Cap_09

El sol apenas salía cuando la loba despertó. Sentía como su corazón se agitaba y la ansiedad crecía en su pecho rogándole que corriera libremente pero un peso le detenía. Al voltear hacia su costado encontró el rostro de Josie que le abrazaba con suave firmeza mientras Lizzie murmuraba incoherencias acercándose más a su lomo y trasero que resultaban ser lo suficientemente cálidos para su gusto.

La ansiedad poco a poco fue dejando su pecho conforme sus ojos recorrían el rostro de la morocha. Se acomodó mejor para poder verla sin doblarse demasiado y no pudo evitar acercar su nariz y olfatearla un poco. Su semblante se suavizó visiblemente.

O al menos para Keelin que en silencio le observaba desde su sitio en el sofá dónde era aferrada por su esposa que había llorado silenciosamente parte de la noche. Casi recordándole a las noches posteriores a la muerte de sus hermanos.

-Es linda –. Se atrevió a susurrar llamando la atención de la loba que dejó salir su lengua como afirmación haciéndola reír –Y entiendo la necesidad que tienes por estar a su lado. Lista para protegerla con todas tus fuerzas pero… sabes que tienes que volver.

La loba gruño por lo bajo y dejo de verla para volver a centrarse en la chica que dormía. Mirándola con silenciosa adoración todo el tiempo.

Keelin suspiro preguntándose cuánto tendrían que luchar para que su sobrina volviera a la normalidad.

La mañana siguió avanzando. Solo un poco hasta que la hora del desayuno llegó.

Josie despertó lentamente. Sintiendo su vista nublada hasta que se aclaró lo suficiente para ver el rostro de la loba que la miro con dulzura para luego doblarse lo suficiente y darle una pequeña lamida en la mejilla haciéndola sonreír.

-Buenos días a ti también –. Susurró con voz áspera.

-Habla por ti –. Se quejó Lizzie sentándose y estirándose un poco –Es suavecita y cálida pero no lo suficientemente blanda para funcionar como almohada. Te doy un 6, felpudo.

La loba le miro indignada y al ser liberada de los brazos de la morocha, se puso de pie para encararla. La rubia se tensó pero trato de no mostrarlo aunque el animal lo percibió y casi se rio en su cara haciendo que pusiera los ojos en blanco y cruzará sus brazos sobre su pecho a la vez que miraba a otro lado. Al menos hasta que una larga lengua casi recorrió su rostro por completo haciéndola soltar un quejido de aversión.

Josie se rio sonoramente al verlo y al ver cómo la loba se alejaba con andar burlón. Luego una mueca se hizo visible al verla estirarse un poco, solo un poco porque fue notorio en su movimiento que sus heridas aún le molestaban.

Sus tías también lo vieron y se preocuparon por la falta de curación o la magia que usualmente exudaba la más joven de la familia.

Pasos se hicieron oír rompiendo el momento. Hope lo escucho y se tensó mirando hacia las escaleras. Lista para atacar pero se relajó visiblemente al ver a Alaric aparecer cargando una gran caja cerrada que con cuidado dejo en una mesa.

-Buen día. ¿Qué tal la noche? –. Pregunto intentando sonreír para ocultar su inquietud. Con su mirada reviso a sus hijas que ya andaban hacia él.

-Todo bien –. Afirmo Freya.

-Pues mi cuello duele y apesto a perro –. Bufo Lizzie haciendo sonreír a todos.

-Bien… Si. Eso es bueno –. Dijo con alivio. Luego sonrió –Les traje el desayuno.

La loba se acercó a olfatear la caja y su saliva fue evidente para todos que rieron al ver cómo comenzaba a ir y venir frente a ella mientras sus ojos no dejaban al director que rio por lo bajo.

-Supuse que tendrías hambre así que te traje algo bueno –. Aseguro el hombre con normalidad abriendo el paquete que dejó escapar deliciosos aromas pero entonces se detuvo –Antes de que lo olvide… te traje algo especial…

Soltó a la vez que buscaba por los bolsillos de su chaqueta hasta encontrar lo que buscaba. Saco una bolsa resellable llena de tocino a la que solo tuvo que correr el cierre para que apenas tuviera tiempo de elevar sus brazos.

Hope lo tacleo parándose sobre sus patas traseras y trato de saltar para quitarle la bolsa pero el peso fue demasiado para el hombre que cayó de espaldas.

-¡Papá! –. Gritaron al unísono las mellizas a la vez que las Mikaelson corrían hacia él, listas para luchar con un lobo hambriento.

