CAPÍTULO SEIS

Narradora:

Itachi despertó algo aturdido después de aquel desmayo, le resultaba molesto el dolor de cabeza luego de que se impactara en el suelo, no estaba seguro donde se encontraba, al echar un vistazo a su alrededor pudo darse cuenta que estaba dentro de una cueva, la pregunta era "como había llegado ahí", pero el dolor no lo dejaba razonar fue ahí que se dio cuenta que su capa había desaparecido, sus heridas ya estaban tratadas y vendadas lo cual le extraño.

Narra Itachi:

Al despertar no recordaba nada, bueno solo fragmentos que no aclaraban mis dudas, lo único en mi mente fue la expresión de Naruto antes de que me desvaneciera después, todo estaba borroso, a pese de que estaba mal y mi estado no era bueno no podía quedarme sin estar seguro del bienestar de mi ángel la preocupación que me invadía era mayor a mi razonamiento, quizás Deidara dejó de ser un problema pero aun había un Akatsuki detrás de Naruto por lo que permanecer sin hacer nada no era opción.

Me levante con algo de dificultad, mi vista aun fallaba pero logre encontrar la capa doblada en un extremo de la cueva cuando me la puse y pensaba retirarme fue entonces que mi vista se enfoco en la salida dónde una silueta se aproximaba, no estaba seguro si se trataba del buen samaritano o él enemigo así que me apresure a tomar mi arma pero inmediatamente la solté al ver que era Naruto quien entraba cargando consigo varias ramas.

-despertaste!- me dijo al verme mientras mis ojos no creían lo que veían, cuando coloco la leña en el suelo me abalance a él colocando mis manos en sus hombros al preguntarle si estaba bien.

Ante el súbito arrebato él se alejo de mi, quizás no era la mejor forma que yo debía actuar pero la preocupación no me dejo pensarlo, estaba feliz de que estuviera bien aunque debo aceptar que su reacción al alejarse de mi me afecto un poco, sobre todo al momento de contestarme ya que me lanzó una mirada tan fría que congeló cada parte de mi ser.

-sano rápido!-dijo con seriedad mientras tomaba su distancia, después, agregó- y no creas que porque te cure ahora somos amigos.

Esa ultima frase se incrustó en mi corazón, se que no fue hecha para lastimarme pero sí que lo hizo, la imagen de aquel niño diciéndome que era su amigo fue destrozada con aquellas palabras y una tristeza me inundo haciendo que esta vez fuera yo quien me alejara, volví a tomar asiento con el animo por los suelos aquellas palabras resonaron en mi cabeza recordándome que estaba fuera de la vida de mi ángel.

Narradora:

El silencio se hizo profundo luego de aquel arrebató de parte del Uchiha, en cierta forma su comportamiento no tenía razón en cuánto lo que Naruto sabía él era un extraño y no podía dejarse llevar por sus emociones así que se limito a quedarse quieto.

El joven rubio tomo las leñas que recogió y armo una fogata, ya para esa horas el frío había aumentado y la noche cubría los amplios valles llenándolo de oscuridad, el fuego calentó un poco el reducido espacio el cual los ninjas se encontraban, en esos momentos Naruto paso a ocupar un lugar al otro extremo de la fogata evitando a Itachi, luego de aquel sobresalto de su parte era comprensible de no querer estar a su lado.

Narra Itachi:

Las horas pasaban lentamente y ninguno decía palabra alguna convirtiéndose en un momento algo incomodo, aun seguía pensando en mi forma de actuar, pero era un hecho de que Naruto era el único que me hacia perder la compostura, me quedé observando sus movimientos luego de que tomara asiento, verlo me reconfortaba, su mirada y algunos gestos que hacia me remontaban al pasado, un deseo por aclarar todo y decirle que lo conocía quería salir de mi boca pero, no dije nada, ya que al notarlo me di cuenta que él me lanzaba una mirada vigilante era obvio pensar que no confiaba en mi, se encontraba con las piernas cruzadas con sus manos apoyadas en estas viéndome a los ojos sin perder ningún detalle de mis movimientos, al mismo tiempo yo lo hacia también aunque por motivos distintos, de pronto, mientras nuestra miradas se cruzaban un ruido rompió el silencio proveniente del estómago de Naruto un sonido constante que fue imposible ignorar.

-tienes hambre-comente levantando el entrecejo para escuchar una respuesta suya, al fin tenia oportunidad para hablar.

- es que…no comí nada en todo el día-dijo apenado mientras llevaba sus manos a su estomago

-un buen ninja siempre empaca comida para las misiones- comenté provocando un reacción de enojo por parte de Naruto, me miro desafiante y luego dijo.

