Las PPG y los RRB no me pertenecen, sin embargo, sus hijos y la historia sí me pertenecen, por lo que se prohibe copia y/o adaptación. ¡Disfruten!

Dos estelas rojas surcaban el cielo llamando la atención de los locales, los tonos de rojo eran tan similares que dificultaban la tarea de identificar a sus dueños, de cualquier forma lo único que sabían es que el peor villano de todos y el hijo de su amada líder de ojos rosas viajaban hacia algún lugar desconocido, suponían que la ausencia de la estela rosada se debía a la llamada de emergencia que había hecho una ciudad vecina solicitando la ayuda de sus tres heroínas, sino fuera porque tenían la seguridad de sus nuevos protectores, definitivamente no las hubieran dejado ir tan fácilmente.

—Papá, ¿A dónde vamos? —se atrevió a preguntar finalmente su primogénito mientras le seguía el paso con un poco de dificultad, pero sin admitirlo.

Brick lo vio de reojo y sonrió levemente, sabía que su engendro jamás admitiría estar cansado pues al igual que su esposa y él mismo, su niño era muy terco y competitivo, mala combinación cuando se trataba de un pequeño super en entrenamiento que a su vez no tenía el mismo nivel de experiencia que su padre, lo que le dificultaba ciertas tareas, como por ejemplo, seguirle el paso, esto provocaba que el chico se exigiera más de lo físicamente posible para él.

Aún sabiendo esto el villano no aminoraba el paso por dos razones, una, que necesitaba llegar a su destino rápidamente y dos, porque en el fondo se divertía molestando a su hijo hasta que este finalmente dejara su orgullo de lado y pidiera una prórroga, ¿Que si era algo malo? Probablemente sí, ¿Pero eso cuándo le había importado? Además, le servía al chico de entrenamiento y a su vez le evitaba el problema de crecer con ese estúpido orgullo con el que aún tenía que lidiar el pelirrojo y combinado con el de su mujer, aún no entendía cómo seguían juntos y en una sola pieza.

—¿Después de tantos kilómetros decides preguntar? —cuestionó ligeramente divertido mientras veía como su hijo intentaba darle alcance cuando él en realidad no estaba poniendo un gran esfuerzo en su velocidad.

—Es que...vamos muy rápido y...Dalisia podría asustarse—mencionó seguro haciendo que Brick elevara una ceja y viera a la bebé que llevaba entre sus brazos quien dormía plácidamente a pesar de estar varios metros sobre el suelo y con una considerable velocidad, lo cierto es que una vez que la niña dormía, nada podía despertarla, definitivamente una cualidad que adoró al descubrir que los desvelos eran mucho menores que cuando Caden estaba recién nacido.

—¿Así que crees que vamos muy rápido para Dalisia? —preguntó un poco jocoso burlándose casi imperceptiblemente de su primogénito.

—Papá —acusó el niño conociendo perfectamente que su padre estaba jugando con él, luego suspiró y asintió sabiendo que nunca le ganaría a su progenitor—está bien, es por mí.

Al escuchar estas palabras Brick sonrió y bajó la velocidad dándole la oportunidad a Caden de alcanzarlo.

—Cuando vueles a grandes velocidades debes concentrarte en la posición de tu cuerpo para hacerte más aerodinámico y que el viento no se interponga en tu camino—le explicó mientras volaba a su alrededor para que el pequeño copiara su postura y siendo tan inteligente aún con su corta edad, logró entender todo rápidamente y alcanzarlo con mayor facilidad.

La verdad es que a diferencia de las Puff y los Rowdy, sus hijos nacieron con poderes desde su fase de bebés, sin embargo, tuvieron que aprender a usarlos de forma tan natural como lo es aprender a caminar para un humano o desarrollar resistencia física, sus esposas y ellos por otra parte tan solo un día empezaron a existir y al mismo tiempo el control de sus poderes apareció, solo fue cuestión de descubrir, en su mayoría con travesuras, los límites de estos, siendo algo tan natural como respirar, esta notable diferencia provocó que tuviera que poner atención a sus propios movimientos para lograr convertir algo que antes pasaba desapercibido para él en una enseñanza que sus hijos pudieran entender y desarrollarse como los pequeños super humanos que eran, debía admitir que en esto Blossom era mucho mejor, pero él no se quedaba atrás.

