Muy buenas a todos. Una vez más con un capítulo de este fic tan singular. Pues nada, a darle, que es lo que hay, además que ya puse sobre la mesa un giro algo brusco de los eventos, y lo justo es que lo desarrolle.

Media vuelta

Sori se encontraba en su cama, con la mirada completamente perdida mientras permanece acostada. Sus pokemon se encontraban con la enfermera Joy, la cual estaba encargada de darles cuidados médicos a aquellos que salieron a combatir contra los pokemon de Skyla. Sólo Ai permanece a su lado, viendo a su maestra y amante en aquella situación tan extraña e inesperada que les cayó encima de la nada, a mitad de una celebración por ganar la quinta medalla de gimnasio.

─ ¿Cómo se siente, maestra? ─ Ai toma la mano de Sori, pero ella no reacciona ─ ¿Tiene algo?

─ No sé ─ responde finalmente la chica, todavía con su mirada perdida ─. Es muy raro, ¿no crees?

─ ¿Qué cosa, maestra?

─ Yo lo odiaba ─ responde Sori con un tono vacío, frío, pero que denotaba una fragilidad que, de seguir siendo demostrada, se rompería por completo ─. Él y mi madre fueron desde siempre personas incomprensibles para mí, y ellos tampoco me comprendían. Un nexo de sangre es lo único que me hacía creer que éramos una familia, aunque en el fondo nunca funcionamos. No recuerdo ni un solo acto de amor de mi padre que me haya dedicado. De hecho, para mí mi tío fue más un padre que él. Entonces, si se supone que lo odio y que debería darme igual lo que le pase, ¿por qué estoy así?

─ ¿Así… de triste, maestra?

─ Creo… que sí ─ la voz de Sori finalmente se quiebra, y sus ojos empiezan a lagrimear ─. No lo entiendo ¿Por qué siento así? ¿Por qué de pronto me siento tan dolida y vacía? ¿Qué es lo que veo en él para que su pérdida me genere esto?

─ Es que usted no es mala, maestra ─ le responde Ai con tono comprensivo y cariñoso ─. Tal vez lo que usted sentía no era realmente odio. Puede que fuera algo más.

─ ¿Algo más? ¿Qué podría ser, Ai? ─ Sori se sienta y mira esta vez a su pokemon ─ Si en realidad no odiaba a mi padre, ¿entonces qué era lo que sentía hacia él todo este tiempo?

─ No lo sé, maestra. No puedo leer sus pensamientos, ni puedo saber sus verdaderos sentimientos con mis poderes. Sólo creo que usted está así porque en realidad no lo odiaba.

─ Es una tontería… ¡Qué estúpido suena eso! ─ Sori rompe a llorar y se abraza a Ai ─ ¡No puede ser que después de todos esos momentos de rabia y frustración que pasé por su culpa no lo odiara! ¡No te puedo creer, Ai!

─ Maestra… ─ Ai siente ganas de llorar también al escuchar tan de cerca el llanto de Sori ─ Yo… Yo no sé qué más decir. Es sólo lo que se me ha ocurrido.

─ Ese hombre… Él me hizo mala ─ continúa Sori sin soltar su abrazo ─. Nunca me quiso. Sé que nunca lo hizo. Quería que siguiese sus pasos sin importarle mi opinión, y eso me enfurecía. Él me decía que los pokemon eran una pérdida de tiempo y que lo mío era simplemente una etapa. Jamás me tomó en serio, y eso hizo que acabase teniendo una mala actitud. Necesitaba descargar mi frustración y mi rabia, y tú no estuviste exento de eso, Ai ─ Sori, todavía llorando con ganas se aleja un poco para ver a su Gardevoir ─. Te traté mal y fui cruel contigo ¿Acaso no prueba eso que he sido una mala persona?

