-¡Great Blaze! – Issei lanzó su poderosa llamarada en contra de un grupo de Grimms que trataron de atacarlo, reduciendolos a cenizas. – Maldita sea, no se acaban nunca.
A pesar de su queja, no podía hacer más que seguir repeliendo a las hordas y hordas de enemigos que empezaron a llegar de la nada y trataban de abordar el tren. De ahí que se subiera encima del tren para atacarlas y no era el único.
-¡Cuidado atrás Ice Queen! – Yang le gritó a su amiga mientras ella misma lidiaba con un Grimm. – ¡Como odio a estas cosas!
-¡No eres la única Xiao-Long! – Fue el grito de la heredera quien logró esquivar el ataque del Grimm para luego usar una de sus invocaciones para eliminarlo.
-Tch, no pensé que nos topariamos con tantas Manticoras. – Qrow se quejó mientras decapitaba a una de esas cosas con su arma en su modo de guadaña.
Las Manticoras tienen cuerpo y cabeza de león, alas de ave rapaz y cola de escorpión. También tienen pelaje y plumas negras, con espinas blancas en forma de hueso en sus cuerpos, incluido un cráneo de león blanco y una gran melena de hueso en forma de corona. Un par de cuernos de toro también sobresalen de sus cráneos.
-Menos quejas y pelea más. – Fue el comentario de Raven mientras ella usando sus poderes como maiden congelaba a un par de Grimms que cayeron al suelo.
La verdad nadie se esperaba que de la nada saliera una gran cantidad se Grimms, en especial por esta zona que era una relativamente segura. Apenas pudieron reaccionar cuando una de esas cosas se estrelló contra el techo del último vagón.
Sin embargo, pudieron reaccionar rápido. Actualmente Issei junto a Sköll, el Team RWBY, Qrow, Raven, Vernal, Koneko y Ravel estaban enfrentando a las Manticoras encima del tren. La familia Arc junto al Team CFYV, Rossweisse, Neo y Ciel estaban movilizando a los pasajeros para llevarlos a una zona segura. Pyrrha, Nora y Ren se encontraban escoltando a Sienna, Deery y Raphtalia a la zona segura.
-Nuestra típica suerte vuelve a atacar. – Fue el comentario de Ren mientras veía por la ventana como una Manticora era derribada del aire por una bola de fuego.
-No es el momento Ren. – Pyrrha seguía guiando a las prisioneras mientras mostraba un poco de preocupación en su rostro. – Este ataque salió totalmente de la nada.
-Bueno no soy la más lista, pero hasta yo sé que así suelen ser los ataques de Grimms.
-Pero uno de tal magnitud no es normal. – Sienna vio con seriedad a la pelinaranja. – ¿Creéis que esto tenga que ver con Salem?
-Si bien es una posibilidad no lo creo. – Ren negó con la cabeza. – Ella dijo que no interferiría directamente con nosotros.
-Cierto. Y para ser una bruja malvada ha cumplido su palabra hasta ahora. – Pyrrha tenía que darle la razón a su amigo. – Pero no creo que eso importe por el momento. Ya llegamos con los demás.
Y era verdad, el siguiente vagón era donde estaban reunidos los demás. Pero antes de que llegaran a la puerta una Manticora atravesó el techo, mostrándose bastante molesta. Quizás debido a que sus alas parecían quemadas. En eso su vista se posó en el grupo de escolta y no dudó en abalanzarse contra ellos.
Pero para sorpresa de los 3 miembros del Team HVNL, la Faunus panda rojo se adelantó y lanzó una patada imbuida en Aura que impactó en la cara del Grimm. Este no sólo se detuvo en seco, sino que además explotó en pedazos a los pocos segundos.
-Eso fue… – Pyrrha se mostró sorprendida, ya que esa patada le recordó al golpe que usó Ren en su lucha de práctica contra Nora hace poco.
-Sorprendente, ¿Verdad? – Sienna habló con cierto orgullo. – No por nada Raphtalia era la encargada de entrenar a los novatos. Ella era una de las mejores peleadoras de White Fang.
-Supongo que eso explica por qué la estamos escoltando a ella también… – Ren pareció entender algunas cosas.
-Podemos ver eso después. Ahora tenemos que llegar con los demás.
Todos le dieron la razón a la espartana, incluidas las criminales. Por lo que rápidamente fueron al siguiente vagón donde se encontraron con Rossweisse.
-¿Ya no queda nadie en los vagones de atrás?
-No que nosotros hayamos visto. – Pyrrha habló con la Valkiria mientras sus compañeros se llevaban a las criminales más adelante. – ¿Cuál es el plan?
-Un grupo se está encargando de los Grimm mientras nosotros cuidamos de los pasajeros. – La Valkiria comentó mientras creaba una serie de círculos mágicos. – Levantaré una barrera con la que proteger este vagón y los que hay delante.
-Bien, pero solo por si acaso. – La pelirroja pasó a ver a su compañero de equipo. – ¿Puedes usar tu Semblanza para ocultar las emociones de todas estas personas?
-Son demasiadas personas, no sé si podré. – El chico dijo mostrándose algo inseguro, cosa que hizo maldecir por lo bajo a la pelirroja.
-Tal vez pueda ayudar. – Todos giraron la cabeza para ver qué se trataba de Juane. – Si bien sigo siendo un novato en esto de la magia tal vez pueda mejorar el efecto de la Semblanza de Ren.
-Podría funcionar. – La Valkiria se veía algo pensativa cuando de pronto sintieron como el tren se sacudía.
-Creo que no hay tiempo para pensarlo.
Tanto el rubio como el pelinegro asintieron. Mientras Ren activaba su Semblanza, Jaune puso su mano en la espalda del ninja y empezó a aplicar su magia de repotenciación. Poco a poco una especie de energía grisácea empezó a emanar de Ren y está comenzó a cubrir el vagón. Eso sorprendió a los civiles quienes veían eso con asombro.
-Funciono. – Pyrrha soltó un suspiro de alivio al ver eso y justo estaba por hablar cuando un círculo mágico aparece cerca de su oído. – ¿Issei?
-¿¡Pyrr como estan las cosas con ustedes!?
-Acabamos de poner a todos los pasajeros a salvo. ¿Cómo vais vosotros?
