-De nuevo pedimos disculpas por la visita inesperada Srta. Cotta-Arc – Iris habló después de darle un sorbo a su té.
-No hay problema. Son buenos amigos de la familia de mi esposa, así que son bienvenidos. ¿Verdad Adrián? – La mujer le quitó importancia a lo dicho por la pelirroja para luego pasar a ver al bebé en sus brazos, el cual hizo algunos sonidos de bebé.
Terra es una mujer joven con cabello y ojos castaños oscuros cortos. Ella tiene un solo flequillo suave que baja por su frente y entre sus ojos. Viste una camisa de cuello azul marino oscuro con un cárdigan azul claro, jeans gris oscuro y zapatillas rojas. Ella también usa anteojos rojos y un anillo de bodas.
-Awwwww~. – Fue el sonido de más de una de las presentes al ver lo tierno que era él bebe.
-Veo que ha crecido bastante desde la última vez que vinimos. – Nicolás vio a su nieto con una pequeña sonrisa. – ¿Está comiendo bien? ¿Es quisquilloso con alguna comida?
-Por suerte no. Come de todo, hasta el brócoli.
-Puag. – Algunas dieron un sonido de asco.
-Y hablando de comida, pronto será su hora de comer. – Terra pasó a ver la puerta. – Saphron está tardando un poco. Demonios, sabía que tendría que haber ido yo, estoy preocupada.
-No te agobies querida. – Juniper puso su mano en el hombro de su nuera. – Estamos hablando de Saphron, sabe cuidarse sola.
-Aún así… – La morena siguió mostrándose algo preocupada hasta que vio cómo el bebé en sus brazos parecía tratar de animarla. – Jeje. ¿Tú también crees que mamá está bien? Cielos.
-Ese niño es un auténtico encanto.
-Y que lo digas. – Magenta le tuvo que dar la razón a la Valkiria.
-Solo esperemos que no sea un imán de mujeres adultas como su tío. – Coco vio con una sonrisa burlona a Jaune que la vio feo.
-Muy graciosa…
-Oh vamos, no te pongas así Jaune… Aunque algo de razón tiene…
-Si. Enamoraste a varias de cursos superiores…
-Durante tu época de la primaria y preparatoria.
Jade, Lin y Gris hicieron memoria ante la vergüenza de su hermano menor y la risa nada disimulada de Coco, Ilia y Fox no ayudaba.
-Dejando a un lado que Jaune se volvió el objetivo de las burlas de Coco sin Issei aquí presente. – Pyrrha vio con los ojos entrecerrados a la modista y está solo se encogió de hombros. – Me pregunto si los demás estarán bien.
-"Tranquilízate mujer, estarán bien." – Neo habló desde su Scroll y parecía tranquila.
-Si bien no soy partidario de mostrarme tan tranquilo en estas situaciones, puedo hacer una excepción si hablamos de Issei. Con él todo estará bien. – Yatsuhashi también parecía no estar preocupado.
-Aun así no puedo evitarlo…
-Yo también estoy preocupada. – Velvet bajo sus orejas en señal de que estaba como la espartana.
-Tranquilícense. Apuesto que nuestro amigo no tardará en llegar.
Coco habló con confianza mientras señalaba la puerta y a los pocos segundos esta comenzó a abrirse mostrando que se trataba de Saphron quien no se encontraba sola.
-¡Hola a todos, miren a quien traigo! – La rubia entró rápidamente para dejar ver al resto del grupo quien les dieron un saludo con una sonrisa.
-Sentimos el retraso, tuvimos… ¿Están bien? – Issei pregunto al ver cómo todos se le quedaron viendo antes de pasar a ver a Coco, la cual tenía sus lentes sobre la punta de su nariz.
-...¿Ahora resulta que eres vidente? – Pregunto Ciel a la modista.
-...Vaya… Soy más increíble de lo que me imaginé. – Coco salió de su sorpresa para luego sonreír con arrogancia.
-¿Qué nos perdimos? – Fue la pregunta de Vernal que los vio a todos con una ceja alzada.
-Nada relevante. – Lo dicho por Rossweisse no le vino de gracia a la modista. – Bueno ya que están aquí… Vamos con lo importante.
Tras esas palabras la Valkiria chasqueó los dedos y en un abrir y cerrar de ojos Pyrrha y Jade tomaron al castaño por los brazos, lo llevaron hasta una silla vacía y lo obligaron a sentarse.
-(Maldita sea…) – Pensó mientras veía como todas aquellas que sentían algo por él lo veían con intensidad… Está muerto.
-Uy, parece que está en problemas.
-Como no tienes idea Saphron… – Nicolás solo pudo ver con una gota de sudor como el castaño empezaba a ser regañado por muchas de las chicas del grupo, incluidas sus hijas. – ¿Hm? ¿Y ella quien es? – Pregunto al ver a una anciana desconocida.
-Digamos que es una nueva aliada que hicimos en el camino. – Raven dio una pequeña sonrisa que fue compartida por María. – En fin, mientras Issei es reprendido… ¿Podemos hablar Yang? A solas de ser posible.
-¿Pasa algo? – Preguntó con los brazos cruzados y viendo con una ceja alzada a su madre biológica.
-Si… Es un tema delicado y deseo tratarlo lo antes posible.
Ver a la mujer tan seria hizo que tanto Yang como Qrow se sorprendieran, después de todo el carácter de la mujer se había suavizado un poco desde lo ocurrido en Mistral.
-De acuerdo…
-Bien… Disculpa Saphron, ¿Hay algún lugar donde…?
-Pueden ir al jardín, ahí nadie las molestara.
La pelinegra asintió a esas palabras antes de proceder a irse siendo seguida de cerca por su hija. Los demás se quedaron viendo por donde se fueron un poco preocupados a excepción de Vernal y María que ya se hacían una idea de qué hablarían esas dos.
-Bueno empezaré a preparar la comida para Adrián. – Saphron dijo eso mientras dejaba las bolsas en la cocina. En eso… – Terra, ¿Qué tal si dejas que Issei sostenga a Adrián un momento y me ayudas por aquí?
