Alboroto Inhumano

(Parte VI)

Quizás para ellos la operación los pondría en un riesgo bastante alto y, salvo los Neo, todos estaban bastante nerviosos. Poco podían hacer más que ver el paisaje por la ventanilla del tren.

—¿De verdad tienes un plan? —Le preguntó Zack a la IA, quién sonrió por lo bajo mientras asentían—

—No te preocupes, si fallamos siempre podemos decir que murieron con honor—Respondió de forma bromista, algo que Zack no terminó de pillar—

—Más nos vale traerlos de una pieza—Se giró hasta ver por la ventanilla—

—No creo que ellos sea lo que de verdad les importa—Zack alzó una ceja al tiempo que le miraba—No quieren que les puedan echar la culpa si ocurre algún desastre con el virus—

—¿Crees que alguna vez ocurra? —Tras un par de segundos en silencio, la IA asintió—Ya veo…—

—Es posible que cuando eso ocurra ni tu ni yo estemos aquí—

Unos asientos más adelante, se encontraban Sam y Ulrich, bastante inquietos por lo que les esperaba.

—¿Cómo me metí en esto? —Preguntó al aire el alemán, estirando su cuerpo—

—Tranquilo, estoy seguro que con esa saldremos de una pieza—Respondió la morena, mirando de reojo a la IA, quien hablaba con Zack—

—Es raro que nos quisiera a nosotros y no… a alguien más cualificado—

—Considérate afortunado—Sacó algo de comida de su mochila—Más nos vale no quedarnos atrás en cualquier cosa que quieran hacer—

Pasaron unas cuantas horas hasta que llegaron a su destino, la pequeña ciudad de Grambow en la frontera de Alemania con Polonia. Al bajarse del tren en la solitaria estación parecían no saber que hacer, salvo la IA, quien llamó a Ayn Rand con su móvil.

—Ya estamos en la ciudad, ¿Ahora qué? —

Te pasé las coordenadas de un sitio donde tenéis que ir, allí os esperan unos mercenarios que os darán lo que necesitéis, luego intentad matar tiempo en algún sitio hasta que sea la hora de actuar, queda a tu mando… por cierto, si podéis traer a algún pez gordo que encontréis en la base de Guardián sería perfecto—Sin dejar responder a la IA, colgó la llamada, viendo un SMS con las coordenadas anteriormente descritas—

—Seguidme—Salieron de la estación en dirección a una finca que quedaba a unos pocos kilómetros al norte de la misma—

—¿Qué tantas armas vamos a necesitar? —preguntó el joven Neo—

—Pistolas y… un rifle de asalto, solo por asustarlos—Respondió la IA—¿Sabes de armas? —Zack asintió—Te lo dejo a ti—

—¿Y protección? —Miró a los rezagados—

—De eso me encargo yo—Le guiñó un ojo, provocando que Zack soltara un suspiro de resignación—

—De acuerdo—Poco rato más tarde llegaron a la finca que era en el lugar exacto de las coordenadas. Al acercarse al portón de entrada pudieron ver un edificio grande de un par de plantas, una cancha de futbol, piscina y cultivos por unas cuantas decenas de hectáreas. Un hombre alto y con gafas negras se acercó—

—Venimos de parte de Ayn—Soltó la IA. El hombre soltó unas palabras por un comunicador y tras unos segundos les abrió paso—

—Venid conmigo—Los guio hasta el interior del edificio, hasta un sótano donde había un garaje y una armería. Al entrar se encontraron con otro hombre—

—¿Sois los que les van a sacar la mierda a esa corporación? —Los seis asintieron—Un grupo de niños jugando a ser adultos—

—Ve al grano—Suspiró Zack con un tono de voz asertivo—¿Qué nos vais a dar? —

—Un vehículo y una moto—A la derecha de ellos pudieron notar un viejo Lada Niva, una camioneta compacta bastante fiable. La moto era una todo terreno básico con un silenciador en el escape para reducir, evidentemente, el ruido—Deberían ser suficientes para volver hasta Berlín con el tanque lleno, así que tratadlas bien—Quitó la tapa de madera de una mesa amplia, dejando ver un gran arsenal—¿Alguno sabe de armas? —Zack dio un paso al frente—Escoged lo que queráis—Pasó un largo rato mientras Zack sacaba y clasificaba cada arma con su respectiva munición, explicándole a cada uno como recargar la misma y una manera rápida de apuntar—

—Y el rifle, un M16—Se lo entregó a la IA, quien lo inspeccionó—¿Está todo? —

—Comunicadores—Respondió Xana, uno de los hombres les entregó una bolsa—

—Aquí hay seis, su frecuencia está marcada en un papel, tienen un radio de acción de quince kilómetros, son los mejores del mercado—La IA los repartió a cada uno—¿Algo más? —

—Explosivos—El hombre suspiró, volviendo arriba del edificio, bajando pocos minutos después con una caja de metal, sacando el contenido de su interior—

—Es un prototipo funcional de explosivo magnético—Explicó. El aparato se trataba de una plancha plana con dos azas en la parte superior con un panel digital pequeño en el centro superior—Es fácil de utilizar, lo encendéis con una combinación de números y lo acercáis a una superficie metálica, se pegará como una lapa—Lo guardó en la caja otra vez—Tenéis dos minutos para salir de ahí antes de volar—La guardó en la parte trasera del Lada con ayuda de Pavel—

—Creo que tenemos todo—Se guardaron lo necesario, pero antes de hacer nada, uno de los hombres sacó ocho vasos de shot y los dejó sobre el Lada, sacando una botella de Vodka—

—Esto es un ritual de buena suerte—Asintió el hombre, llenando los vasos con el líquido, dándole uno a cada uno, quien parecieron hacerle mala cara al licor—Os deseamos buena suerte, acabad con esos cabrones y no os volváis un daño colateral más, ¡Salud! —

—¡Salud! —Brindaron los ochos y casi de obligación se tomaron el shot a la primera, algunos tosiendo por el sabor del Vodka. Luego de eso y unas arengas para subir la moral, cogieron cascos, llaves, armas y comunicadores. Al rato ya se encontraban en una zona montañosa con pocas señales humanas, a unos cuantos kilómetros de la ciudad, por suerte, habían cogido para almorzar. Se encontraban en un descampado—

—No sabía que sabías conducir—Le dijo finalmente Taelia a Pavel al bajar del vehículo—

—Conducía el Lada de mi padre desde pequeño, tienes que tratarlos con cariño porque son bastante cascarrabias—Respondió el eslavo, sentándose en el capó—

—No tanto como los imbéciles para los que estamos trabajando—Secundó Zack, bajándose la moto junto con la IA—

—Más les vale darnos una buena recompensa por esto si sale todo bien—Terció Sam, acercándose—

—Mantened la mente en salvar a Luciana, luego podéis hablar de dinero con ellos—Cortó la IA—A todo esto, ¿no os parece raro que no hayan puesto pegas a que pudieran venir gente que no tuviera nada que ver? —

—Ayn estaba desesperado por acabar con esos cabrones, espero que no se esté equivocando—Le respondió Zack—

—¿De qué los conoces a todos? —Preguntó Ulrich a la IA, quien se giró mientras sonreía vagamente—

—A Zack lo conocí hace meses cuando me encontré con una persona, a Sam… por Odd y a Pavel por Taelia—Respondió vagamente—

El rato pasaba mientras a unos cientos de kilómetros de ahí, Aelita se encontraba en Kadic, era sábado y estaba esperando a Jeremy, pues habían quedado de ir temprano a la mañana a ayudar a la pelirrosa a comprar algo de ropa, quizás una insistencia de Anthea un poco rara, ya que algunas veces solía ponerse ropa de Taelia, pues tenían un físico casi igual, aunque gustos bastante contrarios.

