¡Saludos, queridos lectores!

Tal como lo he mencionado en el capítulo anterior, habrá doble actualización de esta historia, así que los dejo con el segundo capítulo n.n


Sasuke se sintió bastante aturdido con las preguntas que los niños le habían hecho, pues además de que le hacían una tras otra, volvieron a tocar el tema de querer ser una familia junto a Sakura, al punto de comenzar a hacer preguntas sobre sus sentimientos.

No es que él no tuviese claros sus sentimientos, era más bien que le costaba trabajo expresarlos en palabras. Él era más de acciones, por lo que recibir un bombardeo de preguntas con respecto a sus emociones, provocaba que le fuese más difícil responder. Especialmente cuando había temas que no sabía cómo tratar con los niños.

La cuestión sobre haber conocido a Sakura o a Karin de forma romántica, fue una de las preguntas que más lo aturdió, porque para empezar: ¿Qué se supone que es "conocer a alguien de forma romántica"?

Claro que conocía las historias de amor clicheadas dónde los protagonistas se conocían, por ejemplo, en la escuela con ella tropezando encima de él o con ella dándole una lección a él, para después descubrir que es algún superior como un jefe, maestro, gerente, o cualquier puesto según el contexto de la historia. El problema, es que en la vida real, eso no sucedía, o al menos no conocía ninguna pareja que se hubiese conocido de esa forma.

Dicho lo anterior, no sabía cómo había conocido a Sakura que según ella, fue "romántico", ya que al conocerse desde el jardín de infantes, no tenía recuerdos de cuál había sido su primer encuentro. De hecho, tuvo que hacer un esfuerzo para pensar en cuál era el primer recuerdo que tenía de ella.

La respuesta no era nada romántica y definitivamente no fue la primera, pues sabía, por fotos, que estuvieron en el mismo grupo desde el primer año, pero su primer recuerdo sobre ella, era en tercero, cuando ella y su amiga, al llegar corriendo hasta él, cayeron una encima de otra frente a él, pero como ambas llevaban un postre que habían hecho en clase y querían ofrecérselo, el pudín de chocolate de ambas niñas cayó sobre de él.

Recordaba ese día porque su padre lo había regañado cuando llegó sucio a casa, pensando que él había sido travieso para llegar en ese estado. Sasuke se había enojado con ambas niñas.

En cuanto a cómo conoció a su esposa, tampoco tenía nada de romántico, pues la situación había sido más simple: ella había sido enviada como representante de otra sede de la empresa donde ambos trabajaban, y ambos se habían presentado con las formalidades del trabajo.

—Era llamativa —murmuró Sasuke al recordar ese momento, pues si bien al principio se refería a su escandaloso cabello rojo, lo cierto es que también lo había dejado muy impresionado en la reunión que tuvieron.

No se dió cuenta, pero se le escapó una sonrisa al recordar el primer encuentro con su esposa aún si en ese momento, no lo veía de la misma forma que ahora.

Quizá su primer encuentro no fue algo "romántico", como mencionaron los niños, pues fue de lo más común, pero definitivamente era un momento importante para él, ya que no se habría imaginado que estaría conociendo a su mujer.

El celular de Sasuke sonó, anunciando un mensaje, y tras asegurarse de que la comida que estaba en la lumbre estuviese bien, echó un vistazo al teléfono, pues el tono le había indicado que se trataba de Karin.

Gatita: Me quedaré con Suigetsu

Gatita: Ya estoy en su casa

Gatita: Está todo bien?

Al rememorar su primer encuentro, Sasuke deseó que ella estuviese a su lado, y aunque no era posible, ella había aparecido, aunque fuese en mensaje, para él.

"Sí. Llámame si él comienza a fastidiarte" le respondió el azabache.

