La reina de negro y escarlata (Parte VI)
Xana estaba reposando mientras veía el rato pasar, notándose el caos apoderarse del país poco a poco en lo que transcurría el día.
Tras varios atascos y caminos secundarios, llegaron un sitio donde tuvieron que detenerse; una carretera secundaria que daba a las instalaciones de Gaia estaba siendo bloqueada por hombres armados.
—Me encargo yo—Dijo la IA, quitándose el cinturón y bajándose del coche, los hombres le apuntaron mientras hablaban por sus comunicadores—Dejadnos pasar—Dijo sin más—
—La jefa te busca—Dijo uno de ellos—
—Entiendo—Alzó su mano derecha, apuntándoles con ella, creando una esfera de energía a escasos centímetros—Entonces será por las malas—La esfera se movió a una velocidad imposible de predecir, quedándose en el centro de la carretera donde se encontraban dos coches militares bloqueando el camino. Los hombres intentaron abrir fuego, pero la esfera se contrajo y gracias a los objetos metálicos, los atrajo—Adiós—Cerró la mano con fuerza y la esfera se expandió hacia los lados, enviando a volar con mucha violencia a todo lo que había en su alcance, despejando el camino, se asomó al coche—No estamos lejos del portón principal, así que iré a pie, sígueme—Anthea simplemente asintió—
La IA, con una carrera rápida siguió por el centro de la carretera, sintiendo cada vez más la presencia de la protección de la barrera de Gaia, tanto, que pudo reconocer cuando estaba justo a su lado, pues parecía estar activa en ese momento. Podía ver el portón y los edificios principales desde ahí. Indicó a Anthea detenerse.
—¿Qué ocurre? —Preguntó esta—
—Estamos en la barrera de protección de sus instalaciones, así que utilizaré a Maersk—Se acercó hasta la parte trasera del coche, abriendo el maletero. Estaba la chica esposada con las manos en el frente, al tiempo que sus pies igualmente inmovilizados, mostraban signos de violencia. Tenía los ojos vendados, así que la sacó a la fuerza de ahí, dejándole de pie, quitándole la venda—Bienvenida a casa—Le dijo estando detrás, colocándole una mano en la espalda, podía sentir el fluir de la energía de Maersk, podía utilizarla para engañar a la barrera. Sin decirle más, la movió lentamente hasta acercar ambas manos, tocando la barrera de energía, la cual, al intentar saber su origen, parecía venir del subterráneo… se hacía una idea. El principal obstáculo se desactivó—
—Iré a pie contigo—Asintió Anthea, la IA asintió igual—
Caminaron, llevando delante a Maersk, acercándose al gran portón de las instalaciones que se abrió para ellos, viendo la inmensidad de las mismas instalaciones y una sensación horriblemente familiar para la IA. Caminaron no muchos metros, llegando a la plaza central que daba luego de pasar el portón… un buen sitio de reunión. No había ni un alma en el exterior, y era de extrañar
—¡Salid! —Tiró a Maersk al suelo, dando un fuerte zapatazo que sacudió las instalaciones.
En su charla, Miyu pareció quedarse estática por un segundo. Estaban aún sentadas en el gran jardín, observando el imponente monolito cuando la niebla pareció ser perturbada al mismo tiempo que la chica.
—…Ya llegó la tormenta—Dijo en voz baja, volviendo en si—Lleva a la aprendiz consigo—Aelita tuvo que procesar la información—
—Entonces ya está aquí Edge—Suspiró—Encima trae una rehén—
—Esto se pondrá muy feo—Se volvió a sentar—Quizá podamos verlo de primera mano—Delante suyo, del tamaño de un televisor grande, apareció una pantalla casi holográfica, mostrando una visión en primera persona de un empleado de las instalaciones. Se encontraba corriendo por los pasillos—
—¿Debería hacer algo? —
—Antes de mover un dedo… vamos a esperar—Aelita asintió—Quizá podamos hacer trampa y traerlos a todos aquí—
—Suena bien—
El caos no tardó nada en hacer presencia, pues multitud de personas aparecieron por la puerta principal del gran edificio, entre ellas, Lisa, quien fue la última luego de un centenar de personas en el punto de encuentro; había una gran área que separaba a la IA de los presentes. Pisaba la cabeza de Maersk, apoyando su pie izquierdo en la misma, observando con guardia cómo todos la señalaban.
—Al final viniste como se esperaba—Dijo la chica morena, acompañando a Lisa. Sentía una extraña energía salir de ella—Pero de este modo…—
—Podías haber venido totalmente en paz y sin causar ningún alboroto, pero todos habéis causado un gran aquelarre aquí y allá… —Aquejó Lisa de primeras—Incluso, en una muestra de bravuconería asesinas a tantas personas y la traes a ellas a rastras…—
—Tú fuiste la imbécil que quiso hacer las cosas por las malas, Aelita os dijo bien que lo haríamos si vosotros veníais, pero no querías hacer caso—Se sentía la tensión en el aire—Ella fue la que me atacó en primer lugar y estoy segura de que atacó también a Aelita—
—Eso no te da derecho a matar a tantos miles de decenas de personas—
—¡Y Mataría a otros cientos de miles de ser necesario! —Otro gran temblor se sintió en las instalaciones—Así que… ¿Buscas esto? —El cubo, que otro nombre no tiene, apareció a escasos centímetros de ella a la altura de su pecho, la reacción de los presentes no se hizo esperar—
—Hacer eso… que acto de barbarie… no deberías tener en tu poder algo tan poderoso que no sabes ni cómo funciona—Se quejó la chica morena—
—Es verdad, apenas comprendo su funcionamiento, pero poco a poco lo entiendo—El cubo brilló con un dorado inusual—Entiendo que responde a los deseos de la persona que esté presente—El mismo cubo se deshizo en pedazos, volviendo al cuerpo de la IA, sintiéndose vigorizada—Me vais a devolver a Aelita intacta o será Maersk quien pague el precio final—Anthea estaba tras la IA, observando, con un semblante preocupado—
—De todas las opciones que tenías… ¿por qué elegiste la solución final? —Preguntó la anciana, no sabía a quién iba dirigido, pero la pelirrosa se adelantó—
—Puedes meterte conmigo de las maneras que quieras, pero con mis hijas… creo que os dejé claro el tema, pero veo que no fue suficiente y estoy harta de que estas cosas puedan repetirse con ellas—Musitó—Si darle carta blanca a Edge es la solución definitiva y así nos podéis dejar fuera de vuestra guerra, que así sea—
—Proteger a los miembros del proyecto era cosa nuestra, todos sabíais que lo iban a matar y fuimos por su rescate—Siguió la anciana—El que ella estuviera ahí…—
—Fuisteis vosotros quienes caísteis en la trampa… ambos—El cielo se tornó de un color rojo escarlata, dando presencia a una esfera de energía a varias decenas de metros de altura, ahora parecía que Edge tenía el control. La energía que protegía las instalaciones había dejado de hacer presión—Entonces, ¿De qué querías hablar?, ¿O ahora que estoy aquí no quieres hacerlo? —
—Atacaste a Mihaly y a Lisa, mataste a tu creador, estás fuera de control… no deberías tener ese poder contigo—Intercedió la morena, Lisa parecía no querer hablarlo en público—
—La idea de matarlo no era mía, pero no te preocupes, puedo hacer que lo acompañes—Estiró el brazo derecho de forma repentina, pero Lisa reaccionó rápido, despejando el ataque, viéndose una explosión en uno de los extremos del domo—
—Si no quieres hablar, yo si—Aplastó aún más la cabeza de Maersk—Aelita quería hablar con vosotros porque quería que nos vieseis como neutrales en cualquier conflicto, esa era su misión original ya que tanto aprecio le tenías—La anciana parecía contemplar la escena—
—Esto no ayuda en nada a ser neutrales—Secundó la anciana—Te tenemos respeto, Edge, pero te convertiste en un gran obstáculo para la seguridad global, sin nadie que te controle de verdad…—
—Eso no es verdad y lo sabéis… los que ponéis todo de cabeza sois vosotros con cada persona que hace acto de presencia—
—¡Basta! —Dijo una persona presente, no se sentía muy poderosa, pero desde luego, tenía un poder superior a la media—¿Entonces a que se debe todo esto?, ¿Por la chica que trajeron secuestrada?, ¡A la mierda! —
—Entonces que la devuelva—Respondió la IA—Estoy segura de que esto será una charla muy productiva—Se agachó rápidamente, agarrando del pelo a Maersk, levantándola con fuerza—Más os vale que ella esté bien—
—¡Suéltala! —Dijo la morena—¡Ella es la que menos culpa tiene! —
—Ven por ella—La IA soltó en el cuerpo de Maersk una potente descarga eléctrica, evitando puntos críticos para no darle una muerte fulminante. Pasados unos segundos, la soltó, dejándola caer bocabajo, convulsionando—
La morena se movió rápidamente de su posición, dando un gran salto al lateral, creando una esfera de energía de color verde lima con algo en su interior. La IA le miraba con una sonrisa.
—¡Vete al infierno! —La esfera se movió con una curva rara, pero dirección a Edge, quien simplemente la dejó pasar por un lado logrando detener la misma a medio camino, notando que había un gas químico dentro—
—Ya veo—Deshizo la esfera con el gas dentro, aplicando una descarga eléctrica que eliminó cualquier efecto. Sentía su pistola casi implorándole salir a luchar—Que ganas tengo de pelear con alguien de mi nivel—El domo dio una gran sacudida seguida de una palpitación que aturdió a los presentes, no incluyendo a las que estaban peleando, quienes sintieron el estruendo, pero lo dejaron pasar. Edge dio un fuerte zapatazo en dirección a la mujer, inyectando electricidad al pavimento, que se movió con fuerza hasta llegar a ella, explotando al contacto, parecía que lo había esquivado con un salto, pero al dispersar el humo, tenía sus piernas heridas. La presencia de otra persona se hizo presente, estaba dentro de la multitud y al ver lo que pasaba, elevó su energía, igualando al de la morena. Un chico alto, blanco de piel y moreno de cabello, delgado y esbelto, vistiendo de camisa de manga corta con vaquero y zapatillas negras, una cara aburrida y extraña, con una piel casi esquelética, dejando ver extrañas cicatrices que venía desde sus manos hasta su pecho—
—Que molesta eres, niña—Se puso en frente de todos—No sabes contra quién te enfrentas—
—Un gusto—Se giró hasta el hombre, extendiendo ambos brazos, haciendo una reverencia en burla mientras lo miraba con seriedad—
—Nunca te enseñaron a respetar a tus mayores, ¿no? —Imitó con sus dedos la forma de una pistola, imitando a su vez un disparo. La IA notó la gran cantidad de energía venir y logró crear un escudo, pero le costó horrores detener todo lo ocurrido—Somos los protectores de Gaia—
—Entonces es un gusto presentarme como la persona que os va a borrar de la historia—Apretó sus puños, envolviendo su cuerpo en un aura rojiza, al igual que el cielo—Demuéstrame que eres capaz de algo—El hombre, al mismo tiempo que la IA, se lanzaron al cuerpo a cuerpo, a pesar de que varios de los presentes gritaron e intentaron evitarlo. La IA logró dar un puñetazo cargado de energía que el hombre evitó con una patada, provocando una pequeña explosión de electricidad en el ambiente. Se encarnizaron en un innecesario cuerpo a cuerpo a gran velocidad. La IA mantenía el ritmo, no perdiendo de vista a Anthea ni a Maersk—
—Resistes muchos golpes, se nota que hicieron un buen trabajo contigo—Se alejaron por unos segundos tras separarse por una patada en el vientre. Intentó volver con ella, pero la IA ahora estaba esquiva—
—Dime, ¿te sientes un monstruo o un humano? —Logró dejar al hombre sin poder hacer gran cosa, desenvainando el arma de Jack Acero, apuntándole directamente, provocando el grito de varios presentes—
—Eres un monstruo—Dijo—Pero yo me siento humano—Se puso al alcance del puño de Edge, logrando asestarle uno en el pecho, intentando inmovilizarla, pero fue la trampa en caer al notar que el cañón estaba en su vientre—
—Entonces…—Se escuchó un estruendo y un fogonazo salir de la recámara—Muere como uno—El hombre se alejó como pudo, impactado por la bala y el shock. Se notó sangrante en su vientre. Si seguía con vida, la bala era una de las envenenadas. El hombre intentó moverse, pero el dolor inmediato le provocó caer de rodillas, apoyándose en el suelo. La IA guardó el arma mientras el hombre se sostenía, volviendo con Anthea. Varias personas se acercaron a intentar auxiliarlo—Hagamos esto rápido: Entregadme a Aelita y os dejaré en paz, nosotras solamente queremos paz—
—Tú, una tirana bélica, no quiere paz, sino una excusa para matar—Dijo otra persona presente—
—Mi único rival ahora mismo es cualquier persona de NEXT o de Cartago—Respondió al populacho—
—No accederé tan fácil a vuestras propuestas—Dijo Lisa—¡Moriré con ellas! —Extendió sus manos hacia la IA, quien tuvo que crear un escudo de energía con sus manos para evitar la potentísima descarga hacia su humanidad. No era lo mismo de antes, ya no tenía ese poder imponente que daba miedo, ahora… estaba más debajo de su nivel, es como si el cubo le hubiese robado gran parte de su capacidad, causándole un gravísimo contratiempo—
—Mierda…—Musitó la IA. Se estaba quedando físicamente al límite, pues sentía su cuerpo arder, especialmente su pecho y las palmas de sus manos, viéndose enfrascada en una guerra de desgaste que estaba perdiendo. Logró expandir sus brazos hacia los lados, despejando al intento de ataque —
Desde luego estaba bajo las cuerdas, pero la situación parecía sonreírle pues, el haber atacado a dos aparentes pilares por separado había sido mejor que juntos, el problema seguía siendo Lisa, algo que debía intentar parar, pero, llegados a este punto, solamente quería enfriar la situación un poco.
