la moto puede molestar a los animales—Asintió la anciana, igual estatura que el hombre y unos rasgos similares, cojeaba suavemente de una pierna y parecía que su deteriorada visión acompañaba con un deteriorado estado mental—
—No hemos visto ninguno llamativo cerca—Soltó el joven Neo de primeras, dejando la moto en el camino de tierra—
—Salvo algunos zorros no suele haber mayor cosa—Aseguró el anciano, asomándose al interior de la cabaña—
—¿Es vuestra? —
—Oh, no, pero pasamos por aquí cuando vamos a pescar—Suspiró—Lo hacemos desde que somos adolescentes—La IA se sorprendió por tal cantidad de tiempo—Sois una pareja muy joven y peculiar—
—Estábamos aquí meditando antes de algo importante—Mencionó el joven Neo sin, obviamente, dar detalles—Esperamos no molestar—
—No lo hacéis, es bueno ver a jóvenes promesas pasando tiempo con la naturaleza porque… a fin de cuentas es todo lo que nos quedará para sobrevivir—Vio a su alrededor—
—¿A qué te refieres? —Preguntó la IA, pero antes de obtener respuesta la anciana interfirió—
—Está un poco loco, déjalo—Le dijo la anciana en un tono burlón, riéndose de su broma, desconcertando a ambos Neo. El anciano rodó los ojos mientras reía histérico—
—Solo es una opinión—Atajó el mismo—No os quiero interrumpir, parece que tenéis un largo trayecto—Ambos asintieron—
—Que no os atrapen—Susurró la anciana en tono juguetón, el anciano pareció dejarlo pasar—
—¿Quiénes? —Preguntó de vuelta la IA, pero el anciano hizo un gesto con la mano para dejarlo pasar. Se despidieron rápidamente y montaron la motocicleta con dirección laboratorio de Ayn y Sumire.
Un par de horas tardaron en llegar a las instalaciones, ya era de noche, aunque aún era joven. Dejaron la motocicleta en la entrada, ingresando a las instalaciones en busca de Ayn, quien parecía listo para marchar a algún sitio; se encontraron en un pasillo.
—Ya estamos de vuelta—Dijo el Neo al americano—
—Justo a tiempo—Recibió las llaves y los cascos—Os quiero enseñar una cosa rápida, id a la sala de juntas—Unos diez minutos después se encontraban ahí reunidos—Anthea encontró esta noticia en la tarde y nos llamó la atención—Le mostró la noticia de los jóvenes asesinados en las protestas de Bélgica—Ocurrieron justo después de que Taelia sacara a Pavel de ahí—
—¿Se sospecha de alguien? —Preguntó la IA, quizás algo desinteresada—
—Guardián—Soltó—Gaia acaba de confirmar que al momento de saber que Pavel estaba con nosotros dejaron de vigilar la manifestación así que…—
—Aprovecharon el momento de distracción para buscarlo pensando que no lo habían encontrado—Teorizó Xana mirando las noticias—
—Solo quería avisar para que tengas en cuenta que hacer cuando vayas por Luciana—Dijo en tono asertivo—
—Volar las instalaciones—
—No tan directo—Alguien entró a la sala, se trataba de aquella amiga de Anthea, Evangeline—
—Ya estamos listos para aquello—Avisó al americano—Y veo que ya llegó la experta—Mirando a Xana, quien parecía hacerse una idea—
—¿Qué ocurre? —Preguntó la indicada—¿Es sobre Pavel? —
—Si, lo mismo que hiciste en su momento con Marcus hay que hacerlo con él—
Unas cuantas horas más tarde, la IA dejaba el laboratorio a gran velocidad con el trabajo de la operación a Pavel hecha; había extraído un total de ocho sensores incluidos dos GPS que se destruyeron al momento. Se aseguró con una ducha química que no quedaba rastro del virus en su cuerpo, por lo que se dirigía a casa de Anthea, a pesar de que, por la hora, estaban todas durmiendo. Entró y subió hasta la habitación de Aelita, quien no parecía estar teniendo precisamente un cómodo sueño, podía sentir como una pesadilla la molestaba nada más viendo su expresión al dormir; algo cruzó por la cabeza de la IA que hizo encender una bombilla en su interior, había tenido la idea de manipular el sueño para darle una lección a la pelirrosa. Le tocó la frente y logró entrar a la pesadilla.
*Dentro de la pesadilla*
No se podía esperar otra situación que la cabaña en un día nevado. En el momento que se llevaron a Anthea. Una pesadilla que parecía haber desaparecido, pero en realidad seguía ahí para recordarle lo que ocurrió.
Aelita, con una apariencia infante, salía corriendo tras la camioneta, pero el resultado fue el esperado; fallar y lo único ver es cómo se aleja en la niebla. Esta vez sería diferente; parecía haber vuelto a un checkpoint, por llamarlo de esta manera; se encontraba de pie en la puerta de la sala de estar viendo como arrastraban a Anthea luego de abrir la puerta a golpes.
