Harry Potter

Los Senderos que elegimos

Capitulo 9

La alianza que siempre debió suceder.
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Parte 1.

- ¿Cómo las cosas se habían torcido de esta manera? -Agarrándose la frente con frustración y apretando su puño derecho con ira. El poder magico de albus Dumbledore empezó a vibrar, mientras recordaba la humillación sufrida por parte de Harry Peverel.

El maldito mocoso lo había humillado públicamente en el gran comedor, y lo peor de toda esa situación, es que el se lo había permitido. Habia actuado como un viejo senil, siendo consumido por sus emociones incluso aunque era un maestro en Oclumancia.

¿Cómo había pasado eso? Quería decir que realmente no tenía una respuesta para esa pregunta, pero estaría mintiendo si afirmara ese hecho. Después de todo, la razón de ese fiasco se debía únicamente, a los recuerdos que lo habían inundado, cuando vio a Harry entrar en el gran comedor, luciendo esas túnicas tan familiares y con un aura completamente diferente a todo lo que había visto en el niño.

Durante todos los años en hogwarts, harry siempre habia tenido esta aura de hijo de muggles suave, que todas las personas criadas en el mundo normal tenian, pero eso habia cambiado.

En el juicio del chico, la aura de harry, habia pertenecido a la que normalmente los mestizos en el mundo magico tenian, "opresiva y llena de confianza en si mismo." pero en el momento en que se reveló ante todos durante la seleccion, su aura habia vuelto a cambiar, pero esta vez para asemejarse mas a la de un sangre pura. , y lo peor era, que con ese simple cambio de aura, le recordaba preocupantemente a su amado Gellert.

Su caminar, su forma de hablar, la mirada en sus ojos, era casi una copia al carbon de la presencia de Gellert Grindelwal, y el no pudo evitar sentirse superado en ese momento, cuando los viejos recuerdos lo invadían uno tras otro. Sabía que Harry no era Gellert, pero en su debilidad y conmoción, su mente había sido superado por la sombra de su amado, y había sido derrotado.

Había sucumbido a sentimientos que creyó que jamás volvería a experimentar, y ahora tenía que lidiar
con las consecuencias de su debilidad.

- Fawkes. -Llamando a su familiar más leal, albus estiró su brazo hacia delante y el hermoso Phenex se poso en su brazo

Necesito que le des un mensaje a nuestro querido amigo en el profeta, necesito que saque a relucir la historia número 23 del repertorio x. ¿Entiendes?

Despegando del brazo del director con un suave grito de Phenex, Fawkes se elevo en el aire y desapareció en una llamarada de fuego.

- Eso lo arreglara. -Suspirando y recostandose sobre su silla, una mueca de disgusto se clavó en el rostro del director.

Esta situación imprevista lo había obligado a usar una de sus tantas cartas que tenía sobre su mano, y aunque no era un gran problema hacerlo, ciertamente lo estaba molestando.

Después de todo, el hecho de tener que recurrir a este tipo de medidas por haber sido puesto en jaque por un maldito 15 añero, ciertamente lo irritaba más de lo que podría esperar.

Nunca antea habia pensando que Harry Potter algún día significaría un problema tan molesto que necesitaria de unas de sus cartas para defenderse, y ahora que había llegado a ese punto, albus tenia ciertas dudas sobre como actuaría a continuación.

Lo normal en cualquier otro caso sería aplastar a su enemigo sin tentar su mano, pero con Harry las cosas eran diferentes. Siempre lo habían sido y todo parecía indicar que se había equivocado al cambiar la forma en manejaba las cosas.

Su plan de convertir al niño que vivió en el héroe dorado de la luz estaba a escasos movimientos de desmoronarse, y necesitaba pensar en un alternativa viable que pudiera usar con las fichas que aun tenia sobre la mesa.

Sus peones se habían reducido en los últimos meses y no tenia los suficientes para poder influir en el niño como lo había hecho en el pasado y eso lo dejaba en una situación complicada.

En anteriores años cuando se había encontrado en una situación similar, lo único que había bastado para volver a mover las fichas en la dirección que quería había sido una breve aparición y unas suaves palabras de aliento y Harry haría lo que quería. Pero ahora las cosas eran diferentes.

Harry ya no era el mismo niño obediente que había nutrido bajo su guía. No lo había sido más desde el momento en que se relaciono con Bellatrix Lestrange durante el verano, y no lo era más desde que el Horrocrux en su frente empezó a influenciar en el.

Antes solo había sido una teoría pero verlo en el gran comedor y ser humillado por el de esa manera, solo fue la prueba que albus necesitaba para saber que Harry Peverel era solo la marioneta que el Horrocrux en su frente quería que fuera.

Todas las señales estaban allí, y si antes había convencido a sus maestros para que vigilarán a Harry y confirmar que en verdad el niño era víctima del Horrocrux en su cabeza, ahora la prioridad debía ser otra.

Vigilar a Harry Peverel, y evitar que se sumergiera en las artes oscuras tal y como el horrocrux muy probablemente quería que hiciera.

La pregunta era ¿Cómo debían actuar?

¿Debía ser directo con sus intentos de obstáculizar al Horrocrux?. Absolutamente no.

Según lo que había visto en el reciente encuentró con Harry, cualquier confrontación directa llevaría al niño a ser más defensivo y evasivo, y eso era algo que no se podia permitír.

En ravenclaw filius podría hecharle un ojo discreto e informarle de cualquier anomalía o desarrollo importante y eso no podría suceder si Harry sospechara que estaba siendo vigilado.

Lo que significaba que sus intentos debían ser pasivos, casi indiscretos. Pero allí nuevamente estaba el problema.

Antes ya había optado por esta forma de actuar y aunque había funcionado en el pasado, Ron weasley y la señorita granger, dos de sus peones más recurrentes ya no estaban en el juego, por lo que ojo espía le pudo decir, y eso significaba que las viejas tácticas ya no eran factibles, Y eso solo le llevó a una conclusión.

Necesitaba más piezas, más peones para mover que le fueran leales, y con suerte cuando se hubiera hecho con un nuevo set de peones, todos sus intentos podrían hacer que Harry volviera bajo su control una vez que el Horrocrux fuera detenido.

Sin embargo, apesar de que sus esperanzas y deseos estaban puestas en la redencion de Harry, y El regreso del chico al camino de la luz, el no era estupido.

Sabía que existía una posibilidad de que Harry Peverell, incluso después de ser liberado de la influencia del Horrocrux no quisiera volver a unirse a su bando e intentara ir por su propio camino.

Lo entendía muy bien y estaba mentalmente preparado para lidiar con ese posibilidad, porque Harry era humano.

Era ingenuo, y no sabia como funcionaba este mundo, al igual que muchos otros antes que el, que creyeron que podrían hacer todo con simplemente desearlo.

Personas ignorantes que no entendieron el panorama general de las cosas.

Pero eso era algo que no importaba en este momento.