—Buenos días, Jeremy—Saludó cálida la pelirrosa, dándole un beso en los labios—

—Buenos días, Aelita—Saludó este ligeramente nervioso—¿Tienes idea de dónde ir? —La aludida asintió—

—Usualmente iría con Yumi, pero ahora está ocupada—No quería que sonara así, pero lo hizo ver como si Jeremy fuera su opción B—

—Ya veo—Tomó su mano—Entonces vamos, no queremos que se haga muy tarde—Salieron del portón de Kadic en dirección a un centro comercial—Espero que Ulrich venga de una pieza—

—Si está con Xana dudo que le pase algo malo… lo peor que le puede pasar es quedar con un trauma—Jeremy le dio la razón—Solo espero que no esté planeando algo en segundo plano que les pueda perjudicar—

—Es posible que lo haga, ten en cuenta de quién estás hablando—Si, a veces Aelita olvidaba u obviaba que Xana seguía siendo una IA, pero dado a su naturaleza evolutiva, era posible que realmente tuviese otras cosas en mente—¿Crees que lograrán salir de una pieza? —

—Eso… espero—Tocó su medallón suavemente, deseando que efectivamente ocurriese eso. Luego de un rato caminando llegaron al centro comercial, parecía buscar a alguien con la mirada—No veo a Richard—

—¿También quedaste con él? —Preguntó de forma seca, quizás celoso—

—Llevo un tiempo sin verlo—Le contrarió—Pero me dijo que estaría hoy por aquí haciendo cosas—Al no verlo en las cercanías delante de ella, simplemente lo dejó pasar y entró al centro comercial—Se siente más tranquilo hoy—Dijo al tiempo que caminaba tomada de la mano con Jeremy. Caminaban tranquilamente buscando una tienda de ropa hasta que, en una, se encontraron con una no muy deseada compañía—Sissi, Nicholas y… ¿Quién es la rubia? —Le preguntó a Jeremy al ver a las tres personas dentro de la tienda, quienes no parecían haberse dado cuenta de su presencia—

—Creo haber escuchado que era una amiga de Sissi—Respondió (N/A: Solo como apunte, la historia empezó desde el capítulo 52, ella salió en el 85) —Es… más guapa de lo que creí, espera a que la vea Odd—Sin saberlo, había camuflado una muy mala combinación de palabras en una oración sin más—

—Vamos a otro sitio—Tiró del rubio fuera del centro comercial ya que no habían encontrado ninguna que le llamase la atención—

—No tienes idea de donde ir, ¿Verdad? —Aelita negó con la cabeza—

—Ver a Sissi ahí me quitó las ganas de entrar, no quiero que comience a burlarse de mi sin razón aparente—El rubio asintió—Mejor busco en otro sitio—

—Aún tenemos bastantes sitios que visitar—En una ciudad como París, era lo de menos el tener que preocuparse por la falta de opciones. Caminaron durante un largo rato hasta encontrar una tienda juvenil. Entraron a ella, viendo lo que tenían y seleccionando algunas prendas de color rosa que le gustaron a Aelita, quizás los usaría más para conciertos que para salir con sus amigos. No tardó mucho rato hasta que, al ir a pagar, notó que en la radio sonaba una de las canciones nuevas que ella había compuesto—

—¿Eres la DJ del otro día? —Preguntó la dependienta al fijarse en la pelirrosa—

—¿Del concierto de los Subdigitales? —Preguntó la pelirrosa, la chica asintió—Si, soy yo—Respondió intentando mantener la tranquilidad, aunque por dentro estaba nerviosa—

—Me encantó tu presentación, sigue así—Chocó los puños con Aelita, quien agradeció que fuera un breve reconocimiento a lo que había hecho. Salieron de ahí casi media hora después, era ya el final de la mañana y el sol estaba justo encima de ellos, pero oculto tras un manto fino de nubes que no dejaban entrar mucho calor. Caminaron durante un rato hasta encontrar una tienda y comprar un par de refrescos solo para sentarse en el parque cerca de Kadic a disfrutar del día. Estaban en un banco, uno sentado al lado del otro—

—Se siente bien estar aquí—Dijo. La brisa del viento en su cuerpo le relajaba—A pesar… de eso—Alzó la mirada. La Ermita estaba en frente suyo—

—Piensas demasiado en el pasado—Asintió Jeremy. La pelirrosa bajó la mirada mientras meditaba—¿Qué es lo que te preocupa? —

—No… lo sé, es… una sensación que me dice que algo va a salir mal pronto, pero… no logro hacerme una idea de… qué es—Se miraron mutuamente por un par de segundos, quizás esperando que uno hiciera la combinación de palabras que hiciese que el otro se olvidase de sus problemas. Olvidase de sus problemas quería Aelita, pero a pesar de ser tan triviales no dejaba de pensar en lo que se había vuelvo la vida de Taelia en un abrir y cerrar de ojos, sin mencionar la presión de una IA que no sabía cuándo iba a tener un cortocircuito y… basta de esos pensamientos se dijo la pelirrosa, mirando a Jeremy, quien simplemente bebía de su botella sin preocupación alguna más que seguir el rastro de Xana sin querer entrometerse demasiado en su camino—Tampoco… quiero hacerme famosa, pero el que la gente le guste la música que hago me hace querer seguir adelante—

—¿Y por qué no vas como esos artistas que son incógnitos? —Si, era una buena propuesta, pero ya bastante tarde—

—No tendría sentido ahora mismo—Reconoció—Me toca enfrentar todo lo que ahora venga sin excusas—Se puso de pie, agarrando la bolsa donde llevaba lo que había comprado—¿Me ayudarás? —Jeremy se sonrojó por un segundo al ver que le ofrecían la mano, pero la aceptó sin dudar—

—Siempre, princesa—Se besaron en la soledad del bosque.

Para su desgracia, Jeremy tenía que estar pronto en Kadic, así que no tuvo más remedio que volver, no sin acompañar un trozo del trayecto a Aelita.

La pelirrosa seguía en soledad por las calles atestadas de gente a la hora de la mañana. En un paso de cebra, esperando a que el semáforo le dejase, se encontró con una figura femenina a su lado. Hicieron contacto visual y por un momento pensó que se trataba de la IA, pero el color de sus ojos le hizo cambiar de parecer muy rápidamente. La chica le ignoró y con bastante rapidez de perdió entre la multitud. Volvió a casa a pocos minutos, encontrándose a Anthea en la sala de estar con una serie de papeleos y su portátil.

Cuando la tarde estaba dando paso a la noche, al otro lado de la frontera aún en el mismo sitio, se encontraba el grupo que iba a asaltar la base de Guardián. Estaban reunidos todos alrededor del coche con un mapa sobre el capó.

—Escuchad señoritas, este es el plan—Soltó la IA, sacando un resaltador de su mochila—Iréis de primero a la subestación eléctrica por este camino—Resaltó una carretera secundaria que se desviaba unos quince kilómetros del objetivo—Es posible que os encontréis resistencia, así que no quede nadie con vida —El resto asintió—Ya sabéis como usar el explosivo plástico, así que nos daremos cuenta cuando acabéis el trabajo, nosotros mientras tanto iremos por el otro camino al aeródromo y lo destruiremos desde adentro—De vuelta tendremos que repostar, así que intentaremos que sea en el otro lado de la frontera—

—¿Dónde nos reuniremos? —Preguntó Pavel de primeras—

—Aquí—Remarcó un lugar en el mapa que parecía ser un punto en común entre dos carreteras donde se unían en una tercera que los llevaba luego por una desviación hacia la base de Guardián—Como ya veis tenemos la tormenta casi encima nuestro así que atacaremos al amparo de ella, sed rápidos, atacad con valor, que la tormenta nos lleve a casa—Tras un grito de guerra luego de esa arenga y ya siendo de noche antes de tiempo, encendieron los vehículos, guardaron todo y prepararon al personal. Zack y Xana iban delante del coche a gran velocidad—

—No… me siento segura empuñando esto—Soltó Taelia, agarrando la pistola con sus manos—

—Ni yo, pero es lo único que nos mantendrá con vida en caso de que algo no salga bien—Cortó Pavel, conduciendo mientras tarareaba una canción en ruso—

—Ellos parecían bastante convencidos de que hacer—Señaló Sam a los de la moto—

—Si no lo estuvieran me preocuparía—Atajó Ulrich. Pavel le dio la razón—

—Hay quienes dirían que los monstruos serían los que les dieron un arma a unos niños, pero… quizás esos monstruos tengan la razón—Suspiró el eslavo. Luego de un rato en silencio, preparados para abrir la puerta en cuando tuvieran tiempo, notaron que los Neo tomaban su correspondiente desvío hacia el aeródromo, aumentando su velocidad—Depende de nosotros—Sintió un sudor frio bajar por su cuello—

—¿Crees que sobrevivirán? —Preguntó Zack a la IA—

—Me encargué de ponerles protección, tranquilo, se darán cuenta de ello cuando una bala les dé en la cabeza y no los mate—Le respondió viendo como las luces del objetivo se hacían visibles—No te detengas hasta estar bien adentro de la pista—El neo asintió. Cuando se acercaban a la entrada del recinto vieron una garita con hombres bien armados en ella. La IA puso su mano enfrente, creando un escudo de energía que usaron como ariete para atravesar la barrera, usando a su vez la inercia como una onda expansiva letal que destrozó sus órganos internos. Entraron con gran velocidad a la pista, viendo como algunos vehículos intentaban ir por ellos. La IA le señaló una puerta que parecía de enlace con las instalaciones principales, llegaron a ellas y se bajaron ahí, viendo como un comité de bienvenida compuesto por soldados armados hasta los dientes iba a recibirlos en el sitio—¡Bienvenidos! —Alzó uno de sus brazos, creando una esfera de energía a unos metros de altura—Y adiós…—La esfera explotó en un millón de pedazos que fueron a parar al cuerpo de los soldados, impactando contra su cuerpo y dándoles una muy potente descarga eléctrica—Encárgate tú del interior y yo del exterior, nos encontraremos aquí mismo para irnos—

Mientras los Neo comenzaban su masacre personal, los cuatro del coche aún estaban llegando, podían ver la subestación eléctrica bien protegida por una valla metálica y una garita de seguridad. El interior era un edifico de una planta un poco pequeño y el resto de la extensión baterías y generadores. No era gran cosa, pero si la cantidad extraña de soldados en el interior. Se detuvieron en una colina, escondidos de la vista de los soldados gracias a la niebla y la lluvia que comenzaba a caer de manera de tormenta eléctrica.

