Pétalos de Arena
Por
Kuraudea
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Epílogo final
Capítulo 13
Un nuevo inicio
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«Crece hacia la luz, planta tus sueños, déjalos crecer, vive & dile adiós a esa coraza de Pétalos de Arena».
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—El fuego se ha extinguido.
—Eso parece...
La muestra de lo ocurrido era evidente para aquellos jóvenes que decidieron regresar al lugar de los hechos. Goten siendo fuerte & Violet tenaz, pudieron poner a salvo a todas las demás Pétalos de Arena; pese acudir el servicio de bomberos, resultó que el clima se puso a su favor, pues en un santiamén & justo en el momento indicado, una lluvia empapó a toda la capital del Oeste, y como si se tratara de una plegaria divina, se unió a la contingencia apagando poco a poco las llamas de las largas ramas del gran árbol del HANABI.
Protección civil Capitalina decidió otorgarle un refugio temporal a todas las chicas que estaban al servicio de la Princesa Serpiente, pues tomaría un par de días inspeccionar el lugar para descartar que todo estuviese seguro & bajo las normas requeridas. Asimismo, las autoridades correspondientes asignarían las multas necesarias como los cargos a tratar con un juez certificado. Por ello, algunos reporteros hacían su trabajo de tomar notas, fotografíar e informar a la ciudadanía en vivo & en directo sobre lo que había ocurrido con el estrafalario centro nocturno. «¡El famoso Hanabi se salvó de las garras de las llamas! ¿pero qué fue lo que originó el incendio?; se estará investigando sobre el caso».
Al haber escuchado todos esos detalles, fue que la violeta observó al joven Son; después de un breve silencio & bajo esa misma postura, le preguntó:
—¿Y qué sigue de aquí...?—pese haber ganado la misión de salvar a Mai de ese cruel destino, su faz tenía aún una pinta de preocupación.
—Pues...—el azabache regresó su mirada al árbol del infierno, así que tras fruncir el entrecejo, solo aseguró—Lo que sigue de aquí ya no nos corresponde a nosotros, Violet, será mejor que lo dejemos en manos de las autoridades; regresemos a casa a descansar. Seguro estaremos al pendiente del caso al día siguiente, igual con más calma me comunicaré con Trunks.
—Pe-Pero yo...—ella supuso que tenía que ir con Ranfán para unirse al refugio junto con las otras chicas. Pero Goten al imaginar que eso era lo que había pensado, le invitó generoso:
—De ninguna manera te dejaré aquí, anda—le ofreció su mano; el método de regreso ya era bien conocido para ella. Por lo que al aceptar su oferta & al apretarse sus palmas, el Son agregó—Recuerda que ahora no solo Mai es libre ...
—Son Goten...
—¡Vámonos de aquí!.
El Son le jaló del brazo con impulso y por consecuencia la mayor inmediatamente se aferró a su espalda «¡Ah!»; el joven se convirtió en una firme tabla de surf en la que la violeta permanecía segura pecho abajo. De esa manera, mientras se sujetaba de su cuello varonil & cuidaba a su vez que la peluca castaña no saliera volando, el viaje comenzó; el duo perforaba a su paso las nubes mientras las ráfagas de viento golpeaban a sus rostros; Violet ya no tenía miedo a esa rebuscada forma de trasladarse, ni tampoco en permanecer cerca de él, al contrario, ya le había tomado cierto gusto.
Durante el trayecto en compañía de los matices azules & amarillos de la madrugada, la mujer le dijo al azabache en voz alta—¡Oye, Son Goten...!.
—¿Eh? ¿qué sucede?.
—Nunca te pregunté qué nombre escogiste para tu faceta de Pétalo de Arena.
—Oh, bueno...realmente no me había puesto a pensar en ello—soltó una risita—Además nadie me lo preguntó.
—Es verdad, ¿pero entonces cuál sería?.
—Mmm..yo creo que...—al pensarlo por un momento, el seudónimo indicado llegó a su mente—¡Lo tengo! Mi nombre sería "Gotilda".
La mujer rió abiertamente al parecerle bastante gracioso «ja, ja, ja».
—Pero qué ingenioso de tu parte.
—Aunque no lo creas a veces se me ocurren buenas ideas—ambos volvieron a reír, así que con ese dulce sabor de boca, la violeta le dijo:
—Bien, Gotilda, entonces date prisa porque con todo esto qué pasó estoy que muero de hambre—se escuchó el rugir de sus tripas.
—No te preocupes—le respondió y aseguró—te garantizo que es algo que Gotilda podrá solucionar fácilmente—y echó aquella risa fingida de ardilla—ji, ji, ji.
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Al llegar al pequeño departamento en el Centro de la Capital del Oeste, fue inmediatamente que "Gotilda" calmó el apetito voraz de su compañera; al ponerse en manos a la obra preparó unos ricos sandwiches hechos de jamón ahumado & mostaza en compañía de un rico café capuchino. Si el guiso había sido algo sencillo, fue porque el joven se había dedicado a entrenar para la misión de rescate, así que por ello, había descuidado su nevera como el cuidado y el orden general de su hogar, por lo que no contaba con muchos suministros. Sin embargo Violet sabía de los grandes dotes culinarios del joven, pues pese a lo simple del preparado, tenía un exquisito sabor.
—¡Está delicioso!.
—¿Verdad que sí?.
Después de los alimentos un baño de agua tibia fue necesario para relajar su estadía como invitada de honor. Y para complementar su comodidad, una pijama se le prestó aunque como era de suponerse le había quedado enorme, pero en efecto era suave & olía a frescura primaveral gracias al suavizante de telas. Fue así, que con la taza de café humeante en su mano, se dirigió al muchacho:—Dormiré en el sillón, estoy exhausta.
—De ninguna manera—contestó el azabache, quien a su vez lucía reluciente con su aspecto original pues recientemente se había duchado—Vamos, la cama es amplia; no pasará nada, te lo prometo—él tomó camino hacia la habitación, y con un simple movimiento de cabeza le indicó que lo siguiera.
—D-De acuerdo...
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Sumergida en la sábanas mientras observaba las noticias locales desde el modesto televisor que se mantenía sobre una cajonera gris. La nota del momento como era de esperarse, se trató exclusivamente sobre el HANABI. Entretanto, Goten ingresó a la cama para hacerle compañía a la mujer militar.
—Vaya, este tema va para largo—colocó ambos brazos debajo de la almohada.
—Lo sé...aunque parece increíble que por fin haya terminado.
—Por cierto, Violet...
La mujer giró su cabeza hacia a él, un poco sonrojada contestó:—¿Qu-Qué sucede?.
—Quizá después de algunos días que baje el auge del Hanabi, iré a visitar a mi madre a las Montañas Paoz.
—Comprendo, me parece bien que lo hagas.
—Y bueno, ya sabes...quisiera que me acompañaras.
—¡¿Qué!?¿Có-Cómo dices?! ¡Pe-Pero yo...!—se había exaltado.
—Tranquilízate, no te pongas así.
—¿Pe-Pero por qué quieres que te acompañe?—le parecía una locura.
—¿Me preguntas por qué?.
—Ajá, Ajá.—asintió repetidas veces mientras sus labios se escondían debajo de la sábana; su mirada estaba petrificada.
—¿No crees qué es obvio, Violet?.
—¿Eh...?
—Irás conmigo porque simplemente tú eres muy importante para mí, y también porque te quiero.
»¡¿QUÉ?!.
»¡Me-Me-Me quiere!—se sonrojó, mientras tanto él se acercó a ella y besó su frente.
—Relájate, trata de dormir un rato, ¿sí?.
»Me quiere...
Violet se giró de golpe hacia el otro lado, no pudo con tanta "intensidad"; estaba hecha un tomate. Sin embargo, una sonrisa se le dibujó en los labios, pues era un hecho, que guiándose por su corazón, ella también le quería a él.
—Tonto...—murmuró y cerró los ojos bajo el hechizo de su nueva ilusión.
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Mientras en los ojos de la violeta se plasmaba el querer, otros del mismo color se encontraba en igual sintonía frente al espejo del baño. Trunks secaba su rostro con la toalla extra que descansaba sobre sus hombros; el resto de su cuerpo se cubría por una simple bata azúl marino. Con cabellos húmedos & su apariencia de siempre, visualizó con cierta gracia a su «yo femenino» así que al asentir lento, se dió créditos a sí mismo por su heróico acto. E incluso pensó que si a la deidad de la creación se le hubiese ocurrido dejarlo en este mundo como una mujer... comprendió entonces que sería una fémina bastante guapa & audaz.
Al enderezar la espalda & al posar de perfil frente al espejo poniendo ambas manos en su cintura, se dió cuenta, que en efecto, tenía todo para ser una excelente Pétalo de Arena «seguro que sí». Después de elogiarse & perder postura, pensó en todo lo ocurrido, como qué pasaría con el Hanabi o si se vería involucrado en algún asunto legal. Sin embargo, en ese instante no cabía más tema a discutir, pues estaba en el inicio de confirmar su amor con la mujer de arena. Si bien, ya existía una confesión previa antes de haber llegado a su hogar «Lo hice porque te amo» le fue inevitable sentir nervios. Entretanto, Mai quien se había aseado primero que él, aguardaba en la habitación en su espera.
"Su esposa no esposa" la mujer que en verdad deseaba con su ser que fuese suya desde el primer instante que la observó sobre el colorido escenario del HANABI, fue motivo para sacarle un suspiro pues recordó todas sus buenas & malas vivencias a su lado, el cómo se enamoró de ella & lo mucho que la amaba. Así que sin más, convencido de dar ese paso con la pétalo, fue que salió del baño & tomó camino a su aposento privado.
La bella mujer quien había decidido dejarse el kimono para cubrir su desnudez, lo esperaba a orillas de la cama; se mantenía a la expectativa, estaba inquieta, pues era conciente que habían dejado una escena pendiente entre ellos. Hacía falta el sello, la confirmación de su sentir, aunque siendo sincera con ella misma, jamás pensó que en algún momento de su vida se toparía con alguien como él.
—Trunks...—susurró su nombre.
