A/N
OK, originalmente el último POV de Tobias fue lo primero que escribí de esta historia, fuera de ahí, el resto he tenido que acomodarlo a mi primera idea.
Disfrútenlo :)
Mi corazón late tan deprisa que el sonido de sus pulsaciones es todo lo que escuchan mis oídos. Susan aprieta mi mano izquierda que parece tener mente propia, se niega a abandonar mi regazo y no puede dejar de sudar. Volteo a mirar a mi padre y en su cara solo veo terror. Marcus detrás de él tiene una sonrisa maligna que dura solo un segundo, sus ojos parecen más oscuros, de repente mi cuerpo y mente se sincronizan y solo siento pánico. La voz de Eric se repite una y otra vez en mi cabeza mientras veo como los miembros de las otras facciones abandonan la sala "aceptamos el veredicto del concejo, permitimos que una persona de Abnegación supervise nuestra iniciación pero la única manera de hacerlo será que esta persona participe en la iniciación de principio a fin como si fuera un iniciado más. Dejamos a su consideración la elección del supervisor" no es tanto lo que dijo sino el cómo lo dijo, hay una sentencia de muerte detrás de sus palabras.
Mi propuesta fue admitida, acabo de condenar a alguien de mi facción a un peligro que ni siquiera puedo comenzar a entender.
"¿Quién va a pasar por esto?" Joshua pregunta cuando el salón se vacía y solo quedamos dentro los miembros de Abnegación, todos demasiado sorprendidos para ponerse a limpiar y ordenar como normalmente lo haríamos. Volteo a verlo y lo analizo: es un hombre en sus 50, es el encargado de las finanzas de Chicago, pasa tanto tiempo sentado que solo quienes lo conocemos bien, sabemos que al caminar cojea de la pierna derecha. No es un anciano pero no tiene la capacidad física para enfrentarse a 12 semanas de entrenamiento militar, que es lo que el resto de la ciudad supone que sucede dentro del complejo de Osadía durante su iniciación.
Marcus se levanta, se excusa y sale de la sala dejándonos al resto compartiendo el silencio más ruidoso que he presenciado jamás. Todos emanamos miedo a través de los ojos. No sé si pasan segundos u horas cuando Marcus regresa, sus ojos clavados en los míos y por primera vez veo al hombre del que hablan todos los boletines de Erudición. Nunca me he permitido sentirme intimidada por él, nunca hasta este momento. Desvió mi vista de nuevo hacia mi padre que está consumido en sus pensamientos. ¿Quién de nosotros va a sufrir por mi terquedad?
"Los demás líderes piden que antes de que comience la ceremonia de selección mañana, tengamos el nombre del supervisor" Marcus rompe el silencio, ¿alguien más aquí se dará cuenta de la amenaza mezclada con triunfo que rodea su comentario o solamente yo?
"Tiene que ser alguien joven" dice Michael "No hay manera de que yo pueda pasar por eso, subir las escaleras hasta esta sala me cuesta cada día más trabajo" es obvio, Michael tiene más de 60 años. "¿Alguien joven?, ninguno de nosotros entra ya en esa categoría" dice Lou, la mujer que se encarga de las iniciaciones en nuestra facción. "¿Una de nuestras embajadoras entonces?" Su voz apenas un susurro. La mano de Susan aprieta aún más la mía, la miro y no me queda ninguna duda de que mandarla a ella es arrojarla a una muerte segura, mierda, ni siquiera llegaría al complejo antes de morir de un infarto.
"No, de ninguna manera" mi padre se levanta de su asiento y voltea a mirarme, hay determinación y miedo en su mirada "Solo son unas niñas, no podemos arriesgarlas de esta manera" mi estomago brinca y me sorprende que aún quepa espacio en mi cuerpo para sentirme enojada ante su comentario, no somos ningunas niñas, tenemos 18 años y somos completamente capaces de hacer esto, bueno, las uñas de Susan que se clavan en la palma de mi mano me dicen que yo soy capaz de hacer esto. ¿Quiero que me elijan a mí? Chingadamadre, no lo sé.
"Yo lo haré" la voz de mi padre es definitiva, lo miro y veo que en estos momentos no solamente es un miembro del gobierno, es un padre consternado por la seguridad de su hija, es un padre que perdió a su hijo hace dos años y que no puede permitirse perder a alguien más. Todas estas semanas ha rechazado todo lo que he dicho sobre los peligros en los que se encuentra Chicago, se ha negado a escuchar lo que tenía que decirles sobre las muertes y los exiliados de Osadía pero aquí está, dispuesto a sacrificarse porque sabe, él sabe que nunca he mentido y que he tenido la razón todo este tiempo, algo sucede en esa facción y ahora no quiere pensar en la posibilidad de que sea yo la que tenga que pasar por eso.
"No Andrew, son 12 semanas. Eres mi segundo al mando, es mucho tiempo para ausentarte. Tiene que ser alguna de ellas" Marcus dice tajantemente, no dejando espacio para objeciones. "Marcus" mi padre le contesta sorprendido. "Pueden hacerlo, son jóvenes; tu, yo y el resto de nosotros no lo somos querido amigo" alguien más tiene que escuchar la falsedad en su voz, no puedo ser la única. Empiezo a temblar desde los dedos de los pies hasta mi cabeza ante la posibilidad de que Marcus haya sabido todo este tiempo el resultado en el que nos encontramos ahora, la idea de que él supiera esta conclusión me da escalofríos porque eso supondría que él sabe todo lo que yo no he podido averiguar. Pero cuáles son sus intenciones y qué gana él con esto.