Finalmente a lo lejos Caden pudo visualizar su destino y sus ojos brillaron emocionados al vislumbrar el viejo observatorio de su abuelo. Brick al notar esto rodó los ojos y se preguntó qué había hecho el mono para ganarse de esta forma el cariño de sus nietos.

Por el desvío de sus pensamientos tarde notó que su hijo, concentrado en su destino, no había visto una estela Azul que volaba hacia ellos desde la dirección paralela a gran velocidad, pero teniendo sus sentidos muy bien desarrollados, el pelirrojo menor logró esquivar la estela de forma mecánica terminando la escena en que un rubio y un pelinegro chocaran y salieran de su curso girando sin control aproximándose al suelo.

—¡Calder! ¡Caleb! —exclamó su hijo al identificarlos y antes de que él pudiera hacer algo el pelirrojo pequeño ya se encontraba volando a toda velocidad en picada y atrapando justo a tiempo a sus primos antes de que se estrellaran.

Sonrió al verlo, sus instintos de héroe heredados claramente por su esposa, hacían que sus poderes aumentaran notoriamente cuando alguien que le importaba estaba en peligro. Su sonrisa desapareció al ver dos estelas, una verde y una azul, pasar rápidamente a su lado al socorro de sus hijos.

—¡Agh! Me duele la cabeza ¡Calder! ¿Qué es lo que te pasa? —cuestionó furioso un pequeño pelinegro mientras sobaba su cabeza y veía enojado a su imprudente primo menor.

—¡Lo siento mucho! Solo, de repente mi velocidad aumentó y... Lo siento—se disculpó apenado el rubio cuando recuperó la estabilidad de su vuelo luego de que su primo mayor lo salvara—Gracias Caden—agradeció sinceramente cuando este lo soltó una vez se aseguró de su bienestar.

—No es nada—se encogió de hombros el pelirrojo analizando si alguno de sus primos tenía alguna herida que debía ser tratada, al confirmar que todo se encontraba bien dirigió su profunda mirada roja a su primo mediano que aún se quejaba dramáticamente.

—¿Que solo aumentó? ¡Ya para estas alturas deberías saber controlar tus poderes! —exclamó aún molesto acercándose amenazadoramente al de ojos celestes que se se encogió ante el grito furioso del pelinegro.

—¿Al igual de bien que tu controlas tu fuerza y temperamento Caleb? —lo miró fijamente con expresión seria y sus profundos ojos mermando en los verdes firmes de su primo, este finalmente sucumbió ante el aura de autoridad que rodeaba al mayor y apartó la mirada refunfuñando por lo bajo—Caleb...—insistió utilizando un tono de voz más autoritario.

—Está bien, está bien, lo siento...Calder—se disculpó malhumorado pero esto fue suficiente para que los ojos de Calder brillaran de nuevo.

—¡Tranquilo! Yo lo siento por mi torpeza, también me disculpo contigo Caden, casi te atropello a ti también.

—Está bien, todos estamos aprendiendo—le sonrió levemente posando su mano sobre el hombro del menor y este sonriendo brillantemente lo abrazó rápidamente en saludo para luego saludar al arisco de su primo verde quien sorprendido correspondió golpeando levemente la espalda de Calder notoriamente incómodo.

—¿No es una ternura? ¿Cómo es que algo así de adorable pudo salir de ti Boomer? —escucharon una voz muy familiar y al girarse se encontraron con dos de los tres legendarios Rowdy Ruff Boys.

—¿Todos están bien? —cuestionó Boomer preocupado acercándose a su hijo y sobrinos para chequearlos ignorando de paso a su hermano.

—¡Todo bien papá!

—¿Qué hay tío Boomer? —lo saludó Caleb con los brazos cruzados y una sonrisa engreída que le recordó a su hermano, aún así en la mirada de este, al igual que en su hijo y su otro sobrino, lograba deslumbrar la bondad, influencia de sus esposas y heroínas de Saltadilla.

—Hola Caleb, ¿Estás bien? —regresó el saludo con genuino interés en su estado pues fue este el principal afectado.

—Muy bien, un golpe así no puede derribar al gran Caleb—exclamó con orgullo dándose unos golpes en el pecho con el puño haciendo que Caden rodara los ojos, como si hace unos instantes no hubiera estado lloriqueando.