-¿Eh? – La mujer vio a su esposa con extrañeza, pero la conoce desde hace mucho y presiente que tiene algo planeado. – Está bien…
Se acercó a donde el castaño aún estaba siendo regañado por varias de las chicas del grupo y algunas de sus cuñadas y le pidió al castaño que sostenga al bebé, tomando a este por sorpresa por un segundo antes de aceptar y tomar a Adrián y sentarlo en uno de sus muslos.
-¿Algo que desees decir en tu defensa Ise? – Rossweisse preguntó mientras se cruzaba de brazos y piernas.
-Sigo pensando que fue la mejor opción. – Dijo mientras trataba de acomodar a Adrián, no quiere hacerle daño con las escamas de su brazo.
-Aja, ¿Y no decirnos de tu "brillante" idea también era la mejor opción? – Pyrrha vio con los ojos entrecerrados a su novio quien desvió la mirada mientras sonreía de forma nerviosa.
-Sin contar que descarrilaron. Y no trates de echarle la culpa a Sköll, él solo siguió órdenes. – Velvet se apresuró a decir al ver que el castaño estaba por replicar, todo mientras acariciaba al animal que le agradeció con la mirada a la chica.
Issei solo bajó más la mirada mientras soltaba un suspiro. En retrospectiva puede ver que si fue algo precipitado, aunque igual no se arrepiente de lo que hizo.
-Si les sirve de consuelo pasamos un mal momento en nuestro camino hasta aquí. – Issei habló llamando la atención de los que no estuvieron con ellos.
Al grupo les pareció algo raro al ver como los que vinieron con el Sekiryuutei se tensaron un poco junto que Weiss se puso algo más pálida.
-¿Qué tan mal la pasaron? – Jade preguntó con una ceja alzada por lo raro que estaban actuando sus amigos.
-Oh creedme, las cosas solo se ponen más espeluznantes a partir de aquí. – Las palabras de Vernal llamaron la atención del resto.
-¿Cómo de espeluznante? – Juniper pregunto con una ceja alzada.
-Pues veréis…
Así el castaño les contó sobre su encuentro con María y su posterior caminata que los llevó a un pequeño pueblo en medio de la nada que también era una granja. Al principio les pareció un lugar abandonado hasta que encontraron a los trabajadores…
De la peor forma posible. Decidieron pasar la noche en aquel lugar debido al temporal, sintiendo como ese lugar los hacía sentirse deprimidos y demás sin saber por qué. Sin embargo al día siguiente sintieron que esa extraña sensación se había ido y se sintieron mejores.
Engancharon a la motocicleta de Yang un viejo remolque que había en uno de los graneros y lo usaron para desplazarse más rápidamente a Argus. Sin embargo el viaje tranquilo no les duró mucho ya que un nuevo Grimm Clase Infernal apareció y este no venía solo, ya que trajo consigo un pequeño ejército de Apathys los cuales fueron los que mataron a todos los de aquel pueblo.
También contó que fue ese Grimm el que mandó a esos otros Grimms a atacar el tren. Para acabar les contaron cómo acabaron con el Wendigo cuando esté trató de escapar al ver que su emboscada fallo y como llegaron a Argus hace nada.
-Y eso sería todo. – El castaño terminó su relato ante la mirada algo desconcertada de los demás.
-Amigo… Su suerte apesta. – Juane fue el primero en hablar haciendo que más de uno se deprimiera… Ni como negar eso.
-Lo que me sorprende es que se toparon con una manada de Apathys. – Nicolás se veía serio al decir eso. – Puede que no sean los más fuertes, pero son de los Grimms más problemáticos para lidiar. Sobre todo si es un grupo grande ya que si son pocos o están solos casi parecen tímidos.
Era verdad… Varios temblaron un poco al recordar cómo esas cosas les estaban quitando las ganas de seguir luchando incluso las de vivir… Tuvieron suerte en esta ocasión, mucha suerte.
-Si… Pero es gracias a Ruby que logramos salir de esta. – Issei le sonrió a la chica quien se mostró algo apenada.
-Y para rematar les acompaña una leyenda como la Grimm Reaper. – Juniper paso a ver a la anciana y… – ¿Sería mucho pedir si me da su autógrafo?
Los hermanos Arc vieron de forma complicada el cómo su madre se había parado frente a la anciana y le estaba extendiendo una hoja de papel junto a un bolígrafo. Por su parte Maria se sorprendió un poco por esta acción para luego encogerse de hombros y firmar el papel.
-Bien, aquí tienes. – Le entregó el papel a la mujer que soltó un pequeño grito de alegría.
-Un antiguo sueño de la juventud cumplido. – Dijo antes de pasar a abrazar al castaño. – Y todo gracias a mi futuro yerno. Cuando quieres eres un amuleto de la suerte.
-No creo que sea así… – El castaño se mostró algo complicado por el gesto de la mujer y un poco avergonzado por eso de yerno.
-Ahora que mamá lo mencionó me acordé, aún tengo que enterarme de algunas cosas… – Saphron dijo eso dándole una mirada pícara a sus hermanas que vieron con algo de molestia a su hermana, olvidaron lo cotilla que es. – Gracias por sostener a Adrián futuro cuñado.
Ahm… De nada. – Issei contestó con una sonrisa nerviosa. En eso su vista fue a parar al infante en su muslo y noto que lo estaba viendo fijamente.
Esto era visto desde la cocina por las madres de Adrián donde era la rubia la que tenía una sonrisa en su rostro.
-Vaya… Es la primera vez que Adrián se muestra tan tranquilo junto a un extraño. – Terra no dudó en mostrar su sorpresa al ver cómo su hijo estaba de lo más normal cerca del castaño.
-Issei ha demostrado ser bueno con los niños en más de una ocasión. – Ren comentó viendo al niño. – Parece que incluso uno tan pequeño como Adrián lo encuentra agradable.
Issei se rasco la parte trasera de la cabeza ante lo dicho por su amigo. Paso a ver a Adrián que lo seguía viendo y le mostró una pequeña sonrisa, provocando que el niño contestara con su propia sonrisa alegre.
Esta interacción les pareció algo tierno a todos, en especial a las chicas que sentían algo por el castaño que no tardaron en imaginarse esa misma escena cambiando a Adrián por el futuro niño o niña que les gustaría tener con Issei… Ocasionando que sonrían de manera soñadora.
