Cuando Freya Mikaelson volvió junto a su esposa y Alaric, se encontró con las chicas sentadas en el césped y sus libros a su alrededor. La loba estaba echada entre ellas con su cabeza recostada sobre sus patas pero pudo ver cómo sus ojos les miraban fijamente.
Keelin y Alaric se detuvieron a la orilla de la barrera pero no ella. Sin importar las palabras de su esposa, entro en el espacio de la loba que elevó sus orejas pero no hizo ningún otro movimiento. O no lo noto. Su atención se había ido al pasar la magia y notar algo diferente.
"Ya se dio cuenta". Dijo Hope mirándola. Sabía que no le tomaría demasiado en reconocer su magia o no reconocer la propia en algo que se suponía debía destilar por cada milímetro su firma. "Has algo. Llama su atención para que deje de analizarlo".
Al instante. Su lobo se puso de pie.
-¡Freya! –. Exclamó Keelin llamando a su esposa en cuanto lo vio.
La rubia dejo de sentir la magia justo a la vez que el animal se lanzaba a correr en su dirección.
-¡Hope! –. Le llamo Josie.
Pero el lobo no se detuvo. Al menos no hasta que estuvo frente a su tía y se lanzó sobre ella quitándole el aliento a todos.
Freya rio por lo bajo al sentir la lengua de su sobrina recorriendo su rostro sin control como saludo y todos volvieron a respirar.
-Hola cariño. Creo que tuviste un buen día –. Dijo la rubia a la vez que le acariciaba con cierta firmeza por todo el cuello y hombros.
Hope se restregó contra su rostro ronroneando. En su interior, su lado humano también disfrutaba de su cercanía.
Keelin sonrió atreviéndose a entrar en el espacio –Debe haber estado corriendo mucho para calmarse.
Las mellizas se miraron en secreto y sonrieron.
Alaric también entro en el sitio y miro a sus hijas con seriedad –No deberían estar aquí solas.
-Ya me hiciste dejarla sola por la noche y la mañana, no pidas más –. Respondió Josie con enojo oculto y fiereza que sorprendió a su familia –Además. Hope jamás nos haría daño.
-Si. El felpudo es bueno aunque tiene tendencia a babear –. Gruño Lizzie con asco al tomar entre sus dedos su lápiz que había dejado en el césped a su lado y que ahora estaba lleno de marcas de dientes y húmedo –Deja de entretenerte con mis cosas.
El lobo volteó a verla dejando su lengua de fuera. Burlándose en silencio por su travesura.
Josie suspiró –Ya basta ustedes dos.
Keelin avanzo junto Alaric hacia las chicas. Vigilando de reojo a la loba que tal vez se molestará al verlos cerca de ellas pero ella siguió echada sobre su tía que sonreía feliz.
Un aroma llamo la atención de la castaña y confusa miro a su alrededor pensando que su nariz le engañaba pero pronto sus ojos se centraron en las mellizas.
-Esas no son excusas, Josette. Puede parecer que Hope está en control pero no sabemos si es todo el tiempo. Podría lastimarlas –. Se quejó el hombre mirando a sus hijas.
-Ella siempre ha sido buena. Solo deja de serlo cuando tú la molestas diciendo que debemos dejarla sola –. Discutió la morocha –Ella no quiere estar sola. No le gusta. Deja de tratarla como un animal, ella es Hope y está ahí.
-¿Cómo lo sabes? –. Pregunto Keelin entrometiéndose en la discusión al notar que la loba también estaba poniendo atención a ella y había dejado de jugar.
Josie sintió que el color se iba de su rostro y el de Lizzie se llenó de pánico visible en la forma en que sus ojos se abrieron demasiado. Keelin elevó su ceja y sonrió levemente interrogándole en silencio.
El aroma de la loba era demasiado persistente en las mellizas y eso no podía ser posible por solo tener un rato con ella. Eso es lo que le había llamado la atención cuando entro al sitio. Eso y que el sitio realmente no olía mucho a Hope en contraste.