—Ese es mi hijo—se acercó a felicitarlo Butch mientras hacían un saludo con las manos que solo ellos conocían.

—¿Qué hacen aquí? —la profunda voz hizo que ambos hombres se giraran para encontrarse con los ojos rojos y expresión seria de su hermano mayor que los analizaba con atención.

—¿Eso es lo primero que le dices a tus hermanos luego de no verlos por mucho tiempo? —cuestionó Butch haciéndose el sorprendido para luego sonreír y flotar hacia su hermano extendiendo el puño para saludarlo, el pelirrojo rodando los ojos correspondió al saludo.

—No seas dramático Butch, nos vimos el fin de semana—refutó Boomer sonriendo mientras también se acercaba a Brick para saludarlo.

—Dos días completos sin ver mi bello rostro, debe ser una tortura para ustedes—contestó engreído mientras Boomer lo miraba con fastidio y Brick lo ignoraba olimpicamente.

—¡Tío Brick! —exclamaron el rubio y el pelinegro volando con rapidez para encontrarse con su ídolo.

Brick asintió en forma de saludo y antes de poder decir algo ya estaba siendo atormentado por una avalancha de preguntas de su último crimen.

—Nosotros también fuimos parte ¿Saben? —cuestionó Butch cruzándose de brazos y fulminado con la mirada a su hermano y ya de paso a su hijo y sobrino.

Los niños giraron a ver a Butch por un momento antes de continuar interrogando a su tío dejando a un indignado y muy ofendido Butch.

—Cría cuervos y te sacarán los ojos—murmuró fastidiado mirando a su hijo mientras su hermano oxigenado reía en burla.

—Pareces vieja resentida—se burló Boomer obteniendo como respuesta un golpe de su hermano de verde.

Unos soniditos de parte de la criatura en brazos de Brick llamaron la atención de todos girando a ver a la niña quien daba un bostezo y abría sus pequeños párpados mostrando unos hipnotizantes ojos rosados un poco más oscuros que los de su madre.

—Awww, hola a ti también Dalisia—sonrió Calder acariciando con ternura el cabello pelirrojo de su única prima menor.

—Hey, niña, por fin despiertas, seguro que me has extrañado mucho—sonrió sin poder evitarlo Caleb haciendo muecas para provocar las risas de la pequeña.

Caden miraba la escena con los brazos cruzados y mirada serena hasta que observó como su hermanita asomaba su cara sobre el hombro del pelinegro a quien no le importaba dejar de lado su dignidad con tal de recibir la atención de la chiquilla.

La niña rio al encontrar por fin la mirada rojiza de su hermano mayor y empezó a extender sus brazos intentando llegar a él, esto fue suficiente para que Caden dejara de lado su imperturbable expresión y volara apartando a sus primos para tomar en brazos a su hermana quien rio emocionada aplaudiendo e intentando tomar la gorra de su hermano. El pelirrojo al ver sus torpes esfuerzos por alcanzar el objeto finalmente se la quitó para ponerla en la pequeña cabeza de su hermana.

Los legendarios Rowdy miraban la escena de sus hijos conviviendo y ese sentimiento de calidez al que ya se habían acostumbrado con el tiempo haciendo su aparición nuevamente, aunque claro, las primeras veces que les pasó hasta se habían planteado el visitar un hospital por si habían adquirido alguna rabia mutada por culpa de las piojosas que ahora eran sus esposas.

Y hablando de eso...

—¿También les llegaron? —cuestinó Brick sin apartar su mirada de sus hijos. Sabía que no tenía por qué estar tan atento pues Caden era tan cuidadoso con la bebé que aveces se preguntaba si él mismo la cuidaba a como debía, sin embargo, su desarrollado instinto paternal le impedía descuidarlos por mucho tiempo.

Los asentimientos de parte de sus hermanos que estaban con una seriedad fuera de lo normal lo hicieron regresar su atención al asunto, así que no había sido un mal presentimiento solo de parte de él.

—Sé que ellas no son mujeres normales y que pueden protegerse perfectamente solas, pero aún así...—La usual tranquilidad de Boomer se veía perturbada por un notorio ceño fruncido al decir estas palabras.

—Hay que demostrarles a esos idiotas qué pasa cuando se meten con nosotros—gruñó Butch recibiendo un asentimiento de apoyo de parte de Boomer y empuñando sus manos en nudillos ansiosos de tener sangre en ellos.