Los ataques venían sin parar y su capacidad de detenerlos era cada vez menor, llegando al punto de tener que desviarlos para no consumir su poder en retenerlos y absorber la misma energía.
—Voy a tener que jugar sucio—Al hablar, vio como una persona del público también elevaba su energía, pero no al nivel que ella esperaba, esta vez era bastante menor. Dio un paso al frente, una figura masculina joven—Perfecto—Acumuló todo el poder que pudo en su cuerpo, lanzándose con velocidad hacia el objetivo, quien se movió hacia atrás, creando una pared con escombros… una manera que había visto hacer a Zack, pero pudo reconocer que la forma era distinta, no se parecían. Impactó con su puño en la misma pared, rompiéndola en pedazos, perdiendo su impulso, viéndose con la persona que se había impuesto. Intentó mover su cuerpo con rapidez, pero se vio forzada a detenerse cuando una potente ráfaga de energía le impactó por el lateral izquierdo. Pudo detenerlo luego del primer golpe, pero ya no era capaz de más, con todo su esfuerzo físico solamente pudo quedarse en el sitio resistiendo todo lo que le venía.
Milagrosamente pudo arreglárselas para volver al punto de inicio. No sentía sus brazos del calor que tenía encima, su poder cada vez mermaba más y solamente podía usar una cosa más para detenerlos a todos, pero era de vida o muerte. Comenzó a concentrar lo que tenía de su poder en sus manos, provocando un gran movimiento en el ambiente. Tras unos segundos, cuando parecía que podía comenzar, la esfera se deshizo sin ella hacerlo, mostrando al cubo, el cual pareció parpadear en uno de sus lados más bélicos, deshaciéndose en pedazos que comenzaron a girar y tornarse de un color negro y de apariencia gaseosa. Rápidamente vio que se trataba de Xana, tomando control del cubo. De la oscura niebla surgió una figura relampagueante de aspecto monstruoso y negro, con cavidades vacías en lugar de ojos y solamente con torso, del mismo tamaño que varios de ellos juntos.
—¡Por fin! —Dijo una voz andrógina, más femenina y parecida a la de Edge—Vais a pagar el precio—Veían aterrorizados como la niebla se movía con una rapidez brutal por el campo de batalla, llegando hasta el muchacho que aún estaba expectante, chocando con su cuerpo, despareciendo ahí, es como si lo hubiera absorbido. El mismo muchacho se comportó de manera errática, moviéndose con agresividad hacia sus compañeros, lanzándose sobre varios que intentaron correr, pero su cuerpo les hizo caer al suelo. Al ponerse de pie, su cuerpo brilló con tal fuerza que solamente provocó una potente explosión de energía que consumió su cuerpo hasta volverlo cenizas, saliendo la misma niebla con una esfera de energía en sus manos, la cual absorbió con rapidez, moviéndose hasta volver con Edge, tocando el suelo y transformando su cuerpo en uno humanoide, de su altura, pero oscuro y con cavidades que lo hacían atemorizante.
—Lo logramos—Dijo Edge, jadeando—Por fin…—
—Buen trabajo, Edge—Miraba el terror que había provocado, le provocaba dulzura—Una pena que no tengas fuerzas para seguir con esto, me quedaré como último recurso—La Neo asintió. La niebla desapareció con un suave destello, devolviendo su energía a Edge—
Punto muerto.
Ambas miraban lo que ocurría con impaciencia, no sabían qué podía deparar la pelea, pero tenían que hacer algo y Miyu parecía no querer esperar más, pero no podía hacer nada en ese momento, no estando en ese estado… Necesitaba ayuda de Aelita para poder mover fichas.
—Van a llegar a un punto muerto más temprano que tarde—Musitó Miyu—Necesitamos hacer algo urgente… parece buen momento para reunirlos a todos—
—¿Puedo ayudar? —Asintió Aelita, su compañera asintió—¿Qué tengo que hacer? —
—No… me gustaría utilizarte así, pero creo que eres mi única esperanza—Tomó aire—Primero tienes que despertar, pondré en ambas manos una marca que es de un uso y con ella debes tocar a Lisa y a Edge, con eso podré usar la energía de ambas para romper el sello que me impide usar todo mi poder—Aelita, llegada a ese punto, no sabía si estaba en frente de una megalómana frustrada o de una persona con verdaderas intenciones de ayudar—
—Te ayudaré porque esto nos afecta a ambas—Miyu entendía la desconfianza mientras que la pelirrosa no sabía muy bien si estaba haciendo lo correcto—
—Al hacer esto te… afectaré mucho, pero ya te daré más detalles, por el momento, haz lo que te diga, ¿vale? —Aelita asintió. Miyu se acercó a ella, creando una pequeña esfera con sus manos de un color azul oscuro—Nos vemos aquí, no tardes—Aelita tocó la esfera, sintiendo una gran sacudida que la devolvió a la realidad—
Despertó, estaba claro y a pesar de sentirse adormecida no… sentía mucho cansancio, más bien un brío renovado. Estiró su cuerpo y se fijó en los detalles. Se encontraba en la misma sala del principio, solamente que en silencio y sola. No tenía las esposas en sus manos y podía moverse libremente. Recordaba todo lo hablado con Miyu, así que se miró las manos, viendo que estas brillaban con suavidad a la par que su cuerpo, sintiendo aquel característico calor que le hacía dar una obvia respuesta: La presencia de Miyu.
—No hay mucho tiempo que… perder—Al ponerse de pie, sintió una sacudida que provenía del exterior—Cómo me llegué a meter en esto—Salió de la habitación, encontrándose con personas en la puerta, pero con un pasillo libre para llegar hasta Lisa. Bajó en silencio las escaleras, viendo cada detalle que podía usar para pasar desapercibida—Ahí está—La anciana, en su silla de ruedas, estaba protegida a sus lados por dos personas adultas que parecían importantes—Es… ahora o nunca—Tomó aire, tomó carrera y salió como alma que lleva el diablo por el hall principal, sorteando gente de alguna manera hasta dar con Lisa, sin ella esperarlo, tocando la parte trasera de su cuello con su mano izquierda, pasando por en medio en un espacio abierto, encontrándose con la IA en posición de guardia, visiblemente afectada por el uso de su poder.
El tiempo pareció detenerse para todos en ese momento, pues ver a Aelita salir a correr en medio del campo de batalla era lo último que se esperaban y pareció tomarlos por sorpresa, la expresión facial de los presentes era todo un poema que ella no tenía tiempo de apreciar, tenía su objetivo en frente… Sintió una extraña sinergia en su espalda, girándose de golpe, extendiendo su brazo izquierdo con la palma en vertical, deteniendo en seco un potente ataque de energía que provenía de Lisa. Todos, incluyéndose ella misma, se sorprendieron, pero sabía que la obra era de Miyu. Sentía en su mano el poder de la esfera de energía, sabía que tenía que lanzarla de vuelta.
—Es como jugar al voleibol—Se dijo—
Lanzó la esfera con fuerza, viendo como una gran nube de humo se levantaba con el impacto.
—¿¡Aelita!? —Preguntó Edge. La pelirrosa se giró de vuelta, corriendo hacia la IA quien, sin esperarlo, sintió la mano derecha de ella tocando su cuello—
—¡No! —Escuchó un grito que provenía de la plebe, Lisa—
Aelita no miró a la IA, se giró de vuelta y se quedó en el centro del escenario, mirando a los presentes, esperando a que Miyu hiciese algo.
—Toca el suelo con tus manos—Escuchó una voz en su cabeza que le era familiar. Obedeció, arrodillándose y tocando el suelo con ambas manos ante la expectante mirada del público, quien se vio impresionado al ver como una gran cantidad de energía penetraba el suelo, creando grietas que pasaban por debajo de todos, tomando el control del domo que la IA había creado.
Rápidamente, todos cayeron en un sueño profundo.
Aelita despertó otra vez en el espacio imaginario. Abrió los ojos de golpe, encontrándose con Miyu, quien le miró con una gran sonrisa, abrazándola al hacer contacto visual, ella correspondió al mismo.
—No me esperaba que saliese tan perfecto—
—Fue más fácil de lo que esperaba—Secundó Aelita—¿Ahora qué? —
—Ahora está hecho, están todos aquí, vamos a hablar—
Se pusieron de pie, viendo como el escenario delante suyo cambiaba radicalmente, pues de la niebla aparecían personas que estaban en el campo de batalla hacía pocos segundos, cuando parecían estar todos, preguntándose qué había pasado, Miyu apareció con Aelita.
—Bienvenidos a este espacio imaginario—Dijo la chica al aire—Sé que tenéis muchas preguntas, pero seguid el guion—
—¿Qué ocurrió? —Preguntó uno de los presentes—¿Dónde estamos? —
—Primero me presentaré, soy Miyu, estoy bajo el edificio en la zona confinada—Para los empleados del sitio, pareció tomar sentido—Aelita me ayudó a parar esa pelea, gracias a ella pude usa todo mi poder y romper el sello que me impedía poder hacer muchas cosas—
—Esto no debía ser así—Dijo Lisa, de pie, con su aprendiz al lado—No todavía—Su voz era de tristeza—
—¿Qué tal si eso lo discutimos como personas adultas? —De un espacio en gris por la niebla pareció transformarse en lo que parecía una mesa redonda con espacio para los presentes—
Entendieron su tarea, tomando puesto en la mesa, con las personas importantes en el frente.
