Capítulo 91: Hogwarts como siempre, centro de caos y guerras
.
Draco sabe que correr por su vida es algo de lo cual se ha acostumbrado, pero tiene una ligera sorpresa al notar que no se ha acostumbrado totalmente a tener miedo; lo más irónico de todo es su temor. Draco había luchado contra una gran cantidad de monstruos a lo largo de su vida, pero el tenerles miedo a las serpientes sigue siendo su más grande vergüenza. Especialmente porque viene de una casa de magos donde la serpiente es su principal representante.
Debe ser el primer Slytherin de todas las generaciones a tenerle miedo a las serpientes.
Y una mujer serpiente le daba miedo.
En defensa suya, Lamia es una semidiosa convertido en monstruo que parece querer matarlos, así que por lo menos debe significar algo más que ser solamente una serpiente.
¿Verdad?
Harry lanza otra magia explosiva que la serpiente esquiva sin mucha dificultad mientras descienden por las bóvedas de nuevo. Theo logra hacer funcionar el carrito apenas se montan, todo gira violentamente y casi caen por el vacío por un momento.
El monstruo desaparece.
Mala señal.
—¿Sigue ahí? —pregunta Draco nervioso, porque las cosas que se ven dan miedo, pero los monstruos serpientes que no se ven.
Bueno.
Es más aterrador cuando no puedes enfrentar algo.
Harry lanzo una maldición, no sabe si sus instintos, su magia de lobo, un buen olfato u oído, pero logro impactar al monstruo. Tristemente no lo derribo, pero por un momento este grita de dolor y su forma queda visible, la misma mujer serpiente pero ahora con alas.
Joder.
Era como en el campamento cuando aparecía una cucaracha, pero de la nada salía volando.
Mil veces peor.
—Mata a esa cosa, según la leyenda esa cosa ira siempre por un hijo de Hécate, así que estamos en una mala posición—grita Theo intentando controlar el carrito que sigue moviéndose violentamente.
Eso es poco.
Draco sabe que debería luchar, pero sus manos no dejan de temblar y solamente puede pensar en llegar al maldito dragón cerca de la bóveda de su tía. Pero incluso aunque llegaran a este, no hay nada que pueda asegurarles que ese monstruo no va a seguirlos.
Debería poder luchar.
Es fuerte.
Ha derrotado a titanes con un tamaño y poder que podrían aplastar a este monstruo sin dudarlo, pero su cuerpo no deja de temblar, su cuerpo no deja de recordarle a Bianca sin cabeza en sus manos; sujeta su mano contra su pecho sintiendo que su corazón comienza a latir con fuerza.
Su pecho comienza apretarse.
Todo comienza a parecer borroso y hay un pitido en el aire que lo tiene paralizado.
Recuerda la serpiente, recuerda a Bianca, recuerda el dolor, el vacío.
Quiere luchar, recordarle que Bianca está bien, que ella probablemente había decidido rencarnar, que la había visto en el tártaro y ambos habían estado bien en una despedida. Pero nada de eso parece importar ahora, cuando su cuerpo logra tomar el control de su lógica.
Oh no.
Una carga.
Esto es lo peor que podría pasarle, quedarse como una carga en medio de la lucha y Draco sabe dentro de él que debería estar haciendo algo, pero su cuerpo simplemente se limita a no escucharlo.
Lo odia.
Tiene miedo.
Piensa en su madre intentando controlarse, pero la mente le sobrepone a la fuerza el recuerdo de Bianca, quiere escapar de esa visión, pero no puede. Por un momento no está en el carrito rodeado de Theo y Harry que parecen gritar su nombre, solamente puede sentir manos en su cuerpo, como si quisieran arrastrarlo hacía abajo. Puede sentir las manos del cuerpo sin cabeza de Bianca, puede ver el cuerpo muerto de Luke también querer arrastrarlo, siente el abraza de Silena en su cuello mientras todos les recuerdan que no están vivos por su culpa.
Que no pudo salvarlos.
Lee.
Michael.
Alejandro.
Sujeta con fuerza las manos contra su rostro queriendo llorar porque siente que no puede contenerse en este momento, no entiende porque la serpiente se ha transformado en sus amigos muertos. Ellos están felices, se grita su interior, ellos han vivido, han muerto de forma honorable y están en los campos de Eliseo. No puede controlarse, no puede verlos, solamente puede ver sus fracasos.
Nyx.
No.
Ella esta dormida.
No es más un error.
Pero puede sentirla, con sus manos sobre sus hombros, puede sentirla en su espalda riéndose de que ha fallado nuevamente.
—Solamente eres un niño asustado, nunca podrá alejarse de mí, porque también estamos unidos—
La voz susurra con la misma risa burlona que lo acompaño por años en sus pesadillas, Draco no entiende que pasa, porque ahora puede escuchar el llanto de sus amigos diciendo que han muerto por su culpa y Draco comienza a ladrar disculpas en voz baja.
Entonces.
Sale de sus pensamientos cuando chocan.
Su cuerpo rueda contra el suelo, las alucinaciones parecen desaparecer cuando queda sobre su vientre y puede ver a Lamia (cuyo cuerpo parece haber recibido varias maldiciones) lanzarse sobre él, Draco es enviado otra vez volando cuando Harry salta sobre él y lo aparta del camino. Theo parece haber encontrado algún tragaluz que no tiene idea de donde viene, porque moldea esta para lanzarla al monstruo que gimotea cuando es quemada.
Draco no puede moverse, sus manos tiemblan, las alucinaciones no están ahí, pero puede sentir a Nyx, pero no importa cuantas veces voltee a ver sobre su espalda.
No hay nadie.
Gimotea asustado.
—No es real, no es real, no es real—se intenta repetir, al tiempo que la risa burlona de Nyx parece atormentarlo.
¿Por qué?
Ya está derrotada.
No entiende porque sigue aquí.