"No me importa, yo iré" mi padre comienza a guardar sus cosas y entonces lo veo, detrás de la preocupación por su hija y por Susan también hay miedo por lo que se viene para él. Toda mi vida lo he escuchado hablar sobre la locura de los osados, sobre como cada cosa que hacen es insensata y arriesgada. Está a punto de enfrentarse a sus temores para poder librarme a mí de cualquier peligro. No puedo hacerle esto, no puedo sacrificarlo. Él no lo sabe pero tengo toda mi fe puesta en que cualquier peligro que supongan las siguientes 12 semanas puedo afrontarlo, soy capaz de hacerlo. No solamente estaba convencida de elegir Osadía como mi facción hace dos años, sino que también tengo aptitud para ella.
"¡No!" Hablo por primera vez y siento como si hubieran pasado semanas desde la última vez que dije algo "Marcus tiene razón, yo lo haré. Además, todo esto fue mi idea" mi padre me mira con ojos suplicantes, tengo miedo de que intente encerrarme y no dejarme salir hasta mañana en la noche cuando ya sea demasiado tarde. Veo desde el rabillo de mi ojo que Marcus sonríe por un segundo. "Susan puede encargarse de la supervisión de Abnegación y continuar con nuestro trabajo. Yo puedo reportarme con ella para hacerles saber sobre mi progreso, el resto lo podemos resolver".
"De acuerdo" empiezan a decir el resto de los miembros, mi padre mira a todos con los ojos abiertos como si cada uno de los miembros del concejo lo estuviéramos traicionando. "Beatrice, pero tu entrenamiento…" comienza a decirme pero lo interrumpe Marcus "Hasta ahora no hemos tenido contratiempos con el entrenamiento, y Beatrice ha trabajado duro en cada aspecto que le hemos presentado. Incluso tengo entendido que en su vida personal también se ha esforzado" con esto Marcus hace una sonrisa más parecida a una mueca. "Estoy seguro de que el joven Black puede soportar unas cuantas semanas sin Beatrice, incluso puede verla el día de visitas". Mi padre parece derrotado, no importa que tan valiente sea, ni cuantas sean sus ganas de mantenerme a salvo no puede permitirse desobedecer a su líder.
"Correcto, todo estará bien" intento darle una sonrisa para convencerlo pero tengo el corazón en la garganta. Susan me da un apretón en el hombro, el único acto permitido en Abnegación para consolar a alguien. Ahora más que nunca me gustaría que los abrazos estuvieran permitidos, necesito uno.
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"Oh Beatrice, mi niña" mi madre me abraza con fuerza. Intento que la emoción que siento no me haga derramar lagrimas. Faltan dos horas para la ceremonia de selección. Tres horas para que me vaya en un tren hacía el complejo de Osadía. Tengo demasiadas emociones encontradas, anoche no pude dormir pensando. Una parte de mí está preocupada por lo desconocido, por el peligro que sé que existe allá afuera. Esa parte de mí quiere quedarse aquí en la casa de mis padres, quiere ser de nuevo la niña pequeña que su madre abrazaba y besaba a puerta cerrada. La otra parte de mí está emocionada, por primera vez voy a experimentar el qué hubiera pasado si las cosas hubieran sido diferentes. Es un tiempo prestado pero mi corazón late con fuerza por el regalo.
"No apruebo esto, no me gusta" dice mi padre desde el sillón. Su rostro está desencajado, parece que ha envejecido años desde ayer. "Todo va a estar bien papá, voy a ir, voy a investigar qué es lo que está pasando y regreso en 12 semanas para poder corregir lo que haya que cambiar. Esto es por lo que he estado trabajando tan duro los últimos meses. Es lo correcto" mi padre se levanta y me abraza por primera vez en años, como lo hacía cuando Caleb y yo éramos niños dentro de la seguridad de esta casa. El ruido de alguien tocando en la puerta nos hace separarnos. Mi padre abre la puerta "Robert, buen día"
"Señor Prior, buen día. ¿Beatrice se encuentra aquí?, me gustaría hablar un momento con ella si me lo permiten." Mi padre abre completamente la puerta permitiéndole a Robert entrar. Mi madre lo saluda "Por qué no dan un pequeño paseo, aún queda tiempo para que tengamos que irnos." Dice invitándome a salir de la casa con Robert.
Caminamos lentamente, separados como lo dictan las costumbres. Cuando llegamos al final de la calle Robert me toma del brazo y me conduce hacía la zona de árboles que está detrás de nuestro complejo. Robert jamás me ha tocado fuera del roce de manos ocasional cuando hacemos algún trabajo manual juntos, su mano en mi codo se siente prohibida, pero no por lo que dice Abnegación, se siente incorrecta como si no perteneciera a mí.
"Beatrice…" comienza a decir mientras sus ojos se posan en todos lados menos en mí, puedo ver que tiene mucho que decirme pero no parece encontrar la manera de hacerlo. Pienso que no está mal de mi parte querer ayudarlo, pongo mi mano en su hombro "todo va a estar bien Robert, son solo 12 semanas" no debería sentirme emocionada por pasar tanto tiempo lejos de él. Sus ojos se abren más que nunca mientras mira mi mano en su hombro. Pienso que va a zafarse de mi contacto porque es incorrecto pero lo que hace después me toma por sorpresa. Robert me toma por lo hombros con fuerza y antes de que pueda entender que está sucediendo su boca choca con la mía, tiene los ojos cerrados y el ceño fruncido mientras mueve ligeramente los labios para besarme con más profundidad. Sé que debería cerrar los míos, dejarme llevar por el momento y sentir su beso en todo mi cuerpo pero no puedo hacerlo, solamente quiero separarme de él.