—Sé lo que ocurrió, así que espero que cada uno me cuente su versión de la historia porque ambas partes os merecéis un justo escarmiento—Su labia denotaba autoridad. Estaba junto con Aelita en el centro de la mesa redonda—
—Empezando por los instigadores—Secundó Aelita, siguiéndole el juego. Lisa se puso de pie—
—Entonces supongo que estás al día de todo lo que ocurrió con Albretch Grunewald y los Neo—Miyu asintió—
—Estaba escrito que tenía que ocurrir—Apuntó—Los dos Neo mataron a su creador, os hicieron caer en esa trampa y el objeto que crearon es la razón por la cual ahora estamos todos aquí—Un resumen muy vago que a todos les valió—
—Tenemos que detener a Edge, viste que creó… una cuna del deseo, la robó…—La IA se sorprendió—Solamente me faltaba un trozo por completar, no puede ser que ella lo hiciese, es muy peligrosa con ese poder—
—Sí, vi su cuna del deseo en acción, pero ahora es de ella, no podrás arrebatar algo como eso por las buenas ni las malas—La IA se puso de pie—
—¿Qué es una Cuna del deseo? —Preguntó la IA, confundida por el término usado—
—El cubo que tienes, ese es el nombre que realmente es, la cuna del deseo es un artefacto que creó Lisa hace mucho tiempo y que necesitaba la energía de Mihaly y su aprendiz para poder funcionar… usando su poder podrás cumplir algunas peticiones que las personas tengan, incluyéndote, ya que lograste completarlo es justo que debas tenerlo—Siguió Miyu, la IA asintió—Sé que tienes demasiadas preguntas, pero… vamos paso por paso—La IA volvió a asentir, tomando asiento—Volviendo al tema, ¿Y a qué se debe que la secuestres? —Refiriéndose a lo ocurrido con Aelita—¿No os dejó claro qué es lo que quería hacer ella? —
—… ¿Qué quería hacer ella? —Preguntó de primeras la anciana—La orden era hablar con ella y si se negaba traerla a la fuerza, no me informaron de ninguna propuesta—Aelita cruzó la mirada con la IA—
—Hablé con unas personas que decían ser de Gaia, les dije que si querías hablar conmigo y con Edge tenías que venir a París—Dio un paso al frente— ¿Ahora me dices que nadie te dijo nada? —
—Puedo… asegurar que la respuesta de la delegación fue que te habías negado y amenazado con hacerles algo—Secundó la aprendiz, desde lo bajo, queriendo no molestar—
—¿Qué clase de mentira es esa?, Aelita nos dijo exactamente lo que os acaba de contar—Terció Anthea, quien hasta ese momento solo había guardado silencio, no quería hablar a pesar de sus acciones—
—Ya veo—Musitó Miyu, apoyada en la mesa—
—¿Me estás diciendo que un trío de imbéciles causó todo este alboroto? —Se dijo a sí misma la pelirrosa, tomando aire para calmarse—
—Sé que parecerá mentira, pero estamos igual de sorprendidas que vosotras—Dijo la morena—
—Aún con esas, ambas partes hicieron todo mal, empezando por no confirmar la información—Intercedió Aelita—¿De verdad os pensabais que os iba a negar hablar con vosotros?, era obvio que necesitábamos dejar cosas claras luego de lo que hizo Edge—Miró a la aludida—Por otro lado, el haber hecho eso le dio carta blanca a ella para causar toda la destrucción y abusos que seguro habrá causado y no pude hacer nada para detenerla—
—Está dentro de lo acordado—Advirtió Edge en voz baja—
—Lo sé, pero igual—
—Miyu, ¿Qué propones? —Preguntó la anciana— Debemos llegar a un punto claro, no podemos seguir peleando o nos mataremos mutuamente—
—Aelita… creo que eres tú la que debe tomar la decisión—La aludida asintió—
—Lo que quería proponer yo era que nos tomaseis como neutrales en cualquier conflicto venidero con Guardián y consiguientes, nos vendrá mejor a todos para evitar cualquier pelea como esta—Propuso ella—
—Por otro lado, teníamos pensado una zona neutra donde ninguna de las dos facciones podrá atacarse mutuamente y de hacerlo serán juzgados—Siguió Edge—Toda la región de la Isla de Francia sería la zona neutral—
—¿Y sobre controlarte a ti? —Preguntó la anciana, Aelita asintió—
—Ya la tengo bajo mi control… esta vez de verdad, me haré responsable si causa algún problema—Estaba muy nerviosa, tenía la batuta en la mano y estaba consiguiendo algo que hasta hacía poco parecía imposible—Ella tendrá que hacer lo que le diga y tendrá que pedirme permiso para hacer cualquier acción que sea peligrosa—
—Es suficiente—Dijo la anciana—Pero… ¿Cómo intentarás hablar con Mihaly? —
—Él quiere hablar con nosotras desde hace… bastante tiempo, él será el menor problema si lo hacemos bien—Respondió Edge en lugar de Aelita—Incluso con lo ocurrido el otro día… no hemos tenido ningún enfrentamiento con ellos—
—Siento verlo de esta manera, pero estáis obligados a aceptar la propuesta de Aelita—Dijo finalmente la pelinegra—
—Miyu…—Susurró la anciana al verla—
—No quiero escuchar ninguna queja al respecto, ellas merecen la paz que su neutralidad va a brindarles—
—Nosotras tenemos una guerra particular contra gente muy particular, si cerramos este frente… el resto será más sencillo—Inquirió Edge, de pie. Lo había notado, la chica nueva daba un aire de gran autoridad. Hubo un momento de silencio—
—Aelita, Lisa, Edge, Anthea y Maersk, acompañadme dentro, el resto podéis quedaros aquí por el momento—Ordenó Miyu. Los indicados la siguieron hasta la sala con techo de cristal. Se quedaron en el centro de esta—Gracias a Aelita pudimos parar este sinsentido—
—¿Por qué la intervención? —Preguntó la anciana, hastiada—No lo tenías permitido—
—Quizá hace falta una persona que pueda juzgar tus acciones de una vez por todas—Respondió Miyu. Se llevaban mal, estaba claro—Por otro lado, no es culpa de ellas que vosotros intentaseis hacer una barbaridad como esa—
—Queríamos dejar en claro nuestra posición—
—¿Y era necesario poner en riesgo la seguridad de todo un continente a sabiendas? —Lisa parecía no querer discutir más—En fin, solo voy a decirte que el sello que me controlaba está roto, pero eso no quiere decir que dejaré de hacer la tarea que estoy haciendo, solamente estaré más distraída—Miró a Aelita, acercándose a ella y tomando su mano, algo que llamó la atención de Edge—Nos ayudaremos mutuamente de ahora en adelante—
—Sobre tu propuesta…—Dijo Lisa a la pelirrosa—¿De verdad crees que es buena idea? —
—Nos vais a terminar arrastrando a vuestra guerra si no lo hacemos—Respondió esta—Y no es por un capricho es… porque no queremos tener que preocuparnos más de cualquier problema—
—Esto estaría bien dejarlo por escrito para que ninguna de las dos partes pueda romper el acuerdo—Terció Miyu—
—Por mi parte seguirá todo igual mientras dejéis a ellas fuera de cualquier problema, seguimos siendo parte del plan, después de todo—Siguió la misma Anthea, quien estaba sorprendida a la par que tranquila al ver que Aelita estaba bien—Siempre y cuando sepáis lo que estáis haciendo—
—No me esperaba menos, doctora—Sonrió Lisa, la cual se desvaneció al momento—No esperaba que Miyu…—No sabía cómo completar la oración—
—No esperaba que llegaseis al extremo de temerle tanto a Edge—Respondió la aludida—
—Te prometo que no sabía nada de su respuesta, ¿Por qué mentirte si puedes saber la verdad? —
—Ya lo discutiremos—Estaba seria—Por otro lado, Edge, ¿Puedo hablar a solas contigo? —Algo que llamó la atención de todos. Ella asintió, marchándose a una habitación distante entre pasillos, asegurándose que nadie pudiese escuchar—Cuánto poder—Dijo al cerrar una puerta tras sí—
—¿Quién eres exactamente? —
—Directo al grano—Sonrió—Soy lo que viste bajo las instalaciones de Gaia, durante mucho tiempo estuve aquí encerrada sin poder saber y ver nada más allá que estas instalaciones, pero gracias a esa chica pude… romper el sello—
—¿Qué interés tienes en ella? —Le encaró—
—Me cae bien, no tengo ninguna mala intención—Aseguró—No tenía intención de usarla para esto, pero Lisa no me dejó opción—
—¿Y de qué querías hablar exactamente? —
—Necesito que hagas varias cosas—Se giró hacia Edge—La primera es que pongas atención a Aelita estos días, dado a que usé mi poder en ella… tendrá algunos sueños muy extraños y algunos recuerdos en forma de flas que le podrán molestar, lo segundo es… parece que tiene algún tipo de amnesia por culpa del químico que usaron para dormirla, parece que recuerda a todos sus amigos y familia, pero algunas cosas en específico no, pero… sabrás tú más esto que yo—
—Amnesia… lo que faltaba—Asintió mientras pensaba—Puedo arreglarlo—Solamente necesitaba usar el súper ordenador para hacerse una idea de lo que había ocurrido con su cerebro y revertir cualquier problema—¿Algo más? —
—¿Puedes ayudar a Aelita a saber más cosas de mi pasado?, no recuerdo nada de él, quizás en el mundo ahí fuera puedas encontrar pistas sobre cómo llegué aquí—
—¿Cómo es que la persona que puede escribir la historia de la humanidad no sabe nada sobre ella? —
—Porque no tengo acceso a toda la información escrita, son miles de miles de millones de palabras escritas en cientos de idiomas y dialectos de toda la historia, ni Dios sabría interpretar algo coherente de lo que pongan los monolitos—Suspiró—De saberlo no estaría pidiendo tu ayuda—
—Vale, lo haré, me parece interesante, pero… ¿Cómo podré comunicar lo que encuentre? —
—Aelita será mi puente con el mundo real, podré ver, sentir y escuchar lo que ella haga a cambio de enseñarle a defenderse usando su energía, así que cualquier cosa que saquéis podré hablarlo con ella—
—¿Cómo accedió a eso? —
—Es un simple acuerdo al que ella pareció no molestarle, ¿Cuál es el problema? —
—Vale, supongo que Aelita sabe lo que hace—Aun así, debería hablarlo con ella—
—Lo último es tu escarmiento por lo que hiciste—Edge le interrumpió nada más escuchar eso—
—Físicamente lo voy a pasar mal los próximos días, ¿qué más castigo quieres ponerme? —
—Ninguno, sé que Aelita te controla, así que le pedí que te prohibiese usar tu poder por los próximos días, así podrás recuperarte—
—Más que un castigo es un favor—
—Algo así—Miró por la ventana un par de segundos—Así que os vais a encargar la tarea de hacer de equilibrio terrenal—
—¿A qué te refieres? —
—Según lo que propones os vais a encargar de que esa zona sea neutra para ambas organizaciones, evitando que puedan encauzar un enfrentamiento entre ambas, hacéis de equilibrio entre ambas—
—El que prevalezca una sobre la otra no es problema nuestro… siempre y cuando no lo hagan en nuestro territorio—
—Somos contrarias en ese aspecto, eres el efecto dominó y yo el boomerang—Edge no terminaba de entender su punto—Yo soy una persona que prefiere interferir en todo lo posible para lograr que mis planes sigan su curso, tú, por otro lado, eres cauta y evitas meter las manos si no ves algo provechoso… pero los extremos guardan un punto en común—Se giró hacia ella tomando su mano, provocando una sensación de tranquilidad absoluta en Edge—El nexo que separa la oscuridad de la luz, del llanto de una cuna al silencio del ataúd… quizá en el futuro podamos negociar lo que queramos que ocurra, tengo la corazonada que el futuro dependerá de nosotras a grandes rasgos—
—Quizá es pronto para hablar de eso, pero te entiendo—
—No puede haber héroes sin villanos, por eso la existencia de ambas corporaciones es necesaria, no podemos dejar que una sea destruida por la otra—
—Quizá es algo de lo que tú te debas encargar más activamente, nosotras estamos intentando evitar tener que estar metidas en medio de cualquier problema—
—Eso quizá ahora, pero nadie sabe qué deparará el futuro o… si en el futuro ya no tendréis neutralidad alguna, la historia nos demuestra lo poco que a muchas personas le importa ese estado, desde el principio de los tiempos hasta el futuro más reciente—
—Mientras sea duradera siempre tendremos un plan de contingencia, pero, y de momento, no parece que eso vaya a ocurrir—
—No comparto el mismo pensamiento, pero te entiendo—Miyu suspiró otra vez—Sigamos hablando otro día, seguro que tenemos mucho de lo qué hablar—
—Entonces… volvamos—
Así hicieron, volviendo con los presentes, quienes parecían curiosos al ver su llegada.