Fue entonces que la puerta de la habitación se abrió a sus espaldas, y seguido a ello, las luces se apagaron; su corazón se mantuvo palpitante por dicha acción. Él se acercó a ella en la oscuridad, poco a poco sus orbes fueron aclimatándose a lo atezado del ambiente; se colocó frente a la pétalo quien se mantenía aún sentada. Con temor o más bien con la excitación propia, elevó la mirada y lo primero que visualizó fueron sus orbes azules. El joven Brief le brindó su mano para ponerla de pie. En esa posición, mientras el azúl sostenía su cintura, trató de expresarse:
—Mai, yo...
—No...—susurró la pétalo; en realidad las palabras ya estaban de sobra, pues era conciente de todo lo que el joven había hecho por ella, como lo capaz que había sido de haber tomado su lugar para impedir la boda con el señor Zuhnama; la razón de toda esa travesía, sin lugar a dudas había sido el AMOR. Por esa misma razón, al colocarse de puntitas rodeó tiernamente su cuello, y tras visualizarse por algunos segundos, sus labios se unieron en un sentido beso.
Para Mai era el momento preciso para deshacerse de esas escamas de arena que estaban adheridas a su piel. Era decirle adiós al ruin pasado, a las malas experiencias y preocuparse únicamente por el maravilloso templo que formarían ambos. Pues la lección aprendida era más que clara al descubrir que el mundo, la gente, eran tal cuál y nunca iban a cambiar. Por lo que la única diferencia, desde siempre & a partir de ahora, era el cómo verlo de forma individual. Sin cargar a espaldas cosas que no nos pertenecen, pero ante todo, cuidarnos el corazón, como cuidar nuestra escencia, nuestros sentimientos, nuestro hogar, nuestro amor, nuestros más profundos secretos & creencias para ofrecerlos única & exclusivamente con los que vale la pena sin temor a traiciones; un hermoso tesoro que sin importar las situaciones, es y será algo que nos distinguirá. Por fortuna, ella tenía a la persona correcta prendida a sus labios, y así el mundo fuese una tremenda locura, él estaría dispuesto en crear uno lo más perfecto posible para ella, para ambos.
El resto de la madrugada definitivamente sería para ellos, la tomarían a cambio por todo lo pendiente. En esa intimidad se sentía paz a su alrededor. No existía ese miedo de ser separados pues las amenazas ya no serían una constante; estaban situados en el camino que poco a poco habían construido sin habérselo imaginado; estaban juntos.
El beso fue tornándose con más pasión, el azúl sostenía con firmeza su cintura & cadera y después sus manos jugaron en un sube & baja por el arco de su espalda; cargó a la pétalo al sujetarla de los glúteos y, con delicadeza la acostó en la cama ofreciéndole a su caída una suave almohada esponjosa. Mai se mostraba ligeramente jadeante, ruborizada, mientras los brazos de Trunks se mantenían firmes haciendo un espacio entre ellos; se observaba fijamente a los ojos; ella desde abajo él desde las alturas. La de flequillo se sonrojó aún más al ser testigo del universo que guardaban sus hermosos zafiros como lo imposible que parecía estar en un momento tan íntimo con él. Pero así, sin poner más pretextos que le frenaran continuar, con delicadeza deshizo el nudillo de su bata dejando libre su piel albina, otorgándole a su «esposo» el permiso que necesitaría para proseguir con su entrega. El joven no perdía detalle a su tierno gesto, entretanto, en esa misma posición, la pétalo tomó iniciativa e hizo lo mismo con el nudo de la bata del joven, mostrándose así su pecho bronceado; con anhelo & por consecuencia a lo que seguía, los cuerpos se unieron en su primer roce de piel. Pues lo que en un inicio comenzó como un simple plan de fingir ser esposos, ahora era una auténtica realidad; serían el uno para el otro.
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El acto comenzó como era de esperarse. No requirió de tanta acrobacia, pues el hecho de impresionar no era prioridad en ese instante, sino el sentir, el unirse con el debido amor era lo importante. El joven terminó completamente desnudo mientras su dama se mantenía sobre su cuerpo con los restos del kimono que se colgaban de su espalda, así como las mangas que se aferraban a la mitad de sus brazos cargando el bulto de tela corrugada. Sus pechos como suaves néctares sobresalieron víctimas de la gravedad así como sus glúteos & piernas que el joven sostenía firme haciéndose notar la presión que ejercían sus dedos al hundir o marcar la piel albina por el agarre. El azúl se mantenían de ojos cerrados por el éxtasis, jadeaba entregado debido a la fricción que provocaba el entrar & salir del cálido vientre de su amada.
A ese ritmo, y después de darle protagonismo a la pétalo que hiciera lo que se le viniera en mente con él, los papeles se invirtieron, había llegado su turno. Por lo que a la vuelta de sus cuerpos unidos arrastrados por un suave oleaje llevándose a su paso las sábanas, fue que Mai se vió sumergida bajo su piel canela, recibiendo por parte del varón un vaivén de caderas un poco más arrebatado; siseaba en su cuello femenino, el bello lenguaje de la entrega como si fuese una armoniosa melodía; gemían en libertad. Concientes de lo que hacían, de sus sentimientos, de las miles sensaciones que causaba el roce de sus intimidades por estar haciendo el amor, el lívido fue mayor por lo que sus movimientos se hicieron más abruptos, provocando entonces llegar al punto máximo de su entrega estremeciendo cada fibra de sus cuerpos. De una forma irresistible gozando de la culminación del acto, ella irguió la espada, apretó un poco sus labios y de él salió el gemido más varonil & grueso de su garganta expulsando toda su hombría en su bendito vientre.
Desplomado sobre la pétalo, Trunks buscó su rostro y reafirmó jadeante—Me encantas...—rozó su nariz a la de ella, y al controlar la respiración, le dijo:—Te amo.
Mai sintió haber tocado el cielo por todo lo que había pasado, en especial por la última expresión de su a ello, fue que sintió unas enormes ganas de llorar, por lo que algunas lágrimas rodaron sobre sus mejillas. El azúl se percató de ese detalle & trató de darle consuelo a su sentimiento—No llores, cariño...—secaba sus lágrimas, aunque de momento se vió preocupado y naturalmente le preguntó—¿estás bien?.
Ella asintió al responder—Sí...es solo que...—le miró conmovida—nunca me había sentido así de feliz.
—Mai...—expresó con ternura su nombre & frotó su rostro en el de la mujer—Yo también estoy muy feliz de estar aquí contigo; solo quiero permanecer a tu lado.
—Eso me hace aún más feliz, Trunks.
—Yo te protegeré siempre, así que tenga que vestirme de lo que sea, lo haré—ese comentario causó que ambos rieran.
Y así, en felicidad y templanza acomodaron sus cuerpos. Él abrazó su cintura & hundió el rostro en su frondosa cabellera negra; al cubrirse con las sábanas se dispusieron a descansar, pues al fin, hecha estaba su confirmación de amor. Y seguramente, sería el inicio de algo hermosos en sus vidas.
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La luz de un nuevo amanecer se quiso filtrar a la alcoba con rebelde insistencia. Sin embargo, su brillantez se vió frenada por el grueso de las cortinas. Mai despertó ignorante de la hora, aunque seguro ya era tarde pues tuvo esa sensación de haber dormido demasiado, tanto, que se sentía relajada, satisfecha, y por supuesto amada. Tras recordar su noche fue motivo para voltear & apreciar al azúl plácidamente dormido, éste se mantenía boca arriba con el pecho descubierto; una de sus manos reposaba en su estómago. A ella se le dibujó una ligera sonrisa en los labios, pensó en que seguramente Trunks estaba bastante cansado, y por esa misma razón no pretendía despertarlo.
—Es mejor que siga durmiendo.
Fue así, que al tomar una de las sábanas envolvió su cuerpo con cierta torpeza como si se tratase de una amplia & voluptuosa toalla, y de ese modo, salió sigilosa de la habitación haciendo el menor ruido posible; antes de cerrar la puerta el gatito negro se le escabulló entre sus piernas y entró a la habitación «¡Oye...!» se quejó en voz baja por su acción, pues qué remedio, está vez lo dejaría ahí para no hacer más escándalo, solo deseaba que no molestara al joven.
—En fin...—decidió continuar con su camino.
Entre pasos sus pies descalzos sintieron la suavidad del alfombrado al recorrer el amplio pasillo. Vino a su mente que quizá sería buena idea preparar algo delicioso para desayunar, por lo que el objetivo principal era ir a la cocina. Sin embargo, su misión se vió interrumpida debido a que su mirada se desvió por un instante en el amplio ventanal que tenía acceso a la terraza. Sin más, con una faz inquietante se acercó a él, y justo al llegar al cristal, mismo, que le mostró su propio reflejo en colores tenues, visualizó a distancia el gran árbol del infierno—El Hanabi ...—murmuró seguido de un suspiro & se mantuvo en silencio como si meditara al respecto sobre todo lo que había ocurrido.
Trunks, entretanto, despertó al sentir la presencia del gatito acurrucándose en su pecho—Hey amigo...—le habló en un tono flojo con garganta cerrada, aunque poco a poco sus ojos se abrían. Con más claridad, fue que estiró su brazo hacia el buró para observar la hora de su reloj de mano—¡Las 10 de la mañana ...!—pero al querer dirigirse con Mai, se dió cuenta que no estaba.
—¿Cariño ...?—le nombró pensando en que quizá estaría en el baño, pero al no tener respuesta decidió tomar postura, se sentó. Y a su mente vino esa cálida entrega que tuvo con la mujer, en verdad se sentía tan feliz & renovado, era un hombre nuevo.
Entonces, con la intención de querer encontrarse con ella, fue que del suelo buscó su bata y se la colocó. Al hacerse el nudillo salió de la habitación para ir en busca de su amada. Por lo que al recorrer el mismo camino a paso firme, fue que poco a poco divisó a la pétalo observando el exterior desde el ventanal. «¿Pero qué está haciendo...?» —se preguntó inquietante.