Doy un paso atrás y Robert abre los ojos, hay temor, vergüenza y nervio en su mirada "Lo sien… lo siento mucho Beatrice no debí hacer eso" no, no debiste Robert "es solo que…" puede que no sienta lo mismo que él, pero me da vergüenza ver su sufrimiento. "Está bien Robert, estoy bien. No pasa nada"
"Vas a irte y no quería que lo hicieras sin saber que voy a estar pensando en ti todo este tiempo" mierda, todo este tiempo he temido mi inminente relación con él sabiendo lo abnegado que será nuestro futuro y sintiéndome afligida por todo lo que podría tener si nuestras costumbres fueran diferentes y ahora que tengo este gesto romántico de él, reafirmo que no lo quiero. No es el hecho de que tenga que casarme con alguien, es él. No sé si haya alguien en este mundo para mí, solo sé que no es Robert. "Todo estará bien" digo e intento que mi sonrisa sea convincente, ¿para quién? ¿Para él o para mí?
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Tobias POV
Termino de vestirme mientras me concentro en el papel que tengo que interpretar a partir de hoy por las siguientes 12 semanas. He hecho esto dos años seguidos pero esta vez se siente diferente. No sé si es por como están las cosas en el complejo o por lo irracional que parece estar Eric en estos días. Me amarro las botas mientras recuerdo nuestra conversación de anoche.
"Alguien de Abnegación vendrá a supervisar, tendrá que pasar por cada parte de la iniciación al igual que los demás y carajo Cuatro, te quiero más enérgico que nunca" !Puta madre! Aunque lo sabía, tener la confirmación de que alguien de mi antigua facción estará aquí me crea un nudo en el estomago. ¿Y si es alguien que puede reconocerme?, ¿Y si es él?. "Debemos manejar esto con cuidado Cuatro" Max por otro lado parece pensativo, más calmado. "¿Es por esto que vas a supervisar de nuevo a los transferidos?" La pregunta sale de mis labios antes que mi cerebro registre la estupidez que supone cuestionar a Eric.
Más gritos e intimidaciones para explicarme lo delicado que es que alguien venga a hacer de niñero. Lauren está callada, esto le incumbe a ella también, pero quien sea que venga de Abnegación estará en mi grupo de transferidos y no en el suyo de nacidos en Osadía. Lauren es ruda, ha hecho sufrir a los iniciados más duros, pero yo… a mí me han llamado cruel, despiadado, sin alma. Los líderes saben que si hay alguien aquí que puede romper a quien sea que se atreva a cuestionar sus métodos y decisiones soy yo. Esta iniciación será la más difícil, no solamente tengo que cuidar a los nuevos, ayudarlos a sobrevivir a esto, sino que también ahora tengo que cuidarme la espalda. Solo me queda rogar para que quien sea que venga esté dispuesto a ayudarnos y no solamente me estorbe, ya bastante trabajo me ha costado protegerlos a todos, he fallado con tanta gente en los últimos dos años…
Mientras cierro la puerta de la sala de juntas al salir, escucho que Max le dice a Eric "Tenemos que tener la mente fría con esto, un solo error puede destrozarlo todo", lo siguiente es más un susurro pero lo percibo claro "¿Piensas que puede ser divergente?, sin duda sus convicciones no concuerdan con su facción, o puede ser solo una niña estúpida que no pertenece ahí y busca consuelo en propuestas que la ayuden a salir de su complejo", Eric responde con odio en su voz "Si jugamos bien, tal vez no llegue ni siquiera a la semana cuatro"
Mierda, el supervisor es una mujer, ¿será la chica de la que está enamorado Uriah?, ¿y puede que sea divergente? No, no puedo preocuparme por eso ahora, no sé cuántos de los transferidos carguen con esta maldición, no puedo protegerlos a todos, no puedo distraerme con alguien que piensa que puede luchar contra la facción más peligrosa, porque eso somos ahora, una trampa de muerte para todos los que decidan ser osados…
Tengo que apurarme, tengo poco tiempo para desayunar antes de terminar de prepararnos para el salto en la red. En el comedor están todos sentados en nuestra mesa habitual. Christina está vestida para salir "Sí me lo explicaron anoche, relaciones públicas no es prácticamente un trabajo fijo, creo que más bien es algo inventado por Eric para esta ocasión. Tengo que ir a El Centro y traer al supervisor de Abnegación, tal vez no sea tan malo y pueda ver a mi familia si deciden asistir este año a la ceremonia de selección"
"Supervisora y tendrá que pasar por la iniciación como el resto" decido por una vez, incluir a los demás un poco en lo que ocurre en mi cabeza. Uriah levanta la vista rápidamente. Más que emoción, hay nervios en su mirada. "O algo así escuché anoche cuando nos reunimos con Eric y Max, no estoy muy seguro…" decido no arruinar el desayuno de Uriah, no sé si realmente esté enamorado o si lo que dice de verla como una amiga sea cierto pero cualquiera de las dos, está preocupado de que sea ella, no tiene caso que le diga todo lo que escuché de Max y Eric, después será momento para ocuparnos de esto, ahora no hay nada que él pueda hacer, yo tampoco.
