Cap_06
A la mañana siguiente. Hope despertó lentamente.
Por primera vez en demasiado tiempo estaba despertando con tranquilidad. No dando un salto fuera de su cama en el instante en que sus ojos se abrieran. No. Hoy estaba saboreando el lento ritmo de su despertar y sus ojos se mantenían cerrados.
Por primera vez en mucho tiempo, no recordaba que las pesadillas le hubieran molestado. Realmente había descansado y sentía su cuerpo relajado por completo.
No tenía que preguntarse el porqué. Lo sentía. Podía sentir su calidez entre sus brazos y su aroma impregnado hasta lo más profundo de su pecho. Estaba en la cama con Josie y aunque sabía que debía correr y alejarse. No pudo. No quiso.
Demasiado cómoda. Demasiado confortable. Demasiado perfecto.
Los recuerdos de la noche pasada fueron lo primero que su mente repaso con exquisita lentitud. Recordándole las risas, la conversación pero sobre todo la promesa.
Si. Había sido tan débil como para prometerle que no le apartaría más.
Sus ojos se abrieron acostumbrándose a la luz en segundos. Se encontró recostada en su costado aun con su brazo bajo la cabeza de la morena mientras su otro brazo le rodeaba protectoramente por la cintura y su mano se colaba bajo su blusa acomodándose sobre la piel de su abdomen. Aun cuando ella le daba la espalda no había espacio entre ellas y podía sentir el firme agarre de Josie en su mano. Casi demasiado firme para ser casualidad pero en lugar de darle curiosidad solo le hizo sonreir un poco más.
Inhalo profundamente sintiendo como se filtraba en ella el delicado aroma de Josie. Su lobo ronroneo por lo bajo disfrutando del momento.
Oler a Lizzie era relajante pero oler a Josie simplemente era único. Todo su cuerpo se relajó y su pulso se ralentizo. Todas las ansias que debería estar sintiendo por ser una noche de luna llena no existían. Era como flotar en el aire y su cabeza apenas y podía registrar el paso del tiempo.
Solo centrada en ella.
El mundo desapareció y lo único que importaba era la chica entre sus brazos.
No sabía si esto era producto de su lobo al tener lo que quería o del vínculo pero estaba segura de que era demasiado adictivo.
Ahora mismo ni siquiera quería pensar en salir de la cama y dejar a la chica atrás pero necesitaba correr. Necesitaba gastar energía. No podía estar encima de ella todo el día, por más que eso sonara como la mejor idea del mundo...
Josie estaba despierta.
Despertó desde el mismo momento en que la loba sin moverse de su sitio se había atrevido a olisquearla. Y por un momento fue gracioso porque no solo lo hizo una vez sino que hundió más su nariz entre sus cabellos y olisqueo varias veces. Y estaba segura de que no era consiente de hacerlo y eso lo hacía más gracioso pero entonces Hope siguió olisqueándola. Aferrándola entre sus brazos con suave firmeza. Clavando sus dedos en la piel de su abdomen que se erizo ante el contacto y entonces no fue la única que olfateo un poco.
Josie lo hizo disfrutando de ese aroma que tanto le gustaba a la vez que intentaba con todas sus fuerzas que su pulso acelerado no fuera a ser lo suficientemente sonoro como para que la loba lo escuchara. Que su respiración profunda cada tres superficiales también fuera ignorada. Incluso que el leve movimiento que hizo para recargar más su espalda en el pecho de la cobriza también pasara desapercibido. Rogo a todos los dioses para que así fuera.
No quería moverse. No quería alejarla con su voz o al voltear a mirarla porque lo que más deseaba en ese momento era girarse para ver sus hermosos ojos cristalinos. No quería que se fuera pero sus deseos no fueron escuchados aun cuando lucho por estar silenciosa y parecer dormida.
Hope se movió. Inhalo una última ocasión y se quedó un momento inmóvil tratando de averiguar cómo recuperar su brazo del que ya no era tan consiente de su pulso. Se preguntó si alguien había perdido algún miembro de esta manera y supuso que sin duda era la mejor manera de hacerlo pero pronto dejo de tontear. Lo primero que hizo fue sacar su pierna de entre las piernas de la morocha sintiéndose sonrojar solo por haber sido tan atrevida al dormir y después por extrañar su calidez. Lo siguiente fue girar sobre su espalda, o al menos ese era el plan.
En el instante en que lo intento. En que su mano se deslizo suavemente por el abdomen de Josie que se sintió estremecer y al ser consiente de como la calidez se perdía bajo la temperatura de otoño se atrevió a volver a sujetar la mano y regresarla a su sitio.
Con su voz adormilada y áspera, lloriqueo –No...
Hope se dejó hacer. Regresando a enterrar su nariz entre los cabellos de la morocha que en secreto sonrió al escucharle suspirar.