—¡Dejadla! —Corrió tras ellos a toda velocidad y esta vez parecía haber alcanzado a uno, pero este le respondió con una patada en la cara, dejándola caer boca arriba en el suelo; sin tiempo para rendirse se puso de pie, y cuando la subieron a la camioneta vio una luz y volvió atrás al mismo punto. Le pareció raro ya que recordaba lo ocurrido. Esta vez intentó coger algo para atacar; lo único a mano era un libro y eso hizo, lo lanzó a uno de ellos acertándole en la cabeza sin ningún resultado positivo —¡Dejadla en paz! —Cuando iba a dar un paso al frente escuchó un gran estruendo y lo siguiente que escuchó fue un grito y su visión nublándose al instante. —Checkpoint—Había vuelto al mismo punto de antes, no se sentía muy diferente, no sabía que ocurría, pero debía encontrar una manera de detener a esos tipos ya que, al parecer, era la única manera de hacer que la pesadilla terminara. Salió de casa a gran velocidad con un palo de escoba en sus pequeñas manos, acertando en la mejilla de uno de los hombres, intentando al mismo tiempo adueñarse de su pistola, pero en un desafortunado movimiento el hombre logró quitársela de encima, empujarla contra un árbol y descargar toda la munición en su humanidad—¡Mie…! —Se contuvo de decir malas palabras; estaba agitada por la imagen anterior. Esta vez se sentía diferente, con más vitalidad y parecía un poco más mayor—¡Tengo que lograrlo! —Salió de casa y atravesó una barrera de humo para coger una piedra grande la cual lanzó al vehículo que estaba a punto de llevar se a Anthea, rompiendo el cristal del conductor, provocando que este se bajase del vehículo, logrando su cometido de coger otra y lanzarla para noquearlo y si bien le acertó en la cabeza, no fue lo suficiente para dejarlo en el suelo—¡El arma! —La había dejado caer, por lo que la pelirrosa fue rápida y logró robarla del suelo, corriendo de inmediato a su posición inicial, apuntando con la misma al hombre, quien alzó las manos mientras le miraba—
—¡Aelita! —Escuchó un grito en el interior del vehículo que la desorientó, escuchando dos estruendos; uno en el árbol tras ella y el otro… en su vientre. Sintió un dolor indescriptible que la hizo caer arrodillada mientras sentía cómo la sangre se venía a su boca. Aún en shock, intentó levantar el arma, pero otro estruendo apagó sus luces. Volviendo al punto de checkpoint; solo que esta vez había cambiado y se encontraba con el arma en la mano apuntando al hombre en frente suyo. Tomó aire sin tener un solo pensamiento coherente en su mente, no quería apretar el gatillo, le daba miedo hacerle daño a alguien sin razón, sin embargo, cerró los ojos tras asegurarse de estar apuntando al hombre y… se escuchó un estruendo venir de sus manos. Al abrir los ojos pudo ver al hombre con un agujero de bala en su cabeza—
—¿Qué… pasa? —Es como si el mundo se estuviese moviendo en cámara lenta salvo ella. Se giró de inmediato al ver que dos hombres bajaban del vehículo a toda velocidad e intentó esconderse tras un árbol, pero una bala atravesó su pierna a la altura del muslo le hizo resbalarse. Soltó un grito de dolor mientras se arrastraba a la cobertura del árbol. Vio al frente suyo mientras jadeaba e intentaba ahogar gritos de dolor una figura extraña sentada en la rama de un gran árbol, observando con pasividad la escena—Ayuda…—Suspiró, sosteniendo el arma en sus manos con gran temblorosidad. Cuando intentó moverse para ver si venían pudo sentir una patada en su vientre, alzó la mirada y vio a los dos hombres—¡Fuera de aquí! —Gritó ya desesperada, pero uno de ellos la alzó desde el cuello y la obligó a apoyarse contra un árbol mientras le apretaba con fuerza, casi dejándola sin aire. Parecían hablar entre ellos y hubo un momento donde la miraron por un par de segundos, le dieron la vuelta apoyándola contra un anciano y astillado árbol que fue su tumba, ya que recibió un disparo en la cien que la devolvió al checkpoint. Abrió los ojos y vio la escena; ella, la pistola en sus manos, y el hombre en frente suyo. Rápidamente reaccionó al ver que el mismo hombre corría hacia ella y accidentalmente accionó el arma, acto seguido escuchando un cuerpo caer de plano a la nieve—Uno…—Tenía una bala en pecho. Sintió como los otros se iban a bajar y se giró muy rápidamente hacia el coche y accionó con valentía el arma sin mirar hacia el frente hasta que la pistola no escupió más proyectiles—¡Bien! —Al girarse vio como los dos hombres estaban tendidos en el suelo, pero al fijarse en el interior vio un cuerpo apoyado sobre el asiento cubierto de sangre y… una bala en la parte derecha de la cabeza. Su cuerpo entero se congeló al ver que era Anthea y rápidamente volvió al checkpoint, pero esta vez ya quería hacer las cosas bien, y nada más ver al frente accionó el arma sin importarle quien estuviese al frente, girándose hacia el vehículo—¡Salid de ahí! —Les gritó con una falsa valentía, en un interior estaba ansiosa al no saber cómo reaccionar ante una amenaza tan seria—¡Salir! —Al no ver actividad disparó una vez contra lo que parecía ser la sombra de una cabeza, pero el disparo fue detenido por el cristal blindado, tal como esperaba habían picado en su trampa y abrieron la puerta trasera rápidamente, intentando disparar a la pelirrosa quien respondió con un par de disparos a quemarropa, acertando a uno tras atravesar la chapa del vehículo y recortándole aparentemente el vientre; el otro comenzó a disparar hacia ella, pero al agacharse las balas solo dieron en un árbol atrás suyo, algo que le dio tiempo al hombre restante para cerrar las puertas y cambiar de posición en el interior y ponerse en el lugar del piloto. Encendió el vehículo con intensión de marcharse, algo que sorprendió a la pelirrosa que inmediatamente se puso de pie y comenzó a perseguir al vehículo con todas sus fuerzas, pero cuando creyó que ya no lo alcanzaría, apuntó el arma al frente y con la última bala restante logró atravesar la chapa blindada del lugar del conductor, provocando que el vehículo se detuviese de golpe contra una colina al lado del camino. Se acercó rápidamente, abriendo la puerta del conductor, notando como el hombre que había ahí tenía un agujero en el lado derecho del pecho y estaba el mismo apoyado sobre el volante. Se fue a la parte trasera y abrió la puerta, encontrándose con Anthea, a quien logró desatar de primeras—¡Mamá! —Gritó de emoción al abrazarla... pero el tiempo se detuvo. Al mirarle vio como su expresión estaba congelada—¿Mamá? —Antes de poder hacer más escuchó unos pasos atrás suyos; se dio la vuelta con agresividad apuntando con el arma, pero solo vio a una IA con una medio sonrisa—
—Te tomó menos tiempo del que supuse—Dijo en voz casi susurrante—
—¿Qué fue todo esto? —Preguntó de primeras, notando como su apariencia ya no era la de una niña, sino la actual propia—
—Una pesadilla—Respondió—Pero me tomé la libertad de jugar con tu mente para enseñarte algo de sangre fría—
—Es que…—Soltó un suspiro casi de desesperación al recordar las formas en las que había muerto—Fue horrible—
—Aprendiste de tus errores y dejaste tus miedos para asesinar a tres hombres de negro—
—No quería hacerlo—Dijo, dejando el arma a un lado, acercándose a la IA—Pero… quizás esto me enseñó que con práctica puedes dejar atrás tus miedos—
—No estaré siempre para protegerte, así que tómalo como un aprendizaje para el futuro—Se dejó caer en la nieve—
—¿Y ahora qué? —
—Es hora de despertar—
*Fin de la pesadilla*
Tal como la IA había dicho, Aelita despertó. Era aún de noche y al abrir los ojos pudo ver una gran tormenta eléctrica fuera, se giró hacia un lado y vio a la IA acostada a un lado de la cama, mirándole fijamente.