La pétalo de arena volvió a suspirar con sentimiento como si algo le aquejara, e incluso una de sus manos se sostenía del cristal dejándole cierto empaño debido a su huella. Mai era el vil retrato de alguien que quisiese cubrir el sol con un dedo, o deseara incluso tener un súper poder para solucionar lo que fuese. Justo en ese trance mientras estaba sumergida en sus más profundos pensamientos, le llegó de golpe el reflejo de su amado apareciendo detrás de ella & haciéndola sorprender; éste besó su hombro como saludo de buenos días, y le dijo con cariño:
—Aquí estás, amor.
—Trunks...y-yo no quería despertarte; discúlpame—se dirigió hacía él.
—No te preocupes, no pasa nada; finalmente el que me despertó fue el gato—, soltó una risa, luego cuestionó—¿qué haces aquí? pensé que estarías en la cocina—besó su frente.
—Bueno, pues yo...
El azúl al poner la debida atención a la pétalo, fue que algo había pillado en su faz sin querer. Por ese motivo, fue que decidió retroceder un par de pasos hacia atrás; al toparse con el comedor de cedro se recargó en él, se cruzó de brazos y pies mostrándose así su característica mirada penetrante. Así que sin perder detalle, se convenció a sí mismo que definitivamente algo le pasaba, sin querer tener dudas al respecto se vió obligado a preguntar:—¿Qué sucede?.
Ella agachó la mirada—E-En realidad no estoy segura, no lo sé...
—"¿No lo sabes?"—la miró fijamente mientras una de sus cejas se alzaba, después de esbozar, le dijo—Escúchame Mai, solo me ha bastado con fingir ser tu esposo por un mes y haber hecho el amor para darme cuenta que algo te inquieta—se sintió seguro de sus palabras, pues la conocía bien, e insistió—¿qué pasa, cariño?.
—Es que verás—agachó la mirada en compañía de un suspiro, luego se dirigió hacia él—...yo quería pedirte algo.
—Entonces te escucho.
—Solo que no sé cómo empezar...
—Siéntete con el derecho de a partir de ahora en pedirme lo que quieras; si está en mis manos por supuesto que lo haré.
—Trunks, yo...
Al empaparse con la debida confianza que le ofreció el azúl, la pétalo pudo expresar lo que en ese momento le aquejaba; habló como nunca en su vida explicando así su sentir & lo que su corazón le dictaba hacer. Él la escuchaba atento, la observaba en silencio aunque por dentro estaba bastante sorprendido como cautivado, pues con el simple hecho de analizar sus palabras, pese a lo trillado & loco de su petición, bendijo estar a su lado & corroboró de lo que está hecho su bello corazón. Entonces, al paso de un par de minutos de haberse explayado frente a su "esposo", Mai finalizó al preguntarle:—¿Crees que es posible, Trunks...?.
El empresario esbozó ante la cuestión—Vaya, conque de eso se trata...—pues al analizar la estructura se dió cuenta que existían sus pros y contras, aunque definitivamente era algo en pos de una buena causa.
—¿A-Acaso es algo muy difícil?.
—Bajo mi conocimiento creo que no...pero no es algo que me gustaría asegurar aún. En ese caso creo que mañana mismo iré a la corporación y hablaré con Rita para que me ayude con esto, trataré de asesorarme mejor; haré mi mayor esfuerzo, te lo prometo.
—Gracias, Trunks—se le pintó una sonrisa en sus labios.
—Pero bueno, ya que estamos aquí y aprovechando la ocasión —esbozó una sonrisa—también tengo algo qué pedirte, aunque siendo sinceros sé que no estoy en mi mejor imagen para hacerlo.
—Te escucho—asintió, aunque no negaría que sintió cierta intriga.
Después de un silencio inesperado, Trunks observó a la pétalo sin perder detalle. De un momento a otro su semblante se puso bastante serio, al grado de preocupar a la mujer «¿pe-pero qué le pasará?»— apretó sus labios ante la incógnita. Seguido a ello, el Brief agachó la mirada y pensó para sí mismo en lo mucho que la amaba. Entonces, con ese sentimiento en mano, le dijo:—Cásate conmigo, Mai.
—¿¡Có-Cómo dices?!—se sonrojó a morir.
—Dije que te cases conmigo—le repitió & agregó—pero esta vez de verdad, ante un juez, con el vestido que más te gusten...en el lugar & el momento que desees; está vez será todo a tu gusto, a tu antojo, lo prometo.
—Pero Trunks...
—Tal vez no estoy pidiéndote esto en una noche de cena romántica, ni tampoco tengo un anillo de oro en este momento ni un ramo de flores en mano. Como tampoco estoy frente a ti de traje & corbata. Pero algo sí te aseguro...y es que tienes la mejor versión de mí frente a ti...—e insistió al decir otra vez—cásate conmigo, Mai.
La mujer agachó la mirada, su faz fue un tanto anonadada pues era evidente que en su mente resonaba la proposición que le hacían. Por mucho se sentía tan grande la diferencia a cuando la querían casar a la fuerza con el Señor Zuhnama, pues de esa vez a la ahora actual había consentimiento, pero ante todo había amor.
Regresó la mirada hacia el muchacho quien se mantenía en espera de su respuesta. Y Mai asintió en aprobación.
—¿Acaso eso significa un "SÍ"?—se acercó a ella.
—Sí.
Con cierto alivio le abrazó fuerte & besó su frente detonando emoción—Gracias...te prometo que después de solucionar lo que me pediste, me enfocaré en lo de nosotros—después cambió de tema bruscamente—¿Tienes hambre, cariño?, vayamos a la cocina y busquemos qué desayunar, seguro ya pasa de medio día.
—Entonces trataré de preparar algo delicioso—de la mano se encaminaban al lugar.
—¿Y después de desayunar te bañas conmigo?.
La mujer sin dar respuesta a ello solo se puso roja como un tomate, a lo que el futuro esposo rió, sabiendo que en realidad sí iría a bañarse con él.
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El aferrarse a su cintura en todo momento mientras ella preparaba frente a la estufa los alimentos, era inevitable para él. Le repetía en besos «Te adoro, te quiero» a la par de «En verdad huele exquisito»; desayunar en pleno medio día, los había dejado satisfecho. Sin embargo,Trunks no había olvidado lo del baño «Anda, acompáñame».
De esa manera el humo denso del vapor decoró el baño y empañó al espejo y parte de los azulejos. Ambos estaban en la tina; Mai se encontraba en medio de las piernas del muchacho, y su pecho le servía para recostarse. Aunque justo en ese instante estaba ligeramente separada de su cuerpo marcado, además de estar con la espalda recta, pues Trunks tallaba su larga cabellera negra & con ayuda de un anexo de la llave del agua, fue que enjuagó y retiró todo rastro de espuma.
—Tu cabello es hermoso—le decía al frotar los lacios, más ella se sonrojó pronto por el cumplido. El Brief cuando terminó con su misión, ella volvió a recargar su cuerpo y cabeza en su pecho.
La mujer al elevar la mirada & al recibir un beso en su mejilla, fue que observó la ventana del baño y el cómo por su cristal corrugado las luces provenientes del Sol se filtraban de colores, como si se tratara de un caleidoscopio de mayor tamaño. Seguido a ello, a su mente brincó el Hanabi & la Princesa Serpiente. Entonces, tras dirigirse al muchacho, quien al igual que ella estaba de cabellos escurridizos, le comentó:
—Aún recuerdo cuando la princesa amanecía de mal humor, ella solía llamarme "rata de alcantarilla".—la pétalo ligeramente elevó su mano y el azúl la atrapó entrelazando sus dedos.
—Esa mujer...—esbozó Trunks con cierto fastidio, luego continuó—Y aún así me cuesta trabajo creer lo que me has pedido.
—Te dí mis motivos, recuérdalo.
—Lo sé, soy conciente de ellos. Pero dime, ¿por qué terminaste en un lugar así como el Hanabi? Yo entiendo que debido a las fallas dimensionales hubo grandes consecuencias para todos los terrícolas; tuvimos que adaptarnos a una nueva vida estrafalaria. En mi caso tuve también que crear otras formas & alternativas de trabajo. Y ahí me verás como un loco aprendiendo nuevos dialectos e idiomas debido a que comenzamos a tener otro tipo de clientes, algunos eran originarios del más allá como otros de planetas extraños & tierras lejanas. Aunque siempre he sido lo que soy...o eso creo...¿pero tú? ¿qué era de ti, cariño?.
—En verdad nada extraordinario—acariciaba sus brazos—. Trabajaba entonces para un emperador, pero a causa de que ya no tenía caso continuar en hacer realidad sus deseos—se refería a la desaparición de las esferas del dragón—Recuerdo bien una noche que apareció la Princesa Serpiente ante mis ojos, me ofreció trabajo, ayuda para mis amigos y asilo para mí...y acepté con la condición de que ella dispondría de mi vida.
—Comprendo...
—Créeme que para mi fue bastante difícil tener que colgar mi gabardina militar; usar atuendos sexys, bailar, ser observada por todos, era algo que nunca me imaginé hacer; mi inseguridad era grande.
—Y aún así te convertiste en una Pétalo de Arena.
—Sí.
—En la más hermosa Pétalo de Arena diría yo; cuando te ví por primera vez en verdad me perdí, me quedé como un idiota sin poder siquiera parpadear. Por eso tuve el atrevimiento de cortejarte con mis constantes visitas.
—Pero pasó lo del beso.
—No me lo sigas reprochando, por favor.
—Y te odié.
—Lo sé.
—Te odié mucho porque me hiciste sufrir; pensé que solo querías jugar conmigo.
—Lo sé, y te pido disculpas, amor, aunque después de todo volviste a mi lado, y lo hiciste de una forma bastante «rara»; eso tuvo un gran significado para mí, tanto, que ahora estamos juntos en la bañera; la vida da muchas vueltas.
—Gracias por haberme ayudado, es algo que jamás olvidaré, Trunks.
—Ya te lo dije, lo hice porque te amo. Además, gracias a esta locura fue que descubrí que tengo grandes dotes artísticos—esbozó una risa.
—Nunca pensé que fueras una mujer bastante hermosa...y sobre todo que te parecieras tanto a mi.
—"¿Separadas al nacer?"—bromeó.
—Es probable...—debido a la respuesta de Mai ambos rieron.
—Anda, ven acá—la atrapó entre sus brazos y comenzaron a juguetear.