"Tiene que ser alguna de las embajadoras, son las únicas personas jóvenes" dice Will también preocupado. Todas las risas y bromas de la conversación que tuvimos cuando nos contaron sobre la propuesta de supervisar nuestra iniciación ahora están lejos, la mesa está cargada de temor. "Son buenas chicas, espero que lo logren" Christina le da un beso inocente en el cachete.
Christina se despide de todos en la Fosa mientras se dirige a la salida del complejo, los demás nos quedamos un rato antes de dirigirnos a la red. Dos horas, eso es lo que falta para que los iniciados den un salto de fe hacia el vacío. Estoy harto de esto.
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Beatrice POV
Llegamos a las puertas de El Centro, hay una masa de colores dirigiéndose a los elevadores, solo una mancha gris se mueve hacia las escaleras, me dispongo a seguirlos pero me detiene el brazo de mi madre que me sostiene para apartarme del resto de nuestra facción, hay algo urgente en su mirada. "Beatrice, mi niña" me jala hacia uno de los pilares del vestíbulo, tapándonos de miradas curiosas. Me da un abrazo fuerte y yo le doy uno de regreso. "Puedes hacerlo hija, naciste para esto. Eres la persona más valiente que conozco, esto es pan comido para ti" Hay algo en su mirada ¿lo sabe?, mi corazón se salta unos latidos, ¿sabe que hace dos años estuve a punto de elegir otra facción? Su mano derecha acaricia mi mejilla, hay amor y orgullo en sus ojos. Me aprieta las manos y comienza a caminar hacia las escaleras.
Las piernas me tiemblan mientras atravieso las enormes puertas de la sala de selección, todos comienzan a ocupar sus lugares. Jack Kang el líder de Veracidad está parado en la tarima junto a los tazones. Este año es el turno de su facción dirigir la ceremonia. Busco entre las filas de Osadía a alguno de los embajadores, supongo que serán ellos quienes me lleven a su complejo. Hay una chica de pelo negro corto, es más alta que yo. Voltea hacia la puerta buscando a alguien, sus ojos se posan en mí y no puedo evitar sentirme intimidada, es hermosa. Tiene la piel almendrada y unos ojos oscuros, sus pestañas son enormes y están llenas de maquillaje negro que las hace parecer más abundantes. Sonríe después de unos segundos y me doy cuenta que no tengo idea de cómo me veo en sus ojos. He estado tan nerviosa desde ayer que hoy mi madre me ayudó a peinarme y no se me ocurrió mirarme en el espejo.
Se acerca a mí con seguridad y estira su mano hacia mí "Tú debes ser la embajadora de Abnegación que va a venir con nosotros a Osadía, soy Christina, vas a venir conmigo. Wow, eres más bonita de lo que imaginé" sé que debo estrechar su mano, lo he hecho muchas veces con Uriah y Will pero esto es nuevo. Le doy mi mano incómodamente y ella se ríe. Es una risa ligera y divertida, no puedo evitar imaginarme que si viviéramos en la misma facción tal vez seríamos amigas, supongo que por las próximas 12 semanas podríamos serlo. Es lo suficientemente amable para mentir sobre mí diciéndome que soy bonita. "Uhm, soy Tris, mucho gusto".
"Tris" asiente mientras señala dos asientos vacíos en la tercera fila de su facción "Nos aparté lugares para ver la ceremonia, antes de terminar tienes que venir conmigo para que te expliqué todo lo que tienes que saber para llegar a nuestro complejo, ven conmigo" me toma de la mano y me jala por las escaleras, su tacto es incómodo, no estoy acostumbrada al contacto físico de extraños y menos en público. Nos sentamos mientras el resto de personas en la sala termina de acomodarse. Jack comienza con su discurso pero yo no puedo prestar atención, mi cabeza da vueltas y siento nauseas de los nervios. Lanzo pequeñas miradas hacia la sección de Abnegación buscando a mis padres, encuentro de repente a mi madre mirando hacia mi lugar con orgullo en sus ojos ¿tal vez está imaginándome vestida de negro?, tal vez ella tal vez imagina los mismos quizás que yo en este momento.
Los dependientes comienzan a desfilar por la tarima derramando su sangre en los recipientes de cada facción, hay gritos y aplausos pero no logro registrar nada. Antes de que pueda concentrarme Christina me empuja suavemente con su codo en mis costillas "Vamos Tris, tenemos que salir antes que los demás, ven" se levanta y comienza a bajar las escaleras, noto encima de mí los ojos de miembros de otras facciones que no entienden por qué alguien gris camina junto a alguien de negro como si fueran amigas. Antes de salir volteo para buscar a mis padres. Mi padre me mira con preocupación pero mi madre solo sonríe y mueve los labios en un silencioso "Te amo", le sonrío y me dispongo a decirle que yo también la amo cuando los ojos de Marcus me distraen, hay odio en ellos, odio y una mueca malvada que me desconcentra los segundos que dura antes de regresar la vista a la tarima.