─ Maestra… Yo en realidad no lo creo ─ Ai toma el rostro de Sori para que no apartase su vista ─. Es verdad que usted no me trató bien esa vez, y yo sólo quería irme lejos porque le tenía miedo. Pero a pesar de eso, a pesar de que usted no me quería para que le acompañe, terminó aceptando mi compañía, y incluso ha aprendido a amarme sin que yo se lo pidiera. La gente mala no ama ni se siente mal por lo que hace, maestra. Usted no es así, maestra. Aún recuerdo cuando usted me encontró temblando de frío. Estábamos en su habitación. Se supone que usted me odiaba porque yo no era lo que usted quería como su primer pokemon, pero sin que yo se lo pidiera me ayudó y me dio cobijo para que no sufriese más por el frío y el miedo que sentía. Ese momento no puedo olvidarlo jamás, porque fue la primera vez que llegué a sentir esperanza a su lado.

─ Ai… ─ Sori sigue llorando y tenía la cara bastante roja, pero permite que Ai la bese brevemente ─ Pero si lo que todo este tiempo sentí no era odio, ¿qué era? ¿Qué puede ser que antes mirase tan mal a mi padre y estuviera siempre con rabia, pero que ahora me siento tan triste?

─ Creo que usted lo sabe, maestra, pero primero tiene que calmarse y pensarlo. Y cuando eso pase, quiero escuchar qué es lo que usted realmente sentía.

Sori asiente quedamente, y luego de eso se abraza con fuerza al Gardevoir para seguir llorando, y Ai sólo puede ofrecerle su comprensión y cariño en medio del difícil momento que su humana está teniendo.


En otro lado

─ Me sorprende que te hayas tomado tantas molestias como para venir hasta acá, Jasmine ─ Skyla mira con curiosidad a la líder de Johto, la cual está disfrutando una malteada ─. Ni siquiera había recibido un aviso de que estarías aquí, y dudo mucho que sea sólo por el atentado al gobernador ¿Se puede saber entonces qué te trajo?

─ En realidad estaba de paso, Skyla. Fui llamada por el Alto Mando para que presentase unos informes atrasados que quedé en entregar para pasado mañana. La noticia me la proporcionó en realidad Flannery, que estaba en el centro pokemon cuando aquello ocurrió ─ Jasmine se termina su malteada y mira con seriedad a su colega de Unova ─. Pero a mí me sorprende que no te enterases de lo que pasó. Flannery también te pasó el aviso.

─ Tengo todo guardado en mi apartamento, Jasmine. No quería interrumpir mis labores como líder de gimnasio, y menos estando esa chica como mi nueva retadora ─ se excusa Skyla ─. Supongo que a estas alturas todo el mundo en la liga lo sabe, ¿cierto?

─ En efecto ─ Jasmine suspira antes de continuar ─. Hemos tenido unas semanas bastante complicadas con el gobernador, especialmente porque las regalías que cobraba con los artículos para pokemon y entrenadores eran exorbitantes al punto de ser irracionales, y de un día para otro se da un atentado y muere. Supongo que está de más decir que no faltarán los amarillistas que pretenderán que este conflicto que tuvimos con el gobierno nos convierta a todos en sospechosos de su asesinato.

─ Nunca faltan los imbéciles que con tal de vender artículos son capaces de forzar las noticias más allá de lo que se puede considerar como normal ─ Skyla también suspira, pero en su caso con enfado ─. Poco antes de venir aquí, hubo una chica que se puso a hacerme preguntas incómodas sobre si yo estaba saliendo con mi colega Cheren y sobre si estaba actuando de mala fe con Bianca por el simple hecho de que Cheren y yo coincidimos en un evento al que Roxie nos invitó ¡Y ni siquiera estábamos en el mismo palco! La única vez que él y yo coincidimos fue cuando quisimos comprar unas bebidas, y con eso ya tenían los buitres para difundir rumores sobre nosotros.

─ En dado caso es mejor que nos preparemos. Se vienen unos días en el que tendremos que lidiar con preguntas incómodas y señalamientos maliciosos ─ Jasmine se levanta de la mesa en que se encuentra y se estira un poco ─. Aquí ten mi parte del dinero para pagar la cuenta. Tengo que seguir mi camino hasta donde está el Alto Mando. Ya puedo imaginarme a algún vocero teniendo que dar explicaciones y desmintiendo señalamientos de todo tipo.