—¡Trunks, basta!.
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Al día siguiente, el azúl se preparaba para salir hacia la Corporación Cápsula. Se arreglaba el cabello, abrochaba su camisa blanca y demás detalles propios de su ajuar. Entretanto, Mai, se fue acercando a él para ayudarle con el nudillo de su corbata; ella aún lucía su típica bata rosa vaporosa, así que entretenida en su labor, fue que le preguntó—¿Seguro que no deseas desayunar algo antes de irte?.
—No, descuida, así estoy bien. Tomaré un café en mi oficina con algunas galletas.
E insistió la mujer justo después de ajustar el nudillo—¿Estás seguro?.
—Completamente.—le dió un beso en sus labios—Bien, tengo que irme—a su paso tomó su saco, las llaves del auto y justo tras haber llegado a la puerta principal del departamento, se despidió—Entonces te veré más tarde, cariño.
Mai asintió—Maneja con cuidado, por favor, y vuelve antes de la cena.
—Lo haré —luego indicó—Trata de mantenerte aquí, si ocupas algo llámame o pídeselo a Rita. Creo que por algunos días no es conveniente que estés fuera de casa.
—Sí, comprendo.
—Bien, ahora sí me voy—otro beso fue motivo de su despido para que la puerta se cerrara. Al haber abordado el auto, tomó trayecto y fue que con un simple botón, enlazó una llamada con su secretaria.
—Buenos días, Señor Brief.
—Qué tal, Rita—regresó el saludo para después preguntar—¿De casualidad estará nuestro abogado por ahí? ¿crees que esté disponible para que acuda a mi oficina?.
—Me pareció haberlo visto hace un rato, Señor. Pero de ser así le haré saber que desea verlo y que lo espere en su oficina.
—Perfecto, muchas gracias. En un rato estaré por allá.
—Muy bien, Señor Brief.
Al terminar con Rita, Trunks con la mano derecha, presionó otro botón. Una voz robótica decía entretanto «Enlazando llamada con Son Goten ...Enlazando llamada con Son Goten», hasta que finalmente ésta entró:
—Trunks, hola.
—¿Cómo estás?.
—Pues después del «tacón-punta» no negaré que mis pies están hechos trizas.
—Puedo imaginármelo, je, je—al cesar la risa se enfocó en el tema principal—¿Y has sabido de alguna novedad?.
—¿Te refieres al Hanabi?.
—Ajá.
—No, prácticamente lo mismo.
—Ya veo.
—Aunque después de todo creo que sí fue una buena idea acceder a los disfraces de "pétalos"; de esa manera nos deslinda de algún cargo al no saber nuestras identidades reales.
—Sí, tienes razón.
—Y en cuánto a las noticias lo están manejando como un incendio ocasionado. Pero a falta de evidencias se calificará por protección civil como un simple accidente de cableado, eso infringe las normas de seguridad de cualquier establecimiento, lo que probablemente ocasione el cierre del lugar; supongo que es lo mejor para el Hanabi. Así que por ese acontecimiento y por haber salvado a Mai, tu triunfo fue al doble, Trunks.
—Comprendo, es natural llegar a esa resolución, aunque no estoy seguro del todo con eso de haber ganado al doble. Por cierto, ¿te aseguraste de poner a salvo a todas las demás chicas del Hanabi?.
—Desde luego, aunque el apartado del asilo de la Princesa Serpiente quedó intacto, así que las chicas ya han podido regresar a sus respectivas recámaras. Sin embargo, dependiendo del veredicto final que se tome, como lo mencioné antes, puede ser que clausuren el lugar; ellas terminarían en la calle.
—¿Pero cómo supiste eso?.
—Es que hoy por la mañana Ranfán le informó a Violet...y Violet me dijo a mi.
—¿Violet está contigo?.
—Emmm...sí.
—¿Pasaste la noche con Violet?—preguntó con cierto asombro.
—Claro, aunque no haciendo lo que tú imaginas, mal pensado. Entonces seguro tu también pasaste la noche con Mai, ¿no es así?.
—Claro, es mi esposa.
—Bah, "chistoso" sabes que eso no es verdad; eres un aprovechado—ambos rieron—¿Y hacia dónde te diriges, Trunks?.
—A mi oficina, tengo una cita improvisada con mi abogado de cabecera.
—¿Con tu abogado? N-No comprendo...¿y para qué?.
—Es que voy a solicitar una prórroga para...—guardó el silenció y mencionó el lugar sin un buen sabor de boca—...para el HANABI.
—¡¿Qué?! ¡¿Para el HANABI?! ¡Pero por qué rayos vas a hacer eso, Trunks!.
—Lo sé, lo sé, es una locura. Es solo que Mai me lo pidió.
—¿E-Es en serio?.
—Te lo juro. Mira, lo que pasó fue...
Él la escuchaba atento, la observaba en silencio aunque por dentro estaba bastante sorprendido como cautivado, pues con el simple hecho de analizar sus palabras, pese a lo trillado & loco de su petición, bendijo estar a su lado & corroboró de lo que está hecho su bello corazón.
—Y-Yo sé las consecuencias que todo esto va a originar, Trunks. Pero...no quisiera que cerraran el Hanabi y que mis compañeras quedaran desamparadas sin un hogar & sin empleo; es inimaginable pedirte algo así, lo sé, pero...en cuanto a la Princesa Serpiente... desearía que siguiera dirigiendo el lugar.
—¿Qué?.
—Escúchame, por favor. No soy conocedora de derechos humanos o lo que sea, pero tú como empresario sí. Y debe de existir la forma de cómo las demás chicas tengan un amparo, una jornada laboral digna, respetable, y ante todo Trunks, que la princesa no maneje sus vidas a su antojo, que deje de existir esa cláusula que las ate a ella como otras normas que regularicen el lugar—aferrándose a los restos de la sábana, le preguntó— ¿C-Crees que es posible, Trunks?.
—Eso fue lo que me pidió, Mai, ¿puedes creerlo?.
—Ya veo, entonces tendrás que asesorarte bien y tal vez sí exista una posibilidad; después de todo es lo justo, ¿no?.
—Claro. Aunque siendo francos lo que más me sorprendió fue la actitud de Mai; creí que ya no querría saber nada del Hanabi...pero creo que me equivoqué.
—Por cierto, Trunks...
—Dime.
—Tal vez mañana vaya a visitar a mamá a las montañas paoz, es posible que me quede un par de días allá; lo menciono por si ocupas de mi ayuda cancelar mi viaje.
—No, para nada. Ve y mándale mis saludos a la tía Milk—pero de pronto, algo brincó a la mente del Brief—E-Espera un momento, n-no me digas qué...¡no me digas que llevarás a Violet contigo!.
—Je,je, me temo que sí.
—Vaya, sí que será un gran impacto para la tía Milk—esbozó el azúl una sonrisa.
—Ya ni me lo menciones.
—Bien, estoy a punto de llegar—marcó direccional hacia la izquierda para entrar al estacionamiento de la Corporación.
—En fin, te deseo suerte con el abogado, Trunks.
—Y yo te deseo el doble de suerte para con la tía Milk, creo que la vas a necesitar.
—Gracias por tus ánimos, hermano—contestó irónico.
—Estaremos en contacto.
—Desde luego.
—Adiós.
—Byeee.
Trunks se dirigió al estacionamiento subterráneo del corporativo; salió a prisa del auto accionando su alarma para así tomar el elevador & ascender hacia su oficina. Goten de igual manera finalizó la llamada pero justo Violet intervino a sus espaldas— ¿Y por qué voy a necesitar "tener tanta suerte" para mañana en tu casa?—frunció la mirada.
—Pe-Pero querida, a-aquí estás...—sintió el azabache sudar la gota fría, aunque por supuesto aclaró sus sospechas —No, no es nada, es solo que a veces Trunks dice cosas raras, no te preocupes, je, je—le echó la culpa a su amigo aprovechándose de que no estaba presente.
—Bueno, de ser así, iré a tomar una ducha.
—A-Adelante ve...
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—Buenos días, Presidente Brief.
—Qué tal, Rita—se acercó el de traje a la mujer.
—Antes de que entre a su oficina con el abogado, ¿podría firmarme estos documentos, por favor?.
—Claro—Trunks hizo lo propio, pero entre firma & firma observaba a la mujer—¿Rita...?—le nombró.
—¿Sí?.
—Gracias.
—¿Pe-Pero de qué, Señor?—su parpadear era constante debido a la confusión.
—Pues por haberme obligado a ir al Hanabi, por hacerme acceder ayudar a Mai en este misión del matrimonio falso.
—Yo solo espero que usted haya tenido el resultado esperado & que se haya sentido satisfecho con su noble labor.
—Tuvo un buen resultado, por supuesto.
—Me alegra mucho saber eso, Señor Brief.
El azúl de forma inesperada, se confesó frente a la mujer en voz baja:—Voy a casarse con Mai.
—¿C-Casarse de verdad?.
—Ajá.
—Entonces esto terminó mejor de lo que esperaba, mis felicitaciones, Señor Brief.
—Gracias —había terminado de firmar—Listo, ya quedó, ahora iré con el abogado, tengo otras cosas qué resolver.
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A paso firme el presidente ingresó a su oficina saludando—Buenos días, abogado Yang—éste vestía un traje en tono café, y su apariencia era joven aunque su experiencia en lo laboral era eminente—Trunks se acercó a él para estrechar su mano. Al dirigirse a su asiento, le preguntó:—¿Ya le ofrecieron algo de tomar? ¿agua? ¿café?.
—Estoy bien, Señor Brief, descuide. Pero dígame, ¿en qué puedo ayudarle?.
—Verá, se trata sobre...—el empresario trató de explicar a grandes rasgos la situación del Hanabi & los puntos a resolver; el abogado, entretanto, hacía anotaciones pertinentes.
—Entiendo, creo que sí existe la forma de llegar a un buen acuerdo con la propietaria, eso déjelo en mis manos.
—Por otro lado, tengo otra cosa qué agregar.
—Dígame, lo escucho.
—Quiero llevar de forma legal mi matrimonio.
—¿Qué no se supone que ya había contraído nupcias?.