Tomamos el elevador y salimos al calor de Chicago. "Siento que tengas que hacer esto en ese vestido tan grande, pero no pude traerte ropa adecuada para el tren" me dice Christina mientras me mira de arriba abajo evidentemente desaprobando mi atuendo. Comienza a caminar hacia las vías del tren y se detiene cuando llegamos a ellas. "Ok, es muy fácil, cuando lo veas venir tienes que empezar a correr a máxima velocidad" ¿Qué?, he visto cientos de veces a los osados brincar de trenes, sé que es algo que hacen con frecuencia pero… ¿no esperan que yo pueda hacer o si?, "No te preocupes Tris, no es tan difícil" Christina debe de mirar el terror en mi cara pero se ríe como si no fuera la gran cosa. Escucho gritos y risas detrás de nosotros, una masa de personas vestidas de negro corre hacía las vías del tren. No debe de tardar mucho en pasar, recuerdo otras ceremonias de selección y cuando Abnegación sale, no hay ningún Osado afuera de El Centro.
"Ok entonces corres lo más rápido que puedas, por ser tu primera vez alguien más se encargará de abrir el vagón, tú solo ocúpate de agarrarte de alguna manija e impulsar todo tu cuerpo hacia adentro del vagón ¿ok?, ¡Prepárate, ahí viene!" Lo siento antes de verlo, las vías tiemblan con el peso del tren que viene a toda velocidad hacia nosotras, cuando veo la cabina de conducción escucho que Christina se aleja gritando "¡Ahora Tris, corre!", tardo unos segundos en comprender la instrucción, mierda tengo que correr. Delante de mí solo veo Osados saltando hacia los vagones, Christina corre a máxima velocidad mientras voltea a verme, cada vez está más lejos de mí. Corro lo más rápido que puedo pero temo que a mis piernas les nazcan flamas del fuego que siento en ellas. Miro como Christina se agarra de una manija y salta hacia dentro del vagón con gracia, mierda mierda mierda corre más rápido Beatrice. Christina saca medio cuerpo del vagón para alentarme a subir, intento tomar la manija pero el tren va demasiado rápido, ¿qué pasa si no lo logro? Eric dejó en claro que si fracaso en la iniciación se cancela el trato. No, todo mi esfuerzo no se puede perder en los primeros minutos. No sé de donde mi cuerpo saca fuerzas para correr, pero en milésimas de segundo estoy de nuevo al nivel de la manija, la tomo y con todas mis fuerzas me lanzo hacia dentro del vagón brincando.
Tengo casi todo el cuerpo dentro pero me tropiezo con la orilla del vagón y caigo de frente en el piso. Me zumban los oídos del esfuerzo y me cuesta trabajo respirar. "Carajo Tris, ¿estás bien?" Christina me toma de un brazo para ayudarme a levantarme del piso. No puedo creerlo, ¡LO LOGRÉ, SALTÉ DENTRO DE UN TREN EN MOVIMIENTO!, en lugar de apoyarme de Christina para levantarme, ruedo sobre mí misma para quedar boca arriba, mis manos en mi abdomen intentando calmar mis jadeos, abro los ojos para mirar a una Christina preocupada encima de mi cabeza. Comienzo a reírme y me mira con preocupación.
"Salté hacia una tren en movimiento" le digo mientras me río, ella comienza a reír también. "Sí chica, felicidades" estira su mano para ayudarme a levantarme. La tomo y por primera vez miro hacia el interior del vagón. Los osados que están más cerca de nosotros me miran con extrañeza, supongo que las noticias de mi supervisión no llegaron a todos los miembros de la facción. Recargados en las paredes, hay algunos miembros de otras facciones. Tienen los ojos abiertos, expectantes sobre lo que la facción que han elegido tiene para ellos. Christina solo me mira mientras me acerco a las puertas del vagón, me sostengo de los tubos mientras me asomo por ellas. Chicago pasa en borrones ante mis ojos, el aire me golpea con fuerza en la cara , suelta mechones de mi chongo y me hace llorar los ojos. Aún no respiro con normalidad pero la siento, por primera vez puedo sentirla: la libertad que he buscado toda mi vida.
Escucho que algunos miembros de Osadía hablan sobre alguien de Erudición que no pudo saltar dentro del tren. "A veces pasa" dice Christina "Es difícil las primeras veces incluso cuando ya sabes lo que tienes que hacer. Los transferidos no lo sabemos hasta que tenemos que hacerlo" la miro con la boca abierta aunque sea grosero de mi parte, ¿Christina es transferida? Pero si es… muy osada. Christina parece saber lo que pienso porque se ríe "Yeap, Veracidad, hace dos años, uff pensé que no lo lograría la primera vez. Es triste pensar que hay quienes no lo logran y están condenados a quedar sin facción apenas unos minutos después de transferirse de la suya." Christina parece sumirse en sus propios pensamientos y aprovecho esto para seguir mirando hacia la ciudad.
"¿Estás lista?" Me pregunta Christina, no sé cuánto tiempo llevo recargada en la puerta. "¿Llegamos?" Le respondo emocionada, veo que el resto de los osados toman distancia de la puerta, me asomo y veo que vamos a pasar por los tejados de algunos edificios, no veo ninguna estación o terreno plano en donde podamos saltar. "Algo así" Christina parece nerviosa al ver que examino los edificios enfrente, en un segundo el resto de los osados comienzan a saltar hacia los tejados. "Toma vuelo y salta lo más lejos que puedas Tris" Christina comienza a correr hacia la puerta y salta hacia el tejado. ¿Qué?, ¡Hay más de un metro de distancia entre el tren y el tejado!, volteo hacia el frente y veo que me quedan pocos segundos para brincar. Respiro profundamente mientras tomo vuelo, ¡No pienses Tris, solo brinca!, tengo que darme ánimos a mí misma.