-Darling tengo que irme... –. Susurro Hope casi en un ronroneo. Al escuchar lo que dijo carraspeo un poco a la vez que se sonrojaba. Reaccionando a alejarse un poco del aroma que le aturdía aunque era casi imposible. Se forzó a elevarse con ayuda de su brazo adormecido y recargo su mejilla casi en la oreja de Josie que no se movía pero su sonrisa se mantenía así como sus ojos estaban bien abiertos –Jo. Enserio debo irme... si quieres que cumpla mi promesa necesito cansarme un poco y dudo que quedarme en una cama contigo funcione de esa manera...
Se tensaron al comentario casi a la vez. Sonrojándose al tener la misma idea de cómo una cama podía incluir actividad física y sus pulsos saltaron al unísono.
-No digas nada –. Agrego Hope avergonzada. Escondiéndose en el cuello de la morocha que no pudo evitar reír por lo bajo.
-Está bien –. Dijo Josie sin poder evitar seguir riendo.
-Ey –. Se quejó la cobriza pero se unió a la risa hasta que esta se difumino y el ambiente dejo de sentirse denso. Se elevó de nuevo y susurro junto al oído de la morocha –No tenemos opciones de cama así que me iré a correr. Te veo luego, love.
Y deposito un beso firme casi junto al pulso de Josie que salto a la vez que Hope abandonaba la cama con una sonrisa pícara en su rostro. Tomo sus zapatos del suelo. Y se aliso el cabello descuidadamente mientras avanzaba hacia la puerta. Fingiendo ignorar el sonido de la morena girando en su cama.
La cobriza tomo el pomo de la puerta y lo giro.
Josie se sentó un poco recargándose en sus codos –Te veo en el desayuno.
El tono firme hizo que Hope elevara una ceja al voltear a verla y le sonrió con arrogancia a lo que Josie le retorno el gesto con mirada segura.
Dejo escapar un leve bufido sin dejar de sonreír –Lo que digas.
Hope le dio un guiño juguetón antes de abandonar el sitio. Deteniéndose al cerrar la puerta para mirar su mano donde el vínculo cubría todos sus dedos al completo, excepto el pulgar y también por debajo de los nudillos hacia su muñeca. De media palma hacia arriba todo era de un tono rojizo y esto le sorprendió pero simplemente le quito importancia y siguió con el camino hacia su habitación.
Su cabeza estaba más ocupada con su evidente coqueto valor juguetón que le había dominado. Quiso culpar a su lobo pero sabía que no había sido él, o el vínculo. Fue ella completamente pero la pregunta importante era, si tenía oportunidad.
Mientras tanto. Josie se dejó caer en sus almohadas con la más grande de las sonrisas atontadas. Pensando en todo y nada. Simplemente disfrutando del momento y de su cuerpo enloquecer bajo los efectos de la presencia de la loba. De su calidez que aún le volvía o el vínculo que pulsaba tan emocionado como su propio corazón.
-Dios. Eso fue traumático –. Susurro Lizzie con voz áspera haciendo saltar a su hermana de su sitio.
-¿Estabas espiando? –. Casi grito la morocha.
Y la rubia simplemente la miro con incredulidad antes de responder –Obvio, duh.
xxxOxxxOxxx
Una sonrisa se fue formando en el rostro de Josie Saltzman. A pesar de encontrarse en medio de una clase con una prueba sorpresa frente a ella, su sonrisa estaba ahí.
No sabía que lo hacía.
Ni siquiera supo en qué momento paso de pensar en los varios usos de los polvos de alas de murciélago para dibujar en su cabeza el rostro de Hope.
La extraño al momento en que sus ojos se dirigieron al final del aula donde está usualmente se sentaba pero al menos esta vez le había avisado que no estaría. Y le había prometido pasar la tarde a su lado.
No eran novias.
Ambas lo sabían pero de todos modos había una extraña relación entre ellas que casi les hacía sentir como si la etiqueta fuera lo único que faltará. Demasiado extraño porque hace solo días eran amigas y ahora eran más sin que ninguna lo buscara pero ambas lo sentían.
Bajo su mirada y observo el vínculo mágico que le lleno de cálida seguridad en cuanto su ansiedad comenzó a crecer. Esto ocurría cada que lo miraba con atención y por ende su cabeza se llenaba de miedo al preguntarse si solo por él es que su relación había cambiado. Y si está volvería a lo que era cuando la magia se desvaneciera.
Entendería que ocurriera. De hecho, tenía toda la lógica pero eso no evitaba que no lo quisiera.
Ella quería a Hope.
Quería a sus palabras coquetas, cómo las que le había dado en el desayuno. Quería su sutil cuidado, como cuando le llevo hasta sus clases. Quería su protectora presencia y su dulzura embriagadora cómo la que mostró la noche pasada cuando escucho todo lo que tenía que decir sobre lo que pasaba. Y quería que la quisiera tanto como ella lo hacía.