-Excelente. ¡Quieto hijo de puta! – El Sekiryuutei grito para luego escucharse el sonido de una explocion. – ¡Estas cosas no son tan dificiles de manejar, el problema es que parece que no tienen fin y que la mayoría va tras mi! -Se le notaba que no estaba de buen humor por ese hecho.
-¡Pues a este ritmo llevaremos a todos esos Grimm hasta Argus! ¿¡Qué hacemos!?
-...Poner a la gente a salvo. Lo siento de antemano por lo que haré.
-¿Qué quieres decir con…? ¿Issei? – No pudo recibir respuesta ya que el círculo mágico desapareció. – ¿¡Issei!?
-¿Alguien más cree que hará una locura? – Rossweisse habló mientras sonaba preocupada.
-Es mi hermano de quién hablamos… Sería raro si no lo hiciera. – Nora soltó un suspiro rendida a la idea.
-Para que Nora diga eso… – Pyrrha se mordió el labio en un intento de calmarse. – Sea lo que sea que tenga planeado hacer luego lo castigamos. Por ahora asegurémonos de que toda esta gente esté a salvo.
Todos asintieron ante la palabra de la espartana quien pensaba en castigar al castaño cuando todo esto termine…
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De vuelta con el castaño, este cortó la comunicación justo a tiempo para ver cómo Sköll lanza una poderosa llamarada que consumió las Manticoras cercanas.
-¡Sköll! – El castaño llegó hasta su Familiar y este paso a verlo. – Necesito que vayas hasta donde estén todos los demás y desacoples los vagones vacíos. ¿Crees que podrás amigo?
Vio como el lobo asintió con la cabeza y corrió en dirección a donde estaban todos los civiles mientras embestía a algunos Grimm estando envuelto en llamas.
Mientras el lobo hacía lo que su amo le ordenó, el Team RWBY estaba lidiando con las Manticoras. Blake tenía su arma en su modo pistola dando una rafaga de Dust a la bestia que lanzó un rugido antes de cargar hacia la faunus, dando un zarpazo que la chica esquivó gracias a sus clones, dándole la oportunidad de saltar sobre la bestia y en un movimiento rápido corto su cola de serpiente que no tardó en hacerse polvo.
-¡Esto empieza a ser tedioso! – Weiss grito molesta mientras su Armas Gigas cortaba la cabeza de la Manticora que atacó a Blake. En eso su vista captó algo que no le gusto. – ¡Sphinx!
Todos pasaron a ver dónde apuntaba la heredera y, efectivamente, se acercaban los Grimms mencionados.
Los Sphinx son Grimm grandes y esbeltas con cuerpos felinos y grandes alas emplumadas. Tienen una cabeza redonda con un hocico muy corto, algo estrecho y una máscara de hueso de cuatro crestas que toma la forma de algún felino. Cada pata tiene tres dedos y su cola es una serpiente blanca. La melena de los Sphinx parece parecerse al cabello humano.
Eran unas tres Sphinx que rugieron a la vez que lanzaban bolas de fuego a los que estaban sobre el tren, quienes esquivaron el ataque como pudieron tratando de no caerse del vehículo.
-¡¿También lanzan fuego esas cosas?! – Ravel preguntó con rabia. Estas criaturas están resultado ser más molestas que cualquier otra cosa que conociera de su antiguo mundo.
-¡No es el momento Ravel! – Koneko reprendió a su amiga mientras agarraba las garras de una de esas Sphinx que se le lanzó encima y con un rápido movimiento le arrancó las patas delanteras, haciendo que el Grimm rugiera de dolor. – ¡Kasha! – Y para rematar le lanzó una rueda de fuego blanco que la partió a la mitad.
-¡Estoy odiando este maldito día! – Vernal grito con enojo mientras disparaba a una Manticora para luego deslizarse debajo de esta y propinarle varios cortes en el cuerpo de la criatura, aplicando algo de su magia de veneno para debilitarla.
Por su lado Ruby estaba luchando contra otra Manticora dando cortes con su arma en su modo de guadaña y esquivando los zarpazos y las mordidas de su cola de serpiente. Usando su Semblanza logró ponerse detrás del Grimm para luego dar un salto mientras giraba sobre su eje, eso le permitió cortarle la cabeza al Grimm que no tardó en hacerse polvo. De repente sintió como el vagón donde estaban se sacudió un poco.
-¿Qué fue…? – En eso noto como más adelante salía humo de entre los vagones y a los pocos segundos vio a Sköll salir del humo. – ¿¡Qué hiciste Sköll!?
-¡Lo que le pedí! – Todos pasaron a era al Sekiryuutei. – ¡Ya que los Grimm vienen en su mayoría por mí, desacoplo los vagones vacíos para que los civiles pudieran ponerse a salvo!
-¿¡Y nos dejas a nosotros solos contra esta horda interminable!? – Qrow vio con incredulidad al castaño. – ¡Si esas cosas no nos matan, te mataré yo!
-¡Ya luego vemos como castigar al idiota imprudente! – Raven le grito a su hermano antes de envainar su espada y a los segundos desenvainarla mostrando que ahora la hoja era de color amarillo. – ¡Primero acabemos con estas cosas!
Sin esperar respuesta la Maiden voló y cortó varias Manticoras con su espada como si fuese un cuchillo caliente en mantequilla, para luego lanzar una onda de corte eléctrica a otro par de Grimms quienes rugieron de dolor antes de caer al suelo con varias corrientes eléctricas en su cuerpo.
Los demás siguieron el ejemplo de la Maiden con Ravel dando apoyo aéreo con sus bolas de fuego, Koneko conectando poderosos golpes y lanzando rafagas de senjutsu. Weiss se deslizaba por el techo del tren con sus Glyph y usando su magia y Dust congelaba a varias Manticoras que eran hechas pedazos por los golpes de Yang. Blake usando su agilidad y Semblanza logro acabar con dos Manticoras haciendo que se atacarán entre ellas para luego rematarlas con su arma en modo katana.
Vernal seguía disparando a cuanto Grimm entrara en su campo de visión siendo cubierta por Qrow quien logró repeler a una de las Sphinx quien estaba por lanzarle al hombre una bola de fuego, pero su cabeza fue separada de su cuerpo por el Sekiryuutei quien tenía su espada fuera. Poco a poco el grupo logró diezmar a la horda de Grimms hasta que solo quedó una Sphinx quien les rugió de forma retadora sin dejarse amedrentar por la diferencia numérica.