—¿Estáis listos? —Preguntó Pavel agarrando el arma con su mano libre, mirando por el retrovisor interior a los de atrás, quienes asintieron dudosos—

—¿Romperás la valla con el coche? —Preguntó Taelia, el Gastrea asintió—Estoy lista, agarró el arma, cerrando los ojos mientras soltaba un pesado suspiro—

—Ojalá salgamos con vida—Suspiró Sam. No eran profesionales y el nerviosismo se había apoderado de ellos. Miraban la subestación como un gran cartel que decía "Venid aquí para morir". Pero ya habían llegado a ese punto, no podían arrepentirse en el último minuto o serían castigados severamente por los Neo. Pavel los miró a todos, suspiró—

—A la mierda—Dio un golpe a la palanca de cambios antes de meter uno con gran fuerza y arrancar el coche a gran velocidad—Si morimos que sea con dignidad—Se acercaron con rapidez a su objetivo, preparándose para dar un volantazo—Armas en manos, cuando la valla se rompa abrid las puertas y comenzad a disparar a todo lo que produzca sombra—Los otros tres asintieron. El eslavo dio un gran volantazo que lo mandó a estrellarse contra la valla de entrada, rompiéndola con gran impulso sin dañar el coche. Entraron unos metros y se detuvieron. Hubo un momento en el que pareció que el tiempo se detuvo; Todos abrieron la puerta y con arma en mano dispararon a lo primero que se le vino a la cabeza; los guardias de la garita de seguridad habían salido a ver que había ocurrido y una serie de disparos quizás desafortunados los sorprendieron—¡Al infierno! —Sam y Pavel dispararon a los de la garita, acertando a dos de los tres que habían salido, el tercero logró volver a entrar, pero no tuvo tanta suerte ya que un proyectil había impactado en su pecho y para su desgracia no estaba armado—¡Conmigo! —Le dijo a la morena y salieron de la protección del coche a los alrededores del edificio—

—¡Vamos dentro! —Le gritó Taelia a Ulrich, viendo como la tormenta comenzaba a ganar mucha intensidad, viendo una luz casi naranja intermitente en el horizonte cercano; el aeródromo estaba en llamas—

—¡Vamos! —Acertó el alemán, quien no había realizado ningún disparo hasta el momento. Entraron a las instalaciones con sigilo, aprovechando que la puerta estaba sin seguro. En la entrada no veían nada, solo un recibidor vacío—Está solo…—

—Ahí—Señaló una puerta a su derecha, donde parecía haber una sala de control—A la de tres—Agarró el pomo al tiempo que miraba a Ulrich—Ambos temblaban ligeramente—Uno…—

—Dos…—Alzó el arma hacia el frente, apretando los dientes y achinando la mirada de la tensión—

—¡Tres! —Abrieron la puerta y dispararon a lo primero que vieron, tomando por sorpresa a un grupo de diez personas reunidas en circulo en la sala. La mitad cayeron por culpa de los disparos. Taelia entró rápidamente, seguida por Ulrich, que solo quería salir corriendo de ese lugar. Encontraron a los sobrevivientes arrinconados contra las mesas y cualquier sitio donde pudiesen esconderse—¡Salid de ahí! —Apuntó a unos cuantos. Vio que uno se llevó la mano al bolsillo y comenzaba a sacar algo largo, casi por instinto le apuntó y su dedo hizo que una bala escapase segura y firme, hiriendo de muerte al desconocido. El resto se quedó atónito y salió con las manos en alto—Hacia la pared, de espaldas—Actuaba en base a intuición, dejando un margen espacial para actuar en caso de que alguien quisiese pasarse de listo—¿Qué tal vais? —Habló por un comunicador—

Tenemos… resistencia… aquí—Respondió Pavel, jadeando y con disparos de fondo—Estamos… en la parte de atrás, a la izquierda de la entrada

—Vamos en un momento—Vio a Ulrich, quien no sabía que quería hacer Taelia con esta gente—Quizás no quieras ver esto—Apuntó a las personas—Espera en la puerta y no dejes que nadie entre—

—De acuerdo—Se retiró al lugar indicado, intentando hacer oídos sordos al tiempo que una serie de disparos y cosas cayendo al suelo resonaban por la instalación. Al cabo de dos minutos salió la adolescente ligeramente manchada en sangre con otra pistola—¿Qué les…? —Iba a echar un vistazo dentro, pero le cerraron la puerta en la cara—

—No querrás mirar—Tuvo un ligero escalofrío que la hizo temblar por unos segundos—Vamos —Arrancaron de ahí en dirección a la indicada por Pavel. Al asomar la cabeza vieron a Sam escondida tras lo que parecía un generador de energía y a Pavel tras una pared de concreto, al tiempo que unas personas altamente armadas les apuntaban—Sígueme—Rodearon una serie de tomas eléctricas intentando no tocar nada hasta encontrarse tras los hombres armados—Son cinco, vamos a disparar a quemarropa—Alzó el arma al tiempo que lo hacía Ulrich, quien era evidente que no quería hacerlo—Es más fácil si solo cierras los ojos—

—Lo intentaré—Apuntó a un soldado y obedeció. A los pocos segundos dispararon sus armas un par de veces, llamando la atención de los soldados, quienes, por culpa del fuego cruzado, fallecieron a causar de las heridas casi al instante, Ulrich si acaso solo disparó una vez—Tengo… ganas de vomitar…—

—Yo igual—Respondió Taelia, acercándose a los hombres, quienes parecían ser del ejército—¿Eran todos? —Preguntó a Pavel, quien asintió—

—Logramos acabar con un par, pero vinieron todos en familia casi a los diez segundos—Respondió Sam—¿Ahora qué? —Sintieron un ligero temblor en el suelo, viendo como el horizonte ardía cada vez más—

—Volar este lugar antes que esos demonios se nos adelanten—Secundó Pavel, guiando al resto al coche, abriendo el maletero y seguido de la caja metálica, mostrando el explosivo magnético—Ayudarme a llevarlo—Con Ayuda de Ulrich logró llevarlo hasta un generador de energía grande—Las instrucciones eran…—Leyó un papel plástico donde las indicaban. Introdujo la combinación un par de veces hasta que la misma se encendió. La alzó a la altura de su pecho ayudándose del asa y al acercarlo a la superficie metálica, el explosivo se pegó como una lapa al metal del generador, mostrando un contador de dos minutos que comenzó a dar marcha atrás—¡AL COCHE! —Corrieron al mismo y se subieron, cerrando el maletero y asegurándose en su asiento. Encendieron el vehículo y salieron a toda velocidad, casi patinando por el asfalto hasta salir del lugar lleno de muertos y heridos. Se adelantaron bastante hasta llegar a la misma colina se habían detenido cuando vieron atrás de ellos un destello que se volvió en una gran explosión que hizo volar por los aires toda la instalación—

—Una cosa menos—Soltó un suspiro de alivio momentáneo—Ahora viene lo bueno—

—Si, ahora viene donde nos reiremos nosotros— Se intentaron relajar en el coche en un trayecto tranquilo, intentando comunicar con Xana y Zack.