—Extraño—Le dijo con una sonrisa casi forzada—
—De nada—Se acercó un poco más a ella, abrazándole por la cadera—
—Ocurrió algo… esta tarde—La IA alzó una ceja—Los del laboratorio donde va Taelia me llamaron para hablar con ellos… sobre ti—Antes de que la IA pudiese decir algo, continuó—Les dije lo que pensaba, pero… cuando me pidieron describirte internamente sentí… como si me paralizara al tiempo que venía la diana en mis ojos—
—Al tiempo que protegí tu mente para evitar intrusos también evité que pudieras hablar de mi más de la cuenta con desconocidos—Le dijo suavemente—No es que no me fie de ti, es solo que quiero ir sobre seguro—
—Aun así… me asusta estar tan… controlada por ti… solo algunas pocas veces—Le miró a los ojos—
—Eso te ha mantenido con vida hasta hoy—Suspiró—¿O no? —Tras pensarlo brevemente, la pelirrosa asintió—
—Aun así…—Sin terminar la oración, sintió como la IA le acercaba rápidamente hacia ella—
—Olvídalo, lo hice por tu seguridad—Apoyó su frente contra la de ella, al tiempo que le acariciaba una mejilla, podía notar cierta incomodidad en su compañera—
—Lo intentaré—Cerró los ojos esperando que por la mañana hubiese olvidado gran parte de aquella pesadilla—
En la mañana no fue distinto a cualquier día, con la diferencia que, cuando se encontraba en Kadic, la IA estaba junto a ella.
—Ulrich, ¿Puedo hablar contigo? —Preguntó la IA al alemán, quien se sorprendió—
—Claro—Dijo, al tiempo que se acercaba—¿Qué ocurre? —
—Vamos a un sitio más solitario—Jeremy alzó una ceja al escuchar eso. Ambos se retiraron a un pasillo circundante a la cafetería, lejos de sus compañeros—Quizás Taelia ya os lo haya dicho, pero necesito una pareja para un trabajo algo complicado—
—¿Y por qué debo ser yo? —Preguntó, a sabiendas de lo que podía ser tras recordar la historia de lo contado por Odd sobre todo lo que aconteció desde que llegó a Suiza y volvió a Kadic en el rescate de Aelita y Anthea—No sé si pueda serte de utilidad—
—Primero porque no te conocen así que no sospecharán de ti en caso de hacer algo sumamente estúpido, segundo; si Odd pudo ser de utilidad, ¿Por qué tú no puedes serlo? —Era una lógico un poco extraña—
—Tal vez tengas razón, pero, ¿Por qué yo? —
—¿Quieres que me lleva a Yumi y quedes como un cobarde? —Había dado un su orgullo, lo suficiente como para tenerlo contra las cuerdas—Te aviso que tardaremos mínimo tres días en volver a Kadic si aceptar ir… y no garantizo que volvamos de una pieza—
—… ¿De qué trata? —La IA sonrió victoriosa—
—Una compañera de Taelia que es prioridad máxima que esté en un laboratorio controlada fue secuestrada por una organización y llevada a una base extraña en Polonia, cerca de la frontera—Tomó aire—No sabemos cuánto tiempo tenemos, pero debemos dar con ella y traerla de vuelta—
—Sigo sin entender por qué debo ser yo—
—Me apetece ver que eres capaz de hacer… y hasta donde eres capaz de ir—Se acercó a él quizás un poco más de lo usual—¿O tienes miedo? —
—¿Qué ganaré a cambio? —
—Estoy segura que os darán una recompensa, pero puedo darte lo que tú quieras—En tono sugerente—
—Que William no se acerque a Yumi—Se sonrojó mientras miraba a otro lado—
—De acuerdo—Le dijo—Vendré a buscarte cuando tengamos que irnos, me encargaré de dar una excusa a Delmas para que no se preocupe por ti—Se dio vuelta—
—¿Y el resto? —Preguntó—¿Qué les dirás? —
—Aelita y Taelia saben lo que ocurre, Odd se lo debe imaginar y Jeremy me da exactamente igual… estoy pensando sobre Yumi, pero ese quizás es tu problema—Antes de que el alemán pudiese protestar, la IA ya se había marchado del lugar—
—¿En qué me estoy metiendo? —Se dijo a si mismo mientras volvía con sus amigos, al tiempo que aparecía Taelia—
—¿Qué pasó? —Preguntó Aelita de primeras al verle llegar—
—Xana quiere que le acompañe a hacer algo peligroso—Respondió con parsimonia—
—Tranquilo, tengo que ir por obligación así que podremos hacerlo bien—Secundó Taelia, intentando darle ánimos—
—¿Y por qué tú? —Preguntó Yumi, quizás la misma pregunta que tenían todos—
—Me dijo que podría serle de utilidad y también que no me conocen así que no sospecharán de mi—Suspiró—También dijo que quería ver que tanto podría llegar a hacer—
—¿Tú qué opinas? —Preguntó Aelita a su hermana, quien se encogió de hombros—
—No sé qué pueda tener en mente un programa de computadora, pero si lo escogió a él… le daré el beneficio de la duda—Miró al cielo—