-Yo… ella… bueno. Lo siento… –. Tartamudeo la morocha a la vez que la loba se le acercaba y se restregaba contra su espalda al pasar. Le rodeo y se colocó entre ella y Keelin, sin ser agresiva pero evidentemente protectora. Josie le sonrió acariciando su lomo –Lo siento en cómo me mira. En como reconoce cuando estoy ansiosa o preocupada. Es Hope. Quizás está en otra forma pero sigue siendo ella.
Keelin asintió sin querer agregar más. Estaba más concentrada en los aromas y como la loba se comportaba incluyendo que ahora se estaba restregando contra ella haciendo que le acaricie y sin poder evitarlo le sonrió con dulzura.
Usualmente Hope no era tan afectiva así que era algo bueno y se preguntó si esto tenía que ver con su lobo. Uno cariñoso que no se molestaba en sus preocupaciones y solo en el sentir. Tenía sentido en su cabeza.
-Tienes razón, Josie. Hope sigue siendo ella aunque me gustaría que volviera a ser humana por más que disfrute la ternura de su lado lobo –. Dijo Freya al acercarse y tomar asiento junto a Lizzie que con cierto sonrojo se encogió en su sitio al ver que la bruja miraba su libreta –Excelentes notas. No olvides el uso del sándalo, es muy útil.
-Si. Gracias –. Afirmo orgullosa la rubia menor sonriendo brillantemente. Para su sorpresa Freya le dio una sonrisa cariñosa y acaricio su espalda.
Alaric seguía malhumorado pero eso no le detuvo para sentarse frente a sus hijas a las que continúo reprendiendo con su mirada pero Lizzie ya le ignoraba gracias a Freya y Josie casi le retaba con la mirada. Podía notar como está estaba decidida a defender su cercanía con la loba y suspiró con cansancio a la vez que abría la caja de comida.
Enseguida. Hope se alejó de su tía y salto sobre sus patas traseras colocando las delanteras sobre el pobre hombre que se dobló ante su peso pero eso a ella no le importo. Su atención, lengua y saliva estaba ansiosamente en el contenido de aroma apetecible.
Keelin tomo su cola que iba de un lado a otro con rapidez y tiró un poco de ella para llamar su atención mientras reía –Bájate de él que lo vas a aplastar.
La loba refunfuño y dio un salto apartándose, girando a la vez para lanzar un mordisco hacia la mano que se mantenía en su cola. No le gustaba y lo mostró gruñéndole un poco a su tía que rio elevando las manos.
-Ya sé. Ya entendí. Que agresiva, se nota quien era tu madre –. La castaña se alejó riendo.
Hope no se alejó. En su lugar se restregó contra el costado de Alaric que sonrió al sentir el empujón ansioso.
-Espera. Ahora saco tu comida pero deja de golpearme –. Se quejo riendo un poco. Relajándose y casi olvidando que sus hijas habían escapado. El lobo le dio una mirada arrogante que reconoció enseguida –No. No estoy viejo y puedo contigo.
Hope dio un salto pequeño y le golpeó su hombro juguetonamente con sus patas aunque con la suficiente fuerza para hacerlo ladearse hasta casi tocar el suelo.
-Ey. No estaba preparado –. Se quejó Alaric.
La loba dejó escapar su lengua burlonamente a la vez que Hope reía en su interior "¿No que siempre estás listo?".
La mirada y levantamiento de la ceja de la loba le dijo al hombre lo que está estaba pensando. Siempre molestando. Juguetonamente le empujo.
-Eres un dolor en el trasero ¿Sabes? –. Se quejó sonriendo y la loba ladro alegremente con potencia casi junto a su oído haciendo que se encogiera para luego darle una lamida que recorrió todo el costado de su rostro –Iak. No Hope.
La loba se alejó satisfecha caminando altaneramente mientras el hombre se limpiaba con su antebrazo la baba.
Alaric no pudo evitar mirarla y sonreírle amorosamente. Cómo sus hijas, ella era su pequeña y verla tan llena de vida y energía le hacía feliz. Le daba un alivio que no había sentido desde que la vio cubierta de sangre. Sus pesadillas aún se lo recordaban vívidamente.
Hope fue hacia Freya y Keelin que se sentaron juntas y sin pedir permiso se echó sobre sus regazos aplastándolas un poco. No es que les importará. Las mujeres comenzaron a acariciarla.