Los dos Neo se encontraban aún en el aeródromo, donde el edificio principal se encontraba completamente en llamas y los alrededores con cuerpos amontonados uno encima de otro. La IA estaba casi en la mitad de la pista de aterrizaje con un aura violeta recubriéndole con pasividad mientras observaba el desolado panorama con una sonrisa mientras dejaba de sentir señales de vida humana en el lugar, solo sintiendo con fuerza la energía de Zack moviéndose de forma errática de un lado a otro del lugar. Logró notar la explosión de la subestación cuando vio como las luces del exterior del aeródromo se apagaron repentinamente y una pequeña sacudida llamó su atención.

—Lo lograron—Dijo a si misma mientras sonreía por lo bajo. Sacó el comunicador—¿Notas a alguien con vida? —Dijo a Zack—

Están todos muertos, vámonos de aquí—Respondió el Neo con tranquilidad—

—Te espero en la entrada—Corrió a gran velocidad hasta llegar al sitio por donde habían entrado, esquivando los cuerpos cercenados de los guardias de seguridad. Pudo escuchar el sonido de la moto acercándose—Buen trabajo—Le guiñó un ojo—

—Aún no acabamos—Se detuvo al lado de la IA, quien se subió y rápidamente salieron de ahí en dirección a la zona donde acordaron encontrarse. Llegaron en cuestión de minutos, encontrándose más adelante con el coche aparcado, viendo cómo les esperaban con impaciencia—

—Vamos a hacer esto—Se bajó de la moto, viendo como los cuatro salían del coche—Dame el fusil—Lo sacó del maletero—Entraremos con fuerza bruta, solo dejadnos algo de espacio a nosotros y podéis entrar—

—No me queda munición en esta cosa—Soltó Pavel, enseñando el arma—

—Creo que a nadie le queda—Secundó Taelia, acercándose—

—Entonces dejadnos a nosotros acabar con unos cuantos para que robéis sus armas—Solucionó la IA. Una solución simple a un problema complejo—

—Luciana debe encontrarse en el interior del edificio principal, así que apenas logremos acabar con los de la superficie, el resto será sencillo—Secundó Zack—Esto solo es el entrante—Volvió a la moto—

—Dejadnos un espacio amplio y esperad en un sitio seguro, os avisaremos por el comunicador cuando sea seguro entrar—El resto asintió. La IA inspeccionó el arma y tras un par de segundos se lo entregó a Zack—Vamos rápido antes que la tormenta empeore—El joven neo asintió—Seguidnos y esperad—Asintieron. Durante unos kilómetros estuvieron a una distancia prudencial buscando un sitio seguro para aparcar y poder ver el escenario el tiempo que los dos que iban en la moto simplemente aceleraban en medio de la tormenta y parecían no mojarse ni por una gota—

—Esos dos…—Soltó Taelia, viendo cómo se alejaban a toda velocidad—

Los Neo lograron aprovechar que la base de Guardián se encontraba en medio de una zona boscosa y ligeramente plana para atacar; usando la misma estrategia que antes, cargaron a gran velocidad contra la puerta usando energía delante de ellos como escudo y a la vez como ariete. Impactaron contra una puerta de hierro que se rompió al instante liberando una onda expansiva que destrozó todo a su paso en un radio de diez metros, desfigurando al instante a un puñado de guardias armados. La puerta había caído, pero había torres de vigilancia por todo el perímetro. Dejaron la moto unos metros después de la entrada y separaron sus caminos; Zack escaló con agilidad una de las torres y se adentró en ella, mientras la IA se acercaba a la entrada del edificio principal; la instalación donde se encontraban constaba de un recinto protegido por una muralla de piedra y puertas de acero, torres de vigilancia por todo el perímetro y cuatro edificios dispersos con uno principal en el centro, que al parecer era subterráneo también, a pesar de medir unos cuantos pisos.

—Vamos a asegurarnos que nadie salga de aquí—Alzó sus brazos al aire y usando el agua como conductor de energía, creó muy rápidamente un domo alrededor de toda la zona donde estaban operando, que iba desde el aeródromo hasta la subestación eléctrica—Acercaos a la puerta, es seguro—Dijo por el comunicador, viendo como un par de luces brillantes se acercaban por la carretera, esquivando los restos que pudiera haber por el camino. Al cabo de un momento, los cuatro de bajaron del coche—

—¿Cuál es el plan? —Preguntó Taelia nada más ver a la IA—

—Conseguir arma y que una pareja se quede vigilando las dos entradas, hay una al otro lado—Miró a su alrededor—Buscad armas primero, hay guardias muertos por toda la entrada—Los cuatro asintieron y comenzaron a rebuscar por lo que quedaba de los guardias, sacando con éxito un par de pistolas para los que no tenían ya balas—Nada mal—

—Una luz—Señaló Ulrich atrás de la IA, quien se giró y pudo ver sobre una de las torres de vigilancia una luz que parpadeaba de manera irregular en clave morse—

—Encontró una sala de control—Dijo—Tengo otra idea—Una pareja se queda fuera vigilando las entradas y otra en la sala de control, iré yo con Taelia a buscar a Luciana, id vosotros con Zack, él se quedará fuera vigilando—

Separaron sus caminos al instante, viendo como los tres restantes se alejaban a gran velocidad hacia la torre en cuestión. Era raro que no encontrasen gran resistencia en la base, lo cual les daba una mala espina a todos. Sam, Pavel y Ulrich llegaron a la entrada de la torre, donde el joven Neo manchado en sangre les esperaba.

—Que sea rápido—Dijo Zack, dejándolos entrar, subiendo a un ascensor que los llevó hasta arriba del todo. Al abrirse la puerta pudieron ver una pila de cuerpos cortados muy finamente por el cuello. Cruzaron una puerta blindada y vieron un gran centro de control con una serie de monitores en una pared con cámaras de seguridad de todo el recinto—Ahí está Luciana—Señaló una cámara donde se podía ver a una persona recostada en el suelo con las manos atadas a la espalda y los ojos vendados—Está en el fondo de las instalaciones, pero parece que han comenzado a montar defensas dentro de la misma—

—Xana y Taelia están de camino al edificio principal—Respondió Ulrich—

—Entonces dos de nosotros tendrá que guiarlas hasta el fondo y otros dos tendremos que asegurarnos que nadie salga, por suerte desde aquí tenemos buenas vistas para quien quiera coger el fusil—Los tres se miraron entre sí, indecisos—No os matéis—Agarró la mano de Ulrich—Avisadle a Edge que las estáis vigilando para decirles donde ir—Sam y Pavel asintieron—

—¿Dónde iremos? —Preguntó el alemán—

—No muy lejos—Respondió el Neo. Salieron a de la sala de control a un balcón luego de subir unas escaleras. No estaba lloviendo y apenas si se podía ver algo a más de tres metros de distancia—

—No veo el suelo—Se tambaleó por un momento al ver lo alto que estaban, agarrándose con fuerza de unas barandillas—

—¿Miedo a las alturas? —Ulrich no dijo nada, solo miraba atónito la altura—Puede ser peor—Le entregó el fusil—No hace falta que aciertes, solo te pido que dispares donde veas actividad sospechosa, me costará unos segundos llegar hasta ahí ya que puedo ver la trazadora que deja la bala y hacerme una idea—Ulrich asintió, apoyándose contra la pared, evitando mirar abajo—Apóyate con las luces de emergencia, por suerte las puertas no funcionarán si no tiene electricidad—

—Ya… veo—Sintió una palmadita en la espalda al tiempo que veía al Neo desaparecer en las escaleras con gran velocidad. Alzó el pesado fusil en sus manos y vio que tenía una mira de un cristal con una diana de color rojo brillante marcada. Podía ver los atisbos de luces rojas por culpa de la oscuridad, aunque por momentos el domo de energía funcionaba como lámpara. Vio por suerte a una serie de personas salir por la puerta de uno de los edificios y disparó hacia ellos, sin oportunidad siquiera de darles, pudo ver como alguien pasó a gran velocidad cerca de ellos y al paso de unos segundos, ya no quedaba ninguno en pie. Tenía que estar bien atento.

Mientras, Taelia y la IA habían entrado al edificio principal y habían visto como el recibidor estaba limpio de gente, pero podían sentir la presencia de personas más adelante.