Ella fue puesta a dormir, Draco sabe que no podría volver a despertarse ahora mismo y mucho menos en un futuro porque Orion ha tomado sus poderes; aunque despertara ya no significaría una amenaza.
Y aun así…aun así…
Draco no puede más que temblar ante el recuerdo.
—Draco, por favor Draco escúchame, no sé qué estás viendo, pero no es real—suplica Harry sujetando sus hombros, pero Draco simplemente no puede respirar.
Intenta que, entre aire de forma desesperada, pero no entra nada, sale con jadeos y no puede contenerlo, solamente quiere que las voces se apaguen, que las manos dejen de arrastrarlos, sujeta con fuerza sus manos contra sus brazos queriendo quitarse las manos que están ahí.
No están ahí.
No sabe que es real.
Theo se abalanza sobre ellos y Draco se pregunta si de casualidad está soñando algo, porque la negrura los atrapa y comienza a dar patadas a todos lados, porque esto es real, porque están cayendo en la oscuridad y de alguna forma Nyx los ha atrapado.
.
.
Se desmaya.
Sueña.
Esta en medio de un montón de cuerpos, cuerpos de sus amigos muertos, cuerpos de personas que están con vida y que no deberían estar muertas, intenta salir de los cadáveres, pero la risa maliciosa de Nyx lo arrastra hasta el fondo sin importar que tanto grita.
.
.
Abre los ojos alarmados, no sabe cuánto tiempo sueña, pero cuando se sienta sujeta su rostro contra sus manos jadeante por aire. No hay sangre ni cuerpos, solamente estaba sentado en lo que parece un bosque y comienza alarmarse de verse solo. Piensa que esto es un sueño, o los cuerpos tal vez eran la realidad y Draco comienza a preocuparse. Unos brazos lo sujetan y Draco patalea porque son los cadáveres de sus amigos que piensan llevarlo al tártaro de nuevo y esta vez se va quedar atrapado ahí.
Ni siquiera podrá ir al inframundo o a los campos de Eliseo.
El tártaro va a reclamarlo.
Va a llevarlo a las oscuridades y nunca nadie va a encontrarlo.
—Está bien, estoy contigo, todo va estar bien—la voz parece haber estado hablando hace tiempo, pero hasta ahora Draco puede procesarla.
Deja de golpear al aire y su respiración se controla un poco, levanta la vista para ver los ojos de Harry, que había estado abrazándolo. La respiración se controla un poco más, por el momento las manos no aparecen y tampoco hay cadáveres. Hay tristeza en la mirada de Harry como cariño cuando le da un beso en la mejilla y Draco decide aceptarlo.
Su mente se aclara un poco.
Están en un bosque.
¿Cómo llegaron a un bosque?
Lleva una mano a su cabeza, parece que tiene una leve herida en la frente, pero Draco no recuerda bien que paso, solo recuerda que deberían ir a Gringotts, pero luego de eso parece haber un pequeño vacío en sus recuerdos cuando todo comenzó a ponerse mal.
¿Fue real?
—Me siento mareado—también siente la garganta seca como si hubiera estado gritando o hablando mucho, pero todo se vuelve confuso hasta cierto punto.
Harry le da una larga mirada, mientras comienza a acariciar su cabeza apartando los mechones rebeldes de su rostro. Se deja guiar por el tacto que lo tranquiliza, su respiración parece más tranquila mientras está ahí entre los brazos de Harry y se deja llevar por unos momentos del calor que este desprende.
Es un hombre lobo cálido.
Cuando sonríe, el rostro de Harry se suaviza.
—Tuviste un ataque de pánico, has estado durmiendo por algunas horas—habla Harry y ante eso Draco arruga los labios.
Ataque de pánico.
Eso no suena bien.
Quiere quedarse aquí, en los brazos de Harry, pero logra tambalearse lejos de este quien solamente lo ayuda a ponerse de pie con cuidado. La idea de volver a la lucha le parece molesta y de alguna forma extrañamente familiar, estaba más acostumbrado a dejar las emociones de lado por la lucha, lo cual era terriblemente malo pero Draco sabe que no hay muchas opciones.
Están en una guerra.
No hay tiempo para pensar en ataques de pánico o lo que eso podría traer.
—¿Cómo logramos salir? —pregunta Draco con dolor de cabeza.
Luchar.
Derrotar a Voldemort.
¿Qué hay luego de eso…?
Estaba tan cansado de pensar que simplemente aparto el pensamiento concentrándose más en el ahora.
—Bueno, tuvimos ayuda—comenta Harry tomando su mano y guiándolo donde había pequeños murmullos.
Entonces.
Ahí está.
Ojos azules con verde, camiseta estúpida naranja y mirada de enojo.
Percy Jackson había llegado.
.
.
Percy no viene solo, Annabeth, Nico y Jason están con él. Aunque Percy se queja un rato de que se hubiera ido (otra vez) sin anunciar nada (otra vez x2), Draco está demasiado ocupado en el abrazo mortal de Jason y tiene que recordarse que es su hermano antes de poder relajarse. Nico parece algo cansado, aunque funcional sin lugar a dudas y Annabeth estaba hablando rápidamente con Granger y Theo como si estuvieran coordinando algo. Draco no se siente cómodo con ellos aquí, en primer lugar, nunca les dijo nada para no hacerlos formar parte de esta locura que tenían en el mundo mágico.
Ya tenían suficiente locura en el otro lado del mundo.
Como para venir a este lado del mundo a su locura.
—¿Qué hacen aquí? —
—Salvar tu trasero idiota, por cierto, mi madre esta enojada porque no fuiste a despedirte de ella, no puedo creer que viniste sin mi—
Draco deja a Percy quejarse un rato, antes de tomar asiento con Annabeth, quien aunque luce igual de enojada que Percy, simplemente acomoda todo el conocimiento que parece haber robado de Granger en los últimos minutos. La chica no parece afectada sobre el hecho de magia o la estúpida idea de Voldemort de dividir su alma, solo que ambas coinciden que deberían volver pronto a Hogwarts.