Una sonrisa cínica que pocas veces, por no decir nunca, aparecía en presencia de su familia, empezó a hacer su aparición en el rostro de Brick. Era muy bueno separando su vida de criminal con su vida familiar, sin embargo en ese momento estaba tan furioso que la fantasía de romperle algunas partes del cuerpo a quienes habían osado a amenazarlos lo hacía sonreír casi inconscientemente.

Los idiotas se habían metido con las personas equivocadas y se asegurarían que la sangre y los órganos de los culpables dieran ejemplo de lo que pasaba cuando se metían con los Rowdyruff boys, claro que primero una satisfactoria sesión de tortura sería una buena forma de bajar el estrés por todo el trabajo acumulado últimamente, seguro que la idea le encantaría a sus hermanos.

La risa de sus hijos hicieron que los tres salieran de sus propias fantasías demoníacas para observar como jugaban a seguir a Dalisia mientras esta reía en los brazos de su hermano quien la elevaba para hacer la ilusión de que la niña volaba.

Esta repentina escena provocó que sus auras oscuras bajaran en cuestión de segundos y recordaran en primer lugar la razón de que estuvieran ahí.

—Antes de cualquier cosa, debemos dejar a los niños con Mojo—los menores asintieron en acuerdo con el pelirrojo y volaron hacia sus hijos para por fin continuar el camino a su destino.

...

—El abuelo mojo te hará un pastel, te hará un pastel, si malvado puedes ser—cantaba el mono con un delantal que decía "el mejor abuelo del mundo" cortesía de su nieto menor Calder—¡Muy bien niños! Espero que lo disfruten.

—¡Gracias abuelo Mojo! —gritaron al mismo tiempo mientras los tres se lanzaban hacia el pobre pastel de chocolate.

Mojo vio sonriente a sus queridos nietos disfrutando de su creación. A pesar de que los había visto hace unos dias en la reunión familiar los había extrañado mucho, ahora que no podía estar muy activo en su vida criminal por su edad, tenía demasiado tiempo libre, además que desde que había sacado a las puff de su lista de venganza no tenía mucha motivación para continuar creando elaborados planes de pura maldad.

Por lo que había decidido dedicar la mayor parte de su tiempo a sus queridos nietos. Agradecía que sus hijos confiaran lo suficiente en él como para dejarlos a su cuidado, pero milagrosamente, no fueron ellos quienes se los confiaron en primer lugar, fueron las heroínas y sus ex enemigas.

Debido a que el profesor solía mantenerse trabajando en proyectos importantes que aportaban al desarrollo de Saltadilla hubo una ocasión en que las 3 heroínas necesitaron salir con urgencia, pero no podían dejar a los niños solos pues sus esposos en ese momento se encontraban fuera de la ciudad y su creador se encontraba en uno de esos importantes viajes.

Por alguna razón, tuvo más dudas el mono en aceptar a los niños de las que tuvieron las heroínas al entregárselos. A pesar de ser un villano, las chicas sabían cuánto le importaban sus nietos y lo mucho que los protegía, a pesar de que de hecho no estaban seguras al principio, fue Bubbles quien propuso la idea y Blossom la que terminó dando su aceptación para finalmente ser ella quien convenciera al inseguro creador de sus esposos.

Desde entonces, sus nietos en ocasiones quedaban con el profesor y en otras ocasiones con él, se alegraba de que sus hijos y sus esposas confiaran un trabajo tan importante a él.

—Toma Dalisia, debes comer para ser tan fuerte como yo, el poderoso abuelo Mojo Jojo—la niña rio mientras aceptaba la cucharada de gelatina de frutas especial para bebés que le ofrecía el mono.

—Abuelo Mojo, ¿Has creado un nuevo super robot? —preguntó ilusionado Caleb.

—Pues... últimamente no he tenido mucha inspiración para crearlos —los niños soltaron un suspiro de pesar, decepcionados por no poder ver un nuevo robot obra de su abuelo—mmm, pero...¡Hice un nuevo invento! ¡Sí! —exclamó para no decepcionarlos sonriendo al momento en que sus nietos sonrieron emocionados.

—¿Podemos verlo? —preguntó Calder emocionado.