Gatita: Lo echaré de su propia casa si me jode demasiado

Gatita: Perdóname por no poder estar ahí contigo

Gatita: Pero puedo apoyarte por mensaje o llamada si ves que es demasiado

Karin había estado tan nerviosa al conocer a los gemelos, que a Sasuke le sorprendía que aún se ofreciera a ayudarlo. Sin embargo, le hacía feliz que a pesar de todo, ella intentaba apoyarlo.

"Estaré bien. Te llamaré antes de dormir", le respondió a su esposa.

Gatita: Gracias por ser comprensivo

Gatita: Te amo

¿Comprensivo? Si alguien estaba siendo comprensiva y paciente, era su esposa. Además, estaba siendo cariñosa a pesar de que parecía que por poco le daba un ataque de pánico a su mujer al conocer a los gemelos.

"Te lo compensaré, gatita", le respondió, pues si bien no había escrito un "te amo", era más que evidente para Karin que así lo era.

Cada vez que él la llamaba "gatita", a pesar de que él pensaba que era ridículo, era una forma de mostrarle que al menos en lo más privado entre ellos, era capaz de complacerla con cursilerías.

Gatita: Espero mucha energía en esa compensación

Tampoco había dejado de ser coqueta, ya que el último mensaje tenía emoticones que sugerían temas sexuales.

Sasuke sintió alivio de saber que Karin estaba llevando mejor el incidente, así que se dispuso a revisar qué tanto le faltaba al estofado para estar listo, cuando un ruido en la casa llamó su atención.

Bajando la flama de la estufa a lo mínimo, Sasuke fue a la sala a buscar a los gemelos. Empero, a primera vista no los vio, sino hasta que notó a uno de ellos asomado en la habitación que compartía con su esposa, y ya que el otro niño no estaba a la vista, supuso que debía estar dentro del cuarto.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó mientras entraba a la habitación buscando al otro niño. Sin embargo, se sorprendió al encontrarlo junto al tocador de Karin, con algunos cajones abiertos, la ropa íntima de su esposa desperdigada y el niño tenía algo en las manos— ¿Qué carajos…?

Se retractó de usar ese lenguaje frente al niño, pero lo que realmente le había impedido terminar la frase, fue notar que el pequeño tenía el consolador de Karin en las manos.

—¿Qué es esto, papá? —preguntó Haru confundido.

—Deja eso. No tienes por qué revisar las cosas de otras personas —respondió Sasuke nervioso mientras se acercaba a su hijo para quitarle el artículo y guardarlo nuevamente. Al mismo tiempo, trataba de guardar la ropa.

—¿Es tuyo? ¿Qué es? —preguntó Haruo curioso.

—Es un juguete de Karin. No agarren sus cosas —metió todo a los cajones de forma desordenada y sacó a los niños de la habitación.

—¿Un juguete? Pero no hay niños aquí —comentó el mayor de los hermanos.

—¿Qué tipo de juguete es? ¿Cómo se juega? ¿Por qué tiene una forma tan extraña? ¿Por qué tiene un juguete si no tiene hijos? ¿Es para nosotros? —preguntaba el más joven con mucha curiosidad.

¿Qué carajos hacían los niños rebuscando en los cajones? ¿Acaso no sabían que debían respetar las cosas de los demás? ¿Y por qué de todo lo que había en la casa, justo habían dado con los juguetes de Karin?

Sasuke no podía responder las preguntas de los niños, pues no sabía qué tanto era indicado explicarles y principalmente, no quería que los niños le dijeran a nadie que su esposa tenía ese tipo de artículos, porque era muy privado, y la gente solía hacerse ideas extrañas.

—Vayan al baño a lavarse, la comida ya está lista —desvió el tema, aunque temía que los niños retomaran sus dudas.

—¿Dónde está el baño? —preguntó Haru.

—Es la puerta que está a la derecha de la entrada.

Parecía que los niños querían seguir preguntando, pero Sasuke reiteró su indicación y los niños corrieron a lavarse.