-Esperabas este resultado, ¿Verdad? – Terra pasó a ver a su esposa que solo sonrió dulcemente.
-Bueno me declaro culpable. – Dijo manteniendo su sonrisa mientras tomaba la mano de su esposa con la suya. – Solo hay que ver como están todas al verlo tratar con Adrián, se nota que todas están perdidas por él.
-Y el hecho que puedas molestar a tus hermanas no tiene nada que ver, ¿Verdad?
-Jeje, también hay algo de eso. – La rubia rió con algo de pena al verse descubierta.
-Dejando de lado tu actitud bromista, es increíble ver como el chico que… Humilló a esas cuatro en televisión mundial, logré atraer tanta atención. – Terra solo veía como el chico ahora estaba haciendo caras raras para hacer reír a su hijo. – Pero si… Creo que es un buen chico si Andrian reacciona así cerca de él.
-Sip, pero bueno. ¿Qué te parece si me ayudas a cocinar? Después de todo tenemos visitas.
-De acuerdo. ¿Podrías darle a Adrián de comer Issei? – Dijo mientras se acercaba al chico con un plato en sus manos.
-Oh claro. – Respondió mientras tomaba el plato de papilla. – Bueno Adrián, espero que te guste… El pollo con zanahorias. – Le dijo con una sonrisa al infante al captar el olor de la comida, sacándole una sonrisa al niño.
Esto seguía siendo visto por las chicas que dieron un pequeño suspiro soñador y una ligera risa a los demás.
--
Mientras todo esto pasaba Yang y Raven salieron al patio trasero donde vieron que este no era nada del otro mundo. Una serie de pequeños arbustos al lado derecho, un pequeño estanque con piedras rodeándolo al lado izquierdo y por último una silla y mesita de madera debajo de un manzano pegado a la pared del fondo. Las dos podían ver que a pesar del frío y la nieve habían algunas mariposas volando por el lugar.
Las dos se sentaron en el pórtico en un silencio algo incómodo para la mayor quien a pesar de desear tratar este tema lo más pronto posible, no sabía por dónde empezar. Sin mencionar claro el miedo que tiene de que las cosas con Yang terminen mal, ese era su mayor preocupación en este momento…
-¿Qué es lo que querías hablar conmigo Raven?
-¿Eh? – La voz de su hija sacó a la Maiden de sus pensamientos y pasó a verla. Notando que esta estaba algo preocupada.
-¿Te encuentras bien? Te ves algo ida.
-Perdón… Solo estaba pensando en muchas cosas. – Comentó mientras miraba el lugar. – A pesar de ser algo simple, parece un buen lugar para relajarse… Me recuerda un poco a Patch, me da esa sensación de tranquilidad. – Dijo mientras cerraba sus ojos por un momento, preparándose mentalmente para lo que está por hacer.
Por su parte Yang solo mantenía su vista fija sobre su madre, podía notar que estaba nerviosa por lo que fuese que quiera hablar con ella. En este tiempo que ha estado con ella no la había visto de esa manera excepto cuando hablaron en Mistral.
-Yang… Quiero que sepas que eres lo mas importante que tengo en esta vida y no sabes lo feliz que me hace el que me hayas dado la oportunidad de formar parte de tu vida. – Dijo una vez abrió los ojos y veía con cariño a su hija quien se apeno un poco.
-Eso ya lo sé… Después de nuestra charla en Mistral y el cómo te arriesgaste contra Sköll me dejaron en claro que si te importo. – Apartó la mirada por un segundo para luego ver a su madre con una sonrisa y un pequeño sonrojo por la pena. – Y también estoy feliz de que después de tantos años podamos estar así… Juntas y poder charlar y todas esas cosas.
-Eso significa mucho Yang… En serio lo hace pero… – Tomó aire para prepararse para lo que se viene. – La razón por la que pedí que habláramos a solas es que… Lo que estoy por decir podría hacer que me odies y quieras que me aleje de ti.
Eso descolocó un poco a la rubia quien decidió permanecer en silencio a la espera de que su madre le diga la razón por la que cree eso. Podía ver que era algo serio.
-...La cosa es que… Comencé a sentir algo por alguien y es más fuerte de lo que llegue a sentir por tu padre. – Dijo con algo de dificultad al inicio para ganar convicción al final.
-Pues tienes tu derecho a enamorarte de nuevo Raven. – Yang seguía sin entender el drama de esto. – No soy una niña que cree que sus padres estarán juntos de nuevo y papá siguió su vida con Summer hasta que bueno… – Hizo una mueca al recordar lo que le pasó a la mujer que la quiso como a su propia hija. – La cosa es que no le veo nada de malo pero… ¿Acaso el que te llama la atención es el padre de los hermanos Arc?
-¡¿Qué?! ¡Por supuesto que no! – La mujer se mostró desconcertada por la duda de su hija.
-No me digas… ¿¡Es Juane!? – Preguntó mientras se mostraba algo sorprendida, dejando descolocada a su madre.
-¿¡Qué demonios te hace pensar eso!?
-Bueno, según escuche él parece llamar la atención de ahm… Mujeres mayores. – Dijo mientras lucía algo incómoda al decir eso último.
-No se trata de ningún hombre de la familia Arc. – La Maiden se pellizcó el puente de la nariz por el rumbo tan raro al que fue la charla.
-Pues si no son ellos no tengo idea de quién puede que te haya llamado la atención, a menos que sea alguien que conociste en tus paseos como ave.
-Es… Issei… Él es de quien estoy hablando. – Decidió ser lo más directa posible, sabe que a más larga le dé al asunto peor será para todos.
El silencio que hubo a continuación fue tenso… Muy tenso. La mujer estaba hecha un manojo de nervios mientras su hija se mantenía estática en su lugar, tratando de procesar lo que acababa de oír. Los segundos pasaron hasta que…
-¿Qué? – Finalmente el silencio fue roto por la pregunta de Yang quien veía con seriedad a su madre.
-Es como lo escuchaste Yang… Me gusta Issei… – Apartó la mirada ya que no se sentía capaz de ver a su hija a los ojos en ese momento. – Esto lo estoy sintiendo desde hace ya unos cuantos días… El no tiende a medir el efecto que tiene sus palabras en las mujeres, sobre todo en aquellas que ya estaban resignadas a ciertas cosas.