—Lamento la espera, quiero hablar en privado con vosotros—Miró a Anthea, quien asintió. Salieron a una habitación cercana—Alguien como tú viniendo a un peligro tan mortal para el resto de los humanos—
—No lo hubiera hecho de no confiar en Edge—Le dijo, apoyándose en una pared con los brazos cruzados—¿Necesitas algo de mí? —
—Solo dos cosas, la primera es evitar que Aelita y Edge sigan hablando con gente de Gaia, no los veo a ellos capaces de cumplir una simple orden, son demasiados empleados—Anthea asintió—Lo segundo es más algo mutuo, intentar que Gaia no influya más sobre vosotros, o al menos, no al nivel actual—
—Si lo dices por los del plan… no creo que sea algo para preocuparse a tal nivel, pero… gracias—Suspiró—¿Cómo hemos llegado todos al punto de no poder confiar en nada? —
—Son las consecuencias de sus propias acciones—
—Desde luego es la consecuencia por actuar de una manera muy infantil, pero si quieren sobrevivir a Guardián necesitarán más que eso, el día que Lisa ya no esté…—
—¿No confías en la capacidad de su aprendiz? —Anthea negó—Veo que no soy la única—
—Es una chica demasiado impulsiva, muy agresiva y no tiene buenos planes cuando actúa sola, un gran contraste de la cautela que se necesita al estar en un puesto de vital importancia como es el de Lisa—Miyu escuchaba atentamente—Se enfrentó sola a Edge cuando, imagino, le habían dicho que no lo hiciera, pero lo hizo de igual manera pensando que estaría por encima de su rival, a este paso terminará muriendo asesinada, tuvo suerte que no lo hiciera ahora—
—Desde luego, está en un estado físico casi al límite ahora mismo, si Edge hubiera querido sería su trofeo ahora mismo—Sonrió—Le aplicaré su correcto escarmiento, necesita aprender a contenerse, planear mejor las cosas, es por el futuro de la humanidad y de la corporación—Volvió a mirar a Anthea—¿Y tú que propones para ello? —
—Mi trabajo se limita a desarrollar tecnología que pueda ser provechosa, al igual que mis compañeros, así que me lo guardaré para mi—
—Entonces puedo confiarte la seguridad de Aelita y Edge, al menos, a nivel de las altas esferas—
—Lo llevo haciendo desde el principio—Seguía cruzada de brazos—
—Entonces está hecho, gracias por atender—
Volvieron con los demás.
—Con el resto hablaré luego—Dijo la pelinegra—Entonces dejemos esto en claro: Nadie de Gaia podrá entrar en la zona designada por Edge y Aelita, ellas se encargarán de hacerle saber lo mismo a Guardián, actuarán de equilibrio entre ambas organizaciones y evitarán que la una pueda prevalecer sobre la otra en su propio terreno, de no cumplirse el tratado serán castigados de manera equivalente a lo que hayan hecho—Miró al grupo—¿Todo a favor? —Asintieron—Nadie podrá romper la neutralidad de ambas, no hacen parte de vuestra organización salvo Anthea, aunque Edge sea una potencial aliada no está jugando lo mismo que vosotros, así que tened cuidado, no querréis meteros en un sitio que no podáis ganar—
—Gracias por hacer de moderadora, Miyu—Dijo finalmente Aelita tras un rato de silencio—¿Algo que necesites de mí? —
—Hablaremos más adelante, recuerda todo lo que te pedí y lo que acordamos—Aelita asintió—Espero que esto sea provechoso para todos, volvamos con el resto—
Tras una charla corta donde trataron lo que iba a ocurrir, despertaron al mismo tiempo de vuelta en el mundo real, ya no estaban en un sueño fantasioso, estaban de vuelta en el campo de batalla. Los presentes se miraban mutuamente, extrañados, pero recordando perfectamente el sueño en cuestión.
Edge liberó a Maersk, dejando que personas de Gaia pudiesen auxiliarla.
Aelita abrió los ojos al poco después que el resto, encontrándose con el escenario de confusión. Hizo contacto con Anthea, poniéndose de pie al instante para correr a abrazarla.
—Me alegro de que estés bien—Dijo su madre en un susurro mientras aceptaba el abrazo, besándole la mejilla—
—Gracias por venir a salvarme—Se fijó en Edge, estaba sentada en el pavimento sosteniendo su vientre, mirando como poco a poco todo volvía a una relativa calma. Se acercó a ella por detrás, abrazándola por la espalda—Gracias por todo—Le dijo en un susurro. Sentía el cuerpo de la albina arder—
—Es mi deber—Respondió ella en un quejido. Se intentó poner de pie, pero su cuerpo dolía, el haber entrado en reposo le había pasado factura—Esto me dolerá bastante—Con ayuda de Aelita pudo ponerse finalmente de pie, viendo como Lisa, junto los dos pilares, se acercaban—Supongo que no podemos hacer más el paripé aquí—Se fijó en el hombre, quien se mantenía en pie de mala manera—
—¿Cómo lograste convencerla? —Preguntó Lisa directamente a Aelita, quien negó con la cabeza—
—Tendrás que hablarlo con ella—Era evidente que había mucho en secreto entre ellas dos—No diré nada—Mantenía una distancia prudencial. Incluso Aelita, quien era bastante novata en ese tema, podía sentir que toda la extensión de las instalaciones tenía una presencia que estaba vigilante, desde luego, Miyu—
Si bien tenían cosas que hablar, preferían no tener que hacerlo, cumpliendo con su única obligación en ese momento; firmar el acuerdo que habían llegado. Se encontraban todos en una sala reuniones en el mismo edificio principal, exceptuando la presencia de Maersk, quien parecía gravemente afectada y no quiso estar ahí. El acuerdo se escribió con las mismas palabras que Miyu había pronunciado, firmado por todos los presentes para garantizar que nadie pudiese romperlo, llevándose ambas partes una copia de lo acordado, ahora Gaia no era un obstáculo real para Aelita ni Edge o Xana, eran simplemente una organización más de la qué tener cuidado para no provocarla.
—Edge, te quería preguntar… ¿Sabes algo de la lluvia que afectó hace un tiempo a toda Europa? —Preguntó el pilar presente—
—La lluvia… la eléctrica, ¿No? —El hombre asintió—Aún no tengo mucho en claro, pero afectará a muchos de los afectados de manera distinta, es muy complicado saber a ciencia cierta hasta qué punto puede representar un problema… ¿vosotros sabéis algo? —Los pertenecientes a Gaia negaron con la cabeza—
—La lluvia nos preocupaba, pero no tenemos métodos para averiguar los cambios o lo que puede hacer, no se han reportado muertes o accidentes derivadas de ella, así que suponemos que será a largo plazo—Edge asintió. Aelita la miró de reojo, estaba ocultado algo esencial en esa conversación, pero tampoco era mentira, no tenían nada más que la evidencia de ella y Milly—
—Si hasta ahora no ha salido nada importante no creo que sea algo de lo que debamos preocuparnos—Suspiró—Me preocuparía más de los efectos que puede provocar el huracán a nivel global—Refiriéndose a lo que inmediatamente ocurrió después de la lluvia—
—Eso… fue culpa de uno de nuestros compañeros, pero no lo hizo de manera intencional, fue en una pelea con una de las manos de Guardián, la irrupción que había en todo el continente con vuestra energía más la pelea provocó un gran vórtice que derivó en el huracán—Asintió la anciana—No queríamos ocultarlo de esa manera, pero no estábamos del todo seguros—
—Al final Zack y yo cargamos con la responsabilidad de ser los culpables de causarlo—
—Intentamos darle la vuelta a la situación poco después, desconozco si siguen creyendo que es cosa vuestra—Xana simplemente lo ignoró—Supongo que debéis marchar—Edge asintió—
—Tenemos que revertir lo ocurrido en París y tenemos poco tiempo—
Tras despedirse de una manera extraña, salieron de ahí, volviendo al coche que seguía intacto. El haber salido en pie de ese lugar con sus objetivos cumplidos era… un regalo.
Siguieron por carretera, Edge atrás, recostada sobre la extensión del asiento mientras Aelita acompañaba a Anthea en la parte delantera. Llamó a Jeremy.
—Buenas noticias—Dijo la albina, colocando el altavoz—Tenemos a Aelita y un acuerdo con Gaia—
—Todo salió a pedir de boca, buen trabajo, me estabas poniendo nervioso no saber nada de nadie—Resopló este, relajándose después de aquello—¿Estáis todas bien? —
—Sí… bueno, casi del todo bien, te explicaré cuando estemos ahí—
—… ¿Es algo importante? —
—No es nada importante, ella está intacta—
—Os espero aquí—Colgó la llamada—
—Debemos revertir lo ocurrido en el estudio de grabación… espero que los hombres de Ayn mantengan todo bajo control hasta mi llegada—Suspiró la albina, cerrando los ojos, cubriéndose con su antebrazo—
—Estás al límite, ¿no quieres descansar un poco primero? —Preguntó Aelita, viéndola de reojo—
—No puedo ahora mismo, estoy tan al límite que si me duermo no creo que me despierte bien—No iban a discutirlo, era ella la que sabía cómo estaba en ese momento—
El viaje transcurrió tranquilo, sin ningún inconveniente mayor.
A pesar de lo ocurrido, Anthea seguía sin pensar igual que Lisa, pues había hablado con ella en privado antes de partir.
Estaba en su despacho, Aelita y Edge estaban afuera junto con personas de Gaia, esperando a que saliese con ellas. Yo, por su parte, me encontraba con la líder de la organización.
—Qué facilidad para hacer como si no hubiese ocurrido nada—Le dije de primeras, mirándola de reojo, curioseando por el despacho—
—No tenemos ninguna intención de pelear—Atajó ella—
—Luego de casi querer matar a Edge, no sé con qué cara sales a decir eso—No le molestó, sabía que tenía razón en echarle en cara aquello—Encima diciendo que no sabías nada…—
—Es que no lo sabía, el plan no era hacerlo por las malas de ninguna manera—Estaba rabiosa al escuchar de ese tema—Tengo que averiguar quién inició este sinsentido, te prometo que el plan era hablar de manera pacífica, si el mensaje de Aelita hubiera llegado a mis oídos… nada de esto hubiese ocurrido—El tono que lo decía le daba bastantes puntos para creerle, pero, seamos honestos, si estamos en este punto no es porque le estemos creyendo una sola palabra—
—Te daré el beneficio de la duda, pero esto es pasar a un nuevo nivel—Le dije, cruzándome de brazos—Si esa chica le hizo algún daño a Aelita os lo voy a cobrar todo—Lisa, una vez más, asintió—
—¿Y qué harás con Edge? —
—Ahora que está bajo el dominio de Aelita no haré nada realmente—No es que fuese mi jurisdicción ahora mismo ese tema—Solamente supervisaré que las cosas no sean muy extremistas—
—Necesitas enseñarle algo de diplomacia a tus hijas, en su posición, les vendrá de maravilla—En eso tenía razón si estamos hablando de Aelita, quien ahora mismo tenía una gran responsabilidad y, con un pequeño entrenamiento preventivo, era obvio que las negociaciones de cualquier cosa podrían salir bastante bien, por el momento…—
—Sí, pero voy a dejarle un plazo hasta que ella aprenda a ser responsable con este tema, a partir de ahí, me ocuparé de enseñarle algunas cosas sobre negociar—
—En todo caso… cuídalas bien de Guardián, si logran su neutralidad en esta guerra… será un verdadero alivio para todos—
—Pensé que querías a Edge como aliada—
—No, hay mucho recelo entre los soldados y sobre todo entre los pilares, si de la nada entrase Edge a las filas de Gaia comenzaría una disputa interna por hacerse el chulo llegando a las primeras posiciones—Era una manera rara de verlo, pero tenía razón, si ya había un recelo de poder en la guerra con Guardián, y de ganarse el favor de Lisa, que alguien nuevo entrase sería… volátil—
—Entonces entiendo tu punto—Recogí mi mochila—Nos veremos a la próxima, tenemos que hablar de qué hacer ahora que Albretch ya no está—
—Pronto nos reuniremos otra vez, solamente tengo que arreglar algunos cabos sueltos—Asentí, recogiendo mi cabello tras mi mochila—
Anthea, recordando eso, soltó un suspiro, llamando la atención de su hija, quien iba a su lado.
—¿Qué pasa? —Preguntó de primeras? —
—Ah… lo siento, solamente… esta situación es demasiado problemática—Dijo, estirando su torso, sosteniendo con ambas manos el volante—Ya pasó lo peor, así que no te preocupes—
Era fácil decirlo, pero parecía que, por esa vez, era verdad.
El viaje se hizo corto gracias al silencio.
Llegaron a la fábrica a las pocas horas de viaje.
—Estamos con vida—Dijo Edge nada más entrar, Jeremy se giró hacia ellas, estaba en el súper ordenador tecleando sin parar—
—Gracias al cielo estáis vivas—Dijo—Buen trabajo—Aelita, sin esperarse, se lanzó hacia él, abrazándolo—
Se tomaron su tiempo para ponerlo al día de todo lo que había ocurrido.