—Mmm, bueno, aún está en fase de experimentación, pero...—y en ese momento, los dos chiquillos sacaron el lado de ternura heredado de sus madres, sus ojos se agrandaron en modo de súplica y hasta la bebé parecía estarle suplicando que le mostrara su nuevo invento y aunque no lo aparentara, pues era el único que mantenía su inexpresiva expresión, sabía muy bien que Caden también estaba interesado, podía verlo en el brillo de sus ojos—está bien, se los mostraré.

—Yeiii.

...

—Es...

—Gigante...

Dijeron Caleb y Calder sin despegar sus miradas de la enorme máquina frente a ellos.

—Increíble—Caden empezó a flotar con libertad aprovechando que su hermanita estaba en los brazos de su abuelo.

Su amor por la tecnología le impedía ocultar su emoción ante la máquina que se encontraba frente a él. Empezó a rodearla chequeando las piezas y tratando de descubrir por sí mismo sus funciones.

—Aún está en proceso.

—¿Qué hará cuando se termine?

—Pues...

—Renueva la vitalidad y retrocede el paso del tiempo en el cuerpo, tal vez...¿Una máquina de juventud? —explicó Caden en lugar de su abuelo luego de examinar por un rato la máquina.

—Excelente Caden, el abuelo Mojo está muy orgulloso.

—¿Cómo lo supiste? —Cuestionó Caleb volando hacia su primo y a su perspectiva solo viendo una acumulación de chatarra.

—Es una ciencia que ha sido muy estudiada recientemente, por ejemplo, está pieza ayuda a la restauración celular y la aceleración de...

—Ok, ok, esto es suficiente información para mí—lo detuvo antes de que el pelirrojo empezara a hablar en un lenguaje que solo él y los cerebritos entendían.

—Pero hay algo extraño, hay piezas que no reconozco.

—Son piezas que yo, Mojo Jojo, he creado utilizando mi propio ingenio, por supuesto que...

Antes de que el Mono pudiera terminar de hablar el sonido continuo de una alarma empezó a extenderse en la habitación, los tres chicos, familiarizados con el sonido volaron con rapidez hacia el enorme televisor que Mojo tenía en su sala al mismo tiempo apagando sus relojes para que el sonido se detuviera y pudieran prestar atención a las noticias que Calder acababa de sintonizar

—...Y así damas y caballeros es como nuestro compañero periodista ha llegado al lugar de los hechos. Marvin, estamos contigo.

—Gracias central, estoy ahora en la ciudad de saltadilla y lo que pueden ver detrás de mí es uno de los nuevos monstruos mutados que han surgido de la unión de los anteriores, la ciudad está sufriendo una gran destrucción, ¡Y justo cuando nuestras amadas heroínas no están en la ciudad! También nos han reportado que los Rowdy Ruff Boys fueron vistos abandonando la ciudad por lo que... ¡Es nuestro fin! ¡Powerpuff girls por favor vuelvan!—gritó el periodista para luego salir huyendo justo a tiempo antes de que un escombro le cayera encima.

—Otra vez esas cosas molestando, tenemos que ir y encargarnos de él—Calder asintió ante las palabras de su primo verde y ambos empezaban a flotar cuando fueron interrumpidos por su abuelo.

—¡Oh no! De eso nada, mojo es el encargado de su cuidado y el gran mojo Jojo no permitirá que salgan a arriesgarse de esa forma.

—¡Pero somos los futuros héroes de saltadilla! —exclamó Caleb indignado—y no es la primera vez que hacemos esto.

—¡Sí! No podemos dejar que eso destruya la ciudad aprovechándose de que nuestros padres no están, jamás podría perdonarmelo—apoyó el rubio haciendo ojitos de súplica a su abuelo.

Este al verlos tan decididos suspiró, la verdad es que no le importa mucho lo que les pase o les deje de pasar a los ciudadanos de saltadilla y estaba seguro de que sus hijos pensaban igual que él, sin embargo, sus nietos son una situación distinta debido a esa tontería llamada genética que estaba seguro influyó en la forma de pensar de sus amados nietos por culpa de las compañeras de vida que eligieron sus estúpidos hijos, así que a pesar de que no pensaba dejarlos ir a arriesgarse, se le ocurría otra opción totalmente ridícula que jamás haría si no fuera porque amaba lo suficiente a esos chiquillos.

—Vamos abuelo mojo, no sería la primera vez, ya hemos ido a la batalla antes—insistió Caleb.