Tras decir eso Raven permaneció en silencio unos segundos que le parecieron eternos a las dos.
-¿Esto tiene algo que ver con lo que mencionaste de la madre de la esposa de Himmel? – Volvió a preguntar recibiendo un asentimiento por parte de su madre.
-Mira Yang… Yo no busque sentir esto, si por mi fuera mantendría este sentimiento enterrado en lo más profundo de mi ya que si bien soy mujer sobre todo soy madre… Y tu eres mi mayor preocupación, aún si no pude estar a tu lado durante estos últimos años no quita que quiera estar para ti a partir de ahora.
-Dices eso, pero aun así admites que estás interesada en el novio de tu hija… – Se podía sentir un deje de enojo junto a traición en sus palabras.
-Sé que está mal… Dios, no sabes lo mucho que me odie estos días una vez acepte lo que sentía… Me sentí como la peor escoria del mundo. Sobretodo ayer cuando traté de ahogar mis penas en alcohol…
-¿Qué hiciste qué? – Yang no se molestó en ocultar su sorpresa por esas palabras. ¿Llegó hasta ese punto?
-Si… No me siento orgullosa de eso. – Dijo mientras se frotaba un brazo y lucía avergonzada. – Realmente estaba desesperada por ahogar esto… Pero claro, él tenía que meterse y mostrar esa preocupación hacia los demás…
-Bueno Ise es así… Siempre querrá ayudar a todos.
-Si… Luego de que pasaran unas cosas salí corriendo por los túneles bajo esa casa… Me atrapó y yo…
-Tú… ¿Qué Raven?
-Lo bese…
Dijo con un ligero sonrojo al recordar la sensación de los labios del castaño sobre los suyos. Por su parte Yang estaba haciendo un esfuerzo para no estallar y dejar a su madre terminar con lo que tenía que decir.
-Lo sé, fue algo… Imprudente por decirlo de la mejor manera, pero ya no podía suprimir este sentimiento… Aun ahora me siento mal por haberlo hecho pero… También tengo que ser honesta y decir que una parte de mi lo disfruto… No pasó de un simple beso nada intenso, pero aun así se sintió mejor que cualquier cosa que haya hecho en el pasado…-. Dio un suspiro antes de ponerse a llorar sin saberlo.
-Se que en este momento me debes de odiar y no te culpo, pero no te enfades con Issei. Él no tiene la culpa de lo que yo haga, yo misma fui la que dijo que tenía que hablar contigo sobre esto… Si tú me lo dices yo… Me olvidaré de él… Por más que me duela no haré ningún avance con él, ya que como te lo dije… Soy madre antes que mujer y realmente deseo estar contigo Yang… Solo por favor, no me alejes de ti-.
Casi parecía suplicar al decir eso último, se podía notar que realmente la sola idea de que Yang ya no quiera nada que ver con ella la aterraba.
-...¿Sabes lo injusta que estás siendo ahora mismo? – Yang habló con un tono bajo, con sus ojos siendo cubiertos por su flequillo. – Ahora mismo tengo unas ganas terribles de gritarte… Incluso se golpearte… Y tú me vienes con esas…
-Yang… – La Maiden sintió un nudo en su garganta al oírla decir eso.
-...Solo dime la verdad Raven… Si yo realmente te pidiera que te alejaras de Ise y no volvieras a tener contacto con él… ¿Realmente lo harías? – Pregunto mirándola directamente, mostrando unos ojos rojos carentes de brillo.
-Si… – Respondió sin dudas, pero aun asi se le notaba que eso le dolía. – Por más que me duela… Tú eres lo que más me importa… Así que si… A lo mucho solo tendría un trato cordial con él al ser tu novio y el de Ruby.
La rubia asintió a esas palabras, se puso de pie y caminó hasta quedar en medio del patio. Pasaron unos segundos en los que Raven solo podía ver a su hija ahí parada sin saber en qué pensaba. En un momento dado la chica comenzó a tomar aire, inflando los pulmones a su máximo y…
-¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAH!!! – Soltó un grito tan fuerte que de seguro se escuchó por todo Argus. – Joder… Que bien me siento ahora… – Comento con la respiración algo agitada antes de volver a ver a la pelinegra, la cual la veía con extrañeza. – ¿Qué? Era eso o ponerme a golpear cosas… Y no quiero tener que pagar los daños… O que me arresten.
Una vez más se formó un silencio entre madre e hija donde Raven estaba nerviosa al escuchar lo que su hija tenga que decirle después de lo que le dijo… Sea lo que sea que pase lo aceptara sin importar lo que le duela, ya no actuará como una cobarde de nuevo.
-Una última pregunta… ¿Realmente estas enamorada de Ise? – Recibió un asentimiento por parte de su madre, cosa que la hizo suspirar y llevarse su mano normal al rostro. – Ugh… Tendremos que volver a tener una charla con él y el efecto de sus palabras sobre las mujeres.
-¿Eso significa que…?
-Mira Raven… Lo que dije de que me gustaría que seas feliz era cierto y vuelvo a decir que no negaré que estoy algo molesta por esto… Pero te entiendo, Ise sabe como llegar a las personas aun sin que lo intente y… Es gracias a eso que yo me enamore de él al igual que el resto. – Dijo para luego suavizar su mirada sobre su madre. – Y por lo que veo… Eso también logró atraparte… Al parecer también heredé mis gustos románticos de ti.
Raven sonrió con algunas lágrimas al entender lo que quería decir su hija. Eso le quitaba un enorme peso sobre los hombros.
-Jeje supongo… Gracias Yang, realmente esperaba lo peor…
-Agradece que comprendiera que Issei atraerá la atención de cualquier chica en cualquier momento por las malas…
-Si… Hasta a mi me dolió sus palabras. – Dijo mientras ponía unos mechones detrás de su oreja.
-Si… Solo me tengo que hacer a la idea de que… Bueno las dos estemos con el mismo hombre… Y esto sonó como algo sacado de esos libros de Blake.
La mujer río un poco para luego ir con su hija y abrazarla, cosa que la sorprendió por un segundo pero no tardó en devolver el gesto.