Justo ahora necesitaba idear una solución a corto y largo plazo para recuperar la confianza del niño que vivió, o al menos asegurar una forma de mantenerlo bajo su control.

¿El como eso podría ser posible?, ciertamente justo ahora, el no tenía la menor idea, pero sabia que algo se debía planear.

Solo necesitaría un poco más de tiempo, algo de observación, y con suerte, algo se podría preparar para asegurarse de que Harry pudiera estar bajo su control una vez mas antes de que el quinto año del chico pudiera terminar.

Después de todo, Al final del día el seguía siendo poderoso, tanto mágicamente como políticamente y un adolescente que apenas rozaba sus primeros encuentros con la política mágica y su poder latente, no era rival para alguien como el.

En comparación con sus logros y experiencias, Harry Peverell era simplemente una hormiga que podía ser aplastada en cualquier momento.

No lo había hecho por que había una profesia en juego, y sabia mejor que nadie, que ir en contra de una profecía verdadera nunca terminaba bien.

Sin embargo, eso significaba que se quedaría de brazos cruzados y dejaría que el niño de la profecía hiciera lo que quisiera.

El mundo giraba en torno al poder, y el era el mago más poderoso vivo en la actualidad y Si Harry se saliera de control, no se tentaria su mano y haría lo que fuera necesario para asegurar que todo saliera como el quería, y eso incluía imperiar al mocoso arrogante que se había atrevido a ir en contra de su destino que tan cuidadosamente había escrito para el, desde el día que decidió asesinar a los Potter.

Y eso lo podía prometer.

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Parte 2

2 de septiembre de 1995

Hogwarts.

Sala de posiciones

Recostandose sobre su silla y dando un gran suspiro cansado, las manos de severus viajaron hacia su rostro candado.

Había ojeras debajo de los ojos del hombre y donde su habitual apariencia desordenada carente de cualquier cuidado resaltaba, el día de hoy era aún peor.

El hombre no había dormido la noche anterior después de pasar horas y horas buscando una respuesta para lo que había visto en los ojos de Harry, y aun ahora no podía pensar en una respuesta que explicara el porque el hijo de lili tenía esa mirada en sus ojos.

Simplemente no tenía sentido Nada en el chico lo tenía desde su desaparición en el verano y ahora nada parecía ser igual.

Antes de este verano, Harry Potter había sido normal, un adolescente común con mucho estrés y carga emocional sobre sus hombros, pero nada que valiera la pena destacar.

Ahora, era todó lo controlario. Todo en el era diferente, su caminar, su ropa, su forma de hablar y expresarse, pero sobre todo eran sus ojos.

Esos eran los ojos de alguien que había perdido todo y que solo seguía viviendo por único objetivo. Una razón desesperada que lo hacía seguir moviéndose incluso si no quisiera saber más. Lo sabía mejor que nadie porque el mismo era de esa manera.

Después de que Lili murió nada lo ataba a este mundo y si no hubiera sido por Harry simplemente se hubiera dejado consumir por el dolor.

Pero ese era el, Harry no debia ser igual a el, y aun asi, tenía este sentimiento de angustia y miedo, de que Harry fuera más parecido a si mismo de lo que el quería desear.

El pensamiento era alarmante y por mas que quisiera decirse así mismo que lo había visto en esos ojos solo había sido un malentendido, el verlos nuevamente frente a él, solo hizo que su miedo aumentará aún más.

El chico había llegado al aula de posiciones hace tan solo 5 minutos y ya lo estaba poniendo de los nervios.

Normalmente jamás lo encontrarían sentado esperando a que sus alumnos llegaran, siempre había preferido una entrada elegante y sorpresa, pero esta vez simplemente no tenía la fuerza ni las ganas para hacer tal rutina.

Y esa decisión, había llevado a la situación que tenía delante.

Harry, lo estaba observando, lo estaba viendo como si esperara que el se abalanzara sobre el como siempre lo había hecho durante los últimos 4 años.

Saber eso hizo que un pinchazo de culpa cruzara su corazón por breve segundos, antes de que simplemente lo apartara con un simple toque.

Lo que había hecho, lo había realizado pensando en el bienestar del niño que tenía delante, y si su odio hacia el aseguraba su futuro, era un precio que Severus estaba dispuesto a pagar.

- ¿Necesitas algo Alfarero? -Háblando por primera vez desde que Harry entró en el salón, la voz de severus snañe resonó por el aula haciendo que Harry levantara una ceja curioso.

- En lo absoluto profesor ¿Porque la pregunta? -Devolviendo la cuestión con una propia. Harry le dijo y el rostro de severu se volvió de piedra.

- Tal vez señor Peverell, ¿por el hecho de que me ah estado mirando fijamente desde que entro en esta habitación 5 minutos atrás?. -Respondiendo fríamente y mirando con intensidad al niño que vivió, Severus dijo y una sonrisa leve se plasmo en el rostro de Harry.

- Oh eso, ciertamente lo estuve haciendo, pero no quiero nada en realidad. Simplemente estaba curioso, Nunca antes había estado sentado en esa silla durante nuestro tiempo de posiciones, ademas, normalmente me recibiría con su habitual hostilidad, pero esta vez no lo hizo.

De hecho ni siquiera me volteo a ver desde que entré en el aula, y eso me hace preguntarme ¿Si está actitud suya es producto de algúno de los planes que Dumbledore para mi? -Acusando en un tono jugueton, Harry le dijo al profesor de posiones y severus tuvo que contener su expresion para no mostrar ninguna emoción.

Sabía por la propia boca de Dumbledore que Harry había cambiado y que estaba en contra del hombre.

Sin embargo, jamás habría esperado que el chico dijiera algo como esto, considerando que el niño jamás había visto ese lado del director.

- Señor Peverell, entienda que yo no estoy en ningún plan que el director pueda tener. Se que tienes problemas con el, pero te agradecería que dejaras de hablar de ese tipo de cosas en mi salón de clases, al menos que quieras ganar dos noches de detención conmigo. -Amenazando levemente, el rostro se severus volvió a su habitual expresión estoica y harry simplemente se encogió de hombros.

- Lo vez, allí está el cambio. Normalmente me habrías dado la detención sin amenazar, o me habrías quitado puntos de la casa. Así que Debe admitir profesor, que su actitud es sospechosa. Y ciertamente no puedo encontrar otra razón por la que usted cambiaría mi trato hacia mi. A menos claro, que tenga que ver con la resiente resurrección del señor oscuro y su aparente problema en su brazo derecho.

Abriendo sus ojos horror y sintiendo un miedo frío padar por su garganta, la expresión de severus se cortorciono en una mueca furiosa, mientras una chispa de rabia aparecía en su pecho.

El sabe sobre la marca oscura, el sabe que yo era un mortífago.

Tragando duro pero con su objetivo aun claro en su mente, Severus envió todos los sentimientos innecesarios al fondo de su subconsciente y fulmino con la mirada al hijo de lili.