Alaric rio sonoramente y aun luchando por alejar la bolsa del hocico del animal metió la mano y tomo algunas tiras que le ofreció –Sabia que lo amabas pero esto es demasiado…

La loba ignoro sus quejas y mastico con semblante demasiado feliz mientras todos sonreían aliviados.

Luego del susto inicial, volvieron a la repartición de alimentos.

Alaric no supo qué hacer con la loba. Mientras todos se sentaron en el campamento del suelo, supuso que lo mejor era darle su espacio. Sabiendo bien que a ningún animal le gustaba tener compañía mientras comía. Así que por seguridad dejo su plato lleno de deliciosos filetes de carne a un par de metros de dónde los demás se sentaron a comer.

Las Mikaelson estuvieron de acuerdo aunque Josie no tanto. Menos cuando le obligaron a darle la espalda para que no fuera a llamarla con su mirada.

Por un momento la loba ignoro el mundo. Se apresuró hacia la comida con sus ojos centrados en ella pero mientras masticaba el primer filete de la torre se dio cuenta de la lejanía de la morocha. Dejo de comer y los adultos lo notaron. Varias ocasiones vio hacia la espalda de Josie para luego ver su comida, como si estuviera tratando de decidir hasta que lo hizo. Sus ojos casi brillaron al hacerlo.

Abrió su hocico todo lo que pudo para tomar varios filetes y luego con orgullo camino hacia la morocha que le sintió venir pero no volteó. Su padre se lo prohibió diciendo algo de respeto. Solo volteó un poco cuando la loba se recostó en el suelo a su espalda, recargando su costado en ella y sonrió sin poder evitarlo.

Hope mastico feliz su comida y hasta se tomó un momento para molestar a Lizzie que se quejó de que no pudiera masticar con el hocico cerrado pero por lo demás trato de no molestar a Josie. Para todos fue evidente como intento que no viera la carne y como al terminar sumergió su hocico en agua para quitar todo rastro del aroma antes de volver a su lado. Se recostó y metió su hocico bajo el brazo de la morocha que le dejo para que se recargara en su regazo, moviéndose solo para recibir las frutas que está le ofrecía como el día anterior.

Freya observaba maravillada y preocupada la interacción. Era un poco raro ver a un enorme lobo tan tranquilo y amable junto a humanos. Era evidente cuánta era su devoción por Josie que luego de desayunar fue a caminar por el pequeño espacio frente al molino para que el lobo hiciera ejercicio. Parecía solo un perro dando un paseo junto a su compañera y aunque las mellizas iban a cada lado, era evidente quien era su dueña.

Era lindo de ver pero en silencio se preguntaba si realmente está personalidad básicamente neutra entre sus dos existencia era la dominante. Quizás un producto de su control. Y si cuando Josie se alejara habría algún cambio.

Ya lo averiguarían pronto y con ello en mente comenzó a recorrer la cercanía del edificio que tomarían como base ya que Hope se había negado a irse, ni a la cercana mansión familiar. Susurró hechizos de barrera y ocultamiento, para ahuyentar curiosos y hasta para alejar vampiros. Todo lo que pudo pensar para que nadie más saliera herido, realmente solo para proteger los sentimientos de su sobrina que sin duda se sentiría muy culpable de lastimar a alguien más.

El momento llego.

Alaric paso saliva sonoramente y tomo las manos de sus hijas en el instante en que Keelin convenció a Hope para que la acompañará al piso superior para revisar sus heridas. La loba no quería que lo hiciera frente a Josie. Podía sentir como se entristecía y eso no le agradaba pero tampoco quería alejarse demasiado pero al final le siguió.

En cuanto el lobo desapareció y Freya se asomó por el espacio de una ventana asintiendo, el hombre jalo a sus hijas fuera del territorio mágico. Josie quiso negarse pero su padre no le dejo y su hermana le convenció de que fueran a darse un baño y tal vez descansar en una cama o a clases y que después volverían. Tuvo que prometérselo para que la morocha caminara sin resistirse aunque con la mirada baja.

Realmente no quería dejarla.

Hope lo noto. Quizás gracias a su olfato o sus orejas. No estaba segura pero también sintió como la calidez del vínculo disminuía levemente como silenciosa señal. Apenas lo suficiente para que fuera notorio pero basto.

Dio un salto poniéndose de pie y empujando a Keelin que se asustó un poco pero no tuvo tiempo de hacerlo por completo antes de ver a la loba correr por el sitio y casi saltar las escaleras cayendo bruscamente al tropezar en los escalones.

-¡Hope!