—Entonces Gaia ya no nos molestará más…—Suspiró este—¿Y qué hay del resto? —
—De Guardián… pues hay que hablar con ellos para hacer algo parecido, a poder ser, más pacíficamente—Atajó Aelita—Y de NEXT, es problema de Xana ahora mismo, así que ellos es otro tema—
—Aún nos queda gente de Cartago a la que eliminar, no quedan muchos, pero los que quedan son gente muy escurridiza, cuando estos queden fuera, será seguro para él volver—Dijo Anthea, refiriéndose a Franz Hopper—
—Sigo sin entender por qué no sale de ahí—Secundó Edge—La ciudad es segura para él, aún si eliminamos a Dido no habrá cambiado mucho—
—El hecho de que él esté muerto para ellos es lo que rompe la balanza, de saberse que está vivo comenzarían una cacería sinsentido para matarlo, esta vez, de verdad—Respondió Anthea—Parece descabellado, pero es la verdad—Se apoyó sobre la silla del súper ordenador—Ahora lo que tenemos que hacer es arreglar lo que sea que Gaia haya hecho en el estudio de grabación—
—Puedo crear recuerdos falsos a todos los presentes, solamente debemos asegurarnos de que los que están ahí son los que estaban originalmente tras el ataque—Asintió Edge. Aelita cerró los ojos con fuerza, parecía que le costaba horrores recordar lo ocurrido—
—No logro recordar bien nada de ese sitio, te lo juro—
—Y también ver que tanto daño te hizo el químico—Siguió Anthea, había sido informada de lo usado por el pilar contra Aelita—
—¿Amnesia? —Preguntó Jeremy al ser informado de lo ocurrido—
—Puede ser, me gustaría esperar unos cuantos días para ver si sus recuerdos vuelven por si solos, pero… tengamos preparado un programa para revisar sus recuerdos en Lyoko, igual podemos revertir el efecto de la amnesia sin hacer ningún experimento extraño—Siguió Edge—
—¿Por qué no hacerlo ahora? —Cuestionó Jeremy—Así nos evitamos problemas—
—Por los efectos secundarios, créeme que quiero que tenga todos sus recuerdos, pero no sabemos qué es lo que no recuerda exactamente, os recuerda a todos y lo ocurrido en Lyoko, pero no recuerda nada del estudio de grabación—Se tuvo que apoyar contra una pared, dolía su torso—Vamos a esperar un par de días, no es de vida o muerte—
—Tranquilo, Jeremy, físicamente estoy bien, lo de mis recuerdos… estoy acostumbrada—Sí, estaba bastante acostumbrada a no recordar bien ciertos eventos, había hablado de ello con Edge y Xana, llegando a la conclusión que era un efecto secundario de lo ocurrido en Lyoko con sus recuerdos que Xana le había robado, no parecía tener mucho sentido, pero viniendo de Xana… que mejor que confiar, de alguna u otra manera—Por otro lado, ahora hay cosas más importantes de las qué preocuparnos—El rubio asintió—
—De las que yo me tengo que encargar, dirás—Atajó la albina, bostezando—
—Te ves muy cansada—Notó Jeremy—¿Estás bien? —
—No, me la jugué demasiado y me está pasando factura—Estiró sus brazos hacia adelante, mostrando la cuna del deseo, la cual se deshizo en negros fragmentos que recorrieron su cuerpo hasta elevarse un metro sobre ella, volviéndose en el espectro que representaba a Xana, mostrándose con una particular diana en el centro—También logramos algo nosotras juntas—
—¿¡Xana!? —Se alarmó Jeremy al ver el espectro, quien simplemente se transformó en una forma humanoide que se puso de pie en el suelo—
—Sí, al final la Cuna del Deseo fue algo mejor de lo esperado, gracias a eso puedo tener mi propia forma física, solamente necesito más poder para poder usar esto como un espectro polimórfico—Dijo en una voz extraña, grave y aguda al mismo tiempo—
—No sé cómo sentirme al respecto…—
—Dependo de la energía de Edge, así que no puedo matarte si es lo que piensas—Se transformó en el espectro—
—Más te vale no darle problemas—Dijo Aelita a Xana, en tono autoritario—Te estaré vigilando—
—Vaya recibimiento, princesa—Voló hasta quedar a la altura de su rostro—¿Así es cómo me agradeces? —
—No te pases—Le encaró—Vamos a intentar llevarnos bien y eso empieza por no hacer cosas que puedan ser malas, ¿está claro? —
—Ya te entiendo—Se elevó hasta llegar a Edge, quien miraba con atención lo que hacía—Dependeré de Edge, así que puedes estar tranquila en ese tema, si ella quiere detenerme puede hacerlo a voluntad—La aludida asintió—De momento solo quería saludar, darle algo de comer a Edge, la mantendrá despierta durante unas cuantas horas—Su cuerpo se transformó en una nube oscura que desapareció en las manos de la albina—
—Y por favor…—Culminó esta—
Tras repasar el plan, salieron de la fábrica, con Edge en dirección al estudio de grabación y Aelita y Anthea a ver a Evangeline, solamente para comprobar que la pelirrosa estuviera bien. Jeremy, por su parte, daría apoyo a Edge en registrar las personas dentro del estudio para comprobar, posteriormente, si estaban todos los que se supone debían estar.
Estaba cansada y sentía su cuerpo arder por primera vez en bastante tiempo. Se movía con rapidez por las estrechas calles parisinas atestadas de todo tipo de personas las cuales se fijaban en una IA que pasaba como la luz en dirección a su destino, al cual llegó rato después. Aún estaba rodeado por los hombres de Ayn Rand y una multitud que se movía al comprobar que no podían ver el interior. Sorteó todo hasta poder acceder a las instalaciones, encontrándose con varios militares privados custodiando a todas las personas en una gran sala. Uno de los encargados se acercó a ella.
—Nos dijeron que vendrías—Saludó el hombre, de traje—Están todos los presentes en la hora del ataque, no hay nadie más en los alrededores—
—¿Y la gente de Gaia? —
—Hay unos cuantos, capturados, estaban dormidos cuando llegamos, no saben qué ocurrió—Sacó un portapapeles—Están todos aquí apuntados—
La IA revisó los nombres, había algunos que le sonaban de haberlos escuchado, nombres de artistas y algunas personas más. Se tomó su tiempo para pasar la información a Jeremy, quien la guardó en La Data tras seguir rigurosas instrucciones de la IA. Pasó cerca de una hora hasta que terminaron de pasar a lista.
—¿Te encargas tú? —Preguntó el soldado, la IA asintió—Avísanos cuando haya terminado—
—No me tomará mucho tiempo, solamente comunica a tus hombres que la instrucción es indicarles lo siguiente—Habló con el soldado sobre los recuerdos falsos que les iba a implantar, él lo apuntó, retirándose con sus soldados al exterior de las instalaciones por indicaciones de la IA, la cual estaba de pie frente a más de un centenar de personas, las cuales estaban sentadas en el suelo—¿Cómo ocurrió todo? —
—Hombres armados y una persona extraña que… lanzó algo al recibidor que nos durmió a todos—Dijo una persona, a la que Edge reconoció como la recepcionista—Es lo que recuerdo—
—Preguntaron por Aelita, iban por ella—Secundó otro—¿Qué ocurrió al final? —
—El tema se arregló—Respondió finalmente la IA—No tienen idea de lo que pasó, al parecer lo hicieron todo rápido para evitar sospechas—Pensó—
—¿Y ahora? —
—Vais a mirar aquí—Edge estiró sus brazos hacia el frente, creando una esfera de color magenta, la cual comenzó a girar poco a poco hasta llenarse de energía en su interior. La gente miraba embobada cómo todo ocurría, sorprendidos a la par que asustados—No vais a recordar nada de lo ocurrido—La esfera se detuvo por un segundo, rompiéndose en un millón de pedazos, los cuales fueron a parar hasta el cuerpo del centenar de personas presentes, las cuales, una a una, cayeron dormidas en su sitio, con su memoria modificada, no recordando nada del ataque de Gaia.
La albina salió del lugar al poco rato, encontrándose con el soldado, al cual asintió. Se retiró de ahí, de camino al laboratorio de Ayn Rand.
—Todo hecho—Dijo a Jeremy—
—Celebridades, directores, compositores… había de todo, no respetaron a nadie—Respondió este—La vuelta al pasado… espero no tener que usarla—
—La idea es no volverla a usar, pero está ahí, nunca se sabe—Jeremy asintió—Gracias por la ayuda, ya puedes retirarte—
—¿y Aelita? —
—La idea que tengo es saber qué partes de su memoria se vieron afectadas, quizá con al paso de los días vuelvan sus recuerdos, si no, usaremos la solución final—Lyoko—Ella está bien—
—Mantenme al día de cualquier cosa, no me gustaría darme cuenta a las malas que algo importante lo olvidó por culpa de esto—
—Lo haré—
Colgó. Al poco rato se encontraba en el despacho de Ayn Rand con Anthea, Arthur y el mismo Ayn. Aelita se encontraba con la doctora en otro sitio.
—No me gusta hacer de juez de la moral, pero… ¿Era necesario borrar una ciudad del mapa? —Cuestionó el americano, seguido por la atención de los genios—
—Hubo un cambio repentino en el plan, aun así, lo hice porque querían que me vieran llegar—Respondió la IA, los genios parecían confusos—
—Tienes suerte que los medios alemanes categorizasen el ataque como un terremoto histórico nunca visto, de lo contrario, tendríamos a toda la OTAN pidiendo explicaciones—Siguió Ayn Rand—No todo es malo, Gaia dio señales de vida y dijo que podíamos seguir con nuestro trabajo normalmente, también nos compartió el acuerdo al que llegasteis con ellos—
—Llamar la atención era lo que menos debíamos hacer—Secundó Anthea—La historia era con ellos, no con la gente de a pie—Estaba en contra de lo ocurrido—Para futuras ocasiones considera un método menos genocida—
—Funcionó, ¿no es así? —
—Estoy segura de que hubiera funcionado aún si no atacabas esa ciudad—Edge no estaba de acuerdo—
—Está bien, respeto vuestra opinión—No le apetecía discutir de un tema que para ella era trivial—¿Qué queda pendiente de hacer? —
—Nada por el momento, dejaremos las cosas enfriarse por unos días, al menos, hasta que vuelta la doctora con el resto del personal—Suspiró—Hay fuertes indicios de que hay, por lo menos, dos supervivientes más de la destrucción de Kiruna, hemos contactado con la MI6 para que nos den un cable con su rastreo… sabemos que no quieres involucrarte, pero agradeceríamos alguien que fuese a averiguar la veracidad de esa historia—
—¿Por qué no enviar a Taelia en solitario junto con Pavel? —
—La idea es que los que conformáis la división fantasma tuviese otra misión—Dijo el americano—El ejército francés nos proporcionará apoyo logístico, así que ellos quieren ver más… vuestro potencial—
—¿Solamente nosotros cuatro o los otros dos tienen que venir? —Si eran solamente los cuatro, sería más sencillo, si tenían que venir Sam y Ulrich… bueno, sería complicado—
—La idea es que sean los mismos de la misión de salvar a Luciana, pero eso puedes discutirlo con ellos, aun así, no tengas prisa, la inteligencia británica está tras los niños hasta que lleguéis—La IA asintió—
—Bien, porque necesito unos días de descanso luego de esto—Se dejó caer en la silla, dormitando—
—Lo mejor será que comas algo y vayas a descansar—Secundó Anthea, poniéndose de pie—Volveré con vosotros luego, de momento me tengo que encargar de ellas dos—Los genios asintieron—Aún tenemos que encargarnos de lo ocurrido en la base aérea—Dijo a Arthur, quien volvió a asentir—
Al final, el diagnostico final tardaría un par de días por el estudio del químico usado, algo que le daría mejores pistas a Evangeline para dar un resultado más realista. Dijo que Aelita estaba bien en todos los sentidos, al parecer, el único efecto secundario del químico era la amnesia, pero tomando las mismas palabras de la IA, había una gran posibilidad que los mismos recuerdos volviesen de la nada.
Volvieron a casa y, tras comer algo, la IA se marchó a dormir en la habitación del primer piso. Se quitó la ropa, se cambió y se tiró en cama. Aelita estaba en su habitación, recordaba todo, era buena señal. En su dilación, Anthea entró.