No quería iniciar una confrontación en este momento, su cuerpo y mente estaban tan cansados que simplemente no tenía la fuerza para hacer más. Era por eso que no había actuado como su habitual yo cuando Harry entró en la habitación. Pero si eso había provocado este desarrollo, ciertamente no podía evitarlo más tiempo.

- ¿Cómo sabe sobre la marca? Escupiendo con rabia fingida y mirando directamente los ojos esmeralda del niño que vivió, la expresión de severus se cortorciono en un mueca, mientras miraba esa expresión engreída que alguna vez habia visto en el rostro se James Potter.

- Buena pregunta profesor, pero aquí yo le tengo una propia. ¿Porque un traidor que le entrego la profesia al señor oscuro esta libre de azkaban? ¿Porque un mortifago confirmado, una basura inmunda que disfruta de meterse con los niños como un viejo bravucón, sigue libre y se pasea tan casualmente por los terrenos de Hogwarts? ¿Acaso es por su redencion? ¿Tal vez, algún trato sucio que sepas del director?

Muchas hipótesis se me vienen a la cabeza, pero realmente no importa para mi.

En lo que a mi respecta, tu y el director se pueden ir al carajo con sus planes y juegos de poder. Porque, aunque no sepa que están planeando, pienso decirte directamente lo que yo haré.

Así que, Severus snape, escucha con atención porque no me repetiré.

Apartir de ahora dejaras de meterte conmigo. Dejaras tu absurdo odio irracional en mi contra y me permitirás tomar mis clases sin ningún problema.

De no hacerlo, te prometo, no, te juro que me encargare de destruir tu inmunda vida como pienso hacerlo con director. A, y antes de que se me olvide, no me importa si muestras esta conversación al director, ya le eh dejado muy claro al hombre que si se interpone en mis planes, pienso derribarlo y eso también te incluye a ti.

Pero no te confundas, esto no es una venganza por tus acciones pasadas contra mi padres, yo a diferencia de ti, tengo madurez, tengo carácter propio y no voy a vengarme de ti, por rencores pasados.

Bien puede ser tu culpa que halla crecido sin algún padre que me criara, pero no te culpo por eso, Cada quien es libre de elegir su camino, y tu escogiste el tuyo al igual que como yo lo hago ahora.

Así que, puedes tomar mis palabras como una amenaza, pero para mi simplemente es mi forma de darte aviso.

No te metas conmigo, y mi cólera no irá hacia ti. Justo ahora, tu no me has hecho nada y cualquiera que fuera nuestro odio pasado, para mi esta olvidado.

Terminando de hablar y dejando muy en claro sus pensamientos hacia el maestro de pociones. Harry corto el contacto visual con su maestro de posiciones y sacó los libros de texto que iba a usar durante la clase, todo sin prestar atención al rostro perturbado que severus tenía en su cara.

Las palabras que el hijo de Lili acaba de soltar, lo habían golpeado como un tren furioso, y su mente acababa de colapsar.

El sabía sobre su error más grande, el conocía que por su culpa sus padres habían muerto, y el lo perdonaba por eso.

Nunca, jamás había esperado escuchar esas palabras por parte del hijo de su amada, y ahora que había llegado ese momento, simplemente no pudo reaccionar. No pudo formular ningún pensamiento coherente y simplemente se quedó allí sobre su silla esperando que la clase diera comienzo.

Y así, shokeado por todas las palabras que había recibido y lo que eso significaba para el, Severus snape había sido derribado, había sido movido más de lo que alguna vez pensó que seria posible, y el resto de la clase y días por venir, el hombre solo sería una maquina movida por la propia costumbre.

Porque, en el fondo de su mente, Severus se había refugiado, había entrado en su palacio de la mente tan pronto como se dio cuenta que su cordura estaba en juego, y todo por el significado de las palabras de Harry.

Para muchos otros las palabras del niño no tenían ningún significado más halla de amenazar y mostrar su poder.

Pero para Severus snape fueron la última gota que el hombre necesitaba para llegar a su limite.

Los últimos meses había estado bajo una presión constante, bajo un estrés sumamente peligroso y esto solo fue el último ingrediente para forzar su mano

El necesitaba un descanso de todo, unos días para reevaluar como seria apartir de aquí. Porque, con lo que Harry le había dicho, simplemente ya no podía seguir la misma rutina, ya no podía ser lo que el director quería que fuera, y el necesitaba encontrar su camino una vez mas. Y para eso necesitaba pensar.

Necesitaba ver toda su vida una vez más, y por eso estaría allí.

Nunca antes se había aislado en su palacio de la mente durante más de unas pocas horas, pero el necesitaba esto. Necesitaba la soledad para poder pensar y su mente era el mejor lugar para tomar una decisión.

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Parte 3

- La clase ah terminado. -Hablando en voz alta y mirando a todos los estudiantes enfrente de el, Severus snape dio el pase de salida y empezó a borrar todas las notas que tenia en la pizarra.

Sus movimientos eran anormalmente precizos y si nadie le prestara atención podrían pasar fácilmente desaparecividos.

Al menos para el resto del alumnado, para Harry por otro lado supo de inmediato lo que estaba pasando.

- Una segunda consiencia. Una línea de pensamiento alternativa que un oclumante consumado puede crear para delegar tareas mientras la línea de pensamiento principal se concentra en otra tarea.

Sorprendido y francamente impresionado al saber el nivel de maestría que su profesor de posiones tenía en las artes mentales. Harry sonrió por lo bajo, al sentirse emocionado al ver lo que algun día podría ser capaz de lograr.

Solo necesitaba tiempo, necesitaba más esfuerzo y con suerte, en unos meses el podría avanzar al siguiente nivel de oclumancia. "Hacerlo sería sumamente complicado, pero tenía la confianza de que podría lograrlo."

- Harry ¿Podemos hablar? -Sacado de sus reflexiones, Harry volvió su mirada hacia un lado y se encontró con el familiar rostro de neville Longboton.

- ¿Necesitas algo Neville? -Cuestionando con sincera confusión al ver al Gryffindor cerca de el, Harry le dijo y el niño simplemente se encogió de hombros.

- Podría decirse que si. Pero primero creo que deberíamos irnos de aquí, la clase de posiciones de Gryffindor y Slytherin no tardara mucho en iniciar, y no creo que sea buena idea que te encuentres con ellos, considerando lo que sucedió el dia de ayer.

Asintiendo en acuerdo y entendido lo que Neville quería decir, Harry guardo sus cosas y empezo a caminar fuera de la la aula de posiones.

¿Quieres usar el salon vacío a dos aulas de aquí? -Asintiendo en acuerdo ante la sugerencia del niño que vivió. Neville y Harry caminaron hacia el aura dicha y cuando estuvieron seguros que no había nadie dentro, los dos entraron y se sentaron uno frente al otro.