Luego de lo que paso en Gringotts sin duda Voldemort debería haber sido alertado de su presencia.
Harry acepta eso con un suspiro resignado y Draco parece confundido del vínculo entre su novio y el tipo con problemas de ira que quiere acabar con todos los no magos.
—No tengo energías para ir a Hogwarts con tantas personas—admite Nico con un bostezo al lado de Jason.
Will habría sido muy útil.
Jason explica que el chico había querido acompañarlos, pero el campamento había quedado con heridos luego de la última lucha por lo que estaría ocupado ahí un tiempo. Cuando Draco quiso saber más sobre Nico y Will, Jason tuvo que cambiar de tema debido a la mirada de muerte de este sobre él.
Lavender y Leo habían salido corriendo para buscar a Festus, querían ayudarles lo más pronto posible.
Aunque nadie sabía dónde podría estar el dragón o si estaba en alguna parte.
—El tipo sin nariz tiene algunos monstruos curiosos de su lado—comenta Draco con cansancio.
No quiere pensar en el último monstruo, porque no debería haber quedado paralizado con un ataque de pánico.
Inútil.
Perdedor.
¿No ha mejorado en nada?
A veces parece que no, que no importa cuánto corra, siempre algo lo retiene contra el suelo para demostrar lo mucho que le falta por aprender.
—Si nos acercamos al bosque probablemente tengamos una mejor forma de entrar, Carter y Sadie siempre están al pendiente—habla Harry viendo a Granger quien asiente con seriedad.
Tanto por saber, tan poco que ha conocido.
Hay una parte dentro de él curiosa por saber que le espera en Hogwarts, otra cansada de las luchas, pero en general un porcentaje que está demasiado asustado por lo que pueda encontrar si se detiene y ver que tan roto ha estado todo este tiempo.
Ocupa seguir.
Moviéndose, luchando, porque si se detiene a verse probablemente no pueda volver a levantarse y ahora mismo no tienen esa posibilidad frente a ellos.
—Conseguí una micro bus que tenemos por aquí cerca, podría llevarnos cerca—dice Annabeth con calma, como siempre, con un pensamiento curiosamente lógico.
¿Una micro bus en el bosque?
Bueno.
Han viajado en dispositivos de dudosa moralidad.
.
.
Draco no quiere dormir, tiene miedo de que podría soñar si cierra los ojos. Percy está a su lado gruñendo que era un idiota malagradecido y cómo es posible que lo dejara solo, antes de abrazarse a él durante el viaje con un puchero. Mira de reojo a Harry a su otro lado que parece indiferente a la presencia de Percy, lo cual es un verdadero cambio si tomamos en cuenta su historial del pasado.
El joven se limita a tener su mano unida a la suya.
Es reconfortante, la mano de Harry, el abrazo de Percy.
No duerme.
No puede.
Piensa en la fecha que están, 17 de agosto.
Cierra los ojos cansados.
No duerme.
No debe.
Pero el movimiento del conducir es un poco relajante, tanto así que no quiere pensar que el día de mañana sería el cumpleaños de Percy. No pudo celebrar el suyo o el de Harry este año, ya tiene 18 años, parece que fue ayer cuando su madre lo llevo al campamento mestizo por primera vez.
—Pronto todo va a terminar—susurra Harry para nadie en particular, todos parecían cansados, principalmente su novio.
No quiere saber a qué se va enfrentar, no ha terminado de escuchar todas las aventuras de su novio sobre los meses alejados.
Ocupan una larga charla.
Pero como siempre, hay un loco psicópata que quiere adueñarse del mundo que se los impide.
Cliché en su vida.
.
.
Hay un límite de hasta dónde puede llevarlos la camioneta, antes de tener que caminar. Draco se siente más cómodo dentro del bosque al caminar, Jason ahora está a su lado comentando sobre que Thalia y las demás han pasado a saludar, Thalia no parecía tan emocionada por su desaparición. En el bosque pregunta a Nico sobre que paso con Will, las mejillas sonrojadas del chico que se niega a dar explicación, podrían funcionar como una explicación como tal.
Ocupa tener una charla con esos niños.
Bob y el pequeño Bob se habían marchado, Quirón parecía inquieto.
¿Realmente alguien puede detener a un titan?
Tenía la idea de que este no haría daño, era su amigo y Nico aseguro que lo estaría vigilando por aquello, cuando todo esto terminara.
Faltan luchas, piensa cansado.
De reojo mira a Harry caminar al lado de Percy, ambos parecen charlar, no de forma tan tensa, pero si incomodos; no está seguro de que tanto le gusta que su mejor amigo y su novio hablen. Granger camina con Annabeth en la cabeza y Weasley un poco más retraído, su brazo parece algo herido, pero no dice nada en voz alta mientras sigue su camino.
Un camino que había seguido con Bianca cuando ambos aparecieron en medio de invierno.
Aleja el pensamiento con miedo a volver a congelarse.
—Hogwarts es agradable—admite Nico cuando Jason pregunta al respecto, quien asiente un poco inseguro jugando con sus manos.
Parece nervioso.
Siempre está nervioso al lado de Draco.
—La mansión de mis padres es más agradable, cuando todo termine deberías venir a una de cenas que hace mi madre—técnicamente lo hacen los elfos domésticos, pero su madre es una perfecta anfitriona.
La sonrisa iluminada y llena de esperanza de Jason, hace que Draco se suavice un poco con el chico.
.
.