Sabía que era tonto pero realmente solo quería que Hope Mikaelson le quisiera.
Y por momentos. En las últimas 18 horas realmente comenzaba a albergar la esperanza de que lo hiciera.
El vínculo, que casi cubría su mano por completo, vibró como si intentará darle una respuesta a sus pensamientos. No sabía que significaba su vibrar intenso, firme pero suave como una caricia. Le hizo sentir igual que la noche pasada cuando Hope le miro y le aseguro que le miraba solo a ella.
Con silenciosa adoración que hizo revolotear su corazón con intensidad y entonces la sonrisa volvió a adornar su rostro.
Se forzó a seguir con su prueba aunque nunca logro que su sonrisa desapareciera.
Al final de la clase. Penélope se tomó un momento para observar a Josie.
No era un secreto que su humor estaba en lo alto a diferencia del día anterior. Lo pudo ver desde el instante en que vio a Hope sentarse junto a la morocha y supuso que el extraño asunto que las alejaba se arregló y por supuesto que eso hacía feliz a su ex. Ella misma conocía cuanto quería Josie ser amiga de Hope.
Pero había algo extraño. Algo que le molestaba y casi le carcomía.
Lo vio durante el desayuno cuando Hope apareció en ropa deportiva y aun sudando pero se sentó junto a la morocha con su cuerpo y atención completamente centrada en su ex. Dejando muy en claro que no le importaba luego perderse unas clases solo porque Josie le había dicho que se reunieran en el desayuno.
Y en silencio tuvo que aguantar las miradas profundas que se daban. Cómo Josie casi golpeaba a Landon por atreverse a sentarse frente a Hope y luego a esta que sin amabilidad le roba tocino del plato al pobre pájaro que aunque se negó fue casi ignorado en sus quejas porque la loba estaba más ocupada en susurrarle algo a la morocha que basto para que su enojo desapareciera. Y al final, ver cómo aunque la loba amaba el tocino se forzaba a mantener sus manos lejos de él recibiendo a cambio las frutas y verduras con las que su ex le alimentaba.
Todo fue demasiado.
Siempre supo que Josie tenía algo por Hope pero verlo posible fue una dolorosa patada que no esperaba.
Su mirada captó como un resplandor iluminaba el rostro de su ex cuando abría su mochila y luego le vio sonreír brillantemente al verla sacar un viejo libro que tenía una nota pegada en la cubierta y una rosa echa de papel sobresaliendo en la parte superior. Le vio tomarla con cuidado y olerla suavemente haciéndola sonreír más si es que era posible a la vez que sus manos tomaban el libro del escritorio y lo llevaban hacia su pecho para abrazarlo.
Fue en ese instante que lo vio. El emblema Mikaelson decorando la parte superior de la nota en un tono rojizo.
Fue en ese doloroso instante que lo supo. Josie y Hope eran algo muy posible.
Y aunque lágrimas se acumularon en sus ojos, en su pecho sintió que era estupendo…
Que serían estupendas.
oooXoooXooo
Pedro jugaba junto a los otros niños de primaria en los jardines pero pronto se aburrió de esconderse y ser atrapado. Era malo en el juego.
Entonces algo llamo su atención. Flores silvestres a orillas del bosque y aunque sabía que no debía se atrevió a introducirse en él.
Inventándose un juego propio. Buscar flores para que Hope le enseñará a hacer pintura. Le había visto muchas veces usarlas en sus dibujos y pinturas y él quería hacerlo también.
Así que solo camino entre los árboles. Introduciéndose lo suficiente hasta que sus ojos apenas y podían ver los jardines cuando regresaba la mirada. Sonriendo mientras reunía un ramo en su mano.
Josie lo alcanzo a ver. Estaba tomando un descanso luego de una clase que terminó antes de tiempo y le vio. No sé preocupo. Realmente nada en ese bosque era malo, al menos no hasta que llegara la noche pero aun así fue tras él.
Torpemente lo busco y cuando lo hallo su pulso enloqueció.
-Suéltenlo –. Exclamó al ver a tres hombres con el niño.
Uno de ellos sujetaba a Pedro con firmeza y casi lo cargaba a la vez que cubría su boca con su otra mano. El pequeño luchaba desesperado en el agarre y sus ojos llorosos se clavaron en la morocha que se acercó unos pasos más.
No tenía magia en su interior. Había usado todo en clase y ahora se maldecía por ello pero aun así Josie no retrocedió. No iba a dejar que le hicieran daño sin importar nada.
Pedro mordió la mano que evitaba que hablara y grito –¡Josie…!