Os vemos por las cámaras, parece que funcionan con energía de un generador, solo que no sé cuánto va a durar—Avisó Pavel por el comunicador—

—Avisadnos de cualquier cosa—Le respondió Taelia por el mismo—

—Vamos a seguir el rastro de gente—Soltó la IA, creando una esfera de energía brillante que funcionaba como lámpara. Llevaba una pistola robada en sus manos. Caminaron en silencio por algunos estrechos pasillos hasta ver una barricada con algunos muebles. La IA dejó caer un casquillo de bala y al instante vio como dos cabezas se asomaron entre la barricada; poco tiempo de vida les quedó cuando en una fracción de segundo dos estruendos les quitó la vida—No hay nadie más en este piso—Puso su mano enfrente y con una onda sonora logró romper la barricada— Sigamos—

—¿Sabes dónde está? —Preguntó la adolescente, siguiéndole muy de cerca—

Al fondo de las instalaciones, la vemos por una cámara—Respondió Sam por el comunicador—Vais por buen camino, parece—Siguieron ese camino, bajando algunos pisos sin encontrar señal alguna de vida—

—¿Dónde está todo el mundo? —Preguntó la IA—Pensé que esto estaría abarrotado de gente—

Solo hay soldados parece, no vemos casi a nadie por las cámaras salvo alguno escondido tras barricadas

—Entiendo—Dijo la IA por el comunicador. Lograron ver una barricada cruzando un pasillo. Usaron el mismo truco para deshacer la barricada, siguieron el camino—Solo nos queda un piso bajo nosotras—Vieron una puerta de acero que se abría con una combinación de códigos—

—¿Tienes alguna idea? —Preguntó Taelia, la IA asintió. Se acercó a la puerta y le soltó una potente descarga eléctrica que provocó un efecto de imán, haciendo que la puerta pudiese abrirse de una patada—Ya veo. Cruzaron un oscuro pasillo y se encontraron con lo que parecía ser el final del camino; el camino se ampliaba en un cuadrado grande con varias habitaciones donde les esperaba una pareja, de pie, con un arma en la mano—

Estáis en el punto, Luciana está en la habitación tras ellos—Era la voz de Pavel—

—Que se haga la luz—Soltó la IA, dando un chasquido, encendiendo las luces del piso actual. Las dos personas eran peculiares; una chica de pelo rubio despeinado, no muy alta, ligeramente obesa y con un traje blanco y negro de oficina, llevaba un arma en sus manos y apenas si se le veía la cara. El hombre tenía el pelo corto y canoso, era alto y sus ojos eran oscuros, vestía un traje negro de oficina y unas elegantes zapatillas manchadas de sangre, un arma en la mano y una expresión de no tener nada en su cabeza salvo… nada, estaban los dos en shock—¿Quiénes sois? —

—¿¡QUIENES SOIS VOSOTRAS!? —Preguntó el hombre alzando el arma, de manera temblorosa—

—Solo dos personas que vienen a recuperar a una persona perdida—Alzó su arma también al tiempo que Taelia—

—¡FUERA! —Dijo la mujer en tono desesperado, alzando su arma de manera temblorosa—¡ELLA ES NUESTRA AHORA! —Disparó un par de veces contra Taelia, pero un escudo de energía que recubría su cuerpo logró parar las balas, no quitando el dolor de ser golpeado con dos balas, provocando un grito ahogado en la adolescente, que se levantó con furia y apuntó su arma, pero tras un par de segundos la dejó caer y salió disparada hacia el frente, como si de un animal salvaje cazando a su presa se tratase, intentó un par de veces ponerle la mano encima a la mujer, que se defendía con la pistola, pero cuando las balas se acabaron, las manos de Taelia agarraron su cuello y a los pocos segundos se escuchó un crack, dejando la señora de moverse al instante. La chica jadeaba y sus ojos brillaban con intensidad, mirando al que quedaba—

—Calma, él será nuestro invitado para Ayn—Le dijo a la adolescente, quien asintió, intentando calmarse—

—No… no sabéis lo que acabáis de… provocar—Sollozó el hombre, cayendo de espaldas en el suelo—Ellos... nos matarán… a todos…—Parecía estar loco de atar por la presión—Murieron… muchos por… capturarla y ahora… todos muertos—Comenzó a reírse de manera histérica. Una descarga eléctrica lo dejó inconsciente—

—Que lo hable con alguien a quien le interese—Miró a su alrededor, notó la presencia de alguien justo donde les decían. De una patada logró tumbar la puerta, viendo como el interior era digno del propio infierno de Dante; el suelo iluminado por una débil bombilla ya no era grisáceo, sino rojo oscuro con lo que parecían vísceras humanas desperdigadas por ahí. En una esquina podían ver a una persona con la cabeza escondida entre sus rodillas y en la otra… lo que quedaba de otra persona joven; solo los huesos con carne y algunos de sus órganos internos, contando con toda la mitad inferior de su cuerpo. Las paredes tenían manchas sangrientas de manos y… era una vista insoportable—¿Esta sangre? —Se dijo a sí misma, arrodillándose y tocándola con los dedos, analizando su composición—

—Luciana, soy yo—Se acercó a la persona que resultaba ser ella, pero no quería mirarle—Tranquila, vinimos por ti—La cargó en sus brazos y la obligó a verle; tenía la piel manchada y llena de moretones—Ya la tenemos—

—Esta sangre tiene concentraciones altas de líquido corrosivo del virus Gastrea—Dijo la IA, poniéndose de pie, viendo los restos del otro lado—¿Qué mierda ocurrió? —Preguntó a las dos—

—Ella… ella…—Intentó decir en un tono de voz bajo, pero Taelia no le dejó—

—Ya nos lo dirás luego, ahora vámonos—Insistió la Gastrea—

—Primeros debemos limpiarla, estará manchada de sangre y no queremos que Sam o Ulrich se infecten—Atajó la Neo—

Hay un baño con una manguera al principio de esa planta—Dijo Sam por el comunicador—

—Gracias por la ayuda, chicos, id hacia la entrada, llegaremos en nada—Dijo a todos. Salieron de la dantesca habitación en dirección al baño, donde efectivamente encontraron la manguera sobre el lavamanos, puesta lista para abrirlo y utilizarla—

—Quédate de pie, ¿Puedes? —Intentó dejarla en el suelo, pero sintió como Luciana se agarraba a sus brazos y soltaba un grito de dolor—

—Intenta mantenerla en el aire un momento—Abrió la manguera, intentando no mojar a Taelia, acercándose a los pies de la chica, mojándolos hasta limpiarlos de toda la sangre y suciedad—Lo imaginaba—Pudo ver marcas de heridas de cuchillo en la planta de sus pies—No puede caminar, tiene heridas en la planta de los pies—Taelia asintió—

—Tengo algunos vendajes en mi mochila—

—Primero terminemos de limpiarla—Fue una pequeña odisea hacer que se quedase quieta, pues tenía bastantes moretones y cortes por todo el cuerpo, algunos profundos como en sus pies y otros solo superficiales. Luego de un rato, mojada y con muchísimo frio, Taelia le quitó la ropa para dejarla desnuda, sacando algunas vendas de su mochila, tapando con precisión cada una de ellas que podía doler, incluyendo la de los pies—

—Ponte esto mejor—Se quitó su abrigo y se lo dio, gracias a su estatura le quedaba holgado, algo que podía ser de utilidad para salir de un apuro—Bastante mejor—Luciana, temblorosa y con una mirada aterrada, asintió—Vámonos de aquí—La cogió en brazos—

—Tenemos que llevar a nuestro prisionero, espera—Al paso de un rato, volvió con el hombre sobre sus hombros. Subieron rápidamente hasta salir del edificio, encontrándose en fuera con un coche y una moto, en ellos, el grupo reunido—Ayudadme a meter esto al maletero, no despertará hasta que lleguemos—Le ayudaron a meter al hombre al maletero al tiempo que metían a Luciana al coche, que estaba bastante cálido por la calefacción—Una cosa menos—Cerró el maletero—¿Alguna novedad? —

—Solo soldados—Dijo Zack, entregándole el casco—¿No es raro? —Xana asintió—

—Vámonos de aquí simplemente—Se montaron en sus vehículos y salieron del lugar a gran velocidad. Cuando llegaron al final del domo, la moto se detuvo justo después de cruzarlo—

—¿Qué ocurre? —Preguntó Pavel, aparcando en frente de ellos—

—Voy a borrar la evidencia simplemente—Respondió la Neo, tomando la mano de Zack con una de las suyas y con la otra tocando el domo, que comenzó a girar a una gran velocidad, creando un remolino de nubes a su alrededor mientras su interior levantaba todo lo que había—Una muestra de lo que somos capaces—Zack observaba asombrado el espectáculo de luces que era el domo girando a gran velocidad, engullendo todo en su interior. Relámpagos chocaban contra el domo, aumentando su intensidad. Un momento pasó cuando el domo se contrajo con gran fuerza y luego pareció ir hacia arriba, liberando una inmensa carga de energía al aire en forma de explosión electromagnética, dispersando las nubes en doscientos kilómetros y provocando una nube de humo en forma de hongo que recordaba a una bomba atómica. Cuando el humo se dispersó solo vieron un gran cráter de una inmensidad que nadie podía imaginarse—La gente pensará que aquí hubo un impacto de un asteroide—