—Aun así, es muy peligroso hacer lo que sea que quiera hacer—Insinuó Jeremy—No sé si deberías ir—
—No hay mejor profesor que un hueso roto—Sermoneó Taelia antes de volver al interior de la cafetería. Ulrich se quedó con la frase—
—Lo pensaré, no prometo nada—Soltó finalmente el alemán. Entraron a la cafetería con intención de olvidar el tema rápidamente. Por su parte, la IA no se había ido del todo, solo estaba buscando a Milly para hablar con ella sobre cómo se sentía, ya que había sido su víctima para investigar los efectos de la lluvia eléctrica, como le gustaba llamarle. La encontró acompañada de Tamiya e Hiroki, por lo que decidió no intervenir y simplemente observarla por un rato, no parecía haber un cambio real en su comportamiento… salvo por el hecho que estuviese saliendo de Kadic a altas horas de la noche. No era algo de lo que ella debiera preocuparse, pero intentaría ver en que problemas podría meterse esa niña, quizás podría sacar provecho de la situación.
La noche había caído y la IA se encontraba por los alrededores del barrio donde vivía Sam, quería hablar con la morena para proponerle lo mismo que a Ulrich ya que estaba segura que no se negaría a una tarea como esa por algo de dinero. No sabía que hora era, pero seguro era ya de madrugada en la ciudad parisina. Analizaba a cada ser vivo que cruzaba cerca de ella, pero no encontraba mayor rastro de Sam, lo cual le era extraño ya que casi siempre la veía frecuentando esos lugares. Pasó un largo rato hasta que la morena cruzó bastante rápido con su skate, parándose en seco al reconocer a la IA, sentada en lo alto de un muro de concreto en la entrada de un parque.
—¿Qué haces por aquí? —Preguntó la morena a la IA—
—Esperando por ti—De un salto cayó de pie en frente de la morena—Tengo una propuesta que hacerte—
—¿Ganaré algo a cambio? —
—Posiblemente—
—Te escucho—
—Hay que rescatar a alguien importante y necesito a alguien más para cubrir un flanco que queda abierto, será un viaje de unos dos o tres días y quizás no volvamos con vida—Respondió, mirándole fijamente—
—¿Por qué me lo preguntas a mí? —Quizás preguntarlo era algo estúpido—
—Creo que es obvio que tienes bastantes pocos escrúpulos para hacer depende que cosas—Secundó—Aparte, se que no te negarías por un poco de dinero—
—¿Qué idea tienes de mí? —Preguntó para si misma—Está bien, te ayudaré a cambio de que me acompañes a un sitio a terminar un encargo, no me vendría mal algo de compañía—La IA se encogió de hombros y sin nada que perder, la siguió—
Por sorpresivo que pudiese parecer no era la única conocida que estuviese fuera de casa a altas horas de la noche; Taelia también se encontraba por fuera, estaba en la calle deambulando mientras escuchaba música para relajarse; no le importaba lo más mínimo que le pudiese ocurrir ya que podría defenderse, pero la relajación no era su razón de haber salido sin avisar, sino una serie de mensajes que había estado recibiendo durante algunos días; eran de números desconocidos, pero parecían todos del mismo remitente.
"Te conozco, deberíamos vernos, podría ayudarte"
"Algo de información sobre lo que tendrías que llegar a ser te sería de utilidad"
"Puedo disipar todas tus dudas sobre tu personalidad"
Mensajes de ese tipo le llegaban, parecían publicidad de la más engañosa y la persona no parecía tener mucha habilidad de persuasión, así que simplemente le dio el beneficio de la duda ante la situación. El último mensaje rezaba; "Me gustaría verme contigo, se que lees mis mensajes, aunque no contestes a ellos. La dirección te la dejo a continuación"
Según pudo investigar, la dirección se trataba de un sitio un poco alejado, distritos más arriba del río Sena y que parecía ser lujoso al tiempo que discreto. Ya llevaba al menos una hora de camino y se encontró en la calle donde estaba su destino, sabía que era un restaurante dentro de un edificio lujoso al lado del rio, pero poca idea se hacía. Era una calle larga y lo único que veía era un edificio alto y con cristales opacos que en uno de ellos parecía haber un restaurante aún abierto, pero vacío. Se acercó al edificio y vio un par de hombres vestidos de negro que aparentaban ser guardaespaldas de alguien, estaban en la puerta de entrada del mismo, una bastante discreta.