─ Esta es una región que hasta hace muy poco no tenía una liga pokemon ─ Skyla mira seriamente a Jasmine y se cruza de brazos ─. De hecho, esta región ni siquiera tiene una cultura tan arraigada que tenga que ver con los pokemon. No hay legendarios ni singulares a los cuales se les rinda culto o que forme parte de alguna leyenda local importante, no hay templos dedicados a las cualidades que los pokemon le enseñen a los humanos como ocurre en otras regiones, jamás se ha dado ningún tipo de competición importante aquí que involucre a los pokemon, y de pasó el gobernador en su momento estuvo en contra de la instauración de la liga, y eso poco antes de que ganase sus últimas elecciones.

─ Y para ganar unas elecciones siempre hace falta tener el apoyo de una importante cantidad de personas que estén de acuerdo con su visión e ideas, y muchas de esas personas seguramente siguen de se lado a pesar de los excesos que cometió contra los entrenadores ─ secunda Jasmine con preocupación ─. Realmente nos toca mucho papeleo y lidiar bastante con gente que empezará a vernos como si fuésemos las malas. Qué complicado se puso todo. Nos vemos, Skyla. Besos.

Skyla se queda mirando a Jasmine mientras esta se aleja a paso calmo. Aquel giro de los eventos le resulta sumamente desagradable, pero también comprende que su única alternativa radica en adaptarse a estos eventos y seguir adelante como sea. Además, hay algo que le hace sentir mucha preocupación.

─ Esa chica, Sori… Supongo que no puedo pedirle que continúe ahora mismo con su viaje. Se la veía bastante afectada, y no la puedo culpar. Aunque en la liga todos estuviésemos muy molestos con él, Sori sigue siendo su hija, para bien o para mal, así que es normal que, incluso con todo lo que nos dijo Flannery, ella ahora mismo tenga sentimientos encontrados. Tal vez deba ofrecerle ayuda en cuanto la vea…


Con Sori

La chica yace dormida en la cama de la habitación rentada, y Ai sigue abrazándola, a fin de hacerla sentir lo más segura posible en ese momento tan delicado para ella. Todavía se ven rastros de las lágrimas en el rostro de Sori, y Ai sólo se limita a usar una de sus manos para acariciar su cabello.

─ Maestra… Realmente está sufriendo mucho…

Ai era consciente de que, si bien él también había sufrido, había sido de una manera diferente. Su problema al principio estaba en el hecho de no saber dónde está su hermano, pero al menos todavía tiene la esperanza de volverlo a ver, o por lo menos tener alguna noticia sobre dónde está, con quién está o si está bien y no hace falta que se afane en buscarlo. Pero con Sori la cosa simplemente no tenía vuelta atrás. Perdió para siempre a su padre, una pérdida que ya se sabe que no tiene reparo posible. Esa idea entristece a Ai, pero no pierde el enfoque de lo que tiene que hacer, y eso es ayudar a la chica en lo que puede.

Siente los brazos de Sori moverse un poco, queriendo apretar el abrazo alrededor del delgadísimo cuerpo de Ai. Realmente le toca estar así un buen rato, ayudando a su maestra a drenar parte de sus penas. Pero también sabe que su maestra pronto tiene que tomar una decisión, pues claramente le pedirían que dé media vuelta para asistir al funeral de su padre.

El viaje por la región claramente iba a caer oficialmente en hiatus.


Afueras de la ciudad

─ ¡Ya era hora de que llegase! ─ dice Marco al ver que había alcanzado el objetivo ─ Esa Gardenia sí que es dura. Un poco más y tenía que retarla por tercera vez. Pero bueno, ya eso pasó, así que voy a… ¡Eh!

El chico ve su paso cortado por unas chispas de fuego que caen frente a él. Al voltear para ver de quién se trata, se encuentra con que se trata de Gwen, la Gardevoir de tipo fuego. Gwen se notaba bastante furiosa, aunque Marco no estaba precisamente temeroso.