- ¿Entonces, de que querías hablar? -No viendo razón para irse por las ramas, Harry preguntó directamente y la sorpresa en el rostro de Neville no pudo ser ocultada.

- Harry, bueno, yo.

- Neville, tranquilo, piensa las palabras, formulas despacio y dime lo que quieres decir. Ya hemos hablado sobre ese mal hábito tuyo, así que puedes calmarte un poco.

Asintiendo lentamente en acuerdo, Neville se calmó y su rostro empezó a volverse sereno.

- Bien, ahora dime ¿Qué sucede?.

Suspirando en preparación y apretando sus puños con coraje, un brillo de determinación apareció en los ojos de Neville y Harry supo de inmediato que el niño lo iba a decir.

- Harry, ¿Porque le dijiste todas esas horribles cosas a Ron e Hermione?. Se que Ron ah dicho que lo hiciste porque finalmente estás mostrando tus verdaderos colores, pero yo se que nunca serias capaz de algo así.

Se que no somos tan cercanos como lo serias con ellos dos, pero te conozco lo suficiente para saber, que tu nunca dirías algo como eso, no sin tener una buena razón.

Declarando con confianza y mirando a harry con toral seguridad, Neville dijo y harry tuvo que contener una risa para no mostrar ninguna emoción.

De todas lás personas que podrían haber visto atravez de su mentira, jamás habría esperado que fuera Neville el primero en hacerlo, y en menos de una noche.

No sabia si estar decepcionado por haber sido atrapado tan pronto, o estar orgulloso al saber que al menos uno de sus amigos había logrado descubrir su mentira.

La controversia estaba allí, y aunque realmente no sabia que pensar sobre eso, ahora tenía una nueva cuestión sobre la mesa.

¿Como responder a la pregunta de Neville? Si bien era cierto que podría usar el mismo enfoque que había utilizado con Ron e hermione, sentía que eso no iba a funcionar con Neville.

Después de todo, el siempre había tenido ese talento para juzgar el corazon de las personas, y eso significaba que no importaba que cosa pudiera decir, Neville lo atraparia y eso solo llevaría a más preguntas.

Así que ¿Porque no simplemente decirle la verdad?. Conocía los valores de Neville y aunque no eran tan cercanos múltiples veces en los últimos 4 años, el chico había probado ser leal a su amistad y tal vez, con esto podría ser igual.

Decidiendo su curso de acción y estirándose lentamente, El rostro de Harry se suavizo mientras miraba a su amigo.

- ¿Sabes que voldemort esta vivo? ¿Verdad?. -Empezando a hablar y mirando con seriedad al heredero Longboton. Harry preguntó y Neville asintió en acuerdo.

- Dime Neville, ahora que voldemort esta de regreso ¿Qué crees que el y sus seguidores le harán a las personas más cercanas ami?. Llendo más a fondo ¿Qué sucedera con los familiares de esas personas si sigo permitiendo que más gente se una a mi lucha?

Debes saber ya la respuesta porque esto ya sucedió en el pasado durante la primera guerra contra voldemort.

En ese entonces docenas de familias sangre pura que no apoyaban el movimiento de los mortifagos fueron masacradas y muchas otros llevadas al borde de la extinción, como lo son tu propia familia y la mía.

Es por esa razón que decidí hacer lo que hice. No puedo neville, ya no puedo permitir que mis amigos y personas preciosas sigan en peligro por mi culpa.

Y si, se que puedes pensar que es decisión de cada uno arriesgar su vida, pero quiero que veas primero a Ron e hermione y me digas, como crees que mi amistad ah afectado en sus vidas durante los últimos años.

Se que sin notarlo vas a decir que todo esta bien con ellos dos. Pero no podrías estar más equivocado.

Ambos tienen problemas, tienen demonios que ocultan y sepultan y eso a la larga va a ser que nos explote en la cara.

Fue por eso que decidí cortar todos los lazos con ellos dos, por su seguridad, por su futuro, y más importante que todo, por su propio bienestar.

Ellos no lo admitirán pero están más seguros lejos de mi, que estando cerca de todo el caos que planeo hacer. -Declarando en voz alta y terminando de responder a la pregunta de Neville, Harry se trono el cuello, y cuando sonido de sus nervios crujiendo apareció, Harry pudo relajarse y se levantó se lentamente de su silla.

Piensa en lo que te acabo de revelar Neville, analiza todo lo que te dije y observa a Ron e hermione y comprueba por ti mismo si estoy diciendo alguna mentira.

Si lo haces y encuentras que lo que dije es falso, puedes contarles a ellos dos la razón por lo que les dije todas esas cosas. ¿te parece bien?. -Ofreciendo con una mirada tranquila, Harry preguntó, y Neville simplemente asintió lentamente.

- bien, entonces me iré, espero haber resultó tus dudas. -Levantándose de su silla y empezando a caminar hacia la puerta, Harry estaba por salir del salón antes de que se detuviera por las palabras de su amigo.

- Has cambiado Harry. No de la forma en Ron piensa, pero si de una manera que me hace querer preguntar ¿Qué fue lo que te pasó este verano?. -Lanzando su pregunta al aire y viendo brevemente como Harry se tenso por sus palabras, Neville se mantuvo firme, y cuando escucho el susurro casi imperceptible de la voz del niño que vivió, El supo de inmediato que había sido algo grave.

- Perdí todo Neville, me di cuenta de muchas verdades a las que había estado ciego durante toda mi vida, y ahora estoy en camino a solucionar todo el mal que alguna vez alguien me hizo.

Declarando en un susurro y no viendo otra razón para quedarse en la habitación, Harry salió por la puerta del aula y se perdió por los pasillos alejándose de la vista de Neville.

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Parte 4

- Sabes que asechar entre las sombras es considerado una falta de respeto ¿Verdad? -Deteniéndose en su caminar hacia su clase de herbologia, El rostro de Harry se puso serio mientras miraba a la figura que salió de entre las sombras.

- Potter. -Declarando en un tono de voz firme y mirando con desafío, el chico vestido con los colores de Slytherin se paro firmé mientras sacaba su varita.

- Malfoy. ¿Desenfundando el mismo su propia varita, Harry le apunto hacia el ponse de cabello rubio y le dio una mirada desafiante.

- Expelliarmus. -Gritando a la vez y chocando sus hechizos con un rayo de color rojo. Ambos magos se quedaron de pie sin mostrar la mas mínima vacilación mientras sus poderes chocaban el uno con el otro.

Sin embargo, donde antes pudo haber habido igualdad de fuerza, Harry ahora era superior y cuando finalmente envió más fuerza al hechizo, el rayo de malfoy fue superado y la varita del Slytherin cayó en la mano de Harry.

- "Bien hecho Malfoy, parece que seguiste mi consejo." -Sonriendo alegremente y acercándose hacia el Slytherin, Harry me devolvió la varita y el rostro de malfoy mostró genuina alegría.