Corro y cuando llego a la orilla del tren brinco con todas mis fuerzas, el aire me golpea fuerte en la cara y miro solo unos segundos hacia abajo, al vacío, el piso de cemento está demasiado lejos de mí, el panorama cambia y pronto caigo de rodillas y manos en el tejado, la fuerza de mi caída me hace arrastrarme. Ouch siento raspones en las rodillas y en mis manos la piel se raspó en mis palmas, hay unos puntos de sangre. "¡Tris, muy bien! La siguiente vez vas a caer de pie no te preocupes" Christina me toma del interior del brazo para levantarme, cuando me estoy limpiando la tierra de las manos escucho los gritos más desgarradores que jamas había oído. Volteo hacia las vías del tren y varios osados están viendo por la barda hacia el suelo, dos chicas osadas están en el suelo sollozando mientras otras personas intentan levantarlas y alejarlas de ahí.
"Tris ven" Christina me toma del brazo para alejarme de la barda pero me suelto de ella. Camino hacia la orilla y me asomo, mi estomago se revuelve, estoy a punto de vomitar. En el suelo varios metros abajo hay un charco gigante de sangre y una masa de extremidades encima de él. Dos personas no lo lograron, dos personas cayeron metros y metros hacia el duro concreto. Mis ojos se llenan de lágrimas ¿habrán muerto del susto antes de golpearse contra el suelo?, dios mío espero que sí. ¿Qué?, ¿estoy deseando un tipo de muerte sobre otra a alguien que ni siquiera conozco? Christina me aleja de la orilla "¡Tris, tris! Tranquila, esas cosas pasan aveces, ven conmigo por favor"
"Pero…" empiezo a decir, no creo poder contener las lágrimas, nunca había estado tan cerca de un cuerpo, pero no, no estoy cerca. Muchos metros nos separan a nosotros los que logramos saltar de los que no lo lograron. "No todos tienen lo necesario para lograrlo señorita Prior" la voz gélida de Eric me despierta de mi aturdimiento. Lo miro y sus ojos me miran con odio. Disfruta verme asustada, goza la injusticia de dos vidas perdidas por algo tan absurdo como llegar a una facción. "¿No tienen una puerta para ingresar a su hogar?, Eric esto no tiene sentido, arriesgar la vida ¿para qué?" Eric se ríe cruelmente "Dos pequeños actos de valentía para demostrar que merecen estar aquí. ¿Estás lista para el tercero?" Eric se aleja y se sube a los tabiques de la barda contraria, el resto de los iniciados comienzan a reunirse frente a él.
"Iniciados, atrás de mí se encuentra la entrada a nuestro complejo. Su complejo si así ustedes lo deciden y nos demuestran que tienen lo necesario para convertirse en uno de nosotros. Mi nombre es Eric, soy uno de los líderes de Osadía" Eric le sonríe con malicia a todos los iniciados, es como si ni siquiera le importara averiguar quiénes perdieron la vida solo unos segundos antes. "En Osadía admiramos el coraje y la valentía. Dudar es temer y cuestionar por miedo es algo que no admitimos aquí. ¿Quién de ustedes es lo suficientemente valiente para ir primero?" Eric recorre su mirada por el grupo de caras asustadas, alguien hasta adelante se asoma por la barda "¿Quieres que saltemos al vacío?, ¿hay algo ahí abajo para detenernos?, ¿si sabes que dos personas acaban de morir por caer desde esta distancia no?" Le pregunta el chico de Veracidad a Eric. "¿Tienes miedo?" La mirada de Eric se oscurece. "¿Nadie? Pregunta con los dientes cerrados.
¿Qué está pasando aquí?, ¿cómo es posible que en menos de una hora esta facción ya arriesgó en dos ocaciones la vida de tantas personas, cobrándose las de dos hasta ahora.
Nadie se mueve, nadie quiere enfrentarse a esto, ni siquiera los nacidos en Osadía. La idea me pasa tan deprisa que apenas puedo registrarla cuando mi boca se mueve sin mi permiso "Yo lo hago" Christina suelta un chillido atrás de mí. Todos voltean a verme y Eric suelta una carcajada "Adelante estirada, pago por verlo" dice.
"¿Vienes conmigo?! Volteo hacia Christina y suelta un resoplido "joder, no. te veo abajo después" ok, no pasa nada ella ya lo ha hecho antes y sigue viva, no hay nada que temer. Camino hacia el borde y me asomo. En el fondo hay un hueco en el piso, no se ve nada después de él, está completamente oscuro. Me agarro de la barda y empiezo a subir mis piernas, todo mi cuerpo tiembla de nervios pero mi estomago pulsa de emoción. Estoy completamente parada en la barda, el aire me revolotea el vestido. "No tenemos todo el día Prior" me regaña Eric.
No pienses, solo salta Tris. Cierro los ojos, pienso en mis padres, en Caleb, en la Beatrice de hace dos años que despertó segura de querer estar en Osadía, en la libertad que sentí hace un rato mientras montaba el tren; esto me da valor. Respiro profundamente, muevo un pie hacia el vacío, uno, dos, tres brinco. Empiezo a caer rápidamente, dejé mi estómago y corazón allá arriba. Abro los ojos y la emoción me inunda, sigo cayendo pero no siento miedo, quiero terminar de caer para ver qué sigue pero al mismo tiempo quiero seguir volando por siempre. De repente choco contra algo, cierro los ojos esperando sentir dolor pero mi cuerpo rebota contra algo liviano, abro los ojos y muevo mis manos, ¡una red!, suelto una risa involuntaria; creo que es en parte por histeria y por felicidad. Suelto aire y me tapo la cara. No puedo creer la mezcla de emociones que han pasado en tan solo un par de horas. Miro hacia el techo, desde aquí abajo puedo distinguir la silueta de Eric muchos metros más arriba.