─ Tenía ya unos cuantos días sin saber de ti ¿Cómo andas? ─ dice Marco alzando una ceja.

─ ¿Te parece gracioso el que me hayan dejado en manos de unos ancianos mientras ustedes seguían con su camino como si nada? Ni siquiera yo me explico cómo logré hacer que esos ancianos me liberen para así poder buscar a Ai ─ a Gwen la rodeaba un aura amenazante mientras crea dos bolas de fuego en sus manos ─. Ahora me vas a decir dónde está la niña que tiene a mi hijo, que va a tener que responder ante mí.

─ Tengo unos cuantos días de no verla ─ responde Marco encogiéndose de hombros ─. Ella logró adelantarme y ha seguido por su cuenta, y yo no soy su Houndoom sabueso para estar detrás de ella.

Gwen castañea los dientes con evidente rabia, pero a Marco seguía sin importarle mucho aquello. Justo estaba llegando a la ciudad donde podría tener su quinta medalla de gimnasio, y no iba a dejar que una Gardevoir furiosa lo detuviese. Por si acaso tenía una mano en su cinturón, listo para sacar a su Dodrio si hiciese falta, pero en eso aparece Jasmine.

─ ¡Qué Gardevoir más hermosa! ¿Es tuyo, chico?

─ ¿Mío? Brincos diera ─ responde Marco acentuando al máximo su sarcasmo ─. Esa pokemon no me interesa realmente. Lo que sí me interesa es asistir a mi reto de gimnasio ¿Se encuentra la líder Skyla?

─ Sí esta, pero te recomiendo que no pierdas demasiado tiempo ─ le responde Jasmine, extrañando y preocupando a Marco ─. Hubo un atentado hace poco. El gobernador ha muerto.

─ ¿Que el gobernador ha…? Demonios ─ Marco se lleva una mano a la cabeza ─ ¿Y Sori ya lo sabe?

─ ¿Aquella chica? Efectivamente. No se lo tomó nada bien. Todavía está en la ciudad, aunque no sé qué es lo que hará a continuación. De todos modos Skyla está pendiente de lo que vaya a pasar, mientras que yo debo seguir con mis pendientes con el Alto Mando. De cualquier modo estaré preguntando también. Este evento no es algo que pase todos los días, y menos mal que no es más frecuente.

Jasmine le da una reverencia a Marco antes de irse de allí, y tanto él como Gwen se quedan mirando a la líder hasta que desaparece de vista.

─ ¿Acaso me perdí de algo? ─ dice Gwen frunciendo el ceño.

─ Tal parece que Sori ha quedado huérfana de su padre. Voy a tener que pasar a verla.

─ Con que su padre… ─ Gwen aprieta los puños y entorna los ojos ─ Esto… voy a tener que reclamarle después. Perder a un familiar no es algo agradable para nadie.

─ No sabía que en el fondo podías ser tan empática, Gwen ─ Marco mira fijamente a la pokemon.

─ Mejor cállate, o de lo contrario te atacaré a ti.

─ Sé que tus capacidades ofensivas no son la gran cosa. Simplemente saco a cualquiera de mis pokemon y asunto resuelto ─ le responde Marco con indiferencia.

─ He entrenado mientras estaba con esos ancianos. Te aseguro que he mejorado mis movimientos ─ se defiende Gwen, no logrando intimidar a Marco.

─ Claro. Habrás entrenado por tu cuenta mientras los ancianos dormían o jugaban con otros ancianos ─ Marco suspira y deja de tener su mano sobre el cinturón ─. Mira, me encantaría seguir discutiendo contigo y diciendo tonterías sobre si te has vuelto un pokemon decente o no, pero hay cosas más importantes ahora mismo, y te agradecería que relajes un poco tu actitud.

─ ¡Yo estoy bastante relajada! ¿Es que acaso no es nota? ─ dice Gwen con una vena marcada en su frente.

─ Mejor no digo más. Para todo es una excusa para que andes de malas…

Marco entra en la ciudad, y Gwen va detrás de él, sabiendo que el chico estaría en busca de Sori, y donde Sori estuviese también estaría Ai. Era tan simple como seguir y esperar a que el encuentro se dé.