- De hecho lo hice, pero sabes que tan malditamente raro es esto. -Asintiendo con su cabeza y dándole una palmadita en el hombre a su rival, Harry empezó a caminar y malfoy empezó a ir detrás de el.

- No tienes que decirlo, se muy bien que tan raro puede ser que ahora ya no seamos enemigos, pero eso tiene una razón y creo que la sabes muy bien.

- Asintiendo en acuerdo, y mirando con seriedad al niño que vivió, Malfoy apreto los dientes con ira, mientras recordaba la carta que Harry le había enviado.

- Mi padre, quiere que el señor oscuro me marque. Antes tal vez hubiera podido estar feliz de tal honor, pero después de saber lo que el bastardo quiere que haga y descubrir quien es en realidad, las ganas de ser marcado como una vil y sucia vaca por un sangre sucia, no me resulta tan satisfactorio como mi padre lo hace ver.

- Asintiendo en acuerdo con las palabras del heredero malfoy, Harry se acercó a una estatua y con un simple golpe, uno de los pasajes secretos de Hogwarts se abrió ante el.

- Vamos. -Guiando el camino y empezando a caminar, Harry se adentro en el túnel y después de uno 3 minutos finalmente estaban fueran del castillo.

- ¿Entonces te has decidido? -Preguntando después de haber pasado al menos 2 minutos sin hablar, Harry le dijo al heredero malfoy, y este simplemente asintió en confirmación.

- Lo eh hecho Harry. Y aunque realmente no puedo decir que este totalmente de acuerdo con tus puntos de vista con los muggles.

Puedo entender tu razonamiento detrás de querer derribar al señor oscuro.

Después de todo, a alguien como el no se le deberían permitir seguir viviendo.

No después de lo que ah hecho, no después de acabar con tantos linajes mágicos y sobre todo, no después de querer destruir nuestra cultura.

Declarando con un tono de voz furiosa, los ojos de malfoy brillaron con determinación y Harry supo en ese momento que había tomado la decisión correcta.

Cuando le envió la primera carta a Draco ofreciéndole sus disculpas por todo lo que había pasado entre ellos desde que entro a Hogwarts, solo había sido un gesto de redencion por parte de el, como una forma de enmendar todo el daño que había hecho.

Sin embargo, cuando la respuesta llego y Harry empezó a ver más cooperación por parte del niño, las cartas fueron enviadas bajo la supervicion de bella y rápidamente se fueron convirtiendo en algo más.

Ya no eran simplemente dos adolescentes hablando, eran los primeros pasos para una alianza noble, y harry lo supo tan pronto como bella se lo señaló en algún punto del caminó antes de que sucediera todo ese incidente con su mente.

En aquel momento las cartas se habían tenido, la mente de Harry se había concentrado únicamente en el bienestar de bella, pero cuando todo el fiasco del ministerio acabó y Harry finalmente tuvo el tiempo para llorar y soltar todo el dolor que tenía.

Su mente empezó a tomar el control, y los planes empezaron a llegar, y fue así como se encontro enviando una misiva peligrosa que bien podría romper todo el avance que había tenido con malfoy.

En la carta detallaba todos los crímenes de sangre del señor oscuro, así como también las pruebas de su origen muggle como su propuesta para hacer algo al respecto.

Tenía la esperanza de que Draco tomara la decisión correcta y pensara por el mismo, y el verlo aquí este día solo le hizo darse cuenta que había sido lo correcto.

- Saca tu varita. -Deteniéndose a mitad de su camino hacia el gran lago, Harry miró a draco con seriedad mientras el mismo sacaba su varita.

Recuerdas la condición que puse para poder trabajar juntos ¿Verdad?

Asintiendo en acuerdo y sonriendo con diversión, Draco se burló mientras miraba a Harry directamente a los ojos.

- Lo hago Peverel. Así que da comienzo.

Satisfecho por la respuesta dada por Draco, Harry la estiro su mano y cuando el rubio la tomó con fuerza, Harry supo que era el momento.

Yo, Harry, Adrian, Peverel, Lord de la casa Peverel, juro por mi magia y vida que no traicionare a draco malfoy en ninguno de nuestros tratos o asociación alguna. Así como también jamás revelare cualquiera informacion o secreto que nuestra asociazion tenga para ofrecer. Que así sea.

Yo, Draco Malfoy, heredero de la noble y antigua casa de los malfoy, juro por mi magia y vida que no traicionare a Harry, Adrian, Peverel, en ninguno de nuestros tratos o asociación alguna. Así como también jamás revelare cualquiera informacion o secreto que nuestra asociazion tenga para ofrecer. Que así sea.

Declarando al mismo tiempo y dejando que la magia los envolviera, ambos jóvenes magos fueron vinculados por un juramento mágico, y fue en ese momento, cuando finalmente se dieron cuenta de la sinceridad del uno con el otro.

Aunque Draco se había mostrado dispuesto a ayudar a Harry, las dudas de ambos lados siempre habrian estado, porque ambos eran Slytherin.

Sin embargo, ahora que habían hecho un juramento inquebrantable, las cosas cosas podrían empezar a funcionar, porque, sabían que cualquiera que fuera la cosa que alguno de los dos hiciera, todo sería pensando en el mismo objetivo. Y eso era algo, que los tenían muy presentes.

- ¿Entonces, ahora que esto está fuera y eh mostrado mi compromiso con la causa? ¿Qué tienes pleando hacer? -Preguntando con un tono curioso, Draco dijo, y Harry simplemente le sonrió de vuelta.

- ¿Alguna vez has escuchado sobre los teléfonos muggles?

Y así, con una simple declaración, El rostro de Draco se cortorciono con confusión mientras Harry le revelaba uno de sus proyectos secretos.

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Parte 5

Caminando lentamente por un sendero familiar, la mente de Harry lentamente empezó a recordar todos los momentos que había pasado junto a sus amigos en este lugar.

Era irónico si lo pensaba, considerando que estaba apunto de destruir de una manera figurativa lo que este sitio había significado en el pasado.

- ¿Puedo pasar?. -Golpeando tres veces la puerta de madera enfrente de el, Harry preguntó al aire y tal y como había esperado la puerta de la choza se abrió lentamente y la figura de Hagrid se mostró para que Harry la viera.

- Adelante Harry te estaba esperando.

Asintiendo lentamente con su cabeza y entrando en el hogar del medio gigante, Harry entró como de costumbre y se sentó en la habitual silla que siempre solía usar.

- Entonces, Ron e Hermione¿te contaron ¿Verdad?.

Asintiendo lentamente y mostrando una expresión completamente decepcionada, Hagrid miró directamente a Hagrid.

- Para ser sincero realmente no les creí en un principio, pensé que tal vez era alguna clase de broma de mal gusto, pero cuando terminaron de hablar no me quedó otra opción mas que creer en lo que estaban diciendo.

Sin embargo, eso no significa que no quiero escuchar tu versión de la historia. Así que dime Harry ¿Realmente llamaste sangre sucia a Hermione y a Ron un traidor de sangre?.