—¿Te sientes bien? —Aelita asintió, sonriendo—
—Supongo que el tener una voz que pudiese darme tiempo a cuadrar mis ideas hizo que todo fuese un evento sin más—Refiriéndose a toda su instancia en sitio imaginario de Miyu—¿Y tú? —
—Fue muy horrible saber que te habían secuestrado, pero al final… gracias a Edge y esa chica pudimos traerte de vuelta y con muchas cosas de provecho—Asintió—Dejemos unos días para que todo se termine de enfriar—Aelita asintió—Ve echando un vistazo a Edge siempre que puedas, si empeora hablaré con los encargados de su proyecto para que nos den una mano—
Era bastante de madrugada en el país del sol naciente. Taelia, por su parte, no había dormido esa noche, se encontraba sentada en la cama mirando por la ventana al tiempo que dibujaba algo con un lápiz en su cuaderno. Pensaba en Aelita y el no haber recibido ninguna noticia aún. Sonó su teléfono.
—Taelia—Saludó una voz gentil, Aelita—
—¿Estás bien? —Preguntó de primeras—
—Sí, ya se arregló todo, al final gracias a Edge estamos bien y… Gaia no nos volverá a molestar—Suspiró—Te juro que tengo la sensación de que el principio fue horrible—
—¿Tienes la sensación? —Aelita le explicó el tema de la amnesia, contando lo que, según Edge, había ocurrido—Amnesia… lo que faltaba—
—Recuerdo las cosas importantes menos los temas de ser DJ, apenas tengo recuerdos de algunas cosas… sin embargo os recuerdo a todos, así que no me preocupa mucho—No parecía muy contenta—
—¿Y cómo están ellas? —
—Mamá está bien, Edge… espero que esté bien, gastó tanto su poder que apenas podía mantenerse despierta, ahora está durmiendo—Se escuchaba el ruido de un ordenador de fondo—¿Cómo estás tú? —
—No quiero estar más aquí—Reconoció—Aun así, estoy relativamente bien, no me han hecho nada malo todavía, solamente las típicas pruebas que son muy invasivas—
—¿Y tus compañeros? —
—Hace días no los veo, están en un programa experimental del que no puedo participar luego de un incidente con NEXT—Procedió a explicar, a grandes rasgos, lo ocurrido—Así que por seguridad me tienen aquí encerrada—
—NEXT… sigo sin entender por qué Edge está en una encrucijada con ellos, ya no tienen razón para atacar—
—Porque "mató" a una de sus mejores soldados—Enfatizó las comillas con su voz—Según Tina, son demasiado rencorosos y querrán devolver a Edge al centro de desarrollo viva o muerta—
—No lo conseguirán de ninguna manera, le he visto enfrentarse a gente más peligrosa que ellos y seguir como si nada, aun así… me preocupa lo que haga con Milly—
—¿Tú crees que logre hacer que camine? —
—Creo que la terminarán infectando con el virus Gastrea—Eso chocó con Taelia, había olvidado que era una posibilidad—Recuerdo que Xana me dijo que era una posibilidad ya que sus padres habían firmado un contrato en el que daban permiso a que se experimentase con ella si no conseguían que volviese a caminar—
—No creo que deje que caiga en eso…—Suspiró—Infectarla… ¿Cómo última opción? —
—Supongo que ambas sabemos que es la solución final en caso de que nada más funcione—
—Que sea lo que ella quiera, espero que si llega a convertirla en uno de nosotros no se le haga difícil—
—No depende de nosotros, pero… sí, también espero lo mismo—
Hablaron hasta bien entrado el amanecer, cuando ya era hora de dormir en Europa. Taelia salió de su habitación y tras ducharse y cambiarse fue directo al laboratorio, donde, luego de un chequeo de rutina, se encontró con la doctora y Saraí en el despacho de la primera.
—Al final se arregló todo, hablé con Aelita—Dijo nada más entrar, sentándose en una silla—
—Y gracias al cielo se arregló, estaban todos desesperados—Musitó Saraí—¿Te dijo algo relevante? —
—Nada que os interese—Respondió—¿Qué hay para hoy? —Sumire giró el monitor de su PC, enseñándole un video de una cámara de seguridad—
—No hemos podido enviar personal por lo remota de la zona, pero… hay una persona que está destacando en peleas callejeras por dar golpes letales, es una chica de unos doce o trece años según inteligencia, lo que nos vendría bien… hay indicios que pueda estar infectada—Resumió—La hemos mantenida estrictamente vigilada para evitar más infecciones—
—¿Y por qué no habéis intervenido? —
—Por su fuerza, si de verdad es una Gastrea casi ninguno podrá hacerle frente en una pelea, así que necesitamos que vayas a retarla—Siguió Saraí—El plan es sencillo: Vas, te aseguras de que sea una Gastrea y ganas tiempo peleando con ella hasta que nuestro equipo llegue hasta ahí—
—Me gustaría ir con Pavel, así tenemos un plan de emergencia en caso de que algo salga mal—
—Avisaré a la pareja, con suerte saldréis más tarde, os daremos una carpeta con los detalles de la chica y la gente de interés cuando vayáis a salir—Dijo Saraí—De momento, nos gustaría hablar de otra cosa—Eso llamó la atención de Taelia—
—Ya sé que no te gusta hablar de esto, pero los últimos exámenes han demostrado que tu cuerpo llegó a un punto de madurez sexual adecuado—Secundó la doctora—El departamento médico ha dicho que se puede comenzar a preparar el plan de fecundación contigo—
—¿No os dije que quería esperar hasta tener 16? —Se quejó—Aún es pronto—
—Defendimos tu postura, pero somos tres contando al psicólogo contra… casi una veintena—Defendió Saraí—Aun así, puedes estar tranquila, mientras esté al cargo puedes seguir con tu postura, pero… ten en cuenta que somos la única barrera que evitas que metan presión sobre ti, así que piénsalo seriamente—
—Es que… hacerlo sería una gran responsabilidad…—
—Lo estás pensando como si todo recayera sobre ti—Y era verdad, Taelia lo pensaba desde el punto de vista, llamémoslo así, "normal" de una pareja—Obviamente la criatura sería tuya, pero del resto es cosa nuestra… y, honestamente, no es por defenderlos, pero es algo que debes tener en cuenta—
—Me… gustaría hablarlo con mamá, antes de nada, si está de acuerdo… igual accedo—
—No te sientas presionada por ello, recuerda que es tu decisión—Asintió la doctora—De momento mantén la cabeza en lo que importa en el momento—
—¿Y cómo sería el proceso? —Ignoró la última oración de la doctora—
—El consejo sabe lo que haces con Pavel, así que quieren que sea algo natural para asegurarse que funciona… ya sabes a lo que se están refiriendo—Taelia asintió—
—Lo tendré en cuenta… gracias por ponerme al día—Ambas asintieron—Están desesperados por probar su teoría—
—Lo entiendo, tienen la oportunidad en sus manos, pero se olvidan de las formas y de que tienes voz de voto que importa más que la de ellos—Suspiró—Cuando tengamos alguna información al respecto… te avisaremos—
Taelia salió de ese lugar cuando ya era poco más de medio día. Tras comer, pasó una parte de la tarde en el aula de arte hasta que le indicaron que la requerían en el laboratorio. Bajó, encontrándose con la pareja eslava, Saraí y personal militar de la base, estaban en una sala de juntas.
Tras una rápida introducción, pusieron en pantalla grande los detalles del objetivo, pero eran dos personas.
—El nombre de la chica es Mutsu, ella es el objetivo—Señaló a la segunda persona, un joven más mayor—El hermano es Makoto, creemos que es quien se encarga de ella, tenéis toda la información en el dossier—Los presentes ojearon el mismo durante un rato—El objetivo, como ya lo sabe Taelia es confirmar las sospechas y de ser ciertas, traerla aquí averiguando cómo, quién y cuando la infectó—
—¿Pueden haber sido hombres de Bondrewd? —Cuestionó Taelia—
—No tenemos ninguna prueba, aunque es buena teoría—Dijo la chica—Aun así, primero lo primero, traerla aquí en una pieza, si os toca retarla a una pelea callejera, que sea así—En la pantalla salió la localización—Se encuentra en la prefectura de Fukushima, en la villa de Showa… a pesar de lo remoto, es un sitio que se frecuenta para peleas clandestinas que mueve dinero, la localización no es la villa como tal, sino las fábricas abandonadas del norte, nos encargaremos de mover hilos para que podáis sumaros a la pelea en caso de haber alguna—
—Aun así, ¿Desde cuándo tenemos conocimiento de esa chica? —Cuestionó Yuri, de brazos cruzados—
—Esta semana, pero las dudas vinieron con una serie de videos a baja resolución que nos hizo dudar, así que estamos un poco a ciegas—Revisó su portapapeles—No hay más información, ya sabéis que hacer—Dirigiéndose a Taelia y a la pareja eslava, quienes asintieron—Estaréis con más gente de civil, cuando se confirme la identidad de la chica moveremos la división lista para acorralar a todos dentro—Taelia asintió—Confiamos en que podrás mantenerla distraída—
—Lo haré—Acertó Taelia con decisión—Aun así… ¿No será un poco sospechoso que aparezcamos de la nada? —
—Estaba pensando lo mismo—Secundó Pavel, cruzado de brazos, viendo la foto de la chica en el dossier; Una chica pelinegra y del mismo, corto. Piel bronceada y ojos oscuros con una expresión retadora, cuerpo atlético y una estatura que se podía decir que era igual a Taelia, su edad, la misma que Taelia—
—Estamos intentando correr la voz de que alguien quiere retarla, estamos usando una red de tráfico de influencias que tenemos con una de las mafias Yakuza—Secundó Saraí, respondiendo a la pregunta—No os preocupéis, no va a salir nada mal, dada la importancia de la operación y lo preocupante del hecho de que nadie supiese que es una Gastrea, hay muchos efectivos involucrados… el ejército estará observando tus movimientos—Taelia se dejó caer en la silla—Sin presión—
—Gracias, no me había dado cuenta—Respondió de mala gana la adolescente—
—Cambiaos, iros a comer y volved aquí—
Eso hicieron, salieron del subterráneo en dirección a las habitaciones. Aún no había caído el astro rey, a pesar de que se estaba haciendo tarde. Pavel se encontraba en la habitación con Taelia mientras esta se cambiaba de ropa a una más casual y deportiva, llevando en su mochila un par de vendas que usaba cuando peleaba con el eslavo.
—Que misión tan aleatoria, ¿no? —Soltó al aire el eslavo—
—Desde luego no es lo que esperarías de una organización seria—Respondió esta, quitándose la camisa blanca—Aunque… me apetece pelear—
—¿Le romperás la cara? —
—Hasta donde me dejen—Se quitó el sujetador—La idea es ganar tiempo, no matarla—Se giró hacia él, dejando algo de ropa encima de la cama, dándose cuanta que el eslavo le miraba con media sonrisa—No sabía que te gustaba espiar chicas mientras se cambian—
—Lo hago como deporte—Susurró en tono pícaro—Haz de cuenta que no estoy—
—Ya, claro—Se giró para ponerse otro sujetador deportivo, perdiendo de vista a Pavel hasta que sintió alguien atrapar sus manos en la espalda cuando intentaba acomodar las tiras—
—Qué rápido bajas la guardia—Apoyó su cuerpo contra el de ella, obligándola sentarse en la cama, sobre el regazo de él—
—Tú dando el primer paso… quién lo diría—Se dejó hacer mientras tenía ambas manos presas a la altura de su cuello, mientras él usaba una de sus manos para ello, la otra mano acariciaba su torso—
—Que tensa estás—Dijo, más a modo de observación que a modo de flirteo—Tranquila, esto te gustará—Acarició el torso de ella con cuidado, subiendo hasta su pecho, pellizcándolos suavemente por encima del sujetador—
—No conseguirás mucho con ello—Ella se dejaba hacer, viendo con cuidado cada sutil movimiento. Sintió como la mano bajaba por su torso, llegando al vientre, dando suaves vueltas en círculos en la parte baja, que le hacían cerrar sus piernas por el tacto—Ah…—
—No te dejé hacer eso—Usando sus pies, la obligó a volver a abrirlos, evitando que pudiese retraer también el torso—¿Ahora sí que te resistes? —
—Cállate—Le dijo en un susurro—
—No te escucho—Coló su mano por el short deportivo que ella llevaba puesto, tocando por encima de la ropa interior, escuchando un gemido muy suave—Ya veo—
—Pavel…—El aludido presionó más fuerte con sus dedos, escuchando un ahogado gemido—
—¿Sí? —Le preguntó en un susurro lo más cerca que pudo de su oreja, pues la diferencia de estatura era notable. Sin recibir respuesta, siguió con su movimiento, esta vez, colando sus dedos dentro de la ropa interior, se le hacía divertido ver su reacción, pues eran muy pocas las veces en las que él podía controlarla de esa manera, siendo la mayoría de las veces al revés—
—¿Qué esperas? —Le pregunto con voz jadeante—
—Ah, que exigente—Usó uno de sus dedos para colarlos dentro de aquella intimidad, sintiendo una pequeña contracción dentro seguido de un suspiro ahogado—Solo me estoy asegurando—Siguió con dos dedos, en un movimiento suave, asegurándose el no hacerle daño con las uñas—¿No te puedes esperar? —Ella negó con la cabeza—Vale—Sacó su mano y la usó para bajar el short hasta la altura de las rodillas, sin quitárselo, siguiendo con la ropa interior—Hazlo tú—Liberó las manos de la adolescente, dejando que ella levantase ligeramente su torso para usar sus manos y dejarle hacer su trabajo, liberando el miembro del eslavo, quien simplemente observaba la escena, con ella asegurándose de no hacerse daño. Poco a poco introducía el miembro en su sexo—Que lenta—Movió su cadera con fuerza chocando su cuerpo con el de ella, provocándole un gemido—
—No… vayas muy rápido—Le dijo en voz baja, notando como volvía apresar sus manos en su espalda, sintiendo el movimiento del eslavo, apenas logrando mover su cadera para acompañar el movimiento—
Se movía con fuerza, pero lento, notando como ella lo disfrutaba intentando no hacer silencio. Poco a poco aumentaba la velocidad sin bajar la fuerza, apenas logrando contener su silencio con cada movimiento. Pavel usaba su mano libre para acariciarle el cuello. Sabía que Taelia era reticente a eso, pero era de las cosas que debían probar y, por el momento, parecía ir bien.