El grito lleno de miedo hizo arder algo en el interior de la morocha que sin pensar reaccionó a correr hacia él y golpear al hombre que lo sujetaba. Este le dio una sonora bofetada que la tiró al suelo pero al instante se volvió a poner de pie. Lista para luchar hasta que el aire le fue arrebatado de los pulmones.
-Yo que tú no lo haría hermosa –. Dijo otro de los hombres con una sonrisa en su rostro mientras le apuntaba con un arma. Al ver que se detenía, lentamente llevo el cañón hacia la cabeza del niño –Vamos a dar un paseo.
Josie elevó las manos sin saber qué hacer. Los otros hombres dejaron ver sus armas y su mente solo pudo enfocarse en Pedro. Tenía que ponerlo a salvó. Asintió secamente y dejo que la tomarán del brazo para luego ser jalada hacia el bosque.
-Te dije que era una escuela de ricos –. Canturreo el último hombre con voz excitada. Casi infantil pero era el que sujetaba una escopeta entre sus manos.
El hombre que cargaba a Pedro soltó una risa llena de malicia –Ganaremos mucho con estos.
-Oh. Y ya verás cómo nos divertiremos –. Dijo casi en su oído el primer hombre que le había apuntado y que ahora era el que le arrastraba.
En la mente de la morocha solo se repetía "Salva a Pedro… sácalo de esto…"
No sabía cómo hacerlo pero pronto vio una oportunidad que ni siquiera pensó. El de la escopeta iba enfrente dirigiendo el camino y tras él iba ella junto al hombre que ya no le apuntaba pero no había guardado su arma y tras ellos venía el último cargando a Pedro. Cuando esté se encontró casi a su lado, golpeó con todas sus fuerzas a su captor justo en la nariz como su padre le había enseñado y cuando se vio liberada giro para lanzarse sobre el que tenía a Pedro.
Juntos se fueron al piso pero el niño se vio liberado en la pelea.
Josie volteó a verlo mientras trataba de sujetar el arma del hombre –¡Corre! ¡Ve por papá!
Pedro le miro con ojos llorosos y corrió. Sin dejar de voltear. Escuchando como Josie dejaba escapar un pequeño quejido al ser golpeada y aunque quiso regresar por ella siguió corriendo. En especial, porque el hombre de la escopeta le perseguía y estaba tratando de atraparlo de nuevo.
No podía permitirlo. Sabía que debía de ir por el señor Saltzman. Por Hope.
xxxOxxxOxxx
El vínculo vibró con fuerza. Aturdiéndole hasta el punto que le hizo trastabillar. Sus ojos se iluminaron y el miedo comenzó a fluir por su cuerpo viniendo de la magia que pulsaba agitadamente desde su mano.
Sabía lo que era.
Era justo lo mismo que había pasado la noche anterior pero esta vez era más intenso y desesperado. Lleno de miedo y muchos otros malos sentimientos que casi le enloquecieron.
Corrió por los pasillos tratando de hallar a Josie pero no la vio. El vínculo le indico que saliera y simplemente lo siguió hasta el bosque donde confusa y desesperada miro a su alrededor tratando de ver lo que estaba mal sin tener respuesta. Maldijo al estúpido radar que no era exacto y entonces lo vio.
Sucio y corriendo con todas sus fuerzas, Pedro apareció entre los árboles.
-¡Pedro! –. El niño con lágrimas cubriendo su rostro se iluminó al verla y se lanzó a sus brazos –Pedro. ¡¿Qué pasa?! ¿Qué paso?!
-Hombres malos… Josie… –. Apenas pudo decir entre sollozos pero fue suficiente.
Hope deshizo su abrazo y lo miro a los ojos –Todo estará bien. Lo prometo pero necesito que corras con el Dr. Saltzman y le avises. ¿Puedes hacerlo? –. El niño asintió y ella beso su cabeza –Corre. Iré por Josie.
Casi le dio un empujón hacia la escuela para luego girarse a correr en la dirección en la que le había visto venir. El viento de otoño se estaba llevando el rastro por más que desesperada intentaba seguirlo pero sabía que no llegaría a tiempo de esta forma.
Su lobo aulló con intensidad en su cabeza. Diciéndole lo que ya sabía.
Se detuvo abruptamente y se quitó la chaqueta para luego hacer lo mismo con el colgante de su familia. Resguardándolo en el bolsillo oculto. Dejo la prenda tirada sobre las raíces de un árbol y sin importarle nada más inhaló profundo.
Desatando el doloroso cambio que lo fue más de lo normal pero lo dejo ir sin quejarse.
Dejo a su lobo en libertad.
"Ve por ella y tráela a casa. Sin importar el costo… solo… solo tráela a casa…". Se susurró mentalmente sintiendo como desde el momento en que permitió el cambio, ella ya no estaba al mando.