Asintiendo lentamente sin romper el contacto visual, Harry respondió a la pregunta dada por el medio gigante, y cuando escucho el sonido de la mesa a un lado de hagrid partirse por un golpe, el supo que esto sería más difícil de lo que había planeado.

- ¿Porque lo hiciste Harry?. Y Quiero que me digas la verdad, Porque no me creo la historia de Ron sobre qué finalmente estás mostrando tus verdaderos colores.

Te conozco muy bien, y se que eres mejor que cualquiera de esos pomposos sangre pura que siempre insultan a los demás.

Terminando de hablar y esperando tranquilamente a que Harry respondiera a su pregunta. El rostro de Hagrid se torno serio mientras miraba a la figura inamovible del que alguna vez habia sido Harry Potter, ahora peverel.

- ¿Me creerías si te digo que lo hice porque eso es lo que creo de ellos?.

- Harry. -Levantándo la voz y mirando con leve furia al niño que vivió, Hagrid se levantó y harry pudo apreciar de primera mano la diferencia de tamaño.

- Quiero la verdad Harry. Si no me la das, quiero que vallas de mi casa.

Asintiendo una vez mas y dejando que el medio gigante se sentara nuevamente, Harry dio un suspiro cansado y se llevó las manos a la parte posterior de su cabeza.

- Esta bien, será como tu lo quieres, así que déjame ser claro.

Lo hice porque no los quiero cerca, los insulte y corte mis lazos con ellos, porque no quiero ponerlos en más peligro del que ya los eh puesto en los últimos años.

Termine nuestra amistad, porque con todo lo que estoy apunto de hacer, tenerlos cerca solo seria un impedimento que evitaría lo que tengo que hacer. ¿Es eso suficiente o quieres que diga más?.

Devolviendo la pregunta y dejando que su aura cambiara para ser acorde con sus palabras neutrales, Harry dijo, y cuando Hagrid no se movió ni dijo nada mas, el supo que era hora de poner en marcha la segunda razón por la que había venido.

- Pero eso no importa ahora. Lo hecho, hecho esta y el pasado no importa, lo único que importa es el futuro, y es precisamente por esto que tan bien vine el día de hoy.

Metiendo su mano dentro de sus tunicas, Harry sacó de entre ellas un pergamino de color plateado que fácilmente le entrego a un serio Hagrid.

- ¿Qué es esto? -Preguntando tan pronto como el pergamino estuvo en su mano, Hagrid cuestionó con genuina curiosidad, y Harry estuvo encantado de iluminar al medio gigante.

- Es un contrato magico Hagrid, Un contrato redactado por los duendes de Gringotts con el unico fin de unir a una persona a un noble y antigua casa.

Podrías decir que es como una especie de adopción mágica, solo que en lugar de hacerte miembro de la familia y otorgarte su apellido, este contrato te convierte en un sirviente respetado que tiene los mismos privilegios de alguien nacido en dicha familia.

Terminando de hablar y dando un breve bostezo Harry explicó esperando el estallido del medio gigante que probablemente vendría.

Y justo como lo había estado esperando, el estallido vino con la voz levantada de un molesto a Hagrid.

- ¿Estás tratando de hacerme tu sirviente? A mi, que soy tu amigo.

Acusando en un tono indignado, Hagrid escupió molesto, y harry simplemente negó con su cabeza.

- De cierta forma lo hago, pero no de la manera que estas pensando.

Veras Hagrid, ese contrato es solo una formalidad que me permite realizar lo que quiero hacer, y eso mi amigo, es sacarte de este lugar al que has llamado hogar durante los últimos años.

Y si, antes de que lo digas, estoy muy consiente de la razón del porque no puedes abandonar Hogwarts incluso aunque quisieras. No tienes un lugar a donde ir y por la corrupta y racista sociedad mágica incluso aunque te fueras, no podrías encontrar un trabajo que te aceptara y todo por la sangre que corre por tus venas.

Lo entiendo, y soy consiente de esos detalles y por eso te ofrezco esta oportunidad.

Firma ese contrato y conviértete en mi mi familia. El contrato puede decir sirviente, pero tu más que nadie deberías saber que yo nunca trataría a alguien de esa manera.

Lo que yo busco con esto no es un esclavo, tampoco alguien que haga mis tareas, busco a alguien en quien pueda confiar, y tu Rudeos Hagrid eres alguien que siempre me ah ayudado y por eso te ofrezco este contrato

Una oportunidad de dejar todo lo que conoces atrás y obtener todo lo que se te ah negado desde que rompieron tu varita. Así que, Hagrid ¿Qué me dices? Considerarias dejar Hogwarts y unirte a mi lado.

Ofreciendo con una sonrisa, y estirándo su mano, Harry esperaba que sus palabras hubieran llegado a su amigo, sin embargo, cuando notó el brillo en los ojos de Hagrid, el supó una vez más que esto no iba a ser tan fácil como había esperado.

- ¿Te estás escuchando a ti mismo harry? Suenas casi como un señor oscuro. Ofreciendo, convenciendo, prometiendo cosas que siempre eh querido con el unico fin de endulzar mi oído y obtener lo que quieres.

Acusando con un leve rastro de sospecha en su tono de voz, Hagrid exclamó provocando que Harry chasquear la lengua.

Sabía que convencer a Hagrid de dejar la escuela sería difícil, pero era algo que el necesitaba lograr para completar uno de sus planes y al mismo tiempo darle la oportunidad a su amigo de ser mas de lo que la sociedad quería que fuera.

- Hagrid, se que puedes pensar que me estoy comportando como un señor oscuro, pero eso no es verdad.

Lo unico que estoy haciendo es ofrecerte una mano amiga ahora que tengo poder.
Te doy la opción de unirte a mi y obtener aquello que albus Dumbledore te ah negado en todo el tiempo que has cuidado Hogwarts.

- No metas al director en esto. -Molestandose de golpe y sintiéndo como la presión en la habitación cambiaba, los ojos de Harry se oscurecieron con comprensión mientras se daba cuenta de la razón detrás del rechazo de Hagrid.

- Así que, tu negativa es por el director. No puedo decir que me sorprende pero soy un tono por no darme cuenta antes.

Levantándose de su silla y mirando al medio gigante con seriedad, la aura de harry se hizo más opresiva mientras miraba a su amigo.

Puedo ver Hagrid, que tu lealtad al director es fuerte, esa es la clase de lealtad que quiero en mi lado, pero eso no significa que pueda obligarte a cambiar de lado.

Como dije, yo solo vine a darte una oferta, a mostrarte un camino diferente, pero puedo ver que mis palabras no van a cambiar tus pensamientos.

Dumbledore sea metido en tu cabeza y a nublado tus sentidos, pero no puedo decir que te culpe. Lo conoces más a el de lo que has hecho conmigo, y creo que te ah ayudado más de lo que yo mismo puedo saber.