Puede o no puede que se ría ante el grito aterrorizado de Hagrid al verlos, este rápidamente va abrazar a Harry y compañía, antes de verlo confundido, pero Draco camina tranquilamente con un grupo de semidioses detrás de él. El castillo es suficientemente imponente, para que Annabeth le brillen los ojos con curiosidad, Percy (no físicamente) como Nico ya han estado aquí, así que Jason es el otro que parece curioso cuando llegan a la entrada trasera del edificio. Hay mucha más nostalgia de la que espera, ve de reojo a Theo que también parece ver de la misma forma el lugar; se pregunta si para él también parecerá tan pequeño como lo es para Draco.
El mundo es mucho más grande que el castillo, descubre con nostalgia entrando e intentando dejar cualquier miedo de lado.
Silencio.
No hay muchas personas, por no decir, que no hay estudiantes, el año lectivo ya ha terminado y oficialmente ha perdido tanto el sexto como séptimo año de sus estudios mágicos.
Oh vaya.
Su madre va a matarlo.
—¡Draco! —es el grito de Anthony que esta al final del pasillo con otros dos jóvenes.
No ha pasado mucho tiempo, pero ver a su amigo hace que todo se sienta un poco como en casa, o eso piensa cuando es atrapado en un mortal abrazo de su amigo. Le cuesta respirar, intenta alejarse, pero Anthony lo sujeta con fuerza al menos al inicio; ha visto a Jason, nota de reojo cuando Anthony se aleja suavemente y ve a su medio hermano ligeramente sonrojado.
Incomodo.
Mira de reojo a Percy, que parece ver también divertido.
Silencio largo e incómodo que espera poder terminar pronto.
—Supongo que eres Theo, creo que aparte de Lavender eres el amigo mago que nos faltaba de conocer—es la voz amable de uno de los amigos de Anthony, le toma un tiempo reconocerlo.
Es más alto, aunque no tanto como ellos, su cabello es solamente ligeramente más largo, pero su rostro sigue siendo el mismo.
—Carter—habla con una media sonrisa, recordando por un momento el desastre de la lucha contra un dios egipcio, sus ojos brillan ante la jovencita detrás de ellos—Sadie—
La chica parece haber cambiado de color de mechas otra vez, ahora a un color verde. Viste como siempre, con botas y ropa que probablemente no usaría, pero que en ella parecen verse bien. Su cuerpo parece más el de una jovencita que el de una niña como antes, sus ojos parecen relucir como de costumbre con picardía.
Carter sonríe a Draco, antes de ver a Theo y levantar una mano para saludarlo, este parece dudar un momento, antes de tomarla confundido.
Inesperadamente amable.
Mucho más que Sadie.
—Me han dicho que eres hijo de Trivia, la versión romana de Hécate, tengo tantas preguntas—habla emocionado, antes que Sadie se aclare la garganta.
Hay una risa nerviosa del egipcio, antes de que se presente ante Percy y Annabeth con una sonrisa tranquila, luego hace lo mismo con Jason y Nico, sacando al primero de su ensoñación de ver a Anthony para volver actuar en su estado normal.
Sadie no se presenta y en su lugar salta sobre la espalda de Draco divertida.
Es una pequeña gremlin aún.
Ve de reojo a Harry asentir a Carter con un reconocimiento leve, le cuesta pensar que ellos realmente se han conocido probablemente por más tiempo que Draco, pero aun así quiere pensar que fue su niñero primero. Hagrid pasa rápidamente diciendo que iría por Dumbledore o por Severus, parece ser que los profesores siguen dentro del castillo.
Bien.
Espera que pronto tengan más personas.
No sabe cuánto tiempo pasara antes que Voldemort haga aparición.
—Hemos estado trabajando en las barreras, se enviaron a los estudiantes un poco antes y hemos tenido alerta máxima…pero el tipo sin nariz aun no hace aparición—las palabras de Anthony hacen que Draco suspire cruzándose de brazos.
Eso significa que solo es cuestión de tiempo, piensa apretando inconscientemente su brazo con un poco de fuerza. Una mano sobre su hombro lo hace voltear a Harry, que está ahí con una sonrisa un poco preocupada antes que su rostro se suavice un poco.
No es un ataque de pánico.
Es solo.
Cansado de luchar.
—¡Hay fantasmas! —dice Percy corriendo mientras arrastra a Nico, lo cual a los fantasmas no parece hacerle gracia.
Si saben que es hijo o no de Hades, no importa.
Busca a Annabeth, pero parece que ella ya acorralo a Theo y Carter al mismo tiempo, ambos parecen igual de confundidos cuando esta comienza hacer preguntas del castillo.
—Oh vaya tu eres el chico del que Anthony siempre habla, tienes lindos pectorales, lo entiendo ahora—habla Sadie claramente con el único deseo de causar caos.
Porque Jason y Anthony parecen igual de incrédulos ante sus palabras.
Bien.
Mucha charla inútil, cuando alguien se aclara la garganta, Draco voltea a ver aliviado a Amos que ha aparecido pare ver divertido a todos en el lugar, probablemente disfrutando del caos. Severus está a su lado, mucho más cerca de lo que alguna vez considero posible.
Hay unos buenos 30 centímetros separándolos, pero eso es más de lo que alguna vez espero.
Draco se acerca emocionado para verlos, especialmente porque Severus tiene ambas manos, así que al menos cuando le quitaron el vínculo de la marca, lo hicieron mejor que cuando Draco dejo a su padre sin una mano. En su defensa era muy joven entonces, aunque duda que actualmente pudiera hacerlo mejor, en fin, no hay que pensar en los errores del pasado.
Va abrazar a su padrino feliz.
—Albus quiere hablar contigo—es lo que le comenta Severus antes que llegue si quiera abrazarlo.
Cualquier intento de aprecio queda de lado, su rostro se amarga al recordar que esa vieja cabra sigue con vida.
Amos se ríe ligeramente y le da una mala mirada.
Oh bien.
Supone que una charla con este tipo era algo que pasaría tarde o temprano.
.
.