-tenía una mochila con comida antes de que nos atacaran pero... debieron quedarse con mis amigos- su voz bajo de tono y posó su vista en la salida, se encontraban viendo a la deriva con algo de mortificación tal vez, a causa de sus compañeros.

No era extraño que él se preocupara por los demás, era una cualidad que yo admiraba después de todo, fue esa misma preocupación que hizo que lo conociera, pero en ese momento pensar que sus amigos estuvieran en peligro lo desanimo, podía observar el conflicto en él así que agregue.

-¿que te gustaría comer?- le pregunté para que sus pensamientos se enfocaran en otra cosa, lo que conseguí, ya que su mirada se ilumino.

-en este momento estaría comiendo un gran tazón de ramen en...

-en Ichiraku- agregué casi de inmediato, como si se tratase de algo lógico pero no se suponía que lo fuera ya que provoco que Naruto abriera los ojos sorprendido.

-como sabes eso?- preguntó alterado fue que entendí mi error.

En ese momento me abstuve en contestar con la verdad, era imposible decirle que algunas ocasiones lo acompañaba invitándole la comida eso provocaría demasiadas preguntas, solo le dije que al ser también de Konaha era un lugar muy conocido, él pareció conformarse con esa respuesta, después, no dijo nada más aún conservaba sus manos en su estómago conteniendo los sonidos que aun provenía de esté, se notaba que estaba haciendo un esfuerzo por mantenerse sereno fue que me hizo preguntarme porque lo hacia.

-¿por qué me ayudas?- pregunté causando que se sorprendiera y abriera los ojos como si no hubiera esperado que lo cuestionara así que, sin levantar la mirada contestó.

- es…estas he…herido- sus ojos miraron la fogata evitando hacer contacto visual mientras su voz se entre cortaba por el nerviosismo quizás, para cualquiera esa hubiera sido una respuesta valida pero no para mi.

-si ese era el caso, pudiste curarme y luego irte sin embargo, estas aquí aguantando el hambre y el frío de la noche ¿por qué?- la pregunta hizo que Naruto hiciera un lado la vista para luego contestar.

-como te iba a dejar después de lo que hiciste por mí.- lo dijo con una voz algo baja mientras su boca hacia un ligero puchero.

Ese gesto infantil me hizo reír, no pude evitarlo, su rostro era tan tierno, después de tanto tiempo seguía siendo un niño, cuando acabe de reír note que me estaba viendo y un cierto rubor rojizo decoraba sus mejillas resaltando su rostro, cuando mis ojos se enfocaron en los suyos él rápidamente desvío la mirada espantado, un hecho muy extraño pero no quise tomarle importancia.

Seguía mirándolo aunque el apartaba la vista notando cuanto había crecido no solo físicamente si no también cómo ninja, en cierta forma él no podía evitar ser amable aun con los desconocidos eso me alegraba, siempre supe que él era diferente, alguien del que podías admirar, su sola presencia reconfortaba y esa sonrisa que tanto me gustaba ver podía alumbrar el alma más oscura un ejemplo fui yo.

El me transformó, me salvo de sobremanera llenándome de su calidez, verlo ahí a tan sólo unos pasos me hacían estar completo, simplemente mis ojos no se podían apartar de él, fue que noté que mi corazón latía fuerte, en ese momento me sobresalté, me di cuenta que me sentía extraño, una sensación corría por mi cuerpo, también sentí que mi temperatura se elevaba, no sabia a que se debía, eran unos sentimientos extraños que recorrían mi cuerpo, podía escuchar el latido de mi corazón resonando con fuerza, en eso, Naruto volteo a mirarme y al hallarme con esa mirada confundida y ese rostro angelical me hizo comprenderlo.

Naruto se me acerco preocupado, mi rostro debía estar presentado alguna alteración ya que al estar cerca coloco su mano en mi frente, al sentir su piel sobre la mía me hizo temblar, el solo contacto con esa suavidad alteraba mis sentidos ahora estaba seguro, me había enamorado de Naruto. Mi corazón latió fuertemente, mi respiración entre cortada pedía a gritos un poco más de él, no podía controlarme, escuchar su voz, al tenerlo tan cerca provoco algo en mi que difícilmente podía creer que era yo el que actuaba.

En un instante aleje su mano de mi frente y lo tome de la nuca para acercarlo, en eso lo bese, un deseo por tocar sus labios nació en mí, eran tan suaves y dulces que provocaban que todos mis sentidos aumentaran, saboreaba cada rose, cada movimiento de sus labios, era como una dosis de éxtasis sumergido en un apasionado beso...