—Sí, pero solo ha sido por medio de una ceremonia religiosa, ya sabe.—tuvo qué buscar un buen pretexto para justificar su petición—Nos falta acreditarlo legalmente por el sistema capitalino.
—Ah, entiendo, de esa forma no hay problema. Solo necesitaría sus papeles en regla y agilizaremos su casamiento a la brevedad posible, Señor Brief. En cuanto al Hanabi, tenga por hecho que llegaremos a una óptima solución, confíe en mí.
—Se lo agradezco.
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Llegada las seis de la tarde el joven emprendió camino a casa. Sin embargo, tomó un retorno distinto para acudir a su último compromiso del día. Fue así, que al paso de media hora y con todos los pendientes en marcha, mostró modales con la señorita que había atendido su pendiente—Gracias por su atención, ha sido muy amable—de esa manera, y finalmente, se dirigió a su departamento. Al estar en el volante su semblante se tornó satisfecho, pues anhelaba en platicarle las buenas noticias a Mai sobre el caso del Hanabi «Seguro se pondrá muy contenta», por lo que en cuestión de otros 40 minutos de trayecto, llegó a casa.
—He vuelto, cariño.
—Bienvenido a casa, Trunks, ¿hay buenas noticias?—preguntó la mujer tras recibirlo reluciente; un mandil de cocina con coquetos encajes se sostenía de su cintura.
—Por supuesto. El abogado me prometió una buena resolución para el Hanabi; solo hay que ser pacientes & esperar. Por otro lado, él será también quien arregle lo de nuestro matrimonio.
—Comprendo—asintió, luego le dijo—Vayamos a la cocina, la cena está lista.
—Dame un minuto, por favor...—al solicitar un poco de su presencia, fue que del bolsillo del pantalón sacó un estuche pequeño. Con ambas manos lo abrió y se mostró ante sus ojos un anillo dorado con un diamante en medio. En otro apartado estaban un par de sortijas resplandecientes; una de mayor tamaño que sería la de él y la otra pequeña para la pétalo.
—Pero Trunks.. —debido al asombro llevó una de sus manos a la boca.
—Ahora sí tendrás un auténtico anillo de compromiso; al salir del trabajo fui a recogerlos a la joyería, espero haber escogido el diseño adecuado para ti. Dame tu mano, cariño —quitó el anillo de su unión falsa y le colocó suavemente la pieza genuina que ahora representaría su nuevo compromiso—Las sortijas serán para después cuando estemos con el juez, ¿te gusta?.
—Es precioso—estaba maravillada— Realmente es hermoso, pero...
—¿Pero...?.
—Si no es mucho pedir...quisiera que conservemos nuestras viejas sortijas; finalmente es un bonito recuerdo. No olvidaré que apartir de que las colocamos en nuestras manos, y sin importar su valor y el miedo que llegamos a sentir... fue que pudimos comenzar juntos en esta aventura.
—Entonces los conservaremos si así lo deseas.
El muchacho frotó su nariz en la mejilla de su prometida, y así, tomados de las manos se dirigieron a cenar—Solo espero que no se haya enfriado...—expresó Mai a su pesar.
—No te preocupes, aún así estoy seguro que será algo delicioso.
—Preparé un poco de tempura & arroz al vapor.
—Muero por probar—contestó. Pero en eso, el joven se detuvo a secas y antes de cruzar por el marco de la puerta, se dirigió con la mujer tras preguntarle:—¿Después de la cena te bañas conmigo?.
Los ojos se Mai se vieron expresivos ante la invitación e incluso se sonrojaron sus mejillas. Pero al tranquilizarse, le dijo—En verdad que tú nunca cambias, Trunks.
—¿Y entonces eso significa un "sí"?.
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—¿Estás lista, Violet?.
—Sí, dame un segundo—la nombrada se colocaba una chamarra de mezclilla & una gorra en tono rojos; en su espalda colgaba una mochila de vinil negro. Tras untar un poco de labial en sus labios finalizó con su arreglo, y le dijo al Son—Ya estoy lista.
—Bien, pues andando.
Al salir del departamento la violeta cuestionó —¿Viajaremos en tu motocicleta?.
—Viajar en moto o en una aeronave hará bastante largo el camino; me temo que utilizaremos el método secreto, lo siento.
—Bueno...—suspiró hondo—de todas formas ya me acostumbré a él.
Al caminar un poco por las calles de la ciudad, buscaron un callejón aislado para emprender vuelo—Sujétate fuerte, Violet.
—Sí.
El Son tomó impulso & partieron. Si bien, la localización de los Montes de Paoz indicaba ser un lugar muy lejano, con la técnica secreta de Goten bastaría de solo 40 minutos para poder llegar a buen tiempo. Fue así, que a conforme se iban acercando a la región, Violet pudo observar la frondosa fauna de Paoz, pues todo a su paso se llenó de colores verdes, había aves, ríos, y sinfín de detalles naturales que cautivaron a la mujer con gracia.
—Es un lugar hermoso, Son Goten.
—Desde luego que lo es.
Poco faltó para que el muchacho visualizara la estructura rústica de su antigüo hogar—Hemos llegado, tocaré tierra.
—Muy bien—se sujetó fuerte la mujer.
—Bueno, hemos llegado.—ambos cambiaron hacia la puerta principal, en tanto Goten saludaba en voz alta—Hola, ¿hay alguien por aquí?.
De un momento a otro la puerta de madera se abrió; salió su madre con mandil al juntar sus manos, y con cierto entusiasmo, expresó—¡GOTEN! ¡Papá, mi querido Goten ha venido a visitarnos!—corrió hacia él para saludarlo, más luego se percató de la presencia de la violeta a sus espaldas.
—¿Eh...?¿Pero ella quién es, hijo?.
—Mamá, verás, ella es...—la mujer le frunció la mirada y la violeta sin dejarse también lo hizo «¿pero qué le pasa a esta mujer?».
Sin más cuestionamientos, solo les dijo a ambos—Adelante, entren; ya casi está la comida lista—respingó y llevó sus manos a la cintura.
Milk tomó delantera, Goten se dirigió a Violet con una sonrisa—Vamos, querida...—pero el "querida" fue algo que se marcó con cierto recelo en la sien de Milk, el disgusto era evidente para ella.
—E-Está bien, gracias.
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Violet tomó asiento en el comedor, era de notarse el hervor & vapor que se desprendían de las ollas sobre las hornillas; sin lugar a dudas el olor era exquisito. Ox Satán quien se mantenía sobre el sofá frente al televisor saludó gentil & le dió la bienvenida a la mujer de cabellos cortos—Adelante, ponte cómoda. En un momento estará la comida; no es por presumir pero mi hija Milk cocina delicioso.
—Gracias, qué amable.
Después que Goten bebió un vaso de jugo de naranja, le dijo a la violeta—Iré a mi antigua habitación, buscaré algunos utensilios que me hacen falta para trabajar, vuelvo enseguida, no tardo.
—D-De acuerdo.
Fue así, que bajo la presencia nula de Ox Satán al estar éste pendiente de la emisión de las noticias, Milk & Violet se quedaron a solas. Por lo que la madre de familia comenzó a cuestionarle al borde de hostigar.
—¿Y sabes cocinar? A mí querido Goten le gustan mucho mis platillos.
—Bueno, yo...
—¿Y planchar?.
—Pues...
—¿Y el quehacer de la casa?—mientras Milk continuaba con sus labores culinarias, se le pintó una sonrisa sarcástica en el rostro, por lo que dedujo que sus sospechas le hicieron asumir ciertos aspectos de la violeta—Claro, era de esperarse.
—¿Có-Cómo dice, Señora...?—Violet estaba pasmada pues nunca se había encontrado con alguien que tuviese el carácter tan subido como ella.
—¿Y a qué te dedicas jovencita? ¿dónde es que trabajas que mi amado Goten dió contigo?.
—Trabajaba en el Hanabi.
—¿Trabajabas en ese raro lugar?—Milk se impactó, pues no hace un poco habían dado una nota especial por la televisión sobre el estrafalario centro nocturno—¿pe-pero qué se supone que hacías ahí?—volteó hacia ella.
Violet la miró fijamente, pues no iba a mentir sobre lo que ella era, pues haber trabajado en el Hanabi, no la hacía mala mujer. Así que en un tono serio & retador, contestó—Era dama de compañía.
—¿Da-Da-Dama de co-compañía...?.
—Sí, ya sabe, llevaba las bebidas a los clientes, platicaba con ellos y ¡ah!, también prendía sus cigarrillos mientras ellos los sostenían en sus labios; ese servicio les gustaba mucho.
—¡¿PE-PERO QUÉ DICES...?!—la madre de familia quedó pasmada, tanto, que uno de los platos que sostenía se fue directo al piso haciéndose añicos; no procesaba del todo la información que la mujer le había brindado, pues la observó tan "campante" como si su labor se tratase de algo bien visto. Temblorosa fue que la mujer llevó ambas manos a sujetar su cabeza, así que en una pose desquiciante y después de haber vuelto en sí, gritó a todo pulmón—¡AAAAHHHH! ¡NO PUEDE SER! ¡MI GOTEN SE ENAMORÓ DE UNA MUJER REBELDE Y VULGAR! ¡AAAHHH!.
—¡¿QUÉ?! ¡¿acaso me ha dicho vulgar?!—la violeta se levantó de la silla enfurecida mientras Milk en el piso era un mar de lágrimas & reproches. Violet, entretanto, se cruzó de brazos y expresó:—No pienso tolerar ni un insulto más, ¡me largo de aquí!.
Ella salió de la casa y a su paso estrelló la puerta con cierta fuerza. De ahí corrió sin tener en mente un rumbo definido, solo quería estar sola—Esa mujer...—se quejaba. Por ese motivo fue que metía más velocidad a su andar, simplemente quería desaparecer; era conciente de que ella sería de todo pero NUNCA alguien vulgar, «¡eso sí que no!». Entre trotes & disgustos se filtró por un camino que la llevó a una hectárea llena de sembradíos de diversas verduras, por ello, se detuvo en seco a apreciar.