La oficina del director en sí es una gran sala circular con muchas ventanas y muchos retratos de directores y directoras de edad. El retrato del antecesor inmediato del actual director o directora se cuelga detrás de la mesa de la cabeza. Se sugiere que esta es la mayor de las pinturas en la sala, que, a su vez, sugiere que las pinturas disminuyen en cierto grado una vez que ya no es el retrato de su predecesor inmediato del director o directora actual. Además de sus funciones como oficina para el director, la Torre del Director es el hogar permanente del Sombrero Seleccionador, que pertenecía, inicialmente, a Godric Gryffindor, uno de los cuatro fundadores.
La oficina también había sido anfitriona de una serie de tablas delgadas en la que se ubicaban delicados instrumentos de plata que giraban y emitían pequeñas bocanadas de humo, así como una increíble colección de libros, que constituían la biblioteca privada de Dumbledore, su Pensadero, y Fawkes el fénix. Se puede suponer que la decoración y los cambios de oficina van acompañados de la decisión de los directores de escuela.
No había estado muchas veces por este lugar.
Tampoco le gusta la idea, pero Draco solamente entra y se sorprende de ver Dumbledore.
Bueno.
Diferente.
Recuerda al viejo mago que era director, tanto por su actitud despreocupada (incluso cuando debería serlo) y vivaz, a lucir ahora casi como un cadáver. Sus ropas siguen siendo túnicas un poco fuera de una moda concisa, pero su piel se ve más desgastada y su cuerpo demasiado delgado. Su mano que alguna vez había lucido enferma esta vendada y sus ojos apenas si parecen tener chispa.
Está muriendo, determina rápidamente.
Odia que, a pesar de todo, eso haga que su deseo de irse a la lucha con solo verlo, disminuya un poco.
—Ha pasado tiempo joven Malfoy, según escuche has estado luchando contra otros eventos de destrucción global—hay cierta chispa divertida en el hombre.
Draco no se deja caer.
Este fue el hombre que uso su posición de semidios a su beneficio, tiene que acordarse de odiarlo, pero realmente es un poco difícil odiar a alguien que esta muriendo; se pregunta si Nico sabría cuánto tiempo le falta a la vieja cabra para pasar al más allá.
¿Qué clase de inframundo visitaría?
Tampoco es que esto sea relevante, solo alimenta un poco su morbo supone.
—Estas muriendo—no tiene mucho miedo de que pueda hacer, después de todo lo que ha enfrentado, realmente un mago convaleciente no le interesa.
Así que toma asiento frente al hombre viéndolo aburrido, preguntándose porque lo ha llamado en privado.
Tristemente duda que sea para algo positivo.
Está cansado de malas noticias a estas alturas.
Dumbledore solamente sonríe con cansancio y acerca un contenedor con dulces, Draco piensa que sería estúpido aceptar algo de ese viejo, pero la verdad no recuerda la última vez que ha tomado uno. Busca uno que tenga algún posible sabor a manzana antes de comerlo, encuentra unos que su madre le daba de joven y lo mete a su boca.
Manzana verde.
Delicioso.
—A veces tenemos placer en pequeños momentos, tienes razón, mi vida se ha ido acabando poco a poco, estoy intentando alargarla lo suficiente para mantener a Voldemort alejado ahora que me tiene miedo por escapar de la muerte—explica con calma Dumbledore.
Ha.
Cierto.
El hombre no murió, aunque recibió la maldición asesina porque Thanatos estaba encerrado, eso solamente había sido un accidente, no entiende como Voldemort no se había dado cuenta; al menos que Nyx no se lo hubiera dicho.
Tal vez no eran tan cercanos como pensó cuando paso la lucha del ministerio.
Genial.
—Dudo que me invitara para hablar sobre su cercana muerte al menos que tuviera un interés de por medio—
—Tan inteligente y sagaz como siempre señor Malfoy—
—Cualquiera con dos neuronas conectadas podría decirlo, pero todos parecen estar muy ocupados en confiar ciegamente en usted; tristemente no tengo ese mismo comportamiento lame botas—
No era tan divertido ser grosero con alguien, cuando esa otra persona se mantenía impasible a la hora de ser amedrentado. Draco gruño por bajo aburrido ante la idea de que Dumbledore mantuviera ese rostro relajado, porque a estas alturas del partido de quidditch, tenía capacidad de sacar de sus casillas al mismo Zeus.
El no hacerlo con Dumbledore.
Lo hizo sentir decepcionado de alguna forma, parece que está perdiendo su chispa.
—Como sabes la lucha contra Tom se ha vuelto un poco pesada, su unión con las criaturas mitológicas y sus Horrocrux lo ha hecho una amenaza mucho peor de la que estime al inicio—expresa Dumbledore con calma, Draco solamente levanta una ceja curioso del tema, algo que cualquiera podría haberle dicho, pero en su lugar está en la oficina del director.
Duda un poco.
—Enviaron a los estudiantes fuera de aquí, es lo mejor, alejar inocentes de la lucha—admite Draco un poco a regañadientes.
En el campamento no siempre tuvieron esa oportunidad, el poder brindarle eso a otros niños le hace sentir un poco de respeto por el viejo decrepito.
Tal vez fue idea de McGonagall.
Quien sabe.
Eran niños después de todo, los niños no deben luchar las guerras de los adultos. El peso de sus guerras sobre sus hombros lo hace sentir un poco asfixiado, pero no lo demuestra, porque si hay alguien que no le gustaría que viera su debilidad es el hombre frente a él.
Viejos hábitos no mueren rápido.
—Harry Potter es un Horrocrux de Tom—habla Dumbledore con calma.
Todo deja de importar.
La idea de no mostrar emociones desaparece, levanta su rostro pálido mientras la oración comienza a tener sentido en su cabeza. Al inicio no cree que tiene sentido, todo parece una idea loca dicho por un anciano en sus últimos días de su vida.