-Sköll… – El lobo vio al Sekiryuutei. – Calcinalo.
-Será un placer. – Issei parpadeo un par de veces. Cierto, el contrato Amo/Familiar le permite entender lo que dice… Que útil.
El lobo cargó llamas en su hocico y la Sphinx hizo lo mismo. El choque entre llamas no tardó en darse y menos aún tardaron en ganar las llamas de Sköll que desintegraron al Grimm en solo segundos.
-Buen trabajo amigo. – Issei acarició la cabeza del lobo. – Cuando lleguemos a Argus te conseguiré un enorme chuletón de ternera.
-Que sea de cerdo. – Contesto a el lobo mientras aceptaba el gesto del Sekiryuutei. Esto de que le hagan cumplidos se siente bien.
-Ahm chicos… Creo que tenemos problemas. – Vernal habló llamando la atención de todos.
-¿Que sucede Vernal? – Raven preguntó mientras enfundaba su arma para luego ver a donde apuntaba su amiga. – ……Mierda.
La razón de las palabras de la Maiden era algo muy simple. Al parecer parte del ataque del lobo había destruido una parte de las vías que estaban delante de ellos, lo que solo significa una cosa…
-Vamos a tener que seguir el camino a pie… – Fue lo que dijo Issei mientras tenía una expresión neutra en su rostro.
-¿¡Eso es lo que te preocupa mocoso!? – Qrow grito con incredulidad. – ¡Esta porquería sigue en movimiento y en cualquier momento se va ha…!
Antes de que el hombre terminara de hablar, justo como se esperaría, los vagones llegaron a la parte dañada de las vías. Lo que ocasionó que saliera del camino y terminara descarrilando. Más de uno dio un grito por lo abrupto mientras que Ravel y Koneko lograron elevarse a tiempo… Las ventajas de poder volar.
Las dos chicas no tardaron en llegar con el resto para ver como se encontraban.
-Ugh… ¿Todos se encuentran bien? Respondan solo los vivos. – Fue el comentario del Sekiryuutei mientras se levantaba y se quitaba la nieve que tenía encima.
-Muy gracioso… – Vernal respondió mientras se levantaba y se sobaba la espalda. – Carajo, caí sobre algo duro.
-Caíste sobre mí… – Dijo Qrow todavía en el suelo y con cara de pocos amigos, ocasionando que la ex-bandida sonriera nerviosa.
-¿Estás bien Weiss? – Fue la pregunta de la Phenex mientras ayudaba a la heredera a ponerse en pie.
-Eso creo… Pero esto es algo que definitivamente no quiero volver a repetir. – Respondió con fastidio para luego agradecer a la demonio su ayuda.
-Hay… Veo muchas estrellitas. – Ruby dijo mientras se tambaleaba y era ayudada por Koneko a estar de pie.
-...Bueno creo que a pesar de todo… No estamos tan mal. – Yang se estaba acomodando las vértebras de la espalda que hicieron un fuerte *crack*. – Olviden lo que dije… Esto fue una mierda.
-Te perdonó eso solo por esta vez. – Comento Raven mientras ayuda a Blake a levantarse. – Para la próxima deja que sean Weiss y Ravel las que piensen en un plan Issei. Sus planes al menos no incluyen intentar matarnos. – Dijo mientras tenía su mirada fija sobre el castaño quien rió de forma nerviosa.
-En mi defensa fue más culpa de Sköll que mia.
El comentario del Sekiryuutei no le gusto al lobo quien le dio un gruñido tras sacudirse toda la nieve de su pelaje.
-Hey, yo te dije que atacaras solo al Grimm.
-Lo de las vías solo fue un daño colateral imprevisto.
-¿En serio esa es tu excusa? Mira que eres bruto.
-Hola, le dijo la olla a la sartén.
Todos veían con una gota de sudor como el Sekiryuutei parecía discutir con el lobo que le ladraba de vuelta… Saben que puede entenderlo, pero visto desde fuera es…
-¡Aún sigo viva! – Todos pasaron a ver con sorpresa cómo una anciana salía de uno de los vagones y andaba tranquilamente hasta ellos. – Eso estuvo cerca, ¿No?
-... – Nadie supo qué contestar y no era para menos. Pero en eso Issei pareció reconocerla.
-Momento. Usted es la anciana a la que ayudé en la estación.
La anciana tenía piel oscura y cabello largo plateado, que lleva recogido en una sola trenza que le cae por la espalda. Ella es de baja estatura y parece estar encorvada, lo que requiere el uso de un bastón. Sin embargo, parecía que podía caminar sin él.
Lleva un vestido largo al estilo tradicional tabasqueño, que consiste en una blusa azul oscuro con mangas amplias y una falda compuesta por capas alternas de azul claro y oscuro. Además de su vestido, usa gruesos guantes marrones y una pesada capa azul adornada en los bordes con un patrón de triángulos huecos blancos sobre un fondo azul claro. Un borde blanco y azul similar está alrededor del cuello de la capa. La capa está asegurada a sus hombros con hombreras blancas adornadas.
Tenia una protesis en sus ojos y estas eran de color gris oscuro con lentes de color cian, cada una de las cuales está equipada con un conjunto de obturadores ajustables capaces de imitar las expresiones naturales. Cuatro luces cian rectangulares crean un anillo parcial en el borde exterior inferior de los ojos, mientras que un solo nódulo cian en el borde exterior superior se superpone ligeramente con cada lente. Dos pequeñas antenas sobresalen verticalmente del lado superior izquierdo de la prótesis.
-Esa misma. Me alegra verte de nuevo muchacho.
-¿Usted estuvo en el vagón… Todo el tiempo? – Blake le preguntó a la anciana mientras tenia los ojos abiertos.
-Pues claro. ¿Dónde esperaban que estuviera? ¿En el techo?
-(¿Se cree Spiderman o que?) – No es el momento Ddraig.
-Pero… ¿Por qué no fue a la parte delantera del tren con los demás pasajeros?
-Pues estaba en el baño cuando todo pasó y ahí me quedé encerrada hasta que la puerta se rompió por la colisión. – Ella respondió con toda la calma del mundo. Hasta parecía que no le daba importancia.
-Genial... Estamos varados con una anciana indefensa y perdimos a casi todo el equipo. – Yang se llevó una mano a la cara con exasperación.