—Vaya...—pues la sensación de campo, de haber corrido sin parar, le retomó cuando era una niña rebelde. Fue así que se quitó los zapatos para sentir la tierra fértil en sus pies. Siendo conciente de que no le había tocado vivir una infancia del todo grata, atesoró sin duda el estar presente en un ambiente así. Después de lo ocurrido en el Hanabi, agradeció de nueva cuenta por no permanecer más en ese lugar. Tal y como en una ocasión se lo hizo saber a Mai «Yo no sé que tenga qué hacer pero no pienso permanecer toda mi vida en el Hanabi»
—Rayos, creo que me alejé demasiado...—le expresó a la nada & sin más, simplemente se agachó & con sus manos comenzó a juguetear con la tierra. Al poco tiempo había formado una pequeña montaña que palmeaba para darle firmeza, a su costado, estaban las siembras de maíz, en las mazorcas se apreciaba el dorado de sus granos sobresalir de las hojas.
Violet con el antebrazo frotó su frente, tal y como aquella niña lo hacía al jugar con el lodo. Pero en eso, una sombra la recubrió de repente—¿Eh...?—volteó hacia arriba y al fruncir la mirada debido a que los rayos de Sol que no dejaban distinguir bien, fue que al tomar claridad de la imagen se dió cuenta que se trataba de Goten.
—¿Dónde estabas, Violet? Tengo rato buscándote, no debiste salir así.
—Eso se lo hubieras dicho a tu madre; creo que ahora entiendo lo que Trunks trataba de decir.
—Lo sé, lo siento—se agachó a la par de ella—Y te pido disculpas, sé que mamá es un poco especial pero es buena persona, solo dale tiempo, por favor. Además, aunque fueses de su disgusto el que manda en mi sentimientos soy yo. Lo que te dije esa noche fue real «Te quiero»; ni siquiera deberías de dudarlo, Violet.
—Pero Son Goten...
—De hecho he pensado en lo mucho que te gusta el campo que hasta quisiera vivir aquí a tu lado. Construir una casa, trabajar las tierras de mis padres & ambos sentir esa libertad de estar fuera de la ciudad...solos tú y yo—tomó sus manos, cosa que la hizo sonrojar.
—¿Eh?.
—Tal vez no soy el hombre más rico del mundo. Pero existen otras riquezas en mi que podría ofrecerte; mi compañía es una de ellas, mi espíritu, mi cariño, y—estiró su brazo para arrancar una de las mazorcas, después bajó un poco sus hojas y arrancó algunos de sus granos dorados, al mostrárselos a la mujer sobre su mano, le dijo—Y por supuesto mi amor por ti...hagamos de nuestro mundo algo bello y que lo que nos ofrece la tierra sea un gran tesoro para ambos—tomó la mano de Violet y depositó en ella los granos de maíz como si se trataran de unas auténticas arras simbolizando la unión entre ellos, la prosperidad, la fortuna, la lealtad y principalmente el amor—Nunca te vuelvas a ir así de mi lado—sus palmas se cerraron y él le dió un beso en los labios como muestra de su compromiso & veracidad.
Al cesar el cariño por parte de ambos, invitó—Volvamos a casa, mi madre ya está más tranquila, no te preocupes, ya no te molestará.
—Goten, yo...
—¿Si...?—le ayudó a la violeta a ponerse de pie—¿qué sucede?.
De frente & con algunos rubores en sus mejillas, le dijo:—Creo que tu madre tiene razón...no sé cocinar.
—¿Y entonces para que estoy yo, querida?—le lanzó un guiño, después le echó el brazo encima y bajo esa postura decidieron volver.
Sin embargo, Violet continuó—Y tampoco sé planchar.
—Buscaremos una solución para ello.
—Y tampoco soy buena haciendo el quehacer.
—Bueno, supongo que podría ayudarte, je, je.
Goten simplemente reía y ella junto a él por cada cosa que Violet admitía no saber hacer. Pero en esa alegría fue que un caminito se estaba forjando para aquellos que se habían mostrado amor.
—¿Y de casualidad sabes lavar los trastes?.
—No, tampoco.
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Algunos días habían pasado de la terrible pesadilla de haber visto a su querido Hanabi incendiarse y por poco desplomarse en ruinas. Debido a ello, había caído en una profunda depresión, no quería saber de nada ni nadie, solo se mantenía sumergida en su cama esperando el momento crucial de tener qué desalojar su amado hogar.
Una de sus súbditas se mantenía a su cuidado, al estar al costado de su cama, le insistía—Por favor, Princesa, trate de animarse; no se la puede pasar sin comer nada.
—Déjame tranquila, Mina—expresó la desalineada mujer, mientras en sus ojos se mantenía un antifaz para dormir con el bordado plateado de la insignia del árbol de los infiernos. En su buró estaba una caja de pañuelos y enseguida un cesto lleno de ellos de tanto que se había lamentado & llorado. Pues de solo recordar los sucesos, era el motivo perfecto para soltar tremendo llanto en exageración. Sin embargo, pese a su pena, era conciente de los actos ventajosos que la impulsaron actuar de una manera nada favorable & poco empática. Ni sus demonios, ni su magia, ni siquiera el espejo de la virtud podrían ayudarle a evitar la próxima clausura del Hanabi. En ella existía ese sentimiento vivido por el arduo trabajo que había hecho para establecerse en la Capital del Oeste con los humanos, y tal parecía que todo el esfuerzo aplicado se le estaba yendo de las manos—Mi Hanabi...mi querido & adorado Hanabi.
En eso, hicieron llamado a la puerta principal de su aposento tras tocar tres veces. Mina quien se mantenía al pendiente de la princesa, atendió —¿Eh...?—ella había recibido un sobre con un sello personal que nunca había visto en conjunto del logotipo representativo de la Corporación Cápsula —¿Pero qué será esto?.
Se acercó a la cama e hizo aviso a la mujer—Princesa, acaba de llegar un sobre, creo que se trata de algo jurídico.
—Ni me lo digas—expresó irritada—Seguro ha de ser la fecha para el cierre del Hanabi—se cubrió bruscamente el rostro con la sábana—¡Me niego a saber eso!.
—De cualquier manera lo leeré—suspiró— Finalmente es algo que debemos de saber. Bien, aquí voy...—con unas tijeras abrió el sobre y desdobló la hoja que venía en su interior. Entonces, leyó:
»Estimada Princesa Serpiente, digna representante del centro nocturno Hanabi. Se le hace mención de llegar a un acuerdo que podría evitar la suspensión del lugar, siempre y cuando usted esté de acuerdo con las nuevas normas que obligadamente tendrá que cumplir.
—¡Está escuchando eso, Princesa!.
—¿Eh...?.
La mujer tomó postura inmediatamente, se levantó el antifaz y le arrebató el comunicado a la chica—¡Dame eso!— por lo que ella continuó leyendo.
»El lugar podría seguir en servicio siempre y cuando de forma presencial asista a la junta de conciliación correspondiente a su distrito para llevar acabo las firmas correspondientes con arreglo a respetar los derechos & garantías de cada una de las pétalos de arena que laboran en dicho lugar para usted. Así como sus decisiones, la libertad de expresión, de ser y decidir de manera individual a conforme les sea conveniente. Sin tener objeción a la petición, y por supuesto, al no negarse a supervisar adecuadamente las instalaciones del Hanabi para su buen funcionamiento, cordialmente se le informa que está en su derecho de permanecer al público desde el día de hoy.
"La justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno su Derecho".
Atte:
Yang abogados and Capsule Corporation.
—¡Es fantástico!—Mina aplaudía en brinquitos—¡El Hanabi vuelve! ¡vuelve!.
La princesa sin poder creer lo que había leído, fue que al finalizar la nota observó en efecto de agua el sello de la Corporación Cápsula, motivo a ello fue que estrujó el papel, y de esa manera, al descifrar de quién se trataba, dedujo—Ese empresario de pacotilla—se le pintó media sonrisa en sus labios.
—¿Acaso no es grandioso, Princesa Serpiente?.
La mujer excéntrica se deshizo del antifaz al arrojarlo sin rumbo, torpemente le daba forma a su cabello despeinado con los dedos de sus manos. Y fue así, que a la brevedad el entusiasmo se notó plasmada en su faz, por lo que al aplaudir en una pose tipo «maja» ordenó:
—Chicas, ordenen todo...¡porque está noche habrá función!.
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Estaba en una encrucijada. Su faz era dudosa pues llevaba rato analizando cada palabra como cada cláusula detenidamente de la hoja que tenía frente a él. Por supuesto había cosas que le beneficiarían bastante, aunque otras no del todo. Así que al esbozar & fruncir el entrecejo, le dijo al sujeto que tenía enfrente—¿Es necesario que firme?.
El abogado Yang simplemente rió al parecerle tan cómico el comentario del Presidente Brief, Mai a su costado simplemente apretó con fuerza el ramo de flores que sostenía en sus manos, le dijo avergonzada—Trunks, por favor compórtate, deja de bromear.
El azúl reluciente con un traje negro & moño, le sonrió. Después de haberle lanzado un guiño a la mujer, le dijo al abogado—Está bien, de acuerdo, lo haré.—así que al tomar el bolígrafo firmó sin poner más pretextos—Listo.
—Bien, perfecto—asintió el abogado, para después dirigirse con la de blanco—Ha llegado su momento, Señorita Mai; firme aquí, por favor.
—Sí.
La discreción como la sencillez fue la clave principal para esa nueva unión. No fue necesario una fiesta ni un gran alboroto, pues la ceremonia civil se había realizado en el despacho jurídico del abogado Yang. Así que solo bastó con estar ellos para proceder con los trámites pertinentes a la unión. Sin embargo, ahora había sido algo voluntariado, por decisión, por amor. La diferencia era notable incluso en la vestimenta de Mai, pues su vestido no fue sacado del montón de ropajes que aguardaban los vestidores del HANABI, sino esta vez tuvo la dicha de escoger su propio atuendo e incluso fue aprobado por su prometido en una tienda que vendía infinidad de ellos.
Tras salir de la cortina del vestidor, la mujer le preguntó—¿Qué opinas de este modelo, Trunks?.
El muchacho quien aguardaba en un sillón de espera, quedó boquiabierto, y tras volver en sí le respondió—Se te ve estupendo, cariño. ¿a ti te gusta?.