—¿Qué se te perdió aquí? —Preguntó uno de ellos de forma agresiva al ver llegar a Taelia—
—Alguien me quiere ver aquí—Le enseñó su móvil con los SMS, el hombre lo reconoció de inmediato y le dio paso—
—Ven conmigo—El hombre entró y Taelia lo siguió pisos arriba. Antes de entrar por una puerta, el hombre se giró hacia ella—Apóyate contra la pared, voy a requisarte—La adolescente obedeció tras soltar un suspiro. El hombre la tanteó por bastantes sitios, aunque su vestimenta, un pantalón largo de color negro y un abrigo de color morado dejaban poco que esconder—Entra, te están esperando—El hombre abrió la puerta y la chica entró, sigilosa. El interior era curioso, un pasillo largo adornado con cuadros y diseños artísticos varios con una música tenue y suave, ala derecha tenía una pared vidriada donde podía ver la calle. Siguió por el pasillo hasta dar con una sala pequeña y una mesa para dos con un hombre sentado en una de las sillas mirando por la ventana—
—Pensé que no vendrías—Dijo el hombre. Alto, traje negro y corbata con zapatillas del mismo color, tez blanca y sin cabello alguno en su cabeza. Voz grave y seductora, mirada penetrante adornada con ojos oscuros, postura recta y con una complexión atlética acompañado con un portapapeles en la mesa, donde había dos platos vacíos con sus respectivos vasos y cubiertos con alguna bebida—Por favor, toma asiento—Le ofreció con voz suave. Le adolescente no sabía que hacer—
—¿Quién te dio mi número? —Preguntó de primeras, estaba nerviosa—
—Uno de mis guardaespaldas tiene contactos—Respondió—Quizás no me presenté correctamente—Se puso de pie—Soy Sanderson, número dos de Bondrewd y una persona que te conoce bastante mejor de lo que parece—Extendió su mano a forma de saludo, al tiempo que dejaba una carpeta sobre la mesa. Taelia decidió ser cauta y corresponder al saludo. El hombre hizo un gesto con la mano para que la chica se sentara, obedeció y ambos lo hicieron—
—Esto…—Abrió la carpeta y pudo ver que era un informe suyo que aparentemente era de cuando estuvo los primeros y únicos días en Kiruna, no entendía mucho ya que parecía estar escrito en cirílico, y el hombre tenía un marcado acento alemán, por suerte, para ella, eso no era dificultad—
—Los informes no se guardaban en la ciudadela, sino en otro sitio más secreto—Respondió—
—¿Por qué quieres contactar conmigo? —Preguntó de forma tajante, mirándole a los ojos—
—Supe que estabas aquí y dado a que tengo información valiosa estaba seguro que a tus nuevos encargados no les vendría mal saber esta información, como también la de tus demás compañeros—No cambiaba su tonalidad suave y seductora, estaba incomodando a Taelia de alguna manera—Aparte de… que no estaría mal tener una persona con la que platicar de vez en cuando—Iba a responderle con algo agresivo, pero entendió el por qué de su comportamiento; lo que había hecho con Bondrewd—Veo que me entiendes—
—¿Me darás todo ahora? —El hombre se regocijó suavemente mientras negaba—
—Quiero algo a cambio, quizás compañía y plática sea lo mínimo, pero quiero que sea constante—Soltó—Como prueba de que no estoy mintiendo te traje el tuyo, trae información que quizás sea ayuda en la búsqueda de una medicina experimental para mantener el virus a raya—Un camarero trajo una pequeña cesta de mimbre con pan cortado, retirándose al momento—
—De acuerdo, quizás pueda hacer esto—Se dejó caer sobre la silla mientras pensaba—¿Cómo supiste que estaba aquí? —
—Yo estaba de incognito en la reunión del consejo de seguridad hace un tiempo, supe que tendría que colaborar de forma indirecta para no dejar todo a medias—Parecía hablar con un tono de desespero en su voz—
—¿Y por qué no hablaste directamente con…? —
—Porque no me creerían—Dijo—A Bondrewd era el único que conocían y a sus cercanos colaboradores nos mantenía en lo oscuro, pero fue elección nuestra—Suspiró—Quiso evitar que alguien se hiciera con el control del proyecto, pero con su muerte…—
—Volvió a manos de Ayn y Sumire—Sanderson asintió—¿Y por qué yo?, aunque… me hago una idea—
—Querida, todos sabíamos lo que te ocurrió y lo que hacías con Bondrewd, sabemos tu comportamiento, pero… yo no soy como esos salvajes—Bebió agua de un vaso—Ante los ojos de Dios… todos sois iguales—
—Debo tener… una imagen muy mala—Solo sostenía un vaso de agua mientras evitaba mirar al hombre a los ojos—
—Dime, ¿Hay algo que quieras saber? —Preguntó con suavidad, intentando evadir el tema del que Taelia mencionaba—
—Quizás… ahora mismo solo se me pasa por la cabeza… Luciana—Miró al hombre—¿Sabes algo de ella? —
—Recibí un informe de que hubo un encontronazo con hombres de una corporación privada y ella, lo que no sabemos aún es que ocurrió luego—Concordaba con lo mencionado en reuniones anteriores—¿Vais en su búsqueda? —Taelia asintió—Entiendo—Hubo un momento de silencio—Una chica como tú… debe atraer mucho las miradas—
—Paso bastante inadvertida—Respondió de primeras—
—Caso contrario a tu hermana—Eso llamó la atención de Taelia—Supe de sus conciertos—
—Si, ella es la estrella—Soltó un pesado resoplido—No quiero parecer la oveja negra—