Hay un grado de seriedad en las facciones del viejo.
Se niega a pensar en ellas.
Sujeta su mano contra su boca mientras intenta que sus pensamientos busquen una especie de orden, es muy difícil, cada cosa que pasa te hace pensar en algún momento que nada puede ser peor, pero de alguna forma aquí esta las probabilidades demostrando que Draco simplemente tiene mala suerte. Hasta hace poco se había hecho de la idea de que faltaba un Horrocrux, pero había llegado a descartar la idea pensando que solamente tenía mala suerte y también porque después de que lo pensó sucedió todo el caos con un monstruo mitológico.
Pueden culparlo lo que quieran, pero monstruos mitológicos son un gran distractor.
Si faltaba un Horrocrux, pensó que tal vez era el alma de Voldemort, o lo que quedaba de él en esencia.
Harry es un Horrocrux.
No.
No puede ser.
Se levanta sin saberlo y sus piernas comienzan a moverse en su lugar y luego lo hacen caminar dando vueltas en círculos, el inicio de un pequeño ataque de pánico comienza a verse mucho más claro que la vez anterior. Esta vez no es producido por una especie de serpiente (lo cual indudablemente lo llevaría al caos si tiene mucho tiempo de exposición) si no por las consecuencias que esto podría tener por delante.
Para acabar con Voldemort ocupan destruir los Horrocrux.
Si Harry es un Horrocrux tendrían que acabar con Harry.
Las aritmancia es tan clara que un estudiante de primer año podría hacerlo.
No.
No pueden acabar con Harry.
No.
Simplemente no.
—El vínculo de mi padre y Severus se pudo romper—habla Draco, alternativas, siempre hay una alternativa, en este mundo donde lo imposible era posible, alguien podría hacer algo.
Solo ocupan tiempo, buenos magos y todo se puede realizar.
Dumbledore permanece imperturbable y eso le hace sentir molesto.
—Severus y Amos han estado trabajando al respecto, a diferencia de la marca tenebrosa que se ha podido erradicar apenas con inconvenientes, un Horrocrux es parte del alma como tal; no se puede tocar el alma y simplemente extraer una parte—la explicación tiene lógica.
Draco no aprecia la lógica.
Nunca nada en su vida ha tenido lógica, no piensa aceptar que ahora algo comience a tomar lógica. Ha peleado contra entes primordiales (varias veces), bien esta vez podrían sacar alguna explicación del trasero de merlín para que esto no suceda.
—Simplemente no puedes dejar que muera—odia la suplica y tinte de desesperación en su voz.
Es solo.
No.
No puede aceptarlo.
Intenta controlar su respiración, pero hay una parte de él que no puede simplemente controlarse en este momento. Intenta pensar en muchas opciones, pero no hay tantas como le gustaría, no se especializa en magia de este tipo y toda su vida ha sido enfocada principalmente en la magia que pueda usar en batalla hasta el punto que puede usarla sin varita.
Luego de eso.
No.
Simplemente deja la magia de lago y no pudo notar hasta ahora lo estúpido que había sido eso. Piensa en estudios, piensa en qué clase de libros puede buscar para poder hacer algo en este caso, pero la parte que no es tan egocéntrica le recuerda que si una persona como Dumbledore, Severus y Amos no pudieron hacer nada.
¿Qué podría hacer Draco?
Piensa en los olimpos, tristemente no tiene una buena relación con la mayoría, pero tal vez alguno pueda funcionar.
Alguien puede atender a su llamado.
¿Luego qué?
Ellos no son más que meros juguetes para las deidades, duda que alguno de este saque tan libremente su trasero de sus aburridas vidas para ayudar a su alma por el mero hecho existencial de ser alguien bueno. Orion ya pago su deuda con Zeus, pero aunque Draco no es alguien a favor de suplicar, si es por la vida de Harry bien puede dejar su orgullo de lado.
Hestia.
Hades.
Draco sujeta con fuerza su brazo intentando calmarse.
Ocupa una solución, una respuesta, pero no encuentra ninguna y eso simplemente lo hace sentir como si su cabeza fuera a explotar.
—Lo has sabido todo este tiempo—no sabe que lo delata en realidad, solamente que, al ver a Dumbledore a los ojos, su propia incapacidad de no poder hacer nada, lo hace ver cosas con mayor profundidad cuanto le interesa algo.
En este caso la seguridad de Harry.
Bueno.
No seguridad.
El mantenerlo con vida a estas alturas.
—Es una sospecha que he tenido desde segundo año, si—
—¿Y no se lo dijo? —
—¿Hubiera cambiado algo? —
Ahora es más fácil recordar porque odiaba a esta vieja cabra. Draco quiere maldecirlo, porque la vida de los adultos (va a ignorar que técnicamente ya es un adulto en el mundo mágico) siempre es una constante de ocultarle a los jóvenes la verdad una y otra vez. Como si fuera una manera en que los protegen de los peligros del mundo, pero al mismo tiempo, solamente es una forma en que esconden la verdad y hacen que todo fuera más complicado.
Nadie nunca dice la verdad.
Solo mienten.
Esperando el mejor resultado después.
Draco sujeta su mano contra su rostro recordando con un poco de dolor que su madre nunca le dijo la verdad sobre su padre cuando fue inevitable, como Hades y Hestia lo utilizaron sin contarle toda su verdad, como incluso Quirón nunca fue sincero al inicio con lo de los vínculos, aunque lo sabía. Siente que se quiere ahogar, pero logra mantenerse a base de una iniciante ira dentro de su sistema.
Odia esto.
Nada puede ser fácil para él, para las personas que ama, nunca.
¿Verdad?
—Sería bueno que supiera para que lo estabas criando, es un humano, tiene sentimientos maldita sea—gruñe Draco ocupando concentrarse en algo más.