Siento que la red se hunde de un lado y mi cuerpo rueda hacia donde se produce el movimiento, unos brazos me jalan para sacarme de ella. Tengo todo el pelo en la cara. Los brazos me toman de las axilas para cargarme fuera de la red y me ayudan a ponerme en pie. Me quito el pelo de la cara y veo hacia arriba, el hueco por el que acabo de caer, escucho ruidos a mi alrededor pero no puedo apartar la vista del techo, del cielo. "Ejem" muevo la cara rápidamente hacia enfrente, la persona que me ayudó a salir de la red es gigante a diferencia de mí; estoy parada frente a un torso masculino, comienzo a levantar la vista nuestros miradas se cruzan y descubro un tono de azul que no pensé que existiera y ¡oh!, definitivamente no dejé mi corazón allá arriba porque lo siento latiendo violentamente contra mi pecho y al mismo tiempo siento como si se saltara varios latidos, algo extraño me recorre el cuerpo entero.
"¿La estirada es la primera saltadora?" Escucho a una chica decir detrás de él. Las manos de este chico me sueltan y mi cuerpo se siente frío, vacío de la electricidad que sentí hace unos segundos. ¿Qué está pasando?.
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Tobias POV
Espero con rostro inexpresivo junto a la red. Hace cuatro años caí por ese mismo hoyo y cada año es lo mismo, algunos lloran, otros gritan incluso algunos han aterrizado inconscientes en la red. Yo grité, caí y sentí mi cara empapada, una mezcla de lagrimas de terror y otra parte de felicidad por la promesa de libertad que Osadía me daba a cambio de enfrentarme a un miedo que no sabía que tenía. Ya deben de estar en el techo todos, me parece haber escuchado un grito, de esos que no quieres oír nunca, de los que vienen desde el estomago. Alguien debió de haberse caído del techo. Hasta hace unos minutos la lista de iniciados era de 55, espero que siga siendo así.
Siempre es lo mismo, termina la ceremonia de selección y en el trayecto nos mandan la lista, el mayor número de transferidos viene de Erudición, le sigue Veracidad, este año hay tres Cordiales, no creo que duren mucho, nunca lo hacen. Y como siempre, excepto cuando yo tenía 16, ninguno de Abnegación. Ninguno salvo la persona lo suficientemente estúpida que decidió venir a esta facción a supervisar, estúpida porque hizo enojar a las dos personas incorrectas, Max y Eric.
En cualquier momento empezaran a caer, la sala se llena de ruidos, todos los años se hacen las mismas apuestas y todos los años el resultado es el mismo, el primer saltador es alguien nacido en Osadía. Se escucha el primer ruido, ¿es un llanto?, ¿el primer saltador está llorando?, mierda quien haya hecho esa apuesta va a ser millonario. La luz del sol da directamente en el hueco así que no puedo ver quién es. Un cuerpo pequeño tapa la luz y distingo dos cosas, la primera: la persona lleva puesto un vestido demasiado largo, demasiado… ¿gris?, ¿la prenda clásica de las mujeres en Abnegación?. La segunda: no está llorando, ¡se está riendo!, ¿qué mierda está pasando aquí?. La chica cae en la red y mientras rebota escucho una risa mezcla de dulzura y de histeria, mierda ¿disfrutó caer tantos metros?, ¿está loca?.
"Ejem" escucho atrás de mí, me quedé pasmado unos segundos en lugar de ayudarla a salir de la red, apoyo mi cuerpo en la red para rodarla a la orilla. El vestido gris rueda mientras el largo pelo rubio se le enreda en la cara. No hay rastro del peinado pulcro que suelen llevar las mujeres en Abnegación, el tren, el viento y el salto la despojo de la rigidez de nuestra facción, mierda, su facción. Apoyo más mi peso y la tomo de los brazos para jalarla hasta la orilla, la tomo del torso y la cargo para obligarla a salir de la red, no pesa nada, podría cargarla todo el día sin cansarme, ¿QUÉ?, No puedo ver su cara completa, la tiene levantada hacia el cielo, admirando los metros que recorrió el caída libre, creo que está sonriendo, no en una mueca de shock, sino de felicidad, está realmente contenta.
El clima es demasiado caliente, su vestido tiene las mangas cortas, muestran una piel blanca y lisa, cuando mis manos rozan el interior de sus brazos todo mi cuerpo se electrifica, la corriente es tan fuerte que quiero soltarme pero me mantiene mis manos pegadas a sus costados. Sigue mirando hacia arriba ¿disculpa somos tan poco interesantes para ti que no puedes dignarte a mirarnos? "Ejem" carraspeo mi garganta y dirige rápidamente la vista al frente, es mucho más pequeña que yo, su rostro mira mi pecho y sube lentamente hasta mi cara y entonces los veo: los ojos más hermosos que he visto en toda mi vida, una perfecta combinación de azul con un gris que no conocía hasta ahora. No es el gris de la ropa que queme cuando llegué aquí hace cuatro años, el gris de su vestido, no. es el gris del cielo juntándose en el horizonte con el agua azul del pequeño pedazo del lago Míchigan que aún está vivo. Es la combinación que se crea los minutos antes de que estalle una tormenta. Me cuesta trabajo respirar, los ojos me devuelven la mirada con tanta intensidad que temo que si no aparto los míos, van a leer todos los secretos que escondo.