Con Sori

El equipaje de la chica estaba bien acomodado, pero ella se mantiene sentada en la cama. Si bien el descanso le había servido para relajarse y diluir todas sus penas al lado de Ai, era innegable que ese dolor seguía ahí, molestándola, haciendo estragos en su ser y acaparando parte de su mente y sus emociones. Ai estaba a su lado, esperando a ver qué decía o hacía la chica.

─ No puedo estar tranquila, Ai ─ dice Sori con tono seco, casi como si Sori estuviese rendida ante la vida y el dolor ─. Antes mi plan era seguir adelante con mi viaje, pero eso no va a poder ser.

─ No importa, maestra ─ le dice Ai con una sonrisa de consuelo ─. No creo que la liga se vaya a ningún lado. Tranquilamente puede retomar su camino después…

─ Ese es el detalle, Ai ─ Sori levanta la mirada para conectarla con la de Ai ─. Ni siquiera sé si quiero seguir con esto.

─ ¿Eh?

─ No lo sé. Tal vez el dolor que siento me ha nublado las ideas, pero la cosa es que por ahora no me apetece ir por la sexta medalla. Regresaré a casa y veré a mamá para saber lo que piensa hacer. Ya después de que acabe todo el tema del funeral de mi padre y me tome un descanso, supongo que podré finalmente tomar una decisión con respecto al tema de esta aventura.

─ Maestra… Sé que tomará la mejor decisión.

─ ¿Tú lo crees, Ai?

─ Sí, maestra. Es mi entrenadora, pero también es una persona con sentimientos y con sueños. No me molestaré con usted si decide abandonar su aventura y decide hacer algo más.

─ ¿Pero qué hay de ti y la búsqueda de tu hermano? ¿Acaso no quieres encontrarlo, Ai?

─ Claro que quiero, maestra. Nunca he dejado de tener la búsqueda de mi hermano como mi objetivo ─ Ai toma las manos de Sori y acerca un poco su rostro ─. Sé que no será lo mismo seguir con esto si usted ya no me acompaña, pero comprendo que tiene algo que debe sobrellevar primero. Creo en usted, maestra, y creo en que se podrá levantar.

─ Realmente eres lo mejor que me ha pasado en la vida, Ai. En ese caso, hay algo que quiero que hagas por mí ─ Sori toma la pokebola de su Gardevoir y se la da a Ai ─. Supongo que te acuerdas de que pasamos por esto una vez, ¿cierto? ─ ante el asentimiento de Ai, Sori decide continuar ─ En unos minutos pasaremos por el recibidor del centro pokemon, y quiero pedirte que te lleves a los demás.

─ ¿Maestra?

─ Los demás son pokemon como tú, Ai. No puedo tenerlos encerrados y olvidados mientras estoy llorando. Mejor que se queden contigo y tengan la oportunidad de estirarse y hacer cosas mientras esperan a ver si estoy dispuesta a regresar.

─ Entiendo, maestra. En ese caso lo haré. La esperaré, y Nelly, Mariano, Wendy, Tony y Sheena seguramente la esperarán mientras están conmigo.

─ Gracias, Ai.

Entrenadora y pokemon se besan brevemente antes de ponerse de pie, y Sori recoge su equipaje para salir de ese lugar. El primer lugar al que debían ir era naturalmente el recibidor del centro pokemon, donde Sori no tiene problemas para recuperar a sus pokemon y comprobar por sí misma que todos estuviesen bien, y luego salen todos juntos del centro pokemon mientras Sori le empieza a explicar la situación.


Veinte minutos después

─ Tienes que estar bromeando ─ dice Wendy luego de que Sori terminase de explicar lo que estaba pasando ─ ¿Tan abruptamente se acaba todo?