Esta ira era buena, porque le hizo ignorar por un momento que no tenía ni idea de como librar el alma de Harry lejos de Voldemort.
¿Había alguna forma?
No.
Pero hasta ahora había vivido bastante bien, pero si no acaban con cada parte del alma, Voldemort nunca estaría derrotado del todo. Tal vez podría lograrlo poner en un estado cual Nyx, pero eso sería imposible, ocuparía demasiada magia de su parte.
Si funciono en el inframundo, fue solamente porque Orion obtuvo los poderes de ella a falta de otro recipiente.
—Señor Malfoy, Harry es un estudiante muy querido, pero como alguien que ha pasado anteriormente por guerras, puedo ver en tu mirada que entiendes lo que es el sacrificio necesario—sus palabras traen terribles recuerdos que lo hacen sentir peor.
Lee.
Michael.
Silena.
Luke.
Bianca.
Su puño golpea la mesa de Dumbledore, escucha al fénix chillar detrás de este, pero Draco solamente ve a los ojos del idiota frente a él. Su cuerpo tiembla ligeramente ante el recuerdo de cada uno de sus amigos que había muerto a lo largo de las luchas y odia como su interior, realmente lo entiende.
Eran muertes necesarias.
Tanto para alimentar la ira de la batalla, para proteger a quienes terminarían la lucha, para ser un motivante.
Su lado Slytherin puede verlo y por un instante piensa que Dumbledore debió ser un Slytherin en lugar de un Gryffindor. También puede entender porque lo hace, en las guerras se ocupan generales, dispuestos a sacrificar lo que fuera necesario para la victoria; no ponerse emocionales.
Solo hay un problema.
El defecto fatal de Draco es el egoísmo, así que no, no puede ser un líder. Percy tampoco en realidad, demasiado lejos de las reglas, demasiado emocionado cuando entra a un campo de batalla para siquiera pensar como liderar.
Ambos en algún momento habían sido obligados por supuesto, hacerlo, no significa que fueran buenos.
Buenos lideres eran Jason, Annabeth y Reyna.
No Draco.
Su egoísmo siempre lo refrena, si hasta ahora ha ayudado a salvar el mundo tantas veces, no es porque es alguien altruista, si no porque en medio estaba algo que le importaba.
—No estoy dispuesto meter a Harry en esto, por mí el mundo mágico puede irse a la mierda—sisea arañando la madera debajo de él.
Dumbledore lo ve aburrido.
Eso lo enferma.
Draco es rápido en analizarlo y para su horror, parece ser que su reacción es una que el hombre ya había analizado por la falta de su sorpresa. Es difícil jugar algo mental en este momento, no se encuentra en su mejor momento, así que cuando este suspira, Draco solo puede pensar que está listo.
Es un anciano.
¿Cuántos años tiene?
Más de 100 eso es seguro.
¿Cuántos años tiene Draco?
18.
Maldita sea, es difícil ganar.
—Harry se sacrificará, ambos lo sabemos, es necesario si queremos salvar nuestro mundo como lo conocemos—parece que hay una ligera disculpa en su voz, pero Draco solamente siente que le han soltado una bofetada.
Recuerda a Zeus, a los olimpos y lo odia.
—Es solo un niño—no sabe porque intenta hacer que este idiota cambie de opinión.
No lo hará.
Vio a Harry crecer y si en algún momento Draco pensó que este hombre tenia algo de debilidad por Harry, ahora mismo sabe que no es debilidad. Todos estos años, solamente lo estuvo criando, para que fuera el maldito soldado que pudiera luchar esta batalla final contra Voldemort, porque él no podría.
¿Había estado listo a morir?
Probablemente.
Al final era Harry el que tendría que luchar, el que tendría que hacer todo, estaba tan claro que era estúpido pensar en algo diferente.
Incluso si hubiera cariño de parte de Dumbledore, su deseo de ganar esta guerra se sobreponía a esta, listo para sacrificar si fuera necesario.
Tiene lógica.
Hay que hacer sacrificios, Draco puede verlo, pero no lo acepta.
—Esto es una guerra—parece que es un profesor que quiere explicarle a su estudiante como es que 2 + 2 da como resultado 4—y aunque no quiera aceptarlo señor Malfoy, sé que lo entiende—
—No, no lo entiendo, Harry no debería formar parte de esto—
—¿Por qué no? —
Abre la boca y no dice nada más que exhalar un poco de aliento, porque no tiene una manera de decirle porque no Harry, cuando al parecer desde que Voldemort asesino a sus padres, su destino había sido sellado. Había una profecía que así lo decía y por mucho que le costara aceptarlo a Draco, las profecías tenían poder.
La profecía había dicho que el grupo de 7 semidioses uno moriría.
Nadie murió.
Draco aun no quiere pensar que tal vez el tiempo era relativo, pero es como si al final, todo siempre quisiera llegar a las profecías incluso si corrías lejos para evitarlo.
—No voy a dejar que muera—es todo lo que dice Draco antes de dar media vuelta para irse sin ser detenido.
.
.
Encuentra a Harry en un pasillo, este parece emocionado de decir que Carter esta ayudando a encontrar un Horrocrux que probablemente está en la habitación de los menesteres, mientras que Severus y McGonagall están llamando gente; parece ser que pronto habrá una lucha y quieren estar preparados. Este parece radiante, como si estuviera feliz porque todo estaba por terminar, la copa había sido destruida por la espada y ahora eran menos Horrocrux y Draco simplemente no pudo contenerlo más.
No sabe si Dumbledore pensó (estúpidamente) que no diría nada.
No puede contenerlo.
Fue criado para esto, es como yo. Draco sabe que Hestia, Hades, Orion criaron a Draco de alguna forma para sacarle ventaja en las luchas que tuvieron por delante. El pensar que le hicieron eso a alguien más, hizo que Draco simplemente se sintiera enfermo, que ese alguien fuera Harry solamente hizo todo peor.