-¿Crees que hoy estés de ánimo para dejarme revisarte sin que pierda algún dedo? –. Pregunto la castaña intentando tocar las heridas a ciegas. La loba golpeó su mano con su pata trasera como si se rascara y se puso tensa –Ok. Lo dejaré por ahora pero sabes que tengo que verlas.
La loba gruño por lo bajo con molestia.
-Te ayudaré. Yo la sostengo –. Dijo Josie con firmeza en su voz y su mirada cayó en la loba que le miro retadoramente. Ignorando como su padre le miraba con enojo y preocupación –No me veas así. Sabes que tienen que revisarte aunque ya te sientas mejor.
La loba refunfuño y se quejó múltiples veces haciendo reír a todos.
La comida paso relajadamente. Fue una buena tarde.
Josie y Lizzie miraban embelesadas a Freya que les contaba un poco de historia y hasta les había ayudado con su tarea. Ahora entendían porque Hope era de las mejores brujas, su tía era una excelente profesora y a cada ocasión que podían miraban a su padre con intensidad rogándole que le convenciera de dar clases en la escuela de nuevo.
Había pasado hace años cuando Hope acababa de llegar a la escuela pero había sido perjudicial. Se mantenía siempre con su tía o le mantenía a la vista cuando tenía que alejarse, era una pequeña que aún luchaba contra el pesar de que toda su familia tuviera que desaparecer. Alejarle de Freya le rompió el corazón de nuevo y varias veces intento escapar para volver a su hogar.
Alaric recordaba vívidamente ese tiempo. Le rompía el corazón cada noche que pasaba a revisarla a su habitación y le encontraba llorando entre sueños llamando a su padre. Aunque intento no hacerlo, sabía perfectamente que ahí fue cuando comenzó a tomar bajo su cuidado a la pequeña Mikaelson.
Dio una suave sonrisa mirando a la loba que descansaba junto a Josie con la cabeza recostada en su regazo permitiendo que los dedos de está le acariciara su frente suavemente. Arrullando la aunque cada que sus ojos bajaban demasiado los abría abruptamente. Una y otra vez.
Los demás adultos también lo notaron y con curiosidad le observaron. Sería normal si sospechara de ellos o si el bosque estuviera siendo diferente de alguna manera pero no había amenazas. No tenía porque no dejarse caer en una siesta pero lo hacía. Hasta el punto que elevó su cabeza por completo para intentar evitar dormir, dando paso a la extraña imagen de su cuello completamente estirado y su hocico cayendo lentamente cada tanto.
-Cariño ¿Qué pasa? Duerme. Todo está bien –. Le susurro Freya.
El lobo sacudió su cabeza con firmeza y se puso de pie para comenzar a pasear por el sitio solo por hacer algo.
-¿Qué le pasa? –. Pregunto Alaric.
-No lo sé –. Susurró Keelin pero entonces noto como Josie frunció su ceño y apretaba la mano de su vínculo a la vez que Lizzie hacia una leve mueca –¿Qué es?
La morocha salto cuando vio que las miradas estaban en ella y con cierto temor volteó hacia su hermana que le dio una sonrisa débil y asintió con firmeza.
Josie soltó un suspiro –Tiene miedo… creo que tuvo pesadillas.
Freya frunció su ceño –¿Cómo lo sabes?
-Yo… no les dije todo… –. Bajo la mirada y su ansiedad llegó al lobo que regreso corriendo para retomar su sitio a su lado. Restregando contra su muslo su cabeza intentando confortarla. Josie le sonrió suavemente y elevó su mirada un poco –Realmente puedo sentirla.
Keelin le miro confusa junto a los demás –¿Sentirla?
-Si. Puedo sentir sus sentimientos y estoy segura que ella siente los míos –. Soltó la bruja notando cómo todos se tensaban al instante.
-¿Por qué no nos habías dicho nada? –. Le reprendió su padre.
Keelin volteó hacia su esposa –¿Eso debe pasar?
Freya negó enseguida con visible confusión en su rostro –No. Se supone que el hechizo es solo una señalización, no decía nada de una unión instantánea. Esto es inesperado.