—Eso fue en compañía de sus padres—refutó el mono observando con diversión como el pequeño de verde rodaba los ojos frustrado y se cruzaba de brazos, bueno, al parecer la genética no pudo evitar poner algo de sus hijos en esos pequeños pero justicieros revoltosos.

—Mientras discutimos la ciudad está cada vez más en peligro.

—Calder tiene razón, nosotros podemos con esto, ¿No es así Caden?

El pelinegro se giró a mirar a su primo mayor al no recibir una respuesta, este tan solo negó con la cabeza tomando a su hermanita de los brazos de su abuelo.

—No puedo dejar a Dalis.

—¿¡Es en serio Caden!?

Antes de que los tres chicos empezaran a discutir el mono se puso entre ellos extendiendo sus manos como todo un mediador. Acababa de reconstruir su guarida de la última pelea que tuvieron su tres críos, no estaba dispuesto a hacer ese esfuerzo y gran gasto nuevamente y sí, la pelea había sido entre los tres supuestos adultos.

—Tranquilos mis niños, su gran abuelo Mojo Jojo está aquí para ayudarlos, quédense aquí mientras yo me encargo de todo.

Los tres niños se miraron entre sí al mismo tiempo que escaneaban al mono con la mirada tratando de determinar si no era algún clon de su verdadero abuelo, sin embargo, la pose de orgullo que mostraba el mono y su increíble egocentrismo eran inconfundibles, definitivamente ese era su abuelo mono.

...

—¿Creen que el abuelo Mojo podrá con esto? —cuestionó preocupado el rubio tan concentrado en la pantalla que ni siquiera le importaba que su prima menor estuviera dando jalones a su cabello mientras flotaba entre risas sobre su cabeza.

—No, Dalisia, no es bueno para ti tocar cosas con demasiados tóxicos, ven aquí—la regañó levemente con un tono juguetón el pelinegro obteniendo una mirada fulminante cortesía de su primo menor.

—Te he dicho millones de veces que soy un rubio natural, ¡Mis padres son rubios por todos los cielos!

Antes de que Caleb sacara aún más de sus casillas al ya muy nervioso Calder, el pelirrojo se acercó y tomó a su hermanita cuando miró que su flotación empezaba a salirse de control.

—No te preocupes Calder, nuestro abuelo fue capaz de combatir y resistir los golpes de nuestras madres por años, estoy seguro que podrá con un simple...

Su oración fue interrumpida por los balbuceos de la chiquilla en sus brazos que señalaba la pantalla mientras pucheros empezaban a aparecer en sus labios, esto claramente llamó la atención de los tres chicos quienes giraron su vista a la pantalla justo a tiempo para observar como el robot donde iba su abuelo mojo combatiendo al monstruo caía de espaldas y era congelado por la bestia gigante que en algún momento de la batalla había crecido a un tamaño colosal.

—¡No! —gritaron Calder y Caleb al mismo tiempo mientras que por instinto Caden abrazaba de forma protectora a su hermanita cubriendo su vista para no asustarla por la escena.

No obstante, eso no fue suficiente, los antes inentendibles balbuceos de la pequeña aumentaron hasta convertirse en un llanto estridente que hizo que sus primos hicieran lo posible por proteger sus oídos. Caden observó un rojo chispeante surgiendo de los ojos de su hermanita y se agachó justo a tiempo para evitar los rayos que salieron de los ojos de la pequeña, cuando los rayos amenazadores se detuvieron, la abrazó con fuerza intentando calmarla y suspirando aliviado por no haber sido alcanzado por el ataque de la fuerte Dalisia, lástima que no podía decir lo mismo del televisor.

—¡Tenemos que ayudar al abuelo! —exclamó Calder empezando a flotar.

—¿Y qué piensas hacer? ¿Lanzarle rayos? ¡Es inmune a todo! Ya hemos visto a nuestros padres combatir con uno de esos antes, lo único que puede derrotarlo es...

—El fuego—interrumpió Caden con expresión de seriedad ganándose la atención de los chicos, suspiró.