—Válgame…—Pavel solo volvió al coche, con las manos en la cabeza—Todo… desapareció—

—Malditos demonios—Dijo Taelia finalmente, abrazando a Luciana que parecía haberse dormido—

—Mejor finjamos no haber visto nada o podremos meternos en un buen lio con ellos—Sugirió el alemán—

—Buena idea—Secundó Pavel, encendiendo el coche al momento que veían como la motocicleta pasaba a gran velocidad—Pensé que tardaríamos un par de días, pero terminamos antes de lo esperado—Arrancó a gran velocidad por la angosta y desolada carretera—

—Mejor, así no perdemos tiempo—Correspondió Ulrich, sentado al lado de Pavel en la parte delantera, pues Taelia y Sam estaban atrás con Luciana—

—Espero que duerma lo más que pueda, no quiero saber que ocurrió ahí abajo—Soltó Taelia, recordando con miedo lo que había visto—

—¿Qué tan malo fue? —

—Entramos y… estaba la habitación llena de sangre—Suspiró—En un lado estaba ella y en el otro los restos de otra persona, solo sus huesos—

—¿¡Solo sus huesos!? —Se alarmó Pavel—Espero que no le obligaran a comerse a esa persona—

—Estás demente—Soltó la morena en el instante—No creo que alguien haga eso porque sí—

—Espero que no sea la razón—Secundó Taelia—

Pasaron un buen par de horas en carretera, observando una noche oscura y completamente despejada, pues la luz parecía haberse ido en una gran extensión de terreno y el cielo estaba limpio de cualquier nube. Parecía que ya habían cruzado la frontera y se encontraban en la ciudad de la que habían salido esa misma mañana.

—¿Qué haremos? —Preguntó Taelia por el comunicador—

Seguir hasta París con los vehículos—Respondió la IA—Nos espera un camino quizás muy largo—Al escuchar eso, Pavel soltó un suspiro—

—Maldita sea—

Salieron de la ciudad a gran velocidad, esquivando coches e intentando ganar todo el terreno posible, fiándose las habilidades de conducción de Pavel y de la destreza de Zack, quien parecía estar tranquilo tras la experiencia, caso contrario al resto, quienes estaban cansados y con ganas de llegar a casa. El trayecto fue silencioso total, pues salvo Pavel, todos parecían estar dormidos. Cuando amanecía, el eslavo pareció escuchar un pequeño quejido que dejó pasar hasta que una voz suave le habló.

—Pavel—Susurró una voz suave desde la parte trasera, al fijarse pudo ver que era Luciana, apoyada sobre el cuerpo de Taelia, quien le abrazaba por encima con uno de sus brazos—

—Me alegra que estés despierta—Soltó en voz baja—Me alegra verte de nuevo con vida—

—Fue… horrible—Soltó, ahogando su quebradiza voz—

—Saliste con vida, es lo que cuenta—Susurró—¿Qué te obligaron a hacer? —

—Solo con decir que… tengo el estómago vacío de hace días—Miró por la ventanilla—¿Cuándo llegaremos? —

—Sobre medio día, creo—Se fijó en las vendas sobre sus pies—¿Qué te ocurrió? —

—Me… hicieron cortes profundos en la planta de los pies para evitar que pudiese ponerme de pie—Respondió—Aunque ahora me duele bastante menos, sigue siendo imposible ponerse de pie—Se le notaba bastante más tranquila en presencia de Pavel y Taelia, lo cual era un gran avance—

Hasta bien entrada la mañana condujeron Alemania adentro hasta parar en una gasolinera en medio de la autopista, tenían que repostar antes de seguir, estaban ya todos despiertos.

—Intentad despejaros un poco, tenemos un camino aún por delante—Anunció Pavel, el resto asintió, saliendo del coche—

—Vamos al baño—Dijo Taelia a Luciana, cargándola en sus brazos. Tras terminar de repostar y estirar las piernas, los dos Neo se acercaron a ellos—

—Tenemos la opción de parar en la base de Gaia para descansar, pero no me fio de ellos—Sugirió la IA—Seguro que les encantará nuestra noticia—

—Mejor que se enteren con nosotros lejos—Sugirió Taelia, ayudando a Luciana a entrar al coche—

—Como quieras—Se acercó al coche—¿Cómo te encuentras—Preguntó a Luciana, quien simplemente se encogió de hombros—

—Estoy bien, pero… mejor será hablar en un lugar seguro—Respondió en voz baja la chica—

—Lo haremos, solo ten paciencia—Miró a Zack—Tendremos un par de horas de trayecto aún—

El camino siguió en tranquilidad, estaban visualmente cansados para lo que ellos suponían iba a ser una travesía de unos cuantos días que al final terminó por resolverse de una manera violenta en una noche y parte de la madrugada. Sobre mitad de la tarde llegaron a París, avisando por SMS a Ayn Rand, quienes les dio la instrucción de entrar por el estacionamiento subterráneo del edificio.

Un rato más tarde, con todas las pruebas hechas a todos los presentes para descartar una infección y tras dar un reporte sobre lo ocurrido, entregando también al prisionero quien se llevaron a otro sitio en otro vehículo, se encontraban todos reunidos en la sala de reuniones, incluidos Sam y Ulrich, en compañía de Anthea.

—Es una suerte tenerte con vida, Luciana—Dijo Ayn Rand a la presente, sentada al lado de Marcus y Zack—Soy Ayn Rand, uno de los encargados del plan original Gastrea, ella es mi compañera la doctora Sumire Muroto—Señaló a la aludida, quien estaba a su lado—Quien fue la creadora definitiva del proyecto—

—Es un placer—Saludó la doctora—

—Ella es la doctora Anthea, es nuestra compañera que nos ayuda con algunas cuestiones ya que su hija es una de tus compañeras—Se presentó a la Gastrea—Quizás no sepas quienes fueron por ti, pero quiero que sean ellos quienes tomen el mando de esta reunión—Se alejó del centro y se sentó en la mesa, dejando a los dos Neo en el centro, al lado de una pantalla proyectada con el mapa original de la operación—

—Zack y yo somos parte del proyecto Neo, es un gusto—Soltó la IA en voz tenue—Ellos son conocidos quienes fueron engañados para venir a esta peligrosa misión—Refiriéndose a Ulrich y Sam—

—Que cruel—Susurró Sam al alemán, quien asintió—

—Vamos al grano—Se giró hacia el mapa—Todo fue de acuerdo al plan, cuando llegamos a la base de guardián solo quedaban soldados y dos personas desconocidas, una de ellas murió por atacarnos—

—Por alguna razón estaba todo desolado, pero no se habían llevado a Luciana, que era algo de lo que me preocupaba—Secundó Zack—¿Puedes contarnos un poco que ocurrió? —Mirando a Luciana, quien asintió tímidamente mientras miraba el suelo—

—Me tenían asediada… días después de alejarme de Pavel y Marcus logré llegar a otra ciudad por mi propia cuenta, pero esa gente me estaba siguiendo, logré escapar de varios, pero… por mi culpa me atraparon—Soltó un suspiro, intentando tranquilizarse—Vi como en uno de sus coches llevaban a una chica casi desmembrada, pero aún con vida que estaba en la base de Kiruna… pensé que solo quedábamos nosotros y por ese descuido me atraparon con una descarga desde una pistola táser—Miró a la IA—Me vendaron los ojos y me llevaron hasta la celda donde me habéis encontrado, ahí nos sentaron a las dos y nos preguntaron donde se encontraban los otros dos que nos seguían, a pesar de que ella no venía con nosotros—Miró a Pavel—No les dije nada… me golpearon, quemaron, mojaron, electrocutaron, asfixiado todo lo que pudieron, pero no desistí—Su voz se quebraba—Nos dejaron sin comida ni apenas agua, esperando que muriésemos de hambre o algo similar—Jugaba con sus dedos—Luego… de unos días, la chica me atacó por su instinto, estaba muerta de hambre y quería comerme, pero logré apartarla lo suficiente hasta… darme cuenta que estaba muerta a las pocas horas, y en vista que no me daban comida… yo…—Su voz se quebró, sollozaba solo de recordarlo—