─ Es probable que así sea, Wendy ─ dice Sori mientras deja salir un suspiro, queriendo zanjar el tema cuanto antes ─. Voy a regresar a casa de mis padres. Contactaré con mi madre cuanto antes para que mande una de sus limusinas a buscarme. Por lo pronto ustedes se quedan con Ai. Al menos de ese modo podrán salir por ahí si les apetece, tener batallas, entrenar hasta caer rendidos, socializar a gusto… En mi casa simplemente no van a tener esa posibilidad. Allá ni siquiera hay pokemon, y mi madre no es precisamente amante de los pokemon. Es mejor que se queden con Ai. Prometo volver, ya sea para reanudar el viaje o para despedirme.

─ ¿De verdad? ─ Nelly sonaba triste ─ Sé que incluso los pokemon legendarios no tenemos la capacidad de resucitar a los muertos, pero no deja de ser frustrante esta sensación.

─ Estaré triste si no estás ─ Sheena usa sus lianas para abrazar a Sori, y esta le corresponde abrazando su frente, en vista de que, siendo ahora una Venusaur, era demasiado grande para que Sori la abrace por completo.

─ Te vamos a extrañar ─ Tony frota su rostro contra las piernas de la chica ─. Pero estamos dispuestos a esperarte lo que haga falta. Sólo espero que no sea mucho tiempo.

─ No lo será, sólo lo necesario para que pase lo del funeral de mi padre y medite un poco sobre lo que haré de ahora en adelante ─ Sori se agacha un poco para acariciar la cabeza del Torracat ─. Cuídense mucho mientras no estoy, ¿de acuerdo? ─ todos los pokemon asiente, excepto la Dragonair ─ ¿Wendy?

─ Justo cuando sentía que había encontrado un hogar ─ la Dragonair estaba aguantando las lágrimas, pero su esfuerzo no estaba dando resultados ─. N-no creas que te extrañaré yo también. Ya verás que sin ti me haré muchísimo más fuerte.

Sori y Wendy se miran mutuamente, ambas resistiéndose con todas sus fuerzas a ceder ante el llanto, pero al final ambas son derrotadas por el impulso y se terminan abrazando mientras lloran con ganas, quedándose así un buen rato, dándoles igual el estar siendo vistas. Ya las despedidas estaban dadas, así que una vez que deja de abrazar a Wendy y le da un último beso a Ai, Sori decide alejarse de su equipo, y justo entonces llega Marco.

─ ¡Sori! ─ el chico corre en cuanto la ve, y Gwen también apresura su marcha al ver a su hijo ─ ¿Qué estás haciendo? ¿Acaso regresarás a tu casa?

─ Sí, es lo único que puedo hacer por ahora ─ Sori mira con cierto desgano a Marco ─ ¿Acaso me dirás que me lo vas a impedir?

─ Para nada. Sólo quise saber cómo estás ─ Marco deja salir un suspiro cargado de pesar, dando a entender la empatía que siente por lo que está pasando Sori ─. Sólo vine a desearte un buen viaje. Mientras tanto yo tengo que seguir adelante ¿Estarás bien con eso?

─ Prefiero que sea así. Mi idea inicialmente no era la estar todo el rato compitiendo contigo, por lo que no te pediré que me esperes, especialmente porque ahora mismo ni siquiera tengo claro si quiero completar mi viaje.

─ Sori…

─ Ya hablé suficiente. Te deseo suerte en tu reto de gimnasio ─ Sori sigue de largo, dejando atrás a Marco ─. Supongo que en algún momento nos volveremos a ver.

─ De eso estoy seguro, Sori ─ Marco se muestra triste y mira a Gwen y los pokemon de la chica ─. Este viaje de pronto va a ser mucho menos divertido, pero mejor no fuerzo a Sori. Mejor que pase su dolor por ahora.

CONTINUARÁ…


Bueno, ya pueden ver que el futuro de Sori queda en vilo ¿Volverá a su viaje? ¿Lo dejará? ¿Qué le deparará el destino? ¿Qué fue lo que pasó realmente con su padre? ¿Cómo será su reencuentro con su madre? En los próximos capítulos se sabrán las respuestas a esas interrogantes. De momento sólo puedo dejarlos hasta que vuelva a actualizar. Cuídense mucho mientras tanto.

Hasta otra