Él aprovechó el momento para enviarle un mensaje a su esposa buscando ayuda, aunque al principio dudó en escribirle porque sabía que se enojaría.

"Los niños encontraron tu consolador. Están preguntando qué es. No sé cómo explicarles", le escribió, pues esperaba que ella tuviese una mejor idea de cómo evadir las preguntas o al menos, saber responderles.

Gatita: Por qué dejaste que hurgaran en mis cosas?

"Los dejé en la sala mientras cocinaba y los encontré en nuestra habitación", le respondió rápidamente, pues sabía que a los niños no les llevaría mucho tiempo lavarse.

Gatita: Su madre no les enseñó a respetar las cosas de los demás?

Gatita: Sólo diles que es un masajeador de cuello

—No alcanzamos el lavamanos —uno de los niños fue a buscarlo.

—Iré en un momento —respondió el hombre y antes de seguir al niño, le envió un mensaje a su esposa.

"Les dije que era un juguete y hacen preguntas al respecto".

Sasuke fue detrás de los niños y notó que en efecto, ellos no alcanzaban el lavamanos y tuvo que cargarlos para que pudieran limpiarse.

—Mamá nos pone un banco en el baño para que podamos lavarnos —comentó Haruo.

—¿No hay un banquito que podamos usar? —le preguntó Haru.

El hombre quedó pensativo, y le llegaron las palabras de su esposa a la mente "la casa no está adaptada para los niños".

Cuando ella pronunció aquellas palabras, Sasuke había pensado que ella se refería únicamente a los vasos de vidrio y que a ella no se le había ocurrido ofrecerles de comer, aún cuando no tenían bocadillos, pero ahora, se daba cuenta que más allá sobre lo mencionado por su mujer, y el lavamanos, sus palabras eran verdad.

No, no es que dudara de su esposa, es que al principio, al verla tan alterada, pensó que estaba exagerando, algo que la mayoría de la gente tiende a hacer estando en ese estado, y tampoco era como si él pensara que cuando compraron, amueblaron y decoraron el departamento, hubiesen pensando en niños, era más bien que recién caía en cuenta, que tener un hogar donde habría niños, iba más allá de los colores, juguetes y decorados, sino de la seguridad de estos y sus necesidades, conforme crecieran, para que ellos se volvieran independientes. Esto también incluía, el no dejarles a la mano cosas peligrosas, o juguetes inadecuados.

—Conseguiré uno —respondió dando un suspiro pesado.

—Entonces, ¿nos cargarás cada vez que necesitemos lavarnos las manos? —preguntó Haruo.

—Por ahora sí —respondió Sasuke, y notó que el niño sonrió, aunque no entendía el motivo. Por otro lado, se estaba dando cuenta que debía resignarse a ayudar a los niños al menos por ese día, y no era algo que le agradara demasiado. Es decir, quizá, si Sakura no fuese doctora, no estaría tan mal, pero al parecer les había enseñado a los niños a lavarse como si fuesen a operar a alguien, lo cual era más tardado que si se lavaban como cualquier otra persona.

—¿Y qué vamos a comer, papá? —preguntó Haruo curioso.

—Sukiyaki. Ahora, vayan a la mesa.

—Pero…

—Vamos —uno de los gemelos interrumpió al otro y se lo llevó al comedor.


¿Sasuke conseguirá desviar el tema del consolador de la mente de los niños? ¿Logrará explicarles a los niños el juguete con algo que los satisfaga ? ¿Sasuke encontrará la forma de explicarles a los niños sus sentimientos respecto a su madre y su esposa? ¿Seguirá teniendo problemas para convivir con sus hijos? ¿Qué otras preguntas les han surgido al leer el capítulo?

Me encantará leer sus teorías y preguntas en los comentarios n.n

Espero que las actualizaciones hayan sido de su agrado. Sin más por el momento, me despido por ahora n.n

¡Hasta la próxima actualización!