—Eres un Horrocrux—suelta, antes de ir a una explicación que no conoce, porque realmente no ha escuchado mucho sobre Dumbledore.
Tal vez debió escucharlo mejor.
Solamente puede suponer que si un Horrocrux se hace cuando alguien muere y una parte del alma sale, solamente puede pensar en un incidente donde Harry niño estuvo presente y es la muerte de sus padres. Curiosamente su novio no parece estar tan sorprendido, casi resignado.
¿Draco se ve así cuando algo trascendental sucede?
Ahora entiende porque sus amigos siempre parecen horrorizados que de por sentado que todo lo malo siempre le va a pasar, hay que mejorar mucho en esto.
No deberían tener que pensar así.
—Entonces para derrotar a Voldemort, ocupo, no se… ¿morir? —no es un chiste, parece pensar sinceramente que es algo que tiene que hacer.
Tiene sentido, dicen sus ojos y Draco quiere arrancarlos porque es un idiota.
En medio del pasillo sujeta con fuerza la camisa desgastada del chico, quiere besarlo, quiere estamparlo con la pared, quiere llorar; últimamente quiere llorar. Sus emociones parecen no tener control y solamente es el resultado de demasiadas luchas a lo largo de los años, demasiado cansado, su cuerpo esta llegando a un limite donde ya nada es suficiente.
Está cansado.
Muy cansado.
—No vas a morir—no es un comentario, es casi una orden.
Maldice internamente a su novio que tiene una expresión casi pesada al verlo.
—Si soy un Horrocrux no hay muchas opciones—
—Siempre hay opciones, viviste un tiempo sin que Voldemort hiciera nada—
—Luego volvió a regresar—
—Luego de unos años, eso nos daría tiempo para buscar una solución, sé que Amos y Severus han estado investigando, pero tal vez si incluimos a toda la casa de la vida—
—Si Voldemort se marcha y vuelve a regresar muchos más podrían morir—
Draco quiere ignorar el dejo de diversión que hay en la forma de expresarse de su novio, como si todo esto fuera una maldita broma.
Como si Draco no dejara el mundo mágico arder en llamas si eso significa mantenerlo con vida.
—Dejaría que todo esta parte del mundo se pudriera en llamas si eso te mantiene con vida, podemos irnos, no tienes que luchar, no me importa que pase a este maldito lugar—su voz es sincera, sin un rastro de dudas y aparte de sus amigos (que se llevaría con él), le importa muy poco que pasa con este lado del mundo si es sincero.
Si Voldemort lo quiere, que se lo quede, no piensa darle a Harry.
No puede.
Se niega a perderlo.
Va a convencerlo para que se vaya con él, sabe que, con un poco de sexo y coqueteo, Harry es muy flexible a la hora de hacerlo feliz. En su lugar Draco es quien se ve detenido cuando unos labios lo besan, de forma suave casi como un aleteo, un ligero pestañeo o expresión de cariño tan suave como fugaz que lo deja por un momento como si hubiera recibido una descarga eléctrica.
Cuando su novio se aleja, aun sujeta su mejilla, lo que hace a Draco entrecerrar los ojos no feliz por ese ataque inesperado que por un momento hechizo su sistema y ahora tendría que volver a calentarse cual un caldero para procesar que acaba de pasar.
—¿Dejarías que Londres cayera por mí? —seria más preocupante la pregunta si no fuera acompañada de una sonrisa descarada a su lado.
Esta feliz.
Sinceramente ambos tienen que replantearse el estado mental de ambos, para que Harry estuviera feliz por esto.
—Soy alguien muy egoísta—es casi un susurro lleno de irritación en su voz.
Aunque era verdad, no le gustaba decirlo en voz alta, porque era una debilidad al mismo tiempo.
La sonrisa de su novio se ensancha, lo que le hace rodar los ojos.
—Yo también dejaría al mundo arder por ti, lo cual no me hace un típico héroe—
—No tienes que ser un héroe—
—Quiero serlo para ti—
Draco le da una mirada algo exasperada, porque realmente no están llegando a ningún lado y si van a irse, tiene que ser ahora. Su temor crece porque el chico no ha accedido a irse a ningún lugar con él. Pero mientras busca otra manera para alejar al chico, simplemente ve la luz, su rostro se transforma en una sorpresa cuando las chispas azules se ven por el resplandor del ventanal a su costado.
Tanto Harry como Draco se acercan para ver como una luz azul acaba de impactar contra lo que parece una barrera invisible a la distancia cercana, dentro de un perímetro invisible que tiene forma de domo sobre los terrenos del castillo.
Un ataque.
Su mano busca a la de Harry inquieto, porque una alarma comienza a sonar por dentro del castillo y solamente puede pensar.
Otra vez.
Sus ojos se cierran por un momento inquieto al sentir que una nueva lucha va a comenzar y ni siquiera se ha detenido a ver las consecuencias mentales que la última le ha generado.
—Todo va estar bien—dice Harry a su lado con rostro por algún motivo lleno de cariño, aunque ahora mismo, el amor probablemente es lo último que podrían llegar a pensar.
Se las arregla para poder estirar sus labios en una pésima sonrisa de retorno.
Voltea a ver a la noche a la distancia.
Ni siquiera sabe cuando oscureció, solamente sabe que esto va ser un caos.
Su tercera guerra parece que esta a punto de finalizar, de una forma u otra.
Continuara…
Estamos tan cerca del final del arco 6, calculo que uno o dos capítulos son los que nos quedan y realmente me emociona el hecho de que podre tomarme otra vez vacaciones. Porque para el arco 7 tengo que leerme toda la historia nuevamente, así que va ser un caos.
En fin, espero que disfrutaran de este capítulo :D
Lamento la tardanza, luego de mucho caos en mi vida, he intentado tomarme más relax la hora de escribir, por eso es que algunos capítulos tardan más.