-Realmente me alegra de que no me alejaras Yang… Enserio gracias.
-No es nada… Raven. – Dijo con una sonrisa mientras apretaba un poco el abrazo.
Las dos siguieron así unos minutos más hasta que se separaron aún con la sonrisa en sus rostros.
-Bueno ahora solo es cosa de decirle a las demás y que hables con Blake ya que ella es la que "maneja" las cosas. – Dijo con cierto deje de fastidio a la vez que hacía con las manos unas comillas.
-Entonces será mejor que hable con ella lo antes posible. No quiero perderme el "castigo" de Issei después de todo. – Raven contestó mientras hacía lo mismo que su hija con las manos.
-Sí supongo que… Espera, ¿¡Qué!?
Ella vio a su madre biológica con sorpresa y algo de enojó. Esta por su parte solo se cruzó de brazos mientras tenía un rostro impasible.
-¿Qué? ¿Realmente esperas no lo haga? Lo único que me retenía de hacer algo más era el miedo a perderte y ese obstáculo ya no está.
-Pero… Pero… Si aún no son nada.
-¿Y? Tengo casi 20 años de abstinencia que deseo liberar y por lo que he visto, si él puede manejar a 5 a la vez, yo podré estar más que satisfecho. – Yang no pudo evitar sonrojarse por las palabras de su madre. – Sin contar que no importa el orden de las cosas si al final el resultado es el mismo.
-...Al final Vernal tenía razón, eres una urgida…
-¡Esas no son maneras de hablarle a tu madre!
-¡Pero esa es la verdad y tú lo sabes!
Ambas se vieron retadoramente por unos segundos antes de empezar a reír, notando que esto era algo un poco ridículo. Al final sonrieron y volvieron a entrar a la casa sintiéndose, por más curioso que sea, más unidas que antes.
--
Mientras tanto en Menagerie…
-Hmmm…
-Fufu no creo que vayas a sentir nada todavía, Kunou. – Kali río un poco al ver cómo la joven Youkai colocó su cabeza en el vientre de la mujer, el cual estaba un poco hinchado.
-Pero Ghira-sama lo hace también… – Ella respondió sin apartar la cabeza de su lugar.
-Pero por qué Ghira se preocupa en exceso.
-No es… – Vio como su esposa lo miró, como retandolo a que le contradiga. – Ok… Tal vez un poco.
-Lo que yo decía.
Dijo con una sonrisa antes de darle un gran bocado al pie de manzana que estaba comiendo. El hombre por su parte solo soltó un suspiro antes de sonreír, todavía no podía creerse que sería padre de nuevo sin contar a Kunou.
-¡Ah, algo se movió!
-¿¡Qué!? – Ghira rápidamente puso su cabeza en el vientre de su esposa para poder sentirlo también.
-Eso fue mi estómago… – La respuesta de la mujer les sacó un suspiro de decepción a ambos. – En verdad que… Como sea, ¿Las comunicaciones ya funcionan?
-Me temo que no. Hace poco traté de llamar a Blake y nada. – Ghira respondió mientras se ponía recto, viendo cómo su esposa e hija adoptiva daban un suspiro.
-Hace mucho que no logramos hablar con los demás. Estoy algo preocupada.
-Yo también lo estoy querida, pero temo que no podemos hacer mucho por ahora.
-Solo podemos esperar… No me gusta. – Kunou se mostró algo triste ya que volvía a tener ganas de hablar con el castaño.
-Quizás tenga que hablar con él Sr. Wukong a ver si logra contactar con Azazel. Tal vez él pueda hacer algo.
-Lo más seguro es que ya esté en ello, pero se olvidó comunicar la idea.
Ambos adultos se vieron tras lo dicho por la joven Youkai y… Tenían que darle la razón. Es un escenario muy probable.
-Bueno entonces creo que iré a ver cómo va la construcción de Atarashi Kyoto y Atarashi Tokio. – Fue lo dicho por el Faunus mientras se levantaba del sillón.
-Todavía sigo pensando que no era necesario ponerle esos nombres aunque lo agradezca. – Kunou se mostró algo avergonzada.
-Tonterías cariño. – La mujer movió la mano restándole importancia. – Queremos que tú y los demás Youkais se sientan como en casa.
La Youkai sonrió agradecida a la mujer y le dio un abrazo que ella no dudo en regresar mientras acariciaba su espalda.
-Enserio le agradezco todo lo que han hecho por mi y los demás desde que llegamos aquí.
-Ya te lo he dicho, no es nada, nos gusta ayudar. Además ustedes también nos han ayudado desde que llegaron. A comparación de eso nosotros estamos en deuda contigo y los demás Youkais y caídos.
Ambas solo siguieron abrazándose ante la mirada feliz de Ghira que dio una pequeña sonrisa antes de marcharse. Una vez que se fue…
-Aunque si te sientes en deuda siempre puedes…
-¿Otra vez empezará con lo de los nietos? – Kunou la vio con los ojos entrecerrados, aunque se podía apreciar un leve sonrojo en sus mejillas.
-Creo que me estoy volviendo previsible fufufu. – Ella rió un poco al verse atrapada. – Aunque no negarás que te gusta la idea, ¿Verdad?
-...Primero debería volverme su pareja…
-Pues siempre me puedes pedir consejos para llamar su atención. – Le dijo con una sonrisa felina en su rostro. – Después de todo tengo la experiencia y Ghira puede dar fe de que puedo ser muy… Persuasiva.
Kunou trató de alejar la imagen mental que su cerebro le mandó… Quiere mantener su desayuno en su estómago. Kali por su lado soltó una pequeña risa al ver el rostro verde de la menor. Sin duda disfruta de este tiempo que pasan juntas.
-Así que ya sabes Kunou, si quieres que Issei se fije en ti no hay nada como ir de frente. Es más, puedes meterte en su cama cuando nos visite. Solo usen protección, aun eres un poco joven para ser madre.
-¡¡¡LADY KALI!!! – La pequeña Youkai gritó toda roja y con vapor saliendo de sus orejas de zorro.
Kali solo pudo reír con fuerza al ver el rostro de su hija, la cual estaba viéndola con algo de molestia y un puchero en su rostro.
