ROMANCERO SAIYAJIN: SÓLO UN BESO
ESTA HISTORIA OCURRE ANTES DE LA SAGA DE PÍKORO DAIMAKÚ, EXACTAMENTE ANTES DEL 22 TORNEO DE LAS ARTES MARCIALES.
La media luna brillaba intensamente mientras Gokú y Milk caminaban uno al lado del otro por el largo sendero del parque. La pelinegra no pudo evitar sonrojarse mientras miraba al cabeza de zanahoria, su amor platónico de toda la vida, con el rabillo del ojo.
"Está bien, esto es todo. Realmente lo voy a hacer", la joven princesa pensó para sí misma, ahora mirando hacia abajo mientras caminaba, Esta noche voy a recibir un beso de Gokú"
Al volver a mirar hacia arriba, Milk vio que su amado había comenzado a caminar a un ritmo más rápido y ahora estaba unos pasos por delante de ella. La pelinegra resopló con fastidio mientras corría para alcanzar a su futuro esposo (bueno, al menos a sus ojos). Al escuchar pasos detrás, Gokú se detuvo, mirando hacia atrás para ver quién era el que luchaba por alcanzarlo. Cuando vio que era Milk, se frotó la nuca y sonrió.
-¡Ah, Milk! ¡Lo siento, no sabía que te habías quedado tan atrás de mí!- El muchacho sonrió.
Sin que Gokú lo supiera, Milk estaba de pie, radiante de felicidad.
"A él sí le importa...", pensó la pelinegra con una sonrisa y tomó su lugar al lado del chico.
-Está bien, olvidé lo rápido que puedes ser.
La sonrisa de Gokú se extendió.
-Bueno, supongo que es verdad.
La pareja se quedó en silencio mientras continuaban caminando a un ritmo constante. Sin embargo, unos momentos después, Gokú suspiró, la mitad de él se preguntaba por qué estaban caminando por el largo sendero en primer lugar y la otra mitad se preguntaba cuándo se detendrían para comer algo. ¡Estaba hambriento!
Mientras tanto, Milk se mordió el labio mientras miraba a Gokú sin sospechar nada. Su atención parecía estar desviándose y ella podía decir que si no se apresuraba, nunca funcionaría. Decidiendo en silencio, la princesa asintió y suspiró mientras cruzaba sus manos inocentemente frente a ella y continuaba caminando.
-Oye GokÚ...- comenzó.
El mencionado miró a la pelinegra.
-¿Sí?
-¿No sería bueno si pudiéramos... conocernos... mejor?
El muchacho se rascó la cabeza.
-Pero Milk, ya te conozco, ¿no?
La princesa se dio un facepalm mantal.
¡No! Quiero decir... eh, ¿cómo debería decirlo...?
Gokú parpadeó y permaneció en su estado de absoluta confusión. Milk suspiró, preguntándose cómo podría abordar la situación, pero al final, se rindió.
-¿Alguna vez has querido besar a una chica?- preguntó finalmente.
Esta vez, el muchacho de pelos parados parecía completamente en blanco. Parpadeó una vez más, luego inclinó la cabeza hacia un lado y miró hacia el cielo del atardecer.
-Bueno, es difícil de decir. Nunca lo he hecho, pero...
El corazón de la princesa lentamente comenzó a hundirse. ¿Era posible que le gustara otra mujer?
-P-pero… ¿qué?- preguntó.
-Pero no sé por qué alguien querría hacerlo de todos modos- respondió simplemente Gokú y continuó caminando.
Milk abrió la boca en estado de shock y se cayó. Gokú miró hacia atrás sorprendido y volvió a ayudarla a levantarse.
-Oye, ¿estás bien?- preguntó el muchacho preocupado.
La pelinegra asintió enojada y se puso de pie, secándose la suciedad de la falda y pasando furiosamente junto al chico de pelos parados.
Gokú se rascó la cabeza mientras la veía irse y frunció el ceño.
-Me pregunto qué le pasa...