—Me encanta.
Por lo que ahora un vestido liso sin mangas, fue lo apropiado para ella. Su cabello lució una media trenza y entre los gajos de ésta había flores con pétalos blancos adornando, el maquillaje fue el adecuado haciéndola ver insoportablemente bella.
Ella buscó sus ojos, él atrapó su mirada y el silencio fue el lenguaje propio para saber que ambos estaban en el sendero correcto; de esa manera convencida al cien, firmó.
—Eso es—expresó la autoridad—Hagamos entrega de anillos y votos. Aunque como representante de la ley, es mi deber informar que ante el registro capitalino de nuestra ciudad y ante la ley, ustedes ya son marido & mujer; respétense, cuídense, ámense & cumplan sus derechos correspondiente ante cualquier adversidad. Señor Brief, puede proceder a colocar las argollas.
Trunks hizo lo indicado, y mientras la pieza se deslizaba sobre el delicado dedo de su amada, decía—Te tomo como mi esposa. Y ante estos testigos prometo amarte y cuidarte durante el resto de nuestras vidas.
—Es su turno, señorita Mai.
Y sin perder detalle de su rostro, le dijo al azúl lo mismo:—Te tomo como mi esposo. Y ante estos testigos prometo amarte y cuidarte durante el resto de nuestras vidas.
—Señor & Señora Brief, en hora buena, felicidades.
El empresario agradeció—Muchas gracias.
En tanto, el abogado salió de su despacho llevándose los documentos a su archivo, así que por un momento quedaron ellos solos—¿Y ahora qué hace falta, Trunks?.
—Creo que falta que nos demos un beso.
Y de forma tierna juntaron sus labios dando por completado su compromiso.
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La luna de miel simplemente constó en regresar a casa, pues habían acordado que en otra ocasión realizarían un viaje en algún crucero que los llevara a un lugar paradisíaco; habían terminado tan cansados de la última aventura con la Princesa Serpiente que lo más óptimo, y para su tranquilidad, era hacer algo sencillo como la primera vez. No es que no quieran gritarle al mundo su felicidad, es solo que querían evitar a toda costa cualquiera tipo de problema, pues después de todo aún no había pasado mucho tiempo desde lo ocurrido en el Hanabi.
—Bien, hemos llegado a casa—indicó el azúl tras haber apagado las luces & el motor de su vehículo.
Cuando bajaron del automóvil el muchacho cargó a la novia en sus brazos—Esto es lo que hacen en las novelas, ¿verdad?.—dijo entre risas contagiando a Mai; más luego ella se sostuvo de su cuello para un mejor soporte. De esa manera entraron al elevador, después Trunks caminó con ella por el largo pasillo que los llevó a la puerta principal de su departamento. Así que con una mano el joven tuvo que maniobrar para abrir la chapa, pero jamás la soltó—Estamos dentro, cariño.
En brazos, Mai volteó hacia el comedor y se deslumbró por ver una decoración en cristalería acompañada de pétalos de rosas & velas luminosas. Ese detalle le dió al escenario un toque de elegancia, pues en la amplia mesa reposaba una vajilla de plata, misma, que los esperaba para degustar su primer cena como recién casados, pues un chef exclusivamente había preparado el guiso para ellos; las copas como la botella de champagne en hielo, no pudieron faltar.
—¿Y esto Trunks?.
—No quería que pasara nuestra pequeña boda como algo desapercibido, y mandé hacer este presente para celebrar aquí en casa.
—Es perfecto, me encanta.
Al poner a su compañera de pie, ésta se fue a curiosear la decoración, observó todo, e incluso la chimenea estaba encendida irradiando calor mientras que en otro extremo había un tripié con una cámara grabando todo—¿Acaso tendremos una sesión de fotos?.
—Claro, no esperes menos—le contestó el Brief a distancia mientras presionaba algunos botones del equipo de sonido. En eso, una pieza musical se escuchó—Y también tendremos nuestro baile especial...—se acercó a ella, y al extender su mano le invitó—¿Bailamos?.
—S-Sí.
A música lenta mientras la cámara hacía su labor de grabar & capturar todo momento, ellos se mecían abrazados entregados a la música suave; para mayor comodidad se habían quitado los zapatos; acariciaban sus rostros con lo perfilado de sus narices y se observaban a los ojos sin decir nada.
—Ha sido una boda maravillosa, Trunks.
—¿De verdad?...aunque bien sabes que te recompensaré después—se refería al viaje pendiente.
—Lo sé, pero... al estar aquí contigo, en nuestra intimidad, en nuestro hogar, es lo único que necesito.
—Con todo lo que hemos pasado, creo que la mejor opción era celebrar aquí.
—Aún así, estoy feliz; ha sido muy bella toda esta sorpresa. En verdad te agradezco muchísimo tu esfuerzo.
—No digas eso, en realidad soy yo quien debería de agradecerte a tí, sobre todo por haber aceptado ser mi esposa.
—Por cierto, Trunks, ¿tú familia sabe de esto?.
—Lo de la primer boda fue evidente que no; solo lo supo mi secretaria & las personas que nos vieron en el Baile de los Empresarios esa noche. Supongo que asumieron que nuestra unión fue algo genuino, por lo que no sospecharán en lo absoluto al vernos de nuevo juntos. Pero en cuanto a mi familia, en cualquier momento se los informaré.
—Entiendo, solo espero no ocasionarte más problemas.—sin más, ella recargó su rostro en su pecho & cerró los ojos dejándose guiar al paso de él.
—Para nada, no te preocupes. Sé que se sorprenderán un poco pero lo van a asimilar bien.
Y continuaron meciéndose, pasaron las horas, y las velas se consumían como los únicos testigos de su íntimo festejo, pues ambos disfrutaron de la exquisita cena que constó de unos medallones coronados por una flor de bugambilia violeta, éstos recubrían un puré de patatas; brindaron con copas de champagne en mano y se fotografiaron infinidad de veces para guardar el bello recuerdo de su boda, detalle que con los años adquiriría mucho más valor. Ahora los novios reían en plena libertad, pues existía un fuerte motivo para ellos: su unión. Sin embargo, el momento de ir a su nicho de amor había llegado, por lo que Trunks tomó a Mai de nueva cuenta en sus brazos, y emprendió camino.
Entre pasos & un poco subido de copas, le dijo: —¿Sabes lo mucho que me encantas y lo mucho que te amo?.—ella asentía a sus interrogantes—Me alegra que lo sepas, mi amor, porque yo he vivido locamente enamorado de ti desde el primer instante que te vi...y créeme que así será hasta el fin de mis días.
—Trunks...—le nombró conmovida.
—Te prometo que siempre estaré para ti.
—Y yo deseo ser un buen apoyo para ti también.
—Ya lo eres, amor.
Los novios iban dejando un caminito de la dulce miel que se destilaba del amor que sentían el uno por el otro. De esa manera, fue que la puerta de su habitación se cerró a sus espaldas, pues era el momento preciso de deshacerse de sus prendas para amarse con intensidad; así lo sería por siempre, para siempre & eternamente.
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La cotidianidad del día a día se había apoderado de sus vidas al paso de haberse cumplido tres semanas desde entonces. Trunks ejercía sus labores como de costumbre en la Corporación Cápsula & Mai lo esperaba en casa al final de su jornada con deliciosa comida. La azabache en su tiempo libre, lo dedicaba en tomar clases de mecánica por vía internet, por lo que Trunks acondicionó para ella un modesto taller & laboratorio para que practicara con sus experimentos. Pues finalmente, lo suyo siempre había sido esa rama, aunque no negaría que el desenvolvimiento escénico que adquirió durante su estadía en el Hanabi había sido de gran ayuda para confiar más en ella.
Sin embargo, fue un buen día de tantos que al colocar mal un cable, un gran «¡kaboom!» hizo estruendo en todo el departamento, cosa que provocó que Trunks fuera de inmediato a ver.
—¡¿Cariño, estás bien?!.
La mujer de bata blanca se mostró con algunos signos de manchas negras en su rostro—C-Creo que sí...—contestó parpadeante pero al relajarse por un momento la risa llegó a ellos «Ja, ja, ja».
—Anda, vamos a limpiarte la cara, amor.
—Sí.
Por otro lado, Trunks cumplió con su promesa de hablar con su familia e informarles sobre su unión. Fue una mañana al tomar el teléfono que se comunicó con ellos, aunque fue evidente que Bulma se había exaltado:
—¡¿Pero qué te pasa, Trunks?!. ¡Ni por ser tu madre tuviste consideración de avisarme hasta tres semanas despuééés!.
—L-Lo siento, mamá. Es que verdad las cosas fueron bastante complicadas, ni siquiera creerías cómo pasó.
—Bueno, ni hablar, como siempre no niegas la cruz de tu parroquia al ser mi hijo; dile a Mai que es bienvenida a nuestra familia.
—Gracias, se lo diré.
—Y dime, hijo, ¿cuándo me darás un nieto?.
—Mamá por favor, no empieces con tus cosas.
—Yo solo pregunto—rió con picardía.
Entretanto, Goten & Violet decidieron llevar una vida tranquila en los campos de Paoz. De vez en cuando los Briefs iban a visitarlos para pasar un fin de semana en compañía de aire puro y hierba fresca. Milk, al pasar de los días, pudo limar asperezas con Violet, por lo que al final de todo, comenzaron a tener una relación más unida.
—¿Puede probar esto por favor, Señora Milk?—la violeta le ofreció a la mayor un bocado de un guiso que había practicado gracias a sus estrictas enseñanzas—¿Y...bien?—cuestionó a la expectativa pues eran evidentes sus nervios.
La mujer quien degustaba se cruzó de brazos y asintió con el ceño fruncido y ojos cerrados—Nada mal, has mejorado bastante—contestó cortante.
—¡¿Es en serio?!.
—A mi adorado Goten le encantará, no tengo dudas.
Y el nombrado quien recién había llegado de recolectar frutos de las siembras, contestó a distancia—Por supuesto que me gustará, cariño.
Violet le saludó de inmediato:—¡Son Goten, has regresado!.
El Hanabi, por su lado, continuó empoderado con su estrafalaria vida nocturna con diversión & baile.