--
Mientras tanto en Grimmland…
Se podía ver cómo Emerald se encontraba en su habitación viendo por la ventana con una mirada distante. Aún no se saca de la cabeza la charla que tuvo con Cinder después de ayudar a Salem a elegir un nuevo atuendo… El cual hacía que incluso ella se coma con la mirada a la mujer… Claro si dejamos de lado que era una bruja Grimm milenaria con deseos de destruir al mundo.
Dio un último suspiro antes de recostarse en su cama, ponerse a ver el techo y recordar la charla con Cinder.
Flashback_
En la habitación de Cinder, está entro junto con Emerald después de su… Extraña sesión de moda con su ama. Una vez dentro Cinder se sentó en el borde de su cama mientras que Emerald lo hizo en una silla que había al lado de un escritorio.
-Bueno y… ¿De qué querías hablar? – Fue la pregunta de Emerald que se mostraba un poco nerviosa.
-Seré directa contigo Emerald… ¿Qué piensas de lo que estamos haciendo?
La pregunta de la Maiden dejó sorprendida a la morena que parpadeo un par de veces antes de rascarse la mejilla.
-Ahm… Creo que no te…
-Sabes de lo que hablo Emerald. – Ella la vio con seriedad. – Para ninguno de nosotros es un secreto que estas rara desde el enfrentamiento entre el Sekiryuutei y el Hakuryuukou… Bueno, menos Salem ya que ha estado en lo suyo desde hace un tiempo.
-Yo… – La morena se mostró algo incómoda. – No se que decirte…
-Solo dime la verdad Emerald, te prometo que lo que hablemos no saldrá de aquí.
La chica se mostró algo dubitativa con respecto a si decir lo que le lleva rondando la cabeza desde hace un tiempo, en especial hablar de ello con Cinder. La vio por un segundo y sus ojos se encontraron con el único ojo de la Fall Maiden que la veía con seriedad. Se rascó el brazo derecho por unos segundos hasta que…
-La verdad… No le veo el caso a todo esto.
-Osea que tienes dudas.
-No Cinder, lo cierto es que nunca creí en esta causa. – Vio como la pelinegra se mostró ligeramente sorprendida. – La única razón por la que sigo aquí… Es por ti.
-¿Qué…?
-Yo no era más que una simple ladrona que trataba de salir adelante en las calles, pero todo eso cambió el día que… Bueno, decidí robarle a la persona equivocada.
Cinder no pudo evitar soltar una pequeña risa por el recuerdo. La cara que se le quedó a la morena cuando la interceptó en aquel callejón después de que le robara la cartera fue digna de retrato.
-Gracias a ti obtuve un nuevo propósito más allá de robar para sobrevivir, un lugar en este mundo de mierda. Tú eres… Lo más importante para mí.
-Oh… Creo que entiendo lo que dices. – Y era verdad, no es la primera vez que nota las miradas de la chica. – Emerald…
-Lo sé… – Ella sonó resignada y un poco triste. – Sé que tú nunca me verás como yo te veo, pero aún así quería seguir ayudándote todo lo posible… Claro hasta que escuché la historia del Sekiryuutei… No, la historia de Issei Hyoudou.
-No entiendo. – Ella se mostró ligeramente confundida.
-Cinder yo… Realmente detesto este mundo, pero tampoco deseo verlo destruido… ¿Te imaginas lo que debe sentirse saber que tu mundo fue destruido por qué tú, que tenías la capacidad para evitarlo, no cumpliste tu parte? ¿Y para colmo te envían a otro mundo para evitar que tenga el mismo destino?
Ante esas palabras Cinder pareció comprender lo que trataba de decir Emerald. Una carga semejante enloquecería a cualquiera, y aún así un adolescente la está llevando como buenamente puede…
-Salem ha dejado claro en más de una ocasión que desea destruir el mundo y el único que está dispuesto a hacerle frente es alguien que ni siquiera tiene que ver con este mundo… ¿Cómo nos deja eso a nosotros?
-... – La Maiden no supo qué contestar.
-La verdad… No me siento bien en seguir en este camino… Pero yo misma sé que es lo único que tengo. – La chica se sobo un brazo a la vez que bajaba la mirada. – No es como si simplemente pudiera cambiar de bando y hacer como que todo lo que he hecho sea nada.
-Entiendo… – La Maiden asintió. – Es increíble que a pesar de todo aún tengas conciencia… Aunque creo que no soy diferente.
-¿Qué quieres decir? – Emerald la vio con duda.
En eso la chica llevó su mano de manera instintiva a su cuello, justo donde tenía esa cicatriz. Cerró los ojos y soltó un suspiro cansado.
-Cuando me enteré de la existencia del poder de las Maiden… Es como si hubiera tenido una revelación. – Noto la expresión confundida de la morena. – Mi mayor deseo… Es que nadie volviera a hacerme daño… Por eso, cuando me enteré de un poder así y que solo lo pueden obtener las mujeres.
-Creo que te entiendo. – Asintió al decir eso.
-Bien… Pero todo cambió cuando vi por primera vez al Hakuryuukou. Por alguna razón me sentí identificada con él… Y tras la batalla que tuvo contra ese dios finalmente lo comprendí. El de alguna forma sufrió como yo y… Aún tras conseguir lo que quería, no estuvo satisfecho. Se sentía… Vacío… Y creo que yo acabaré igual.
La morena la miró con curiosidad, era la primera vez que veía a Cinder así.
-Perdí por primera vez contra Ruby Rose que estaba desarmada y sus amigas, perdiendo un ojo y un brazo. Al principio pensé que me confíe por tener el poder de una Maiden, pero cuando enfrente a Neo y esa chica de Atlas… Me pusieron en aprietos aún cuando no me contenía.
-Pero ellas sabían usar magia.
-Pero eso no debería ser nada en comparación al poder de una Maiden. – Cinder vio con seriedad a la chica. – Pero lo fue… Y la única razón por la que estoy viva es por qué Raven Branwen me creía muerta. Tuve… Suerte… – Esto último lo dijo mientras apretaba los puños con frustración. – Y para colmo añádele que hay más mundos ahí fuera, donde existen seres mucho más poderosos que Salem o los Dioses Hermanos.