—Te obligaron a comerte su cuerpo—Sentenció la IA, Luciana asintió como pudo—¿Tienes idea de quienes eran los dos que estaba aún ahí? —Negó con la cabeza—

—No… los había visto…—

—¿Ya estaban prevenidos? —Soltó Ayn para sí mismo—

—Escuché… que por seguridad… el personal no militar debía abandonar la base, un par de días antes que se diera esto—Suspiró Luciana—

—Alguien se enteró de esto, es bastante seguro—Asintió Xana—Solo como apunte, el lugar ya no existe, solo hay un gran cráter—

—No se suponía que hicieses eso—Se quejó al americano, sobresaltando en la mesa—

—Yo estaba al cargo y tomaba las decisiones, así que te conformarás con el resultado te guste o no—Respondió la IA en tono autoritario, asustando incluso a Anthea—Para la próxima se más específico—

—Nos acabas de meter en un problema—

—El problema ya lo tenías de antes—Dijo el joven Neo—Nosotros simplemente os dimos un respiro, no estoy de acuerdo con tus reproches—Se había puesto sorpresivamente a favor de lo que hiciese Xana—

—El lado positivo es que es poco probable que alguien los estuviese siguiendo hasta aquí, el lado negativo es que deja bastante claro quién fue el responsable—Sopesó Anthea, de pie tras Taelia—

—Para vosotros esto fue una misión cumplida, centraros en seguir con vuestros experimentos para que no se os salgan de las manos, acabar con cualquier imbécil que quiera pasarse de listo es nuestra responsabilidad, al fin y al cabo—Resumió Zack, viendo el mapa—

—Imagino que tendremos una recompensar por este trabajo—Habló finalmente Sam, quien esperaba el momento oportuno para hacerlo—No nos arriesgamos de gratis—

—No os preocupéis por eso, puedo daros dinero—Respondió Ayn—Venid conmigo—Se puso de pie—Aquí termina la reunión, gracias por vuestra participación—Miró a los Gastrea—Enseñadle las instalaciones—La sentaron en una silla de ruedas ante su incapacidad de ponerse de pie sin antes gritar del dolor y comenzaron su travesía—

Sam y Ulrich salieron de aquellas extrañas instalaciones luego de firmar algunos papeles en donde se comprometían a no decir nada sobre lo ocurrido, ganando una jugosa recompensa monetaria. Se encontraban en el autobús, de camino a casa.

—Valió completamente la pena—Dijo la morena finalmente—Aunque fue bastante peligroso—

—No esperaba algo tan sencillo para ellos, pero me conformo con volver de una pieza—Respondió el alemán—¿Qué harás con el dinero? —

—Tengo cosas en mente—Soltó—Es un secreto—

—Ya veo—

Ulrich llegó a Kadic, entrando a su habitación casi de inmediato, encontrándose con Odd nada más llegar.

—¡Volviste de una pieza! —Le abrazó como saludo—

—Si, aunque fue más sencillo de lo que pensé—Respondió, sacando su ropa de la mochila, incluyendo parte del dinero—

—¡Mira cuanta pasta! —Soltó al verlo—¿Qué harás con eso? —

—No tengo idea, lo guardaré en la fábrica para que Jim no sospeche—

—Buena idea—Se cambiaron de ropa para ir a cenar, ya era hora de hacerlo—Al parecer el tema era más serio de lo que pensé—Dijo, ya en la cafetería en compañía de Jeremy y Odd—

—Intenté hacer que la misión fuese más sencilla—Dijo Jeremy—Imagino que os encontrasteis poca resistencia—

—¿Tú les dijiste? —Jeremy asintió—Que Xana no se entere de esto o te matará mientras duermes—

—No lo hará, tranquilo—

Subestimando a alguien casi omnipotente o no, solo faltaba decir que se fueron a dormir bastante tranquilos.

Era casi media noche, el día siguiente sería domingo, y la pelirrosa estaba en la sala de estar viendo una película con Taelia y la IA, esta última estaba sentada en el suelo al frente de ella, quien estaba en el sofá, por lo que pudo pasar sus pies por encima de sus hombros.

—¿Al final recuperasteis a la chica? —Preguntó la pelirrosa, ambas asintieron—Felicidades—

—Parece que alguien se fue de la lengua y estaban prevenidos, fue una suerte que no se la llevaran a otro sitio—Contestó la IA—Voy a investigar—

—¿Y qué tal fue Ulrich? —

—Muy nervioso, pero no lo culpo, tener un arma en tus manos es cosa seria—Respondió Taelia, mirando el televisor—Fue de utilidad al final para Zack—

—Espero que no tengas más cosas que hacer de ese tipo—

—Yo también lo espero—Se recostó contra el hombro de Aelita mientras seguían viendo la película—

Pasaron un par de días bastante tranquilos, Taelia ayudaba a Luciana a integrarse, viendo como sus heridas se curaban con el paso del tiempo, ya pudiéndose poner de pie al otro día de llegar a las instalaciones. Aelita continuaba con su tarea de ser una DJ, mientras la IA investigaba sin descanso quien o quienes pudieron ser los responsables de aquel chivatazo, tenía un principal sospechoso, Jeremy, pero quería usar el Súper ordenador para dar un barrido detallado de la situación antes de dar un veredicto final. Las pruebas apuntaban a que, en efecto, había sido él, debía averiguarlo mirando directamente en su ordenador y preguntarle sus razones, pues había puesto en riesgo toda la operación. Sin embargo, la madrugada del martes de esa misma semana, solo faltando dos semanas para el comienzo del verano y con ello las vacaciones, se encontraba en un descampado a las afueras de París en compañía de Zack, pues habían quedado con Ailane para hablar sobre lo que le había ocurrido en su travesía. No quería que nadie fuera de ellas dos se enterase de aquello.

Se encontraban sentados en el descampado al borde de una rivera. Ailane llegó tranquilamente al lugar, viendo que se encontraban sentados cerca del agua.

—¿Qué ocurre? —Preguntó Ailane al verlos, sentándose a su lado—

—Quería hablaros de algo importante—Respondió el muchacho, lanzando una piedra al rio—Es sobre algo que me ocurrió en el camino de llegar hasta encontrarme con Edge—

—Te escuchamos—El muchacho tomó aire—


*Flashback de Zack*

POV

Si, había escapado del centro de desarrollo hacía una hora. Llevaba mi ropa manchada y la boca con un sabor amargo por haber mordido el cuello de un doctor. Era más de media noche y me encontraba corriendo lo más lejos posible de ese lugar; había visto en el camino de vuelta un pueblo a unos cuantos kilómetros, pero ahora, luego de correr sin parar, no parecía tan cercano como prometía.

Pasaba el rato hasta ver una serie de luces que prometían ser el pueblo, así que me adentré ahí sin nada que perder. No había nadie en la calle salvo un grupo de personas reunidas en un pequeño parque, tenían botellas en sus manos y poco parecían comportarse extraño. Lo dejé pasar y busqué un sitio donde pudiese limpiarme. Encontré un baño público por suerte. Logré lavarme la cara y quitarme todas las manchas rojas de sangre, pero mi ropa seguía igual, debía encontrar una manera de correr lejos de aquí, debía encontrarme con Edge lo antes posible, recordaba la manera de contactarla, pero no tenía las herramientas.

Sin amanecer aún, caminaba por la carretera que daba a algún lugar hacia el oeste, pasaban coches, pero ninguno parecía tener la buena intención samaritana de detenerse para darme una ayuda en carretera, quizás lo esperado. Uno de tantos, paró a mi lado, parecía ser un hombre adulto.

¿Necesitas que te lleve a algún sitio?Preguntó el hombre con buena intención. Zack le miró por un par de segundos antes de asentir y subirse al coche, justo al lado del hombre¿Dónde vas?

FranciaDije, sin mirarle

No voy tan lejos, pero puedo dejarte cerca de la fronteraAsentí

Pasaron mucho rato en la carretera hasta que el hombre tuvo que detenerse casi por obligación en una gasolinera. Vacía, pero con oportunidad aún de repostar, el hombre se bajó del vehículo, indicándole esperar. Yo no podía esperar, sabía que me estarían buscando por cielo y tierra en ese preciso momento, pero robarse el coche si el hombre lo veía podía ser complicado, tengo que deshacerme de él. Para mi buena suerte tenía mis dagas conmigo, guardadas en la espalda con un par de tiras elásticas que evitaban las partes afiladas.