Así que, por esta vez admitire mi derrota, pero si cambias de opinión mi oferta siempre estará abierta. -Terminando de hablar y dando media vuelta, Harry le dio la espalda al medio gigante, sintiendo como sus palabras habían tocado un punto sensible en el hombre.

Odiaba tener que hablar de esa manera con Hagrid, pero sabia que esto era algo que se tenía que hacer.

El hombre estaba estancado tal y como una vez lo estuvo, y por el cariño que le tenía y por el bien de sus propios planes, había decidido intentar ayudarlo, incluso si eso pudiera llevar más tiempo del que hubiese querido.

- Si alguna vez quieres hablar conmigo Hagrid, de algo no relacionado con esta oferta, siempre estaré disponible para ti. Porque eres un buen amigo, y te tengo gran cariño. Sin embargo, debes saber que no voy a volver aquí, no al menos que asi lo quieras. Por lo que esto bien puede ser una despedida.

Si llega a ser el caso y lo es, quiero que sepas que agradezco todo lo que has hecho por mi. Si no fuera por ti, seguiría en ese maldito hogar muggle, siendo abusado por mis tíos y por eso te estoy agradecido.

Has sido mi más grande amigo, y por eso, gracias.

Dando un paso adelante y cerrando la puerta detrás de el, Harry salió de la cabaña de Hagrid, sin notar como sus palabras habían provocado que las lágrimas salieran del rostro de su amigo.

Poco sabia Harry, que aquello que le había dicho al medio gigante, había tocado la parte más sensible del corazón del hombre, y había dejado plantada una duda que crecería hasta que inevitablemente floreciera en la forma de la madurez que al hombre siempre le había faltado.

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Parte 6

Volver al castillo a altas horas de la noche siempre había sido complicado.

Lo había sido durante su primer año y lo seguía siendo incluso durante su quinto quinto año.

Flich y la señora norris se habían vueltos más agresivos con sus intentos de atraparlo, e incluso con el mapa del mereodador en su poder, parecía que los malditos cuidadores del castillo tenían un sonar, porque cada vez que pensaba que los había perdido, volvían a encontrarlo.

- Sabes que, estoy cansado de esto. -Fastidiado de esta persecución sin sentido, la varita de Harry se deslizó en su mano derecha y con un simple hechizo confundus al gato y el cuidador fueron obligados a alejarse de él.

Eso lo arreglara. -Guardando su varita y dando un suspiro cansado, Harry cerró el mapa de los mereodadores y empezó su caminata hacia la sala común de ravenclaw.

El día había sido cansado y las acciones que había puesto en marcha el día de hoy aunque no habían sido perfectas, eran justo lo que Necesitaba que fueran.

Su confrontación con Severus snape había sido un completo éxito, confrontar al hombre usando toda la información que había reunido del diario de bellatrix, resultó mejor lo de lo que había esperado cuando decidió trazar su plan.

Su idea original solo había sido detener cualquier molestia que pudiera venir del hombre usando la culpa como factor precipal. Había pensado que funcionaria, pero no esperaba que resultará tan bien.

El antiguo severus snape se había ido por completo, y si el hecho de que su corriente principal de pensamiento hubiera sido remplazada por la secundaria era una señal de que no volvería a ver pronto, ciertamente no lo tomo en cuenta en ese momento. Después de todo, había obtenido lo que quería y esperaba que se mantuviera o tendría que hacer algo también con el hombre.

Hacerlo sería desafortunado, considerando que realmente no estaba mintiendo cuando le dijo que lo perdonaba por todas las acciones anteriores en su contra e incluso contra sus padres.

En ese momento el habia sido sincero, y realmente no buscaba tener otro enemigo a quien derribar, porque su agenda ya estaba llena con dos hombres que representaban la misma cara de la moneda.

Dumbledore, Tom Riddle.

Ambos eran sus objetivos principales, y aunque no tenía reparos en agregar un tercer objetivo, ciertamente preferiría evitar esa posibilidad.

Y allí entró la otra variable que no había contemplado. El acercamiento de Neville a su persona era algo que lo había tomado por sorpresa y que realmente no sabia lo que saldría de allí.

Si compartía lo lo que le había dicho, simplemente podría negarlo todo y el terminaría siendo visto como un mentiroso, algo que realmente no tenía ganas de hacer.

Consideraba que Neville era listo y esperaba que hubiese tomado sus palabras con la seriedad, porque de no hacerlo, ciertamente se vería obligado a involucrarse con el, y no seria agradable para el niño conocer hasta donde estaba dispuesto a llegar para eliminar cualquier inconveniente que se pusiera en su paso.

Frunciendo el ceño ante ese hilo de pensamiento en su cabeza, Harry se regaño mentalmente una vez mas.

Había estado sucediendo nuevamente en los últimos días y sabia que esa agresividad que tenia no era normal.

¿Pero importaba? Realmente no, solo debía tener cuidado y las cosas no se saldrían de su control.

Y hablando de control, recordó brevemente como había involucrado a draco finalmente en una parte de sus planes y no pudo estar más complicado al saber que tenía a un aliado potencial, que estaría a su lado incluso aunque su vida dependiera de ello.

- Je, aveces las runas mágicas sirven para algo. -Sonriendo maliciosamente, Harry recordó la primera vez que bella le había sugerido el uso de magia runica para ayudar a forjar la relación de amistad entre el y draco.

En ese entonces se habia negado como bien se pudo haber esperado, pero después de descubrir que Bella había actuado por su cuenta, y había encantado su pluma para simular los efectos de las runas de compulsion sus cartas originales antes de ser enviadas.

Harry no se pudo negar más a la idea, al ver que tan bien había funcionado esa idea para hacer que draco cambiara de lado.

Sabía que el chico muy el fondo tenía un buen corazón, y aunque inevitablemente habría tomado el camino correcto, Harry agradecía a su maestra por haber acelerado ese proceso.

Gracias a ella ahora tenía un aliado leal, un compañero en el crimen que lo ayudaría siempre que lo necesitará y eso me hacía muy feliz.

Tal vez no era la manera correcta de tener un aliado, pero al final todos ganaban de este trato.

Draco siempre había querido ser su amigo, lo hizo desde que lo conoció 4 años atrás en el tren, y esto de alguna manera cumplía con ese deseo Frustrado que el niño había tenido en ese entonces.

Sonriendo una vez mas y taradeando una canción de piano, Harry siguió caminando mientras pensaba en los próximos pasos que debía tomar.

Su plan con Hagrid aun estaba lejos de poder terminar, pero sabia que inevitablemente su amigo vendría a el.

Dumbledore se encargaría de eso por si mismo, y cuando ese momento llegara, el estaría preparado para recibir a Hagrid en el hogar ancestral de los Black.

Allí, Hagrid sería entrenado, se le daría una nueva varita y le proporcionaría un hogar. Un hogar real para que el medio gigante viviéra como el lo deseara.