Alaric le miro –¿Y entonces?
La rubia suspiro pasando su mano por sus cabellos –Tengo que investigar los orígenes del hechizo. Este evolucionó pero quizás sus primeras versiones fueran algo más directo y Hope tiene el linaje para activarlo. Demonios. Supongo que por eso no ha podido volver a su forma humana.
-¿Por qué? –. Pregunto confusa Lizzie mientras su hermana intentaba encogerse en su sitio para no ser recriminada.
-Es como una conexión. Solo debía brillar para que se notaran pero con esto es posible y casi seguro de decir que sus corazones realmente tienen la conexión. Hope en su forma humana se negaba a seguirla y le reprimía pero su forma lobuna la abraza y se entregaba a ella por completo no dejando que se desconecten. Esa magia extra debe estar evitando que Hope humana acceda a su magia –. Freya miro a su sobrina con preocupación –Esto puede alargarse demasiado.
-No puede estar tanto como lobo, lo sabes –. Dijo Keelin con evidente preocupación en su voz.
-¿Qué opciones tenemos? –. Pregunto Alaric.
Josie al instante se tensó al sentir la mirada de Freya sobre ellas. No era la mirada sino la tristeza que reflejaban.
-En este momento lo único que se me ocurre es encontrar la forma de cortar su vínculo.
-¡No! –. Exclamó la morocha y al instante el lobo salto para cubrirla con su cuerpo y gruñir hacia su tía.
"Detente. Está bien. Ella no debe estar con nosotros". Su lobo gruño y se quejó a las palabras que escuchaba en su interior "Es más seguro… te escucho y se lo que quieres pero ella me importa más".
El lobo soltó un doloroso quejido que hizo que el corazón de Josie se encogiera a la vez que lágrimas corrían por sus mejillas y se lanzaba a aferrarse al animal.
Hope suspiro y se dejó caer en la oscuridad con desánimo. Sintiendo como su propio corazón se estrujaba y lágrimas de enojo comenzaban a acumularse en su rostro. Pensando como realmente al universo le encantaba joderla.
Freya les sonrió con tristeza y acaricio la cabeza blanquizca –No lo haré. No hasta que sea la última opción pero necesito que te esfuerces en volver.
El lobo se quejó refunfuñando pero al final se quedó en silencio solo restregándose y casi echándose sobre Josie que la aferró entre sus brazos protectoramente mientras su hermana acariciaba su espalda intentando darle algo de consuelo.
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El sol estaba comenzando a bajar y el momento en que partirían se estaba acercando.
Keelin dio un suspiro y se puso de pie tomando su mochila de suministros –Tengo que revisarte, pequeña lobo.
El lobo se encogió en su sitio y quiso retroceder pero Josie aún le sujetaba así que no le dejó escapar.
La morocha acuno su cabeza y le hizo mirarla. Sus ojos mostraban una silenciosa súplica que hizo al lobo quejarse –Por favor. Necesito saber que estás bien.
El lobo bajo la mirada y refunfuño por lo bajo pero luego se puso de pie para alejarse unos pasos. Se echó en el suelo de costado y con evidente precaución se giró hasta dejar su barriga descubierta.
Josie y Keelin sonrieron al instante acercándose. La primera comenzó a acariciarle mientras la segunda tomaba algunas gasas y agua oxigenada para limpiar la mugre antes de desinfectar. Lo hizo con suavidad sin presionar pero cuando hubo que limpiar las heridas se concentró más en ver y las presionó un poco sin recibir queja.
Keelin sonrió –Sus heridas menores casi han desaparecido y no le duelen. Ya han sanado pero la que me preocupa es la del pecho.
En cuanto comenzó a limpiar el sitio sintió como el animal se tensaba y se movía un poco intentando alejarse pero Josie no le dejó ir más allá. La doctora miro la cicatriz de más de 10 centímetros que era una raya gruesa y rosada, presionó solo un poco consiguiendo un quejido pero no se detuvo presionando un poco más alrededor hasta que lo hizo directamente. Un sonoro quejido y lloriqueo escapó de Hope que salto del sitio y corrió alejándose para esconderse detrás de las piernas de Alaric sin dejar de llorar
-Esa aún no está lista pero lo estará, está cicatrizando bien.
