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¿Recuerdas haber sido encontrado por la señorita?

Salió un momento del banquete para buscarte.

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El corazón le palpitaba en un horrible resonar de deseos eróticos. La joven de rostro y expresión desconocida gemía y lo llamaba con dulzura, pidiéndole que le diera más placer con su cuerpo.

Incómodo, giró la cabeza sobre la almohada. Una joven diferente lo llevaba de la mano, corriendo bajo los rayos del sol por un campo abierto.

Volvió a mover la cabeza. Otra chica lo miraba entre la dulzura y la excitación. Lo correcto y lo prohibido. Sintiendo el calor de su mano en su rostro, junto con la diabólica mirada de una mujer de ojos blancos, despertó empapado en sudor.

Sasuke se incorporó de prisa en la cama, intentando armar el rompecabezas recién visto en sus sueños, antes de escuchar como llamaban a la puerta con urgencia.

Respirando y llevándose una mano a su frente, se dio cuenta de que estaba en su alcoba. Y que no tenía detalles de lo ocurrido la noche anterior. ¿Había pasado algo con Sakura? Tenía el presentimiento de haberla besado.

Volvieron a tocar la puerta. Salió de la cama y se apresuró en ponerse los primeros calzones limpios que encontró, en un cajón del armario, y una piyama de dos piezas.

Sin darle importancia a los botones de la camisa; dejándolos sin abrochar, acomodó la cama lo mejor que pudo, deshaciéndose de las sábanas sudadas y, finalmente, giró el pomo para abrir la puerta hacia él.

-B-Buenos dias, Sasuke. - se apresuró a decir Osamu, sonriendo. Traía consigo un carrito de metal con varias bandejas llenas de platos con comida. - ¿Dormiste bien anoche?

Sasuke se quedó en silencio. Ni siquiera recordaba algo tan simple como eso. Osamu lo vio con dudas y sonrió de nuevo. Sin embargo, antes de empujar el carrito y pasar al interior del cuarto, fue detenido de golpe por una mano en su hombro izquierdo.

Los jóvenes quedaron atónitos por la repentina e imponente presencia de Itachi.

No llevaba su usual uniforme de mayordomo, que lo hacía verse amigable y cordial. Sino un traje negro, cubierto por una larga gabardina negra, y unas botas del mismo color que le llegaban por debajo de las rodillas. Desde el punto de vista de Sasuke, con aquellas ropas, parecía otra persona. Fría y calculadora.

-La señorita quiere verlos a todos en el comedor. - dijo Itachi, mirando a Osamu.

Este último se sonrojó por los nervios. Soltó el carrito y salió corriendo por el pasillo.

Asegurándose de que ya no hubiera otra persona en los alrededores, Itachi movió el carrito a la pared. Entró a la habitación y cerró la puerta tras su espalda.

El joven retrocedió, pensando que su comportamiento no era normal. Parpadeaba y cambiaba sus ojos de posición, enfocándolos por segundos a un lado, antes de dirigirlos a otro.

Dio unos pasos al escritorio. Sasuke se movió de nuevo y se paró junto a su armario, viendo confundido como se agachaba y revisaba debajo de su cama.

-¿Pasa algo? - se atrevió a preguntar.

Itachi volteó con lentitud hacia él y se levantó.

-Anoche, después del banquete, alguien entró al cuarto de la señorita... - respondió, poniéndolo tenso y nervioso. - y robó un artículo peligroso de su escritorio.

Frunció el ceño.

-Yo no lo hice.

-Lo sé. - asintió. - Tu subiste después con otras intenciones.

Sasuke abrió sus ojos como platos y sintió como el alma se le bajaba a los pies. ¿De verdad había estado con Sakura?

-¿A qué te refieres?

Itachi lo vio con precaución, cruzándose de brazos y apoyando su cadera en el borde del escritorio.

-¿Qué es lo último que recuerdas de anoche? - interrogó.

Sasuke recordó de golpe lo ocurrido con Vincent y la forma en la que Sakura lo defendió. Quería que la situación se mantuviera en secreto para evitar la humillación pública ante sus compañeros del castillo. Pero si no tenía otra alternativa para probar su inocencia, no le quedaba más remedio que relatarlo en voz alta, apretando por ello los puños en sus costados.

-¿Recuerdas haber sido encontrado por la señorita?

Itachi le preguntó de repente, consiguiendo que lo viera azorado.

-Salió un momento del banquete para buscarte.

El muchacho suspiró aliviado. Después de todo, no era necesario mencionar su incidente con Vincent.

-Me llevó a mi habitación. - explicó, omitiendo como destrozó su uniforme. - No me sentía en condiciones para regresar.

El mayor asintió, pidiéndole que continuara.

-Luego, me duché y... - de pronto, escuchó el sonido de un objeto rompiéndose. - la taza. - susurró, señalando sorprendido a la nada. - Alguien... me dejó una taza de té en el escritorio.

Itachi revisó el suelo. Se agachó una vez más y se asomó al espacio interior del mueble, junto a los cajones de la izquierda. Unos segundos después, salió y se levantó, mostrándole al joven un pedazo de ceŕamica, con una parte pintada de amarillo.

-Sasuke, necesito que me escuches con calma. - pidió seriamente. - Lo que robaron del cuarto de la señorita fue un afrodisiaco.

El menor palideció. En el refugio de los carniceros lo obligaron a beber ese tipo de brebajes para cumplir cualquier capricho de los clientes, cayendo en perversiones que le revolvían el estómago, una vez recuperaba la consciencia.

-Quien te dio la taza, quería que todos creyeran que planeabas abusar de la señorita.

Itachi lo devolvió a la realidad, haciéndolo saltar del susto.

-Sin embargo, ella está consciente de que te tendieron una trampa y me ha dado órdenes para encontrar al responsable. - dio unos pasos hacia él y puso una mano sobre su hombro derecho. - Por lo pronto, vístete y acompáñame a la cocina. Te prepararé el desayuno.

-Pero... - replicó. - ¿Qué hay de lo que hizo Osamu?

-A partir de hoy, comerás solo lo que yo te prepare. - apartó su mano y se dirigió a la puerta, abriéndola. - La señorita ha declarado a todos como sospechosos. No debes aceptar nada que no venga de ella o de mí. ¿De acuerdo?

Sasuke asintió.

-No tardes mucho. - pidió. - Después de que desayunes, iremos al pueblo a comprar unas cosas. - tomó el pomo de la puerta y la cerró, saliendo al pasillo.

Sasuke colapsó, preguntándose cuando acabaría su pesadilla.

¿Cuando sería el día en que volvería a salir, sin preocuparse de que lo secuestren y lo lleven de vuelta con los carniceros?

Fin del capítulo.


Antes que nada, quiero darle las gracias enormes a mariaclaralr1 por su comentario en capítulos anteriores.

Queridos lectores, hace mucho tiempo que no actualizaba por aqui. Y los motivos de ello fueron los siguientes:

1- Necesitaba volver a reescribir los capítulos del 8 en adelante, porque entre más avanzaba, más aparecían cosas sin sentido en la historia.

2- Me lastimé mi mano derecha y ya no puedo escribir tanto como antes.

Por este último motivo, las actualizaciones tardarán en salir. También quisiera aclarar que esta no es la única historia afectada por ello, ya que me encuentro publicando dos fics aqui. Muchas gracias por su apoyo y paciencia. Cuídense mucho.