—¿Crees en el destino? —Preguntó—¿Acaso te crees dueña de tus actos? —El hombre le dejó un momento para pensar—
—No quiero… irme por el camino del mal—
—El bien… el mal… He, que dilema—Taelia le miró—Te creen bastante inocente, ¿Verdad? —
—Es… posible, pero desde que… ocurrió todo…—No sabía cómo explicarlo—
—Si estás viva es porque aún tienes algo que hacer aquí, pero el tiempo de Dios es preciso—Parecía ser un buen religioso—No hay diferencia entre el bien y el mal, y si la hay, para ti ya es tarde—
—No te entiendo…—
—Lo entenderás—Un camarero les trajo algo de comida; delicatessen, quizás lo esperado —Está siendo fructífera esta noche—Suspiró—Pensé que sería mucho más complicado intentar razonar contigo—
—No tengo nada que perder—Se dijo—Quizás pueda sacar provecho de estar contigo—
—Tendrás tu recompensa—Soltó—Cada vez que nos veamos te daré un informe diferente que te será de utilidad, también tecnología y… quizás algún regalo de agradecimiento—Le miró fijamente con una sonrisa seductora, al hombre se le daba muy bien tratar con la gente con personalidad dura como Taelia—
—No tendré sexo contigo—Respondió de primeras en voz baja, el hombre se regocijó—
—Te dije que no soy como esos salvajes—Aclaró—Yo quiero hablar con alguien como tú, ver como eres y que eres capaz de hacer, solo quiero tu compañía al tiempo que tu quieres ser de utilidad—
—No sé si sea la manera correcta—
—Quizás es un poco pronto para averiguarlo, ¿No crees? —
—Si… tienes razón—
—Vamos a comer—Comenzaron a degustar las diferentes comidas que les traían mientras se conocían más personalmente; ahí descubrió que Sanderson era un exagente del servicio secreto de Guardián, que renunció hacía más de diez años por disputas sobre su modo de actuar, uniéndose a Bondrewd por su capacidad de negociación y seducción, unas características que le fueron de utilidad siempre. Taelia le contó parte de lo que había vivido antes de encontrarse con Anthea—Debió ser complicado vivir en un sitio… donde sientes que no es tu casa—
—No tienes idea—Dijo—Pero no los culpo, gracias a esas personas sobreviví—
—¿Alcanzaste a agradecerles? —Negó con la cabeza—Debes cargar con la culpa de eso…—Asintió—
—Quiero ir a verlos… a llevarles un ramo de flores y platicar… aunque sea en sus tumbas conmigo misma —
—Estoy seguro que desde el cielo con el creador agradecerán tu compañía—Respondió—El muerto no es el que pierde la vida, sino el que se le olvida—Taelia recordaría esas palabras. Miró la hora, casi las cuatro de la mañana—Quizás deberías ir a casa, ya fueron un buen par de horas—
—Me lo estaba pasando bien—Si, debía reconocerlo, el hombre tenía su encanto para evitar morir un buen momento y pasó de estar nerviosa y a la defensiva a tranquila y suelta con la conversación—Pero… tienes razón—
—¿Quieres que te acerque? —Taelia negó con la cabeza—
—Me apetece ir sola, pero gracias por el ofrecimiento —Insistió—
—Dado a que llevas los documentos que te di, insisto que vayas en Taxi—Taelia asintió y el hombre le dio un billete—Nos veremos en otra ocasión, no le quites la vista de encima a tu móvil—
—Gracias por el momento—
—Gracias por no ignorar mi ofrecimiento—
Salió de ahí con gran velocidad y tal como prometió, cogió un taxi que le llevó a casa. Al entrar sigilosa se encontró con la IA sentada en la sala de estar, parecía estar con el portátil de Anthea. A pesar de lo ocurrido antes, ella debía saber lo ocurrido.
—¿Puedo contarte algo y me prometes guardarlo en secreto por el momento? —Preguntó a la albina de primeras, quien asintió sin mirarle. Se acercó y le entregó la carpeta—Me reuní hoy con un hombre que decía ser el número dos de Bondrewd, se llama Sanderson y… bueno, me entregó estos documentos—
—Es… un informe sobre los datos anteriores al virus y… sobre cómo fue tu comportamiento inicial—Dijo suavemente—¿Cómo te contactó? —
—Por el móvil, me enviaba SMS desde hace días hasta que me dijo que me quería ver y… solo porque no tenía nada que perder, fui—Esperaba un regaño de la IA—
—El informe parece auténtico, entrégalo mañana a Ayn y cuéntale lo ocurrido—Sugirió—No te de miedo lo que hiciste, pero podrías haberme avisado por si acaso ocurría algo—
—No estabas en casa—Soltó—Pero lo haré, me dijo que cada vez que nos viéramos me entregaría algo diferente relacionado con el proyecto Gastrea de Bondrewd—
—Ten cuidado con ellos, pero… hiciste bien, investigaré un poco sobre ese hombre y te diré cómo debes tratarlo—Taelia asintió—No te preocupes, no le diré nada a nadie—
—Gracias—Dio un paso atrás—Buenas noches—La IA no respondió, solo siguió tecleando a gran velocidad. La chica volvió a su habitación y cerró con sigilo la puerta, desnudándose al instante para ponerse el pijama e irse a dormir; no podía dejar de pensar en lo que acontecía, ya que en solo un día partirían hacia Polonia en busca de Luciana, una misión de todo o nada—
Las clases habían terminado irremediablemente y Ulrich salió rápidamente a coger un autobús, ya que le requerían en un sitio para planificar exactamente que hacer en cuanto a lo que había acordado con la IA. Iba en el autobús distraído cuando vio que alguien conocido se subió también, se trataba de Sam, quien lo reconoció al instante.