-Me llamo María Calavera y no soy indefensa… Solo estoy un poco sorda… Y ciega sin mis ojos… Que necesitan urgentemente que los reparen. – Dijo eso mientras trataba de hacer funcionar sus prótesis. – Ok… Puede que vea tu punto. – La anciana parecía deprimirse un poco al caer en cuenta de sus limitantes.
-No se preocupe Sra. Calavera. Nos hemos visto en situaciones mucho peores. – Issei se rasco la cabeza al decir eso. – Pero bueno ahora… ¿Hm? – Se detuvo cuando un círculo mágico apareció en su oído y cuando contestó…
-¡¡¡ISSEI HYOUDOU!!! – El castaño dio un salto por el repentino grito en su oído.
-¿Rose?
-¡¿¡ERES CONSCIENTE DE LOS SERIOS PROBLEMAS QUE TIENES EN ESTE MOMENTO!?!
-Pero…
-¡¡¡NADA DE PEROS!!! – Cerró la boca ante el grito de la peliblanca. – ¡¿¡PORQUE DIABLOS NO NOS DIJISTE QUE TENIAS PLANEADO SEPARAR EL MADITO TREN!?!
-En realidad se me ocurrió en ese momento… Y sabía que os enfadaríais.
-¡¡Claro que nos enfadamos!! – Escucho como la mujer dejó ir un largo suspiro para tratar de calmarse. – Mira ya todos sabemos que eres un imprudente, pero a la otra dinos cual es tu plan antes de hacerlo.
-Lo siento… – Issei sonó algo deprimido. – Hablaremos cuando lleguemos a Argus. Creo que nos llevará un tiempo, por cierto.
-¿Y eso por qué? La fuerza cinética que tenían los vagones de atrás debería ser suficiente para dejaros cerca.
-Bueno… La cosa es…
-Ise… ¿Qué hiciste? – Preguntó sonando seria, haciendo que el Sekiryuutei trague saliva.
-¡Todo es culpa de Sköll! – El mencionado lobo gruñó con rabia al escuchar a su amo echarle la culpa. – ¡Uno de sus ataques destruyó las vías y nos descarrilamos!
-Un ataque que tú ordenaste Issei. – Raven hablo lo suficientemente alto para que la Valkiria la escuchara.
-¡No me vendas mujer!
-¡Jodete!
-¡Tú cállate pulgoso!
-...Todas hablaremos muy seriamente de esto Ise… Pyrrha, las hermanas Arc junto a Ciel, Neo y Velvet no estarán felices de escuchar eso.
-Sí señora… -Bajó la cabeza en rendición por su destino… Está muerto si la mirada de las demás indican algo.
-(Una vez más tu típica suerte compañero.) – No ayudas, Ddraig. – (Lo se, no era mi intención.)
-Pero dejando eso de lado, ¿Todos están bien?
-Lo estamos. Y tenemos algo más de lo que preocuparnos.
-¿Siendo reprendido por tu novia, muchacho? – María preguntó con una sonrisa descarada.
-¿Quién dijo eso?
-Una polizona inesperada. – Issei soltó una risa nerviosa.
-No soy ninguna polizona, pagué mi boleto como todos. – Maria sonrió indignada por la acusación para luego mostrarse algo confundida. – Pero dejando eso de lado, interesante forma de comunicación. Es la primera vez que veo algo como eso en todos mis años de vida.
-Ehm… Si es… Una Semblanza interesante… – Issei trató de encubrir el tema pero…
-...¿Te han dicho alguna vez que eres muy mal mentiroso?
-Más de lo que me gustaría recordar… – Bajo la cabeza en forma deprimente, mientras que los demás veían con pena la escena… Bueno Vernal lo veía divertido.
-Ajam… Creo que podemos dejar ese tema de lado por el momento. – La voz de la Valkiria sacó al castaño de su estado deprimente. – Nosotros pronto llegaremos a Argus y todos los pasajeros están a salvo, aunque sera algo molesto explicarle a los militares el porque no teníamos todo el tren con nosotros. – Pudo detectar cierto deje de molestia en su voz.
-Lo siento de verdad Rose.
-Hey, dile que cuando se vean tendrán una noche de sexo salvaje. Seguro que así te perdona.
-¡Sra. Calavera! – Issei le gritó a la anciana con un gran sonrojo.
-Ay estos jóvenes de ahora se apenan con tan poco. – La mujer negó con la cabeza mientras comenzaba a caminar. – Se supone que eso es algo normal en una pareja, no hay nada de qué avergonzarse.
-¡Aún así decirlo así es…! No le hagas caso Rose, ella solo…
-Tal vez no sea mala idea… – ¿Qué dijo? – Claro tendré que decirle a las demás, pero creo que también verían eso como una buena manera de pago y no dudo que al Team RWBY no le agrade la idea.
-(Ve preparando esas caderas compañero. Oh y por cierto, estas dos también quieren su compensación. Jajaja.) – ¡Qué te jodan lagarto con sobrepeso!
-Bueno nos vemos en unos días, Ise. Te esperaremos listas~.
-Ahm… Si… Nos vemos Rose. – Con eso la comunicación terminó y el Sekiryuutei reía de forma nerviosa al ver la mirada del Team RWBY. – Ahm… Chicas. ¿Por qué me ven de esa forma?
-...Te vigilamos Cariño… – Fueron las palabras de Ruby mientras hacía el gesto con su mano de que no le quitarían los ojos de encima.
-Aunque no es mala idea. Digo podemos usar de referencia la página 300 del vol 3 de mis libros. – Blake dijo mientras le daba una sonrisa coqueta al castaño.
-¿No es ese donde ocurre una orgia en una posada? – Weiss habló para a los segundos taparse la boca y sentir como sus mejillas se calientan.
-Mmm~, a mamá le gusta la idea. – Yang ya parecía hacer planes. – ¿Tal vez deba llamar a Kuroka para ver si se quiere unir?
-¿No hicieron ya un trío? – Blake vio a su amiga con una ceja alzada. – Además es claro que a esa gata le emociona la idea de una orgia desde el día uno.
Mientras las 4 chicas hablaban de cómo… Cobrar su remuneración, las demás veían esto con el ceño fruncido por los celos. Mientras que Qrow tenía una expresión complicada al escuchar a sus sobrinas hablar tan libremente de armarse una orgia… Se nota que ya no son unas niñas, menos mal Tai no está aquí.