Dado lo sorpresivo del asunto, ella apenas podía aguantar, pasado poco rato ya no podía aguantar más el movimiento del eslavo.
—Más lento… más lento—Decía en voz baja, gimiendo, pero el eslavo mantenía su ritmo, aplicando fuerza con su cadera—
—No te aguantes—Le dijo, aumentando la velocidad, sintiendo una pequeña retracción seguido de un suspiro ahogado con un gemido que le daba la señal perfecta, aumentando su propia velocidad. Taelia había logrado culminar, pero sentía la velocidad del eslavo aumentar, apenas logrando contenerse. Pasados unos pocos segundos, el mismo le obligó en una última estocada a dejarlo ir lo más adentro posible, sintiendo algo caliente tocar lo profundo de su sexo, dejándose caer ambos por el cansancio del asunto. Se quedaron así por unos segundos, hasta que Taelia se puso de pie torpemente, apoyándose contra la pared con sus manos, viendo algo blanquecino caer al suelo poco a poco—
—Sin protección—Dijo en voz baja—Joder…—Jadeaba, mientras dejaba que el eslavo le limpiase con papel—
—Es mejor así, ¿No? —
—También va a ser la mejor forma de quedarme embarazada—Le dijo—Bueno… no me quejaré—Se giró hasta él, dándole un beso—
Independientemente de lo que ocurriese en ese momento, salieron de la habitación.
No tardaron mucho en ponerse en marcha, era ya casi de noche y no sabían cuánto tiempo tenían hasta aquella villa. Se encontraba en el asiento trasero del coche, con Pavel y su compañero adelante.
—Llegaremos sobre medianoche a nuestro destino, así que aprovecha para descansar—Asintió el eslavo—
Taelia no se lo cuestionó, simplemente se dejó caer en el asiento.
Pasaron horas hasta que volvió a despertar, ahora con bastante más energía, volviéndose a sentar, viendo solamente campo, montaña y una noche oscura y nublada. Escuchaba a Pavel hablar con su compañero, pero salvo palabras sueltas que había aprendido de él, no se enteraba nada de la conversación.
—¿Aún no llegamos? —Llamó la atención de los eslavos—
—Estamos cerca—Respondió Yuri, mirando un GPS que tenía encima del tacómetro—Puedes irte preparando, parece que están reunidos en el sitio que nos indicaron—
—Espero… no sea una trampa—Se estiró como pudo, sacando posteriormente las vendas de su mochila—
—Las posibilidades son bajas, pero nunca cero—Secundó el eslavo—Yo estaré atrás del todo cuidando, vosotros vais a estar adelante, cualquier cosa, el punto de reunión será donde dejemos el coche—Ambos asintieron—Parece que tendremos protección de una pareja de guardias civiles, estarán ocultos—
—¿Tan poco trabajo tienen? —
—Fuera de lidiar con algunas cosas puntuales… no—Siguió Pavel—Sigamos este plan, aunque sea ganar tiempo… intenta ganarle, seguro que hay apuestas de por medio—
—No será eso… ¿Una mala idea? —
—Puede ser, pero ya que estamos metidos…—
En ese momento, lo único que tenía en mente Taelia era confirmar las sospechas de sus superiores, quienes querían tener por seguro que era una Gastrea y, en caso de serlo, llevarla a un lugar seguro como era el centro de desarrollo, pero aún había un gran interrogante:
—¿Por qué le dieron tan poca importancia a una persona infectada por alguien que desconocían? —
—Eso estaba hablando con Pavel cuando íbamos hacia la base—Acertó Yuri—Ya sabemos que eran hombres de Bondrewd, pero, su laboratorio fue confiscado poco después de la desaparición de Kiruna, ¿Cómo es que aún tienen muestras del virus? —
—Solamente espero que ninguna persona infectada pase a segunda fase o… esto podría ser muy malo—Siguió Pavel, mirando por la ventana—
—Tenemos que asegurarnos de que esa persona sea detenida, quizá, con un poco de suerte, esté ahí con ellos—Yuri la miró de reojo—
—Seria demasiada casualidad que eso llegase a ocurrir—
Taelia, por el corto camino, se cambió por una blusa sin mangas más deportiva, combinando con los leggins que traía puesto, estaba lista para pelear lo que tuviese que hacerlo. Llegaron a un parque industrial de considerable tamaño para estar en medio de la nada, en un pueblo más bien pequeño. El parque, por su puesto, estaba abandonado, pero una serie de luces en una zona central les llamó la atención, fijándose en la gran reunión de personas, podían ver, fácilmente, casi un centenar de ellas. Aparcaron en una zona alejada, pero no demasiado oscura.
—¿Listos? —Preguntó el promotor, ambos adolescentes asintieron—Vale, dejadme hablar a mí, si hay algo que traducir os lo haré saber, tened en cuenta que hay soldados de civil, así que estamos relativamente a salvo—Sacó de su mochila, que tenía a sus pies, un comunicador, encendiéndolo—Estamos en el sitio y en posición, aún no vemos al objetivo, pero vemos a los soldados aquí, procedamos con el plan—Se escucharon voces afirmativas desde el mismo—
Salieron del coche con la calma, quedándose atrás la propia Taelia, quien estaba observando a todos los presentes mientras buscaba algún indicio de una adolescente de su edad que, por la foto que tenía en su cabeza, tenía que ser fácilmente reconocible. Llegaron hasta una zona donde había un hombre sentado en una mesa metálica con dinero sobre ella, separado en dos montones. Se fijaron en ellos, se hizo notar rápidamente lo poco deseable que era tener extranjeros en ese sitio. Taelia, a la par que Pavel, notó las insistentes miradas desde todos los ángulos. El eslavo charlaba con ellos, bajando rápidamente las ganas de los presentes, Taelia, en su proceso de ignorar las miradas, dio con la pareja que buscaban, rodeadas de varias personas que hablaban animosamente; La chica vestía con un abrigo con mangas de color blanco y un pantalón corto oscuro, con unas zapatillas deportivas. Taelia se fijó en ella, grabando sus detalles, hasta que, en un segundo, hicieron contacto visual, notando el cambio de expresión repentino, el cómo la sonrisa de la chica se borraba rápidamente y cambiaba a una de curiosidad y preocupación.
—Creo que la he visto—Susurró a Pavel, quien miró disimuladamente donde le indicó Taelia, dándose cuenta de que era verdad—Me ha visto también—
—¿Por qué no vas a provocarla? —Le dijo en un tono picaresco—
—¿Tantas ganas tienes de ver una pelea? —El eslavo asintió con una media sonrisa—
—¿Tú no? —
—¡Soy yo quien va a pelearse! —
—Entonces, que valga la pena el dinero que esta gente va a apostar—
—Honestamente… dudo que apuesten por mí—Taelia miraba como algunas personas dejaban fajos de billetes con aquel hombre, rodeado de personas con cara de pocos amigos. Yuri se acercó—
—Todo bien, hay apuestas para ambas, muchas más para ella como era de esperar—Miró a la chica, la había localizado—Tiene pinta de que es una Gastrea—
—Sigo preguntándome a qué viene tanto misticismo—Susurró Taelia—Supongo que parados aquí no averiguaremos nada—Se movió rápidamente por las personas, con las manos en los bolsillos para no mostrar sus muñecas, acercándose a la pareja, quienes se quedaron curiosos ante la llegada de la pelirrosa, quien se fijó en su rival, en ese momento, sentada sobre el capó de un coche—Buenas noches—Saludó, con una de las pocas palabras que sabía. Pavel estaba cerca, no sabía que intenciones tenía realmente tanto Taelia como la chica, pues el que la provocara era solamente una broma. La adolescente que era el objetivo, Mutsu, se levantó del capó, poniéndose de pie, acercándose a Taelia con una expresión de incredulidad, señalando sus ojos y al mismo tiempo los de Taelia. En un segundo muy rápido, Pavel notó como los propios ojos de Taelia brillaron con una suave intensidad, colocándose en medio con una previsión legendaria, pues la otra chica iba a responder… evitó la pelea—
—Calmadas, bestias—Se puso en medio, con los brazos extendidos hacia los lados, evitando que pudiesen pegarse—
—Esto será divertido—Dijo el otro eslavo sin un tono de gracia en su voz. Se alejó disimuladamente de la escena—
Poco a poco la gente comenzó a animar las llamas, sabían que se venía una buena serie de peleas y no era para menos, pues Taelia era una desconocida que, según rumores infundados, había dicho que podía derrotar a Mutsu y, el si era cierto, estaba a punto de verse.
Las reglas quedaron claras, con la ayuda de Yuri: La pelea sería hasta que una de las dos perdiese el conocimiento, a tres rondas de tres minutos si era necesario, la perdedora recibiría un baño con una manguera… algo que era extraño y el eslavo no estaba seguro de haber traducido bien esa parte, pero la más importante estaba hecha. Yuri presentó a Taelia mientras el otro, hermano de Mutsu, presentaba a esta.
No se sentía un ambiente de pelea, era un ambiente… raro. Yuri, cumpliendo su palabra, se quedó atrás de la multitud, quienes hicieron un círculo de pelea bastante considerable. Taelia dio un paso al frente, estirando sus brazos mientras no quitaba sus ojos de su rival, Pavel se quedó más a la vista, supervisando que Taelia no se saliese de control y casi agradecía que la pelea siguiese un mínimo de reglas de la MMA, porque de otra manera…
La adolescente se quedó a una distancia segura, escuchando las provocaciones y los insultos que iban y venían de todos lados. Mutsu, ya cansada de esperar, provocó a Taelia chocando sus puños mientras le gritaba algo, aquello aprovechó la adolescente para moverse con velocidad y poder dar un derechazo que la chica no se esperó, apenas pudiendo pararlo con sus brazos en X. La expresión de Mutsu era un poema para Taelia, pues era de confusión y miedo. Taelia se alejó unos pasos, provocando a la chica, quien no pareció dejarse amedrentar de esa manera, acercándose a Taelia con una sucesión de patadas altas que la adolescente esquivó con facilidad, pues estaba entrenada con unas más rápidas; las de Pavel. Al momento de dar un salto hacia atrás, dio ella al mismo tiempo otro hacia adelante, golpeándole con una patada alta en el hombro izquierdo, desestabilizándola y provocando su caída en el asfalto, soltando un quejido.