El grito de Freya fue escuchado por Josie y su familia que se detuvieron para voltear. Apenas habían pasado la barrera mágica cuando el lobo salió corriendo del viejo molino.

Alaric se apresuró a sujetar a su hija y el animal gruño lanzándose sobre ellos. O al menos lo intento. Con fuerza, en el aire se estrelló con la invisible barrera. El golpe sordo resonó dolorosamente y aunque aturdió al animal, esté se forzó a volverse a poner de pie casi al instante y sacudir la cabeza para volver a intentarlo.

Desesperada gruño mientras se golpeaba con la barrera. Gimoteo a la vez que empujaba con todas sus fuerzas y lloriqueo mientras sus garras cavaban buscando alguna forma de llegar a Josie que le miraba con dolor.

Todos observaban. Entre sorprendidos y dolidos por su lucha con ternura oculta en sus miradas.

La morocha intento volver a su lado casi al instante pero su padre no le dejo. La sostuvo entre sus brazos con firmeza a pesar de sus ruegos que con enojo se calmaron al ver que no serían escuchados.

-Hope cálmate –. Dijo dolorosamente al ver que no se detenía en sus golpes –Te vas a volver a lastimar… cálmate por favor –. Lágrimas comenzaron a deslizarse por su rostro y fueron olidas por la loba que lucho aún más. Mirándola a los ojos. Mostrándole su desesperación por estar a su lado –Por favor…

Freya junto a Keelin la miraban a un par de metros de distancia. No sabían que pensar o sentir de lo que veían aunque era evidente que cada lloriqueo dado por el animal les dolía.

La rubia endureció su semblante –Alaric. Llévatela ya.

Josie le miro con enojo –¡No! No quiero dejarla. Suéltame.

El director negó y puso más fuerza en su agarre –Debes hacerlo. No puedes quedarte con ella todo el tiempo que esté así.

-¡Es mi culpa que esté así! –. Exclamó con enojo la morocha.

En respuesta. Hope gruño con enojo hacia el hombre que se tensó al ver sus ojos dorados y amenazantes fijos en él.

Freya dio un paso más con enojo –¡Ya! Váyanse. Solo están alargando esto.

Josie le miro dolidamente. No quería ser la culpable del dolor de la loba pero tampoco quería dejarla.

Lizzie tomo la mano de su hermana haciendo que volteara –Volveremos más tarde. Lo prometo.

Ella asintió levemente creyendo en su hermana. Su tono serio y firme le dijo que le apoyaría aunque tuvieran que pelear con los adultos.

Alaric dio un suspiro –No la vas a abandonar. La dejaras un rato solo para que puedas descansar mientras intentan que vuelva a su cuerpo. Más tarde podemos volver. Lo prometo.

Miro en el rostro de su padre buscando alguna señal de mentira pero no lo encontró. Lentamente dejo de luchar a la vez que sus ojos se fijaban en los de la loba que le suplicaba en silencio.

-Volveré más tarde –. Susurró y se forzó en darse la vuelta comenzando su camino de regreso a la escuela.

Lizzie aferró su mano mientras avanzaban. A cada paso que daban podían escuchar el lloriqueo del animal y sus aullidos potentes llamándola. A cada paso más lágrimas escapaban y caían por su rostro.

-Hope –. Freya intento llamarla en cuanto los Saltzman se perdieron entre los árboles y quiso dar un paso hacia ella pero su esposa le detuvo.

-Espera –. Susurró Keelin viendo como el pelaje sobre el lomo del lobo se erizaba.

Este dio la vuelta lentamente hacia ellas. Gruñendo por lo bajo con enojo y mostrando sus colmillos por completo.

Ahora tenían la respuesta a su pregunta. Frente a ellas estaba al fin un lobo sin un ápice de humanidad listo a desgarrarlas.

Pero eso no intimido a la rubia que la miro con severidad –No me gruñas así, señorita. Ella debe ir a descansar y a sus clases. Lo sabes.

Hope gruño con más fuerza y bajo su cabeza lista para atacar.

Keelin se tensó y dio un paso al frente permitiendo que sus ojos brillarán –No me hagas doblegarte.

El gruñido de la mujer solo molesto más a la loba que le miro retadoramente con arrogancia y dio un salto en su sitio invitándola a qué lo intentará a la vez que ladraba con potencia para luego volver a gruñir mostrando sus colmillos.

-Te lo dije –. Soltó Freya a la vez que hacia un movimiento de mano.

Al siguiente instante. Justo cuando Hope se disponía a correr hacia ellas, cayó al suelo inconsciente luego de solo un paso.