Pero nadie noto como Raven apretaba uno de sus puños junto a que pequeñas corrientes eléctricas la recorrían. Dio un par de respiraciones para tratar de calmarse y no levantar sospechas.
-*Fiuuu*. Tu vida sexual es más interesante de lo que uno podría imaginarse jajajaja. – Si bien a María le resultaba un poco raro que tantas chicas parecieran estar de acuerdo en acostarse con la misma persona, no es quien para juzgar. – Los tiempos realmente cambian.
-...Lo hizo a propósito. ¿No?
-No se de que me hablas muchacho, simplemente te di un consejo para contentar a tu novia. Nada funciona mejor para complacer a una mujer que una buena noche en la cama. – La anciana lo vio con una sonrisa inocente que no le quedaba para nada. Eso le saco un tic en su ojo derecho… Está rodeado de gente que goza de sus penas.
-Como sea, mejor empezamos a movernos. – Issei soltó un suspiro antes de ver a Yang. – ¿Puedes sacar a Bumblebee? Creo que podemos llevar a la Sra. Calavera en ella.
-¿Estás seguro Ise? Digo ya sabes… – Pregunto mirando a la mencionada anciana.
-No tiene caso ocultarlo, literalmente me vio charlando con Rose.
-¿Ocultar qué cosa? – María preguntó con curiosidad antes de ver cómo la rubia creaba un círculo mágico en el suelo y de este salía una motocicleta de color amarillo. – ……Definitivamente necesito que le hagan una revisión a esta cosa… – Dijo antes de darle un pequeño golpe a su prótesis.
-Mejor suba a la moto señora. Le espera una laaaarga y loca explicación. – Qrow comentó con gracia antes de ponerse a caminar junto a su hermana.
-Muchacho, he estado en este mundo antes de que nacieras y he visto cosas locas. No creo que me sorprendan. – Dijo soltando una risa mientras era ayudada por Yang a subirse a la motocicleta. – Gracias por la ayuda, pequeña.
La rubia solo asintió con una sonrisa antes de empezar a empujar el vehículo. Así todos comenzaron a caminar en dirección a Argus, pero Sköll se detuvo por un segundo al captar un olor extraño y pasó a ver sus alrededores.
-¡Venga lobito, que te dejamos atrás!
El lobo le gruñó a Vernal por su impertinencia, pero dio un último vistazo antes de ir junto a su amo. Fue entonces cuando, un poco lejos de donde estaban, la misma cosa que mandó a los Grimm atacar el tren vio oculto entre los árboles como el grupo se movilizaba. Soltó un pequeño gruñido antes de desaparecer en la espesura del bosque. Esto aún no ha terminado.
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Mientras tanto en Grimmlands…
-¡Jah! – Fue el grito de Mercury antes de lanzar una patada contra una enorme roca, la cual destruyó. – ¡Oh sí! ¡Esto está mucho mejor!
-Eres como un niño grande… – Fue lo dicho por Emerald mientras hundía en el suelo un par de columnas de piedra. – Aunque reconozco que esto no está nada mal.
-Supongo que algo es algo. – Hazel habló antes de hacerse un corte en el brazo, el cual no tardó en curarse después de que una energía verde envolviera la zona. – Se siente bastante natural.
-¿Será por qué los humanos de antes podían usar magia?
-No lo sé niña, pero supongo que ahora ya no estaremos en tanta desventaja cuando nos enfrentemos a esos mocosos.
-¡Si, ahora les mostraré a esas perras que no pueden reírse de mí! – Dijo con arrogancia mientras golpeaba su puño contra su palma, solo para recibir un zape por parte de Emerald. – ¿¡Y eso por qué mierdas fue!?
-Por idiota. – La chica puso ambas manos sobre su cadera y vio con fastidio a su colega. – ¿T engo que recordarles que aunque puede que igualemos terreno con los demás, aún hay que preocuparse por ese par? – A sus palabras ambos hombres no pudieron evitar tensarse un poco. – Sin olvidar claro que están ese par de lobos que hasta donde sabemos se quedaron con ellos.
-Cierto… Como si no tuviéramos bastante con dragones legendarios, ahora hay que preocuparse por lobos gigantes que saben usar magia… ¿Cómo pudo el mundo de ese tipo mantenerse tanto tiempo en aparente tranquilidad con seres como esos habitandolo?
Tanto Emerald como Hazel se vieron ante la pregunta del peliplata. Esa era una buena pregunta, pero saben que jamás tendrán respuesta. En eso la puerta de la sala donde estaban se abrió, dejando ver a Cinder.
-Hey jefa. ¿Cómo va el control sobre tus poderes?
-Mejorando. – Respondió mientras hacía aparecer una pequeña llama en su dedo. – ¿Y ustedes?
-Estamos en un buen nivel. Tal vez no al nivel de esos mocosos, pero al menos ya no seremos superados tan fácilmente.
Asintió a las palabras del hombre para después pasar a ver a Emerald, la cual se había mantenido callada desde que entró. Se acercó a ella y está la vio con duda.
-¿Cinder?
-'Hay algo de lo que me gustaría hablar contigo después.' – Le susurro mientras parecía limpiar su hombro. – Parece que este sitio necesita una limpieza urgente. El polvo se te pega a la ropa.
-¿Eh? Oh, gracias… – Emerald respondió como pudo mientras se le veía confundida.
Hazel vio eso con una ceja alzada y Mercury simplemente se encogió de hombros, ya que no le importaba realmente.
En ese momento sintieron una extraña sensación en el ambiente, junto al sonido de pasos acercándose. De repente las puertas se abrieron revelando la figura de Salem, la cual… ¿Tenía el cabello suelto?
-Veo que han estado aprovechando el tiempo… Eso es bueno. – Habló con calma y una pequeña sonrisa que confundió aún más a todos. – ¿Qué? ¿Se volvieron mudos de repente o que?
-Es que… – Emerald fue la primera en salir de su asombro, tratando de encontrar la forma de expresarse.
-No esperamos que cambiará su peinado My Lady. – Cinder fue la que expresó la opinión de sus camaradas quienes asintieron.
La bruja solo los vio a todos con una ceja alzada para luego sonreír de lado y colocar sus manos sobre sus caderas.
-Bueno llevo cientos de años con el mismo estilo, creo que es tiempo para un cambio. – Nuevamente los demás no sabían cómo reaccionar. – Pero dejando eso de lado, he venido para decirles que seguirán en espera antes de ir por la Reliquia en Atlas.