Si tan solo hubieran reconocido al monstruo antes jamás hubiera permitido que su abuelo fuera a combatirlo solo, sin embargo, esa clase de monstruos solamente es reconocida cuando desatan su poder, los monstruos elementales que estaban surgiendo eran prácticamente idénticos a otros de bajo nivel y solo cuando desatan su furia mostraban su verdadera apariencia, es por eso que cuando aparecían eran de las pocas veces que sus padres aportaban al hecho de salvar Saltadilla, dependiendo del poder que desataran una vez se enfrentaban por un tiempo a sus madres, determinaban si sería necesaria la intervención de los rrb, su madre solía combatir a los monstruos elementales de agua y fuego y su padre a los de hielo, pero ahora...

—Cuiden a Dalisia por mí—dijo seguro entregándole a su hermana ya calmada a Calder quien la tomó confundido.

—¿Irás solo?

—De ninguna manera te llevarás solo tú el crédito, iremos contigo—afirmó el pelinegro demostrando a su peculiar forma su incondicional apoyo al mayor.

—No—dijo a secas empezando a flotar— necesito que protejan a Dalisia y créanme, una sola persona no es suficiente para lidiar con ella, volveré pronto—se acercó para sacudir el cabello de su hermana y salió como un rayo dejando su característica estela roja.

—Agh, odio cuando es tan mandón, ¿Qué tantos problemas podría causarnos una cosita como esta? —dijo distorsionando su voz a una más ridícula y fina mientras jalaba las mejillas de la pelirroja quien lo miraba con enojo.

—Solo espero que el abuelo mojo esté bien y no le hagas eso, la estás enfadando—lo regañó el rubio.

—Tranquilo, ¿Qué tan terrible puede ser una bebé enfadada?

...

—¡Mucho! ¡Puede ser muy terrible! —gritó el pelinegro jalandose el cabello con desesperación mientras esquivaba como podía los rayos provenientes de la menor.

—¡Cúbrete! —gritó Calder empujando a su primo detrás de un sillón justo a tiempo para evitar un rayo de color celeste.

—Si sigue así va a destruir toda la guarida—mencionó mientras observaba asombrado como la mitad del sillón con el que se cubrían estaba congelado.

—¿Y de quién es la culpa? —cuestionó sarcásticamente el rubio fulminándolo con la mirada.

—¡Ey! ¡No es mi culpa que tú la soltaras!

—¡Yo solo lo hice para evitar quedar como chicharrón por culpa tuya que tuviste la brillante idea de provocarla! —perdió la paciencia el normalmente pasivo rubio, saliendo a relucir el carácter de su padre.

Un rayo partiendo el sillón donde se refugiaban detuvo su pelea y ambos volaron hacia su siguiente refugio, una mesa que giraron para utilizarla como escudo.

—Tú la distraes y yo la tomaré por atrás.

—¿¡Por qué yo tengo que distraerla!?

—¡Porque tú empezaste todo esto!

—¿¡Así!? ¡Pues tu...! —se detuvo cuando se percató de algo muy importante.

—¿Qué pasa? —cuestionó Calder extrañado por el comportamiento del pelinegro.

—¿Escuchas eso? —el rubio agudizó su oído sin detectar cuál er el problema al que se refería el mediano.

—Yo no escucho nada.

—¡Exacto!

Ambos abrieron los ojos aterrorizados leyéndose los pensamientos.

—¡Dalisia! —exclamaron al unísono buscando desesperadamente a su desaparecida prima.

Un ruido de algo quebrándose sonó en el laboratorio de su abuelo y ambos niños no dudaron en volar a toda velocidad encontrándose con la peor escena de todas. Dalisia a punto de presionar un botón rojo.

—¡No Dalisia espera, es peligroso!

—Calder tiene razón pequeña, ven aquí con tu primo favorito—extendió los brazos el pelinegro con la esperanza de alejar a la pequeña pelirroja del peligro.

Pero contrario a los resultados esperados la niña sonrió traviesamente acercando su mano a más velocidad hacia el botón.

—¡No! —gritó Calder volando a toda velocidad hacia la niña y tomándola a tiempo antes de que presionara el botón rojo.

—Uff—suspiraron ambos aliviados mientras se acercaba Caleb a comprobar el estado de su prima.

—Muy bien hecho Calder—lo felicitó sinceramente el pelinegro.

—Eso estuvo cerca, será mejor que enllavemos esta habitación antes de que pase algo más—dijo apoyándose aliviado para descansar un momento después de tan terrible susto, pero su momento de descanso no duró mucho cuamdo ambos escucharon al mismo tiempo un click.