—¿Qué haces por aquí? —Preguntó la morena, sentándose al lado del alemán—
—Quedé con alguien para ir a un sitio—Respondió—¿Y tú? —
—Igual—Dijo— No sé para qué—La conversación murió ahí ya que no tenían realmente cosas de que hablar. Ambos se bajaron en la parada al lado de la base militar de Vincennes, casi a las afueras de la ciudad—Así que… esa chica te llamó a ti también—
—Creo que estamos metidos en lo mismo—Se acercaron a la puerta donde un militar se acercó a ellos—
—¿Qué se os ofrece? —Preguntó el hombre mirándolos seriamente—
—Nos dijeron que viniéramos aquí—Respondió Ulrich intentando no sentirse intimidado. El hombre le miró por unos segundos hasta que comenzó a hablar con alguien desde un comunicador y tras un par de minutos, el hombre volvió—Venid conmigo—Ambos adolescentes asintieron y obedecieron, entrando a las instalaciones—
—Creo que nos estamos metiendo en algo muy gordo—Soltó Sam en un susurro. Ulrich simplemente se encogió de hombros. Llegaron hasta una sala de reuniones donde les estaban esperando varias personas, donde solo dos eran conocidas; Pavel, Taelia, Zack y Xana en compañía de Ayn Rand y un militar que Ulrich recordaba haber visto meses atrás en televisión; el hombre bajito y canoso con el pelo peinado hacia atrás, el capitán Roland Garrison—
—Aquí estáis—Soltó la IA a los dos—Sentaos, vamos a hablar—
—Un poco jóvenes, ¿No crees? —Soltó Garrison a la IA cuando vio a Ulrich y Sam—
—Sé lo que hago—Bastante intimidados por la presencia de desconocidos, se sentaron en una mesa semi redonda donde enfrente había una pantalla proyectada con un mapa—La pareja que faltaba eran Ulrich y Sam, son conocidos que sé bien que serán de ayuda—El resto asintió—
—Empecemos por el plan—Dijo Ayn—¿Cómo vamos a operar? —
—Tenemos tres objetivos; Una base aérea, una subestación eléctrica protegida y la base de Guardián—Los tres objetivos se marcaron en el mapa—La base está a unos kilómetros más hacia el oeste mientras que la subestación está apenas a unos diez kilómetros al sureste de la base—Tomó Aire—Zack y yo iremos a encargarnos de la base aérea mientras los cuatro restantes tendrán que destruir la subestación, cuando lo hagáis tendréis cinco minutos para estar en la carretera que os llevará a la base de Guardián para hacer un ataque relámpago—
—Entiendo que el destruir la base aérea impediría que pudiesen recibir apoyo militar desde ahí—Preguntó Garrison, Xana asintió—Entonces cuando lleguéis a las instalaciones os encontraréis que ya estarán prevenidos—
—La idea es usar un ataque relámpago y contrarrestar sus fuerzas lo antes posible—Sugirió—Sin electricidad no podrán usar nada de tecnología que nos puedan rastrear—
—Lo veo un poco arriesgado—Asintió Ayn—¿Segura que solo con 6 personas es suficiente? —
—Una pareja deberá quedarse fuera mientras dos entran a las instalaciones en busca de la chica—Soltó un suspiro—La idea era volar la subestación con explosivos y al llegar a la base a oscuras comenzar a matar a todos los guardias externos—
—¿Y dentro? —
—Ir con cuidado—Soltó Zack—¿Estás segura de ir con una carga de choque en lugar de ir uno por uno aprovechando la oscuridad—
—Es una opción—Respondió la IA—Si tienen un generador de emergencia tendremos que atacar si o si, por suerte la entrada a la base está rodeada de colinas arboladas desde donde podremos matarlos sin que nos vean—
—El reporte meteorológico da tormentas y niebla para el fin de semana en la región donde se llevará esto a cabo—Resaltó Garrison—Podríamos aprovechar la niebla y lanzar un ataque selectivo hasta asegurarnos de que nadie sale ni entra a ese lugar—El proyector mostró una foto de la base; Unas instalaciones de varios edificios pequeños rodeando a un edificio centras de varias plantas de algo con fachada gris y una entrada a un parking subterráneo, todo cubierto por una muralla de piedra de varios metros de alto y varias torres de vigilancia—
—Primero nos encargaremos de las torres de vigilancia, eso será tarea de Zack—Al aludido asintió—Lo segundo será abrir una brecha ya sea en la puerta o en las murallas donde podamos entrar y a partir de ahí matar a todo lo que se mueva—Sam y Ulrich miraban concentrados al tiempo que asombrados y nerviosos todo el plan—Dentro iremos todos juntos ya que es una sección dividida por pasillos y la instalación principal es gigante y separarnos podría ser mala idea—
—¿Tienes un plan de contingencia en caso de que algo salga mal? —
—En caso de que logren interceptarnos antes de intentar entrar por la puerta nos dividiremos por las colinas intentando llamar su atención, pero… no sé que tan buena idea sea esto—Miró a Zack—Es un todo o nada—
—Entiendo—Se acercó a la IA, mirando a todos—Os hago un resumen para los que acaban de llegar—Miró a Sam y Ulrich—Buscamos a una chica que al parecer una organización extranjera secuestro y es de máxima prioridad que se encuentre bajo vigilancia, así que este plan es basado en imágenes que tenemos de que ella esté ahí en esa base—
—¿Y si no está? —Preguntó Ulrich finalmente—
—No volveremos de ahí sin ella—Soltó la IA—Hay una gran posibilidad de que esté ahí, pero…—Se encogió de hombros—
—¿Qué necesitas? —Preguntó Garrison a la IA—
—Una moto, un vehículo, comunicadores y armas—Tras eso miró a Ulrich y Sam—Que no os de miedo empuñar un arma, es vuestra única defensa contra ellos—Sam asintió, Ulrich se mostraba inseguro—
—Mañana por la mañana partís de aquí hacia la ciudad de Grambow, frontera con Polonia, vuestro objetivo se encuentra a ciento cincuenta kilómetros al este en una región montañosa adentro de Polonia—Pensó por unos segundos—El ataque se realizará por la noche al amparo de la tormenta y confiamos en que en la madrugada os encontréis cerca de Berlín para volver, es posible que Gaia tenga un sitio para que os ocultéis en caso de que os sigan—
—Es bueno saberlo—Asintió la IA—
—Vosotros cuatro—Señaló a Ulrich, Sam, Pavel y Taelia—Venid conmigo, os haremos un registro y os daremos un cursillo rápido para que aprendáis cuestiones básicas para que no os convirtáis en un daño colateral más —Los señalados asintieron—A los Neo os esperan en la sala de enfermería gente del proyecto para una revisión rutinaria—Los aludidos asintieron—Nos veremos aquí mañana a la madrugada, sed puntuales, os entregaremos un justificante para el interesado ya que os ausentaréis durante un par de días—
Garrison salió con los cuatro adolescentes hacia una sala de armas mientras los Neo partieron a la sección de enfermería, donde les hicieron una revisión rutinaria a ambos. Pasaron cerca de cinco horas hasta que los cuatro restantes fueron libres; les enseñaron lo básico de empuñar un armar y disparar al tiempo que algunos movimientos defensivos y también a usar el comunicador. Les instruyeron en un cursillo de dos horas de primeros auxilios en caso de que alguien saliera herido, excluyendo la posibilidad de que alguno de esos fuera peligroso, como Taelia o Pavel.