-¿Quiere que volvamos a esperar al Sekiryuutei? – Fue la pregunta de Hazel ya que ellos también se habían enterado de la declaración de guerra de Adam y no dudan que el castaño vaya a pararle los pies.
-Esa es una de las razones. Otra es que mis experimentos personales aún no están acabados. – Más de uno tuvo un escalofrío ante eso. – Y la última… Es que quiero conseguir más siervos. – Eso sí los sorprendió.
-¿Y esa decisión?
-Simple Emerald. Si quiero que mis planes salgan bien, voy a necesitar más mano de obra. Y viendo que mis experimentos solo sirven como carne de cañón…
-¿Y de dónde planea sacar esa mano de obra señora? – Hazel preguntó con curiosidad tratando de mantener el respeto a la mujer que solo…
-Hace tiempo Watts me comentó acerca de un grupo que parece… Adorarme como hacía Tyrian. – Comentó mientras miraba sus uñas con cierto aburrimiento antes de ver a sus siervos. – Y quiero comprobar si pueden serme útiles. Esa será tu misión por el momento Mercury.
El mencionado la vio con sorpresa mientras se señalaba a sí mismo. La bruja sólo rodó los ojos y llamó a uno de sus Videntes que no tardó en llegar.
-Cuando logres encontrar estos grupos usa esto, yo me haré cargo del resto. ¿Entendido?
-S-si My Lady.
-Perfecto. Entonces empieza a moverte. – Dijo con seriedad y el chico no tardó en marcharse del lugar con el Grimm yendo detrás suyo. – En cuanto a ti Hazel, ve a ver cómo va Watts con mis experimentos. – Vio cómo el hombre asintió antes de retirarse.
-¿Qué quiere que hagamos nosotras My Lady? – Fue la pregunta de Cinder quien vio con algo de miedo como la mujer se acercaba a ellas con una mirada indescifrable.
-Ustedes dos me ayudarán con algo muy importante.
-*Glup*... ¿Y eso sería…? – Preguntó Emerald sintiéndose nerviosa.
-Simple… – Creó un círculo mágico en su mano y de este salió… ¿Un vestido? – Quiero que me ayuden a elegir un nuevo atuendo. – Comento con una sonrisa y un tono alegre, provocando que ambas chicas casi se vayan de espaldas al suelo.
-¿E-eso es todo?
-¿Cómo que si eso es todo? ¿Se pensaban que el pelo sería lo único que cambiaría? Ni hablar. Quiero un cambio completo y dicho sea de paso, quiero dejar de verme como una vieja bruja. ¡Soy la villana de esta historia, debería verme amenazante y por sobretodo sexy!
Las dos chicas se vieron entre ellas sin saber cómo responder a ese comentario de su ama, por lo que decidieron hacer lo único que podían… Seguirle la corriente.
-Como guste My Lady… Solo le pido perdón de antemano ya que no soy muy aficionada a la moda. – Fue lo que dijo Cinder tratando de sonar lo más normal posible.
-Lo mismo… Crecer en las calles hace que esas cosas pasen a segundo plano jeje. – Emerald soltó una risa nerviosa por la tan extraña situación en la que estaba.
-Bien entonces no perdamos tiempo, quiero mostrar una nueva imagen acorde a mi nueva motivación.
Salem dio un pequeño aplauso mientras comenzaba a caminar con las otras dos siguiéndola de cerca quienes se vieron la una a la otra una última vez antes de soltar un suspiro. Siguen sin saber si esta nueva Salem expresiva era mejor o peor que la estoica que conocieron por años. Solo están seguras de que esto es culpa del Sekiryuutei.
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-¡Odio nuestra suerte!
Fue el grito del Sekiryuutei quien junto a los demás estaban en medio de una ventisca que salió de la nada. Y lo peor es que puede sentir la mirada de todos sobre su nuca como si lo estuvieran culpando de esta situación.
-¡Es porque es tu culpa! – Fue el grito de Vernal quien se estaba abrazando a sí misma en un intento de calentarse.
-¡Deja de meterte en mi cabeza mujer! – Grito mientras temblaba por el aire frío y veía como le saco el dedo medio. – Grrr… Odio mi mala suerte.
-Puede ser peor chico, podríamos estar rodeados de Grimms y con varias personas heridas. – Fue el comentario de Maria quien seguía montada en la motocicleta. – Pero igual es mejor tratar de buscar alguna clase de refugio en lugar de andar a ciegas… Y no quiero chistes sobre eso.
-Mejor. Ya tenemos suficiente con Yang.
-Pudrete Ice Queen. – Dijo la rubia mientras fulminaba con la mirada a la peliblanca quién hizo lo mismo.
-Tal vez encontremos una cueva cerca. Lo único malo es que tal vez tengamos que pelear contra algún Grimm que la use de guarida.
-Con tan de guarecerse de este frío, por lo encantado. – Fue la respuesta de Qrow a lo dicho por su hermana que parecía estar bien, lo cual atribuyó a su condición de Maiden.
-Pues espero que sea rápido… ¡Y ya dejen de usarme cómo si fuera una fogata! – Fue el grito de Ravel viendo a Koneko, Ruby y Blake, las cuales estaban cerca de sus alas de fuego.
-Ugh… Ojalá encontremos algo pronto… – Fue la queja de Issei mientras seguía avanzando con Sköll a su lado. Pero de repente este se puso a olfatear el suelo, como buscando algo. – ¿Qué sucede amigo?
-Detectó aromas particulares… Madera vieja, metal oxidado, entre otros característicos de un pueblo.
-¿¡Un pueblo!? – El grito del Sekiryuutei llamó la atención de todos. – ¡Guíanos Sköll!
El lobo ladró en respuesta y comenzó a olfatear con más intensidad hasta que captó la dirección de donde venían esos olores, procediendo rápidamente a correr en dicha dirección y con los demás siguiéndolo.
Tras unos pocos minutos todos se vieron delante de una puerta de metal roja con un arco y con un cartel en este donde se alcanzaba a leer algo.
-¿Brunswick Farms? – Weiss leyó el cartel con extrañeza. – No recuerdo haber visto ese nombre en el mapa.
-¡Qué importa, entremos de una vez! – Fue lo dicho por Vernal y nadie le llevó la contraria.