"¿La estirada es la primera saltadora?, ¿tenemos que anunciarla como iniciada?" Lauren pregunta detrás de mí. Me doy cuenta que mis manos siguen pegadas a su cuerpo, las dejo caer y me arrepiento instantáneamente, ¿qué pasa si deja de circularme la sangre porque perdí la electricidad que sentí hace unos momentos?. Me debato entre el enojo por la distracción de Lauren y lo agradezco al mismo tiempo porque dejo de perderme en el océano de grises y azules pero no sé si hubiera podido hacerlo por mí mismo. Ambos volteamos a ver hacia donde está Lauren.
"No lo s…" comienzo a decir pero me interrumpe una voz tan poderosa que no pertenece al cuerpo del que sale, esa fuerza no debería pertenecerle.
"Me llamo Tris, soy la embajadora de Abnegación. No sé qué significa para ustedes anunciar a la primera saltadora, ¿es así cómo llevan el conteo de los que sobreviven a la primera hora de su iniciación?" Pregunta con sarcasmo y oh Dios mío, lo dudaba pero lo confirmo ahora, está loca, ¿cree que disfrutamos ver morir a la gente? Dirige la vista directamente a mí y pierdo toda la capacidad de hablar; sé que llevo cuatro años fuera de Abnegación, pero la última vez que me fijé, las chicas ahí eran calladas, tímidas y carentes de seguridad que Tris escupe con cada palabra.
Oh mierda, mierda, mierda Tris, esta es la chica de Uriah. Sigue mirándome, esperando una respuesta, pero ¿cuál era la pregunta?, carajo, cierto, piensa que disfrutamos torturando a los iniciados incluso antes de ingresar al complejo. "¿Disculpa?" Escupo la palabra con más frialdad de la que me propuse, normalmente con menos intención es suficiente para que los demás osados retrocedan, ¿ella?, ni siquiera se inmutó. Levanta una ceja como diciéndome que no está sorprendida de mi carácter.
"No me sorprende que el índice de rechazados en tu facción sea tan alto, tomando en cuenta que pusieron mi vida en peligro no una, sino tres veces antes de siquiera entrar propiamente al complejo" su voz suena desaprobadora, acusándonos de algo que ella asegura en su cabeza. Quiero gritarle si no piensa que no somos todos, si no se le ocurre pensar que algunos, YO, queremos ayudar, pero hay algo en su mirada, algo que no puedo terminar de entender pero podría apostar mi vida entera a que nuestros tres intentos por quitarle la vida la revitalizaron más que todos sus años en Abnegación. Lo sé porque yo he estado en su lugar. Me río entre dientes y mantengo mi cara de Cuatro, Uriah tenía razón, esta no es la típica chica abnegada pero no puede venir aquí, a mi lugar de trabajo y plantarse como si supiera más que nosotros, más que yo, y además acusarme como si yo fuera el imbécil que trastorna a los iniciados o expulsa a los miembros, como si yo fuera la razón por la que cada vez Osadía se convierte más en una mierda.
La iniciación lleva menos de tres minutos, y ya puedo asegurar que serán las 12 semanas más largas de mi vida. Me siento irritado pero no puedo terminar de entender por qué. Levanto la voz y sale más como un gruñido "Primera saltadora Tris" me inclino un poco para que pueda escucharme solamente ella "Muchas gracias por tus servicios princesa, gracias por tomarte el tiempo de venir a salvarnos" dejo que todo el veneno que siento en estos momentos salga en forma de sarcasmo. ¿Qué tiene esta mujer de ojos hermosos que me irrita cada fibra? Ella solamente levanta una ceja, claramente nada impresionada por mi comentario, como si lo que dije no fuera más que el berrinche de un niño pequeño. Nos miramos fijamente, ninguno dispuesto a ser el primero en romper el contacto.
El grito proveniente del huevo del techo me obliga a desviar la mirada, por el rabillo del ojo veo que Tris sigue mirándome, esperando algo de mí ¿una disculpa?. Mierda, toma asiento cariño. Todos y cada uno de los que estamos aquí luchamos cada día por salvarnos a nosotros mismos y a los nuestros, todos estamos asustados y nadie puede confiar en la autoridad más, venir a supervisarnos como si no fuéramos de fiar, eso no lo aprecio, no sabes todo, TODO lo que he hecho para salvarnos. Su mirada me quema mientras veo como cae el segundo saltador. Le indico con la cabeza el lugar en donde puede esperar a que esto termine. Los resortes de la red chillan cuando atrapan el cuerpo de un chico vestido de negro. Christina entra por la puerta que dan a las escaleras del techo, se dirige hacia tris.
Mientras recargo todo mi peso en la red para sacar al iniciado pienso y escucho a Tris decir con menos entusiasmo y en un susurro
"Esto va a ser divertido"
Esto va a ser divertido mierda.
A/N
Bueno, me costó un poco de trabajo escribir este capítulo porque la vida pasa y las obligaciones de ser adulto se interponen en mi proceso creativo pero ya está, ojalá les guste :)