Dijo mientras veía su brazo de Grimm, un recordatorio perpetuo de que sin importar los poderes que tenga ahora… Aún puede ser superada en batalla. Al final el poder que tanto anheló de nada le sirvió… Era un trago amargo para ella.
-Siento que sin importar si logro conseguir el poder de las demás Maidens… Seguiré siendo la misma niña débil que no podía valerse por sí misma… Y eso me hace preguntarme… ¿Valió la pena todo lo que he hecho todos estos años? – Dijo para luego ver a Emerald a los ojos. – No eres la única que tiene dudas… Yo también las tengo y por eso te entiendo.
-Cinder… – La chica se mostró sorprendida, eso era lo último que esperaba escuchar de la chica. – Entonces… ¿Qué podemos hacer?
-...La verdad no lo sé… Después de tantos años vuelvo a sentirme perdida, sin una dirección a la que ir. – Dijo con algo de pesar a la vez que negaba con la cabeza. – Por el momento solo sigamos las órdenes de Salem… No dudo que si se entera que tenemos dudas suframos un destino igual al de Tyrian o Leonardo… Al fin de cuentas somos reemplazables para ella.
Emerald asintió con algo de miedo ante la sola idea de acabar convertida en una de esas cosas. Viendo que la charla se finalizó se levantó y fue hasta la puerta donde…
-Emerald. – La mencionada se volvió a ver a la Fall Maiden. – Gracias por… Compartir tus pensamientos conmigo… Y por escucharme.
-Je. Igualmente. – Respondió con una sonrisa antes de marcharse de la habitación.
Fin Flashback_
-(Solo espero que… Podamos tomar la decisión correcta a tiempo…) – Fueron sus últimos pensamientos antes de cerrar los ojos y caer profundamente dormida. Tiene mucho en lo que pensar aún.
--
De vuelta en Argus, el tiempo de visita en la casa Cotta-Arc había acabado y todos se marcharon a donde podían para descansar. En el caso de la familia Arc estos obviamente se quedaron en la casa de Saphron y Terra, ya que tenían habitaciones de sobra. Además que le permitieron a María quedarse también ya que algunos no se sentían bien al dejarla sola. En cuanto al grupo de Issei todos fueron a la casa de Pyrrha la cual… Era bastante grande. Hasta tenían un pequeño campo de entrenamiento cubierto detrás de la casa.
-Jeje, les dije que era algo famoso.
Fueron las palabras de Pyrrha al sentir la mirada de los que recién habían llegado a Argus. Al parecer salir en cajas de cereal es algo muy redituable. Varios sienten que sus casas eran pequeñas a comparación a la de la pelirroja, claro Weiss era la que estaba más tranquila por obvias razones.
-Algo famosa es quedarse cortos, niña. – Raven dijo con algo de gracia antes de pasar a ver a Iris. – Gracias de nuevo por dejarnos estar aquí.
-Sin problema, siempre es agradable tener visita. En especial si son amigos de mi hija.
-Mamá por favor…
-¿Qué? Sabes lo feliz que me hace saber que finalmente encontraste amistades de verdad. Incluso un novio… *Snif* mi pequeña está creciendo…
Pyrrha solo se cubrió la cara por la vergüenza que le está haciendo pasar su madre… Ella ya sabía que tenía novio desde su tiempo en Patch… Solo quiere ponerla en vergüenza y lo está logrando si las risas de sus amigos indican algo.
Para fortuna de la pelirroja el grupo entero entró donde los recién llegados pudieron notar que aun si es un hogar grande y es claro la posición económica de la familia de su amiga, este lugar tenía un toque cálido y hogareño junto que no había nada muy costoso o extravagante. Dejando ver que eran personas humildes.
-De nuevo gracias por dejarnos quedar en su casa Sra. Nikos. – Issei habló mientras daba una pequeña reverencia.
-Ya dije que no es nada Issei y solo llamame Iris. – Respondió con una sonrisa. – Después de todo somos familia… Ya que hasta donde sé mi hija ya es una mujer y espero que tomes la responsabilidad de haber tomado su pureza.
Si bien al inicio la mujer tenía una sonrisa amigable rápidamente su expresión cambió a una seria con sus ojos sin vida que le sacó un susto a más de uno en el grupo, incluyendo al castaño quien estaba sudando mientras reía de forma nerviosa.
-¡Mamá! – Por su lado Pyrrha le llamó la atención a su progenitora con su rostro fundiéndose con su cabello por lo rojo que estaba. – ¡No tienes que amenazar a Issei de esa forma junto que no tienes que decir eso en voz alta!
-Tal vez, pero me tengo que asegurar que él se haga responsable y estoy segura de que si tu padre estuviera aquí ya lo estaría persiguiendo por toda la ciudad.
-¡Arggg! – La chica solo podía gruñir deseando que la tierra se abriera y se la tragara.
-Esto… No tiene de qué preocuparse Iris. – Issei comenzó a hablar llamando la atención de madre e hija. – Le aseguro que amo a Pyrrha y que nada me haría más feliz que estar junto a ella por siempre.
Dijo con sinceridad junto que veía a la pelirroja menor con una sonrisa llena de cariño, cosa que la sonrojo a la vez que se llevaba una mano al corazón estando encantada de escuchar a su novio hablar de esa manera. Por su parte Iris vio a Issei por unos segundo para luego sonreír y asentir con la cabeza.
-Bien, te encargo a mi hija Issei. Ya debes de saber que a pesar de sus habilidades sigue siendo algo descuidada junto que es una pervertida de closet.
-Jeje descuidé, por mi parte corre que siempre esté feliz. – Dijo con algo de pena por lo último que dijo la mujer para luego reír por la cara que tenía Pyrrha tras las palabras de su madre.
Por su parte los demás estaban disfrutando de la vergüenza ajena, donde varios tenían planes de como usar esto para futuras bromas hacia la pelirroja. Véanse Neo, Yang y Nora. Y otros solo sonreían por lo gracioso de la situación.
-Eso espero. En fin creo que ya va siendo hora de dormir, recuerden que aquí nos levantamos temprano. – Eso lo dijo con firmeza antes de darle una sonrisa pícara a cierto grupo de chicas. – Aunque algunas pueden tener una excepción, después de todo estarán ocupadas esta noche. ¿Verdad? – Fue todo lo que dijo antes de irse a descansar a su habitación, no sin antes darle un guiño al grupo de chicas.