Al entrar no tardaron en ver algunas casas pequeñas, seguramente para los trabajadores agrícolas. Un poco más adelante pudieron ver un pozo y llegando al final del lugar podía verse una gran casa de campo de dos pisos y varios invernaderos que flanqueaban un camino de adoquines que conducía a la casa. También había al menos dos graneros.
-Todo luce algo viejo. – Fue lo dicho por Blake quien veía con atención el lugar. – ¿¡Holaaa!? ¡Nos hemos extraviado por la tormenta, ¿Pueden ayudarnos?!
Sin embargo nadie contestó o siquiera salió alguien de alguna de las casas. Parece que no había nadie en el lugar.
-Genial. Fuimos a parar a un pueblo abandonado.
-Mejor eso que nada Yang. – Fue lo dicho por la Maiden mientras avanzaba junto con el resto.
Pero habían tres personas que se movían con cautela por el lugar, pues este tenía algo que les ponía los pelos de punta.
-¿Tú también puedes notarlo Issei-senpai? – Preguntó Koneko mientras llegaba al lado de este.
-Si… La muerte se siente por todas partes. – Issei reconocía bien esa sensación. Vio como Sköll también estaba alerta al sentir lo mismo. – Mantente alerta Koneko-chan.
-Si. – Ella respondió, aunque se tomó un segundo para ver la expresión seria del castaño… Le gusta esa expresión.
Al llegar a la gran casa de campo Qrow abrió la puerta con cuidado siendo él el primero en entrar y al ver que era seguro les dio pase a los demás. Cuando todos entraron vieron que tenía un gran vestíbulo delantero con una escalera que conducía al segundo piso a la izquierda, una biblioteca en la planta baja con una chimenea a la izquierda y justo enfrente había un bar.
Una vez resguardados del frío más de uno no tardó en soltar un suspiro de alivio. Aún estaba helado, pero era mucho más soportable que afuera.
-Espero que no estemos invadiendo propiedad privada.
-Tranquilízate niña rica. – Weiss vio feo a la ex-bandida quien se sentó en uno de los sillones que había. – Se nota que aquí no hay ni una sola alma así que no estamos violando ninguna ley.
-Por todos los cielos Vernal. –Raven se llevó una mano al rostro ante la actitud de su amiga. – Puede que tengas algo de razón pero solo mira el buen estado en el que están las cosas. No parece que los que vivían aquí se fueron hace mucho.
-Nos preocuparemos de eso luego, primero hay que encender una fogata y… ¿Porque se me quedan viendo? – Ravel comenzó a hablar para luego ver a todos con una ceja alzada.
-Pues para que enciendas la chimenea dah. – Yang se cruzó de brazos mientras veía con burla a la demonio. – Digo de todos, a ti se te da mejor el fuego y todo eso.
-¡No soy ninguna clase de encendedor andante pechugona descerebrada! – Gritó con indignación en su rostro. – ¡Además tú también eres buena con el fuego o incluso pueden usar algo de ese Dust!
-Si, pero es más divertido ver como te molestas. Definitivamente me recuerdas a Ice Queen… Es igual de divertido burlarse de ustedes dos.
Ambas chicas vieron con molestia a la rubia quien no borraba su sonrisa burlona. El resto vio con aburrimiento esto y Sköll quien se harto del frío lanzó una pequeña bola de fuego a la chimenea prendiendo al instante. Caminó unos pasos hasta quedar frente a esta para proceder a echarse en el suelo ante la mirada de todos.
-Bueno eso resuelve el problema del frío. – Maria fue la que rompió el silencio para luego comenzar a caminar a uno de los sillones libres y sentarse. – Aún no puedo creer esa loca historia suya. – Soltó un suspiro para luego dar una pequeña risa. – Al parecer a esta vieja aún le aguardan unas cuantas sorpresas.
-Lamentamos que se haya tenido que ver envuelta en todo esto Sra. Calavera.
-Tonterías muchacho. De hecho algo de acción era lo que necesitaban estos viejos huesos. – La mujer le sonrió al castaño que se rasco la cabeza, pero aún así sonrió un poco. – Ahora bien, quizás sea buena idea empezar a buscar algo para comer.
-Ya me adelante. – Fue lo dicho por Qrow llamando la atención de todos. – El bar tiene un almacén donde hay comida, pero solo hay alcohol para beber.
-Entonces mejor nos ponemos a buscar ya. – Issei vio por la ventana, aún sintiendo ese malestar. – Raven, Yang, Ravel-chan y Koneko-chan, ustedes son las que mejor aguantan el frío. Inspeccionen las neveras y alacenas de las otras casas. Qrow, tú y yo haremos recuento de lo que haya en esta casa. Los demás podéis hacer lo que queráis.
-¿¡Tengo que volver a fuera otra vez!? – Yang se quejó antes de hacer un puchero.
-¿Accederías por un beso de buenas noches?
-Bueno chicas andando, que hay que encontrar cualquier cosa que sea comestible. – No tardó en dirigirse a la salida ante la mirada plana de los demás y la risa de Maria. Koneko y Ravel negaron con la cabeza con un rostro de fastidio para luego seguir a Yang.
-[Ni que esto fuera Scooby Doo…]
-[Solo que en vez de un perro cobarde tenemos a una hermosa chica ruda…]
-[Lo más raro es que terminará funcionando sin que diera queja alguna…]
Tanto Ddraig como Davs y Aile no sabían qué pensar ante lo recién ocurrido.
Issei por su parte solo soltó un suspiro antes de ir con Qrow al almacén dejando al resto del Team RWBY y Vernal sin saber qué hacer, a Sköll durmiendo plácidamente al lado del fuego y a María leyendo uno de los libros que tomó de la estantería.
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En el almacén, Issei no tardó en ver que había mucho más alcohol que comida. Literalmente habían barriles y botellas de muchas clases diferentes de alcohol casi por todos lados. Parece que a quienes viven aquí les gusta beber.
Pero decidió dejar eso de lado y ponerse a hacer recuento con la ayuda de Qrow. Le pareció curioso ver cómo este ni siquiera le prestaba atención a las botellas que tenía al lado.
-¿Sorprendido de que no esté bebiendo? – Parece que el pelinegro lo había notado.
-La verdad si, no es por ofender ni nada pero… La primera impresión no se olvida fácilmente. – Comento mientras se rascaba la mejilla.