—¿No puedes más? —Le dijo, ni siquiera estaba con la sangre caliente aún, estaba aún en guardia—
—¡No te distraigas con esos juegos! —Le gritó Pavel. La gente del público que le entendieron animó más la pelea—
La pelea continuó, con una sucesión de golpes conservadores, parecían querer probar los golpes de ambas para saber en qué terreno moverse y eso estaba enfriando el enfrentamiento, pues era obvio que ninguna de las dos estaba dándolo todo. El tiempo de la primera ronda acabó, volviendo con su gente.
—¿Qué tal la ves? —Preguntó el eslavo—
—Es fuerte, casi igual que yo, pero está asustada y eso le hace equivocarse—
—Hiciste bien en ganar tiempo, aunque no sabemos si es suficiente—Pavel le organizó otra vez las vendas—Evita que te de una patada, recuerda dar golpes rectos, si quieres acabar con la pelea… puedes darle un derechazo desde abajo, siempre funciona—Taelia lo imitó con sus manos—Así, así—
—Gracias—Chocó sus puños con los de él, volviendo a la arena de enfrentamiento.
Mutsu pareció volver más envalentonada, pero igual de asustada. Habían notado que un hombre habló tanto con ella como el hermano y al momento de comenzar la pelea, hubo un misterioso movimiento de gente. No lograron ver qué persona fue la que habló con ellos, pero Yuri si, algo que les llamó la atención.
Taelia dio el primer golpe, un puñetazo raso que dio a parar en la palma de Mutsu, quien respondió con una patada baja que golpeó el vientre de Taelia. Los golpes iban y venían, notándose la igualdad y la presión de la misma pelea sobre ellas. Taelia dio una sucesión de patadas girando sobre sí misma como un engranaje, desestabilizando a la chica, quien parecía cansada. Se alejó unos pasos, dándole espacio. Podía escuchar al hermano gritarle, no estaba segura si dándole ánimos o echándole la bronca, pero era un tono raro.
La chica jadeaba, cansada y enfadada. Dio un extraño grito, viéndose como sus ojos brillaban con una intensidad notable, algo que llamó la atención de ambos Gastrea. Taelia logró prevenir gran parte de sus ataques, pero ya era demasiado, llegando a caer por unos segundos tras una patada en el vientre que la empujó para atrás.
—Vale, concéntrate ahora, dale una paliza—Le dijo Pavel, dándole luz verde para ponerse seria. Taelia asintió, levantándose y acercándose hacia ella, con un puñetazo desde abajo que dio a parar en la barbilla de Mutsu, levantándola en el aire por un instante, dejando que cayera al suelo, cuando intentó levantarse, Taelia llegó con una patada en el cuello que le apagó las luces a la adolescente, escuchando un silbatazo y gente corriendo a auxiliarla mientras ella iba con Pavel—Derechazo de oro—Chocaron sus puños, viendo como Mutsu volvía en si luego de la patada. Con la confusión, se escuchó un zumbido que pocos parecieron percatarse. Taelia lo reconoció de inmediato—
—Tina, es Tina… ¿Qué hace aquí? —
—Entonces ella es la otra pareja—Dijo Pavel, intentando buscar el aparato—
Taelia vio el destello de un lente en la lejanía, acercándose rápidamente hacia la pareja, quienes no se lo esperaron, pero se sorprendieron cuando Taelia, en lugar de golpearlos, los tumbó en el suelo, solo un segundo después se vio un destello en el tejado de un edificio lejano, escuchándose una explosión bastante a la derecha, provocando un gran alboroto. Taelia se fijó, varios soldados estaban apuntando a un hombre qué, en el suelo, tenía casi toda su pierna derecha destrozada por el disparo de la francotiradora. Taelia alzó su pulgar hacia Tina, no sabiendo si ella la veía.
—Lo siento—Se dijo a sí misma, levantándose, cuidando de que no escapasen como si hizo el resto—
El hermano no perdió tiempo, sacando una navaja de su abrigo al tiempo que se ponía en guardia al frente de su hermana. Taelia indicó con sus brazos que no tenía armas, Pavel se acercó con la misma indicación, girándose hacia Mutsu, sacando vendaje de su mochila, el hermano se intentó cruzar en su camino, pero fue detenido por Taelia quien lo alejó, intentando no hacerle daño
—¡No queremos haceros daño! —Indicó Taelia—
—¿Por qué… tienes los ojos rojos? —Preguntó la chica con un inglés básico—él nos dijo que yo era la única—Eso llamó la atención de ambos—
—¿él? —Ella asintió—¿Está aquí? —Mutsu asintió, señalando a la persona que ahora arrastraban por el suelo con una pierna vendada a mala gana—¿Era solamente él? —
—Eran dos más, me dijeron que esa medicina me haría muy fuerte y… ganar dinero—
—Creo que no sabes lo que te hicieron—Secundó Pavel—Ni eres la única ni lo serás—
—¿Alguien tocó tu sangre alguna vez? —Terció Taelia, ella asintió, señalando a su hermano—
La comitiva del ejército de autodefensa y algunas agencias de inteligencia se hizo presente, tanto por el hombre como por las dos parejas y su objetivo. Interrogaron a todos, limpiando el lugar y confiscando el dinero que no pudieron llevarse. Mutsu tenía, al igual que Taelia, parte de sus brazos y piernas vendadas, se encontraba sentada en la parte trasera de un coche del personal. Una delegación de médicos, que Taelia identificó como parte del centro, dieron a conocer las noticias a Mutsu y su hermano, quienes estaban derrotados y ofuscados.
—¿Todo bien? —Preguntó Taelia, acercándose a Mutsu, quien asintió—
—Se… acabó, supongo—Soltó un pesado resoplido—¿Cómo diste conmigo? —
—Una chica de tu edad acabando con personas adultas… cantó un poco, aunque… quizá debamos hablar cuando estemos allá—
—¿Podré seguir practicando?, de verdad me gusta pelear—Taelia asintió—
—Quizá podamos hacerlo juntas, quién sabe—
Tras no quedar ninguna tarea pendiente por su parte, la pareja eslava y Taelia volvieron al coche.
—Fue sospechosamente sencillo—Asintió Yuri, encendiendo el vehículo, siguiendo a la comitiva—¿Qué opináis? —
—Demasiado… sencillo, ¿Por qué querían que estuviéramos ahí?, no necesitaban de uno de nosotros porque estaban tras la persona que la infectó—
No tenían mayor cosa que decir al respecto, era la verdad aparente, a fin de cuentas.
Llegaron sobre el alba al centro de investigación en Isumi. Tras una larga procesión de procedimientos sobre Mutsu, y una larga lista de cosas por investigar de su hermano, Taelia y Pavel se sentaron junto con Sumire y Saraí para discutir sobre lo ocurrido. Hablaron sobre la pelea, los presentes y, sobre todas las cosas, la persona que atraparon.
—Definitivamente es una persona que estaba en el laboratorio donde llevaban a cabo el desarrollo de los mecanismos de inyección del virus—Comentó la doctora—Lo cual… es raro, ese laboratorio fue clausurado por ejercito sueco casi al día siguiente de darse a conocer la noticia de que Edge había hecho desaparecer Kiruna, ¿De donde están sacando más muestras? —
—¿Me estás diciendo de verdad que no sabéis por qué se produjo esa infección aquí? —Preguntó la adolescente, remarcando con sus palabras el lugar—
—Para nuestra desgracia, no, y ya hemos puesto todos los recursos disponibles en dar con los otros dos—Secundó Saraí—Por otro lado, la noticia que interesa más no es esa—Sacó de su mochila una carpeta marrón delgada que entregó a la adolescente—La inteligencia británica junto con la ayuda del ejército de Ayn Rand encontraron grandes rastros de dos posibles supervivientes de la destrucción de Kiruna, según sabemos, serían los últimos en salir con vida—
—Otros dos…—
—El problema es… que lo supimos porque se levantó un tremendo escándalo de espionaje internacional, al parecer, se cree que Finlandia o un país aliado a ellos estaba tras el rastro de esos dos Gastrea—
—¿Y qué hacemos que no hemos ido por ellos? —
—Edge no puede ahora mismo, acabo de hablar con Anthea y Aelita, al parecer lo ocurrido en el centro de la corporación Gaia le afectó demasiado físicamente y no saben cuánto tiempo estará fuera de combate, estamos intentando que la inteligencia británica y el ejército de ambos países nos den los recursos para poder dar con el paradero antes que el enemigo se haga con ellos—
—La idea es que los que participasteis en salvar a Luciana tuviesen su parte en esa misión, si Edge está a la cabeza… nada podrá salir mal—Secundó Sumire—
—Le estáis dando una importancia paranormal y divina a ese demonio—Contrarió Pavel—
—Lamento contradecirte, pero ese demonio… es ahora lo más cercano a Dios en la tierra que podamos conocer, se hizo con… un artefacto que perteneció a Lisa y lo hizo funcionar, algo que la anciana nunca pudo—Suspiró—Lo positivo del asunto es que ahora es oficial que tu hermana la controla—Se apoyó contra la mesa, mirando a Taelia—Aelita logró subyugar a la corporación Gaia solamente con ayuda de Edge—Taelia sabía que había algo que estaba faltante ahí, no creía capaz a la propia Edge de hacer arrodillarse a una corporación de tal importancia ella sola, debía hablar con Aelita en privado para asegurarse—
—Se lo que sea, cuando volvamos debemos ir a buscar de inmediato a esos dos si es que siguen con vida en este punto—Siguió Pavel, retomando el tema anterior, restándole importancia al actual—No queremos que el mundo sepa lo que es un Gastrea en fase dos o fase tres—
La reunión culminó poco después.
Pavel y Taelia estaban apoyados sobre la puerta de su habitación, hablando un rato, antes de entrar.
—Siento que algo malo puede pasar pronto, es como una perpetua… sensación, que horror—Siguió Pavel—
—Quizá es por lo que nos han contado de esos dos—Respondió Taelia—Tendremos que seguir dependiendo de Edge para completar esta misión por lo que parece—
—No creo que depender de ella sea el problema—
—Que alguno de ellos se transforme… lo sé—
—Para nosotros sería el peor escenario—
Taelia simplemente no quería hablar más, ladeó sus manos con suavidad mientras negaba con la cabeza. Entró a su habitación.
Se perdió en sus pensamientos hasta dormirse. Ya solo le restaban dos días en ese horrible lugar para volver y era una gran ventaja.
CONTINUARÁ
Próximo capítulo: Un recuerdo lejano
¡Muchas gracias por leer!
Me costó un poco más de lo normal por el tema del trabajo. Lo que tiene estar vivo.
¿Cómo va todo?, espero que muy bien.
Capítulo… curioso, no me quedé a gusto con el tema de la pelea con Gaia, pero tras escribir varias versiones, me quedo con la que está aquí plasmada.
El Lemmon… podéis hacer que no exista, no es relevante, solo me apeteció escribirlo.
Y eso, la verdad que poco más.
Reviews:
Loboplateado2541: Bueno, aún pueden ir a un punto más sin retorno, veremos. ¡Gracias por comentar!, espero que el capítulo te guste.
Draoptimusstar3: Si no te controlas a ti mismo, es normal que otro tenga que hacer y, de paso, hacer pruebas. Toda acción tiene su reacción y, como está hecho, no es que podamos elegir olvidarlo, está ahí y no podemos hacer nada, que es lo más triste. Y poco más, muchísimas gracias por leer Draop, ¡Espero que el capítulo te guste!
Titokenny01: En parte es el punto, el hacer que vea que el resto puede pasar por algo similar y ver cómo lo llevan le dará más herramientas para aprender a llevar su propia situación, es algo común en el campo de la psicología. Sí, Aelita tiene que aprender a no desprenderse de esos temas, algo que, en la serie, Aelita parecía siempre evitar XD. Lo de Gaia aquí se vio un poco más, una respuesta sobredimensionada a un problema que se esperaba realmente trivial, en cuanto a las inyecciones… veremos. Lo del código de Xana, habrá que ver hasta que punto es capaz de cambiar la propia IA para ayudar a Aelita hacer los cambios, y que trampas puede hacer esta para cambiarla y cómo lo haría, es una gran incógnita que iremos viendo. Muchas gracias por leer Víctor, espero que el capítulo sea de tu total agrado, muchas gracias por seguir aquí luego de estos años.
Y lo mismo va para el resto que sigue aquí. ¡Muchas gracias!
Y eso, nos vemos compañeros.
¡Adiós!
Never give up, Never Surrender.