Todos merecían una nueva oportunidad tal y como bella se la había dado a él, y el se encargaría de que Hagrid pudiera despertar.

Sonriendo una vez mas, y dando un giro a la derecha, la expresión feliz de Harry se contorsionó en una expresión de confusión, cuando divisó a lo lejos una figura solitaria.

¿De quien se podría tratar? -El pensamiento cruzo su mente brevemente, antes de que simplemente decidiera que no importaba.

Tenía que volver a la sala común y si esa persona estaba fuera de la cama a esta hora de la noche simplemente no era su problema. Decidido y sin nada más que pensar, Harry se acercó cautelosamente, su mano sobre la funda de su varita, en dado caso que necesitara defenderse.

Sin embargo, su idea original de pasar de largo de quien fuera que estuvira parado en la distancia fue dejada de lado, cuando vio a una niña observando las estrellas, con su cabello brillando bajo el suave resplandor lunar.

La luz plateada delineaba sus delicados rasgos y Harry se quedó fascinado por la manera en que el ambiente nocturno realzaba su belleza única. Sus ojos parecían reflejar el brillo de las estrellas y su aura tranquila le dio un aire de misterio encantador.

Por un momento, Harry se quedó sin palabras, asombrado por la presencia etérea de la niña bajo la luz de la luna. Sin embargo, dicha fascinacion duró poco, cuando notó la ropa que la chica estaba usando.

La niña vestía únicamente una pillama de dormir y estaba descalza, algo que no parecía encajar y que le hacia tener un mal presentimiento.

Después de todo, el mismo muchas veces se había encontrado en la misma situación y sabían perfectamente el motivo por el que alguien caminaria descalza en un ambiente frío como lo era las noches en el castillo.

- Oye, ¿Estás bien? -Acercándose a la niña y tocando su hombro, Harry preguntó suavemente.

Esperaba que la chica se sorprendiera por su toque, o que incluso gritará por la sorpresa, pero cuando eso no sucedió y la niña finalmente lo miró. Algo en el fondo de su pecho se despertó cuando vio los ojos de la niña brillar con un aura multicolor.

- Oh, hola. ¿Quién eres tu?.

Dando un paso atrás por la sorpresa y sintiendo un toque de escalofrió recorrer su cuerpo al escuchar la voz tan calmada de la niña, Harry se quedó allí de pie sin saber que decir.

Era la primera vez que algo así sucedía y no pudo evitar quedarse quieto mientras la niña lo miraba con curiosidad.

- Tus Narkless se han vueltos locos. ¿Acaso tienes miedo? -Sacado de su conmoción por las palabras de la niña, Harry obligo a sus emociones confusas a volver a su hilo de pensamiento normal, y la calma volvió a tomarlo.

- Extraño. Tus narkles parecen haber cambiado de repente. ¿Acaso puedes controlarlos? -Volviendo a ser cuestionado, La niña preguntó pero esta vez Harry decidió tomar el control de la conversación.

- No se que cosas son los Narleks, pero creo que sería grosero no responder a tu pregunta.

Soy Harry Peverell, quinto año, miembro de la casa de Ravenclaw ¿Y tu?. -Ignorando por completo la pregunta de niña, Harry se presentó con cortesía y esperó pacientemente a que la niña hiciera lo mismo.

- Oh cierto, mis modales. Ejem. Aclarandose la garganta y poniendo una expresión soñadora, el rostro de la niña se iluminó con alegría mientras respondía a la pregunta de Harry.

Soy Luna Lovegood, cuarto año, pertenezco a la casa Ravenclaw y es un placer conocerte Harry Peverel, heredero las reliquias de la muerte.

Y así con esa simplemente declaración, el rostro de Harry se contorsionó en confusión, mientras conocía por primera vez a Luna lovegod.

Una de las elegidas por la luz.

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Parte 7

Ministerio de magia.

- Lo eh encontrado. -Sonriendo como un loco y mirando el extenso libro que tenía delante, Cornelius fudge empezó a reír maniáticamente mientras finalmente encontraba algo que podrían utilizar para su ventaja.

Desde el fiasco que había sido el juicio del mocoso Potter, Había estado encerrado en su oficina leyendo y buscando todos los tratados que el ministerio había hecho com Hogwarts desde la época de los fundadores y finalmente había encontrado algo que podría utilizar a su favor.

Era una cláusula especial creada por roena ravenclaw, con el único fin de poder cuidar mejor a los estudiantes de una mala educación.

En dicha cláusula se especificaba que si un puesto de profesor de una materia fundamental en la escuela tenía un constante historial de reemplazos cada año, el ministerio tenía la capacidad de enviar a su propio candidato con el unico fin de solventar la mala gestión en la contratación del personal docente para esa materia, sin importar lo que tuviera para decir el director en función ese momento.

Era una clase superior antigua que había tardado mucho tiempo en encontrar pero con esto, su plan podría funcionar.

Originalmente había pensando en atacar a Albus Dumbledore por el simple hecho de atentar contra su credibilidad después del fiasco del torneo de los 3 magos.

Sin embargo, ese lugar en su corazón que estaba teñido de odio, había sido remplazado por la cara de un maldito adolescente que se había atrevido a intentar quitarlo de su puesto.

Inaceptable. -Apretando su puño con ira, la rabia del ministro alcanzó su punto más alto y pensó en todas las maneras en que podría destruir al mocoso Peverel.

Había muchas maneras en que podría hacerlo, pero la primera y la más importante sería expulsarlo de Hogwarts.

Para hacerlo, tenía que primero influir en la escuela y para eso que pudiera suceder solo había una manera.

- Sonriendo con maliciosa y sacando pluma y papel de su escritorio, Cornelius Fudge empezó a escribir una carta.

Dolores umbridge estaba fuera de gran bretaña asegurándose de romper cualquier trato que albus Dumbledore hubiera logrado con la igu, y en cuanto ella terminara ese asunto, estaría encantada de recibir su nueva misión.

Después de todo, ¿Cómo no disfrutaría de sepultar al mocoso que la había humillado públicamente?

Sonriendo aun mas y empezando a reírse furiosamente, Cornelius siguió escribiendo su misiva y pensó en todo lo que sucederia una vez que su plan tuviera éxito.

Si. Ya podía verlo. El sería adorado como un héroe nacional, al exponer a un bastarso narcisista como lo era mocoso peverel.

Dios. Ya quería que ese momento llegara, porque disfrutaría de ver la cara de impotencia en el rostro del bastardo que se había atrevido a desafiarlo.

Poco sabia el en ese momento, que sus acciones en lugar de beneficiarlo, solo habían movido las piezas que inevitablemente conducirian a su ruina, Y todo era culpa.

Fin.

Capitulo rapido chicos. respondo las opiniones en el siguiente :D

PD: Te eh estado leyendo Nancy muchas gracias por comentar, espero que este capitulo tambien te guste :3