El corazón de Josie se rompió al escuchar sus lamentos y se acercó lentamente manteniéndose de rodillas. Abrió sus brazos –Lo siento. No volveremos a tocarte, lo prometo.
La loba le miro con cabeza baja y se le acercó con lentitud para luego empujar su cabeza contra el pecho de la morocha y esconderse entre sus brazos.
Todos les miraron con ternura y les dejaron tener su momento mientras comenzaban a recoger sus cosas.
Freya quería quedarse pero de nuevo su esposa le convenció de darle espacio y de todos modos tenía una investigación que hacer.
Eventualmente se despidieron. Uno por uno acaricio a la loba y le prometió que le verían por la mañana.
Josie dejó correr algunas lágrimas y le beso su hocico deteniéndose un par de segundos en el contacto antes de levantarse y correr para salir de la barrera.
La loba le miro confusa pero luego comenzó a lloriquear acercándose al límite volviendo a chocar con la barrera. Más que nada empujando a la vez que sus patas cavaban un poco el suelo pero ya había aprendido que no había nada que hacer.
Josie se forzó a seguir caminando junto a su papá y hermana. Sintiendo de nuevo como su corazón le pesaba pero no se detuvo siendo lo último que escuchará de la loba un largo y potente aullido llamándola.
Alaric se alejó de ellas para acompañar a las Mikaelson a su auto. Las mellizas entraron a la escuela con la morocha demasiado concentrada en el suelo mientras se abrazaba a si misma intentando darse un poco de consuelo que no llegaba. O al menos, no lo suficiente. Una persistente punzada en su pecho no dejaba de susurrarle que volviera por ella pero no se permitió escucharle.
Lizzie acaricio la espalda de su hermana y le susurro –Piensa que ahora puedes tener la cama para ti sola.
-Me gusta compartir –. Refunfuño la morocha con su mirada baja.
-Lo sé pero no podemos traer de nuevo a felpudo. Ayer tuvimos suerte, mucha y dudo que papá no nos vaya a vigilar más luego de ir solas está tarde –. Agrego la rubia con desánimo.
-Lo sé pero eso no hace que sea mejor –. Susurró Josie.
Ambas ignorando que eran escuchadas y que habían sido seguidas casi desde que volvieron a los terrenos de la escuela. Una sombra se alejó de ellas en dirección al bosque.
Lizzie se apartó de su hermana diciendo que la encontraría en su habitación en un rato. Por la sonrisa traviesa y entusiasta que está en su rostro, su hermana supuso que había un nuevo pretendiente a la vista así que no se quejó y siguió con su camino.
Quería estar sola. Necesitaba estar sola para entender sus propios sentimientos, notando como los de la loba era tan estridentes que no le habían dejado pensar y sentir los suyos.
-Ey, Josie.
La morocha se detuvo en medio del pasillo hacia su habitación y volteó para encontrar a Landon que le sonreía mientras se le acercaba con su teléfono en mano.
-Hola –. Ella le miro confusa pero aun así le sonrió con normalidad.
-Oye ¿Sabes algo de Hope? –. Pregunto el chico con ceño fruncido y su mirada clavada en su teléfono donde no dejaba de escribir –He estado intentando llamarle y eso pero no me contesta ¿Sigue con su familia?
Josie sintió que el pánico le embargaba –¡Si! Ella está con su tía y no sé nada. Nada de nada. No desde que se fue.
Landon ignoro su excusa casi escupida y suspiró desanimado –Oh, ya veo.
La curiosidad surgió en la morocha y lo miro frunciendo un poco su ceño –¿Necesitas ayuda con algo o…?
El chico le sonrió –No. Gracias. Es solo que teníamos una cita pero supongo que olvidó cancelar –. Dio un suspiro –Bueno, ya será cuando vuelva. Gracias Josie.
Y sin más se dio la vuelta y se alejó.
Ignorando como los labios de la bruja se apretaban en un molesto y dolido puchero para luego salir corriendo hacia su habitación sintiendo como su corazón se rompía de nuevo haciéndola sentir demasiado estúpida por ser tan ilusa.