—¡Vamos chicas, atiendan bien a nuestros queridos clientes!—les exigía la Princesa Serpiente a sus pétalos. Ella estaba al pendiente de cada detalle a su alrededor, y como siempre, sujetaba esa boa emplumada & esponjosa que cubría su cuello:—¿Cuál es el siguiente acto?—preguntó en presión— ¡recuerden que solo tienen 30 segundos para estar listas en el escenario! ¡dense prisa, el show debe continuar!.
—¡A la orden, Princesa!.
Sin embargo, Ranfán, encontró su pasión en otro lado al decidir tener su propia escuela de baile & expresión corporal; la modesta academia fue patrocinada por la mismísima Corporación Cápsula, pues debido a la amistad que hizo con el Brief, y siendo Mai su esposa, recurrió al empresario para obtener un apoyo económico para su emprendimiento, a lo que Trunks accedió sin problemas «Desde luego que será un placer ayudarte, Ranfán».
—¡Muy bien, ha finalizado la lección de hoy, mis niñas!; recuerden siempre captar la mirada de los espectadores, es fundamental en el escenario, nunca lo olviden—expresó la maestra de mallones y leotardo.
Sus pequeñas alumnas solo contestaron en una sola voz—¡Sí, maestra!.
De ese modo, el paso de los meses se dejó venir rápidamente y todos fueron testigos de la entrada del mes de diciembre & sus festejos decembrinas. El departamento de los Briefs no se había quedado atrás con la decoración, pues justo Mai colgaba distintas esferas en los brazos del pino navideño; ese aroma natural que se desprendía era un deleite, pues automáticamente le transportaba a mágicos & bellos momentos.
La azabache al querer agregar algo significativo en su primer árbol navideño como esposos, fue que utilizó como detalle sus antiguas argollas de su matrimonio falso, pues solo bastó entrelazar un listón rojo entre ellas para poder agregarlas al festín colorido de luces & esferas;—Eso es, aquí lucen fantásticas—tomó un poco de distancia para apreciar, y sonrió a discreción al sentirse satisfecha, entretanto, continuó sacando más decoraciones de las cajas.
Trunks, por su parte, mantenía fija la mirada en el cristal del ventanal; observaba el mundo exterior. Su faz estaba a la expectativa de cualquier movimiento, por ello, su ceño estaba fruncido & sus labios se acentuaban al estar torcidos; su reflejo en el cristal era como ver el auténtico rostro de su padre. Sus bellos orbes, entretanto, divisaban con atención el gran árbol del Hanabi, por lo que al paso de un breve conteo de diez segundo, fue que la peculiar estructura se vió vestida por múltiples foquitos de colores, haciendo evidente que el espíritu de la navidad había tocado fibras en el estrafalario lugar.
El azúl por supuesto no dió crédito a lo visto—Imposible...—esbozó con aires de ironía, más luego se vió interrumpido por su mujer.
—¿Qué es imposible?.
El joven se dirigió hacia ella y negó con la cabeza—Nada, cariño, no me hagas caso.
—Quería preguntarte si te gusta como está quedando la decoración, ¿no crees que me excedí?.—cuestionó preocupada la de flequillo recto y vestido verde militar, pues bien sabía que había colgado hasta el molcajete en el árbol.
—Bueno, pues ...—el azúl se fue directo al árbol, lo observó de arriba hacia abajo. Entonces, al terminar su previo análisis, al cruzarse de brazos, solo dijo:—Sí así te gusta a ti, yo no tengo problema.
—En ese caso continuaré con la decoración—sonrió contenta por su respuesta.
—¿Necesitas un poco de ayuda, cariño?.
—Sí, con tus poderes de fenómeno te tocará poner la estrella.
—Vaya, ahora no solo Violet me dice así...—e insistió—ya se los he dicho antes, solo soy un humano con dotes especiales.
—¿Entonces eres especial?.
—Claro, ¿o no lo soy?.—le miró bromista.
—Anda, "joven especial" ayúdame primero a colocar las botas sobre el marco de la chimenea; están dentro de aquella caja—señaló.
—De acuerdo, eso haré.
El azúl tomó la caja, y sin prestarle la debida atención colgó la primera bota que contaba con su nombre bordado en hilos dorados. La siguiente tenía el nombre de Mai, después agregó la del gato. Al regresar su mano a la caja esperando sacar otro tipo de decoración, fue que para su sorpresa se encontró con una pequeña botita navideña—¿Oh...?¿Y esto...?—no comprendía su significado. Sin embargo, fue a la brevedad de algunos segundos que al verse con una faz boquiabierta supuso de qué se trataba—¡Mai!—nombró atónito a su mujer y ella como respuesta le dijo:
—Asi es.
—¡¿Estás embarazada?!.
—Sí —tocó su vientre poco voluptuoso con ambas manos—Es algo inesperado, lo sé, pero solo espero que estés tan feliz como yo lo estoy; dentro de poco seremos una pequeña familia de tres.
—Dios mío, cariño...—él fue a sus brazos, besó su mejilla repetidas veces por la adrenalina que corría por sus venas tras haber recibido la hermosa noticia—Por supuesto que estoy feliz...¡más qué eso!. Mai yo...los cuidaré como mi mayor tesoro, se los prometo.
—Nunca te separes de nuestro lado; eres nuestro mayor pilar, debes saberlo.
—Y aquí estaré siempre detrás de tus pasos, velando tus sueños y en cada uno de tus suspiros, mi amor; te amo, o quise decir "los amo"—pluralizó.
—Y nosotros te amamos a ti—se sonrieron genuinamente.
Era un hecho que aquel que vive en armonía consigo mismo, vive en armonía con el universo, y es capaz de crear su propio mundo, su iglesia, sin importar el entorno real que suele rodearnos, aunque siendo moldeados para existir & desenvolvernos dentro de él. Pese a la barrera de cristal que protege nuestro corazón & esencia, también hay poco del cosmo que nos caracteriza como individuos; un fuego eterno & vivo que se enciende y se apaga a como es requerido. Siendo concientes que en nuestra sociedad siempre han existido injusticias y por supuesto situaciones que todos, en algún momento, quisiéramos cambiar, pues es a medidas de los años, los valores como la independencia, la justicia y la solidaridad, han ido quedando en un contexto secundario otorgándole máximo poder al beneficio, al lucro & a la envidia, cuando lo importante es crear una realidad en base a amor, de honestidad & humanismo. Pese a protegernos, y tener una gran coraza de Pétalos de Arena, hay que creer en el futuro de nuestros sueños y anhelos, perseguirlos e insistir en aquello que parece justo.
Que los horrores del mundo con sus viles antagonistas & máscaras, no sean motivo para deshacer la ternura de las nobles almas que buscan solamente vivir en plenitud & alegría. Pues ellos, en ese abrazo eterno, habían conseguido crear su mundo perfecto. Sin miedos, crecieron hacia la luz, plantaron sus sueños, vivieron & dijeron adiós a los Pétalos de Arena.
—Gracias por salvarme & ser parte de mi nuevo mundo, Trunks.
—Al contrario, gracias a ti por llegar al mío.
Pues él, ella, ustedes, e incluso yo, merecemos dejar a un lado el anzuelo que nos ata al pasado. Que las experiencias adquiridas sean nuestro gran maestro de vida; en el camino es primordial ser fuertes, listos, defender nuestros ideales & esencia, pero ante todo, hay que saber cuidarnos el corazón y a nuestros sentimientos: el gran templo del ser, el gran tesoro reservado & poco compartible; sean egoístas con ello. Y que la vida nos lleve a los senderos correctos, y que los Pétalos de Arena...se los lleve el viento para siempre.
Fin.
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NOTA DEL FINAL:
No me resta más que solo agradecer a todos los que se han tomado el tiempo de llegar a esta parte final de Pétalos de Arena. No se imaginan lo mucho que disfruté en redactar cada uno de sus capítulos y toda la historia en general. Durante su planeación, cuando aún la tenía en mi mente divagando & con solo un borrador de algo introductorio, tuve que tener el empuje como un voto de confianza para saber si era buena idea trabajar en ella o no, así que fue gracias a mi querida amiga Cereza que me motivó en lanzar el fanfic, ¡muchas gracias, gemela, por tus ánimos y por todos los años de amistad que llevamos!.
Durante la redacción de este capítulo he tenido que hacerme cargo de los cuidados de uno de mis perritos, el buen Ponchito ahora le tocó enfermar y tal parece que es algo muy complicado, por lo que créanme que fue un gran esfuerzo haber llegado hasta aquí a pesar de tener que lidiar con su estado de salud. Por lo que me encantaría que le mandarán a él sus buenas vibras para sanar. Así que este capítulo también va dirigido para ti, mi querido & loco Pon-chan.
Por otro lado, quiero agradecer como siempre las muchas lecturas que ha tenido PA, es algo que aún no me lo creo pero gracias por estar aquí, créanme que le dan dulzura a mi corazón; muchas gracias por todo su apoyo. A los que agregaron a favoritos, como a los rws que he recibido por parte de Cereza de pastel, Lya, Velmon, Trumai Love, REI III NGE, Fernanda Villalba, Ichigo, Nancy & Mar Rivera, sin olvidarme también de los saluditos para mis queridos lectores silenciosos (les mando un abrazo, mis muchachos, espero algún día pasen a saludarme); infinitas gracias y bendiciones para todos ustedes.
El grato detalle de los espacios que me brindan las comunidades del Trumai como el compartir mis actualizaciones o cualquier otra cosa de mi contenido: chicas, gracias por su apoyo, ¡gracias Shirley! Así como a las otras personas que durante tiempo atrás tuvieron esos mismos detalles hacia a mi, siempre lo agradeceré. A los que dan like a esas publicaciones millones de gracias por estar al pendiente, ¡los quiero mucho!. Y también a los nuevos que se unen a mi fanpage, gracias, ¡Muchos saludos & bendiciones a todos!.
¡Gracias, gracias, gracias!.
Sin más qué decir, me despido como siempre al decirles: ¡nos leemos pronto!. Espero Dios mediante, poder continuar aquí compartiendo más historias con ustedes. Los quiero mucho a todos.
Cariños por siempre:
Kuraudea~