Issei parpadeo un par de veces antes de ver con los ojos entrecerrados a sus novias que descaradamente desviaron la mirada mientras se ponían a silbar.
-Solo asegúrense de no hacer demasiado ruido. Algunas queremos dormir.
-¡¡Tío Qrow!! – Ruby y Yang vieron al mencionado con vergüenza mientras este solo sonreía con gracia.
-¿Le importa que compartamos cuarto con usted Sr. Branwen? – Yatsuhashi le preguntó de manera casi suplicante al hombre que lo vio con una ceja alzada.
-Seee… Nosotros también queremos dormir y será imposible con esas dos juntas. – Fox señaló a donde sabía estaban Coco e Ilia que le sacaron el dedo medio
-Por nuestra parte también nos iremos a nuestra habitación. ¿Verdad Renny? – Dijo Nora quien no soltaba el brazo de su novio el cual solo asintió con la cabeza. – Que te diviertas hermano~~.
-Y tu procura no matar a Ren. – Respondió con una sonrisa burlona, recibiendo como respuesta que la pelinaranja le sacara la lengua.
Al final todos fueron a sus respectivos cuartos donde algunas vieron mal a las novias del Sekiryuutei mientras se decían a sí mismas que pronto harían su movimiento. Véanse Ravel y Koneko. Vernal por su parte aceptó irse a su habitación sabiendo que ella tendría su cita con el castaño eventualmente y podría tenerlo para ella sola… Tiene tantos planes para esa noche.
Eso dejó al Sekiryuutei solo con sus novias quienes lo veían con una mirada intensa, pero en eso noto que había alguien más en el grupo.
-Raven… ¿Por qué sigues aquí? – Pregunto algo confundido, cosa que hizo que casi todas la pasaran a ver.
-Pues obviamente me unire a tu "castigo" Issei. – Dijo con una sonrisa de lado junto que se lamía uno de sus labios.
-¿¡Qué!?/"¿¡Qué!?" – Fue el grito de casi todas al escuchar las palabras de la Maiden quien se mantuvo tranquila a pesar de la forma en la que la veían.
-¿¡Cómo que te nos unirás!? – Fue Rossweisse la primera en cuestionar a la mujer que solo la vio antes de sonreírle con algo de burla.
-Pues como escuchas llorona, también estoy hundida hasta el fondo como ustedes. – Dijo como si nada para luego señalar a Blake. – Además ya tengo el permiso tanto de mi hija como de la que maneja el harem, así que hazte a la idea de que siempre me verás a partir de hoy.
-Esto no puede ser real… – Weiss tenía un tic en el ojo antes de pasar a fulminar al castaño con la mirada. – ¿Hasta la madre de una de nosotras? ¿¡En serio!?
-¿Y cómo es eso de que ya lo hablo con ustedes? – Ciel cuestionó a Yang y Blake donde la primera solo comenzó a silbar desentendiendose de la situación y en cuanto a la faunus…
-Créanme, también me sorprendió que Raven junto con Yang vinieran a hablar conmigo en la casa de Saphron sobre… Esto. – Se mostró algo sorprendida y al mismo tiempo irritada, pero eso cambió rápidamente a una sonrisa felina. – Pero cuando me dijo que nos enseñaría algunos trucos a cambio de dejarla unirse esta noche… Lo siento, me vi tentada.
-Es lo bueno de la experiencia. – Dijo con una sonrisa orgullosa.
-...Hasta a mi me convencería con eso… – Pyrrha no pudo argumentar nada ante esa lógica.
-Creo que ya fue suficiente de charlas. – Raven camino a donde estaba Issei y tomó su brazo colocándolo entre sus pechos, provocando este tragué algo de saliva al sentir lo suaves que eran. – Espero que no les moleste que vaya primero, les prometo que aprenderán uno o dos trucos que no salen en esos libros que leen a escondidas.
-La idea es… Realmente tentadora. – Si bien Ruby aún no estaba del todo convencida, le gustaba la idea de aprender más cosas que hacer con el castaño.
-Se-seria mi primera vez… A-algo de ayuda no estaría mal, creo… – Velvet también se mostró entusiasmada con la idea.
Así las demás aceptaron un poco a regañadientes, pero se podía ver cierto interés combinado con algo de lujuria en sus ojos. Aunque…
-No creas que te saldrás con la tuya Raven. – Rossweisse abrazó el otro brazo del castaño que se deleitó con la suavidad de sus pechos.
-Eso lo veremos llorona. – Sonrió de forma retadora aumentando la fuerza de su agarre.
-Je. Aprieta todo lo que quieras, pero en cuanto a tamaño soy superior. – La Valkiria sonrió con cierta arrogancia.
-Meh, lo que importa es la técnica. Algo que una ex-virgen como tú no tiene. – Dijo sin verse afectada por las palabras de la Valkiria.
En eso las dos se vieron de forma retadora donde incluso parecía que rayos salían de sus ojos… Era una vista algo extraña para la mayoría. Por su parte Issei solo estaba disfrutando de sentir la suavidad de ambos pares de pechos donde notaba que si bien los de Raven eran un poco más pequeños que los de la peliblanca, los cuales eran de 96 centímetros, no tenían nada de que envidiarle en cuanto a suavidad y firmeza.
-(Jejeje por cómo se sienten apuesto que son unos 93. Nada mal, sin duda es la madre de Yang.)
-Ara~ Parece que Issei disfruta más mis pechos que los tuyos.
-Sigue soñando, es obvio que está disfrutando los míos. ¿Verdad Issei?
Ver como ambas lo veían con cariño mientras se pegaban más a él… Oh al demonio.
-¡Ah~! – Ambas mujeres soltaron un pequeño grito de sorpresa y algo de excitación cuando sintieron como el castaño las agarraba por las caderas y las cargaba hasta la primera habitación vacía que encontró.
-Esa mirada que puso…
-Si Weiss… Es la misma que puso en nuestra primera noche juntos.
La espartana y la heredera se relamieron los labios antes de ir corriendo a la habitación junto con las demás donde Ruby fue la última en entrar tras colocar una barrera anti sonido en el cuarto y cerrar con seguro.