Es ahora o nuncaPensé, viendo por el retrovisor al hombre llenando de combustible el coche. Solté un pesado, sacando mis dos dagas al momento que salía del coche, tomando por sorpresa al hombre que se había dado la vuelta. No vio venir el ataque y su cuerpo quedó tendido en el piso con un corte profundo en el cuello y otro en el pecho. Le quité cartera y llaves, llevándome el coche a toda velocidad mientras abandonaba la escena del crimen. Debía despistarlos, pero antes debía dejar el coche en un lugar seguro ya que comenzarían a buscarlo, sería un buen método de distracción.

Pasó mucho rato hasta que decidí dejar el vehículo en un descampado a las afueras de una ciudad; intuía estar en la frontera, pero no estaba seguro. Salí del vehículo y me adentré, ya de noche, en la misma. Tenía hambre y sed, debía conseguir algo, pero dada la hora, ya no había nada abierto, tendría que utilizar la fuerza bruta. Caminé por largo rato hasta dar con un supermercado cerrado, con una reja metálica como protección.

Supongo que puedo romperla Miré por los alrededores buscando una segunda entrada, pero no vi nada. Comencé a golpear la reja con todas mis fuerzas, viendo como se abollaba hasta que al final caí en cuenta de que la cerradura se había roto, por lo que la subí con mis manos y de un par de patadas rompí los cristales de la misma. Escuché sonar un ruido muy fuerte, una sirena. No sabía que ocurría, pero debía darme prisa. Corrí por los pasillos buscando alguna indicación, pero no parecía haber mucho de utilidad. Agarré una bolsa de pan, algo de agua y lo que parecía un vendaje. Encontré una puerta trasera y la abrí de una patada, viendo como por el otro lado una combinación de luces rojas y azules parecían ir a la entrada. Corrí por un largo rato hasta poder detenerme en un callejón vacío. Necesitaba un descanso para comer, ya vería que hacer después.

Muchos días después ya había cruzado la frontera luego de que una serie de incidentes buscando comida me retrasaran. Sin embargo, tenía la ligera sensación de que algo o alguien me estaba siguiendo desde hacía mucho rato, pero no tenía tiempo para averiguar que o quien era. Estaba en carretera, corriendo a gran velocidad aprovechando mi condición física, intentando llegar a una gasolinera o una estación de servicio para comprar algo de comer con dinero que había robado. No me hacía gracia hacerlo, pero mis intentos de contactar con Edge habían sido en vano y debía llegar al fondo del asunto. Justo cuando me giré hacia atrás después de mucho tiempo logré notar como una furgoneta me seguía, intenté despistarlos entrando a la estación de servicio, pero me cerraron el paso en la cara. De instinto logré sacar mis dos dagas al instante, dando unos pocos pasos hacia atrás.

—Tranquilo—Dijo uno de ellos bajándose de la furgoneta a toda velocidad—Te venimos siguiendo desde hace tiempo—

—¿Eres del Proyecto de creación de nuevos humanos? —Preguntó otro, saliendo tras él. No le respondí, solo le miré con mis dagas en posición defensiva, si intentaban un movimiento acompañarían al conductor que me dio un cable en carretera—Solo queremos saber que hacer fuera de tu lugar—

—No es de tu incumbencia—Le respondió secamente, dando otro paso hacia atrás, no quería saber quiénes eran—

—Somos de una corporación poderosa, necesitamos a alguien como tú para lograr un objetivo en común—Dijo—Podemos ayudarte—

—Estoy bien sin ayuda—Respondí. El hombre frunció el ceño—Mocoso, no sabes en donde te metiste—Sacó un arma de su pantalón, apuntándome—Te meterás en la furgoneta—Le seguía mirando con detenimiento, revisando mis opciones. Cuando me disponía a atacar, escuché el derrape de un vehículo inmediatamente detrás de mí, por lo que me aparté y justo en ese momento escuché una serie de disparos, viendo como los dos hombres en frente mío se retorcían en al aire antes de caer al suelo con agujeros en el cuerpo. Salí a toda prisa de ahí, sin mirar que ocurría, solo me había enterado que hubo un cruce de disparos en medio de mí. Cansado, sudado y con hambre y sed, logré pararme en otra estación de servicio. Estaba jadeando, mis piernas ardían y el sol quemaba en esa parte del mundo. Entré a la tienda de la estación, agarrando algo de beber de una nevera y luego algo de comer. Pagué y me quedé en la parte trasera, con un oído al tanto para saber si venía alguien y tener un ataque preparado, por suerte, nadie vino. Era mitad del día. Luego de descansar, pude correr otro largo tiempo por el borde de la carretera hasta que la noche cayó. No estaba meridianamente cerca de alguna ciudad que me diese información de donde me encontraba, solo sabía que el idioma había cambiado y si o si debía estar en Francia. Encontré un Hotel en un parador de carretera, había bastante camiones así que parecía un sitio seguro, aún tenía algo de dinero encima para quedarme a dormir una noche. Así fue. Me metí a una habitación luego de pagarla y al sentarme me sentí de maravilla, quería ducharme, pero antes de poder hacer algo escuché como alguien golpeó a la puerta. Saqué una de mis dagas y me acerqué a la misma.

—Quiero hablar contigo—Le dijo una voz femenina, parecía joven—

—¿Quién eres? —Pregunté en voz baja—

—Estuve con los que te salvaron en la gasolinera—Abrí la puerta suavemente, escondiendo la daga, asomando mi cabeza. Era una chica joven, pelirroja—¿Puedo entrar? —

—¿Estás sola? —Asintió. Abrí la puerta y le dejé paso, cerrando tras si—¿De qué quieres hablar? —

—¿Por qué escapaste? —Preguntó, sentándose en la cama—No puedes estar por estos sitios, es muy inseguro—

—Sigo con vida—Le dije—Lo hice porque yo quería—Miré por la ventana—

—No es seguro, debes…—Se puso de pie, pero le puse mi daga en el cuello ya que intentó acercarse, pude notar en su mirada un atisbo de terror ante ese inesperado movimiento—

—Ni tu ni nadie podrá hacerme cambiar de parecer—Dije en voz alta—Me voy a lograr mi objetivo y lo que pase conmigo será cosa mía, no pienso volver donde me están engañando y torturando—Comenzó intentar cogerme el brazo, pero yo hacía más presión sobre su cuello, incluso podía jurar haber visto una línea fina de sangre correr por su cuello—

—Solo intento ayudar con mi objetivo—Susurró—Guardián… te está siguiendo—Alcé una ceja—

—¿Guardián? —Asintió—

—No quiero que te atrapen—La logré empujar contra una pared, podía notar el miedo en sus ojos al tener una daga en el cuello—

—Tu y yo no nos vimos—

—¿Buscas a Edge? —No le respondí, pero al parecer mi mirada me delató. Sacó de su bolsillo un papel plastificado. Al mirarlo por encima vi que se trataba de un poster—Parece que estará aquí—

—¿Cómo lo sabes? —

—Está cuidando a esa chica, hazme caso—Le quité la daga del cuello, tomando el poster—

—Iré—Le dije—Pero tú y yo no nos vimos y no me da miedo defenderme contra vosotros—

—Tranquilo, te prometo que te cuidaremos hasta que llegues ahí, no queremos que te pase nada malo, pero tampoco que estés en peligro—

—¿Por qué lo haces? —

—Ordenes de la líder—

—No entiendo—

—No hace falta que lo entiendas—

*Fin del flashback y POV*


—Con esas palabras se marchó de la habitación—

—¿Entonces estaban enterados desde el principio? —Preguntó Xana, sorprendida—

—Eso parece—

—Debemos saber si podemos acabar con Albretch, también saber cómo nos beneficiaría hacerlo—Propuso Ailane, poniéndose de pie—

—Déjame descansar un rato, por suerte con Luciana ya no tengo trabajo que hacer—Xana rio por lo bajo—

—Dejemos que entre el verano y veremos que hacer—Soltó la IA. Ailane asintió—


*CONTINUARÁ*

Próximo capítulo: Cuestión de principios


Muchas gracias por leer, espero de corazón que el capítulo sea de vuestro agrado.

Espero también que la operación sea de vuestro agrado.

Perdón por la demora y… poco que decir, la verdad.

Reviews:

Titokenny01: Todavía no empezó la guerra, pero no se puede descartar una. Es posible que la IA tengo un objetivo oculto en mente, ya lo iremos viendo. ¡Muchísimas gracias por comentar, Víctor!, espero que el capítulo sea de tu total agrado.

Draoptimusstar3: Muchísimas gracias por comentar, Draop. Espero que el capítulo sea de tu total agrado.

Poco más. Nos leemos otro día, espero, pronto.

Adiós.

Never Give Up, Never Surrender.