Temiendo lo peor ambos dirigieron su mirada al botón que había sido presionado por el codo de Calder y antes de que pudieran hacer algo al respecto, la máquina que anteriormente les había mostrado su abuelo, empezó a hacer ruidos extraños y a emitir una fuerte luz que cegaba su vista.

—¡Vuelen!

—¡Va a explotar!

El pelinegro alarmado tomó a su primita y jaló del brazo a Calder extendiendo un escudo de poder para protegerlos, no obstante cuando el escudo estaba terminando de ser formado Dalisia aplaudió emocionada y voló hacia el círculo de luz que la máquina había formado desapareciendo tanto el círculo como la niña de la vista de los mayores.

—Oh, oh.—Exclamaron al unísono con el terror recorriendo su venas.

—Nos van a matar—se lamentó Calder.

—Prepararé el pan con café—Calder giró su mirada hacia él fulminándolo—¿Qué? hay que recibir a los invitados de nuestro velorio con algo.

¡Hola, hola a todos! Liz en el teclado. A como habrán notado esta es la continuación de la historia, "Nos vemos en el futuro" pero aún no manejo muy bien esta aplicación por lo que no sé cómo agregar capítulos a una historia ya creada, si alguien pudiera darme algunas indicaciones, ¡Se los agradecería mucho!

Ahora, por falta de tiempo no podré contestar todos los reviews a como me gustaría pero voy a intentar abarcarlos a todos, por favor, disculpen si no les contesto, pero créanme que leo todos sus comentarios y soy muy feliz cuando leo sus opiniones así que por favor, ¡No dejen de enviarlos! ¡No sean tímidos!

Así que en esta ocasión iré al punto. Primeramente ¡Muchas gracias a todos los que han puesto mis historias en sus favoritos y han empezado a seguirlas!

Es tan emocionante y me motiva a continuar escribiendo, gracias por todo su apoyo.

Ahora sí, ¡Reviews!

Lonelysoul777: ¡Hola! ¡Mucho gusto! No sabes cuánto me alegra que te gustarán mis historias, el hecho de que dejaras tu review me hizo muy feliz y tranquila, no lo sentí como una comparación, de hecho me siento muy honrada ya que sí, son autoras que admiro mucho e idilios nocturno me motivó en gran manera a empezar a escribir, así que me honra que veas un parecido en la forma de escribir ya que mi intención es llegar a ser tan excelente como ellas con mis historias, pero por supuesto que con mi propia esencia así que muchísimas gracias por tu review y espero que esté también sea de tu agrado. ¡Espero con ansias tu siguiente review!

ann.barrs: ¡Hola Ann! ¡Gracias por todo tu apoyo desde el inicio! me alegra mucho que compartas mi opinión, y sí, siempre he pensado que el apoyo en una relación debe ser parte de los dos y me alegra mucho poder representar eso a través de mis historias y poder transmitirlo de la mejor forma posible. ¡Me hace muy feliz saber que te sorprendí! Eso es lo que espero lograr con casa uno de mis escritos y aquí está la continuación y la revelación de los culpables, espero que te guste esta historia también y que llene tus espectativas, tengo muchas curiosidad por saber si nuestros chicos estaban entre tus sospechosos, ¡Así que espero con ansias tu siguiente review!

Maestro Jedi: ¡Hola! ¡Muchos gusto! ¡Soy Liz! La de los pergaminos y bienvenido a este humilde mundo que lo conforman mis historias, me alegra mucho que lo hayas disfrutado y aquí te dejo uno más largo para que disfrutes, gracias a ti por tu review.

Kim Ángeles: Muchas gracias por tu review Kim y estoy completamente de acuerdo, me encanta crear historias donde se pueda ver cómo conviven héroes y villanos sin perder su esencia, al fin y al cabo, así se enamoraron así que no veo razón para cambiar sus naturalezas y me encanta de igual manera que te haya gustado cómo lo representé, ¡Espero con ansias que sigas compartiendo tus opiniones con tus reviews! Y espero que mis historias sean el espacio que buscas que cumplan tus deseos que no fueron concedidos.

Bien, creo que esos son todos, perdón si se me pasó alguno, trataré siempre de contestarlos todos a medida de mis posibilidades, ¡Gracias por regalarle todo su cariño a mis historias!