-¿Hablas por experiencia… Bestia pervertida de Kuoh? – Preguntó con una sonrisa burlona que le sacó un tic en su ojo derecho. – Jajaja es tan divertido meterse contigo mocoso.
-Pudrete anciano…
-Pero ahora en serio, lo cierto es que el impulso aún está ahí. ¿Sabes?
-Me imagino que no es fácil… Ya sabe, dejarlo. – Hablo mientras se recostaba en uno de los barriles del lugar.
-Lo es… Ya son muchos años ahogando mis penas en el alcohol… Je, ahora que me paro a ver atrás noto que fui muy patético.
-¿Tanto así? – Vio con una ceja alzada al hombre frente suyo. Para que él mismo diga eso sin duda algo fuerte debió de sacudirlo.
-Si… – Se recostó en un barril cerca del castaño. – Recuerdo… Una vez que me emborraché en casa de Tai cuando este estaba con Summer. Esta me encontró en el porche de la puerta… Vomitando.
Soltó una risa amarga tras decir eso, pero era obvio para Issei que el recuerdo no era del agrado del pelinegro.
-Creo qué hablamos sobre Raven… O mejor dicho discutimos, no lo recuerdo bien… Lo que sí recuerdo a la perfección fue el puñetazo con el que me noqueó.
-Auch… – Dijo sin pensarlo. Empieza a ver qué Ruby no sacó su fuerza para los abrazos de su padre…
-Si… Y a pesar de eso, al día siguiente desperté en el sofá con una manta encima y un café recién hecho con galletas encima de la mesa… – Sonrió ante el recuerdo. Esa mujer era demasiado buena para su bien.
Issei vio como sonreía tras decir eso. Era claro que el recuerdo de Summer era algo muy importante para él y los demás quienes la lograron conocer. Le hubiera gustado interactuar con ella, de seguro con su suerte lo amenaza con esa mirada que ha visto en Ruby para luego pedir que la llame mamá con una sonrisa. Rio por lo bajo ante esa idea para luego ver con seriedad a Qrow.
-Si puedo preguntar… ¿Qué fue lo que hizo que quiera dejarlo? – La pregunta de Issei hizo que Qrow se quede callado unos segundos. – No tienes que…
-No… Está bien. – Se pasó una mano por el cabello a la vez que soltaba un suspiro. – En parte fue querer estar sobrio para hablar con Raven después de que escuche a Yang hablar con las demás de que la aceptó en su vida… Eso me llamó la atención y la otra razón pues puedo decir que es tu culpa. – Dijo con gracia mientras señalaba al Sekiryuutei.
-¿Mia? – Preguntó mientras se señalaba a sí mismo a la par que parpadeaba.
El hombre rió entre dientes al ver esa reacción. Aun le parece algo raro la forma de ser de este chico. De un momento puede actuar despreocupado o lucir como un idiota y al siguiente pasar a alguien serio dispuesto a ser el que se lleve la peor parte en una pelea si eso significa proteger a los demas. Es alguien raro.
-Se podría decir que ver esos otros mundos ayudan a poner las cosas en perspectiva y de que siempre habrá alguien peor que tú… Y ver cómo siguen adelante a pesar de que duela… Bueno soy un idiota, pero no tan idiota para no notar que eh estado haciedo las cosas mal todo este tiempo.
-Al menos lo admites. Eso es un buen primer paso.
El hombre sonrió de lado ante sus palabras. Era verdad.
-En fin, estas cosas no se contarán solas.
-Cierto, volvamos a… – Issei se detuvo al darse cuenta de algo. – Oye Qrow…
-¿Hm?
-¿Es normal tanta seguridad en una puerta?
Preguntó mientras señalaba a la puerta al fondo del almacén, la cual estaba cubierta completamente de cadenas y candados. Eso era raro.
-Debe de ser solo un sótano o un refugio por si pasaba un ataque de Grimms. No le des importancia y ayudame a seguir viendo con cuánta comida contamos. – El hombre le dijo mientras parecía no darle importancia a la dichosa puerta y solamente siguió con lo suyo.
Issei estaba por decir algo en contra, ya que por alguna razón tenía un mal presentimiento, cuando…
-¡¡Kyaaaaaa!! – Un grito proveniente del segundo piso hizo eco en toda la casa.
-¡¡Weiss!!
Issei no tardó en salir corriendo del almacén siendo seguido por Qrow… Y sin que los dos se dieran cuenta la puerta que estaba bloqueada comenzó a moverse desde adentro, como si algo quisiera salir para luego detenerse.
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-¡Weiss! – Fue el grito de Issei quien tenía listo su Sacred Gear por si tenía que pelear.
No tardó en llegar al segundo piso donde encontró a la peliblanca en la puerta de una de las habitaciones. Fue con ella y le dio vuelta para ver si estaba herida.
-¿¡Que paso!? ¿¡Estás herida!? – Preguntó con preocupación mientras veía como ella se aferraba a él y parecía al borde de las lágrimas.
-¿¡Qué ha pasado!? – Fue la pregunta de Ruby quien había subido con el resto donde tenían sus armas listas.
-No lo sé. Vamos Princesa, dime qué… – Se detuvo al captar algo por el rabillo del ojo, haciendo que pasara a ver dentro de la habitación y… Palideció. – Oh por dios…
Todos se acercaron a dónde estaban y cuando asomaron la cabeza por la puerta… Entendieron por qué la reacción de la heredera y el Sekiryuutei.
En la cama de la habitación se podía ver los cadáveres momificados de un hombre y una mujer… Esto era algo que nadie esperaba ver y… Jamás podrían borrar de sus mentes.
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En alguna parte del continente de Solitas…
Se podía ver una figura encapuchada caminar tranquilamente por el páramo helado, como si el temporal no le afectase en lo más mínimo. De repente se detuvo al sentir cómo algo se acercaba a él.
-¿Vienes a probar tu suerte contra mi? – Fue lo que la figura le preguntó a lo que parecía ser una especie de Mamut con varias partes de hielo en su cuerpo. – Espero que a diferencia de los otros puedas al menos entretenerme unos cuantos minutos.
BRUUUUUUU
Fue todo lo que escuchó como respuesta antes de que el Grimm lo atacara de frente, algo que pareció gustarle al encapuchado quién sonrió ampliamente antes de lanzarse en contra de su enorme enemigo.