Era de noche y la IA se encontraba en la habitación de Aelita, sentada en la ventana mientras miraba a la pelirrosa dormir, eran como las cuatro de la mañana cuando la misma despertó.
—¿Mañana te vas entonces? —Preguntó la pelirrosa, llamando la atención de la albina—
—Solo por un par de días mientras rescatamos a esa chica—Respondió, cerrando la ventana y acostándose al lado de la pelirrosa—
—Deberías dormir entonces—
—Estoy bien—Le miró por un par de segundos al tiempo que le abrazaba por la cadera y acercaba su cuerpo al suyo—
—¿Entonces? —Sin esperar respuesta y de forma inesperada recibió un beso en los labios en el que sintió una electrizante sensación de drenaje—Entiendo—
—¿Opondrás resistencia? —La pelirrosa solo cerró los ojos. Xana siguió sin hacer preguntas y utilizó sus manos para provocar a la pelirrosa, pero solo se encontró con que las manos de la pelirrosa estaban puestas sobre sus antebrazos sin apenas hacer fuerza para impedirle hacer algo, al tiempo que la misma soltaba leves suspiros mientras sentía el drenaje de la IA. Sus dedos recorrían partes de su espalda al tiempo que soltaban ligeras descargas que le hacían inclinarse de forma involuntaria—Que sensible…—
—Cállate—Rápidamente se apoyó contra su hombro y le dio un ligero mordisco en el cuello que tomó con la guardia baja a la IA y le provocó una sensación extraña—Tú también lo eres—
—¿Me estás retando? —Rápidamente la IA tomó la iniciativa y se giró hasta estar encima de Aelita, apoyada con sus manos sobre el colchón—
—No te pases… tengo…—
—Lo sé, tranquila—La pelirrosa sonrió por lo bajo. Sintió como la IA subía su camisón y comenzaba a besarle el pecho, aumentando su excitación y con ello la cantidad de energía que podía drenar. Intentaba no hacer ningún ruido, pero era complicado. Era tan alta la influencia que ejercía la IA, que tuvo que apoyar sus manos contra el colchón al tiempo que se tapaba la boca—Que rápido—Miró a la pelirrosa, sonrojada—Tranquila, para ti será solo como un sueño—Le besó en los labios y como si fuera un hechizo, Aelita se durmió al instante—
La mañana había llegado y ya se encontraban todos en la estación de trenes que los llevaría a su destino.
—¿Listos? —Preguntó Pavel a los presentes—
—No he dormido nada de lo nervioso que estaba—Asintió Ulrich, Sam asintió igual—
—Tranquilos, lo peor que puede pasarnos es que tengamos que subir a las colinas, pero con nosotros dos será imposible fallar—Dijo Pavel en un intento de subirles la moral—
—Ya no hay vuelta atrás—
Subieron al tren. Les esperaría una operación rápida y peligrosa.
—CONTINUARÁ—
Próximo capítulo: Alboroto Inhumano (Parte VI)
Muchas gracias por leer. Espero que el capítulo sea de vuestro total agrado.
Más corto que el anterior, pero dado a que tuve una nulidad de inspiración para hacerlo, pues… algo saqué adelante.
Siento que este capítulo fue mediocre, pero tampoco tenía mucho más que sacar de él.
Penúltimo capítulo de una saga.
Reviews:
Draoptimusstar3: Un día normal para personas que no son normales. El rencor es un veneno, quizás uno que nos enseña alguna lección importante. Una bestia herida siempre buscará la manera de salir vivo del encuentro. Poco más que comentar. Muchísimas gracias por tus comentarios, Draop. Espero el capítulo sea de tu total agrado.
Titokenny01: Eso es algo que abarcaré en el próximo capítulo con un poco de suerte. Es posible que pueda levantar sospechas, pero, ¿Qué hará la IA si llegan a descubrir la existencia del superordenador? Sobre Aelita es posible… no descarto absolutamente nada, la verdad, pero si, los cambios serían bastante diferentes. Quiero desarrollar muy bien esta parte. Muchísimas gracias y perdón por tardar tanto. Espero el capítulo sea de tu agrado.
Poco más.
Muchísimas gracias por seguir aquí.
Cuidaos bien y siempre mantened la distancia de seguridad.
¡Adiós!
Never give up, Never Surrender.
